Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Rrecifes de coral
CONDICIONES EXTREMAS
La zona abisal, correspondiente al espacio encontrado entre los 4 000 y los 6 000
metros de profundidad, se caracteriza por ser un ambiente muy frío con
temperaturas entre los 0 y 3 grados, una presión hidrostática extremadamente
elevada, escasez de nutrientes y ausencia total de luz.
Formada cuando la corteza oceánica subduce bajo la corteza continental con un
leve ángulo de inclinación –lo cual produce la ruptura de la litósfera y la formación
de una fosa– esta zona morfológica de la geografía del fondo marino ocupa más
de 70% del área total de los océanos.
Por ser una zona a la que no llega la luz solar, la vida en esta parte del océano
está representada únicamente por animales, ya que los vegetales, al no contar
con luz, no pueden fotosintetizar. A los seres pertenecientes a este lugar los
podemos dividir en dos grupos: fauna abisal vertebrada y fauna abisal
invertebrada.
Loticos
Un ecosistema lótico es el ecosistema de un río, arroyo o manantial. Incluído en
el medio ambiente están las interacciones bióticas (entre plantas, animales y
microorganismos) así como las interacciones abióticas (físicas y químicas).[1]
El adjetivo Lótico se refiere al agua fluvial, del Latín lotus, participio
pasado de lavere, lavar. Los ecosistemas lóticos pueden contrastarse con
los ecosistemas lénticos, término que abarca las aguas terrestres relativamente
estancadas tales como lagos y estanques. Juntos, estos dos ecosistemas formal
el campo de estudio general de la limnología, que puede contrastarse a
la oceanografía.
Las aguas lóticas pueden tener diversas formas, del venero con unos cuantos
centímetros a los grandes ríos con un cauce de varios kilómetros de ancho. [2] A
pesar de tales diferencias, las siguientes características comunes hacen de la
ecología de las corrientes de agua un hábitat único, distinto de otros hábitats
acuáticos:[3]
El flujo es unidireccional.
Presenta un estado de cambio físico continuo.
Hay muchos grados de heterogeneidad espacial y temporal, a todas
las escalas (micro-habitats).
Gran diversidad de ecosistemas lóticos.
El biota está especializado para vivir en condiciones fluviales.
Polos
La fauna abisal o fauna abisopelágica hace referencia a todas aquellas especies marinas
que habitan en lo más profundo de los mares y océanos.
La zona abisopelágica o abisal es uno de los niveles en los que está dividido el océano
según su profundidad, está situada por debajo de la zona batipelágica y por encima de
la hadopelágica y corresponde al espacio oceánico entre 4000 y 6000 metros de
profundidad.[1]
La zona abisal es una región afótica, lo que significa que ninguna luz penetra en esta parte
de los océanos y mares; estas constituyen alrededor del 75% del espacio oceánico habitable.
[2]
Sin embargo, algunas características de estos organismos de aguas profundas como
la bioluminiscencia son visibles en la zona mesopelágica (aguas marinas situadas entre 200
y 1000 metros de profundidad). La mesopelágica es una región disfótica, es decir, aquella
parte del océano donde la luz es escasa o mínima. [3] Son ciertas especies que nadan
libremente, viven y se alimentan en aguas abiertas a dichas profundidades y muy raramente
se aproximan a la superficie.