Película: La chica danesa

La película inicia con una pareja heterosexual bastante dada por sus talentos
artísticos reconocidos por sus pinturas, esta pareja a simple vista era bastante feliz
y apasionada, ellos verdaderamente se amaron además de que ambas partes
seguían el código de hombre y mujer dadas por la sociedad y sexo nacidos, el
complot inicia cuando la Gerda (esposa) pide a Einar (esposo) ser su modelo
agarrando apariencia femenina pues, buscaba a una musa de inspiración, Einar al
seguir constante con los cambios de atuendo de sexo opuesto, tiene
complicaciones en descubrir si verdaderamente le gusta ser distinguido como
masculino. Gerda simplemente esta confuso por los cambios en el
comportamiento de Einar, cuando toca un vestido, se siente satisfecho con el
mismo, esto es algo que la mayoría de los transexuales viven al momento de
descubrir quién realmente son.
Einar tomaba el vestido y que le encantaba el estampado, la tela, el color, el
tamaño, su estructura de lo que en la sociedad actual es vista como feminidad. El
a ver a Lili (nombre de nueva identidad de Einar) ser modelo de las pinturas de
Gerda le da la tentación por parecerse más a ella cada vez más.
Lili cada vez es adaptada a Einar, tomando su lugar como identidad principal en la
película, dándonos a entender que Lili es una mujer estando atrapada en un
cuerpo de hombre.
Einar al querer ser Lili va en busca de operaciones para su cambio de sexo y así
finalmente ser libre de expresarse y no estar atada a la imagen de hombre
convencional en la sociedad
Einar es uno de los casos más tocados de las transexualidades debido a ser el
primero en tener una operación de cambio de sexo, cambiar sus sistema
reproductivo, y así finalmente terminar con lo que ella una vez inicio.
A lo largo del tiempo pues simplemente Gerda lo apoya hasta el momento de su
muerte, a pesar de haber sido su esposa también fue su mejor amiga, y con el
apoyo del cirujano Einar jamás le tuvo miedo a explorar su gustos y deseos por
ser parte de la feminidad que el tanto quería.
Reflexión individual ANA ELISA AMELI CANTÚ GONZÁLEZ
Todas estas películas son simplemente como el sistema sexo-genero tiende a
tener control sobre las personas para cumplir con los deseos y estereotipos
convencionales de la sociedad, daban todo tipo de explicaciones para el porque el
“desequilibrio” entre los factores que conlleva aprender comportamiento de
hombre o mujer en una sociedad de 1900, en lo personal adoro este tipo de
películas pues, ver al protagonista preferir expresarse libremente a estar oprimido
por los estereotipos construidos por los de su alrededor, seguir tu propia
satisfacción es increíble de ver pues, al momento de ellos realizar películas
relacionadas a las comunidades de LGTB, mostrando lo masculino y femenino, las
transexualidades, hacen que las personas que van por este mismo tipo de
situaciones se sientan apreciadas y culturalmente aceptadas, ya no vistas como
algo raro y fuera de lo común.
Puede de lo que hable me falte más por investigar pero pienso que el sistema
sexo genero es limitador de lo que podemos hablar, usar y hacer, el decir que eso
es muy femenino para un hombre o eso es muy masculino para una mujer es no
tener libertad y estar a la deriva por pensar en como debe de comportarse una
persona, además de que el sistema genero no abre sus ramas hacia las nuevas
identidades ya vistas en 2021, como el no binario, añadiendo los pronombres elle
para poder usarlos en enunciados referidos a personas con esta identidad. Las
transexualidades hoy en día siguen siendo oprimidas por la audiencia adulta, las
nuevas generaciones ya las aceptan dependiendo de lo que van a aprendiendo y
como la sociedad se desarrolla a lo largo de los años
Conclusión personal ANA ELISA AMELI CANTÚ GONZÁLEZ
Pienso que los feminismos y masculinidades han impactado en nuestras vidas a lo
largo de los años más de lo que deberían, todos los niños en el país se han visto
controlados por como deben de comportarse, sus gustos no pueden ser
expresados por temor a no cumplir con lo que un “hombre verdadero” o “mujer
verdadera” tiene que hacer.
El ser muy femenin@ o masculin@ no quita la identidad con la que tu te
reconozcas, seguir ordenes de una sociedad para “encajar” te lleva directamente a
perder quién eres o qué fuiste, suprimir tu esencia por no ser aceptado ante los
demás es desgastante porque no buscas tu propia satisfacción sino la de los
otros.
Ser libre al expresar cómo eres tu es vivir “la fiesta en paz” como algunos dicen