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1.

INTRODUCCION
Este articulo tiene como finalidad conocer e interpretar la historia empresarial de la ciudad
de Sincelejo, enfocados en Támara Samudio y sus aportes al crecimiento económico y
social de la misma a mediados del siglo XX, el cual fue un periodo muy importante en el
desarrollo de iniciativas empresariales en nuestra ciudad, donde se destacaron en su
mayoría los sectores ganaderos y comerciales; la investigación comprende … partes, la
primera parte se enfoca a los orígenes de la familia Támara Samudio entre los años 1818 y
1920, la segunda y tercera parte abordan temas sobre el papel que jugó la familia Támara
Samudio en las sociedades comerciales y empresas sincelejanas durante el periodo de los
años 1950 y 1960. Para esta investigación el instrumento que utilizamos para la recolección
de información fue una revisión documental, realizada a todos los artículos, documentos,
publicaciones relacionadas con la temática de las sociedades familiares y empresariales que
influyeron en la económica de la época, enfocándonos en el tema principal, a cerca de la
influencia en específico de los Támara Samudio en dicho crecimiento empresarial de la
ciudad de Sincelejo.

2. OBJETIVOS
2.1 OBJETIVO GENERAL
Conocer e interpretar la incidencia de la familia Tamara Samudio en la historia empresarial
de la ciudad de Sincelejo

2.2 OBJETIVO ESPECIFICO


 Identificar los aspectos fundamentales de la historia empresarial de Sincelejo.
 Conocer a cerca del papel de los Támara Samudio en la economía de Sincelejo
durante los años 50 y 60.
 Analizar de qué manera influyeron las sociedades familiares y empresariales como
Támara Samudio y otros, en el crecimiento económico, social y político de
Sincelejo.
3. JUSTIFICACION

Llevar a cabo esta investigación es importante porque nos permite determinar las
actividades empresariales más notables, las tendencias empresariales, las sociedades,
empresas y empresarios que impulsaron el sector económico, así como determinar los
grupos sociales que hicieron posible este proceso empresarial en la ciudad, para la época, se
consolidaron algunas sociedades tradicionales, pero entran al escenario empresarial nuevas
sociedades. Entre estas encontramos a la familia Támara Samudio, ellos marcaron de
manera positiva la historia de nuestra ciudad y departamento, ya que gracias a sus aportes
se logró aumentar el crecimiento económico y social de nuestra ciudad, generando fuentes
de empleo al emprender negocios y empresas que con el tiempo irían en auge, logrando de
esta forma avances económicos en nuestra ciudad. De igual forma resulta significativo que
nos interesemos en la historia de nuestra ciudad y en conocer un poco más a fondo sobre
nuestras raíces y la trayectoria económica, social y política que atravesó nuestra ciudad para
ser hoy la capital de nuestro departamento, así como las empresas o familias que tuvieron la
mayor influencia para que esto sucediera, que fueron muchas las sociedades y familias pero
en esta investigación nos enfocaremos en Támara Samudio y los aportes que ellos hicieron
para consolidar la economía de nuestra ciudad durante los años 50 y 60.

4. ESTADO DEL ARTE

Según (Osorio, 2013) Las constantes acciones populares generaron un movimiento de gran
impacto en la vida urbana de la época, especialmente en Sincelejo, ciudad la cual se podría
pensar en ese momento histórico, circulando entre dos imaginarios, por una parte, la ciudad
y región de progreso y por otra parte, Sincelejo la ciudad de los pobres, alejada de toda
prosperidad, con innumerables problemas urbanos y olvidada en el devenir de un país
fuertemente centralista. Los problemas más evidentes de la región de Sabanas al Sur de
Bolivar, en la primera mitad del siglo XX estaban representados en la carencia de
infraestructuras para el servicio de acueducto y alcantarillado, las falencias en el sistema
vial a nivel local y regional, y sobre todo las deficiencias en materia de vivienda para los
sectores populares, carencias que se hacían invisibles a la mirada de la administración y la
visión de unos grupos elites quienes pugnaban por el desarrollo de una región acomodada a
sus necesidades e ideales. Sincelejo la Ciudad de Progreso se podía ver desde la imagen de
prosperidad promocionada en la publicidad de los distintos medios de comunicación, en la
cual se hacía gala de Sincelejo por su gran actividad comercial y de servicios. Es así que
eran frecuentes en la publicidad de la segunda mitad del siglo XX, las referencias a la
hospitalidad y al progreso de la ciudad, sobretodo en la Calle Real (carrera 19), y en la
avenida Francisco H. Porras (calle 19), incipiente centro comercial y empresarial de la
ciudad. Dentro del contexto de este imaginario de ciudad y región de Progreso en las
sabanas del sur de Bolívar, se genera un grupo de personas con un carisma inigualable, y un
amplio sentido del bien común, una élite social con una visión que impulsaba la idea de
progreso de Sincelejo y Corozal, anhelando la autonomía de la región Sabanas del sur de
Bolívar. Dentro del grupo de personajes que hacían parte de esta élite que se venía
conformando en pro del desarrollo de la región, se pueden nombrar, entre otros en
Sincelejo, a Humberto Vergara Prados, Juan Perna Mazzeo, Luis Támara Samudio, Arturo
Cumplido Sierra, y en Corozal a Samuel Martelo Badel, y las familias De Vivero, Pérez,
importantes ganaderos y comerciantes de la época.

Las casas comerciales más relevantes están en manos de las familias Támara, García y
Samudio, con capitales superiores a $2.000.000. Firmas de estas familias son García &
Samudio Ltda., Támara Samudio & Cía., Leopoldo Támara e Hijos. Aunque cuentan con
un capital considerable, las sociedades sincelejanas no son de gran envergadura dentro del
ámbito nacional. Para este lapso de tiempo, ya han emigrado a otras ciudades las familias
de Arturo García y Rogelio A. Támara, que, en su orden, habían sido los más ricos de la
región. (MARTÍNEZ, 2008)
5. METODOLOGIA

6. RESULTADO DE INVESTIGACIÓN
6.1 Orígenes de los Támara Samudio
Según (HOZ, 2001) Entre los “vichengueros” encontrados por de la Torre y Miranda en
Sincelejo estaban Roque y Blas Támara, originarios de Burgos (España), además de otras
familias de origen español. La familia Támara participó activamente en el desarrollo
económico de Sincelejo desde el mismo momento de su fundación: Blas Támara, el hijo del
español Roque Támara, decidió adquirir una casa en la plaza de la iglesia de Sincelejo, a
donde se mudó con su familia y organizó su primera casa comercial.
En esa casa nació Manuel Támara Madrid en 1818, que junto a Sebastián Romero
(conocido popularmente como Don Chano) fueron agentes modernizantes de Sincelejo
durante la segunda mitad del siglo XIX, como ganaderos, comerciantes y políticos
liberales: “Ambos construyeron pequeños imperios comerciales y financieros (dinero al
interés) a los cuales les fueron añadiendo poco a poco el negocio de tierras y la ganadería”.
Sebastián Romero Acosta, Don Chano, era oriundo de Sincé (Sucre). Se estableció en
Sincelejo en la década de 1840 como comerciante de ajos y cebolla, y luego en las décadas
de 1860 y 1870 se convirtió en el hombre más influyente de las sabanas. Don Chano hizo
de todo: fue un político muy sagaz, además de ganadero, terrateniente, fabricante de
aguardiente y prestamista. Como gobernante Don Chano Romero ordenó la construcción de
ocho pozos “llorados” en Sincelejo, y así mismo inició la tradición de las corridas de toros
o corralejas.
El ascenso de la familia Romero en Sincelejo se logró en todos los aspectos: económico,
político y social. Además de su considerable fortuna y su poder político, los hijos de Don
Chano se casaron con miembros de algunas familias tradicionales de la región, que habían
llegado a Sincelejo en busca de un mejor porvenir: su hija Amalia se casó con el
cartagenero Antonio de Zubiría, Fermina con Miguel Arrázola Malo, de Cartagena, y
Francisco Romero con Carmela Kotright, de Sahagún.
Manuel Támara Madrid se casó con Carmen Herazo, de cuya unión nacieron varios hijos,
entre ellos Adolfo Támara Herazo, en 1848. Adolfo estudió con los mejores educadores de
Sincelejo y luego adelantó por correspondencia un curso de contabilidad comercial que
ofrecía la Escuela Normal Superior de Bogotá.
Los conocimientos y destrezas adquiridos en contabilidad le permitieron a Támara Herazo
independizarse económicamente de su familia una vez cumplidos los 20 años de edad. Se
trasladó a la población tabacalera de Colosó, en donde fundó una escuela, puso una tienda,
una gallera y una caballeriza, y abrió una oficina de asesoría comercial que prestaba
servicio a los tabacaleros de la zona. En Colosó vivió por espacio de cinco años (entre 1868
y 1873), período durante el cual acumuló un considerable capital.
De regreso a Sincelejo, Adolfo Támara organizó una casa comercial con algunos de sus
familiares y administró la fábrica de aguardiente dejada por su difunto hermano Manuel. En
1876 fundó junto con otros amigos el periódico “La Mañana” y en 1885 fue de los primeros
ganaderos colombianos que viajaron a Cuba para negociar ganado en ese mercado
caribeño. Hacia 1880 encontramos a Adolfo Támara convertido en socio industrial de la
casa de comercio Cáceres y Espriella, y más tarde formalizando con Manuel Sierra la casa
comercial “Támara & Sierra”.
En plena Guerra de los Mil Días, Támara reactivó sus exportaciones de ganado hacia la isla
de Cuba. Adolfo Támara murió en 1916, y de su matrimonio con Josefa López Castillo dejó
varios hijos, entre ellos Rogelio y Leopoldo Támara López. Rogelio se casó con una hija
del ya próspero ganadero y comerciante Arturo García y Leopoldo con una hija de Luis
María Samudio, también comerciante y dueño de un alambique.
En 1920 se protocolizó la disolución de la sociedad “Hijos de Adolfo Támara”, que
integraban Josefa de Támara, además de Rogelio, José y Eustorgio Támara López, para
conformar tiempo después la Casa “Támara y Samudio Ltda.”

6.2 Papel de la familia Támara en sociedades comerciales y empresas sincelejanas en


los años 50’
Basados en (MARTÍNEZ, 2008) En la ciudad, se crean sociedades en los diversos ámbitos
de la economía y surgen empresarios independientes, especialmente en el sector comercio.
La mayor parte de las casas comerciales son familiares, que se unen a otras, en muchas
ocasiones, por medio por lazos matrimoniales de sus miembros.
Las sociedades más ricas son las ganaderas. La sociedad más prestigiosa de la región, cuyo
capital se construye principalmente por la actividad ganadera, Hijos de Arturo García &
Cía, ya está radicada en Barranquilla y su lugar, en el horizonte local, es ocupado por
sociedades de menor capital como Antonio Guerra e Hijos y las familias Támara y García
Samudio. Aspecto destacable es la acumulación de utilidades que permite el incremento del
capital de diversas sociedades, lo que muestra un emprendimiento interesante a pesar de las
circunstancias sociales, económicas y de infraestructura del medio.

Para la época ya no son comunes las firmas de carácter colectivo. El tipo de sociedad
predominante es la de responsabilidad limitada. Casi todas las sociedades presentan una
estrategia de diversificación, pero al llegar a los años 60s se observa una estrategia de
concentración. Dadas las condiciones sociales de esta década, las firmas son administradas
exclusivamente por los hombres, a pesar que en los estatutos figurasen socios mujeres,
quienes tienden a ser las esposas o hermanas del socio principal, sin poder en la
administración y uso de la razón social. Son pocas las excepciones a esta regla.
Entre las sociedades tradicionales figuran García & Samudio, conformada nuevamente en
este período por Carmen García de Támara, Leopoldo E. Támara, José A. Samudio,
Henrique Samudio, quien se retira en 1957, y Luis Támara Samudio. Su capital en 1957 es
de $460.000. Su administrador es Jorge Támara Samudio, quien además de ser empresario,
labora en el sector público, es así como en 1957 es apoderado del Instituto Nacional de
Aprovechamiento de Aguas y Fomento Eléctrico, y en los años 1957 y 1958 se desempeña
como Secretario de Hacienda Departamental de Bolívar.

García & Samudio Ltda, integrada por Leopoldo Támara López, Luis Támara Samudio,
Carmen García de Támara y Ana María Samudio. En 1959 se convierte en una sociedad
colectiva con el nombre de Támara García & Samudio, con el retiro de Carmen García de
T. Su capital en 1959, pasa de $460.000 a $1.000.000.
Otra Sociedad destacada es Hijos de Juan P. Escobar, conformada por Benjamín Escobar y
Anastacia Bustamante Vda. de Escobar (ya fallecida) con un capital en el año 1959 de
$941.524,90. En este periodo se liquida y constituye nuevamente. Igualmente, Hijos de
Antonio Nader, con un capital de $450.942,88 y Leopoldo Támara e Hijos, que se liquidan
y constituyen nuevamente. La sociedad Rogelio Támara & Cía. Se traslada a Barranquilla.

De igual forma hubo otras sociedades como J. E. Vergara & Cía. Feris Hermanos Ltda.,
Hernández & Cía., María de Guerra e Hijo, Antonio Guerra e Hijos, entre otros muchos,
que tuvieron una gran influencia en nuestra ciudad, no solo económica, sino también social
y política, lo cual contribuyó en gran manera al desarrollo y crecimiento de la Ciudad y de
la región.

También hubo muchos negocios en el sector comercio, sector manufactura, sector servicios
y empresas de transporte que contribuyeron fuertemente al auge de la economía de la
Ciudad, El Taller Ford, de la sociedad García & Samudio, es también una de las firmas
afamadas. Gasolinera MECHA, creada en 1943 en Sincelejo, se domicilia en Cartagena.

6.3 Papel de Tamara y Samudio en las sociedades y empresas en los años 60

De 1961 a 1970 se crean aproximadamente 77 firmas registradas en Notaría. Con el avance


de la sociedad, los empresarios conforman diferentes tipos de negocios para llenar los
nuevos “satisfactores” de la población. De esta forma, se registran sociedades con empresas
dedicadas a la industria alimenticia, especialmente gaseosas, construcción de puertas y
ventanas de aluminio, bloques prefabricados (en los 40's y 50's las casas de las familias
adineradas eran construidas en mampostería), reparación de máquinas con sistema diesel,
arquitectura, ingeniería y construcciones, administración de aeropuertos, bolsas de empleo,
vigilancia. Permanecen negocios como las estaciones de servicio, confecciones, trilladoras
de piedra, finca raíz, fábricas de muebles, venta de títulos de capitalización y seguros,
distribución de material cinematográfico, radiodifusión, tipografía, educación.
De las nuevas firmas, algunas pertenecen a sucesores de sociedades tradicionales, las
cuales continúan bajo la administración de la nueva generación.
En cuanto al capital, la mayor parte de las firmas creadas tienen un capital entre $70.000 a
$100.000 y las de mayor proporción, en un rango de $300.000 a $700.000. Diferente es el
caso de Leopoldo Támara e Hijos con un capital de $7.000.000. Es de anotar que las
familias Támara, Samudio y García, emparentadas entre sí, poseen firmas con capitales
superiores a $2.000.000.
En el lapso de 1961 a 1970 se disuelven y liquidan unas 23 sociedades, se disuelven y
vuelven a constituirse prontamente dos firmas, y unas 14 casas comerciales nuevas se
liquidan en este tiempo.

Cuadro 1. Sociedades creadas y registradas en Notaría en la década del 60

Fuente: (MARTÍNEZ, 2008)

Se puede afirmar que tipografía Lealtad es una de las sociedades con menor capital
($10.000), en cambio, Rafael H. García e Hijos se constituye con $1.706.890,90. Las
sociedades tradicionales elevan su capital como son los casos de Antonio Guerra e Hijos
con $2.860.665,17 en 1967; Támara Samudio & Cía. con $2.000.000 en 1967, e Hijos de
Antonio Nader, que en un lapso de siete años lo incrementa a $3.337.236. María de Guerra
e Hijo, sigue conservando el mismo capital (($733.000). No se presentan cambios en la
composición del capital en sociedades como Hernández & Cía. ($556.970,18 en 1965), José
V. Zuccardi & Cía. Ltda., Hijos de Agustín Hernández, Salvador Cavallo e Hijos ($320.000
en 1968), y Tulena & Abirami. (MARTÍNEZ, 2008)
7. DISCUSIONES

En la década de los 50s, Sincelejo ve florecer iniciativas empresariales que moldean la vida
de los sincelejanos, dan respuesta a las necesidades de bienes y servicios de la región y son
fuentes de empleo. Algunas de ellas evolucionan y se transforman, dadas las circunstancias
de cada momento, siendo éste el caso de la empresa de energía, pero otras de gran
popularidad, como las empresas de la industria de la confección, desaparecen después de
los años 70's. (MARTÍNEZ, 2008)

8. CONCLUSIONES

9. BIBLIOGRAFIA

Viloria, Joaquín. (2001). Ganaderos y comerciantes de Sincelejo, 1880 – 1920. Banco de


la República. Cuadernos de historia económica y empresarial.

Pertuz, Aylin. (2008). Historia empresarial de Sincelejo, Años 1936 – 1950. Revista


Búsqueda. (9), 44 – 64.
Pertuz Martínez, A. (2015). HISTORIA EMPRESARIAL DE SINCELEJO. Revista
Pensamiento Gerencial, (3). https://doi.org/10.24188/ISSN.v0.n3.2015.151

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