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Desde Althusser, si la escuela se entiende como como el aparato ideológico del Estado; y la
pedagogía como la ciencia que estudia y analiza las prácticas educativas como fenómeno socio-
cultural, la pedagogía crítica en Althusser sería el estudio de las prácticas educativas que
transmiten, constituyen y refuerzan las ideas, prácticas y modos de ser de la ideología del estado
imperante, que ya en contexto de Althusser sería el Estado Liberal burgués, aunque considero que
podría aplicar para cualquier otro tipo de constitución de Estado. Así la escuela y la reflexión de
sus prácticas necesariamente “reproducen la sociedad” que habitan y les da razón de ser.
Althusser dirá que “toda acción pedagógica sería una imposición arbitraria de la cultura de la clase
dominante” Acá en esta parte considero que sí se ha dado una democratización de los saberes en
la escuela, y se ha ampliado el espectro de materias, es posible que la diferencia de lo que se
enseña ya no sea tan marcada. Lo que es problemático, considero puede analizarse mejor desde el
planteamiento de Baudelot y Establet quienes plantean “la teoría de la escuela dualista” quienes
advirtieron dos estructuras escolares la burguesa y la del proletariado, si bien entonces los saberes
y el espectro de aquello que se enseña se ha ampliado, sí se siguen presentando diferencias tanto
de contenido, como en los modos de enseñanza, desde las prácticas regulatorias del
comportamiento, infraestructura y servicios, número de estudiantes por profesor, contexto social
y posibles proyectos de vida realizables, los cuales inculcan y marcan la conciencia de clase.
Ya desde el texto de Piedad ortega Valencia, quien habla principalmente de la pedagogía crítica en
Colombia, lo hace principalmente desde la perspectiva de Paulo Freire, reivindicando la educación
popular y su relación “práctica-teoría -práctica” la cual invita a la reflexión y la construcción de
conocimiento desde el quehacer, planteando así que en el quehacer hay una construcción de
conocimiento, la cual devela, genera y articula un tejido entre “organizaciones populares,
movimientos sociales y educativos y la reflexión de las prácticas pedagógicas y socioculturales”
(p.27) de un territorio.
Algunos de sus términos, e hilo de argumentación, son términos muy amplios y no concretizan una
idea o un curso de acción para alcanzar, así sea de manera parcial, lo que pretenden lograr, por lo
que se vuelve un mal oponente en el mundo de las ideas y a la hora de concretar proyectos viables
ejecutables que realmente den respuesta a las problemáticas que plantea, así, al no concretar
dichas acciones, dinámicas y curso de acciones, su opositor, quien ya e lleva ventaja histórica, en
su capacidad de mantenerse, enunciar y ejecutar lo que propone, le sigue tomando más ventaja,
pues toma sus ideas como propias y las incorpora en su agenda, para seguir legitimando su
hegemonicidad.
Considero que, Jesús Palacios acertó al invertir los roles de la educación y la división de clases, no
siendo la escuela la causa de ésta sino la consecuencia.
La escuela crítica representada en Bourdieu y Bernstein presentan al poder hegemónico como
inquebrantable, como si no presentara conflictos o contradicciones, lo cual Henry Giroux pondrá
de plano, y planteará una postura contrahegemónica.
No considero que haya algún tema o planteamiento de las pedagogías críticas que esté
completamente agotado.
Algunos aspectos que podrían considerarse como NO vigentes, considero, es porque se han venido
trabajando y explorando, y parecen no ser relevante, pero eso no implica que se hayan agotado.
como por ejemplo las reflexiones hechas por Walter Benjamin sobre el niño/a advirtiendo la
importancia de las ilustraciones en los libros para niños/as: “el niño exige del adulto una
representación clara y comprensible, pero no infantil, mucho menos lo que el adulto concibe como
ello” considero que este es un aspecto que ha cambiado y mejorado muchísimo con respecto a la
ilustración infantil, y que puede seguir explorándose e incluso llevarse a otros ámbitos de
expresión creativa, no sólo la ilustración; además, esa “falta de seriedad con el niño” como decía
Walter Benjamin, también se evidencia
pues en términos de participación y de tener voz y voto aún sigue estando en un segundo plano en
relación a la noción de cuidado y protección de este.
¿Qué implicaciones tiene pensar innovación y ciudadanías desde las pedagogías críticas?
La innovación entendida como un mecanismo que introduce cambios a los procesos de producción
y servicios ya existentes para mejorarlos, sobre todo en su noción de eficiencia de producción de
capital, no simplemente mejorarlos para un bien estar general, las pedagogías críticas, harán
hincapié en la falsedad de dicho término. Sin embargo, si tomamos el término en un espectro más
amplio, considero que, pensar la innovación y el concepto de ciudadanía desde esta postura
necesariamente implica pensar unas prácticas pedagógicas para una educación por fuera de las
lógicas de un estado constituido desde las dinámicas del capitalismo y sus principios (Ej: La
competencia y el individualismo, reforzando así prácticas de colaboración en comunidad o
colectivos sobre todo en términos de toma de decisiones fundamentales). De esta misma manera,
para las ciudadanías, es pensar un sujeto que se asume y se piensa a sí mismo en su quehacer e
interrelaciones y dinámicas, sean políticas, económicas, culturales e institucionales, por fuera de
una sociedad constituida y conformada bajo las formas del capitalismo y la división de clases
sociales que supone.
Ahora claro está que no todas nuestras prácticas, que haceres y consideraciones necesariamente
están sujetas o vinculadas de manera estricta al capitalismo, sin embargo, en muchas ocasiones
(por no decir que en todas) para llevarlas a cabo o materializarlas sí se requiere unos materiales,
instrumentos y servicios que dependen del modo de intercambio económico establecido, el cual
en este caso es el capitalismo.
Que además nos lleva a otro problema, el hacernos creer que no hay un sistema
hegemónico contra el cual estar alertas, sobre todo porque hace ver a su oponente como la
vía hacia el solipsismo.