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El matrimonio y las finanzas

El tema del dinero es uno de los tres grandes temas y de más conflicto que existe en el
matrimonio además del sexo y la crianza de los hijos. Muchos divorcios vienen del producto
de una mala administración de las finanzas. Es la segunda o tercera causa de divorcio.

El dinero es un tema amplio y de mucha importancia en la Biblia. En los evangelios de


Mateo, Marcos y Lucas uno de cada seis versículos habla del dinero o de las posesiones, y
12 de sus 38 parábolas tienen el mismo tema. Jesús habló más sobre el dinero que del
cielo, del infierno y de la vida eterna.

Jesús declara en Mateo 6:24: «Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al
uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a
las riquezas». El término «servir» connota a alguien siendo esclavo de alguien o de algo.
Dios debe ser la prioridad en nuestras vidas no el dinero.

Pablo dijo que el “amor al dinero” es la raíz de todos los males. 1 Timoteo 6:10 dice: “porque
raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la
fe, y fueron traspasados de muchos dolores.” Entonces, el amor al dinero puedo incluso
hacer que nos extraviemos de la fe.

Los padres son los responsables de proveer para la familia (en primer lugar el esposo), por
ello se hace necesario que exista una planificación, inversión y ahorro, pero nuestra
esperanza final no está en el dinero sino en Dios.

Proverbios 11:28 dice: «El que confía en sus riquezas caerá...». 1 Timoteo 6:17-19 dice: «17
A los ricos de este siglo manda que no sean altivos, ni pongan la esperanza en las riquezas,
las cuales son inciertas, sino en el Dios vivo, que nos da todas las cosas en abundancia
para que las disfrutemos. 18 Que hagan bien, que sean ricos en buenas obras, dadivosos,
generosos; 19 atesorando para sí buen fundamento para lo por venir, que echen mano de la
vida eterna».

Tenemos la prioridad de proveer (no amontonar) para las necesidades de nuestras familias:

Marcos 7:10-13 Debemos proveer para el cuidado de nuestros padres mayores, en especial
cuando ellos no pueden sostenerse económicamente
Proverbios 13:22 La Biblia habla aún de herencia para los hijos, para ello será necesario
una buena administración hoy para el mañana.
2 Corintios 12:14 Los padres deben atesorar para los hijos
1 Timoteo 5:4,8 Debemos proveer en primer lugar para nuestras propias familias. Esto
también da testimonio de nuestra fe.

1. Las deudas:

Las deudas nos esclavizan (Proverbios 22:7)

Se nos manda a no deber nada a nadie (Romanos 13:8)


No debemos hacernos responsables del compromiso económico de otra persona (no ser
fiador). (Proverbios 6:1-5, 11:15, 17:18, 22:26-27.)

Las trampas de las finanzas: Las mentiras, los ocultamientos

2. Las Inversiones:

Jesús dio dos parábolas sobre cómo debemos administrar lo que él nos ha dado. ¿Cómo
podemos aplicar estos principios a las inversiones?

Mateo 25:14-29 En la parábola de los talentos vemos como el amo elogió al siervo que supo
invertir su dinero por el contrario castiga al que no hizo nada con el.

Lucas 19:11-26 En esta parábola también vemos como es elogiado el siervo que supo
invertir bien el dinero y logró ganancias.

Proverbios 31:16, 18, 20, 24 sabe hacer negocios, ayuda en la provisión para su familia
pero no para amontonar dinero para sí, sino para ayudar al que necesita, trabaja, planifica,
sabe invertir.

3. Algunas reglas en el gasto familiar

1. Tener un presupuesto. Nos permite ver cómo vamos a gastar el dinero y conocer
nuestras prioridades.
2. Ofrendar generosamente. “Dios ama al dador alegre.”
3. No comprar en forma compulsiva.
4. Formar conciencia familiar respecto del presupuesto.
5. Tratar de no competir socialmente. Seamos realistas. El apóstol Pablo dice: "Así que,
teniendo sustento y abrigo, estemos contentos con esto." (1 Timoteo 6:8).
6. Trabajar honestamente y administrar sabiamente el fruto de nuestro trabajo. ¡Seamos
agradecidos con lo poco lo mucho que Dios nos permite tener y administrémoslo juntos para
el bien familiar!
7. Recordar que un descuido puede hacernos caer en la codicia.
8. Orar.

4. Un presupuesto familiar

El presupuesto familiar es una forma de dar expresión a lo que es importante para ambos
cónyuges. El presupuesto puede evitar extraviarse de la fe y ser traspasado de muchos
dolores y nos aparta de la tentación de un excesivo amor al dinero.

Recuerde, uno de los objetivos del matrimonio es ser «una sola carne» (Génesis 2:24); lo
cual es sinónimo de unión, armonía, unidad. Una forma en la un esposo y una esposa
encuentran armonía y unidad en el matrimonio es teniendo una armonía de entendimiento.
Esto también es necesario respecto al manejo de las finanzas.
Aunque el esposo tiene la última responsabilidad por las finanzas familiares, ambos pueden
trabajar juntos para hacer las cosas. Un buen líder delegará las actividades a aquel que sea
más hábil en realizarlas.

4 formas en las que el presupuesto familiar (cómo usted administra las finanzas familiares)
puede ser una herramienta para fortalecer su matrimonio.

● Un presupuesto familiar es una herramienta para edificar la confianza en el


matrimonio. La manera en que administra su dinero puede edificar o debilitar la
confianza en la relación.
● Su presupuesto familiar es una herramienta para la comunicación dentro del
matrimonio.
● Un presupuesto familiar es una herramienta para ahorrar y administrar las deudas.
Proverbios 21:20 dice: «los necios gastan todo lo que consiguen». Por el contrario,
el hombre sabio se prepara para el futuro (Proverbios 6:6-8; Génesis 41:21-57).
● El presupuesto familiar es una herramienta para discipulado y bendición. Cómo
utiliza sus finanzas familiares de manera tal que motive el discipulado y la bendición
a otros.

Los diezmos y ofrendas ¿Cuáles son algunas razones para dar a Dios el dinero que él nos
da?

Proverbios 3:9-10 Debemos honrar a Dios con nuestros bienes.

Proverbios 11:24-25 El dar repercute en mayor bendición para nosotros

2 Corintios 9:6-15 Dios nos hace abundar para que podamos dar generosamente y
Dios reciba la alabanza.

La necesidad de pagar impuestos

Marcos 12:14-17 Jesús nos manda dar al César lo que es del César.

Romanos 13:4-7 Es Dios quien ha puesto las autoridades para nuestro bien y se nos
manda pagar nuestros impuestos.

Llevando a cabo tu presupuesto:

1. Calcula cuánto recibes cada mes.

2. Resta de esta cantidad tus impuestos y tu dar a Dios. Sobre el resultado trabaja tu uso
mensual del dinero que Dios te da.

3. Dividir el resultado de tu dinero neto entre las siguientes categorías:

Algunas categorías básicas de gastos:

Vivienda: Renta, mensualidades, servicios (gas, agua, luz, limpieza, etc.)

Comida: Gastos de la cocina, comer en la calle, invitar a comer, etc.


Transporte: Transporte público, auto, seguros de auto, etc.

Ropa: Comprar, confeccionar, efectos personales (champú, perfume, etc.)

Medicina: Médicos, dentistas, farmacias, seguros médicos, etc.

Diversión: Salidas, vacaciones, convivencias, etc. (incluye transporte)

Futuro: Cosas que quieres comprar, bebé, anualidades, etc.

Deudas: No deben existir (si las tienes, liquídalas lo más pronto posible)

Otros: Dependen de ti (ayuda a parientes, libros, escuela, etc.)

Extra: Para invertir o ahorrar, pero no para amontonar, sino para necesidades del futuro o
para dar en el futuro.

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