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Capítulo XXXV

TÍTULO DE CRÉDITO
HIPOTECARIO NEGOCIABLE

273. Antecedentes.- 274. Emisión.- 275. Contenido.- 276, Primer endoso.- 277.
Ejecución.- 278. Extinción.- 279. Normas complementarias.

273. ANTECEDENTES
Los arts. 240- al 245- norman el Título de Crédito Hipotecario Negociable,
cuyos antecedentes se pueden encontrar en el Decreto Legislativo 637 en las
denominadas Letras Hipotecarias y en la Ley N- 26702, que en su art 239-, intro­
duce el Título de Crédito Hipotecario Negociable (TCHN). Por otra parte, la Ley
N- 27640 de 19 de enero del 2002, incorpora los literales 4 y 5 al artículo 245-,
permitiendo que dicho Título también pueda ser emitido por las empresas del
sistema financiero nacional u otras entidades que autorice la Superintendencia de
Banca y Seguros, acreedoras o no, cuando la garantía hipotecaria que respalde su
crédito se encuentre o vaya a ser inscrita en el Registro Público.
En cuanto a las normas complementarias aplicables a los Títulos de Crédito
Hipotecario Negociable, emitidos por la empresas del sistema financiero, así como
a aquellos que sean endosados a favor de dichas empresas, en garantía de los
créditos directos o indirectos que éstas concedan, se encuentran actualmente en
la Resolución N® 942-2003 de la SBS de 23 de junio del 2003.
Por otra parte mediante Res. SBS N® 897-2001 de 22 de noviembre de 2001,
se aprobó el Reglamento de Crédito Hipotecario para Vivienda aplicable a las ins­
tituciones afiliadas a la Federación Peruana de Cajas Municipales de Ahorro y

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Crédito (FEPCMAC), se incluye dentro de la categoría créditos hipotecarios para


vivienda, aquellos instrumentados en títulos de crédito hipotecario negociable
regido por la LTV y la Res. SBS N® 020-2001, la que ha sido sustituida por la
Resolución N» 942-2003 de la SBS.

274. EMISIÓN

El Título de Crédito Hipotecario Negociable es un título valor que represen­


ta la hipoteca de primer rango sobre un bien determinado -qué debe estar libre de
todo gravamen, cargo o medida de cualquier naturaleza- constituida, en forma
unilateral, por el propietario del bien o por quien tenga derecho a ello, título que
puede ser transferido mediante endoso pero siempre para garantizar un crédito
dinerario ya sea directo o indirecto. El título se emite solamente si en la partida
registral no consta gravamen o carga alguna, lo cual no significa que el bien ad­
quiera la condición de bien inembargable desde la emisión del título, nada impide
que por acto posterior pueda gravarse o trabarse medidas que limiten la propiedad
del propietario.
Corresponde al Registro Público en el que se encuentra inscrito el bien hi­
potecado la emisión del título valor a petición del interesado, expresado mediante
el otorgamiento de una escritura pública, la que es de observancia obligatoria aun
en los casos que leyes especiales permitan prescindir del otorgamiento de la es­
critura pública para constituir hipotecas como puede ser el caso de hipoteca agra­
ria (art. 10® del Decreto Legislativo N® 653), o las hipotecas a favor de empresas
del sistema financiero por gravámenes no mayor al equivalente a 40 UIT (art.
176® de la Ley N® 26702).
El registro del gravamen que emana del Título de Crédito Hipotecario Ne­
gociable debe coincidir con el valor del bien gravado, para cuyo efecto debe con­
tarse con la valorización de perito que debe insertarse en la escritura pública de
constitución del gravamen. En primer lugar, se tiene que el bien que no se puede
afectar parcialmente, sino por su valor íntegro, aun cuando el crédito o el importe
que respalda sea mucho menor. En segundo lugar, tratándose de bienes que se
encuentran afectos a empresas del Sistema Financiero, la valorización debe ser
realizada por los peritos inscritos en el registro de peritos.
El art. 240®.! amplía el espectro relativo a los bienes que pueden gravarse y
ser materia de incorporación en el título de crédito, pues no sólo lo limita a los
bienes inmuebles inscritos en el Registro de la Propiedad Inmueble, sino también
a todo bien inscrito en cualquier Registro Público.
Las personas que intervienen en el título correspondiente o en su posterior
circulación son: el propietario a la orden de quien se emite el título; eXprimer bene­
ficiario, la persona a favor de quien se emite la garantía real -que puede ser el
mismo propietario-; y, el tenedor o tenedores que son quienes reciben el título
mediante endoso y se convierten en acreedores hipotecarios.

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*
Título de crédito hipotecario negociable

El primer beneficiario del título es el obligado principal y contra quien accio­


nará el tenedor del título, debiendo tenerse en cuenta que los endosantes previos
no son responsables por el pago del crédito contenido en el documento. Así, res­
pecto al crédito contenido en el título, sólo responde el obligado principal y, en
defecto del pago se ejecuta la hipoteca, es decir, al propietario del inmueble.
Es el Registro Público donde se encuentra inscrito el inmueble el único
autorizado para emitir este título valor y lo hace a la orden del propietario en base
a una escritura pública otorgada por éste o por quien esté autorizado a gravar el
inmueble. Se emite en el formulario o formato aprobado por la Superintendencia
Nacional de Registros Públicos.
Desde un punto de vista financiero, con el título valor que representa la
hipoteca el propietario del inmueble podrá solicitar un crédito, pudiendo utilizarse
el título para garantizar dicha deuda; en caso de incumplimiento se podrá ejecutar
judicial o extrajudicialmente la hipoteca.
En cuanto a la emisión de los títulos por parte de las empresas del sistema
financiero, se requiere contar previamente con la autorización del propietario del
bien que sirve de-garantía, y en su caso, de los deudores de los créditos hipoteca­
rios. Dichas autorizaciones deberán constar por escrito y tendrán el carácter de
declaración jurada (art. 4®, Resolución SBS N- 942-2003).
Los bienes deberán ser valorizados por un perito inscrito en el Registro de
Peritos Valuadores (REPEV), de conformidad con los criterios señalados en el
Reglamento para la Evaluación y Clasificación del Deudor y la Exigencia de Provi­
siones aprobado por la Superintendencia de Banca y Seguro (SBS). El perito será
responsable de la veracidad del valor asignado al bien en la fecha de la valuación,
dicho valor se consignará en los títulos. Si la empresa tenedora de los títulos con­
sidera que ha existido una sobrevaluación significativa del perito, lo comunicará a
la REPEV para su estudio y aplicación de las sanciones que pudiera corresponder.

275. CONTENIDO
Al igual que todo título valor, el Título de Crédito Hipotecario Negociable
debe contar con requisitos esenciales para que tenga validez cambiaria. Los requi­
sitos están contenidos en el art. 241^ de la LTV siendo ellos: la denominación de
Título de Crédito Hipotecario Negociable y el número que le corresponde, lo cual
permitirá su identificación dentro de los múltiples títulos valores regulados por la
Ley. Son títulos que deben ser numerados, y por tanto el número, a la vez que
constituye un requisito de validez, es una forma de controlar su emisión por parte
de la SUNARP
En cuanto a los requisitos de contenido, la Resolución SBS N- 020-2001
impone que, adicionalmente, cuando estos títulos sean endosados a las empresas
de operaciones múltiples contenidas en el literal a) del art. 16^ de la Ley General
del Sistema Financiero y a empresas de arrendamiento financiero, se deben in­

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cluir dentro del texto: la referencia al monto del crédito y de la garantía; el


cronograma de pagos o fecha de vencimiento o pago del crédito; la forma y lugar
de pago; y “otras condiciones”, las mismas deben tener compatibilidad con la na­
turaleza del título.
El lugar y fecha de emisión es otro de los requisitos a efecto de determinar la
ley aplicable y los plazos de prescripción y de vencimiento en su caso. La fecha
generalmente nos permite establecer con meridiana claridad la capacidad de la
persona que emite el título, sin embargo, en el caso del Título de Crédito Hipote­
cario Negociable, éste se emite por el Registro Público, con lo cual se determina­
rá si al momento de su emisión los representantes tenían suficientes facultades
para hacerlo, y, en cuanto al otorgante de la escritura pública, al tramitarse ésta a
través de la Notaría se constata su capacidad para disponer o gravar sus bienes.
Podría existir un lapso entre la fecha en que se otorga la escritura pública y la
fecha en que se emite el título, para nuestros efectos la fecha de la emisión del
título es la que tiene el efecto cambiario.
Otro de los requisitos es consignar en el título el nombre y número de Do­
cumento Oficial de Identidad del propietario que constituye el gravamen hipote­
cario, a cuya orden se expide el título; y la descripción resumida del bien afectado
con el gravamen hipotecario, según aparece de la inscripción registral. Dicha
descripción debe aparecer igualmente en el inserto correspondiente a la valora­
ción que realice el perito, y debe coincidir con los datos que aparecen en la
inscripción registral.
Además debe insertarse en el título el monto de la valorización que será el
importe hasta por el cual se constituye el gravamen hipotecario, con indicación
del nombre del perito y de su registro o colegiatura, cuando el título se endose a
favor de una institución del sistema financiero, el informe pericial debe ser emiti­
do por un perito inscrito en el registro de peritos valuadores adscritos al sistema
bancario, quien se responsabiliza por la veracidad del valor asignado al bien en la
fecha de la valuación.
El valor asignado se consignara en el título y una copia de dicha valuación
estará a disposición de los potenciales tomadores en el Registro Público corres­
pondiente Cuando la empresa tenedora de los títulos considere que ha existido
una sobrevaloración significativa en la valuación del perito realizada al momento
en que éstos fueron emitidos, comunicará dicha sobrevaloración al Registro de
Peritos Valuadores -REPEV-, adjuntando los documentos probatorios respecti­
vos para su estudio y aplicación de las sanciones que pudieran corresponder. So­
bre el particular la Resolución N® 020-2001 del SBS precisa que las empresas del
Sistema Financiero autorizadas para operar en esta modalidad de financiamiento
sólo podrán recibir títulos que representen hipotecas constituidas sobre bienes
susceptibles de ser hipotecados y que hayan sido valorizados conforme a los crite­
rios aprobados por la SBS, señalados en el Capítulo IV de la Resolución SBS N®
572-97 y sus modificatorias.

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Título de crédito í-íipotecario negociable

En el título debe consignarse también la fecha de la escritura pública, nombre


del Notario y demás datos de la inscripción registral de la hipoteca, así como el
nombre y firma del Registrador, con indicación de la oficina registral correspon­
diente. El título de crédito hipotecario negociable se completa con los datos relati­
vos al crédito en el momento de su endoso.

276. PRIMER ENDOSO

En forma similar al caso del Warrant, en el TCHN el carácter crediticio del


título tiene su origen a partir de su endoso, y el título se completa con los datos
relativos al crédito, empezando por su monto. En el momento en que se constitu­
ye la garantía, se está afectando el bien por su valor íntegro, la misma que tiene
relación directa con el crédito que se recibe con el endoso, debiendo entonces
determinarse el monto de la obligación.
Al realizarse el primer endoso del título señala el art. 242-.1, deberá
consignarse el plazo o plazos de vencimiento del crédito, con lo cual la ley está
permitiendo que el vencimiento sea a plazo fijo o a plazos fijos, es decir, pueden
fijarse varias fechas de vencimiento y señalarse cuotas en cada vencimiento. El
pago deberá hacerse en las respectivas fechas que corresponda a cada cuota o
armada. Las fechas de pago y las correspondientes anotaciones de los pagos reali­
zados deberán constar literalmente en el mismo título bajo responsabilidad del
tenedor que recibe dichos pagos, con obligación adicional de éste de expedir las
respectivas constancias o recibos de pago. Se deberá indicar en el título los intere­
ses acordados y demás condiciones del mismo. La omisión en la indicación de los
intereses hará que, a partir del vencimiento, se devengue el interés legal.
En concordancia con el art. 8- de la Resolución N- 020-2001 de la SBS, en
caso de pagos por cuotas o armadas, la falta de pago de una o más de ellas, faculta
al tenedor del título a dar por vencidas todas las cuotas que se encuentren pen­
dientes de vencimiento y requerir el pago inmediato del monto total adeudado por
el crédito garantizado. El uso de esta facultad y el consiguiente requerimiento y
plazo que pueda concederse para ese efecto, dirigido al obligado principal, deberá
constar por escrito si el crédito garantizado es uno indirecto.
En el caso de crédito directo representado por el título, bastará el protesto
por falta de pago o la respectiva formalidad sustitutoria, procedimientos que de­
ben cumplirse aun cuando se trate de un título con cláusula que libere del protes­
to, conforme señala el art. 243-.1 de la Ley de Títulos Valores. Dicha formalidad
consistirá en la constancia por falta de pago del crédito puesta en el propio título,
por la empresa del sistema financiero tenedora del mismo.
El Título de Crédito Hipotecario Negociable incorpora el derecho de ga­
rantía constituido por la hipoteca del bien, y el derecho de crédito que legitima
al tenedor del mismo. Su transmisión se hará mediante el endoso, con lo cual se
transmite no sólo el derecho de crédito, sino también el derecho de garantía

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(art. 242®.2); con la salvedad que a diferencia de otros títulos valores, el endosante
no asume responsabilidad solidaria por el pago del crédito contenido en el título,
el pago está garantizado con la hipoteca del bien. Se produce entonces una trans­
misión con los efectos propios de la cesión de derechos, y no con los efectos del
endoso cambiario.
El endoso es un acto que puede realizarse una vez emitido el título a favor
del solicitante; en caso que el propietario prevé que el primer endosante será una
empresa del sistema financiero (art. 242®.3), podrá solicitar que el título se emita
directamente a favor de la empresa que indique. En este último caso, el Notario
está facultado a entregar el título directamente a la empresa indicada, sin que sea
necesario que el propietario intervenga para ceder el derecho. Además, el propie­
tario del bien, al solicitar en la emisión que el título sea entregado directamente a
la empresa del sistema financiero, podrá precisar el monto del crédito a completar
por el registro, según lo contemplado en el acto de la constitución del gravamen, o
en caso extremo, autorizar a la empresa a completar el título, conforme a lo pre­
visto en el art. 10® de la Ley de Títulos Valores. La Resolución SBS N® 020-2001
exige en este último supuesto que al completar la información referida al crédito
garantizado, se deberá incluir el plazo o los plazos de vencimiento del crédito, los
intereses acordados y demás condiciones del mismo, así como la referencia al
contrato que origina el crédito y la fecha en que éste fue suscrito.

277. EJECUCIÓN

En lo que se refiere a la ejecución del título, la Ley obliga en su art. 243, que
este título sea protestado indefectiblemente, sea ante el Notario o Fedatario, o
mediante la formalidad sustitutoria, es decir, con la constancia de no haberse pa­
gado el título consignado por la entidad del sistema financiero designada como
lugar de pago. No otorga la Ley validez a la cláusula liberatoria del protesto, aun
cuando así conste en el título.
Por otra parte, la norma lleva implícita la modalidad de la ejecución al indicar
que se procederá a la venta directa del bien hipotecado, sin intervención de auto­
ridad judicial, en cuyo caso, deberá designarse a una empresa del sistema finan­
ciero que asuma este encargo. La venta se hará al mejor postor siempre que el
precio por el que se enajeqe sea superior al 75% de la valorización señalada en el
informe pericial que sirvió de base para la constitución del gravamen. La ley otor­
ga un derecho de opción al legítimo tenedor para optar por esta modalidad, o recu­
rrir a la vía jurisdiccional para ejecutar el bien conforme a las normas del Código
Procesal Civil. De acuerdo a la Resolución N® 020-2001 de la SBS, la limitación o
renuncia a la facultad de proceder a la venta directa deberá consignarse de manera
pvnrpsa en el títnln
En los casos en que proceda la venta directa del bien, la empresa que recibe
el encargo lo hará a condición de que el precio de venta que consiga, descontados
los gastos y honorarios que correspondan, no sea inferior al 75% de la valorización

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Título de crédito hipotecario negociable

señalada en el título. Para estos efectos, la empresa del sistema financiero puede
recurrir a los servicios de corredores de inmuebles, martilieros públicos, medios
de comunicación social y similares.
En el supuesto que el valor del bien no encuentre postores por encima del
porcentaje indicado, entonces es obligatorio recurrir a las vías procesales normadas
en el Código Procesal Civil, en cuyo caso, la tasación será válida y servirá de base
para determinar las posturas en la ejecución.
La empresa del sistema financiero nacional en cuya confianza recaiga el en­
cargo de vender el bien hipotecado, recibe dicho encargo con el carácter de irre­
vocable hasta la extinción del gravamen, y no corre para ello el plazo establecido
en el art. 153- del Código Civil.
Si producida la venta, no se llegare a cubrir el monto total del crédito, el juez
o la entidad a cargo de la venta, dejará constancia incorporando en el título la
indicación del saldo pendiente, por cuyo mérito el tenedor, tendrá expedita la ac­
ción cambiaría contra el primer endosante.
En el caso de venta directa y sin intervención de la autoridad judicial, la
empresa que interviene en su enajenación expedirá la constancia de la venta rea­
lizada. Para tal efecto, el levantamiento del gravamen se sujetará a lo dispuesto
por el art. 244- de la Ley de Títulos Valores.
Según se ha expresado el art. 242-.2, de la Ley no otorga acción cambiaría
contra los endosatarios del título; en este caso responde el bien hipotecado, y en
la acción cambiaría el primer endosante, es decir, el que constituyó la garantía y
originario merecedor del crédito.
La Resolución N- 020-201 de la SBS señala que la obligación de pago está
referida al monto del crédito indicado en el título en favor de su tenedor, la mis­
ma que está garantizada con la preferencia hipotecaria, hasta por el equivalente
al valor de realización del bien. El tenedor del título puede exigir por la vía
ejecutiva el pago del saldo que resultase en su favor luego de aplicar el referido
valor de realización producido con la venta judicial o extrajudicial. El valor de
realización del bien será el concebido por el numeral 3 del Capítulo IV del Regla­
mento para la Evaluación y Clasificación del Deudor y la exigencia de Provisio­
nes aprobada por la SBS.
Tratándose de las empresas del sistema financiero, el importe por la ejecu­
ción del inmueble será destinado a atender preferentemente el pago de hasta el
importe del crédito que garantiza más los intereses y gastos que la ejecución del
bien pueda originar.

278. EXTINCIÓN

En cuanto al levantamiento del gravamen, este aspecto es materia de los


arts. 244-.1 y 244-.2 de la ley.

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En el caso que la ejecución de la garantía se siga a través del proceso judi­


cial, el Juez, llegado el momento, ordenará se levante los gravámenes que afectan
el bien. De optarse por el encargo a una entidad financiera para que venda el bien,
la Ley le otorga facultades para que a la devolución del título debidamente cance­
lado por el último endosatario levante el gravamen que pesa sobre el bien inscrito.
En lo que respecta a las hipotecas el transcurso del tiempo no hace que se pueda
levantar el gravamen, al amparo de la Ley 26639, pues el art. 244-.1 excluye
esa forma de extinción de los gravámenes. La extinción debe ser expresa, y deri­
vada de la devolución y cancelación del título.
La Ley en su art. 244®.3 contempla el caso en que el propietario, una vez
cancelado el crédito, puede solicitar la emisión de otro título en reemplazo del
cancelado, para cuyo efecto deberá devolver el anterior, manteniéndose en forma
continuada el gravamen hipotecario, bajo solución de continuidad.

279. NORMAS COMPLEMENTARIAS


En lo que se refiere a las normas complementarias que se aplican al Título
de Crédito Hipotecario negociable, el art. 245^.1 de la Ley señala que le son apli­
cables las normas de la letra de cambio, en tanto que estas se opongan con las
normas propias de su naturaleza.
La Ley en su art. 245-.2 consagra el derecho preferencial de las empresas
del sistema financiero para anteponer el importe de sus créditos en el caso de
ejecución del título por parte de terceros, haciendo valer en forma extensiva las
normas relativas al Warrant contenidas en el art. 132^ de la Ley N® 26702.
El artículo 9 de la Resolución N® 942-2003 de la SBS señala que los títulos
hipotecarios emitidos por empresas del sistema financiero, o endosados a favor de
éste, la hipoteca representada por el título constituirá garantía exclusiva del crédi­
to a favor de la empresa del sistema financiero, teniendo preferencia firente a cual­
quier otro acreedor del propietario del bien afectado, cualquiera que fuere el ori­
gen o naturaleza de las acreencias de cargo de éste frente a terceros, aun los de
carácter laboral, alimenticio o tributario y, se encuentre o no el constituyente so­
metido a proceso concursal.
En los casos de concurso de acreedores del propietario del bien o de proce­
sos concursales a los que éste fuese sometido, las empresas del sistema financie­
ro tenedoras de títulos hipotecarios sólo participarán en dichos procesos por el
exceso que resultase a su favor, una vez que haya culminado el proceso de cobro
de su acreencia y venta del bien afectado. El bien gravado con la hipoteca será
separado de la masa concursal, por el organismo encargado de dichos procesos,
constituyendo una identidad independiente del resto del patrimonio del propieta­
rio. Sólo de existir saldo a favor del propietario, luego de culminado el cobro del
título de crédito hipotecario con la venta del bien, dicho saldo pasará a formar
parte del patrimonio concursal o, en su caso, será puesto a disposición del propie­
tario del bien hipotecado.

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Título de crédito hipotecario negociable

La Ley N- 27851, en su artículo 1- segundo párrafo, que modificó el art. 1-


de la Ley 27682, que a su vez modificó el primer párrafo del art. 172- de la Ley
N® 26702 -Ley del Sistema Financiero y del Sistema de Seguros y Orgánica de la
Superintendencia de Banca y Seguros-, dispone que cuando se trata de bienes
afectados en garantía a favor de una empresa del sistema financiero que sean de
propiedad distinta al deudor, éstas sólo respaldan las deudas y obligaciones del
deudor que hubieran sido expresamente señaladas por el otorgante de la garantía.
En cuanto a la mención del art. 245^.3 de la LTV sobre esta materia en el
cual se presume que el Título de Crédito Hipotecario Negociable podrá endosarse
a una Empresa del Sistema Financiero Nacional para,garantizar una pluralidad de
obligaciones que frente a ella mantenga el propietario endosante, salvo estipula­
ción en contrario, ha sido modificado en forma implícita, ya que según el art. 1- de
la Ley N® 27682, se requiere de estipulación expresa.
El artículo 9- de la Resolución de la SBS N- 942-2003, en su último párrafo,
en concordancia con la Ley N- 27682, dispone que la hipoteca representada por el
título no respalda otras deudas u obligaciones distintas al crédito que originó su
emisión o primer endoso, salvo que se estipule expresamente en el título y en el
contrato de garantía que sirve además para garantizar otras deudas y obligaciones
del deudor a favor de la empresa emisora o endosataria, en cuyo caso debe agregarse
necesariamente cláusula que limite su negociación. Cuando el bien afectado en
hipoteca a favor de la empresa es de propiedad distinta al deudor, éste sólo respal­
dará las deudas y obligaciones del deudor que hubieran sido expresamente seña­
ladas por el propietario de la garantía.
El art. 245-.4 norma la emisión de estos Títulos en el caso que los efectúe
una entidad del Sistema Financiero Nacional, u otras entidades que autorice la
Superintendencia de Banca, en este sentido se permite que además que se expida
a petición expresa del propietario (art. 240) sea a favor de las entidades antes
mencionadas. La entidad otorgará en consecuencia el crédito directamente al pro­
pietario, en lugar que el propietario le endose el Título para dicho otorgamiento.
Para tal efecto se requiere que;
a) La garantía hipotecaria que respalde el crédito se encuentre inscrita o
vaya a ser inscrita en el Registro Público.
b) La previa autorización del propietario del bien que sirve de garantía, y
en su caso, del deudor del crédito garantizado.
c) La emisión se podrá efectuar en cualquier momento posterior a la auto­
rización concedida.
Por otra parte el art. 242- considera que en el acto de realizarse el primer
endoso, el Título de Crédito Hipotecario Negociable constituye desde entonces
un título valor que representa la hipoteca y el crédito consignado, en favor de su
tenedor, en este sentido tratando de la emisión por parte de las entidades mencio­
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Ulises Montoya Manfredi

nada en el art. 245^.4 ‘a’, en concordancia con este aspecto la emisión del Título
importa la incorporación del crédito y de la garantía hipotecaria del mismo. Por
otra parte la transferencia del Título importará la del crédito y de la garantía hipo­
tecaria que incorpore.
El art. 245®.5 norma la emisión de estos Títulos mediante anotaciones en
cuenta, sin que se requiera su emisión física, el que deberá ser materia de registro
en la Institución de Compensación y Liquidación, considerándose titular
del crédito y la garantía hipotecaria a quien aparezca inscrito como propietario del
Título de Crédito Hipotecario Negociable en tales registro, igualmente deberá ser
materia de anotación en el caso de transferencia.

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Capítulo XXXVI
CONOCIMIENTO DE EMBARQUE Y
CARTA DE PORTE

280. Concepto.- 281. Conocimiento de embarque. 281.1. Contenido. 281.2.


Emisión. 281.3. Acción cambiaría. 281.4. Conocimiento de embarques especia­
les.- 282. Carta de porte. 282.1. Concepto. 282.2. Antecedentes. 282.3. La carta
de porte y el contrato de transporte. 282.4. Carta de porte terrestre y aérea.
282.5. Contenido. 282.6. Emisión y acciones cambiarías.

280. CONCEPTO
La expresión conocimiento de embarque se ha venido utilizando para identifi­
car un título valor representativo de mercancías que son materia de un contrato
de transporte marítimo o aéreo, en tanto que la denominación de carta deporte se
ha utilizado para identificar un título valor representativo de mercancías, pero en
el campo terrestre.
El carácter de título valor como valor consiste en representar un derecho de
dominio sobre mercancías que se encuentran en un estado de movimiento por su
transporte de un lugar á otro, y su utilidad consiste, precisamente en el derecho
de propiedad incorporado al título de forma tal que su transmisión conlleva la
transmisión de la mercadería en él representada. Es un título causal, en el sentido
de que solamente tiene su fundamento y origen en el contrato de trapsporte, sea
cual fuere el medio que se utilice y además porque en el mismo texto del instru­
mento van relacionados esos elementos del contrato mismo y porque este título
constituye la prueba principal de su celebración.

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Ulises Montoya Manfredi

La Carta de Porte y conocimiento de embarque no se separan del contrato


de transporte, sin que esto quiera decir que no tengan cada una su independencia
propia. Además, no puede ser posible en otro tipo de contrato.
La Carta de Porte representa las mercancías que son objeto de un contrato
de transporte terrestre o aéreo, según el caso.

281. CONOCIMIENTO DE EMBARQUE


El conocimiento de embarque por vía marítima debe expedirse por lo me­
nos en dos ejemplares, uno firmado por el transportador y entregado al remitente
o cargador, el cual tiene la naturaleza de negociable, y otro firmado por el cargador
o su representante y entregado al transportador o su representante, el cual, tiene
la categoría de no negociable
La carta de porte y el conocimiento de embarque tienen prácticamente los
mismos elementos del contrato de transporte. El suscriptor del título es el trans­
portador, quien entrega un ejemplar negociable al remitente o cargador, es decir, la
persona que encarga la conducción de las mercancías de un lugar a otro. El remi­
tente y el destinatario pueden coincidir en la misma persona, pero la obligación del
remitente es siempre enviar la carta de porte y conocimiento de embarque en su
original al destinatario, para que éste reclame las mercancías transportadas me­
diante la exhibición del título o puedan negociarlo de acuerdo con su ley de circu­
lación.
El conocimiento de embarque, indica el art. 246- está ligado a un contrato de
transporte marítimo, lacustre o fluvial, que viene a ser el medio por el cual se
transportan las mercaderías contenidas en el documento. El tenedor de este título
puede reclamar para sí las mercaderías contenidas en dicho título.
La Primera Disposición Derogatoria de la Ley N® 27287 ha derogado las
normas del Código de Comercio relativa al contrato de transporte terrestre (arts.
344® al 374®), con lo cual se ha suprimido la tipificación del contrato, concordante
con el proyecto de la nueva Ley de Transporte. No obstante ello, las pautas esta­
blecidas para la emisión del título valor importan el contrato de transporte en sí
mismo. Además, en lo que se refiere a las normas supra regionales se tiene la
Decisión N® 399, Norma ^ubregional de la Comisión del Acuerdo de Cartagena
que contiene el régimen vigente del Transporte de Carga por carretera de la Co­
munidad Andina, concibe a la Carta de Porte Internacional por Carretera, defi­
niéndola como el documento que prueba que el transportista autorizado ha toma­
do las mercancías bajo su responsabilidad y se ha obligado a transportarlas y en­
tregarlas de conformidad con las condiciones establecidas en ella o en el contrato
correspondiente.
Resulta conveniente resaltar el ámbito de aplicación de la Decisión N® 399,
para poder tener en claro su campo de acción, el cual se encuentra circunscrito al

362
Conocimiento de embarque y carta de porte

transporte internacional de mercancías por carretera que se efectúe entre Países


Miembros del Acuerdo de Cartagena, o en tránsito por sus territorios.

281.1. Contenido
El art. 247^ se refiera a los requisitos de contenido del conocimiento de
embarque, los que no responden a los claros conceptos de los títulos valores, en la
medida que se trata de un título de circulación internacional, sobre todo cuando la
referencia es al tráfico marítimo, razón por la cual los requisitos de contenido no
son precisamente esenciales, son facultativos, lo cual nos permite considerar que
de acuerdo al tenor del título se pacten las obligaciones de las partes desde el
punto de vista contractual. Este título, al igual que la carta de porte, se encuentra
cargado de anglicismos prácticos de lo cual es necesario tomar conocimiento al
amparo de las normas internacionales para reflejar el grado de compromiso con­
tractual que de él deriva.
La denominación del título es conocimiento de embarqzie. La Ley no es
limitativa en el sentido de perjudicar el título si en su denominación se incorpora
un nombre equivalente para identificar al título. Será válido si de su contenido se
induce que responde a los caracteres propios de un documento que respalda el
transporte de mercadería.
Existe a nuestro entender ciertos elementos de forma que no pueden ob­
viarse en el conocimiento de embarque, dado que perjudican su carácter contrac-
tual, como por ejemplo el nombre, el número de documento oficial de identidad y el
domicilio del cargador, es decir, de la persona que entrega las mercaderías para su
transporte. El cargador asume obligaciones respecto al pago por el transporte de
mercadería, y debe ser identificable; por otro lado, es necesario conocer su identi­
ficación para determinar su capacidad de contratación.
Igualmente, en el conocimiento de embarque debe consignarse el nombre y
domicilio del beneficiario o consignatario a cuya orden se deben entregar las mer­
caderías, sujeto que puede ser el mismo cargador. Es indispensable su identifica­
ción en la medida que el transportista requiere identificarlo para entregarle la
mercadería y en caso extremo consignarla a su nombre, y exigir el pago del porte
en su caso.
En el conocimiento de embarque debe indicarse la modalidad del transporte,
a efecto de determinar las responsabilidades. Es decir, si se trata de un transporte
múltiple o sucesivo. El transportista asume responsabilidad por la entrega de la
mercadería en el lugar indicado y en plazo convenido.
Debe indicarse el estado en que se encuentra las mercaderías, todo dato perti­
nente para identificarla, su estado de conservación, e indicar si tiene un carácter
perecióle o no, aspecto importante para determinar la responsabilidad del carga­
dor en el transporte. Resulta obvio por otro lado la indicación de esta información
cuando por la naturaleza propia del bien se entienda que éste es perecióle.

363
Ulises Montoya Manfredi

Igualmente compete indicar si la naturaleza del bien es peligrosa, a efecto


ie darle el cuidado necesario en el transporte; dentro de esta advertencia cabe
ndicar si se trata de bienes tóxicos a efectos de almacenarlos durante el transpor-
e en la forma debida. Compete indicar también en el título si tratándose de un
ransporte marítimo, la mercancía puede transportarse sobre cubierta, dado que
as condiciones del ambiente pueden perjudicar el bien a ser transportado.
El contenido del conocimiento de embarque tiene un carácter contractual,
)or ello es que el art. 247®.2 nos informa que la omisión de uno o varios de los
•equisitos no esenciales antes anotados no perjudica la validez del título; y, la nu-
idad de alguna de sus estipulaciones no conlleva la nulidad del título. El problema
jue se vislumbra es que en la medida que el título no incluya aquellos datos que
permitan identificar la mercadería, el grado de responsabilidad y a la persona qué
o celebra, su carácter literal lo convertiría en un título de difícil ejecutabilidad.
El monto del flete de transporte y los servicios a cargo del porteador deben
ser cubiertos por el cargador o en su defecto por la persona a quien va consignada
a mercadería. En el contrato de transporte existe la cláusula de Porte Debido,
:iue indica que el precio del transporte lo paga el consignatario de la mercadería
:uando ésta arribe a su destino.
De conformidad con el inciso ‘g’ del art. 247® de la LTV se pueden intro­
ducir cláusulas propias de índole contractual como el lugar y plazo de entrega
de la mercadería, la fecha y el lugar de emisión del título, puerto de carga y
descarga, así como la fecha a partir de la cual el porteador se hace cargo de las
mercancías.
Es importante consignar en el documento, el valor patrimonial por parte del
Cargador, en la medida que ello pueda determinar la responsabilidad económica
por la pérdida o deterioro de la mercadería, así como el nombre, la firma y el Docu­
mento Oficial de Identidad, y domicilio del Porteador que emite el título o de lá
persona encargada que actúa en su nombre, ello con el propósito de contar con la
identificación del sujeto. La persona que lo representa puede estar constituido por
un agente en la localidad en quien se haya confiado la representación.
Resulta ventajoso contar con varios ejemplares de este título para efecto de
facilitar su circulación, por ello que el inciso ‘i’ del art. 247® señala que debe indi­
carse en el título el numeró de orden correspondiente y la cantidad de originales
emitidos, si hubiere más de uno. La omisión de este dato, tampoco perjudica el
título valor como tal, sin embargo, lo hará menos práctico como tal en la medida
que su circulación puede verse perjudicada con la incertidumbre; caso contrario
deberá indicarse que se trata de un título emitido con un solo original.

281.2. Emisión
El art. 248® se refiere a las formas de emisión del conocimiento de embar­
que que puede ser: nominativo, a la orden o al portador. En el primer caso se debe

364
Conocimiento de embarque y carta de porte

entender que el transportador, es decir, el creador del instrumento, debe llevai


para tal efecto un libro de registro y que el tenedor legítimo será aquel que aparez­
ca en dicho libro. En cuanto al título valor expedido a la orden, su negociabilidad se
efectúa mediante el endoso y la entrega del instrumento; en este caso, el endosante
responde por la existencia de las mercancías en el momento del endoso, que a
nuestro modo de ver debe indicar la fecha al endosar el instrumento o por lo me­
nos existir una prueba de ella; dicha responsabilidad solamente es para dirimir el
conflicto de carácter civil acerca del riesgo de la pérdida o extravío de las mercan­
cías, de tal manera que si el tenedor endosa el título con la cláusula “Sin mi res­
ponsabilidad”, se libera de la acción cambiaría pero no de la indemnizatoria. Por
último, en aquellas cartas o conocimientos expedidos al portador es simplemente
la persona que posea el instrumento.
Por su parte, el art. 248-.2 señala que el endosante o cedente del título sólo
responde por la existencia de las mercancías al momento de verificarse la trans­
misión del conocimiento de embarque, sin asumir responsabilidad solidaria ni pro­
ceder contra éste acción de regreso.
Cuando eJ conocimiento ha sido endosado por el cargador si se ha extendi­
do a su orden, comienza la circulación del documento, que se desprende así de
su contrato causal, y empieza a ser regido por los principios propios de todo
título de crédito.

281.3. Acción cambiaría


En lo que respecta a la acción cambiaría el art. 249^.1 indica que el Conoci­
miento de Embarque negociable confiere a su legítimo tenedor acción ejecutiva
para reclamar la entrega de las mercaderías. En este sentido el tenedor legítimo
del original del conocimiento de embarque tiene derecho a que el transportador o
el capitán de la nave le entregue las mercancías transportadas, pero también pue­
de solicitar una entrega parcial de las mismas, lo cual puede verificarse de dos
maneras, ya sea porque el tenedor legítimo directamente va a reclamarlas, caso
en el cual el transportador debe anotar en el reverso del instrumento las entregas
parciales, o porque envía a una persona con una orden escrita, la cual debe ser
aceptada para el efecto por el transportador o capitán, y en ese caso también debe
verificarse en el texto del título original la anotación respectiva de la entrega par­
cial. En estos casos de entrega parcial puede el tenedor legítimo negociar el ins­
trumento por la parte no entregada. El ejercicio de este derecho nace con la fuerza
de la acción cambiaría y a través del título ejecutivo para reclamar la entrega de la
mercadería. Como se ha indicado, la copia No Negociable que corresponde al Por­
teador confiere a éste la misma acción cambiaría, para ejercerla en la forma ejecu­
tiva a efecto de cobrar el flete que le corresponde.
Para el ejercicio de las acciones cambiarías derivadas del Conocimiento de
Embarque no se requiere el protesto del título, indica el art. 249^.2. Se trata en

365
Ulises Montoya Manfredi

consecuencia de un título que desde su origen no requiere de protesto, no es


lecesario pactar la cláusula de No Protesto, simplemente es un título cuya
exigibilidad fluye del cumplimiento del plazo en él contenido.

281.4. Conocimiento de embarques especiales


El conocimiento de embarque es el título que tiene una relación directa con
si transporté de mercaderías. El transporte internacional se encuentra regulado
)or la legislación del transporte multimodal, las mismas que deberán ser materia
le observación (art. 250-.2) cuyas normas se han venido dando a través del De-
;reto Supremo N® 011-90-TC, que aprueba las “Normas sobre Transporte
Multimodal Internacional de Mercancías”; el Decreto Legislativo N- 684, que de­
jara de interés nacional al transporte multimodal internacional de mercancías y
aprueba sus normas respectivas; y el Decreto Legislativo N- 714, que declara de
nterés nacional al transporte multimodal internacional de mercancías y aprueba
as normas correspondientes.

282. CARTA DE PORTE

282.1. Concepto
La Carta de Porte es un título representativo de la mercadería y, por lo tan-
;o, un título transmisible, creando en consecuencia un derecho (el de exigir la
nercadería), en forma independiente del contrato de transporte. En este sentido
2S también un título de rescate, como consecuencia de su naturaleza jurídica.

282.2. Antecedentes
La Carta de Porte tuvo su origen en las costumbres de los comerciantes
talianos de la Edad Media y se difundió por el sur de Francia y España. Dada la
característica que asumió en su forma primitiva (carta abierta), el más interesado
m la emisión de la misma fue el propio porteador, para descargo suyo ante el
lestinatario de los efectos.
Con el tiempo, y dadas las complicaciones del contrato de transporte, se
ímpezaron a emitir dobles y triples ejemplares del documento, de modo que las
martes intervinientes en el contrato tuvieran la prueba del mismo y la constancia
le sus condiciones.
En Francia, la lettre de voiture representa el título del contrato celebrado
)or el remitente de la mercadería y el porteador. En España, la doctrina conside­
ra que la expedición de la Carta de Porte es de carácter facultativo. El documen-
:o puede o no ser emitido, según la voluntad de las partes. Es práctica aceptada
5ue el remitente pida al porteador la emisión de la carta, ya que el uso la ha
consagrado como documento justificativo que, a la vez, garantiza los derechos
leí cargador.

366
CONOCIMIENTO DE EMBARQUE Y CARTA DE PORTE

282.3. La carta de porte y el contrato de transporte


En cuanto a los intervinientes en el contrato de transporte terrestre nor­
malmente participan tres personas que son; la que realiza el transporte, la que
ordena, y aquella a cuyo favor se dirigen las cosas, o sea la carga. En la terminolo­
gía jurídica estas personas reciben los nombres de porteador, cargador, y consig­
natario, respectivamente.
La carta de porte, cuando se emite, se considera que es la forma escrita del
contrato de transporte, su título legal y la prueba de su existencia y contenido. Por
otra parte en la mayoría de los sistemas legales constituye un título representati­
vo de los efectos a transportar.
Se debe tener en cuenta que la Carta de Porte no es el único medio de
prueba del contrato de transporte, ya que si falta ella, aquél puede probarse por
todos los medios admitidos legalmente.
El Código de Comercio regulaba la carta de porte en su art. 347, señalando
que “Las cartas de portes o billetes en los casos de transporte de viajeros, po­
drán ser diferentes, unos para las personas y otros para los equipajes; pero,
todos contendrán la indicación del porteador, la fecha de la expedición, los pun­
tos de salida y llegada, el precio y, en lo tocante a los equipajes, el número y el
peso de los bultos, con las demás indicaciones que se crean necesarias para su
fácil identificación”.

282.4. Carta deporte terrestre y aérea


El art. 251- de la Ley se refiere a la Carta de Porte Terrestre y Aérea.
La Ley 27261, Ley de Aeronáutica Civil del Perú, describe a la carta de
porte como el título legal del contrato entre el remitente y el transportador. La
carta de porte debe expresar que se trata de transporte aéreo y será extendida
nominativamente.
La ausencia, irregularidad o pérdida de la carta de porte, así como la falta de
información de contenido en ella, no invalida la existencia del contrato de trans­
porte aéreo, el que puede acreditarse con cualquier otro medio de prueba, bajo
responsabilidad del transportador. La carta de porte acredita el perfeccionamiento
del contrato, la recepción de la carga por el transportador y las condiciones del
transporte.
La Ley de Aeronáutica Civil permite remplazar la carta de porte por otros
medios electrónicos, los que tienen los mismos efectos para las partes y terceros
(art. 104-), lo cual ya es una adelanto en lo que se refiere a la desmaterialización
del título.
La carta de porte constituye el documento que acredita y representa las
mercaderías que son materia de un contrato de transporte terrestre o aéreo.

367
UusES Montoya Manfredi

282.5. Contenido
En cuanto a los requisitos que debe contener la carta de porte (art. 252®) se
debe marcar la diferencia con el conocimiento de embarque. En este caso, la Ley
sí regula los requisitos de contenido como esenciales, con lo cual su omisión perju­
dicaría la condición de título valor, dejando a salvo el derecho del cargador para
exigir el cumplimiento de la obligación por el mérito del documento pero en aten­
ción a su carácter probatorio, y no a su carácter ejecutivo.
Los requisitos que contempla la Ley en el art. 252®.l son: el relativo a la
denominación del título, que debe ser de Carta de Porte Terrestre o Aéreo, según
el medio de transporte empleado; los datos de identificación del cargador o remi­
tente, es decir, de la persona encargada de poner a disposición la mercadería para
el transporte; y la identificación de la persona a la cual va dirigida la mercadería,
debiendo señalarse expresamente su domicilio, el transportista podrá consignar
la mercadería en dicho domicilio, si a quien se le dirige se rehúsa a recibirla; debe
indicarse también la modalidad el transporte, si es terrestre o aéreo; la descrip­
ción de la mercadería, en base al peso y volumen, calidad y estado aparente, a
efecto de que el Porteador pueda tomar las providencias del caso para su acomodo
en el medio de transporte; igualmente, el valor patrimonial que servirá para de­
terminar la responsabilidad máxima en la pérdida de la mercadería o deterioro; el
precio del porte y la indicación si se trata de un “porte pagado” o de un “porte
debido”, caso este último en que el pago corresponde efectuarlo al destinatario de
la mercadería; la fecha y lugar de emisión del título, así como la indicación del
lugar y plazo para la entrega de la mercadería; el número de orden correspondien ­
te al documento emitido; y la indicación de tratarse de un documento No Negocia­
ble, en cada una de las copias. En el documento debe consignarse el nombre y
firma de la persona del porteador, y su documento oficial de identidad; así como
las cláusulas permitidas en todo contrato de transporte terrestre o aéreo.

282.6. Emisión y acciones cambiarlas


Al igual que el conocimiento de embarque, la carta de porte puede ser emi­
tido, según el art. 253®, en forma nominativa, a la orden o al portador. En el primer
caso el porteador, es decir, quien emite el documento en virtud de haber recibido
la mercadería para su transporte, debe llevar para tal efecto un libro de registro,
que servirá para acreditar como tenedor legítimo a quien aparezca en dicho libro.
Tal circunstancia ubica al título como uno nominativo, sin embargo la Ley permite
sea emitido al portador, pero su constancia de registro del primer titular debe
estar identificado en el mismo libro acreditativo, correspondiendo la titularidad
del derecho a quien lo porta, y tratándose de título emitido a la orden, a quien lo
posea y además demuestre la cadena sucesiva de endosos que lo acrediten como
su último tenedor legítimo.
El título valor expedido a la orden se negocia mediante el endoso y la entre­
ga del instrumento, en este caso, el endosante responde por la existencia de las

368-
Conocimiento de embarque y carta de porte

mercancías en el momento del endoso, debiéndose entonces indicarse la fecha del


endoso en el instrumento o por lo menos existir una prueba de ella; dicha respon­
sabilidad solamente es para dirimir el conflicto de carácter civil acerca del riesgo
de la pérdida o extravío de las mercancías, de tal manera que si el tenedor endosa
el título con la cláusula “Sin mi responsabilidad”, se libera de la acción cambiaria
pero no de la indemnizatoria. El endosante o cedente del título sólo responde por
la existencia de las mercancías al momento de verificarse la transmisión del título,
sin asumir responsabilidad solidaria ni proceder contra éste acción de regreso.
La acción judicial que se concede al titular del documento es la ejecutiva
(art. 254
*^) aun cuando la norma debió quizás regular el derecho cambiario antes
que el procesal, señalando que la acción se dirige contra el emitente del título
como único responsable de entregar la mercadería en el lugar de destino, lo cual
constituye el derecho sustantivo, por otro lado deja a criterio del tenedor del título
ejercer su derecho conforme a las vías procesales que estime conveniente, con­
cordante con lo señalado en el art. 18-.2 de la LTV
De conformidad con lo dispuesto por el art. 254^.1, la vía procesal es la
ejecutiva, a efecto de exigir la entrega de bien mueble. Al margen de este dere­
cho sustantivo y procesal consagrado en la norma comentada, el transportista o
porteador tiene el derecho de reclamar el pago correspondiente al transporte de
la mercadería con la copia de la carta de porte emitida como título No Negocia­
ble. La vía procesal por la cual se ejercita este derecho es también la vía del
proceso ejecutivo.
La Carta de Porte no es un título sujeto a protesto, sin embargo nada impide
que el tenedor del título exija el protesto para acreditar la falta de entrega de la
mercadería o el incumplimiento de la obligación contenida en el título. En tal caso,
habrá que atenerse a las formalidades para el acto de protesto, así como al plazo
para realizarlo, que en el caso que nos ocupa sería dentro de los quince (15) días
siguientes a la fecha en la que debió cumplirse la respectiva obligación (inciso ‘e’)
art. 74- de la LTV
Si se trata de exigir el cumplimiento de una obligación de un título no sujeto
a protesto, habría que atenerse entonces a lo señalado en el art. 84- en cuanto
señala que, para ejercitar las acciones cambiarías derivadas de ellos, es suficiente
que se haya vencido el plazo o resulte exigible la obligación, según el texto del
título o constancia de su registro. Para ejercitar las acciones cambiarías de los
títulos no sujetos a protesto se requiere haber cursado información a la Cámara de
Comercio respectiva del incumplimiento de la obligación, conforme lo dispone el
inciso 'c’ del art. 91- de la LTV

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