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ARTÍCULO DE OPINIÓN

Facultad de ingeniería civil.

UNIVERSIDAD TECNOLÓGICA DE PANAMÁ


Salón: IL702

EYMI RODRIGUEZ
Redacción de informes y expresión oral.
RESPONSABILIDAD AMBIENTAL

La industria moderna a través de la tecnología ha proporcionado prosperidad material al ser


humano, pero a su vez ha manipulado la naturaleza, aspecto que se evidencia en la
contaminación del entorno y en el rápido agotamiento de los recursos naturales.
Cada año se vierten y emiten millones de toneladas de contaminantes al aire, agua y suelo;
adicional a lo anterior, la demanda exponencial de recursos supera la capacidad de los
sistemas naturales del planeta, situación que se refleja en la desaparición de bosques, la
erosión de suelos y en los cambios climáticos drásticos que afectan pobladores y arruinan
cosechas.
A partir de esta crisis del entorno, que afecta el presente y futuro de la Tierra, diferentes
comunidades han proclamado acuerdos tendientes al cuidado y protección del medio. Esto
conlleva a un mayor compromiso por parte de los gobernantes, quienes a través de la
legislación de cada país expiden normas para el control y sanción de las actividades que se
consideran como efectos negativos en el medio ambiente.
Con base en lo anterior, se manifiesta el concepto de responsabilidad ambiental. De acuerdo
con el Libro Blanco de la Comunidad Europea, la responsabilidad ambiental se considera
como "aquélla que se presenta cuando se producen daños o perjuicios al medio afectando el
desarrollo económico, cultural y social de la población".
El propósito de la responsabilidad ambiental es la de obligar al causante de daños al medio
ambiente a pagar la reparación de tales daños. Pero no todas las formas de daño ambiental
pueden remediarse a través de un régimen de responsabilidad, pues para esto es necesario
identificar a los causantes del daño y cuantificarlo.
El régimen de responsabilidad no es un instrumento aplicado en los casos de contaminación
generalizada y difusa, como ocurre en los efectos de cambio climático, la disminución de la
capa de ozono y contaminación atmosférica.
Desde luego que los problemas de contaminación no tienen origen solamente en las
actividades de industria y comercio; la contaminación es el resultado del uso que los
consumidores hacen de los bienes y de los productos de desechos humanos. Se puede decir
entonces que "todos somos contaminadores" y a medida que la población crece, aumenta el
efecto negativo y los aspectos legales de control y sanción no son suficientes.
Por lo tanto, es el individuo como miembro de la sociedad el que está obligado a no
contaminar, a ser un autorregulador y a concebir una conducta que preserve la naturaleza;
una forma de lograrlo es a través de la educación referente al medio ambiente, como se
expresa en la recomendación de la Conferencia de Estocolmo que insta "al desarrollo de la
educación ambiental como uno de los elementos más vitales, como un ataque general a la
crisis del medio ambiente mundial".
La educación ambiental busca la formación de individuos que tengan conciencia e interés del
medio ambiente y que participen activamente en la prevención y búsqueda de soluciones a
los problemas de contaminación y agotamiento de los recursos naturales. Por eso sería
bueno reflexionar y analizar cuán importante sería una generación de seres humanos
formados en el respeto por el medio, que integren nuevas organizaciones dedicadas a una
producción más limpia y al uso racional de los recursos, y a la creación de una cultura que se
reproduzca y permanezca interesada por la conservación de la naturaleza. Sobre todo, qué
tan importante sería empezar a participar en esto.
La responsabilidad objetiva significa que no es necesario probar la culpa del causante sino,
solo el hecho de que la acción (u omisión) causó el daño. A primera vista, la responsabilidad
basada en la culpa puede parecer más eficaz, desde el punto de vista económico, que la
responsabilidad objetiva en la medida en que los incentivos a los costos de
descontaminación no superan los beneficios de la reducción de las emisiones. Sin embargo,
diversos regímenes nacionales e internacionales recientemente adoptados tienen como base
el principio de responsabilidad objetiva, pues parten del supuesto de que el mismo favorece
la consecución de los objetivos medioambientales.
Así, la responsabilidad basada en la culpa es aplicable a los casos de actuación incorrecta
deliberada, resultado de negligencia o de falta de atención suficiente, como lo es el
incumplimiento de la normatividad vigente.

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