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La leyenda del pez koi

En cierta oportunidad, un pequeño pez de la familia koi, que nadaba junto a su


familia por el río Dorado, quiso remontar las aguas para llegar al río Azul. La entrada se
encontraba río arriba; traspasando el portal del Dragón, se llegaba a la Gran Cascada del
río Azul. Allí, los peces más valientes -los peces dragones- volaban por los cielos
iluminando toda la oscuridad. La mayoría de los habitantes del río Dorado pensaba que era
mucho más fácil seguir nadando con el fluir de la corriente del río y no se interesaba por lo
que había detrás del portal del Dragón. Sin embargo, el pequeño koi, decidido a encontrar la
Cascada de la que tanto le había hablado su padre, se dispuso a nadar río arriba contra la
corriente.

Lentamente avanzaba el pequeño pez y se abría paso por el río. En su camino


encontró numerosos obstáculos: un gran monstruo que tragaba todo lo que nadaba a su
paso, agua sucia y oscura que no lo dejaba ver nada y, por sobre todo, la fuerza del agua
que lo arrastraba en dirección contraria. El pez koi continuó; ya estaba cerca, lo presentía,
hasta que notó que algo extraño ocurría: cada vez había menos agua a su alrededor. Pronto
comprobó que, un poco más allá, se levantaba un muro de piedra que llegaba casi hasta el
cielo. Al otro lado del muro, se alzaba el portal del Dragón. Para traspasarlo, el pez koi
pensó que debía saltar lo más alto posible. Así lo intentó una y otra vez. Sin embargo, su
cuerpecito caía nuevamente a las aguas del río Dorado y el cansancio hacía que el muro le
pareciera mucho más alto aún.

Mientras el pequeño koi reunía nuevamente fuerzas para intentar otro salto, el Dios
de las Aguas, que lo estaba observando, emocionado por la valentía del pez, decidió darle
una mano. Hizo llamar a las olas para que lo acompañaran en su impulso y, de este modo,
alcanzara la cima y lograra pasar del otro lado del portal del Dragón. Así ocurrió. El pequeño
koi desapareció en la niebla y, al poco tiempo, renació convertido en un precioso pez
dragón.

Desde ese día, siempre que otro pez encuentra el coraje, la fuerza y la
perseverancia para ir a contracorriente hasta alcanzar las aguas del río Azul, es
recompensado con la metamorfosis y transformado en un precioso pez dragón.

Leyenda oriental elaborada a partir de diversas fuentes.

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