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POESÍA ANIMAL
SESIÓN 4: LOS DOMÉSTICOS
Este elogio, que constituiría una absurda lisonja si estuviera escrito sobre cenizas humanas, no es más que un
justo tributo a la memoria de Boatswain, el perro nacido en Newfoundland en mayo de 1803 y que murió en
Newstead el 18 de noviembre de 1808.
Aquel río
está en la memoria
como un perro vivo
dentro de un bolsillo.
Lo que vive
no se embota.
El hombre,
porque vive,
choca con lo que vive.
Vivir
es ir por entre lo que vive.
El que vive
incomoda de vida
el silencio, el sueño, el cuerpo
que soñó con cortarse
trajes de nubes.
Como un cachorro
es más espeso que una manzana.
Espesa
como una manzana es espesa.
Aquel río
es espeso
como lo real más espeso.
Espeso
por su paisaje espeso,
donde el hambre
extiende sus batallones de secretas
e íntimas hormigas.
Es espeso
por su fábula espesa;
por el fluir
de sus jaleas de tierra;
al parir
sus negras islas de tierra.
Así comienza
***
Si estás leyendo este libro
***
Una historia común de perritos
***
La tormenta (Bear)
1.
Bear dijo: «Lo sé, debería estar pendiente
tuyo, pero no puedo
si te quedas atrás platicando».
2.
Iba a salir por unos días, llamé
a la guardería canina e hice una reservación.
Bear me escuchó.
Cancelé el viaje.
El perro (fragmento)
Susana Villalba (n. 1956)
escarbo
escarbo
escarbo
el hueso de dios
todavía puede estar
en el corazón caliente
de la tierra
es imposible para mí
amar a un árbol
le salto
y sigue absorto
de las estrellas
que le pasan
no soy un árbol
no puedo
entender su quietud
cae la noche
como la realidad
mi universo es un baldío
me ovillo
en las raíces duras
de mi amor
envidio la noche
cayendo como un cazador
de espejismos
quién despierto
creería
en los sueños
doy vueltas
alrededor del árbol
le salto
salto de amor
y caigo
otra vez en mí
enamorarse es eso
“Oda al gato”
Pablo Neruda (1904 – 1973)
No hay unidad
como él,
no tienen
la luna ni la flor
tal contextura:
es una sola cosa
como el sol o el topacio,
y la elástica línea en su contorno
firme y sutil es como
la línea de la proa de una nave.
Sus ojos amarillos
dejaron una sola
ranura
para echar las monedas de la noche.
Oh pequeño
emperador sin orbe,
conquistador sin patria,
mínimo tigre de salón, nupcial
sultán del cielo
de las tejas eróticas,
el viento del amor
en la intemperie
reclamas
cuando pasas
y posas
cuatro pies delicados
en el suelo,
oliendo,
desconfiando
de todo lo terrestre,
porque todo
es inmundo
para el inmaculado pie del gato.
Oh fiera independiente
de la casa, arrogante
vestigio de la noche,
perezoso, gimnástico
y ajeno,
profundísimo gato,
policía secreta
de las habitaciones,
insignia
de un
desaparecido terciopelo,
seguramente no hay
enigma
en tu manera,
tal vez no eres misterio,
todo el mundo te sabe y perteneces
al habitante menos misterioso,
tal vez todos lo creen,
todos se creen dueños,
propietarios, tíos
de gatos, compañeros,
colegas,
discípulos o amigos
de su gato.
Yo no.
Yo no suscribo.
Yo no conozco al gato.
“El sabio”
Denise Levertov (1923 - 1997)
traducción de Leonor Silvestri
Gatos
Darío Jaramillo Agudelo (n. 1947)
Estados de la materia.
Los estados de la materia son cuatro:
líquido, sólido, gaseoso y gato.
El gato es un estado especial de la materia,
si bien caben las dudas:
¿es materia esta voluptuosa contorsión?
¿no viene del cielo esta manera de dormir?
Y este silencio, ¿acaso no procede de un lugar sin
tiempo?
Cuando el espíritu juega a ser materia entonces se convierte en gato.
¿Cómo lograr que la quieta palabra escrita posea la quietud del gato que duerme, cómo
hacer que la torpe palabra
nombre la oscuridad con mirada de gato, su fijeza,
de qué manera conseguir palabras
con la tersura de la piel del gato,
a veces, pocas, palabras uña de gato,
y otras, muchas más, con el movimiento del gato, su sigilo,
su distancia,
cómo decir palabras que posean
el silencio del gato,
cómo hacer que la palabra me contenga
y yo desaparezca,
hecho silencio,
como se desvanece entre la noche
un gato?