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CICLO: III.
AÑO LECTIVO:
2022
PRESENTACIÓN.
FIN.
ATOQ CUTEQ.
(Mito)
En las faldas del cerro Ilucán, debajo del " arenal Grande”, se encuentra una roca de
considerable volumen. La erosión pluvial, supuesta figura de una vieja agazapada en constante
afán de acecho, esta mole tiene el siguiente pasado legendario.
Antes de que la tribu de los “Cuteqs” fuera conquistada por los Incas y pasado un gran
diluvio que inundó el valle de Cutervo, el cerro Ilucán fue escenario de vida, en sus diversas
manifestaciones, donde poblaba una tribu pacífica dedicada a la agricultura, ganadería y
artesanía, sin descuidar por supuesto su territorio para ello con un pequeño ejército.
Uno de los principales soldados fue el pequeño ATOQ CUTEQ (zorro del lugar), era
valiente y zagas, tal como lo afirma su nombre. Poseía una vista inigualable, pues podía divisar
otros ejércitos a muchos kilómetros de distancia. Pero por cosas del destino bastó un pequeño
descuido para que el honorable muchacho no se percatara de la presencia del enemigo. Era el
ejército de los Incas comandados por el inca Túpac Yupanqui. Tarde fue su reacción, porque el
ejército incaico tomaba ya posesión de las faldas del gran Ilucán.
La tribu de los “Cuteqs” desprevenida y ocupada de las tareas de campo, no tuvo
tiempo de organizarse para protegerse y tomar resistencia, por lo que no les quedó más remedio
que someterse pacíficamente a una nueva y poderosa autoridad.
ATOQ CUTEQ, como era de esperar, fue odiado por todos los de su tribu, principalmente por
el cacique y por el brujo ya que ambos habían perdido sus grandes poderes de autoridad, por
haberse quedado dormido el día de la conquista lo cambiaron el nombre de ATOQ CUTEQ por
ATOQ RUMY (zorro de piedra) .Desde ese entonces para el infortunado soldado joven, la vida
no tenía razón de ser, todos lo miraban con desprecio, hasta la mujer de sus amores.
Una noche muy oscura y llena de tinieblas se escuchó un desgarrador grito que hizo
tiritar hasta las mismas estrellas del cielo.
ATOQ CUTEQ, después de blasfemar contra sus dioses, había tomado la decisión de
poner fin a su vida, lanzándose por los abismos empinados del lado sur del cerro. Donde en su
caída hizo temblar a la tierra.
Al rayar la aurora del amanecer, los moradores llenos de inquietud, quisieron averiguar
lo sucedido, y su sorpresa fue enorme: Los ojos del joven guerrero ATOQ CUTEQ se habían
separado de la cara y de ambas retinas habían brotado sus blancos arenales; en cambio en
cuerpo pesado y dormilón, que hacía un poco más abajo, se había convertido en una roca
enorme de forma de una vieja, asentándose en el lugar que hasta hoy existe.
Con asombro y susto los pobladores de su tribu contemplaban el inesperado
acontecimiento. La apenada Urpy Warmy, novia del infortunado ATOQ CUTEQ, sostuvo que
esos ojos eran lo más lindo que el muchacho poseyó en la vida. El amauta aclaró que esa era la
razón para que surgieran los arenales embellecedores del nuevo paisaje lugareño. En cambio, el
veterano hechicero vaticino dijo que el cuerpo pesado y dormilón, convertido en una roca
enorme, seguiría poseído por el demonio que en la posterioridad atraparía a las personas de
espíritus débiles.
Desde entonces las generaciones de la ciudad lo conocen a aquella roca enorme con el
nombre de "LA VIEJA", Muchos afirman que esta roca maléfica cobra vida y hace
movimientos durante las noches y retorna a su estado normal en las primeras horas del alba.
Algunos lo han visto andar por los contornos del cerro, aunque con mayor frecuencia por
el sitio llamado infiernillo, lugar preferido de las "almas en pena". Dicen también que aún
durante el día suele apoderarse de espíritus especialmente de los niños, por ello es indispensable
que todo aquel que pase por ahí le ofrezcan dádivas consistentes en trozos de piedra o de tierra,
los cuales son arrojados al montón desordenado que se ha formado a su alrededor. Diciendo:
-"Vieja toma tu azúcar."
-"Vieja toma tu sal."
-"Vieja toma tu manteca."
Pues se dice que aquellos que no lo hacen esas ofrendas corre el riesgo de perder su
ánima, entonces se vuelven perezoso y enfermo porque su espíritu está en pena y posesión del
vestigio maligno de Atoq Cuteq. Y para lograr la liberación del demonio es necesario la
intervención de curanderos especialistas en "limpias" y "sacas de ánimo" practicadas por las
noches en días martes y viernes.
FIN.