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Mi historia: muchas piezas, un solo resultado

- Isabel Sajquín

Recuerdo haber tomado asiento en el sofá, recuerdo sentir el calor que emitía la taza de
chocolate presente en mis manos, recuerdo la sonrisa en su bello rostro, pero aún más,
recuerdo sus palabras y la historia que estaba por contarme. Verán, un pequeño secreto he
conservado conmigo a lo largo del tiempo, es una ventana al pasado, un momento que mi
vida marcó; se trata de una simple historia que probablemente ya conoces, pero que, para una
niña de 5 años puede ser un destello que trae consigo fuertes anhelos a su pequeño corazón.
Esta historia hablaba sobre carreras y competencias, hablaba sobre cómo una liebre súper
veloz había perdido una carrera por haberse dejado llevar por su arrogancia y orgullo, hablaba
sobre cómo una tortuga súper lenta había ganado esa misma carrera gracias a su
determinación y perseverancia. Recuerdo entonces la petición que mi abuelita me solicitaba:
“sé perseverante hija, y lucha por alcanzar tus metas, sin importar los obstáculos, no te
detengas”. Así pues, fue como en el corazón de aquella niña se estableció un claro objetivo:
no rendirse.

Es de esta forma que comienza mi historia, una niña que a lo largo de su crecimiento ha
intentado dar su mejor esfuerzo en cada cosa que realiza, que ha intentado ser como la tortuga
para alcanzar sus metas y que ha intentado no rendirse al caerse. Así pues, mi historia tiene
altos y bajos, han habido momentos buenos y otros malos; he visto, vivido y experimentado
tantas cosas, es como si cada una de ellas fuese una pieza fundamental que conforma el
rompecabezas de mi vida, lo voy armando poco a poco, mientras más vivo, más piezas junto
y más completo se va viendo este. Entonces soy un rompecabezas y entre las piezas que me
hacen ser yo, puedo mencionar las siguientes.

PIEZA I: El Rey de Reyes


La primera pieza es la del centro, pues a partir de ella se pueden comenzar a unir las demás.
Aquí van los deseos de mi corazón, mis sueños y mis objetivos, también es aquí en donde va
Dios, quien es mi roca. Desde que tengo memoria, mis padres me han enseñado a amarlo y a
acercarme a él. Es por esto que he participado en algunos eventos de caridad, pues me gusta
poder ayudar a quienes me rodean, algunos de estos eventos han sido por pura iniciativa de
mi familia: hemos ido a celebrar navidades en un asilo de ancianos en donde llevamos
tamales para comer y llevamos guitarras para cantar y pasarla bien, también hemos ido a
pueblos a regalar ropa y juguetes que ya no usamos. Por otro lado, también he realizado
servicio comunitario en Ayuvi y en Techo, actividades que me gustan y en donde puedo ser
servicial hacia personas necesitadas.

De la misma manera, gracias a mi relación con Dios, he aprendido a tocar algunos


instrumentos, pues formé parte del coro de mi iglesia. Aprendí a tocar la guitarra y aprendí
también a tocar la mandolina, ambos instrumentos lastimaban mis dedos (porque para que el
instrumento suene adecuadamente, se debe hacer presión en las cuerdas), pero eso no me
detuvo, todos en el coro dábamos nuestro mejor esfuerzo y logramos tocar misas cada
domingo.
PIEZA II: El Círculo de Confianza
Mi familia es una pieza fundamental, somos muy unidos y amorosos, mis padres siempre han
estado allí para apoyarme, para escucharme y para demostrarme su amor incondicional. No
tenemos grandes lujos, no viajamos constantemente, tampoco comemos en extravagantes
restaurantes y tampoco podemos comprar cosas a cada rato; pero eso no importa del todo,
porque tengo todo lo que necesito, tengo amor, tengo alegría, tengo una casa en donde
vivimos y nunca nos ha hecho falta la comida en la mesa.

Soy la hija mayor, tengo un hermano y una hermana y puedo decir que tenemos una relación
única, en donde podemos bromear de cualquier cosa, podemos reír y divertirnos, podemos
apoyarnos en las tareas de la escuela y las tareas de la casa, podemos ver series en Netflix y
pasarla bien juntos, pero sobretodo, podemos confiar unos en otros; en otras palabras, mi
familia es mi círculo de confianza.

PIEZA III: Los Frutos de la Cosecha


Además de mi familia, una pieza fundamental que me hace ser yo, son mis estudios. No me
considero una sabelotodo ni un cerebrito, pero sí me considero perseverante; cada vez que me
cuesta mucho un tema, busco la manera de entenderlo, para esto veo videos en YouTube, leo
libros o solicito ayuda a mis catedráticos, intento no darme por vencida. Gracias a esto es que
he tenido buenas notas desde que soy pequeña, me gusta pensar que mis esfuerzos son la
cosecha que brindará frutos y recompensas gratas en mi futuro.

De hecho, puedo decir que he disfrutado ya de algunos frutos, pues antes de terminar tercero
básico en un colegio que quedaba cerca de mi casa, tuve la oportunidad de ganar la Beca para
Bachillerato Avanzado, la cual era brindada por el Colegio Americano de Guatemala. Fue una
experiencia increíble porque todo era muy distinto a lo que yo conocía, no solo por tener
ciclo americano, sino por los excelentes profesores, por los buenos amigos que hice y por lo
que aprendí; así que, fueron dos años llenos de magia. A la vez, haber estado en este colegio
me dió las agallas de postularme para obtener una beca en la Universidad del Valle de
Guatemala, la cual también obtuve, así que logré estudiar en dos lugares maravillosos que
estaban lejos de mi alcance económico, pero que se acercaron a mi gracias a mis esfuerzos.

PIEZA IV: Fuera de la Realidad


Los estudios no son lo único que forma parte de mi, hay otras actividades que han formado
parte de mi vida desde que soy pequeña y otras que he ido adquiriendo al crecer. Entre estas
actividades está el deporte, he practicado básquetbol desde que tengo 3 años (mi padre es un
gran jugador y me enseñó a jugar desde pequeñita), es un deporte que disfruto y que me ha
permitido desestresarme de mis tareas, me ha permitido hacer nuevas amistades y generar
habilidades de competición y liderazgo al trabajar en equipo, pues suelo ser la armadora. A la
vez, jugar este deporte me ha permitido participar en muchos torneos, ganar algunas medallas
y unos cuantos trofeos en equipo.
Así pues, me gusta mantenerme activa, tanto mental como físicamente. Es por esto que
también adoro leer, me encantan los libros y las historias que hablan sobre amor, sobre magia,
sobre fantasía; libros que te hacen llorar y que se quedan en tu corazón por siempre, libros
que te transportan a otros lugares. También me gusta mucho escribir, así que cada vez que
encuentre alguna frase o palabra que me llame la atención, la anoto en mi cuaderno y dejo
que mis pensamientos fluyan, puedo decir que gracias a esto, soy una persona creativa
también.

Así que, esta soy yo, claramente faltan más piezas, pero las que puse son las piezas base, de
ellas se originan las demás. Aún así, cada pieza tiene una ubicación precisa, al unir todas se
genera un resultado armonioso, pues cada pieza tiene una razón de ser tal como es.

Para contestar la pregunta: ¿Por qué soy un candidato ideal para la beca? Puedo usar como
prueba todas las piezas de mi rompecabezas y aún así, no sentirme la candidata ideal ni la
candidata perfecta, porque en realidad, no lo soy. No soy perfecta, tengo muchas
inseguridades, muchos defectos y cometo muchos errores, pero creo que sí soy la candidata
que se esfuerza, que da su mejor esfuerzo para cumplir con todo, que es responsable en sus
deberes, que es perseverante y no deja las cosas a medias, y que intenta ser luz y dejar su
marca a donde quiera que va. Así pues, sigo siendo la tortuga, con la diferencia de que, ahora
persigo sueños más grandes y corro competencias más largas.

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