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Del 03 de Enero 2022 al 09 de Febrero de 2022

Tema: “RUTA 21- “TRAMO POCO TRANSITADO”


Orador: Ap. JUAN BALLISTRERI
HEBREOS 11:1-2 Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve. 2
Porque por ella alcanzaron buen testimonio los antiguos.
• LA FE PRIMARIA es la certeza de lo que se espera y la convicción de lo que no se ve, es la
capacidad de Dios de tener una confianza en Él. La fe de Hebreos 11 dio buen testimonio.
HEBREOS 12:1-2 Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de
testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera
que tenemos por delante, 2 puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el
gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono
de Dios.
• Pero el escritor a los Hebreos dice que ya no vivan con los ojos puestos en esa fe primaria,
porque vino alguien que hizo que esa fe que es Cristo Jesús, puestos los ojos en Jesús, se
convirtió en toda una estructura poderosa que puede hacer que esa nación de Dios, pueda
cumplir su propósito en la tierra.
• No es con la fe de Hebreos 11, es con lo que el escritor va a explicar, es una fe explicada
en dos maneras: 1) es la fe que tenemos, “tened fe, sé intencional”, y 2) la otra es la fe que
se cultiva todos los días, a través de la palabra, de la oración, del entendimiento, y que
hombres y mujeres doctos en la fe, nos enseñan.
HEBREOS 12:15 Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios; que brotando
alguna raíz de amargura, os estorbe, y por ella muchos sean contaminados.
• El escritor a los Hebreos les está diciendo a sus destinatarios, que la gracia de Dios es tan
grande, que no nos es permitido vivirla chiquita.
• La fe de Hebreos 11 es una fe que nos hace vivir, y está buena, porque es la fe que todos
los días nos hace renovar nuestra confianza en Dios.
• Pero mientras que eso no hace mantener una fe lineal, que hay que lustrarla porque es
tierra de todos los días, hay una fe que también nos hace vivir de la plenitud de la gracia
que Dios tiene para nosotros.
• CUIDÉMONOS DE VIVIR SOLO UN POQUITO DE TODO LO QUE DIOS TIENE PARA
NOSOTROS.
• ¿Cuál es la razón por la que podemos perder vivir todo lo que Dios tiene para nuestras
vidas? El escritor comienza a explicar: “que brotando alguna raíz de amargura, os estorbe, y por
ella muchos sean contaminados.”
HEBREOS 12:16 no sea que haya algún fornicario, o profano, como Esaú, que por una sola comida
vendió su primogenitura.
• El escritor a los hebreos está diciéndoles a sus destinatarios, que cuando una persona
discierne y detecta que está viviendo por debajo de lo que oye, dice “cuídate de que no vaya
a brotar una raíz de amargura”.
• PRINCIPIO: Todo ser humano tiene el chip de aceptar el cambio y no hacerlo, eso es parte
de nuestra vida.
• Si le preguntamos a alguien ¿crees que tiene que cambiar?, y nos responde que sí; pero
todo eso es una expresión de voluntad, todos llevamos adentro un chip, que cuando el
cambio va a venir en serio de parte de Dios, tenemos una resistencia.
EL CÓDIGO ESAÚ
• El escritor a los hebreos les está diciendo que les va a dar el código para que cuando lo
marquen, aborta la plenitud de Dios; le llamamos el código Esaú.
• El código Esaú es justamente esto, no es una persona, es un código espiritual que está
permanentemente en todos los corazones humanos, listo para abortar lo que Dios tiene para
nuestra vida.
• Y esto no solamente pasa dentro de los creyentes, pasa en todo el mundo. Cada vez que
Dios forza una generación para manifestar personas como nosotros, se activa el código Esaú.
Así que ya sabemos, adentro nuestro hay un pin de cuatro letras que se llama Esaú, y que
sin darnos cuenta lo activamos.
• Es el código abortivo para que nos quedemos toda la vida solamente teniendo fe para
algunas cosas, pero nunca construimos nuestra vida en la edificación de una generación.
• El escritor a los hebreos dice que nos cuidemos unos a otros, porque si se activa en uno,
los desactiva a todos, porque somos un cuerpo.
• ¿Por qué código Esaú? Porque Esaú vendió su primogenitura. Para los destinatarios, ser
primogénito significaba que accedían a una gracia especial que no podía ser otra cosa que
les fuera bien; es algo que Dios, en forma representativa, les había dado a los primeros hijos.
• Y el Código Esaú es: “no me importa, no me interesa a profundidad lo que es esta fe”.
• Una fe nos mete, pero la otra fe nos llena. Una fe nos crea expectativa, pero la otra fe nos
hace vivir en el gozo del Señor, porque es el conocimiento de Cristo.
• Cuando estamos en la primera fe, está todo bien; pero el escritor dice que cuando
queremos crecer en la fe, cuando empezamos a crecer, cuando nos queremos acercar a la
fe, nuestro mundo interior pone el código Esaú.
• Y cuando el código Esaú comienza a marcarse, tenemos que pasarnos a la otra fe. A
nosotros, ¿cuál de las dos nos gusta? Pidámosle al Señor que nos de la plenitud de todo, de
toda la fe.
• Cuando el código Esaú se activa, la única cosa que nos queda es humillarnos ante el trono
de la gracia y decirle al Señor que nada de lo que están viendo nuestros ojos naturales,
pueden impedirnos que vivamos en la dimensión de su casa.
• Código Esaú. Esaú fue un personaje que le dio lo mismo ser creyente o no serlo, o ser
creyente de cualquier cosa.
• Jesús dijo “ahora les voy a dejar una fe que es mi propia habitación”, es el cuerpo de
Cristo, vivámoslo a pleno, sintamos y vivamos su vida en plenitud.
• Cuando el Señor Jesucristo estaba en la cruz y dijo “consumado es”, abrazó a toda la
humanidad y la llevó completa a la cruz; CRISTO NO MURIÓ “POR” NOSOTROS, ÉL MURIÓ
“CON” NOSOTROS.
• Esa es la diferencia entre una fe y la otra; cuando nosotros acercamos decimos “Cristo
murió por mí”, claro, es porque la estamos viendo de afuera; Cristo murió por Abraham,
Cristo murió por Moisés, Cristo murió por todos los hombres.
• Pero cuando venimos a la otra fe, el apóstol Pablo nos dice “no era solo por ti, ahora era
contigo”. Es el entendimiento de que nosotros fuimos llevados a la cruz con Él, porque ahí
está el perdón de nuestros pecados.
• Porque aunque no lo sepamos, nosotros estábamos en esa cruz, y en esa cruz morimos,
en esa cruz derramamos la sangre en Cristo Jesús, que es la única sangre que el Padre
recibió, pero en esa cruz nosotros también fuimos resucitados. Nosotros sí fuimos a la
tumba, también resucitamos, solo que eso no se ve en la primera fe, eso se ve cuando la otra
fe va siendo revelada a nuestra vista.
REFLEXIONEMOS:
• Que en todas las naciones de la tierra, podamos llegar con una palabra de fe, con una
palabra de fe que nos haga fervientes, pero también con una fe que nos haga sólidos en el
crecer de la vida de Cristo.
• Declaremos la palabra de vida porque el código se va a desactivar en nuestros corazones;
y vamos a poder crecer no en la simiente de Esaú sino en la simiente del Mesías, del Señor
Jesucristo.

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