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Parte
primera: Ruta de los orígenes pincianos y Ruta de los reyes
godos.
Publicado por Angel Gómez-Morán Santafé
en LEYENDAS DE LA MOTA DEL MARQUÉS (14/08/2019)
Los capítulos contienen un texto escrito en negro y se acompañan de imágenes con un amplio comentario
explicativo (recogido en rojo y cuya finalidad es razonar ideas). Si desea leer el artículo entre líneas, bastará
con seguir la negrilla y las letras rojas destacadas.
En los artículos de hoy daremos algunas ideas acerca de posibles viajes turísticos, relacionados con
las leyendas de Mota del Marqués. Todas las rutas que proponemos tienen referencias históricas,
con hechos documentados. Marcaremos los caminos a seguir en sus mapas; donde explicamos qué
podemos visitar en cada caso. Proponemos cinco recorridos prácticamente iguales (pasando casi
por las mismas localidades); que pueden llevarse a cabo en un día o día y medio -durante un fin de
semana e cada caso-. Todos ellos se refieren a una etapa distinta de la Historia y su relación con este
área cercana a Mota.
Comenzamos por una ruta prerromana (celtibérica o vaccea); seguimos con una visigoda (con los
reyes godos que aquí vivieron); más tarde proponemos un recorrido recordado a Abderramán III;
como cuarta opción tenemos la ruta del rey Don Pedro I (cuyas andanzas por estos lugares fueron
de las más divertidas). Para terminar, recordaremos la de D.Juan de Austria -hermano natural de
Felipe II-; que pasó parte de su niñez en Villagarcía de Campos (cuidado por la familia que luego
fueron marqueses de la Mota).
En esta primera parte encontraremos la Ruta de los orígenes arqueológicos y la de los reyes
visigodos. En la segunda, que pueden hallar pulsando: https://leyendas-de-la-mota-del-
marques.blogspot.com/2019/08/rutas-legendarias-en-mota-del-marques_14.html
Explicamos otros itinerarios: Uno que conmemora a Abderramán III, otro que recuerda al rey Pedro I;
y finalmente volvemos a hablar de nuestra “Ruta de Don Juan de Austria”.
SOBRE Y BAJO ESTAS LINEAS: Mapas de los itinerarios que seguiremos en el primer camino, de
los orígenes pincianos. Arriba, trazado del trayecto que comienza en Mota del Marqués (Teso de San
Miguel) y terminaría en Pintia (Padilla de Duero). Abajo, localizaciones de castros vacceos más
importantes, con el Teso de San Miguel y de S.Ignacio de Mota, marcados.
Se trata de un trayecto arqueológico en el que realizaremos un viaje al pasado más remoto; viendo
algunos restos que aun sobreviven, visitando museos y terminando en la ciudad celtibérica de Pintia
(hoy Pinilla de Duero y antaño capital de los vacceos). Los puntos marcados con números, se
explican a continuación y están señalados en el mapa (imagen abajo). Esta ruta recuerda la leyenda
publicada con el nombre “DE LAS NOCHES DE SAMAÍN AL DÍA DE TODOS LOS SANTOS. PARA
LLEGAR A ELLA PULSAR EL ENLACE: http://leyendas-de-la-mota-del-marques.blogspot.com/2018/11/de-
las-noches-de-samain-al-dia-de-todos.html
1)- TESO DE SAN MIGUEL EN MOTA: El trayecto comienza en el kilómetro 201 de la A-6, tomando el
desvío hacia Mota del Marqués. Desde allí, subiremos por la carretera hasta Tiedra, observando antes el
punto de unión entre el desvío de la A-6 en el 201 y la entrada a Tiedra. En este lugar, muy cercano a Mota
del Marqués estaban los castros vacceos encontrados en el llamado Teso de San Miguel y el llano de San
Ignacio.
3)- TIEDRA - TORO: Nos dirigiremos desde Tiedra a Toro, observando en el camino todo el área que vigila
Amallóbriga (desde su alto), pasando por Villalonso y Villavendimio. Llegaremos a Toro, que se identifica
con la Albokela vaccea; frente a su alcázar podremos ver un becerro de piedra celtibérico. Totem con más
de dosmil trescientos años, esculpido en un gran bloque de granito; que nos indica como en este lugar
estaba la frontera entre los Vacceos y el territorio de los Vettones. Pues eran los Vettones (vecinos, también
celtíberos) quienes adoraban a los toros y verracos, representándolos con esas esculturas -a las que
seguramente concedían un carácter mágico y de protección-. Todo lo que nos muestra asimismo, que los
morlacos y cerdos ya eran venerados en la Península desde tiempos muy anteriores a los romanos. En esta
ciudad de Toro, se podrán visitar sus numerosos monumentos, aunque en lo que concierne a nuestra ruta,
se recomienda ir al mirador del alto de la Colegiata toresana, donde veremos el puente romano desde esta
preciosa terraza del Duero que vigilaba gran parte de la Meseta (límite entre Vettones y Vacceos). Un lugar
donde sabemos que ambas etnias celtibéricas comerciaban e intercambiaban mercancías (siglos antes de
que los romanos construyeran el puente que ahora vemos).
7)- ZUMACALES: Junto a Simancas, cruzando la carretera de Valladolid y en el lado opuesto al Duero, se
halla uno de los pocos dólmenes de esta zona (uno de los megalitos del área, que está tan alejada del mar).
Se denomina Dolmen de los Zumacales y podemos ver sus restos tras unos cuatro kilómetros de camino,
desde la entrada a carril (aunque no es fácil de encontrar). Este hipogeo se trata -sin duda alguna- de uno
de los restos más antiguos de la ciudad de Valladolid, pudiendo pensarse que allí se enterraron los primeros
reyezuelos de l zona, hace unos cuatro mil quinientos años.
Abajo, el patio y foso de la fortaleza “cauquense”, donde podemos ver el sitio privilegiado que
dieron a esta escultura al hallarla en el siglo XIV, unos dos mil años después de que la hicieran. La
villa segoviana de Coca fue desde tiempos del Bronce y durante toda la Edad del Hierro, un asentamiento
donde vivió un importante número de habitantes. Durante la etapa celtibérica estuvo dominada por vettones,
que debieron ser grandes aliados de los vacceos de Amallóbriga (tal como se desprende de la tessera que
antes hemos visto). Es de destacar que entre Tiedra y Coca hay más de cien kilómetros y que el motivo de
firmar este tratado, probablemente se debería a consanguinidad entre sus nobles y sus reyezuelos.
Asimismo añadiremos que los historiadores creen que Teodosio (el emperador romano) nació en Coca y era
de origen hispano-rromano; por lo que quizás tuvo algún lazo con Amallóbriga. Pues sabemos que en
diversos lugares de Hispania se asentaron familiares de Teodosio, antes y después de que fuera elegido
emperador (especialmente en la cuenca del Tajo y del Guadarrama, considerándose la Villa de Carranque
-en Toledo- una finca de recreo de un tío de Teodosio). Ello deja abierta la posibilidad de que las haciendas
que tenían los reyes godos en e Duero, también hubieran pertenecido siglos antes a las mejores familias
hispanorromanas.
9)- PINTIA, PADILLA DE DUERO: Finalmente nos dirigiremos desde Valladolid (capital) hasta el yacimiento
de Pintia, tomando la N -122 (llamada carretera de la Ribera) para llegar a Padilla de Duero. Población muy
cercana a Peñafiel y donde se halla este yacimiento vacceo, que contiene la Necrópolis de las Ruedas. Allí,
en su centro de interpretación, podrán explicarnos los numerosos hallazgos realizados por sus
conservadores y cuanto se conoce acerca del mundo Vacceo. Consultar en la “red” horarios y visitas,
conforme a temporadas; ver: https://pintiavaccea.es/seccion/visitas-guiadas
Abajo, la necrópolis y sus lápidas, una vez ordenadas y dispuestas de modo decorativo.
JUNTO Y BAJO ESTAS LINEAS: Al lado, Una
de las vitrinas de la campaña de excavaciones del año 2012, en el yacimiento de Pintia-Las
Ruedas. Abajo, vista general de la necrópolis de Las Ruedas, en Pintia -agradecemos a sus
conservadores, nos permitan divulgar nuestras imágenes-
II - RUTA DE LOS REYES GODOS:
Es sabido que los visigodos, al ser expulsados por los francos de territorio galo, se establecieron en
lo que hoy llamamos en su nombre: “Campos Góticos”. Esta zona que hoy comprende el Sur de
Palencia, el Norte de Valladolid y algunos pueblos de Zamora; antaño era mucho más
extensa (comenzando en el Duero y terminando en tierras de los suevos o de los cántabros). En ella
vivieron sus primeros tiempos, quienes luego gobernarían toda Península, tras vencer e los suevos y crear
el reino de Toledo. Pese a habitar en la ciudad del Tajo, los visigodos consideraban su “patria chica” la
zona Norte del Duero, donde sus reyes y nobles tenían haciendas a las que acudían durante los
veranos. Viniendo para cazar y a pasar largas temporadas de descanso (huyendo del calor toledano y de
los incómodos sacerdotes que poblaban la corte). Ello sucede principalmente en la segunda fase del
reino de visigodo, cuando tras su conversión al catolicismo -con Recaredo- los cardenales
comienzan a ser tan poderosos, que les hacen la vida incómoda a los nobles. En tal situación y debido
al control de los seglares en la capital, junto al tremendo calor estival manchego; la aristocracia goda solía
acudir la antigua tierra de donde procedían, descansando en sus fincas preferidas -sitas en las
actuales provincias de Valladolid, Palencia y Zamora-. En aquellas posesiones, las haciendas más
importantes (pertenecientes a las familias reales visigodas) sabemos que se encontraban entre San
Román de Hornija y la confluencia del Duero, con el Pisuerga y el Carrión. En zonas como: Wamba, La
Santa Espina (San Cebrían de Mazote), Tiedra, Boecillo o la Dehesa Brava (Husillos). Lugares donde la
agricultura y la ganadería eran muy ricas y a su vez tenían cazaderos inmejorables; en los que esos
monarcas godos gustaban matar venados y toros bravos, a caballo (lanceando astados silvestres).
En el monasterio de San Román, junto al río Hornija (hoy iglesia de San Román), está enterrado
Chindasvinto. Creyéndose que ingresó allí como monje, tras enviudar de su esposa Reciberga,
madre de Recesvinto (a la que alguna crónica erróneamente hace mujer de este, su primogénito). Todos
los indicios marcan que con unos ochenta y seis años de edad, Chindasvinto pudo quedarse en San
Román para fundar ese cenobio -junto a San Frutos-. Lo que sucedería después del año 648, tras
haber perdido el monarca a su mujer y después de algo más de un lustro de reinado. Damos esta
fecha como probable para la muerte de Reciberga, ya que el Padre E. Flórez en su MEMORIA DE LAS
REYNAS CATÓLICAS (pag.23, publicada en 1790), aporta documentos que acreditan como Chindasvinto y
su esposa, donaron ricas cantidades al monasterio de Astorga en el año 646 (añadiendo que poco después
muere esa reina). Por cuanto, sabiendo que ella feneció a los veintidós años, tras siete años de
matrimonio; podemos concluir que debió casarse al ser proclamado monarca Chindasvinto, en el 642
(con setenta y nueve años de edad). Falleciendo Regiberta entorno al 649, tras ser madre de
Recesvinto, Theodofredo, Fafila y de una infanta cuyo nombre desconocemos (muriendo posiblemente
de sobreparto). Por su parte, no sería aventurado considerar que las donaciones hechas por
Chindasvinto y su esposa, en Astorga; tuvieran como razón la venida al mundo y la buena salud de
un primogénito (Recesvinto), del que así podríamos datar su desconocida fecha de nacimiento
entorno a 643. Por lo que habría sido concebido cuando su padre era octogenario y su madre, solo
una adolescente quinceañera.
SOBRE Y BAJO ESTAS LINEAS: Dos mapas de lugares junto a Mota del Marqués muy relacionados
con los reyes visigodos. Arriba, marcamos situación de los principales puntos de interés (San
Román, Villalonso-Tiedra, San Cebrián, Wamba, San Juan de Baños o los montes Torozos
-gothoros-). Abajo, mapa de la ruta que proponemos, comenzando en Tordesillas, teniendo como
primer destino San Román de Hornija y luego pasando a Toro. Llegaremos más tarde a Villalonso-
Tiedra para ir luego a San Cebrián de Mazote. Finalmente atravesaremos los montes y campos
Torozos (gothoros) para llegar a Wamba, un espectacular cenobio que data de tiempos visigodos y
fue rehecho por los mozárabes. Podremos ampliar la ruta un segundo día, visitando el Museo de
Valladolid Fabio Nelli (arqueológico provincial) viendo allí piezas visigodas procedentes de los pueblos que
antes hemos citado. Para más tarde dirigirnos a San Juan de Baños; basílica fundada por Recesvinto,
cuando el rey godo se acercaba desde su villa de Wamba hasta este antiguo balneario (nimfario romano) a
tomar aguas, para curar sus dolencias -posiblemente de riñón-.
Acerca de la importancia de Reciberga y de la tumba que tenemos en San Román de Hornija,
diremos que de esta princesa desciende toda la estirpe real posterior visigoda y hasta la astur (tal
como también explica el padre Flórez). Pues su primer hijo, Recesvinto, fue monarca a la muerte de su
padre (653), aunque co-gobernó junto a su progenitor desde el 649; fecha que damos para la
defunción de Reciberga y cuando se retiraría Chindasvinto al monasterio del Hornija. Por su parte, el
hijo segundo de ambos (Theodofredo) fue el padre de Don Rodrigo, último de los reyes godos.
Finalmente, el tercero es Fafila, que se tiene por el progenitor de Don Pelayo; mientras la infanta -hija
de Reciberga- es considerada la madre de Egica (siendo también Wamba, primo de sus nietos). Aquí
vemos pues, la enorme importancia de esta reina enterrada en San Román, de la que descendería toda la
casa real posterior; los últimos monarcas godos y los primeros condes de Asturias y Cantabria.
Sobre Chindasvinto, dijimos que fue rey desde el 642 al 653; por cuanto mi teoría es que si sabemos
se internó en este monasterio cuando su joven esposa muere -con tan solo veintidós años y tras siete
de matrimonio (tal como dicta el poema que dejaron en su sepulcro)-. Aquel rey estaría en el cenobio de
San Román desde el 649 hasta su final, que ocurre unos cuatro años después. Pese a ello, aunque
las fechas se ajustan a lo que encontramos documentado, nos queda la duda acerca de la edad en la
que sube al trono Recesvinto (e hijo de ambos) y en la que cogobernaría con su padre
(Chindasvinto). Pues si el primogénito nace en 643, tan solo tenía seis años al morir su madre y unos
diez al fallecer el progenitor; habiendo sido proclamado rey corregente a los siete y sucesor a la corona
con once (como máximo). Todo lo que se explicaría -a mi juicio- en virtud de que San Eugenio de
Toledo podría haber apoyado su reinado, como tío de Recesvinto (incluso realizando una
regencia), hasta que este tuviera edad para tomar las riendas.
Los datos sobre Chindasvinto, son claros y sabemos que en el en el 642 fue proclamado monarca,
tras urdir una conjura contra su antecesor (Tulga). Subió al trono con casi setenta y nueve años,
muriendo en el 653, poco antes de cumplir los noventa; siendo enterrado en San Román, junto a su
amada Reciberga. Por su parte, la documentación sobre la esposa, nos muestra que esta joven reina
contrajo matrimonio cuando contaba tan solo solo quince años, siendo madre de Recesvinto, Theodofredo,
Fafila y de una infanta (madre de Egica). A los veintidós años murió la bella Reciberga, dejando desolado al
marido, que en esos años dedicó parte de su fortuna a sufragar la tumba de su amada y el monasterio que
recogería sus restos eternamente. Este cenobio se crearía pues, en el 649 y se dedicó a San Román,
habiendo sido fundado por el famoso santo visigodo y segoviano San Frutos (cuya tumba se halla
en El Duratón). Nos queda la duda de si aquel rey viudo se internó en el monasterio, o bien se limitó
a vivir allí las temporadas de descanso que antes debió pasar en su villa y hacienda cercana a Toro.
Porque al morir en Toledo Chindasvinto y ser trasladado hasta San Román su cadáver; deja intuir
que el monarca seguía gobernando en la capital del reino, aunque posiblemente cuando regresaba al
Duero viviera entre los monjes y no ya en sus tierras, ni posesiones cercanas.
Recuerda asimismo la Historia que en el pueblo llamado entonces Gerticos (hoy denominado
Wamba), tenía una de sus mejores fincas de recreo Recesvinto, el sucesor. Muy cerca de esta
hacienda, en el año 661, fundó este hijo de Chindasvinto y Reciberga la famosa iglesia de San Juan de
Baños; junto al manantial del Cerrato, donde iba a tomar aguas los veranos para curar sus dolencias (que
debían ser de riñón, dadas las propiedades de ese antiguo ninfario romano). Muere Recesvinto en su finca
de recreo en el 672; y le sigue en el trono el rey Wamba, que fue coronado en ese lugar hasta entonces
denominado Gérticos. Pero que desde entonces cambia su nombre por el de Wamba, en memoria de la
referida nueva entronización.
Largas son las historias de los reyes godos en esta tierra, que antes había sido denominada
“campos de los góticos” (Campus Gothorum). Tantas, que sabemos como la actual ciudad de Toro
-que daría nombre a las colinas toresanas o torozas- fue fundada por ellos de modo homónimo,
como “campo gotoro” (por ser donde se establecieron esos reyes y nobles visigodos). Aunque se
modifica su apelativo en tiempos de Alfonso VI, quien en sus anales la marca (por primera vez) como ciudad
de “Toro”, denominando también a sus montes cercanos, “Torosos”. Pese a ello, ya dijimos que tanto los
actuales Campos Góticos, como esta zona del Norte del Valle del Duero, se llamaba originariamente
“gotora”; en recuerdo de esos moradores. Así pues, la ruta que a continuación vamos a proponer, rememora
los lugares en lo que se asentaron y vivieron los reyes godos, de los que hemos hablado en nuestras
leyenda: LA FUNDACIÓN DE SANTIBAÑEZ DE MOTA (el origen de Mota del Marqués); para llegar a ella
pulsar: http://leyendas-de-la-mota-del-marques.blogspot.com/2017/09/la-fundacion-de-santibanez-de-mota-
el.html
Al lado, capitel mozárabe sustentado por un fuste de mármol negro, que creemos es romano. Este
trozo oscuro, a mi juicio, es de procedencia egipcia y puede deberse a una importación realizada en etapa
tardorromana (concretamente en la de Teodosio). Existiendo ejemplares parecidos, en la Villa de Carranque
y en zonas donde se asentaron familiares de este emperador nacido en Cauca (la actual Coca, Segovia).
Acerca de esta columna hay una leyenda que dice, se trata del cuerpo de un capitán de Almanzor que fue
petrificado, al intentar derribar el cenobio del Hornija; comentando sobre estos hechos Bernardo Asensio
Colino, lo que a continuación tomamos de la página SAN ROMÁN DE HORNIJA (1) :
“En la relación de campañas de Almanzor recogida por Luis Molina, basada en fuentes musulmanas, se
incluye: "La cuadragesimoquinta, la de San Román, en la que realizó una gran matanza y obtuvo muchos
cautivos, regresando posteriormente". Esta aceifa correspondería a noviembre de 995. En apoyo de la
historicidad de este episodio hay mencionar el relato del libro IV, capítulo XXV, del Codex Calixtinus,
también conocido como Pseudo Turpin. Se menciona aquí un prodigio acaecido en una iglesia de San
Román de "Orniz", que a la luz del texto anterior debe identificarse con Hornija, y que señalaría como a
mediados del siglo XII aún se mantenía viva la tradición de la visita del caudillo andalusí.
"Luego, pues, devastando las tierras de España, llegó a la villa que vulgarmente se llama Orniz, en la que
había una bellísima y muy buena basílica de San Román con riquísimos paños y códice, cruces de plata y
telas bordadas de oro. Y al llegar a ella el inicuo Almanzor robó cuanto en ella encontró y de igual suerte
devastó la villla. Y habiéndose albergado con sus ejércitos en esta villa, cierto capitán de sus huestes que
entró en la iglesia vio las bellísimas columnas de piedra que sustentaban el techo de la iglesia y cuyos
capiteles estaban plateados y dorados, y estimulado por su odio y crueldad, clavó una cuña de hierro entre
una columna y su basa. Y al golpear fuertemente aquella cuña con un martillo de hierro, tratando de
derrumbar toda la iglesia, el hombre se convirtió en piedra por providencia de Dios. Y esta piedra con forma
humana subsiste hasta el día en la misma iglesia y tiene el mismo color que tenía la túnica del sarraceno
entonces" (...) “Cuando Almanzor vio esto, dijo a sus caballeros: Grande, temible y digno de gloria es el Dios
de los Cristianos, pues tiene tales discípulos que aún después de dejar esta vida castigan a los vivos que le
les rebelan, de tal modo que a unos quitan la luz de los ojos, y a otro lo convierten en piedra muda. Santiago
me arrebató la luz de los ojos; San Román transformó un hombre en piedra. Pero Santiago es más clemente
que San Román; pues compadecido Santiago me devolvió la vista, pero San Román no quiere devolverme
mi hombre. Huyamos pues de estas tierras. Entonces confundido se marchó el pagano” (1) .
SOBRE ESTAS LINEAS: Famosa lápida donde se conserva la inscripción que tuvo la tumba de
Reciberga; esta losa conmemorativa se esculpió en el año 1857, por encargo de Joaquín Barbagedo,
obispo de León. En ella se recogen los versos que aparecieron anotados sobre el sepulcro de la
reina goda. Se considera que el poema lo escribió San Eugenio de Toledo, obispo insigne y primo de
Chindasvito. Tal como traduce el Padre Flórez en su libro MEMORIA DE LAS REYNAS CATÓLICAS... (2) ,
la dedicatoria que el rey mandó poner sobre la tumba de su amada fue:
Casi siete la tuve por esposa, // veintidós y ocho meses fue su vida
La traducción más común es esta que abajo recojo, aunque la que podemos leer junto a la lápida en
San Román tiene ciertas variaciones (3) :
1)- SAN ROMÁN DE HORNIJA: San Román de Hornija es un caso extraño, donde gracias a la falta de
documentación sobre el lugar exacto de enterramiento y a su poca suntuosidad; se ha logrado mantener
prácticamente completa la tumba de un rey godo. Pues la mayoría de los sepulcros visigodos fueron
asaltados durante la invasión árabe; aunque aquellos que aún quedaban en el siglo XIII, los recogió Alfonso
X para llevarlos a la catedral de Sevilla; donde tristemente los profanaron las tropas napoleónicas en 1810.
Saqueando los restos de esos reyes cristianos, que primorosamente había guardado en la seo sevillana, el
monarca sabio; y que durante la francesada fueron desenterrados. Quedando así de ellos algunos tristes
huesos, que en su mayoría se terminaron llevando hasta Toledo a mediados del siglo XIX (para sepultar allí
lo que aún había de los legendarios visigodos). Pero en el caso de San Román de Hornija, era tan sabido
que en el convento había sido saqueado por los árabes sucesivamente; que quizás Alfonso X decidió no
intervenir allí, pensando que la tumba se habría expoliado. Debido a ello, quedó casi intacto ese sepulcro de
Chindasvinto y de su esposa Reciberga.
Ya hemos dicho que Chindasvinto y Reciberga, fueron la cabeza de toda la estirpe de los siguientes
monarcas, godos y astures, comenzando por su primogénito Recesvinto. Por la muerte de esta reina,
acaecida en las cercanías de San Román, hemos de pensar que las familias reales godas tenían haciendas
y vivían temporadas en estos campos de Toro (Campus Gothorum). Lo que explica se enterrase a
Reciberga en San Román, que apenas dista ocho kilómetros de Toro. Por cuanto leemos en su epitafio,
parece que allí se recluyó Chindasvinto tras su muerte, como monje y para fundar el monasterio (junto a san
Frutos). Momento en el que teóricamente compartió el gobierno con su hijo Recesvinto -que entonces
tendría seis años-; aunque mi teoría personal es que quien cogobierna con Chindasvinto fue su primo, San
Eugenio de Toledo. Este obispo toledano es asimismo quien redactó el poema que actualmente leemos en
la lápida de Reciberga y el que -a mi juicio- pudo actuar como regente después de la muerte de
Chindasvinto (hasta que su hijo cumpliera una edad suficiente). Pues Recesvinto fue entronizado con unos
diez años (aproximadamente), cuando su padre fallece en Toledo en el 663 (casi de noventa años y
después de once como monarca). Tras la muerte de Chindasvinto, hemos de considerar que mandaron traer
su cuerpo junto al de su mujer; aunque el fallecimiento de aquel rey en Toledo, nos hace ver que seguía
gobernando en la capital. Y que en el cenobio de San Román, pasaría temporadas en que los nobles godos
subían al Duero a descansar y cazar (durante los veranos). Por su parte, sabemos que la coronación de los
reyes visigodos se llevaba a cabo sobre la tumba de su antecesor; por cuanto hemos de pensar que
Recesvinto fue coronado en San Román de Hornija -a menos que lo hubiera sido antes en Toledo y que
posteriormente trasladase él mismo los restos de su padre hasta el monasterio del Hornija-.
Este lugar era conocido como un importante panteón cristiano desde el siglo VII. Debido a ello, dos siglos
después recibió la visita de los soldados de Abderramán III, pretendiendo saquearlo -mientras el califa
intentaba internarse por el Duero-. Aunque no lo destruyeron gracias a que el monarca cordobés fue
derrotado en Simancas, en el año 939. Unos decenios más tarde también quiso acabar con el santuario de
San Román, el famoso general musulmán Almanzor; quien tampoco lo logra, pese a atacarlo en sucesivas
ocasiones. Acerca de este asedio de Almanzor a San Roman, existen diversas historias, pues se encuentra
referido en el Códex Calixtinus (lib.IV; cap.XXV), donde se menciona el asedio del general musulmán -que
se supone llevó a cabo en noviembre del año 995; robando códices, plata y joyas del monasterio junto al
Hornija-. Relatando como un capitán sarraceno quiso tirar las vigas y derruir el templo, clavando cuñas entre
sus capiteles y columnas; pero fue convertido en piedra. Quedando allí atrapado en forma de una de esas
basas, que aún tiene el mismo color que la túnica del capitán de Almanzor (relato que probablemente narra
de modo idealizado la forma en que intentaron derruir la iglesia, pero se les vino abajo, antes de que
tuvieran tiempo los expoliadores para salir). Como si de un destino histórico se tratase, hace unos dos años
sucedió algo parecido; pues el que había comprado la casa parroquial, decidió vender los capiteles
mozárabes que la sostenía (pensando que eran de su propiedad, al ser suyo el edificio). Pero aquella casa,
que apenas se sustentaba con los mencionados capiteles, se vino abajo al sacarlos; lo que muy pronto
llamó la atención del pueblo, poniéndose todos a la búsqueda. Las piezas mozárabes de la casa parroquial
pronto fueron encontradas por la policía y ello ha llevado al feliz resultado de que el edificio haya sido
adquirido por el ayuntamiento, para restaurarlo y abrir en él un museo de Chindasvinto.
BAJO ESTAS LINEAS: Torre de la iglesia y casa parroquial adosada, como hoy se encuentra; tras su
restauración gracias a la intervención de la Junta de Castilla y León, al haber sido adquirida por el
ayuntamiento de San Román de Hornija.
JUNTO Y BAJO ESTAS LINEAS: Al lado, Hornacina
con los restos de Chindasvinto y Reciberga, encontrados cuando se abrió la sepultura. Actualmente
se hallan expuestos en una urna adosada en la pared y cubierta por cristales. Abajo, vista general de
la habitación donde se exponen los restos del rey godo; en primer término, antiguo capitel romano,
que fue usado como pila bautismal. Detrás, canecillos y elementos arquitectónicos visigodos; al
fondo, hornacina con los huesos de los monarcas.
Tal como hemos narrado, durante la Edad Media los restos de Chindasvinto se salvaron, pese a haber
sufrido el monasterio severos daños, provocados por las hordas de Abderramán y de Almanzor; sin que el
santuario, ni la tumba real desaparecieran. Principalmente, gracias a que los mózarabes se preocuparon por
restaurarlo y conservarlo, tantas veces como fue saqueado. De este modo, la mayoría de piezas
arquitectónicas que hoy vemos en la iglesia de San Román, son mozárabes y coetáneas a la batalla de
Simancas o a las razzias de Almanzor (entre el 939 y el 995). Gracias a estos valientes, que vivían en la
zona fronteriza durante esos años de conflicto, el cenobio no dejó de existir; conservándose en el interior de
la iglesia los restos de Reciberga (la joven amada del anciano godo) y de Chindasvinto. Entre los enseres
encontrados en sus tumba reales, se hallaron los huesos y un epitafio en piedra, que recuerda el amor entre
ambos; junto a columnas prerrománicas y altarcillos visigodos, acompañados por el sarcófago del rey. Todo
ello, lo podemos ver en el interior de la referida Iglesia de San Román de Hornija. Para visitarla
recomendamos hacerlo llamando al teléfono que hay a la puerta del templo o bien consultar horarios en la
página que a continuación mostramos. Hemos de añadir que la persona que actualmente enseña el museo
de la iglesia (Ma.Clary), es una excelente guía; gran amante de su tierra, de su monasterio y de su iglesia.
Canta maravillosamente a los santos y narra la historia de Reciberga y Chindasvinto como si ella misma la
hubiera vivido; con tanto realismo como ilusión.
http://www.diputaciondevalladolid.es/diputacion/modulo/dipva-noticias/dia-a-dia/124745/
Por cuanto vemos, lo que queda de este cenobio de San Román, son principalmente los restos de una
iglesia mozárabe. Pero el convento y su templo prerrománicos, fueron restaurados repetidamente a lo largo
de la Historia; en ocasiones con poca fortuna, destacando una reconstrucción del siglo XVI y otra en el XVII.
Aunque principalmente la dañaron cuando la rehicieron entorno a 1780, prescindiendo en gran parte de su
zona antigua y retocando el edificio con el normal criterio neoclásico (destruyendo “lo más viejo”). Para
mayor tristeza, tal como hemos narrado, se venció y vino a bajo la casa parroquial de origen mozárabe, que
permanecía adosada a la iglesia. Tanto daño sufrió al ser de adobe sus paredes, que tan solo quedaba de
ella, hace años; unas columnas romanas reutilizadas que sostenían capiteles prerrománicos (o visigóticos).
Esta combinación sustentaba una terraza caída; conjunto que a pesar de su absoluto estado de ruina,
seguía siendo imponente y bellísimo. Finalmente, algún insensato vendió algunos de esos capiteles y el
edificio cayó completamente. Aunque a día de hoy, el sargento de la Guardia Civil de Mota del Marqués nos
ha informado de que se logró a tiempo recuperar el mencionado capitel y que se ha intervenido el edificio,
con el fin de recuperarlo. Actualmente se ha reconstruido el tejado y esperamos con enorme ilusión la
rehabilitación completa de este santuario prerrománico, de origen visigodo, que es una de las joyas
históricas del Duero.
JUNTO Y BAJO ESTAS LINEAS: Al lado, otras fotografías de la
sala donde se exponen los restos y el sepulcro de Chindasvinto. A nuestra derecha, el sarcófago de
mármol, que -al parecer- tuvo tapa, aunque se perdió en el siglo XIX. Al fondo, la hornacina sobre la
pared, donde se hallan los restos de los reyes godos. Abajo, detalle de uno de los capiteles
mozárabes que se encuentran en esta iglesia de San Román -a la que agradecemos nos permita
divulgar nuestras imágenes-.
JUNTO Y BAJO ESTAS LINEAS: Al lado, detalle de
un capitel mozárabe de tipo asturiano perteneciente a la iglesia de San Román. Hemos de pensar, que
tras la avanzada de Alfonso III y la huida de cordobeses a tierras del Norte (en el 870); se establecen en
este área, mozárabes venidos de Al Andalus. Aunque en verdad no será hasta el año 939 cuando este
territorio al Norte el Duero pudo ser habitado con cierta seguridad; principalmente después de la derrota de
Abderramán III en Simancas. Siendo ese momento cuando se considera bajaron asturianos mozárabes a
repoblar la zona cercana al Hornija, a San Cebrían de Mazote y a Wamba. Abajo, restos arquitectónicos
visigodos encontrados en el sepulcro de la iglesia, en San Román -a la que agradecemos nos permita
divulgar nuestras imágenes-.
2)- TORO: Manuel Gómez-Moreno, escribió que: “Toro era cabeza de un territorio que desde el siglo X
venía llamándose Campo de Tauro y alguna vez Campus Torio, como parte de los célebres Campos
Gotorum” . Por su parte, los antiguos "Campos Góthorum" (o Campos Góticos) comprendían inicialmente,
por el Oeste, desde la ribera del Duero que baña Toro y Zamora, hasta la Maragetería; y por el este, desde
ese mismo río en sus márgenes junto a la ciudad de Valladolid, hasta más allá de Palencia capital (llegando
a tierras cántabras). Un lugar donde se establecen los visigodos cuando son expulsados por los francos y
donde habitaron al menos durante dos siglos; hasta hacerse con el dominio casi total de la Península. En
las crónicas de Alfonso X se dice que los Campos Gothorum, comienzan en el Duero, llegando hasta el
Esla. El Carrión, el Pisuerga y el Órbigo; comprendiendo entre otras las poblaciones de: Simancas, Dueñas,
Saldaña o Toro. Pese a ello, hoy en día ni Toro, ninguna de las localidades ribereñas del Duero se
comprenden en la Tierra de Campos (Campos Góticos); lo que acredita que las verdaderas dimensiones de
esa zona de godos, no se corresponden con las nuevas demarcaciones. De tal modo, hemos de considerar
Toro como una de las grandes capitales visigodas, desde donde estos lucharon y vencieron a los suevos
(asentados al otro lado del río Órbigo). Dándoles esta victoria, el posterior dominio sobre la casi totalidad de
nuestra Península. Pese a ello, no quedan muchos restos visigodos en la gran capital de los “gothoros” y tan
solo se han hallado algunos capiteles, junto a bronces y patenas de esa época.
SOBRE, JUNTO Y BAJO ESTAS LINEAS: Fotografías de restos
visigodos y mozárabes, en la ciudad de Toro. Arriba, vista del baptisterio en la iglesia de Santo
Tomás Canturiense (Toro) -a la que agradecemos nos permita divulgar nuestras imágenes-. Observemos
a los lados, dos columnas romanas reutilizadas y sobre estas, dos capiteles que parecen
visigodos. Detrás hay unas escaleras donde se encuentra una pila bautismal románica; aunque
posiblemente en su día allí estuvo una piscina de bautismo godo, lo que explicaría esos escalones y la
diferencia de altura entre el resto del templo y su baptisterio. Al lado, de nuevo una imagen de la iglesia
de Santo Tomás de Cantherbury, donde vemos en primer plano una de estas columnas
tardorromanas, con su capitel (probablemente visigodo). Abajo, preciosa pila que procede de Nuestra
Señora del Canto y hoy se expone en San Salvador de los Caballeros, de Toro -museo iglesia al que
agradecemos nos permita divulgar nuestra imagen-. Se trata de un capitel mozárabe, reconvertido en
pila de agua bendita; lo que nos indica el probable origen (o refundación) mozárabe del santuario
patronal de Toro: Nuestra Señora del Canto.
.
JUNTO Y BAJO ESTAS LINEAS: Dos imágenes
de los castillos de Villalonso y Tiedra. Al lado, fortaleza de Villalonso, levantada en el siglo XV por la
familia Ullóa sobre los restos de otra fundación más antigua. Se supone que bajo estos cimientos
medievales, estuvieron los de un cenobio visigodo, después mozárabe. Abajo, Castillo de Tiedra
visto desde Villalonso; en sus cercanías (en el pag llamado del Val) estuvo una ermita o convento
visigodo, de la que procede una famosa pila bautismal.
3-) VILLALONSO – TIEDRA: Tras pasar por Toro, pondremos camino hacia Villalonso y Tiedra, por la
carretera ZA-705. Es evidente que tanto en la aldea de Villalonso, como en la población de Tiedra, hubo
grandes asentamientos godos. Se piensa que en el caso de Villalonso, bajo su castillo pudo estar un
cenobio visigodo. Aunque otros creen que directamente era una villa tardo-romana, convertida luego en
fuerte godo; lo que daría origen al castillo medieval de Villalonso. Al margen de su majestuosa fortaleza, en
el interior de la aldea, podemos encontrar una espectacular columna visigótica o tardorromana, con dos
capiteles mozárabes (tardo-visigóticos) a cada extremo. Este conjunto excepcional y protegido, sostiene una
humilde casa de pueblo (hecha con ladrillos cara vista). No sabemos de dónde proceden esos dos capiteles,
ni la columna; aunque todo hace pensar que bajo el castillo -o en la iglesia- se halla un antiguo templo godo,
reconvertido por los mozárabes en convento.
En lo que se refiera a Tiedra, tampoco se conserva su iglesia visigoda; pero sabemos que se situaba donde
está actualmente el observatorio astronómico. En el pago de El Val, de donde procede una de las piezas
visigóticas más importantes que existen. Nos referimos a la pila bautismal -de niños o enfermos-, que se
expone en el Museo Fabio Nelli de Valladolid (ver imágenes).
SOBRE JUNTO Y BAJO ESTAS
LINEAS: Imágenes de la famosa pila bautismal hallada en El Val de Tiedra, donde actualmente se
sitúa el centro de observaciones astronómicas (expuesta el Museo Fabio Nelli; al que agradecemos nos
permita divulgar nuestras fotografías). Arriba, vista frontal de esta pila bautismal visigoda, fechada en
el siglo VII. Su rareza no solo estriba en las preciosas figuras que la adornan y en su diseño; sino en que
-como hemos dicho-, los godos bautizaban en piscina y por inmersión. Siendo extraño que lo hicieran en
pilas como esta que vemos, que tan solo usaban para niños desvalidos o en caso de enfermos graves. Al
lado, detalle de la misma pieza. Abajo, la pila bautismal de Tiedra junto a canecillos de San Cebrián
de Mazote (siglo X), tal como se exponen en el Museo Fabio Nelli de Valladolid.
JUNTO Y BAJO ESTAS LINEAS: La casa
sostenida por columna y capiteles mozárabes, en Villalonso. Al lado, detalle del capitel
inferior. Abajo, fotografía de esta columna con dos capiteles que sustenta una casa de pueblo, con
mi mujer dentro de cuadro, para comprender escala.
4-) SAN CEBRIÁN DE MAZOTE (iglesia de San Cipriano): Se trata de un conjunto monumental mozárabe
inigualable. Su ejecución final -a mi entender- se debería a la victoria de Ramiro, sobre Abderramán III en la
batalla de Simancas (agosto de 939). Comúnmente, los historiadores creen que este templo se inicia en
tiempos de Alfonso III (hacia el 870) con la huida de mozárabes que escapaban de la Córdoba califal. Pues
hacia el 915 la comunidad estaba formada por monjes que en esos años adquieren los derechos para
fundar posteriormente el convento de San Martín de Castañeda, en Sanabria. A mi entender, debió ser antes
un templo visigodo, que recuperan los cristianos (mozárabes) en el siglo IX; pero que se verían obligados a
abandonarlo entorno al 915 y 925, debido a que en estos años los del califa asediaban la zona. Es posible
que al sufrir cada verano las razzias de tropas árabes; la comunidad monacal de San Cebrían, desde el 915
se planteasen moverse hacia Sanabria, comprando allí tierras y derechos de pesquería. Aunque aquel
convento de San Cipriano posteriormente pudo sobrevivir en este lugar; después de que el rey Ramiro y el
conde Fernán Gónzalez vencieran a Abderraman III. Ello sucede en verano de 939, cuando el cordobés se
presenta frente al Duero, apostándose en Portillo, con más de cien mil hombres; siendo increíblemente
derrotado por un ejército cristiano que no superaba la tercera parte.
A mi juicio, fue este el motivo para levantar un gran templo mozárabe en ese lugar, que posiblemente tuvo
antes otro muy importante y de etapa visigoda. La existencia de un monasterio dominico de monjas junto a
la iglesia de San Cebrián, ratificaría la de un gran cenobio anterior al mozárabe (visigodo). Por último
diremos que, en el interior del templo dedicado a San Cipriano se conserva una extraña escultura, de estilo
y época similar a las de los dinteles de San Miguel de Lillo (Oviedo, junto a Santa Ma. del Naranco). Los
citados bajorrelieves asturianos rememoran escenas tardo-romanas (con figuras circenses); por cuanto creo
que no sería aventurado considerar que esta escultura de San Cebrián de Mazote puede representar el rey
Chindasvinto y a su hijo Recesvinto. Que como sabemos, vivieron y murieron en la zona -habiendo sido
enterrado el primero en San Román y el segundo en la actual iglesia de Wamba-.
5-) MONTES TOROZOS (Gothoro Mons): Desde San Cebrián nos dirigiremos hasta Wamba cruzando los
Montes Torozos (recomendando hacerlo, a través de Mota del Marqués, aunque es más corto tomar
directamente hacia Torrelobatón). Fueron estos los montes que primeramente habitaron los godos, cuando
se establecen al Norte del Duero, al ser expulsados de Francia por los francos. Siglos más tarde en esa
zona montañosa de Valladolid tuvieron sus nobles y reyes visigodos las mejores fincas de caza, producción
y recreo. Una de las actividades que más les divertía, era lancear y matar toros a caballo (lo que a mi juicio
-en parte- dio origen a los encierros y a la tauromaquia sobre corcel). Se sabe que realizaban esa actividad
en estas colinas de Valladolid, que todavía en tiempos de Alfonso VI seguían poblados de peligroso ganado
bravo silvestre. Debido a ello, por entonces se cambió el termino “Gothoro” por el de “toro”; al pensar
quienes redactan los anales, que aquella tierra fue llamada de “Gothoros” por los toros que allí vivían (no
debido a los godos). De este modo, los montes pasaron a denominarse de Toro (toresanos o Torozos), una
etimología que defiendo como la más lógica, basada en que en tiempos de Alfonso VI el nombre de “Mons
Gothorum” se sustituye por el de “Mons Torosum” (como el de la ciudad homónima). En ellos tenían su gran
cazadero reyes como Chindasvinto o Recesvinto; en un área que llegaría hasta el actual campo de la Santa
Espina y de la Dehesa Brava. Asimismo, junto al Duero sabemos que estuvieron las fincas preferidas de los
monarcas godos, que también cazaban en el actual parque natural de Boecillo. Es de destacar que La
Santa Espina y Boecillo, continuaron siendo cazadero real casi hasta nuestros días. Para terminar diremos
que lugar más apropiado para observar estos montes Torozos (montes de los visigodos) es Mota del
Marqués y sus alrededores.
La iglesia y convento que actualmente se mantiene es la de Santa María de Wamba, en cuyo interior aún
hay restos coetáneos a los reyes Wamba y Recesvinto. Pese a ello, las piezas más importantes godas de
este templo, pasaron al Museo Fabio Nelli de Valladolid. Acerca del nuevo cenobio reconstruido, tras haber
sido arrasado el visigodo por los musulmanes; hoy en día ya no consideran los expertos un templo
levantado por los mozárabes huidos de Córdoba (tal como antes afirmaban). Pensándose que su
reconstrucción se debe a gentes unidas a Asturias; ya que su estilo prerrománico, manifiesta conexión con
iglesias coetáneas de Oviedo. En el Museo Fabio Nelli se conserva parte del altar visigodo, aunque la
arquitectura que nos ha llegado del templo es puramente mozárabe. Teniendo una cabecera triple, que
dataría del siglo X, pero que se restaura en el XII. Es de destacar un capitel romano, probablemente
fechado en el siglo III y procedente de Turquía, de enormes dimensiones y reutilizado como pila (solo hay
otro ejemplar similar hallado en una de las villas romanas de Castilla y León).
JUNTO Y BAJO ESTAS LINEAS: Al lado, pie del altar visigodo fechado en el
siglo VII y procedente de Santa Ma. De Wamba -tal como lo expone el Museo Fabio Nelli, al que
agradecemos nos permita divulgar nuestras imágenes-. Abajo, arcos mozárabes y románicos en la
iglesia de Wamba -a la que agradecemos, nos permita divulgar nuestras imágenes-.
.
PARA LLEGAR A LA SEGUNDA PARTE, PULSAR EL ENLACE: https://leyendas-de-la-mota-del-
marques.blogspot.com/2019/08/rutas-legendarias-en-mota-del-marques_14.html
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CITAS:
(1): Según escribe LUIS MOLINA en «LA ANÓNIMA DE AL-ANDALUS» sobre la cuarenta y cinco ALGAZÚA, (campaña), de
ALMANZOR: «La cuadragésimo quinta, la de San Román, en la que realizó una gran matanza y obtuvo muchos cautivos». Esta aceifa
correspondería a noviembre de 995
Página SAN ROMÁN DE HORNIJA, redactada por Bernardo Asensio Colino VER:
https://www.turismo-prerromanico.com/monumento/san-romn-de-hornija-20130417123324/
(2): PAGS. 20-21. Tercera edición de la obra de Enrique Flórez; en Madrid 1790, editado por la VIUDA DE MARÍN.
más, pues una misma suerte derriba todas las cosas mortales,
ni el premio puede rescatar a los reyes de muerte,
Prosigue señalando que ella no vivió mas de 22 años y 8 meses y de estos casada con el rey casi siete años y por todo parece
como ella murió mucho antes que el rey, su marido.
Los capítulos contienen un texto escrito en negro y se acompañan de imágenes con un amplio comentario
explicativo (recogido en rojo y cuya finalidad es razonar ideas). Si desea leer el artículo entre líneas, bastará
con seguir la negrilla y las letras rojas destacadas.
SOBRE Y BAJO ESTAS LINEAS: Dos imágenes de Mota del Marqués en sus preciosos atardeceres.
Estas tierras junto a los montes Torozos, fueron el escenario de una de las más importantes batallas
de la Historia de España: La de Simancas. Sucedida en agosto del 939, cuando Abderramán III se
posicionó en el alto de Portillo (frente a Valladolid) con más de cien mil hombres. Asimismo, en la
zona comprendida entre Tordesillas, Toro, Tordehumos y Mota del Marqués; vivió Pedro I algunos de
sus más rocambolescos episodios. También se desarrolló allí parte de la vida de Juan de Austria
(todo ello lo veremos en los itinerarios que proponemos recorrer).
.
En los artículos de hoy daremos algunas ideas acerca de posibles viajes turísticos, relacionados con
las leyendas de Mota del Marqués. Todas las rutas que proponemos tienen referencias históricas,
con hechos documentados. Marcaremos los caminos a seguir en sus mapas; donde explicamos qué
podemos visitar en cada caso. Proponemos cinco recorridos prácticamente iguales (pasando casi
por las mismas localidades); que pueden llevarse a cabo en un día o día y medio -durante un fin de
semana e cada caso-. Todos ellos se refieren a una etapa distinta de la Historia y su relación con este
área cercana a Mota.
Comenzamos por una ruta prerromana (celtibérica o vaccea); seguimos con una visigoda (con los
reyes godos que aquí vivieron); más tarde proponemos un recorrido recordado a Abderramán III;
como cuarta opción tenemos la ruta del rey Don Pedro I (cuyas andanzas por estos lugares fueron
de las más divertidas). Para terminar, recordaremos la de D.Juan de Austria -hermano natural de
Felipe II-; que pasó parte de su niñez en Villagarcía de Campos (cuidado por la familia que luego
fueron marqueses de la Mota).
En esta segunda parte encontraremos la Ruta de Abderramán III y la del rey Don Pedro. En la anterior
(primera parte), que pueden hallar pulsando:
https://leyendas-de-la-mota-del-marques.blogspot.com/2019/08/rutas-legendarias-en-mota-del-marques.html
habíamos explicado un itinerario que conmemora los orígenes arqueológicos de la zona y a los
reyes visigodos que vivieron y fueron enterrados en este área. Finalmente, volvemos a hablar de
nuestra “Ruta de Don Juan de Austria”.
BAJO ESTAS LINEAS: Mapa de la Ruta de Abderramán III, diseñada por nosotros. Se inicia en
Portillo (donde el Califa se apostó) y continúa hasta el campo de batalla, frente al Pisuerga y junto a
Simancas. Sigue hasta Wamba, un cenobio visigodo destruido por los árabes que se sabe reconstruido a
mediados del siglo X (seguramente para celebrar la victoria frente a Abderramán). Continuaremos hasta
Mota del Marqués, cuya patrona se sabe procede del estandarte que allí dejó el Conde Fernán
Gónzalez tras la victoria de Simancas. Teniendo esa bandera la efigie de Nuestra Señora de Castellanos,
es aún esta Virgen la que preside el pueblo; cuya escultura podremos visitar en la ermita de
Castellanos. Luego, seguiremos hasta San Cebrián de Mazote, otra fundación visigoda que se
reconstruye en el siglo X, especialmente tras la batalla de Simancas. Pasaremos por Villalonso, que tuvo
el famoso cenobio mozárabe, del que hemos visto ya su columna y sus dos capiteles. Llegaremos a
Toro, donde su Virgen del Canto también parece de fundación mozárabe, pues en el interior de este
templo existían restos de estilo prerrománico. Finalizaremos en San Román de Hornija, atacado por
las hordas de Abderramán y después por las de Almanzor. Terminando la ruta, viendo la terraza del
Duero y comprendiendo la defensa que hicieron Toro y Tordesillas, en esta famosa batalla de
Simancas.
III - RUTA DE ABDERRAMÁN:
En este caso rememoraremos la figura del gran califa de Córdoba Abderramán III, quien sufrió su
mayor derrota en las inmediaciones de Simancas. Todo ello lo narramos en nuestra Leyenda: “Del
modo en que Nuestra Señora de Castellanos inspiró uno de los palacios más bellos del islam”. Para
los interesados en leerla, ver:
http://leyendas-de-la-mota-del-marques.blogspot.com/2015/07/musica-para-celebrar-los- 18000-lectores.html
Los hechos comenzaron cuando al poco de ser entronizado Ramiro II y desde el año 930, comienza a
usar argucias y a dar caza a los ejércitos del cordobés (llegando el rey de León, hasta Madrid). Así
decide Abderramán atacar anualmente el Duero (desde el 933), con el fin de amedrentar a los
cristianos. Pese a ello, los ejércitos califales sufren dos tremendas derrotas consecutivas; el primer
año en Hacinas y el segundo en Osma. Abderramán, al verse humillado y vencido por monarcas tan
paupérrimos como astutos; quiere dar un escarmiento a esos mandatarios, reclutando un enorme
ejército durante meses. Para ese fin envió misivas en el 938 a todas sus ciudades, logrando hacerse con
unas cien mil almas que unió a sus huestes y que deseaba lanzar como un solo hombre sobre las tierras
que consideraba de traidores. Terminaron por encontrase todos en las cercanías de unos montes
próximos a Valladolid, llamados ya por entonces de Portillo (en virtud de que era ese lugar un puerto y
puerta hacia tierras musulmanas o fronterizas). La superioridad en hombres del ejército de Abderramán
era tal, que nadie tenía duda de su segura victoria. Además, la fortaleza y preparación de su ejército era
tanta, que quizás pensó bastaría con situarse frente a aquellas colinas vallisoletanas, para que los
cristianos se rindieran y pactaran (atemorizados). Pero no fue así y muy por el contrario Ramiro logró
reunir allí a sus tropas junto a las de Fernán González y las del Conde Ansur; mientras fueron llegando
hasta las inmediaciones enormes contingentes de gallegos, asturianos, e incluso navarros (deseando
enfrentarse y sin temor alguno).
En ese escenario previsto por el califa, se produjo un extraño hecho, ocultándose el Sol durante casi
un día a causa de un eclipse (el 19 de julio del 939). En mi opinión fue este el motivo por el cual
Abderramán elegiría estas fechas, seguramente asesorado por sus astrónomos y sabiendo que en el
momento en que sus tropas aparecieran por tierras fronterizas, el Sol dejaría de lucir. Toda una
argucia utilizada por diversos generales a lo largo de la Historia; que en verdad ganaron batallas, ante
el temor de quienes se retiraban al ver avanzar el enemigo, mientras se hacía la noche en pleno
día... . Pese a ello, los de Ramiro, ni retrocedieron, ni se asustaron; aunque las crónicas -e incluso en el
Poema de Fernán González- mencionan un hecho que quizás se refiere ese eclipse. Pues en todas
ellas se dice que antes de la batalla se observó sobre el cielo una sierpe (o un dragón). Por lo que
narramos, los musulmanes se vieron obligados a avanzar y a entrar en batalla; porque los cristianos
les esperaban en la margen Sur del Pisuerga, junto a Simancas y a muy pocos kilómetros de Portillo (el
último lugar donde habían parado los más de cien mil hombres al mando del Cordobés). Los hechos
sucedieron el primer día de agosto del 939 y se prolongaron al menos cuatro jornadas, en las que
todos pelearon de forma terrible y sanguinaria. Al cuarto día parece que Abderramán se sintió
vencido y huyó junto a muchos de los suyos; el resto se dispersaron, aunque el califa advirtió que
retrocedían porque ya habían cumplido su misión... . El éxodo del rey de Córdoba fue tan apresurado que
las crónicas narran como dejó en Simancas hasta sus ropas militares (cubiertas de oro) y sus objetos más
sagrados, escapando de una muerte casi segura.
Aquella gran derrota de Abderramán del 939, fue narrada en el Poema de Fernán Gónzalez
englobándola en las “Batallas de Facinas” (Hacinas). Descrita en tres jornadas y donde asimismo se
aparece San Millán, tal como las crónicas mencionan que sucedió en la de Simancas. Dicha victoria
(la primera de enorme importancia frente a Al Andalus) se menciona también con igual nombre, en
otro poema épico intitulado “Votos de Fernán González o Privilegio de Fernán González concedido al
monasterio de San Millán de la Cogolla”. Donde también aparece el conde, derrotando a los sarracenos
en Hacinas con ayuda de San Millán. Una obra que aunque se pretendió fechar en el 934, después se
demostró que en verdad fue escrita en el siglo XIII y quizás en San Millán de la Cogolla. Por lo tanto,
coetánea al Poema de Fernán González y también redactada doscientos años después de que
ocurriesen los hechos (de allí los errores de localización y en los nombres de los personajes).
Pero lo más cierto, es que la batalla de Simancas modificó las fronteras del Califato de Córdoba,
reduciéndolas en centenares de kilómetros (al menos durante unos cuarenta años y hasta la llegada de
Almanzor a tierras castellanas). Tanto fue así, que al Oeste de León se bajó “la marca”, desde el Duero
hasta el Tormes; lo que significa que la linea pasó de Zamora a Salamanca, o de Toro a Puente Congosto.
Por su parte, en la zona central la ampliación territorial trasladó la frontera que antes se hallaba en
Simancas, a las cercanías de Segovia. Logrando cambiar la “marca” de Valladolid, por otras situadas en
Sepúlveda y Riaza (junto al Guadarrama). Tan solo quedó la linea de Gormaz y Berlanga, como punto
inestable y zona de conflictos permanentes; cuya gran fortaleza había sido tomada ya por los cristianos en
el 912, pero que fue reconquistada varias veces y dominada finalmente por el sucesor de Abderramán,
quien lo convierte en una enorme ciudadela casi inexpugnable.
Por todo cuanto narramos, se entiende que después del 939 llegaran a la zona de Simancas multitud
de cristianos, huidos de tierras califales. Gentes llamadas mozárabes, que bajo el dominio de los
musulmanes en ocasiones sufrían hasta la esclavitud; pero liberados tras la nueva marca (que
alcanzaba casi el Guadarrama). Ello impulsaría que escapasen un gran número de cristianos de Toledo y
Zaragoza, incluso muchos cordobeses; que llegarían hasta el reino de León o al condado de Castilla
sabiendo que tras el Duero ya la vida era estable y tranquila (sin temer de continuo la aparición y
razzias de los musulmanes). Creándose zonas, como Mota o San Cebrián, habitadas por comunidades
mozárabes y cuya utilidad era enorme; pues conocían hasta el idioma de los súbditos de
Córdoba. Estando adaptados esos mozárabes a las costumbres y maneras de los musulmanes, hablando
su lengua; servirían a los cristianos para dialogar (en caso de tratados) o como espías y estrategas
(en el de guerras).
Acerca de Nuestra Señora de Castellanos, históricamente no cabe la menor duda de que llegó a Mota
del Marqués por mano de Fernán González; quien amplió su condado tras aquella victoria en
Simancas, pues hasta entonces el reino de León llegaba solo al Sur de Urueña . Por cuanto hasta el
939 los dominios desde Benavente hasta el Duero, eran del rey leonés; aunque tras la derrota de
Abderramán y con la ampliación de marcas, aquellos nuevos dominios pasarían a ser reclamados
por Fernán González -incluidos en Castilla-. Siendo así, no nos extraña el nombre de la Virgen que
veneraron en Mota; ya que esas tierras que antaño fueron del monarca leones, pasaron finalmente a
ser de los “Castellanos” (después de la victoria en Simancas). Ello hace entender por qué aquel conde
extiende esta advocación después del 939; dejando el mismo Fernán González en Mota del Marqués, el
pendón suyo que mostraba la efigie de María y al que llamaban Señora de Castellanos. Una historia
que perfectamente han recogido varios investigadores (como Fernández-Prieto). Conforme a todo lo
expuesto, proponemos la siguiente Ruta de Abderramán III:
2 -) SIMANCAS, CAMPO DE BATALLA: Cuando bajamos desde Portillo hasta las riberas del Duero y del
Pisuerga, veremos aquel enorme llano y comprendemos por qué fue el escenario elegido para una de las
grandes batallas de la Edad Media (la de Simancas). Es recomendable visitar esa zona del Pisuerga (hoy
convertida en ricas tierras de cultivo), antes de entrar a Simancas por el lado de este rio. Comprendiendo
así, que precisamente en ese punto, durante los veranos baja enormemente el caudal; produciéndose un
paso natural a la altura del puente sobre el Pisuerga (por donde intentó internarse Abderramán III).
Visitaremos Simancas, donde se recuerda esta batalla, tanto como el pago de doncellas que exigían los
reyes musulmanes (creando una “tasa” anual, para mezclar musulmanes con hispanas, generando así una
estirpe “criolla” de raigambre islámica pero de madres cristianas). Son de destacar, las vistas a los campos
de batalla, desde la “calle de los Valientes”; la colegiata de enormes dimensiones y el famoso castillo
(archivo nacional).
.
3 -) WAMBA: Llegaremos desde Simancas en apenas quince minutos (tomando la vía de Zaratán o por el
interior). En Wamba, como ya dijimos, se encuentra un antiguo monasterio visigodo, que destruyeron los
árabes y que reconstruyeron los mozárabes (probablemente asturianos) después de la batalla de Simancas.
En el interior de aquella preciosa iglesia veremos numerosas piezas de esta época (mediados del siglo X),
con un estilo y aire que nos recuerda al prerrománico asturiano.
A mi juicio, es este el motivo para levantar un gran templo mozárabe en ese lugar que posiblemente tuvo
antes otro muy importante y de etapa visigoda. La existencia de un monasterio dominico de monjas junto a
la iglesia de San Cebrián, ratificaría la de un gran cenobio anterior al mozárabe y de época goda. Por último
diremos que, en el interior del templo dedicado a San Cipriano se conserva una extraña escultura, de estilo
y época similar a las que vemos en los dinteles de San Miguel de Lillo (Oviedo, junto a Santa Ma. del
Naranco). Los citados bajorrelieves asturianos rememoran escenas tardo-romanas (con figuras circenses);
por cuanto creo que no sería aventurado considerar que esta escultura de San Cebrián de Mazote puede
representar el rey Chindasvinto y a su hijo Recesvinto (tal como antes dijimos). Monarcas que vivieron y
murieron en la zona -habiendo sido enterrado el primero en San Román y el segundo en la actual iglesia de
Wamba-.
7 -) SAN ROMÁN DE HORNIJA: Siguiendo desde Villalonso hacia Villavendimio, pasaremos Toro y
llegaremos pronto a San Román de Hornija (también puede irse por el interior, desde Villaester o por
Morales de Toro). Sabemos que este convento donde se enterró Chindasvinto fue repetidamente atacado
por los árabes; suponiéndose que Abderramán III deseó destruirlo (al igual que hizo Almanzor unos sesenta
años más tarde). Acerca de esto, decíamos: Este lugar era conocido como un importante panteón cristiano
desde el siglo VII. Debido a ello, dos siglos después recibió la visita de los soldados de Abderramán III,
pretendiendo saquearlo -mientras el califa intentaba internarse por el Duero-. Aunque no lo destruyeron
gracias a que el cordobés fue derrotado en Simancas, en el año 939. Unos decenios más tarde también
quiso acabar con el santuario de San Román, el famoso general musulmán Almanzor; quien tampoco lo
logra, pese a atacarlo en sucesivas ocasiones. Acerca de este asedio de Almanzor a San Roman, existen
diversas historias, pues se encuentra referido en el Códex Calixtinus (lib.IV; cap.XXV), donde se menciona
el ataque del general musulmán -que se supone llevó a cabo en noviembre del año 995; robando códices,
plata y joyas del monasterio junto al Hornija-. Relatando como un capitán sarraceno quiso tirar las vigas y
derruir el templo, clavando cuñas entre sus capiteles y columnas; pero fue convertido en piedra. Quedando
allí atrapado en forma de una de esas basas, que aún tiene el mismo color que la túnica del capitán de
Almanzor (relato que probablemente narra de modo idealizado la forma en que intentaron destruir la iglesia,
y se les vino abajo antes de que tuvieran tiempo los expoliadores para salir). Como si de un destino histórico
se tratase, hace unos dos años sucedió algo parecido; pues el que había comprado la casa parroquial,
decidió vender los capiteles mozárabes que la sostenía (pensando que eran de su propiedad, al ser suyo el
edificio). Aquella casa, que apenas se sustentaba con los mencionados capiteles y se vino abajo al sacarlos;
lo que muy pronto llamó la atención de todos, poniéndose todos a la búsqueda. Aunque las piezas
mozárabes pronto fueron encontradas por la policía y ello ha llevado al feliz resultado de que el edificio haya
sido adquirido por el ayuntamiento, para restaurarlo y abrir en él un museo de Chindasvinto.
AL LADO: Detalle del famoso fuste de columna del que se dice es el cuerpo del
capitán sarraceno que intentó derruir San Román y quedó convertido en piedra. En la Ruta de los
reyes visigodos (ver página anterior) narrabamos esta leyenda del siguiente modo: Sobre estos
hechos Bernardo Asensio Colino, lo que a continuación tomamos de la página SAN ROMÁN DE
HORNIJA (1) :
“En la relación de campañas de Almanzor (...) "La cuadragesimoquinta, la de San Román, en la que realizó
una gran matanza y obtuvo muchos cautivos, regresando posteriormente". Esta aceifa correspondería a
noviembre de 995. En apoyo de la historicidad de este episodio hay mencionar el relato del libro IV, capítulo
XXV, del Codex Calixtinus, también conocido como Pseudo Turpin. Se menciona aquí un prodigio acaecido
en una iglesia de San Román de "Orniz", que a la luz del texto anterior debe identificarse con Hornija, y que
señalaría como a mediados del siglo XII aún se mantenía viva la tradición de la visita del caudillo
andalusí: "Luego, pues, devastando las tierras de España, llegó a la villa que vulgarmente se llama
Orniz, en la que había una bellísima y muy buena basílica de San Román con riquísimos paños y
códice, cruces de plata y telas bordadas de oro. Y al llegar a ella el inicuo Almanzor robó cuanto en
ella encontró y de igual suerte devastó la villla. Y habiéndose albergado con sus ejércitos en esta
villa, cierto capitán de sus huestes que entró en la iglesia vio las bellísimas columnas de piedra que
sustentaban el techo de la iglesia y cuyos capiteles estaban plateados y dorados, y estimulado por
su odio y crueldad, clavó una cuña de hierro entre una columna y su basa. Y al golpear fuertemente
aquella cuña con un martillo de hierro, tratando de derrumbar toda la iglesia, el hombre se convirtió
en piedra por providencia de Dios. Y esta piedra con forma humana subsiste hasta el día en la
misma iglesia y tiene el mismo color que tenía la túnica del sarraceno entonces" (...) “Cuando
Almanzor vio esto, dijo a sus caballeros: Grande, temible y digno de gloria es el Dios de los Cristianos, pues
tiene tales discípulos que aún después de dejar esta vida castigan a los vivos que le les rebelan, de tal
modo que a unos quitan la luz de los ojos, y a otro lo convierten en piedra muda. Santiago me arrebató la
luz de los ojos; San Román transformó un hombre en piedra. Pero Santiago es más clemente que San
Román; pues compadecido Santiago me devolvió la vista, pero San Román no quiere devolverme mi
hombre. Huyamos pues de estas tierras. Entonces confundido se marchó el pagano” (1) .
Tal como hemos narrado, durante la Edad Media los restos de Chindasvinto se salvaron, pese a haber
sufrido el monasterio severos daños, provocados por las hordas de Abderramán y de Almanzor; sin que el
santuario, ni la tumba real desaparecieran. Principalmente, gracias a que los mózarabes se preocuparon por
restaurarlo y conservarlo, tantas veces como fue saqueado. De este modo, la mayoría de piezas
arquitectónicas que se conservan la iglesia de San Román, son mozárabes y coetáneas a la batalla de
Simancas o a las razzias de Almanzor (entre el 939 y el 995). Gracias a estos valientes cristianos que vivían
en la zona fronteriza durante esos años de conflicto, en San Román se hallan todavía los restos de
Reciberga (la joven amada del anciano godo) y los de Chindasvinto. Hemos de añadir que la persona que
actualmente enseña el museo dentro de la iglesia (Ma.Clary), es una excelente guía; gran amante de su
tierra, de su monasterio y de su iglesia. Canta maravillosamente a los santos y narra la historia de
Reciberga y Chindasvinto como si ella misma la hubiera vivido; con tanto realismo como ilusión.
http://www.diputaciondevalladolid.es/diputacion/modulo/dipva-noticias/dia-a-dia/124745/
SOBRE Y BAJO ESTAS LINEAS: Dos imágenes de Tordesillas. Arriba, foto tomada desde la ciudad,
mirando al lado del Duero donde se libró la batalla. Al fondo de la imagen y del otro lado del río, el
campo de combate. Abajo, vista de Tordesillas desde la ribera Sur; observemos el altozano en que
se encuentra la población, perfectamente defendida por la cuenca del Duero -que actúa como
foso-. Curiosamente, en este lado del rio no ha crecido el pueblo; quizás por las crecidas o al considerarse
esta otra ribera un lugar inseguro, durante siglos. Lo mismo sucede en Simancas, que no tiene casa alguna
del lado opuesto, en el Pisuerga (donde se libró la batalla).
BAJO ESTAS LINEAS: Mota del Marqués en un atardecer; una de las preciosas puestas de Sol que
pueden disfrutarse en este pueblo.
En este caso rememoraremos la figura del gran rey Pedro I, llamado por algunos “el cruel”, pero que
otros denominaron: “Pedro primero, el justiciero” (tal como acostumbró apodarlo Felipe II). Un
monarca cuya vida estuvo llena de amoríos, guerras fratricidas, traiciones y maldades; tantas que fue
incluso engañado por su propia madre para que abdicase (en favor de sus hermanos bastardos).
Finalmente, la unión de los diez hijos ilegítimos que tuvo el padre de Don Pedro con su amante, logró el
apoyo de Francia y hasta el de los infantes de Aragón; llegando a crearse una liga en contra del legítimo
monarca, persiguiéndolo por todo el territorio. Generando unos rocambolescos episodios que terminan en el
castillo de Montiel (de La Mancha), donde dan muerte al soberano, tramando una terrible traición -tras años
de luchas y alianzas-. Logrando así gobernar Castilla la casa de Trastamara, de origen bastardo; elevando
al trono a los Enriquez (hijos de la amante de Alfonso XI). Acerca de la ruta que proponemos, diremos
que las más intrépidas aventuras del joven rey Don Pedro tuvieron lugar entre Tordesillas, San
Román y Toro; siendo Tiedra, Urueña y Tordehumos, algunas de las plazas que se mantuvieron más
fieles a ese soberano. El camino que sugerimos recorrer (abajo en imagen y con las paradas marcadas);
rememora nuestro capítulo: “EL REY DON PEDRO Y SU LEYENDA EN JAPÓN” . PARA LLEGAR A ELLA
PULSAR EL ENLACE: http://leyendas-de-la-mota-del-marques.blogspot.com/2018/07/el-rey-d-pedro-y-su-
leyenda-en-japon.html
BAJO ESTAS LINEAS: Mapa de la Ruta del rey Don Pedro; comienza en Tordesillas, donde estuvo
asediado este monarca. Sigue en Toro, donde le tomaron prisionero a traición. Continúa en Tejadillo
y Morales de Toro; donde sus enemigos intentaron llegar a un acuerdo, para que regresara con su
esposa (Blanca de Borbón). Pasaremos luego a las plazas que fueron fieles al rey Don Pedro: Tiedra,
Urueña, Tordehumos. Más tarde visitaremos La Santa Espina (donde enterraron a Alfonso de
Alburquerque). Finalmente, regresaremos por los Torozos y campos de Mota, donde escapó de su
asedio Pedro I.
Con el fin de comprender los destinos y esta ruta; para quienes no conozcan bien la historia del rey Don
Pedro, diremos que se trataba del hijo único de Alfonso XI. Su padre lo abandonó, dejándolo al cargo de la
reina María de Portugal (su esposa) y de un ayo llamado Alburquerque; pasando su niñez bajo la tutela de
estos dos. El progenitor del príncipe Pedro se enamora de Leonor de Guzmán y marcha de por vida a vivir
con ella, teniendo diez hijos bastardos del rey -nueve varones-. En 1350 Alfonso XI muere por contraer la
peste y el joven primogénito es proclamado rey; aunque al tener solo quince años, pasaron a tomar las
decisiones de Estado su madre y el cuidador (Alburquerque) -entre los que se sospecha había una relación
sentimental-. Ordena inmediatamente su progenitora apresar a la que fue amante de su marido; para más
tarde lograr que la matasen. Ese asesinato de Leonor de Guzmán (claramente organizado) provoca la ira y
la sublevación de los hermanastros de Pedro; aunque el rey por entonces, en plena adolescencia, solo se
preocupaba de vivir el amor junto a María de Padilla (su amada y amante eterna).
La ira de los bastardos y el deseo de vengar a su madre, generará años de luchas y problemas entre el
Pedro I y los hijos ilegítimos de Alfonso XI. Quienes finalmente deciden pactar con él, obligándole a casarse
con Blanca de Borbón (sobrina del rey de Francia; aliado de los bastardos). En el verano de 1353 el
monarca toma por esposa a esta francesa en Valladolid, pero dos días después Pedro huye de la ciudad,
para no regresar jamás con su mujer (repudiándola). Volviendo a Toledo, junto a su amante -María de
Padilla-, con la que nunca dejó de convivir y con la que tuvo varios hijos. En esta situación, hasta su ayo
(Alburquerque) y su madre (la reina María) optan por ponerse del lado de los hermanastros; siendo así
como en 1353 los infantes de Aragón llegan a Castilla. Viniendo tras Pedro, que estaba siendo perseguido y
asediado por sus enemigos; quienes argumentaron que había abandonado a la sobrina del rey de Francia
(su mujer), para crear una liga contra el monarca. Sea como fuere, el soberano se había hecho fuerte en
Tordehumos, pensando que sus primos de Aragón llegaban para ayudarle, pero sucedió lo contrario. Viendo
el rey que los aragoneses venían para aliarse con los bastardos, no tuvo más remedio que ceder al asedio y
refugiarse junto a su amada (M. de Padilla) en Tordesillas. Desde agosto de 1353 vivieron allí seguros, al
estar entre soldados fieles de esa plaza, pese a encontrase rodeados y casi sitiados por las tropas de sus
enemigos que les vigilaban desde extramuros. En este escenario, sucedieron los hechos más
rocambolescos de la vida del rey D.Pedro; que recomendamos rememorar en la siguiente ruta legendaria:
SOBRE, JUNTO Y BAJO ESTAS LINEAS: Varias imágenes
del monasterio de Las Clarisas en Tordesillas. En este lugar que fundo el rey D. Pedro, se internó su
hija mayor, nacida de María de Padilla; quien llega a ser proclamada allí reina de Castilla, aunque
poco después muere en extrañas circunstancias.
1)- TORDESILLAS: Es esta una de las poblaciones más relacionadas con Don Pedro y María de Padilla. Allí
se refugió por primera vez junto a su amada en 1353 -como hemos dicho-; cuando su madre, su ayo, junto
al resto de hermanastros y primos aragoneses, crean una liga para derrotarle, bajo la discupa de obligarle a
convivir con Blanca de Borbón. Pero en estos días de asedio de Tordesillas (en otoño de 1353) murió
Alburquerque; su traicionero ayo, que fenece preso de remordimientos y de extraños hechos (tras ser el
verdadero instigador de la liga contra D.Pedro). Al fallecer Aburquerque, quienes estaban en contra del rey
afirmaron que el monarca había mandado envenenarle -algo imposible porque se encontraba sitiado en
Tordesillas-. Sea como fuere, con la confusión creada tras la muerte de ese traidor que había sido su
preceptor, Pedro logra escapar del cerco y llega a Toro, donde se encontraba su madre. Al huir de
Tordesillas, manda a su amante refugiarse en Urueña; ya que esta villa estaba comandada por el hermano
mayor de María de Padilla.
3)- MORALES DE TORO, TEJADILLO Y SAN ROMÁN DE HORNIJA: Tras establecer los bastardos su
campamento en Morales de Toro, permitiendo hacerlo a los aragoneses un poco más a la retaguardia (en
San Román) y pidiendo que otros ampliasen el cerco, en Castro Nuño y Siete Iglesias. Los hermanastros
del rey mostraron que Pedro estaba sitiado y no tenía más remedio que claudicar y pactar. La madre fue
quien promueve estos acuerdos que se conocieron como “Las vistas de Tejadillo” y que se llevaron a cabo
en verano de 1354. Este emplazamiento denominado Tejadillo, actualmente pertenece a terrenos de
Bodegas Sobreño y se sitúa entre Morales y Toro, a dos kilómetros y medio de cada plaza. A las “vistas” del
pacto asisten cincuenta caballeros por cada parte y el cronista López de Ayala, recoge los nombres de
todos; incluyendo hasta las vestimentas, servidumbre y armas, que cada uno de ellos llevaba. Los acuerdos
fueron un fracaso y Don Pedro huye del cerco de Toro y llega hasta Urueña (cansado de que solo le
propusieran convivir con Blanca de Borbón y dejar a María de Padilla, ilegitimando a los hijos tenidos con
ella).
JUNTO Y BAJO ESTAS LINEAS: Dos
fotografías del lugar llamado Tejadillo, entre Morales de Toro y Toro; donde se celebraron las vistas
del rey Don Pedro. Al lado, viñas cercanas a Tejadillo. Abajo, foto tomada desde el pago denominado
Tejadillo, hoy perteneciente a bodegas Sobreño.
4)- URUEÑA, TIEDRA, TORDEHUMOS: Fueron estas las plazas que se mantuvieron más fieles a Don
Pedro (junto a Tordesillas), principalmente porque Urueña la gobernaba el hermano mayor de María de
Padilla. La fidelidad de sus soldados y la importancia de sus fortalezas, permitió al rey escapar de
numerosos cercos y terminar refugiado en castillos como el de Urueña, Tiedra, Tordehumos y Tordesillas.
Así lo hizo tras el verano de 1354, cuando cansado de las “vistas de Tejadillo” decide no pactar con sus
hermanastros.
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SOBRE Y BAJO ESTAS LINEAS: Castillo de Tiedra. Abajo, fortaleza de Urueña.
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JUNTO Y BAJO ESTAS LINEAS: Castillo de
Urueña. Abajo, muralla de Urueña vista desde el camino hasta Tiedra.
5)- LA SANTA ESPINA; TRAICIÓN Y DETENCIÓN EN TORO: En esta situación, la madre manda llamar al
rey, para que regrese desde Urueña. El ingenuo Don Pedro se dirige hasta Toro, con apenas tres caballeros
y al entrar en esa ciudad ve como le cierran las puertas de la muralla, haciéndole preso. Allí quedó recluido
desde noviembre de 1354, gracias a la intervención y traición que urdió su madre; pero el monarca pronto
escaparía, preparando un método de fuga mientras cazaba en los campos toresanos. Por su parte, poco
después de apresar y traicionar al rey de ese modo; los de la liga contraria a Pedro, dejaron de pasear el
ataúd con el cuerpo de Alburquerque y le dieron finalmente sepultura. Parece que lo habían mantenido
como un talismán y con el fin de mostrar ese cadáver -que ellos decían- había ordenado envenenar el
monarca. Pero tras hacer preso al rey a traición, por fin entierran a Alfonso de Alburquerque en una de las
capillas principales del monasterio de la Santa Espina. Aunque su tumba se perdió durante algunas de las
remodelaciones de la iglesia o por efecto de la rapiña durante la francesada. Sea como fuere, no quedan
restos, ni sepulcro alguno del ayo de Pedro I, en este templo; aunque se sabe que allí lo enterraron, en
noviembre de 1354.
JUNTO Y BAJO ESTAS LINEAS: Dos imágenes del interior de la
Santa Espina (Valladolid) -a la que agradecemos nos permita divulgar nuestras imágenes- donde fue
enterrado Alfonso de Alburquerque. Pese a ello, a día de hoy no queda rastro alguno de la tumba de
este ayo de Pedro I.
JUNTO Y BAJO ESTAS LINEAS: Las dos murallas de Toro (la
mas antigua, de época visigoda y la posterior). Al lado, entrada a la zona exterior y más
moderna. Abajo, la torre del reloj, con la muralla más primitivas. Estas serían las que le cerraron a
Pedro I cuando a traición le apresaron en Toro.
6-) SALTO Y HUIDA, MIENTRAS CAZABA EN TIERRAS CERCANAS A MOTA: En diciembre de 1354, una
mañana de niebla que D.Pedro salía a cazar por tierras cercanas a Toro, acompañado por centenas de
caballeros; parece que uno de ellos le preparó la huida. Así escaparon, y junto a él otros doscientos a
caballo; que protegían al rey para salir presto de la zona donde le habían confinado. Llegando acompañado
por todos ellos muy pronto a Tordesillas (a unos veinte kilómetros del lugar donde cazaba); allí paró y
almorzó, viendo a María de Padilla que se hallaba refugiada en esta urbe junto al Duero. Tras ello, salió con
toda su comitiva hacia a Segovia. Aquí termina la ruta del rey Don Pedro, en las inmediaciones de Mota,
aunque este monarca tuvo numerosos episodios en la zona (tal como quizás recogeremos en futuras
leyendas).
SOBRE Y BAJO ESTAS LINEAS: Los montes Torozos (cercanos a Mota del Marqués), por los que
huyó el rey Don Pedro una mañana de diciembre de 1354
V -COPIAS LEGENDARIAS:
Hace ya unos quince años, propuse realizar un trazado turístico al que llamé RUTA DE DON JUAN DE
AUSTRIA. Aquel camino estaba pensado para atraer visitantes a Mota del Marqués y ensalzar la
memoria de este gran general vencedor de Lepanto, hermano ilegítimo de Felipe II. Personaje que
vivió su niñez en tierras cercanas a Mota, cuando incluso pasó por ser hijo natural de Luis de
Quijada, señor de Villagarcía de Campos (y no de Carlos V). Todo ello sucede al regresar Don Luis de
Quijada con el rey desde Flandes, trayendo un pequeñín engendrado por el monarca en tierras
holandesas. El niño nacido de los amoríos entre el monarca y la cantante Barbara Bloomberg,
primeramente fue dejado en un domicilio de Leganés, para que un vihuelista lo criase; pero aquel
músico muere repentinamente. Por lo que de nuevo fue entregado a Luis de Quijada; quien no dudó
en llevarlo a su palacio de Villagarcía de Campos (en Valladolid). Allí vivió ese chico desde 1554 a
1559, siendo llamado Jeromín por decirse que era hijo de un capitán de los Tercios de Flandes -de
nombre Jerónimo- con el que casaron a la amante del emperador (la Bloomberg). Pero al criarlo como
suyo Magdalena de Ulloa, se pensó que esta fiel esposa había recogido un bastardo engendrado por
su marido (Luis de Quijada), con el que no había logrado tener prole.
Estos hechos me impulsaron a pensar en lo que denominé “Ruta de D.Juan de Austria”, que
comenzaba en Tordesillas y seguía hacia Mota del Marqués, para visitar el palacio de los Ulloa; ya
que estas fueron algunas de las primeras tierras donde jugó el pequeño hijo del emperador. Continuaba el
camino visitando San Cebrián de Mazote, en cuyo convento terminó sus días su “madre adoptiva”
(Magdalena de Ulloa) y donde luego tuvieron que encerrar a la madre natural (Bárbara Bloomberg). Quien
no paraba de escándalos amorosos pero que muy pronto logró escaparse del cenobio en San Cebrián, para
trasladarse al palacio de los Escobedo en Colindres -y seguir allí sus “farras”-. Continuaba esta ruta
visitando el Monasterio de la Santa Espina; precioso convento y cazadero real, donde se conocieron
Felipe II y su hermanastro (Don Juan). Pasaba más tarde la ruta por Urueña, como otro de los lugares
donde posiblemente habría jugado Jeromín; tan aficionado desde niño a soñar historias de caballeros y
espadas. Finalmente, llegaba a Villagarcía de Campos; en cuyo castillo -hoy derruido- vivió el hijo de
Carlos V al menos desde 1554 a 1559, bajo los cuidados de Luis de Quijada y Magdalena de
Ulloa (personas de confianza del emperador). Población donde más tarde fundó el aya de Jeromín el
convento de los jesuitas; cuyo museo contiene varios recuerdos de ese general hermano de Felipe
II (entre ellos el cristo y la bandera que lucía en Lepanto). Así pues, para terminar una ruta tan ligada a este
hijo de Carlos V, decíamos que podríamos concluirla dirigiéndonos hacia los castillos de Tiedra y Villalonso,
pertenecientes a la familia Ulloa; visitando finalmente la ciudad de Toro. Preciosa villa de donde procedían
los Ulloa y cuyos palacios familiares hoy se conservan; destacando el de los marqueses de Castrillo (donde
se supone que nació Magdalena de Ulloa) y el Palacio de las Leyes (que ardió en 1923 y estaba ligado al
mayorazgo del linaje Ulloa).
Como hemos dicho, El palacio de los Marqueses de la Mota se construyó pocos años antes de que
Jeromín viniese a Villagarcía de Campos -al igual que la iglesia de San Martín-. Ambos edificios
estaban recién terminados cuando el niño fue traído a estas tierras por Luis de Quijada. Por cuanto
parece evidente que el hijo de secreto de Carlos V jugó en el patio de su tio adoptivo (Rodrigo de
Ulloa) y que oiría misa frecuentemente en esta iglesia de Mota del Marqués, que era por entonces la
más moderna y espectacular de la zona. Asimismo sabemos que D.Juan de Austria regresó varias
veces a estas tierras, para visitar o pedir ayuda a su aya y a quienes tenía como verdadera familia
(los Ulloa). La última vez que apareció por los pueblos torozanos fue poco antes de viajar a Flandes,
destinado de gobernador. Buscando que aquí le disfrazasen; con el fin de poder atravesar Francia
camino de las tierras holandesas (que le esperaban como enviado del rey Felipe). Así le maquilló
Magdalena de Ulloa como un criado morisco, que decía estar al mando de un noble italiano llamado
Gonzaga; y ambos (Jeromín y el italiano) lograron llegar hasta Bruselas sanos y salvos cruzando a pie
hasta Bruselas. Allí entró en contacto de nuevo con su verdadera madre, a la que pidió se trasladase a la
Península, para evitar habladurías, ya que la Bloomberg tenía mala fama y peor recorrido. Solicitando
ayuda a sus familiares Ulloa, para que la lograsen internar en el convento de San Cebrían; porque el pobre
Jeromín no oía más que escándalos y amoríos, acerca de esa mujer que le dio la vida.
Tristemente, murió un año después, en esa misión que le otorgaron en Flandes como gobernador.
Su madre se escapó del convento y fue a vivir al palacio de los Escobedo, en Colindres (junto a la
familia del secretario de Juan de Austria, que en su día apareció asesinado). Los restos del general
fallecido, fueron devueltos a España también de modo secreto; embarcándolos como si se tratase
de bacalao seco y puestos en salazón. Dicen que su féretro, con el cadáver desmembrado y secado
en sal, trasladado en alforjas, pasó por tierras de Mota; donde fue seguido por amigos y familiares
(los Ulloa) hasta el monasterio de Párraces. Lugar de Segovia en que montaron con hierros el
cuerpo desecado del pobre Jeromín, para llevarlo así recompuesto y vestido hasta El Escorial
(donde tras verlo su hermanastro Felipe II, le dio sepultura)
Este pequeño proyecto llamado “Ruta de Don Juan de Austria” fue pensado por mí, con el fin de
crear una idea turística para el pueblo motano, y así se presentó públicamente en las fiestas
patronales de Mota del Marqués, del año 2004. Creando un folleto que yo mismo edité en fotocopias y
que envié a cuantos pude. Pese a ello, a nadie pareció interesarle; al menos hasta años después. Pues
curiosamente hace un lustro apareció “otra idea” demasiado parecida, llamada “Ruta de Jeromín a
Juan de Austria” con un nombre un tanto cambiado, casi igual itinerario, pero diferente espíritu;
porque incorporaba alguna variación en su recorrido pero prescindía de Mota. Comprendiendo esta
“nueva”, las poblaciones de: Wamba, Torrelobatón, La Santa Espina, San Cebrián de Mazote, Urueña y
Villagarcía de Campos. Excluyendo del trayecto a Mota del Marqués y poniendo como destinos
relacionados con Jeromín, Wamba y Torrelobatón; lugares que nada tuvieron que ver con el famoso
general. Pues como hemos visto, aquel hijo de Carlos V estuvo unido a la familia Ulloa (señores de Mota) y
a los Quijada, en Villagarcía de Campos; conociendo a su hermano Felipe II en La Santa Espina y teniendo
a sus “dos madres” internas como monjas, en San Cebrián de Mazote.
En imágenes: Al lado (arriba), escudos en el interior de actual la Biblioteca de Toro, que fue palacio
de los marqueses de Castrillo y antes de los Ulloa; donde se supone que nació Da. Magdalena (el
blasón de la izquierda es el de la casa Ulloa). Abajo, exterior del referido palacio, que la fundación
González Allende ha recuperado y conservado como biblioteca en Toro.
Por cuanto decimos, al copiarnos el proyecto prescindieron de su espíritu, que era el de rememorar
los lugares donde Don Juan de Austria había pasado su infancia. Aunque lo más triste de todo fue
dejar a Mota del Marqués fuera del recorrido. Ya que precisamente aquella Ruta se había ideado para
incluir a este pueblo entre los destinos turísticos de la zona (debido a que hace quince años apenas
llegaban visitantes a esa localidad). Por fortuna, después de década y media, ya van apareciendo turistas
en Mota, todo lo que nos alegra mucho, aunque desafortunadamente no vienen guiados por la “Ruta de
Jeromín a Don Juan de Austria” (trazado que alguien copió, pero dejando precisamente fuera, al lugar para
el que se había creado). Lo que a mi juicio daña muy mucho la cohesión popular en la zona, pues
excluye destinos que necesitan ser promocionados. Mientras coloca en el camino poblaciones que
no tienen relación con Juan de Austria y además no precisan siquiera darse a conocer, pues son
muy famosos (tal como sucede con Wamba). Pero es que cuando uno copia una idea, normalmente la
destripa; al carecer de ingenio para conocer su significado verdadero. Lo mismo nos sucedió con varias
leyendas; de las que algunos han calcado y editado párrafos enteros, sin comprender que están escritas por
mí. Aunque hay otros de mejor talante y divertido criterio, que me escriben diciendo haber leído una versión
mucho más buena de estas historias. Lo que resulta absolutamente admirable -por no decir imposible-, pues
todas nacieron de mi imaginación. Sea como fuere, terminaremos este capítulo de hoy diciendo aquello que
proclamaba mi padre cuando se veía plagiado, comentando: “Bienaventurados los que nos copien, porque
de ellos serán nuestros defectos...”.
SOBRE, JUNTO Y BAJO ESTAS LINEAS: Folleto en
fotocopias que edité hace unos quince años, con la mencionada Ruta de D. Juan de Austria. Esta
pequeña idea turística para promocionar Mota del Marqués, fue presentada en las fiestas patronales
de ese pueblo, el año 2004. Tras ello, se enviaron cientos de ejemplares del humilde proyecto, a
infinidad personas y entidades (todo a mi costa). Nadie lo siguió, pero tristemente lo copiaron;
cambiando un poco el nombre y quitando de “La Ruta”, a Mota del Marqués... . Nada nos hubiera
importado que lo calcasen, si hubieran incluido en su itinerario a la localidad para la que fue
pensado.
PARA LLEGAR A LA PRIMERA PARTE, PULSAR EN LINEA ENLACE:
https://leyendas-de-la-mota-del-marques.blogspot.com/2019/08/rutas-legendarias-en-mota-del-marques.html
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CITAS:
(1): Según escribe LUIS MOLINA en «LA ANÓNIMA DE AL-ANDALUS» sobre la cuarenta y cinco ALGAZÚA, (campaña), de
ALMANZOR: «La cuadragésimo quinta, la de San Román, en la que realizó una gran matanza y obtuvo muchos cautivos». Esta aceifa
correspondería a noviembre de 995
Página SAN ROMÁN DE HORNIJA, redactada por Bernardo Asensio Colino VER:
https://www.turismo-prerromanico.com/monumento/san-romn-de-hornija-20130417123324/
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ÍNDICE DE LEYENDAS DE LA MOTA DEL MARQUÉS