Está en la página 1de 14

Licenciado:

José Carlos Enrique Hurtarte Fajardo

Curso:

Contabilidad General

Tema:

Análisis de Documento

Nombre:

Helen Gabriela Quezada Ordoñez

CIF:

202204653

Fecha:

Miércoles 22 de Junio de 2022


Introducción

En el presente trabajo es un análisis moral el porque de la importancia que altos


directivos y todas las personas en una organización o empresa tengan esa moral y
ética, veremos situaciones que muchas veces son un poco difíciles de evitar, o
como el hacer una situación puede llevar a un desglose de consecuencias, una
tras otra, además ver que ciertas acciones si bien tiene un juicio hay que analizar
e investigar los precedentes de los mismos.

Analizar la responsabilidad personal que tiene cada persona y ver el hecho que
muchas veces hay causas que se da por negligencia o ignorancia, y como el ser
humano tiene la libertad de decidir y como esta le otorga a la mayoría que puedan
tomar decisiones y nos permite esta responsabilidad.

Observaremos como cada ser humano tiene una conciencia educada o no y esto
funciona como un juez en nuestro interior y nos dicta que hacer lo correcto o lo
incorrecto dependiendo de los valores que se encuentren en ella.
La Responsabilidad Personal del Directivo
Sabemos que todos los directivos tienen unos cometidos funcionales, sim
embargo las decisiones y actos influyen de gran manera en otros, tanto los
subordinados como fuera de la empresa, por ello deben tener sumo cuidado
porque esto influencia a su grupo alrededor, pueden ser directivos, accionistas,
clientes, proveedores, la sociedad en sí, etc. Y esto puede afectar a la empresa y
su circulo por ejemplo el mercado, la cultura, etc.
Muchas veces estos directivos pueden tener un debate sobre la conciencia y
¿Cómo actuar ante casos específicos? ¿Qué tipo de circunstancias podrían
justificar el actuar de cierta manera?
Hablando un poco de la responsabilidad y del origen etimológico, la
responsabilidad se deriva de la palabra respondere, que significa responder. Esta
responsabilidad se refiere a la capacidad del ser humanos de responder ante los
actos que se realiza y las consecuencias de los mismos.
Una persona es irresponsable cuando tiene un modo de actuar irreflexivo,
deliberado o poco fundamentado, y cuando no esta dispuesta a asumir las
consecuencias de las acciones efectuadas. Se le llama así ya que una persona no
tiene las razones válidas para actuar de determinada manera en asuntos
importantes.
La libertad nos lleva a responder por nuestros actos. La libertad esta condicionada
por muchos factores, internos y externos. Al tener libertad se nos permite tener
responsabilidad, establecer normas sociales para la convivencia, hay personas
que tienen más libertad para hacer lo que les parece mucho mas conveniente y se
pueden encontrar personas con menor sentido de la responsabilidad. Pero ¿Ante
quién somos responsables de nuestros actos?
La sociedad y las personas que nos rodean nos pueden tildar de cómplices de
determinadas acciones, y se espera de cada uno de nosotros un comportamiento
moralmente correcto, al menos en lo que se puede repercutir a ellos ya sea
porque resulta directamente perjudicados o por el deterioro del clima social que
suelen ocasionar las conductas inmorales.
Esta responsabilidad moral más que con los demás es con uno mismo, cada uno
tiene una conciencia o un juez interior que aprueba o desaprueba cada acción que
decidimos realizar. Es lo que denominamos conciencia y que percibimos como
algo esencialmente distinto de la satisfacción experimentada por el éxito o la
insatisfacción por un fracaso.

La conciencia se presenta como un testigo que reconoce algo anterior a ella, que
es la existencia de valores éticos como la justicia, la amistad, la lealtad y la
veracidad. Recordemos que también existe un juez o un legislador al que le
llamamos Dios.
La responsabilidad implica que quien actúa sea dueño de sus actos, esto a su vez
exige reconocer la acción y sus consecuencias, la responsabilidad esta ligada a
dos grandes facultades de la mente humana el intelecto y la voluntad. El intelecto
permite razonar, y la voluntad otorga la capacidad de elegir entre realizar la cosa
más conveniente o la menos inconveniente porque gusta más, pero elegida de
forma deliberada y libre.

Voluntariedad es determinación a actuar por voluntad propia y sabiendo lo que se


hace, hacerlo de forma deliberada y libre. Se debe realizar un análisis según el
grado de voluntariedad que tan imputable puede ser.

Es un asunto de gran importancia considerar la imputabilidad, el directivo


empresarial, puede evaluar su propia conducta como para juzgar el
comportamiento de los demás cuando este sea necesario, se debe considerar si
una acción es más o menos imputable, para esto se debe indagar en el
conocimiento y consentimiento con que se ha efectuado una acción.

Por ejemplo, al considerar la ignorancia o inadvertencia al actuar mal, hay


culpabilidad o no según que sea vencible o invencible. Invencible: incapacidad de
conocer formas éticas o de advertir hechos relevantes. Vencible: negligencia, falta
de interés o de atención en aspectos moralmente relevantes.
La ignorancia invencible elimina la voluntariedad de hacer algo teniendo en cuenta
su moralidad. Es por eso que una actuación procedida de ignorancia invencible no
es moralmente imputable al sujeto agente.
Recordemos que la ignorancia a la ley no exime de su cumplimiento ya que de
otro modo, la mayoría de personas podría alegar ante una corte o un juez
ignorancia dejándolos impunes de todas las infracciones.
En cambio, cuando la inadvertencia con evitables o vencibles, son moralmente
imputables, ya que esto tiene su origen en el desinterés en la formación personal,
en no pedir el consejo a quien puede darlo o en no prestar suficiente atención a
determinada actividad. Por ejemplo, si ponemos un directivo de operaciones, que
desconoce la peligrosidad de los productos que se manipulan en fabrica o que se
despreocupe de cómo eliminar o disminuir los riesgos de su manejo.
La culpabilidad aumenta en proporción a la negligencia, imprudencia o desinterés
demostrado y la gravedad de la acción.
El consentimiento es otro elemento clave de la voluntariedad, ya que este es el
acto propio de la voluntariedad, es hacer algo porque se quiere, cabe recalcar que
no es lo mismo sentir que consentir. Aunque el consentimiento puede verse
afectado por factores externos, como los físicos, ebriedad, drogadicción,
discapacidades mentales. Aunque la falta de consentimiento disminuye la
voluntariedad, aunque no exija responsabilidad en el acto que se realiza en un
momento determinado por falta de consentimiento, puede existir responsabilidad
en la causa, en aquello que dio origen a dicha acción. Un ejemplo de ello, al
atropellar a alguien con un estado de ebriedad se puede decir que no hay un
consentimiento actúa, pero hay un consentimiento en su causa.
Existen actos completamente involuntarios, que no son imputables y, por tanto, no
existe ninguna responsabilidad, por falta invencible de intención o de libre
elección. Actuando con voluntariedad hay responsabilidad.
Existe dos tipos de voluntariedad. Voluntariedad directa: cuando se decide hacer u
omitir alguna acción para conseguir alfo que se quiere por sí mismo o como medio
para alcanzar algún fin. Cuando se realiza una venta hay voluntariedad directa o
cuando se amplia un negocio.
Voluntariedad indirecta: cuando conscientemente y por propia iniciativa se realiza
una acción, que es causa de algo que no se quiere por sí mismo, pero se prevé,
Un ejemplo de ello puede ser la contaminación atmosférica de una fábrica o en un
accidente laboral que se hubiera podido evitar formando mejor a los operarios. En
este ejemplo habría voluntariedad del fabricante en la causa del accidente si era
más o menos previsible que el defecto pudiera dar lugar al accidente.
La pregunta que surge es saber hasta que punto las consecuencias asociadas a
una acción son imputables al sujeto que la realiza, y por ellos se debe fijar en
varios elementos relevantes, como los siguientes:

- La previsión de las consecuencias de la acción: no se puede eludir la


responsabilidad de las consecuencias razonablemente previsibles por el
solo hecho de que no formen parte de los objetivos. Por ello no puede
eximirse de responsabilidad contaminar, ya que la intención abarca no solo
los objetivos, sino también las consecuencias razonablemente previsibles
asociadas a la acción.

- La proximidad causal entre la acción y sus consecuencias: las


consecuencias dan lugar a otras consecuencias, y así sucesivamente. La
responsabilidad no se extiende por igual a las consecuencias inmediatas de
la acción que a las mas lejanas. Para determinar la responsabilidad en la
consecuencia de una acción habrá que tener en cuenta la mayor o menor
proximidad causal entre la acción considerada y la consecuencia evaluada.

- La posibilidad de evitar las consecuencias negativas: cuando estas


consecuencias son negativas, es muy importante saber si podrían ser
evitadas con medios razonables.

- La obligatoriedad derivada de la capacidad de quien actúa para evitar o


minimizar las consecuencias secundarias: las consecuencias de esta
acción pueden dar lugar a una mayor responsabilidad según la obligación
que tiene de evitarlas quien actúa, ya sea por razón del cargo o posición
que ocupa.

- La razón de la necesidad por la que se realiza la acción y la proporción


entre esta razón y las consecuencias negativas: las consecuencias siempre
son evitables si no se realiza la acción que las origina, aunque esta razón
pudo ser necesaria por alguna razón, para obtener algún efecto primario

Una acción puede dar lugar a algún efecto malo previsible, o a varios.
Modos de responsabilidad directiva:
Conlleva una responsabilidad de las acciones propias y en acciones ajenas en la
medida en que el directivo ha inducido o ha cooperado a su realización mediante
acciones cometidas u omisiones intencionales.
Responsabilidad por comisión
Esto corresponde a actos directamente voluntarios. Se trata de actos realizados
con intención de conseguir algún objetivo o lograr una meta.
Todo acto directamente voluntario es imputable a su autor por cuanto es obra de
su deliberación y de su libre elección.
Responsabilidad por omisión:
Esto ocurre cuando no se realizan actos que había obligación de hacer y
realmente se podían hacer. Sería un acto de omisión no establecer las normas
adecuadas para proteger la salud de los obreros o no proporcionar los medios
necesarios para la seguridad e higiene en el trabajo por parte de quien tenga a su
cuidado la actividad de estas personas.
Responsabilidad por inducción a acciones ajenas:
El directivo empresarial al actuar o dejar de hacerlo, induce a otros a realizar
acciones. Puede hacerlo de diversos modos.
Ante la inducción del directivo sus colaboradores y subordinados siguen siendo
responsables de sus respectivas acciones, un primer modo de inducción es
pidiendo o mandando una acción de otro, ya sea de manera explicita o tácita. Otro
modo de inducir a la acción es persuadiendo a oro a que realice una determinada
acción. Puede realizarse de diversos modos. Uno de ellos es aconsejando,
alabando o criticando decisiones o acciones ajenas.

La inducción a una mala acción puede tener lugar al aconsejar unos determinados
medios sin consideración moral alguna, o negando su inmoralidad o persuadiendo
de la bondad de una acción ilícita. Los denominados sistemas de dirección
también ejercen persuasión, los sistemas incentivos que establecen algún tipo de
recompensa según sea la actuación de empleados y directivos, los sistemas de
evaluación que orientan objetivos y modos de hacer de colaboradores y
subordinados, y el sistema de formación impartida al personal de la empresa.

También habrá que incluir aquí los criterios y requisitos exigidos en la sección y
promoción del personal, y el modo de diseñar carreras profesionales.
Las acciones de cualquier ser humano se ven influidas por el modo de pensar y
actuar de otras personas de su entorno social, aun sin mediar solicitud, consejo o
persuasión. En la empresa se convive mucho tiempo y la influencia recíproca es
innegable. Un directivo servicial y diligente suele estimular a quienes tiene a su
alrededor a actuar del mismo modo.
Un directivo que esta considerado como la persona honrada y digna de imitar, y
que por consiguiente actúe mal, tiene mayor responsabilidad e influencia sobre
posibles imitadores que alguien que es considerado como una persona con pocos
escrúpulos y con escasos imitadores.

En el escandalo directo hay plena culpabilidad, pero en el indirecto no siempre es


imputable, ya que puede tener lugar como efecto inevitable de una acción justa.
Esto ocurre cuando alguien sigue el ejemplo de alguien que ha conseguido un
puesto por medio de influencias, cuando en realidad no ha sido así.
El escandalo indirecto no se hace con el fin de inducir a la acción ajena, aunque
puede preverse cierta imitación.
Responsabilidad por cooperación a acciones ajenas:
Los actos de cooperación a la realización de acciones ajenas son muy frecuentes
en el ámbito empresarial. Todos cooperan de una u otra manera, por ejemplo el
inversor coopera a la actividad de sus clientes con los productos o servicios que
les suministran, los compradores cooperan a la actividad de la empresa
vendedora, las empresas y las agencias publicitarias cooperan al sostenimiento
económico de los medios de comunicación a los que contratan sus anuncios, etc.
Al trabajar en una empresa u organización, todas las acciones de un directivo o de
un empleado coopera de modo más próximo o más remoto a otras acciones
realizadas por otras personas de la empresa.

El criterio ético lleva a cooperar al bien tanto como sea posible, y evitar cooperar al
mal. Sin embargo, ese último, resulta problemático, puede pasar un ejemplo que a
un directivo mientras se encuentra realizando sus funciones se le pida realizar o
cooperar el trabajo de otros que son éticamente reprobables. A veces por la
presión muy fuerte. Ante todo hay que intentar no ceder a dichas presiones.
Conviene buscar alternativas que evitan la cooperación al mal. Veamos los dos
mods de cooperación a una acción ajena.
- La cooperación formal: que se realiza aprobando la acción ajena.
- La cooperación material que se realiza por necesidad o bajo presión sin
aprobar la acción ajena, siendo más bien victimas de la situación.
La cooperación formal al mal se quiere de modo voluntario y directo algo malo, la
cooperación formal al mal es siempre ilícita, en cambio la cooperación material al
mal indirectamente se colabora a una acción ajena mala, aunque sin aprobarla ni
asumirla, y por una razón de necesidad. La colaboración prestada es una
consecuencia mala de una acción. Si la acción con la que se coopera es buena, la
cooperación material al mal seria justificable si se trata de un mal menor tolerado
como una consecuencia que no es querida ni evitable.
1. La causa de necesidad para cooperar, atendiendo :
 Las razones objetivas para cooperar, considerando los viene o males
morales que se seguirán de cooperar o de no cooperar.
 La imposibilidad de impedir la acción ajea. En ocasiones, la acción de
quien coopera será tan importante para la realización de la acción ajena
que la negativa a cooperar puede ser suficiente para impedir esta ultima
acción. Es lo que ocurre con los conocimientos de algún experto o por
razón del cargo ocupado.
2. La gravedad de la acción ajena en relación con la cooperación. Esto
requiere examinar:
 Valoración moral de la acción ajena: cuanto mayor sea la gravedad de
la acción a la que se coopera mayor deberá ser la causa de necesidad.
 Proximidad causal de la cooperación cuanto mayor sea la proximidad
causal, mayor deberá ser la causa de la necesidad. Suele distinguirse
entre cooperación inmediata, próxima y remota, según la proximidad
física o moral entre la acción realizada y la del que coopera, o el grado
de influencia que se tenga para evitar la acción ajena. Es una
clasificación cualitativa nada precisa, pero que ayuda a la reflexión.
Por ultimo caso de que se considere aceptable la cooperación, habrá que tomar
algunas cutelas para minimizar los efetos malos derivados de la cooperación. Para
ser concretos sería necesario:
 Evitar el escandalo a personas que, sin conocer todas las circunstancias
que lleven a una persona honrada a actuar cooperando materialmente a
una mala acción ajena, pueden sacar conclusiones desacertadas.
 Poner los medios para no relacionar alguna falsedad, de modo que el
sujeto pueda acabar justificando la mala acción ajena. De otro modo, se
podría pasar fácilmente de la cooperación material a la cooperación
formal.
 Revisar periódicamente si han cambiado las circunstancias y ya no se
justifica seguir cooperando al mal.

Es necesario buscar cooperar al bien y evitar todo lo posible la cooperación al mal.


Esta ultima solo será aceptable en casos más bien extremos en los existe la
certeza de que la acción propia no es intrínsecamente mala y la cooperación es el
único medio para obtener un bien necesario o para evitar un grave daño, A veces
suele ocurrir en ciertas situaciones empresariales en los cuales algún superior
jerárquico para actuar mal o para cooperar al mal.
En las empresas se lucha contra estos problemas dejando claro que se espera
una conducta ética en todos los empleados, y los miembros de los altos
jerárquicos. Por eso se ofrece ayuda o protección a sus profesionales asociados
ante posibles abusos de poder en la empresa, mediante códigos de conducta de
obligado cumplimiento.
Se puede decir que todos los directivos el llevar el sentido de la responsabilidad es
parte de su calidad humana. Que este plenamente consiente de su condición y de
lo que exige su cargo en la empresa y en la sociedad. También requiere valorar
adecuadamente la responsabilidad de cada una de las acciones que realiza y su
influencia en acciones ajenas.
Ser responsable no reduce a cumplir los deberes. Es una actitud constante
disposición a responder positivamente a la apelación a los valores, por exigente
que sea. Actuar de modo responsable requiere saber que se debe y las
repercusiones de las propias acciones en las demás, es la voluntad de quiere
actuar bien y de ser responsable.
Pero entonces, ¿De qué somos responsables? A lo largo de la historia se ha
presentado el alcance de la responsabilidad del ser humano de modos diversos,
hay posturas como la maximalista que aboga por una responsabilidad colectiva
que abarca todos los problemas sociales. Y el grupo minimalista, que es un solo
responsable de las de las consecuencias inmediatas y pretendidas por el
individuo, sin que importen para nada los problemas de la sociedad, ni siquiera los
creados por la actuación personal si no se buscaban.

Al analizar la postura maximalista tiene como característica de las ideologías de


corte colectivista que abogan por una responsabilidad universal. El planteamiento
minimalista es propio del individualismo, cada uno se preocupa de lo suyo y
responder de las consecuencias directivas de sus acciones, y de nada más.
La responsabilidad es siempre algo personal, también en situaciones
generalizadas y complejas cuya autoría no es fácil de identificar y donde, en
apariencia, la responsabilidad queda diluida. Por ejemplo si nos ponemos a pensar
en alguna sociedad donde hayan problemas de hambre, la responsabilidad se
atribuye a estructuras sociales y a la situación socioeconómica hay personas que
pueden y deben actuar según el cargo y posición ocupados en la sociedad.
En una conferencia por el sociólogo Max Weber, quien tenía gran predilección por
los modelos ideales, advertía dos comportamientos contrapuestos que están
regidos por teorías éticas diversas. Se denominan: ética por convicción y la ética
por responsabilidad, esta basada en valores y deberes. La ética de la convicción
sería una teoría ética vigente en el ámbito de lo privado, mientras que la ética de
la responsabilidad.
Hay un tipo de ética de la responsabilidad, relativamente extendido en el ámbito
empresarial y político, denominado utilitarismo. Según esta teoría, una acción es
éticamente correcta cuando produce la mayor felicidad, entendida como
satisfacción, para la mayoría de las personas que reciben los efectos de la acción.
Aunque el inmediato es la imposibilidad de conocer todas las consecuencias.
Si analizamos el utilitarismo pone en tela de juicio algo tan importante en ética, y
tan aceptado como lo son los derechos humanos inherentes a toda persona. En
una empresa se podría erradicar ciertas soluciones utilitarias, siendo satisfactorias
para la mayoría, pero dar lugar a injusticias manifiestas.
Con el utilitarismo se podrían justificar ciertas situaciones que cualquier persona
honesta calificaría de atropellos si son mayores las satisfacciones de las personas
beneficiadas que las de las perjudicadas.
Hay algo muy importante por analizar que las éticas de la responsabilidad o hablar
con mayor precisión, las éticas consecuenciales como el utilitarismo, prescinden
del sujeto agente y de su intencionalidad. La ética no tiene nada que ver con la
conciencia personal ni con el perfeccionamiento del sujeto. Es más bien la
cuestión de expertos.
Mantener una doble ética, una vida privada y otra en la empresa, da lugar a una
auténtica esquizofrenia. Es claro que el directivo es responsable de las
consecuencias de los actos que comete, pero también de las razones y causas
con las que actúa. No tiene sentido aceptar una doble ética, la ética es única en
sus principios, aunque en los juicios morales particulares esos principios han de
aplicarse a las circunstancias del caso.
¿Qué sucedería cuando se realiza una extorsión, resistir o ceder?
A veces ocurre cuando algunos empresarios o directivos de empresa al ser
sometidos a extorsión por parte de alguien con poder para otorgarle algo a lo que
se siente pleno derecho. Estos pueden llegar a de ser de una línea jerárquica
elevada como funcionarios, directores, políticos o incluso secuestradores.
Ante todo, es necesario señalar que la acción a realizar no es un soborno,
mediante el cual se vicia el juicio de quienes deben tomar decisiones conforme a
derecho, sino conseguir algo a lo que se tiene pleno derecho. Sobornar es
cometer una acción intrínsecamente mala, como lo es también aceptar un soborno
y extorsionar. El acto de ceder ante una extorsión no puede clasificarse
intrínsecamente malo, aunque si es ilícito en cualquier circunstancia.
Sin embargo, con situaciones como estas es normal que las personas consulten si
esto esta bien o esta mal, pero esta pregunta debe formularse con la siguiente:
¿Qué puede hacer ante esta situación? Investigar si hay alternativas. Verificar si
se puede erradicar la corrupción pues hacerlo, aunque no sea posible cambiar hay
que resistir todo lo que se pueda, indagar hasta que punto es verdad la amenaza
de la extorsión, negociando otras alternativas menos malas o buscando modos de
evasión.
Hay empresas que aplican políticas como no ceder nunca ante una extorsión,
prefieren perder una venta, o dejar de hacer negocios en un factor determinado o
con un cliente potencial, antes de ceder ante esta extorsión.
Conclusión:

En este análisis pudimos notar los comportamientos humanos que conllevan a la


vida responsable o irresponsable dependiendo de los actos de cada persona,
sabemos que todos fallamos por eso realizar un análisis de lo que estamos
haciendo y previamente visualizar las causas que nos conlleva consecuencias de
los actos.

Dependiendo del punto de vista humano una falta puede se considerada grabe
debido a quien también la ejecute, es diferente que un empleado cometa una falta
a un alto ejecutivo, aunque la falta sea la misma, se verá de una forma mas
impropia por alguien de un alto cargo, por motivo que existen las personas que los
siguen y el circulo social que lo rodea.

En mi caso dando un análisis personal de este documento y de los actos


cometidos anteriormente en esta asignatura me di cuenta que no fue en absoluto
lo correcto, que no esta bien seguir el camino fácil, que si sigo con este
comportamiento esto llevará a que mi entorno, la sociedad con la que convivo y mi
país se llene de más corrupción de lo que ya está.

En la mente siempre he tenido un refrán quien es fiel en lo mínimo es fiel en lo


mucho, pero también quien falla en lo mínimo falla en lo mucho, es fácil criticar a
grandes funcionarios de corruptos que se roban el dinero de los impuestos, el
dinero que cada guatemalteco trabaja de forma honrada, pero ¿y yo? Si estando
en una situación mínima bajo presión como puedo accionar al estar en una
situación como los gobernantes de mi país, o si llegaría a actuar igual que ellos.

Estas reflexiones me dejo este trabajo el analizar que no quiero llegar a ser una
persona corrupta, redimir mis acciones y hacer en el futuro las cosas correctas,
para que todo lo que me rodee y aporte a la sociedad sea algo productivo.

También podría gustarte