Santiago José Tovar Hernández

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Historia de vida – Narrativa

Mi padre me contó muchos temas relacionados al año 1989 en la ciudad de Bogotá,

Colombia. El a sus 28 años, se encontraba estudiando de forma nocturna Administración de
empresas en la Universidad Antonio Nariño y trabajando en un Laboratorio de
investigación por la noche. Me cuenta que, para esta etapa de su vida, ya había sobrepasado
muchas obstáculos y momentos difíciles, dado que ahora trabajaba y todos sus hermanos
también, por lo que ya existían más recursos como familia, que no permitía que siguieran
soportando ciertas situaciones complicadas.

En ese año suceden tres momentos importantes en la historia de Colombia. El primer

momento es la muerte en Soacha de el candidato presidencial Luis Carlos Galán el 18 de
agosto. Su visión sobre galán es que era la esperanza de un pueblo, un pueblo que estaba
cansado de tantas muertes, un pueblo que estaba cansado de sentir miedo, un pueblo que
quería un cambio drástico. Ese día, que según el recuerda era un viernes, salía de la
universidad entre las 7 a 8 de la noche de presentar un parcial, y entra a un asadero de
pollos que quedaba cerca con un compañero de estudio. Cuenta que ambos pidieron medio
pollo y dos cervezas, cuando de repente aparece en la televisión un anuncio de ultima hora
informando lo sucedido en Soacha con el candidato. En ese momento sintió demasiado
susto y terror, y que de inmediato le dijo a su amigo que se fueran del local ya para sus
casas, pensaba que de pronto estallaba algún tipo de “Guerra” en las calles, o revoluciones
y que se podía poner muy peligroso. Sintió una tristeza muy profunda por la muerte de
Galán, mi padre realmente tenía toda su esperanza en un cambio positivo para el país
dirigido por él.

Galán era la persona que estaba del lado de las personas mas humildes, y que era la persona
que iba a extraditar a los Estados Unidos a todos los narcotraficantes, y cito en voz de mi
padre unas palabras (no exactas) que el recuerda sobre galán, “la única fuerza que ha sido
capaz de enfrentar el narcotráfico, es el nuevo liberalismo”. Su madre, cuando llego a casa,
lo recibió con susto, y también con una gran tristeza al igual que sus hermanos, todos iban a
votar por él.

En segundo lugar, recuerda el atentando con la bomba al edificio del DAS. Estaba en un
bus de camino para el trabajo, aproximadamente en la calle 50 con carrera 30, cuando de
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repente escucho como un estallido, y todas las personas que iban en el transporte quedaron
confundidas, nadie sabía lo que había sucedido; no fue hasta que llegó al trabajo que se
enteró de lo que había sucedido. Esto solo incremento su miedo y su temor, y que pesar de
que continuaba su vida con “normalidad”, estudiando y trabajando, si redujo sus
interacciones sociales y reuniones tanto familiares como con amigos, me dice que por el
temor de que en cualquier momento explotara una bomba. Esto personalmente me deja
mucho que pensar, y que realmente soy un afortunado por no haber tenido que vivir ciertos
momentos históricos, pero que reconozco la importancia de conocerlos y saber como ha
sido el proceso del país donde nací.

En tercer lugar, la muerte de Gonzalo Rodríguez Gacha, otro narcotraficante, amigo de

Pablo Emilio Escobar. Me expone que en ese momento sintió alegría, que así debería ser, y
que esto representaba un paso hacia adelante para Colombia, y que el país no se podía
arrodillar ante los pies de unos cuantos. Ya por último me cuenta, que sintió mucha
tranquilidad cuando se logra la muerte de Pablo Escobar, esto ya en el año 1992, y que de
ahí en adelante su sensación de temor disminuyó considerablemente y que si notó un
avance en el estado colombiano y en la ciudad de Bogotá.