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Los Embera del Alto Sinú, pertenecen al grupo Embera que habitan la parte alta de

la cuenca del río Sinú en el pacífico colombiano en el resguardo Êbêra Katío. Su


territorio se encuentra en el Parque Nacional Natural de Paramillo con un
ecosistema de selva húmeda recuperado de la extracción de madera y la
colonización.
La reserva del Nudo de Paramillo, donde están asentados los indígenas, tiene 460
hectáreas y está habitada por unos 2500 indígenas y unos 25000 campesinos.
(Tobasura, 2003). Los Embera tienen una baja cobertura de servicios básicos por
parte del Estado a nivel de salud, educación y agua potable. Su población se estima
en 2.400 personas, agrupadas en 450 familias o 21 comunidades o asentamientos
político administrativos. El 62.7% de las personas son menores de 18 años. La
actividad económica tradicional es la recolección, caza y pesca, aunque se han
venido orientando a la agricultura y a la extracción selectiva de maderas.
Desde la década del 50 se vienen realizando diversos estudios y proyectos de
prefactibilidad y factibilidad para el diseño e implementación de un proyecto
hidroeléctrico. Posteriormente a comienzos de los 80 se suscribe el contrato para la
construcción de obras civiles. En 1992 se crea la Empresa Multipropósito Urrá S.A.
y el Estado colombiano le otorga licencia para la construcción del proyecto. El
gobierno nacional valida el proyecto con el propósito de producir energía a más bajo
costo y evitar en el futuro un racionamiento energético en la costa Atlántica. El área
a inundar es de 7.400 hectáreas para producir 340 megavatios hidráulicos, el costo
de la primera fase se estima en ochocientos millones de dólares, aunque con una
cifra promedio de kilovatio instalado muy por encima de proyectos eficientes.
El pueblo Embera identificó entre otros impactos negativos del proyecto:
“- Descomposición de más de 7.000 hectáreas de biomasa.
- Alteración de importantes ecosistemas: páramo, selva húmeda, humedales y
estuario.
- Alteración de la dinámica de las especies piscícolas: Interrupción del recorrido
aguas arriba para el desove de especies como el Bocachico.
- Afectación de la Economía de los pescadores del Bajo Sinú. 40
- Potenciación de Conflictos intraétnicos (Embera)
- Atracción de conflicto armado.
- Alteración de los patrones culturales asociados al trabajo.
- Suspensión del Sistema tradicional de transporte por el Río.
- Desplazamiento involuntario de la población. - Inundación de las tierras más fértiles
del territorio del pueblo Embera. - Inundación de cementerios y de los sitios
sagrados (Jaidé).” (http://www.censat.org/A_A_Especial_Emberas_Urra_003.htm)
A raíz de dicha situación el pueblo Embera genera una serie de manifestaciones
sociales y civiles frente al proyecto hidroeléctrico que desembocó en los acuerdos
con la Empresa Multipropósito URRÁ S.A. y el INCORA para la mitigación de los
impactos entre los que se incluye un proyecto de etnodesarrollo. Los embera
señalan como sus demandas anteriores son mostradas como iniciativas que
impiden y obstaculizan el desarrollo de la región.
En 1997, la Empresa Urrá suspende unilateralmente los proyectos del Plan de
Etnodesarrollo y ante una acción de tutela del pueblo embera, la Corte
Constitucional ordena suspender las operaciones de llenado del embalse y
mediante la Sentencia T-652 tutelar los derechos fundamentales a la supervivencia,
a la integridad étnica, cultural, social y económica, a la participación y al debido
proceso del Pueblo Êbêra Katio del Alto Sinú. Además exigió iniciar un proceso de
concertación con la comunidad y las autoridades para el manejo ambiental de la
reserva natural del Nudo de Paramillo,
En dicha sentencia ordenó entre otras cosas a la Empresa Urra indemnizar al pueblo
Êbêra con un subsidio alimentario y de transporte para todos los miembros durante
20 años; adelantar un proceso de Consulta, previo al llenado y operación del
Embalse; financiación del plan destinado a lograr que las prácticas embera
tradicionales de recolección y caza, puedan ser reemplazadas por prácticas
productivas; reiniciar programas del plan de Etnodesarrollo A la alcaldía ordenó
reconocer como autoridades tradicionales a los gobernadores locales, y abstenerse
de interferir en los asuntos propios de la autonomía Êbêra.
A pesar de dicha sentencia continuaron no sólo los conflictos con la Alcaldía, la
Gobernación, 41 el Ministerio del Interior y a la Empresa Urrá, debido a los
incumplimientos parciales de la sentencia de la corte. De otro lado las comunidades
han sido reincidentemente hostigadas por grupos paramilitares mediante la
retención y asesinato de personas que se desplazan por el río.
Fuente: http://www.censat.org/A_A_Especial_Emberas_Urra_003.htm

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