La Chaskanawi

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LA CHASKAÑAWI

Adolfo, joven nacido en el seno de una familia pueblerina, regresa de visita en fín de año
a su lugar de origen, San Javier de Chirca. Adolfo, huraño y de caracter arisco, mientras
estudiaba en Sucre no pudo adaptarse al círculo de amistades y relaciones pese a su
imagen de persona distinguida, de "buena familia" y hombre de fortuna.

En Chirca, conoce a la chola Claudina, morena, agraciada, de picaresca sonrisa y de


diamantinos ojos negros, ella expendía bebidas alcoholicas en el mostrador de una
tenducha.

Adolfo entabla una relación sentimental desaprobada por la madre de Adolfo, por su
hermana y en general por todo el entorno.

Con el tiempo ambos confiesan amarse y Adolfo esta en la encrucijada de terminar su


insípida relación con Julia "señorita" del pueblo a cambio del amor que sentía por
Claudina, los malditos prejuicios sociales envolvian su mente.

El tiempo transcurre y Adolfo, olvida los proyectos de regresar a sus estudios en la


ciudad de Sucre. Cierto día despues de beber en casa de Claudina a quien insiste en
poseerla y siendo rechazado por ella, se aleja en dirección de la casa de Julia. Al
empujar la puerta y viendola semidesnuda , sintió la necesidad bárbara de poseerla. Al
día siguiente se vé triste, sombrío y atormentado por los recuerdos de su vil
comportamiento.

Casarse con Julia sin amarla, darle un abortivo eran sus opciones mientras en su mente
solo cabia espacio para Claudina.

Las fiestas de carnaval fueron el inicio de una estrecha relación de Adolfo con el alcohol,
al tiempo que Caludina aumentaba el desprecio por él, al enterarse del compromiso
matrimonial con Julia.

Julia se convirtió en la mujer "oficial" de Adolfo, mujer que le quitaba la soledad sin
darle compañia, mujer a la que encontró odiosa, vulgar, tonta hasta la rabia.

Hastiado de su esclavitud conyugal Adolfo entra en la política asuzado por sus amigos,
mas que por convicción y por escapar de una vida vacía. Entanto Claudina abandona San
Javier para irse a Mollepata a atender una finca que recibió de herencia por parte de una
tía.

Las viscicitudes que atraviesa Adolfo culminan en una vida campestre alejada de la
ciudad, donde todo es malo, desde el agua potable hasta la moral pública y privada. Él
vive abrigado bajo las polleras de una chola.
La novela de Carlos Medinaceli, es imprescindible en la literatura boliviana. Su trabajo
incluye un cúmulo de artículos con temas de importancia socilógica, está presente en su
visión literaria la división de clases, culturas y política.

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