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Tema 5
Desde el principio vamos a ver que el ser humano, difícilmente acepta la culpa o la
responsabilidad de sus hechos, mas al contrario siempre trata de justificarse de sus malas
acciones, Gén 3:11 Y Dios le dijo: ¿Quién te enseñó que estabas desnudo? ¿Has
comido del árbol de que yo te mandé no comieses? Gén 3:12 Y el hombre
respondió: La mujer que me diste por compañera me dio del árbol, y yo
comí. Gén 3:13 Entonces Jehová Dios dijo a la mujer: ¿Qué es lo que has
hecho? Y dijo la mujer: La serpiente me engañó, y comí. En ningún momento
vemos a Adán ni a Eva aceptando sus propias responsabilidades, sino que los que hacen es
tratar de justificarse delante de Dios, echándole la culpa a otros.
Tristemente para toda actitud mala, siempre tenemos una justificación y al final
terminamos sintiendo que de alguna forma tenemos la razón en lo que hicimos o en el
porqué, lo hicimos. Tratar de que una persona reconozca su propio error no es fácil y la
tarea del profeta Natán, era difícil, 2Sa 12:1 Jehová envió a Natán a David…pues
durante más de un año la conciencia del rey David estaba cauterizada y esto lo hace
todavía más peligroso, pues en muchas ocasiones muchos reyes que eran advertidos por
errores cometidos en el pasado, terminaban apresando o inclusive matando al mensajero.
Este fue un periodo muy oscuro y peligroso para cualquiera que tratara de decir algo con
respecto al pecado cometido en la vida de David, algunos amigos cercanos a David, sabían
el pecado de David, pero nadie se atrevía a decir nada con respecto a ello; pues lo que nos
hace personas sensatas y correctas es la sensibilidad que Dios nos da al quitar la piedra de
nuestro corazón Y les daré un corazón, y un espíritu nuevo pondré dentro de
ellos; y quitaré el corazón de piedra de en medio de su carne, y les daré un
corazón de carne, para que anden en mis ordenanzas, y guarden mis
decretos y los cumplan, y me sean por pueblo, y yo sea a ellos por Dios. Eze
11:19-20; pero en este momento la sensibilidad de la conciencia del rey David esta
cauterizada y esto lo hace una persona inestable y emocionalmente peligrosa.
El profeta Natán, recibe la orden de Dios de amonestar al rey David por su pecado y el
profeta está claro que su vida puede correr peligro; ora mucho buscando la dirección de
Dios, para hacerlo de la mejor manera, pues si Dios no le da las palabras en vez de arreglar
el problema se puede hacer mayor la insensibilidad del rey y en torno a esto es que Dios le
dá a Natan, el contar una historia de injusticia, “…Había dos hombres en una
ciudad, el uno rico, y el otro pobre. El rico tenía numerosas ovejas y vacas;
pero el pobre no tenía más que una sola corderita, que él había comprado y
criado, y que había crecido con él y con sus hijos juntamente, comiendo de su
bocado y bebiendo de su vaso, y durmiendo en su seno; y la tenía como a una
hija. Y vino uno de camino al hombre rico; y éste no quiso tomar de sus
ovejas y de sus vacas, para guisar para el caminante que había venido a él,
sino que tomó la oveja de aquel hombre pobre, y la preparó para aquel que
había venido a él. Y esto lo hizo así porque para todos es mucho más fácil ver los
errores en otros, que en nosotros mismos y de hecho que la historia produjo el juicio
correcto de parte del rey 2Sa 12:5 Entonces se encendió el furor de David en
gran manera contra aquel hombre, y dijo a Natán: Vive Jehová, que el que
tal hizo es digno de muerte. Esta es la sentencia correcta, bajo juramento que hizo el
rey para el culpable. Esto le dio la oportunidad al profeta para ser claro y directo. 2Sa 12:7
Entonces dijo Natán a David: Tú eres aquel hombre. (Puedes ver la cara de
sorpresa del rey) Así ha dicho Jehová, Dios de Israel: Yo te ungí por rey sobre
Israel, y te libré de la mano de Saúl, (lo que somos y lo que seremos es por su
misericordia) 2Sa 12:8 y te di la casa de tu señor, y las mujeres de tu señor en
tu seno; además te di la casa de Israel y de Judá; y si esto fuera poco, te
habría añadido mucho más. (Nosotros mismos somos los que detenemos la bendición
y prosperidad de Dios por medio de nuestras malas acciones) 2Sa 12:9 ¿Por qué, pues,
tuviste en poco la palabra de Jehová, haciendo lo malo delante de sus ojos? A
Urías heteo heriste a espada, y tomaste por mujer a su mujer, y a él lo
mataste con la espada de los hijos de Amón. 2Sa 12:10 Por lo cual ahora no
se apartará jamás de tu casa la espada, por cuanto me menospreciaste, y
tomaste la mujer de Urías heteo para que fuese tu mujer. 2Sa 12:11 Así ha
dicho Jehová: He aquí yo haré levantar el mal sobre ti de tu misma casa, y
tomaré tus mujeres delante de tus ojos, y las daré a tu prójimo, el cual
yacerá con tus mujeres a la vista del sol. 2Sa 12:12 Porque tú lo hiciste en
secreto; más yo haré esto delante de todo Israel y a pleno sol. En la VERSION
DEL LENGUAJE SENCILLO, dice: 2Sa 12:11 Tus propios hijos te harán sufrir
mucho. Si a escondidas tuviste relaciones sexuales con la mujer de otro, yo
haré que otros tomen a tus mujeres y se acuesten con ellas delante de todo el
mundo”. Palabras duras, principalmente para un rey, pero es de destacar que David tiene
un corazón aún con conciencia y esto le hace ver que los juicios de Dios son justos y
correctos, Sal 51:3 Porque yo reconozco mis rebeliones, Y mi pecado está
siempre delante de mí. Sal 51:4 Contra ti, contra ti solo he pecado, Y he
hecho lo malo delante de tus ojos; Para que seas reconocido justo en tu
palabra, Y tenido por puro en tu juicio.
Cuando recibimos la Palabra de Dios, es como agua que cae y hace germinar la tierra o sea,
le devuelve la vida y la hace germinar, pues la hace reverdecer; pero también hay que
considerar que no toda la tierra recibe el agua para bien y no toda la tierra produce fruto de
bendición, pues cada tierra germina de lo que lleva dentro, Heb. 6:7 Porque la tierra
que bebe la lluvia que muchas veces cae sobre ella, y produce hierba
provechosa a aquellos por los cuales es labrada, recibe bendición de Dios;
pero la misma Palabra, cuando cae en tierra mala, da otro tipo de resultados, Heb. 6:8
pero la que produce espinos y abrojos (por la misma agua) es reprobada, está
próxima a ser maldecida, y su fin es el ser quemada. El que nuestra tierra o vida
tenga “verdor o sequedad”, eso depende de cómo nosotros reaccionemos ante la
palabra que se nos es enviada, atraves de los mensajeros de Dios.
Simplemente la Palabra viene sobre nosotros, para darle verdor y provecho a nuestra
tierra y eso se produce cuando dejamos, que el agua de Dios, penetre en las entrañas de
nuestras sequedades causadas por el pecado.