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FORO TEMATICO: REALIDAD PROBLEMATICA

Caso:

Titulo de ensayo: La Violencia contra la mujer en la ciudad de Cusco

Realidad Problemática:

La violencia contra la mujer es un problema social que vulnera los derechos humanos de la
población femenina, dejando en ellas, múltiples consecuencias perjudiciales en diferentes
ámbitos de su vida. Es un problema del cual no es ajeno nuestro país especialmente en las
zonas rurales, donde se puede evidenciar el desamparo que sufre la mujer por parte del
estado y una de estas ciudades es la ciudad imperial del Cusco en la cual se presenta
múltiples casos de violencia contra la mujer.

En la actualidad, la violencia contra las mujeres y las niñas es un problema mundial de


salud pública y una violación de los derechos humanos de las mujeres, en tal sentido la
Organización Mundial de la Salud (2021) manifiesta que, un tercio de las mujeres del
planeta es víctima de violencia física o sexual, generalmente desde que es muy joven.
Asimismo, 736 millones de mujeres han sufrido este flagelo a manos de una pareja o por
otras personas y una de cada cuatro jóvenes de entre 15 y 24 años que ha tenido alguna
relación íntima lo habrá padecido al llegar a los 25. Lo más alarmante es que el fenómeno
no ha retrocedido en los últimos diez años y, peor aún, que se ha exacerbado durante los
confinamientos ordenados por la pandemia de COVID-19.

En el Perú, a raíz de la coyuntura de la reciente pandemia por COVID 19, se evidenció un


aumento de la violencia ejercida contra la mujer, ya que fueron sometidas por el
confinamiento a convivir con sus agresores. Ante esta situación el Ministerio de la Mujer,
llegó a crear los Equipos Itinerantes de Urgencia, desde el 17 de marzo hasta el 31 de
agosto de 2020 quienes atendieron 14583 casos de violencia contra la mujer en el país (Plan
Internacional, 2021).

El Ministerio de la Mujer citado por RPP Noticias (2020), refiere que en lo que respecta a
las regiones con más casos de violencia contra la mujer en el tiempo de pandemia, se
encuentra la región del Cusco, registrando 2494 casos, así mismo el 80% de las llamadas
que ingresaron a la línea 100 durante el estado de emergencia en esta región fueron
realizadas por mujeres que reportaron agresiones y violencia al interior de sus hogares.

Por otro lado, gran cantidad de personas ubican el principio de esta problemática social en
la antigua Roma, donde la mayor autoridad la ejercía el patriarca de la familia, sometiendo
a las mujeres a un nivel inferior a comparación de ellos, por lo cual tenían la potestad de
venderlas, sancionarlas hasta quitarles la vida y hacer con ellas lo que quisieran (Coomeva,
2016).

Así mismo, en la edad media, la discriminación, marginación, abuso de género, pero en


especial el derecho humano de las mujeres siguió estando presente en la sociedad medieval
donde se da el auge de la religión y la iglesia católica, por otro lado, en la edad moderna la
mujer es menospreciada dentro de la sociedad, en este periodo, la violencia contra la mujer
presenta nuevos fenómenos que menosprecian su participación dentro de la sociedad,
reprimiendo tanto política como económicamente. La figura del patriarcado sigue estando
presente, restringiendo a la mujer a un papel subordinado (Peña, 2017).

Ahora, en la actualidad a pesar de algunas transformaciones para llegar a una igualdad entre
varón y mujer como derecho global, se evidencia aún esta problemática, esto en un estudio
realizado sobre la problemática de la violencia contra la mujer en 161 países y zonas entre
2000 y 2018, realizado ese mismo año por la OMS en todo el mundo, el cual arrojó que el
30% de las mujeres ha sufrido violencia física y sexual por su pareja o por alguna persona
que no era su cónyuge (Organización Mundial de la Salud, 2021).

En el caso del Perú, segùn los datos obtenidos de la Encuesta Demográfica y de Salud
Familiar-ENDES elaborado por el INEI en el año 2016, menciona que el 32,2% de las
mujeres ha sido, al menos una vez, víctima de una forma de violencia física y/o sexual por
parte de su cónyuge o pareja, el 64,2% de una forma de violencia psicológica y/o verbal y
el 60,5% de ellas manifiesta haber sido o ser el objeto de alguna forma de control o
dominación. Estas cifras están por debajo de los resultados registrados en el año 2012 en la
que las proporciones fueron las siguientes: 37,2%, 70,6% y 66,3% respectivamente. Sin
embargo, la tendencia se mantiene, la violencia de género contra las mujeres se ha instalado
como un fenómeno estructural de la sociedad peruana mientras que su magnitud hace
extremadamente difícil erradicarla (Cavagnoud, 2018).

Así mismo el Servicio de Atención de Urgencia (SAU) y la línea telefónica 100,


incrementaron en la atención de consultas por violencia de mujeres y niñas, en la cual se
evidencia una alarma debido a que los datos muestran que solo en el mes de Julio del 2020
se registraron 28, 869 consultas siendo de mujeres 21, 180. Dándose a ver, un incremento
significativo de enero a julio de 2020 con una ascendencia de 131, 317. Así mismo el mes
de julio de 2019, se muestra un incremento del 310% con lo que respecta a julio 2020, en
un contexto de pandemia por el covid 19 (Viviano, 2020).

Siguiendo esta línea, Gutiérrez (2018) precisó, que como bien sabemos, a raíz de la
pandemia y mayor convivencia familiar los casos reportados han incrementado en un 80%
con respecto a años anteriores, sin embargo, existe una total desarticulación de cifras
debido a que no todas las víctimas conocen el método de denuncia.

Por otro lado, el Ministerio de Mujer y Poblaciones Vulnerable MIMP (2020), viene
fortaleciendo la prevención contra la violencia en Cusco, para que las predicciones de
aumento no se ejecuten, estos eventos por coyuntura se están otorgando mediante charlas
virtuales, donde se manifiesta el total apoyo por parte de la población al asistir y escuchar
estas mismas, mediante programas como “empoderamiento económico de mujeres” y
“fortalecimiento y habilidades y decisión”, en donde 1 16 mujeres fueron informadas y 71
están capacitadas y listas para lograr su independencia económica y salir del círculo de
violencia.
También se cuenta con 26 Centro Emergencia Mujer (CEM), un Hogar de Refugio
Temporal (HRT), un Servicio de Atención Urgente (SAU) y tres Estrategias Rurales,
servicios esenciales que tienen a profesionales especializados/as y altamente
comprometidos/as en la lucha contra la violencia de género. Si esto, sigue en marcha y
otorgando buenos resultados las autoridades y la población cusqueña en lugar de esperar
una alta tasa de violencia se obtendrá a cambio una buena disminución entre los casos
reportados que respecten a la violencia contra la mujer.

Ante la problemática descrita hasta el momento en párrafos anteriores, creemos que existe
la necesidad de saber más sobre las acciones que atentan contra la integridad de la mujer,
ya que cada día existen más víctimas mujeres que son agredidas tanto psicológica y
físicamente, y por ello consideramos que es pertinente investigar acerca de la Violencia
contra la Mujer en la ciudad Imperial de Cusco, puesto que las mujeres en áreas rurales se
encuentran con muchas limitaciones para afrontar el tema de violencia.

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