HIJOS

. ALIENADOS
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COMOACTUAR
CUANDO
TU HIJO HA SIDO

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MANUAL DE SUPERVIVENCIA PARA EL DÍA A DÍA
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ALMUZARA
 MÁS DE 50 CONSEJOS PRÁCT~Ctr]S

Mucho se ha hablado sobre Alienación Parental y, afortunadamente, cada

vez hay más estudios y libros que tratan el tema de una forma rigurosa. En-
tender cómo se origina, cómo funciona y los efectos que produce para saber
detectarlo y diagnosticarlo a tiempo es fundamental. Pero, una vez que ya
hemos hecho esto ¿qué hacer? ¿Cómo tratar, hablar, vivir, llevar una visita o
comunicarse por teléfono con un hijo que sabemos que está manipulado por
el otro progenitor?

Arantxa Coca, especialista en alienación parental, nos presenta una obra en-
teramente práctica, en la que nos asesora en qué hacer, qué decir, qué no
decir nunca, cómo usar los tiempos, las miradas, los regalos, las palabras cla-
ve, en el contacto con un hijo alienado. Es un manual para aquellos padres
y madres que, por razones diversas, aún tienen acceso a su hijo manipulado
y saben perfectamente que convivir con él es una tarea ardua y dolorosa, a
veces hasta el extremo de querer renunciar a ella.

Encontraremos las claves para sobrellevar esta difícil relación, cuando el ene-
migo -tu propio hijo- está en casa y cada día es una prueba de supervi-
vencia. Este es el manual. Paso a paso. Palabra a palabra. Con explicaciones
sencillas, prácticas, sin rodeos. Con el deseo de que sea una guía útil a todos
los progenitores víctimas de la alienación parental y para sus hijos.

«Para intentar evitar, por causa del contagio de odio, que madres o padres
pierdan la relación con sus hijos menores en procesos de ruptura familiar es
para lo que este nuevo libro de la Dra. Arantxa Coca tiene una utilidad prác-
tica realmente impagable». Prof. Dr. Francisco José Fernández Cabanillas.
Presidente de la Asociación Española de Alienación Parental (ANASAP).

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AUfUZARA 911~llll~ll~I IJ~(111!ijll
 Arantxa Coca Vila
Es doctora en Psicología y licenciada en Psico-
pedagogfa. Su interés como especialista en estas
disciplinas ha sido siempre estudiar cómo el ser
humano crea su identidad a partir de las relacio-
nes que mantiene con su entorno, desde las que
tuvo en la infancia hasta las que tiene como adul-
to, en concreto con su pareja. Por eso, haciendo
uso del Análisis Transaccional como metodolo-
gía de trabajo, ha centrado sus investigaciones
en las relaciones parento-filiales y de pareja.
Es especialista en alta confüctología familiar
en divorcios, temática a la que ha dedicado gran
parte de su tiempo como investigadora y confe-
renciante, así como diversas publicaciones en
revistas científicas y libros: Hijos manipulados tras
la separación (2007), SAP, 80 preguntas y respuestas
(2009), Mneia ya no tiene miedo de papá (2012) y
Manual del síndrome de alienación parental {2018).
En cuanto a las relaciones de pareja, ha parti-
cipado hasta la actualidad como comentarista en
numerosos programas televisivos y como asesora
experta en diversos realities sobre el mundo de la
pareja. De esta experiencia también tiene publi-
cados los libros Así eres así amas {2016) y Parejas
al borde de un ataque de nervios (2019).

Instagram: @arantxacoca
Twítter. @arantxacoca
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HIJOS ALIENADOS
CÓMO ACTUAR CUANDO TU HIJO HA SIDO MANIPULADO

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HIJOS
ALIENADOS
CÓMO ACTUAR
CUANDO
TU HIJO HA SIDO
MANIPULADO

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O ARANI'XA 00CA. 2021

O mrroRIALAIMUZARA. S.L., 2021

Primera edición: abril de 2021

Reservados todos los derechos. -No está permitida

la reproducción total o parcial de este libro, ni Ju
tntam.iento informático, ni la tnnsm.isión de ninguna
forma o por cual-quier medio, ya sea mecánico,
electrcníco, por fotocopia, por registro u otros
métodos, sin el permiso previo y por escrito de los
«La experiencia
titulares del rop,,riglat,-. no es lo que te sucede,
Cualquier forma de reproducción, disuibución, sino lo que haces
comuni-ación pública o trarufonnación de esta obra
solo puede ser realizada con la autorización de sus con lo que te sucede».
titulares, salvo excepción prevista por la ley. Dirija.se a
CEDRO (Centro Español de Derechos Aldous Huxley
Reprogrificos,www.cedro.org) si necesita fotocopiar o
c,anear algiln fngmento de C5'3 obra.

EDITOIUALALMU1.AJtA · COLECCIÓN SOCIEDAD ACllJAL

Directora editorial; Emma Nogueiro
DiRño y maquetacidn: Teresa Sinchez-Oalh

Imprime: Criticas La Paz . •/

ISBN: 978-34-18709-M-7
Depósito Legal: C0-321-2021
Hecho e impreso en Es~a - Maát and prinúd in Spo.in
 -~ Í"DIC~~~-

■ Pl11ogo 11
■ lnlroduccl6n: lo • creo que debes saber sobre
allaacl6n ...... 17
1. Al•as nrulles ,,or si 10 18 hablas dallo cuenta aún) 28
2. l8rS8 ,., primera m ilaspu6s de mucllo tiempo 32
3. llamadas , whalsapps 43
•· De ntllllllB. seftales ile 11111 50
,.,
5. OMlllldo a estar cllllltlO 88
l. Bracas II casa , ame■azas de suicidio 81

1 7. MIIIIIIII de babia de •nestm- lll'Ublema 98

• 1

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·,, a. PrllllrOS Cllllar.1DS • tu pareJa, tu 1amlll1 102

l. La ca1l111Cla coa OlrlS ~annanos no allanados 108

10. llllllffl• al.,._... alluader 113

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9
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+ PRÓLOGO
Escribo estas palabras. cautivo domiciliario a tiempo parcial. en el esta-
do de alarma decretado en España por la crisis sanitaria del corona virus.
~ Nuestro gobierno, a sabiendas de la gravedad de la situación (advertido
por la OMS, el Centro Europeo para el Control y Prevención de Enfer-
medades y por los datos de Italia, por ejemplo) optó por alentar grandes
concentraciones humanas con su patrocinio, como las manifestaciones
multitudinarias del 8-M, o no intervenir en otras, como las de carácter
deportivo o lúdico-festivas. Es decir, durante muchos días, demasiados,
el gobierno no hizo nada. Una «gran nada» que puede explotar... y herir-
gp _____M{ nos con su metralla de palabras huecas. Porque ninguna medida tendrá,
ahora o en el futuro, el efecto retroactivo de resucitar a un muerto o de
-~ <:::.~~ descontagiar a un contagiado, acontecimientos ocurridos en el tiempo
de inacción, de retrasar la implantación de medidas contundentes de
contención de los contagios.
~~
Todos los mass media públicos, y los privados «agradadores» del
C7 poder político, trasmitieron mensajes de optimismo: el coronavirus no
'C) es nada o casi nada. En palabras del matemático y filósofo Nassim
Nicholas Taleb respondiendo a la pregunta ¿cómo hemos sobrevivido
cientos de miles de años como especie?: «Gracias a la paranoia, que es

• .,'',::,_,':.,
/ . -- [O] ~
la mejor estrategia de supervivencia. Yo te hago una simple pregunta:
¿prefieres que tu piloto de avión sea un pesimista o un optimista? Ne-
cesitamos que nuestros líderes sean pesimistas».
Cuando, en el ámbito familiar, un progenitor «contagia» a los niños
comunes su odio al otro progenitor, se genera en estos niños un problema
1 ,
\ , de salud mental: la alienación parental. El nuevo libro de la doctora en
' --- ,, Psicología Arantxa Coca Mi hijo está alienado ¿y ahora qué? es exacta-
mente lo contrario a un «lleno de nada»: un conjunto de «recetas» (pautas
de comportamiento) prácticas que sirvan de guía orientativa para el pro-
genitor «rechazado» en su contacto y comunicación con su hijo «aliena-
do», en contextos de ruptura familiar con niños.
Apela ahora el gobierno español a la ciencia (lo que diga la OMS) para
solucionar la crisis sanitaria del coronavirus, pero lo hace tras permitir las

11
gran des concentraciones humanas (con el consiguiente riesgo de conta-
gio) de las manifestaciones del 8-M en favor de la «ideología de género»
que es de letras tCuitura! Studies). Los lobbies del feminismo radical nie~
gan la existencia de la «alienación parental», «el virus», y exigen «poner
al virus a cuidar al paciente».
¿Qué dice la ciencia, la OMS, sobre la «alienación parental»? «El im-
pacto emocional sufrido por niños que se vuelven huérfanos de padres
vivos, tras la separación de sus progenitores, está dentro de la Clasifica-
ción Internacional de Enfennedades. Después de analizar más de diez mil
propuestas de revisiones de equipos internacionales de investigadores de
todas las áreas de la medicina y salud mental, la OMS incluyó la "Aliena-
ción Parental" en la nueva Clasificación Internacional de Enfennedades
(CIE)», consignaba textualmente el comunicado de la OMS en su edición
del CIE-11: el 8 de junio del 2018 la Organización Mundial de la Salud
publicó la versión final de la CIE 11, donde incluía la alienación parental
en el Indice de términos, siendo aprobada el 25 de mayo de 2019 en Gine-
bra por la Asamblea Mundial de Salud. Sin embargo, entre junio de 2018
y mayo de 2019, en la Plataforma de Mantenimiento de la CIE 11 (sitio
web naranja), se publicaron comentarios y sugerencias sobre el término a
favor y en contra, haciéndose el señalamiento de que existían malas prác-
ticas científicas en los comentarios vertidos. El 15 de febrero de 2020
el Equipo 3 del Comité Asesor de Servicios Médicos [MSAC Medicai
Services Advisory Committee] de la OMS anunció en la Plataforma de
Mante~imiento ~e la CIE 11 (sitio web naranja) que la alienación parental
fue retirada del Indice de términos sin que dieran una explicación convin-
cente Y pormenorizada de la investigación que avaló tal decisión.
El «coronavirus» de la «alienación parental» consiste en el contexto
judicial de ruptura familiar con el niño, en argumentar, el progenitor ma-
nipulad?r, que el niño, «coronado» rey de la casa. sea escuchado por SSª:
<<!'lo quiero estar _ni quiero relacionarme con mi papá/mamá». Claro, el
niño, al que ~e ha 1~oculado el virus del odio al otro progenitor, lo rechaza
El progenitor alienador monopoliza al niño común buscando el aisla-
miento del progenitor rechazado en un proceso que debería concluir con
su ex~m1ento a base de ausencia. Las dos variables a tomar en consi-
deración son el espacio y el tiempo.
El es~io geográñco para el distanciamiento entre el otro progeni-
tor Y e! n~ño comun s: gana mudándose muy lejos (en el extremo, fuera
d_el ~ais. incluso mediante el secuestro internacional de menores) con-
siguiendo su entrada en prisión o mediante la obtención de una ~rden
de alejamiento judicial. Por otra parte. el progenitor ahcnador intentará
retrasar, en el tiempo cronológico. toda relación o cornurucacion del pro-
genitor rechazado con el niño.
El efecto del uso de ambas estrategias de forma conjunta ¡,qué conse-
cuencias tendrá? Muy probablemente el progenitor perverso consegui-
rá su objetivo de destrucción del vínculo entre el niño común y el otro
progenitor. Ver, por ejemplo. Tribunal Europeo <le Derechos Humanos
11
(Sección 4 Caso Stochlak contra Polonia. sentencia de 22 septiembre
),
2009: el padre, residente en Canadá. consigue que se declare que Polonia
ha vulnerado su derecho a la vida privada y familiar (art. 8 del Convenio
Europeo de Derechos Humanos) donde se mudó la madre con la hija co-
mún, tras siete años sin relación patemofilial. con procedimientos penales
que no dieron lugar a sanción alguna y ausencia de medidas coercitivas
en el proceso civil: falta de diligencia de los tribunales y las autoridades
internas en el cumplimiento de las decisiones tras la demanda de resti-
tución inmediata. En suma. Polonia debe pagar al padre excluido 7 .000
EUR (siete mil euros) en concepto de daño moral y 6.000 EUR (seis mil
euros) en concepto de gastos y costas.
En España, con un ordenamiento jurídico con asimetría penal por sexo
del progenitor (LO. integral de violencia contra la Mujer y Juzgados de
Violencia contra la Mujer), la huida al extranjero de la madre con el niño
común es, prácticamente, innecesaria. Veamos el caso, paradigmático, de
la STEDH (Sección Tercera), Asunto Haddad v. España, de 18 de junio
de 2019. El Tribunal de Estrasburgo condena a España por impedir ver
a su hija a un padre absuelto (en septiembre de 2013) por violencia de
género. La niña. para los Servicios Sociales, primero de la Comunidad
de Madrid y, después, de la Comunidad de Murcia que, contra la volun-
tad paterna. desde el Auto núm. 86/2015, de 11 de febrero, del Juzgado
de Primera Instancia Núm. 3 de Murcia, da a la niña en acogimiento a
un matrimonio de su elección. Para más abundamiento, la esposa en ese
matrimonio falleció, tal que un señor de Murcia ejerce de padre de una
niña extraña (familia monoparental) sin que esta niña pueda vivir con su
familia biológica formada por su padre y sus dos hermanos mayores ~ue
ella. En marzo de 2020 no se ha producido aún reencuentro paternofihal.
Son explicativos los párrafos 54 y 72 de esta sentencia del Tribuna.l E~-
ropeo de Derechos Humanos, Asunto Haddad v. España, de 18 de Jumo
de 2019, que dicen literalmente: «54. Como el Trib~al ha señ~lado en
numerosas ocasiones la desintegración familiar constituye efectivamen-
te una medida muy grave que debe basarse en consideraciones basadas
13
 en los intereses del menor y tener suficiente entidad (&ozzari Y Giun,o
v. Italia [GS], nº 39221/98 y 41963/98, § 148, TEDH 2000-VIII). A este
respecto, y en relación con la obligación del ~stado de. adoptar medidas
positivas, este Tribunal ha declarado en. repetld_as ocasiones que el an;
culo g implica el derecho de un progerutor a _disponer ~e medidas J)ara
reunirse con su hijo y la obligación de las aut~ndades nac1~aa~es de adop.
tarlas (véase, por ejemplo, Eriksson c. Suecia, de 22 de Junto de 1989_
§ 71 serie A. nº 156, y O/sson c. Suecia (nº 2), de 27 de noviembre de
1992, § 90, serie A, nº 250). En tales casos, la adecuac~ón de una medida
se juzga por la rapidez en aplicarla, y~ que el paso ~el tiempo puede tener
consecuencias irreparables en la relación entre el niño y el progenitor que
no vive con él (Maumousseau y Washington, citados anterionnente, § 83;
S.H. c. Italia, nº 52557/14, § 42, de 13 de octubre de 2015)». Y «72. Este
Tribunal considera que el procedimiento debería haber estado rodeado
de las garantías adecuadas para proteger los derechos del demandante
y tener en cuenta sus intereses. De esta manera, el tiempo transcurrido
como consecuencia de la inercia de la Administración, así como de los
tribunales nacionales, que no calificaron de poco razonables los motivos
aducidos por la Administración para seguir privando a un padre de su
hija basándose únicamente en la ausencia de contacto, que por otro lado
tenía prohibido por ley, contribuyó decisivamente a que no existiera po-
sibilidad alguna de reuni.ficación familiar entre el demandante y su hija».
El J 1 de mano de 2020 la OMS declara que el coronavirus es una pan-
demia: «los niveles de inacción son alarmantes». Solo hay que «dejar pa-
sar el tiempo siri actuar, sin hacer lo pertinente» para crear un grave pro-
blema de salud, sea fisico (coronavirus) o mental («alienación parental»).
EJ problema del coronavirus es el colapso sanitario porque no hay camas
de UCI _para tant~s. infectados que las necesitan para sobrevivir. Mutatis
mutandi, los servicios «psico-sociales» forenses están en muchos casos,
colapsados, de forma que dan citas a la familia afectada muchos meses
despu~s d~ la orden judicial de su intervención: los niños quedan «huérfa-
s
~s ~ •qurcos» de padre o madre esperando en la cola de la intervención
publica en Salud Mental.
Cuando esto haya ocurrido, el remedio de nuestro «Estado de derecho»
para el prog~nitor alienado (que ha perdido su relación con su hijo menor
d~ edad) es mtentar la reparación del daño demandando por «funciona-
~ent_o ano~I de la Administración de Justicia». La sentencia de la Au-
díencía N~cronal (Sala de lo Contencioso-Administrativo, Sección 33) de
18 de septiembre de 2018 condena al Estado a pagar 52.000 euros a un
padre que no pudo ver a sus hijas en ocho años, al existir dilaciones m-
debidas en la tramitación de un procedimiento penal contra el recurrente
que se alargó durante más de seis años. periodo en que no pudo mante-
ner contacto con sus hijas. El padre, que fue acusado de abusos sexuales
-fue finalmente absuelto- y sometido a medidas cautelares. no pudo
acercarse a sus hijas, ni visitarlas, ni tener «coincidencias espaciales» con
ellas durante casi 8 años.
Se reconoce la dificultad de valorar los daños en este caso, y para ello
tiene en cuenta determinados informes de evaluación psicológica sobre
los primeros encuentros con sus hijas cuando se reanudó un régimen pro-
gresivo de visitas con negativa de las niñas a ver a su padre.
Durante las primeras visitas, transcurridos tantos años, se produce un
rechazo de las menores a los encuentros con el padre. llegándose incluso
a suspender cautelarmente las mismas. Si bien la sentencia de divorcio
dictada finalmente en 2015 otorgó de forma definitiva un régimen de vi-
sitas en un punto de encuentro, la familia quedó en lista de espera y en
situación de derivación a otro punto cercano debido a la imposibilidad
de hacerse cargo del caso, advirtiéndose una problemática familiar con
dificultades para su resolución.
El padre alienado interpuso recurso contencioso-administrativo frente a
la Resolución de 23 de marzo de 2017, dictada por la Secretaría de Estado
de Justicia, por delegación del Ministro de Justicia, en la que, de acuerdo
con el informe del Consejo de Estado, se estimaba en parte la reclama-
ción de indemnización con cargo al Estado por funcionamiento anormal
de la Administración de Justicia, formulada por dicho señor, concedién-
dole como indemnización la cantidad de l 0.000 euros.
Declara la Sala de la Audiencia Nacional en dicha sentencia que
«la prolongación excesiva del procedimiento, con retrasos que van
más allá de lo razonable, o de los estándares que pueden reputarse
normales para su tramitación, pueden dar lugar a la declaración de
responsabilidad en tanto que agravan el padecimiento moral de la
imputación, o d; las medidas adoptadas -en este caso s~spensión del
régimen de visitas, orden de alejamiento y comparece~c1a mens~al en
el juzgado-, ya que de haberse tramitado con normalidad las citadas
cautelas hubiera tenido una menor duración. Como alega el recurren-
te, la suma reconocida por la Administración -l 0.000 euros como
indemnización por el tiempo que se vio privado de la posibilidad de
relacionarse con sus hijas- es insuficiente, pues esa suma no resarce
el daño moral provocado por la prolongación no justificada del proce-
15
dimiento y de las medidas cautelares; además, el recurrente se ha visto
sujeto a un procedimiento especialmente infamante».
Para las Administraciones Públicas españolas, el daño a un padre por
«perder a sus hijas» vale 52.000 euros en 2018. C~osamente, igual que
el Informe de impacto de género sobre el soterramiento de la M-30 del
Ayuntamiento de Madrid en la misma fecha: 52.000 euros (https://elpais.
com./ccaa/2018/01 /1 O/madrid/1515616362_667521.html ).
En resumen, como dice el profesor Antonio Escohotado: «La verdad se
defiende sola, la mentira necesita ayuda del gobierno», es decir, un chorro
de dinero público extirpado de tu bolsillo sin tu consentimiento ( impues-
tos), para pagar a «los predicadores que predican contra ti».
Para intentar evitar, por causa del contagio de odio, que madres o pa-
dres pierdan la relación con sus hijos menores en procesos de ruptura
familiar es para lo que este nuevo libro de la Dra. Araotxa Coca tiene una
utilidad práctica realmente impagable.
Prof. Dr. Francisco José Femández Cabanillas.
Presidente de la Asociación Española
de Alienación Parental (ANASAP).
. INTRODUCCIÓN -
■ Lo qn creo que de~es saber sobre alienación parental
Alienación parental ¿si O no?
Soy. de la• opinión de que la alienación parental es u na 1r.orrna de maltra-
to infantil.
· · Como
d. yo,
• • muchos otros autores observan que cump 1 e con
los
. enteraos iagnosncos . para ser considerado un abuso emocional · del
niño tal como lo descnbe el Manual diagnóstico J' es Iad'IS(/CO • de 1os
trastornos
. . mentales (DSM-5) publicado por la Asociacion · · Amencana
·
de Psiquiatría en el 20131•
Este
. «fenómeno» . es designado con muchos nombres para ev,itar usar
las ~•glas SAP (Síndrome de Alienación Parental), muy demonizadas a
partir de controvei:s1~ generadas alrededor de la figura de Gardner ( el au-
tor que acuñó el tennmo) y del hecho de no ser un síndrome reconocido
co~o tal por la O~S. Así, se habla de interferencias parentales, manipu-
lación, programacron mental o inducción por terceros.
No hay que confundir el hecho de que no esté reconocido como tras-
torno con el hecho de que el fenómeno o acción no exista como tal. He
leído autores que niegan la existencia de la alienación parental y que
~n capaces de reconocer que es posible manipular a un niño y más
s1 eres su adulto de referencia, o sea, su progenitor. Hasta este punto
creo que todos los autores de todas las opiniones coincidimos. El tema
se tuer~e cuando se analiza el uso de dicho fenómeno para beneficio
d~ los mtereses de un progenitor. Suelen darse dos posibles casos: o
bien se cree que se usa la alienación parental para defenderse de una
denuncia de maltratos (mi ex me ha interpuesto una denuncia penal
falsa por maltratos porque quiere quitarme a mis hijos), o bien se cree
1
~ P. (2009). Alienación parental: ¿hacia el final de la negación? Annales médi-
CO-p.rycho/ogiq11e.s, miue psychiatrique, 167(6), pp. 409415; Bemet, W~ & Baker, A. J.
{201J). Parental alienation, DSM-5, and ICD-11: Response to crines. Thejoumal ofthe Amer-
~ Academy ofPsychiaoy and the Law, 41( 1 ), pp, 98-104; Lorandos, D., Bernet, W., ~ Sau-
CV:X.S. R. (2013). Poremo! alienation: The handbookfor mental health ond legal profemona/s
l l l6). Charles C Thomas Publisher.
 que se usa la alienación parental para justific~ que los hijos no cum-
plen con la visita debido a que aquel progcmtor es un maltratador/s
(se intenta probar que no es una alienación, si?o que el prog~nitor
pretende proteger a sus hijos del maltratador o bien son estos mismos
los que «voluntariamente» no quieren ver a ese padre/madre porque
saben que es un maltratador/a).
Este es el punto complejo que compromete el estudio y aceptación
de la alienación parental como fenómeno: su posible instrumentación
legal. Existen síntomas estables y claramente identificables para su
detección y diagnóstico, pero este tipo de información, a las eviden-
cias me remito, no suele verse reflejada en los informes periciales que
pretenden dar respuesta a la existencia o no de tales interferencias
parentales, bien por desconocimiento del perito o bien por un posicio-
namiento ecléctico sobre la existencia de la alienación que convierte
el informe en algo muy poco preciso.
Sea como fuere, no hay que olvidar que hay muchos otros casos de
hijos que odian a su progenitor donde no existen denuncias penales
cruzadas. «Sencillamente» los hijos no quieren ver a ese progenitor
~ando la «casualidad» de que eso sucede cuando dicho progenitor
tiene una nueva pareja, cambia o deja su trabajo y gana menos dinero
deja de realizar algún tipo de pago o se ha comprado un coche nuevo'
por_ poner algunos ejemplos. El propio hijo alienado es capaz de ver~
balizar el mo~1~0 de su desinterés por tal progenitor, pero el elemento
clave de análisis no radica en los motivos del hijo, sino en la actitud
~ostrada ant~ todo _ello por _otro progenitor, que por lo general tam-
bién ~ronunc1a la misma queja y se muestra pasivo ante la negativa de
sus hijos de hacer las visitas.
Hasta hace ~oco _los_ informes periciales más elaborados y precisos
en su evaluación técnica describían la alienación parental observada
en ~I cas~. por la descripción de las características de la relación pro-
gemtor-h1Jo y p~r su causalidad, usando en el CIE 1 O el códi o 263 5
Problemas asociados a /a ro I fi •r g ·
y en el DSM-V V61 29 N.'.!' ura anu tarpordivorciode los padres;
tiva. El 25 de ~a~o d d~;
2
ª{e~ado por relación parental confite-
que por prímera vez conten e í , a MS aceptó la versión del CJE-11
a el térrni 1· . (S)'Ddrome)-A serious fonn ofpsychological child abuse. Menf Healrlt Fam Med. 14, PP·
código QE.52 p bi
. .
.i •,º?
ro ema ue relacion crudado •·
«a Jenac1ón parental» para el
en vigor en enero de 2022 E . r-ntno, Y que debía entrar
1 J)al'Cnt-<:hild relationships: Outcomes of family bridges with alieoated childn:n. Joumal of
él_ profesor Femándei Caban~n:tctualidad: y como ya ha explicado
en el prologo, la OMS de nuevo
está en proceso
. de ratificarse
. o. no sobre esta decisio . h a visto
· n . que se
interrumpida postcnorrnente srn que los motivos se hayan podido es-
clarecer hasta el momento.
Más allá del rcconocimie~to d~!
termino o de su expllcitación en
los manuales de .salud,
, . la .d
alienación como fenómeno ( no d 1go · como
.
trastorno) ~ acción ejerci a por un progenitor sobre su hijo tiene
consecuencias en el _desarrollo emocional del niño. Produce autismo
afectivo, conducta_v1olenta y ansiedad en el hijo alienado. Ya son nu-
m~ro~os los estudios en el campo de la psiquiatría y psicología que
comciden en las consecuentes secuelas traumáticas en el menor pro-
ducidas por los_ divorci~s litigiosos, las luchas de poder de los proge-
nitores y la acción manipuladora de uno de ellos'.
Sin duda, el impacto psicológico que produce en el hijo la ruptura
de su vínculo emocional con el progenitor rechazado y la lesión emo-
cional profunda que esto provoca debe ser objeto de más estudios y
análisis de casos. Investigar la ausencia de la figura del progenitor en
el horizonte emocional del niño y sus efectos tanto a cono como a
medio y largo plazo es un objetivo ineludible en el estudio de la alta
conñictología familiar. Quedan por realizar más estudios longitudina-
les y recoger los efectos psicológicos observados y recurrentes de tal
maltrato infantil de forma que permitan sistematizar un protocolo e
indexar. los síntomas del niño trastornado por esta forma de maltrato.
1
Bemet, W. (2015). Childrcn ofhigh-ronftict divorce faee many challenges. Psychiatric
Ttme.s, 32(10), 9-9; Bernet, W.• Wamboldt, M. Z., & Narrow, W. E. (2016). Child affected
by pamttal relationship distress. Joumal of tbe American Academy o/ Child & Adolescou
Psychlalry, 55(7). pp. 571-579; Mardomingo, M. J. (2015). Tratado de psiqutatria del milo
y del adolescen/e. Madrid: Diaz de Santos; Warshak, R. A. (2013). Severe cases of'parental
alienation. AAVV: Paren/a/ alieno/ion: 77,e handbook for mental health and legal profes-
nonals. pp. 97-124; Harman, J. J., Bemet, w.. & Hnnnan. J. (2019). Parental aliena11on:
The blossoming of a field of study. CUITf!JII Direclions i11 Psycho/ogical Science, 28(2), pp.
212-217; Vcrrocchio, M.C .. Bakcr, A. J., & Bemet, W. (2016). Associations lxtween expo-
stn to alienating behaviors., anx.iety. and depression in an ltalian sample of adullS. Joumol
0//orens;c scíences, 60(2), pp. 357-362; Von Boch-Galhau. W. (2018). Parental Alienation
1
725-39; WarshaJc, R. (2015a). Parental alienation: Overvicw, management. inte"' entio~. and
Pf8ctice tips. J. Am. Acad Matrimonial Lm,i, 28, p. 181; Warshak. R. A. (2019). Rcclaimmg
Divorce & Remamage, 60(8). pp. 645-667.
 ■ Dime c6mo acbía el allenador v te diré qué hlJe allende Uenes.
Allenador Upo A. Allanador IIPO B
No todos )os hijos manipulados para rechazar a uno de sus pro~e-
nitores no vuelven a verle jamás. Hay que reconocer que ha habido
una evolución en el tratamiento del abuso psicológico ~el menor e_n el
campo judicial y que actualmente se está~ _dando m_ed1das resolu_t1vas
funcionales como la restauración automattca y obligada del régimen
de visitas y la implementación de una terapia familiar. Sin embargo.
algo en apariencia tan sencillo de dictaminar genera multitud de difi-
cultades en su resolución y aplicación (que suele llegar tarde porque.
después de un largo litigio, la alienación se ha radicalizado y por tanto
el retomo del hijo a las visitas familiares se hace casi imposible). Pero
por lo menos ofrecen un margen para la incorporación de una figura
terapéutica y de un tiempo convivencia) entre hijo y progenitor recha-
zado. De este tiempo convivencia! restaurado hemos podido observar
los efectos que la manipulación ha ejercido sobre el comportamiento
del menor y nos ha permitido obtener más detalles acerca de los efec-
tos perniciosos de tal abuso psicológico.
~uando un juez reinstaura la visita sin dilación y obliga a su total
cumplimiento, pueden suceder dos cosas: o el hijo vuelve a tener una
relación con el progenitor rechazado «como si aquí no hubiera pasado
nada» (para sorpresa de ese progenitor), o el hijo regresa absolutamente
cambiado y no parece ser el mismo.
En los casos de manipulación investigados en la practica clínica y a partir
de los datos de otras publicaciones, observamos que no todos los menores
afectados por esta forma de maltrato manifiestan los mismos síntomas, has-
ta tal punto que podemos hablar de diferentes tipos de alienación1• Podría-
mos detenemos en el estudio de las variables propias del menor taJes como
su tem~ento Y su capacidad ~tura! para la resiliencia, lo q~e explicaría
la apancíón de ~os u otros mecamsmos defensivos ante los efectos nocivos
del ~buso emoc1~naJ al que ha estado sometido Y las diferentes formas de
mamfestarlos. Sin embargo más interesante es analizar J • bl
ti ' ~as~aes~
enenl qu~ ver co~ el perfil del progenitor alienador, más concretamente
con e estilo de enanza ha · •d
confcormado también que •;J ~ejerci o sobre el hiio'J
y que' por ende' ha
un esu o o rorma concreta de eiercer
:.i
su m arupu
. lacion,
..
Coca, A. (2017). C-Onviviendo con la aJi ºó
(Ed.), Manual del Síndrome de Alienación ;:111c1 n parental. En Femándcz Caba~illas
arental (pp. 253-308). Barcelona: Paidés.
20
Así podemos distinguir entre alienado- tipo A y al1enador tipo H.
El alicnador tipo A se_ cara~tenza por un estilo de crianza dominante y
rígido, con una comumcacron directa y explicita hacia el hijo de sus inte-
reses y deseos: «no me gusta que vayas a ver a tu padre/madre ... A la ve,
que manifiesta sin disimulos su propio estado de ánimo: «estoy molesto
si vas a ver a tu padre/madre». Como consecuencia. la respuesta del hijo
es adaptativa a ese mensaje Y al estado de ánimo del progenitor: «prefiero
00 ir a la visita porque mi padre/madre se va a molestar».
En estos casos, el hijo tipo A suele presentar un aparente ajuste en su
vida escolar y social. Unicamente la vida familiar con uno de los proge-
nitores parece alterada. Aquí el hijo presenta una vida normalizada, con
éxito en su vida académica (en algunas ocasiones incluso esta mejora).
relaciones sociales estables con amigos y buena salud (sin molestias fi-
sicas). A menudo suele describirse a este tipo de niño como «el hijo per-
fecto» porque no da ningún tipo de problema ... exceptuando su rechazo
obsesivo hacia uno de sus progenitores.
Esto lleva a la creencia de muchos profesionales de que. si el niño lo
está haciendo bien en otros aspectos de su vida, está perfectamente capa-
citado para decidir sobre su relación con el progenitor rechazado o bien
que esta relación está afectada debido a alguna disfunción particular de
ella no atribuible a otras causas ya que, de ser así, estas afectarian también
a los otros ámbitos de su vida.
La integración de este menor en la vida familiar del progenitor re-
chazado, en caso de producirse tal oportunidad (por orden judicial, por
supuesto), se ha observado que es la menos dificultosa. Pasadas las
primeras resistencias a cumplir con la obligada visita y pasadas tam-
bién las primeras horas de la visita con una conducta bastant_e ~istante,
este hijo es capaz de ir relajándose y participar de las act1v1dad~s o
rutinas que le ofrece el progenitor. Es parco en palabras, suele esqut~ar
la mirada, por supuesto no explica nada sobre su vida ni académica
ni social, pero está ahí con una conducta pasiva particip~n~o de l~s
hábitos, rutinas y actividades que se le van proponiendo._ S1 t1e~e tele-
fono suele usarlo bastante, pero con disimulo, el progenitor alienador
suele escribirle muy frecuentemente preguntándole todo lo que hace
Y se siente con la lealtad de contestarle a todo. Suele hacer pequeños
hUrtos para llevarle pruebas al progenitor alienador de dón_de ha estado
0
qué ha hecho: una tarjeta de un restaurante donde han 1~0 a ~o~er,
1 os t.iques de eme
. .
la etiqueta de la conserva d e alguna comida·• s1 tiene
móvil, hace fotos disimuladamente de algo que h aya vis
' · t O e n la casa

que pueda ser de interés para el progenitor alienador: la reforma del
baño, el coche nuevo, el nuevo ordenador de su padre/madre, etc. Ac-
túa como un pequeño espía al servicio de la otra casa. . . al parecer este extremo no funciona. ya que d menor no cambia su
Pero no es un hijo confrontativo cara a cara, es más bien de bajar la
mirada, contestar con monosílabos o no contestar, ya que prefiere evitar
los conflictos. Si la situación es inaguantable para él no lo dirá durante
la visita, pero seguramente hará todo lo posible por no ir a la siguiente.
Vemos que este tipo de hijo alienado tiene una doble conducta: una
vez está en casa del progenitor rechazado no se muestra beligerante
e incluso, cuando se relaja, puede ser espontáneo y mostrar algún
gesto de afecto. Sin embargo, cuando regresa a la casa del alienador
se muestra totalmente disgustado con la visita que ha tenido, enseña
todas las pruebas que ha conseguido reunir que demuestran lo mala
persona que es el progenitor rechazado y lo mal que lo ha pasado
durante la visita. Como decía, cuando le resulte dificil llevar esta do-
ble conducta con ambos padres, abandonará la visita por completo.
Para hacerlo, suele recurrir a argum entos extremos, como amenazar
con suicidarse si vuelve a ver a aquel progenitor o denunciarlo por
alguna forma de maltrato. Sobre estos extremos también dedico un
capitulo en el libro.
Por otro lado, el alienador tipe B se caracteriza por un estilo de crian-
za sobreprotector y flexible basado en una excesiva acción consultiva
hacia el hijo dele~ando en este las decisiones en vez de comprometer-
se a ~acer_ cumphr los acuerdos pactados o previstos en la sentencia:
<<¿quieres ~ este ~d~ con tu padre/madre?». Estos progenitores argu-
me~!-1° el Incumplimiento de las visitas diciendo que no quieren forzar
al hijo o que prefieren hacer según la voluntad que este le manifiesta en
ca~ ~omento: ~ncontramos, pues, una acción delegadora del control y
:non d~ la ~sita en e! menor. ~l. rol qu~ ejerce este progenitor puede
dodble. º. bien de amigo permisrvo ( «s1 no quieres verle no vayas»
«cuan
b d o quieras ' me Uamas Y te paso ª buscar»), o bien de 'victima ( «te'
:./ de lmhi~os, vuelv~ pronto»). El resultado es una respuesta adao-
... va e1 ~o. caractenzada
decidi . por 1a asunci·6n de poder: «puedo hacerry
1 ir o quiera con mi padre/madre».
En estos casos el bij f 8
va hacia el prog;nitor ; iio dsue 1 e presentar una conducta disrupti-
desafio pasan a pr ec aza o y no solo con este, sino que su odio
oor. Esta manifestac~¿~~se P~~ ~tros contextos Y relaciones del roe-
n exp ícrta de que algo no va bien en el hijo
es la que rápidamente permite jusuficar a algunos magrstrado- que el
menor se mantenga apartado del progenitor rechazado. ya que este
rápidamente aparece como caus~ del desajuste del lujo. Sin embargo.
actitud beligerante ni mejoran sus relaciones sociales aun cuando ya
00 tiene contacto con el progenitor «supuesto» causante de su males-
tar. Algunos peri_t?s justifi~an esta circunstancia como efectos a largo
plazo de la relación permcrosa que el hijo tuvo en su momento con el
progenitor rechazado, efectos que aconsejan ser tratados con un largo
tratamiento psicológico individual del niño (a mi entender. una medi-
da del todo disfuncional para la resolución del conflicto).
Este hijo tiene la libertad de hacer prácticamente lo que quiera. ya
que el progenitor alienador se muestra muy generoso en darle tiempo.
espacio y dinero. El resultado es un niño empoderado que desautoriza
a ambos progenitores (no únicamente al rechazado) y rápidamente
también a sus profesores de colegio. a los que suele contestar con
cierta «agilidad». Como la disciplina falla, también lo hace su rendi-
miento académico, que en poco tiempo tiene un descenso importante.
Si no se controlan sus relaciones sociales o sus estancias en la casa,
rápidamente se convierte en un niño con mucha vida en la calle y
amistades no muy recomendables. No suele usar mucho el teléfo-
no para comunicarse con el progenitor alienador, ya que este confia
totalmente en él y le da plena libertad de decisión; no necesita con-
trolarlo. Es un niño provocador con su conducta, muy malhablado,
confrontativo en el cara a cara, violento verbalmente y en algunos
momentos también fisicamente. La rabia le consume y tiene proble-
mas de ansiedad que, en edades más avanzadas, le empujan a miti-
garla a base de alcohol y tabaco. En la adolescencia sus problemas
de conducta se incrementan hasta el punto de poder tener problemas
legales por predelincuencia. Su conducta dificil empieza a afectar ya
no al progenitor rechazado (al que seguramente hace tiempo que no
ve), sino al alienador, que siente que ha perdido todo el control sobre
su hijo. Es en este extremo que por primera vez el alienador contacta
con el rechazado para pedirle ayuda. Y es entonces cuando sucede_~º
impensable: ambos empiezan a colaborar para intentar sacar a su hijo
de esa espiral de autodestrucción.
. Los consejos que te propongo en este libro te servirán para ambos
tipos de alienación.
 ■ HIJOS allanados menores y mayores de edad.
HIJOS únicos o con llennanos. La cadena de alienación
Ya verás que en el libro distingo dos escenarios distintos: los hijos aliena-
dos menores de edad que deben cumplir con las visitas con el progenitor
rechazado, a pesar de su negativa a hacerlo, y los hijos mayores de edad
que después de un tiempo, quizás años, sin ningún contacto con el proge-
nitor rechazado ahora «aparecen» y muestran interés en encontrarse con
éVella. Ambas situaciones son muy complejas y debe meditarse muy bien
cuáles deben ser el enfoque y la actitud al abordarlas.
Por otro lado, quisiera hacer aquí una distinción especial entre la alie-
nación cuando se trata de un hijo único y cuando hay más hermanos.
A lo largo del libro pongo algunos ejemplos concretos en función de si
el hijo alienado es hijo único, tiene hermanos y todos están alienados o
biep tiene hermanos, pero solo él es el manipulado. Son tres situaciones
diferentes que provocan a su vez evoluciones diferentes del proceso de
manipulación dentro del grupo familiar.
Por lo observado, el hijo primogénito, sea niño o niña, acostumbra a ser
el más manipulado. El primogénito tiene un sentido del grupo familiar
muy enraiz.ado, lo defiende, lo necesita y suele intervenir en los conflictos
que en aquel se produzcan. Se preocupa por sus progenitores y sus ber-
~os Y apoya a los ~u~ considera más débiles. En el caso de una separa-
cién altamente conflictiva, se pone del lado del progenitor que considera
más bu~~º• más justo, menos culpable o el que muestra más dolor por la
separacion, c_on este pe~l es relativamente fácil manipular a este hijo,
ya ~e lo ~ todo ~r intentar equilibrar el sistema familiar quebrado,
poniéndose
· to
el/ella mismo como miembro clave para dar apoyo a1 proge-
• · • •
m _r m~ _v1cll~o y su?.lir_el_vacío que ha dejado la ausencia del otro.
fuSi el hijo alien:uto es hijo unrco, la alienación tiene unas raíces más
el:~.es de lo ~a~uual, ya que la alianza que se crea entre el alienador y
JJO es exc ~s,va (a_l no_haber más bennanos) y por tanto más intensa
~::r;::i:j: ;:i;e~: 1
::~~• los casos de hijos únicos alienados son los
Si el hijo alienado tiene más h
llamad? «cadena de alienaci6D.>>.~anos suele producirse Jo que yo he
progenitor alienador sino ta cadena suele empezar, no por el
este influye en su hijo/a :r un_o de !?s abuelos (padres del alieoador);
uno de sus hijos (por lo gen:gtmtor ª tenador); este a su vez influye en
Y el hijo alienado influye en~ ' ~o~o he comentado, suele ser el mayor),
e siguiente hermano (el segundo hijo). Esta
C
adena de alienación suele «aflojarse». a .partir del tercer hijo . ljUc• por
lo general suele dar muestras de mas resistcncra frente a la alienación
y prefiere ir más por su cuenta y no a remolque de lo que k digan sus
hermanos mayores respecto a rechazar a uno de sus progenitores. Así.
observamos que el hermano mayor suele ejercer una gran influencia
sobre los hermanos más pequeños. De hecho. es la principal fuente de
alienación de los hermanos pequeños y no el progenitor alienador Por
Jo observado, si el hermano mayor no va a la visita con el progeni-
tor rechazado, tampoco lo hacen los hermanos pequeños: el segundo
hermano, motivado también por un sentimiento de rechazo hacia ese
progenitor, el tercer hermano, para evitar que sus hermanos mayores
se molesten con él (sin embargo. vemos con frecuencia que algunos de
estos niños acceden hacer la visita con el progenitor rechazado a pesar
de que sus hermanos mayores no la realizan).
A lo largo de este libro me refiero al hijo alienado en singular. como si
solo hubiera uno, solo por una cuestión de hacer más fácil la lectura. pero
las consignas que doy sirven para todos los hijos y hermanos que estén
alienados. Dedico en concreto un capítulo a observar cómo debe ser el
trato hacia un hijo alienado frente a otros hermanos que no lo están.
■ P• • 18 serviré 8Sl8 manual de supervivencia ... v para qué no
De entrada, te servirá para sobrevivir como persona. La convivencia con
un hijo alienado es tan dura que ta salud de uno/a merma rápidamente.
Muchos progenitores rechazados acaban medicándose, y otros ámbitos
de su vida como el personal o el laboral acaban por resentirse también.
Siempre digo que, en los casos de alienación parental, el manual de psi-
cología educativa no se puede aplicar; sencillamente sus preceptos no
funcionan cuando tienes en casa un hijo en estas condiciones. Y eso lo
notáis muchos de vosotros/as cuando no sabéis cómo actuar con la alie-
nación de vuestro hijo. Os quedáis paralizados, intentáis aplicar el sentido
común o pensáis qué harían otros padres en esta misma situación. Pero tú
?<> eres igual que otros padres, tú eres un progenito_r víctima de maltrato
tntrafamiliar conjuntamente con tu hijo, y eso requiere otras pautas para
saber sobrellevarlo en casa.
Por otro lado, muy probablemente sientas que ya no puedes aportar
~a como madre/padre a tu hijo, viendo cómo él te da la espalda Y se
distancia de ti. A mi entender, te equivocas: aún hay muchas cosas que
puedes enscftarle, aunque tu hijo ~o reconozca ninguna autoridad en_ t1.
La estima incondicional, la renuncia al orgullo, la madure~ en las relac10-
nes entre adultos, el arte de volver a empezar y la valentía de perdonar.
&o le será de muchísima utilidad a tu hijo para zafarse, ahora o en el
futuro de la manipulación a la que está sometido.
Ha/ un factor importante a tener en cuenta y para lo que. ~te libro
pretende especialmente ayudarte: que _tu_ co~ducta y ~s d_ec1s1ones no
agraven aún más la relación ya de por s1 dificil con tu h1JO alienado. Cada
palabra que digas y cómo la digas cuenta. Cualquier decisión que pase
por intentar recuperar tu respeto como padre/madre seguramente estará
abocada al fracaso. Es importante que conozcas cómo actuar en cada si-
tuación dificil o conflictiva que vivas con tu hijo.
Hay algo que repito mucho en este manual: to principal es proteger el
vinculo con tu hijo, que ya está muy debilitado por la alienación. Sin em-
bargo, tienes la «suerte» de que judicialmente se te han otorgado visitas
con tu hijo de imperioso cumplimiento. Esto te da una oportunidad de
no perderle para siempre, y no puedes desaprovecharla No creas que de
entrada estas visitas van a retirar todo rastro de la manipulación de tu hijo;
al contrario, deberás saber convivir con ella. Pero si sabes cómo actuar en
todo momento, la falta de afecto de tu hijo no se convertirá en una batalla
campal de odio entre ambos, sino que por lo menos podréis tener una
convivencia tolerable y pacífica. Las visitas continuadas harán el resto,
ya que el contacto, si no es hostil, genera vínculo.
acceso a él es más limitado y por ende la resolución de la ahenaciun
también. Solo cabe esperar que d se acerque a ti rnov ido por aliwn inte-
rés específico. A al respec~o dedic~ un capítulo sobre qué cah; esperar
y cómo actuar en acercamientos asr.
El presente manual pretende aportarte claves para proteger el vínculo si
convives con tu hijo alienado o si has empezado a tener contacto con él
después de un largo tiempo de distancia. Quiere ayudarte a que sobrevi-
vas a situaciones muy duras que vivirás con tu hijo y que pondrán a prue-
ba tu paciencia y saber hacer. Un movimiento en falso. y puedes echar por
tierra la oportunidad que ahora tienes con él. Aprovéchala.
Nota: el uso del pronombre masculino se usa con un sentido gene-
ralistJl para facilitar la lectura. Así, la palabra «progenitor» incluye a
madres y padres y la palabra «hijo» incluye tanto a niños como a niñas.
De ser necesario una distinción entre géneros, ya lo remarco en el texto.

■ Olé Nbes tener claro antas de POner en "1cllca este ran■al

F.ste libro no ~ J~ solución para un caso de alienación parental. Ojalá Jo
fuera. Pero 10 uruco que. pu~~ darte garantías de que tu hijo menor de
edad p~ s_u~ su alienación es Ja combinación de tres factores: una
sentenc1a;udic1al que te conceda visitas con pernocta (1
.
. . d
as visrtas que uran
.'- .
la .• unas horas no sirven para la revinculación, solo para observar la
apenas
re cion entre ambos y a ti es · 1
· ·
1as vrsitas ' pecia mente, por parte de algún técnico)· que
se lleven a cabo de forma más O ,
terapia revinculante (g eralm menos regular, Y el apoyo de una
o una coordinación ~ntal). ;::~:: un e_~oque sistémico familiar
cursos de ayuda es del todo . . . 0 ª visita Y preservarla con re-
En el caso de que tu h.. imprescmd1ble
. para combati r 1 a alienación,
.
sibiJidad de una senteoci1!°q:1;ei"ad~l~ea mayor de e~d ya no hay po-
e O igue a estar contigo, por tanto, el

26
 CAPinJt.O 1

-,naoiiiEf-
. .. . ..
(INH' si no te hablas dado cuenta auJ

. .

1 No busques «acenar»
Hagas lo que hagas,
lo harás mal a oJos del alienador.
SI decides llamar, mal porque acosas a bl hlJo.
SI no le llamas, mal porque
significa que no te importa.
en tu componamiento para tener
la aprobación de tu ex y manos
la de tu hiJo alienado.
~, Estás suspendido/a de por vida.
MeJor, actúa siempre con sentido común
, pensando en lo que tú creas mejor para tu hlJo.
Que tu conducta siempre sea auténtica
por el amor de un padre a un hijo,
olvidate de si la otra parte lo aprueba o no.

28
 Deberás acostumbrarte Que tu hlJo finalmente se dé cuenta del padre
a amar a tu hiio en silencio. que tiene no te dará paz, al menos no de forma
O sea, probablemente tu hilo y tu ex Inmediata. Ahora solo la encontrarás actuando
no entenderán nunca que lo que hacas como padre que desea lo meJor para su hilo
e hiciste fue por amor y respeto. sin perder el senlido común.
, Como todo lo que haces está demonlzado,
',..y. .
renuncia a que te «vean• y actúa
siempre desde tu honestidad, sin •estrategias•
para captar su atención.
Al final ese será tu único consuelo:
haber actuado como un padre/madre lo harfa.

' . , ·. :

3_0
.•
 ,.--,~ ~~·--- -- - . . . . .. ERA VEz·1 .
:; -
. ,_.'. , __ ,
CAPiTULO 2
' T_ ._1 •• T I l • ~ • 1 • . . 1
.. l_l.,._:-,;~
·t1 '<ll \· 1 .... 11 HD TIEMPO:-

5 Es meJor que guardes tus muestras

de afecto para más adelante.
~: No es el hijo pródigo que ha regresado
SI han pasado años desde la última •. í · . al que puedas besar v abrazar.
. vez que os visteis, hazte a la idea de que sigue t-& SI haces eso puedes confundirlo
siendo tu hiio, pero no aquel que un dia conociste. , comprometerle a devolverte un afecto
Aquel hiio no volverá nunca. En el tiempo que que no siente o quizás si, pero no está
tengas con él a partir de ahora, deberás aprender a preparado aún para demostrar.
relacionarte como si de un desconocido se tratara. Entonces se retirará v evitará
Partirás de cero. de nuevo el contacto.
Si han pasa_do años desde la última vez que os visteis (más de cinco
Eso no significa que tengas que ser frío o distante.i.
años~, ya?º tienes un bebé, tienes un niño que desconoces; ya no tienes No le harás cambiar de opinión por más besos y «te quieras» que le des.
un mñ~, tienes ~ adolescente que desconoces; ya no tienes un adoles- La alienación no se desactiva con afecto, al contrario, este pu~de causar
~-nte, llenes un Joven-adulto que desconoces. Hazte a la idea de que es un • · · de deuda emoc1onal con-
más rechazo ya que le pones en una situacron
~J~, pero no aquel que un dfa conociste. Aquel hijo no volverá nunca En • algo sin duda incómodo para cualquiera • Y mas · Para un menor con
;1 tiempo ~~e le pue~as ver a Partir de ahora, aprende a relacionarte ·con tígo, , ' bl
st lo que, incapaz de corresponderte, se alejará para evi~r eso. Se ama e,
de :dO e otr~ ~IJO nuevo se tratara. Eso sí, no borres tus recuerdos respetuoso y paciente. Con eso, para empezar, es suficiente.
futm0 estabais Juntos en el pasado; esos pueden ser de ayuda en el
, pero no en este momento.

32
 En vuestra nueva etapa relacional,
------
: 7 .:
'
'1 ''
apóyate en actividades del día a día
para ir dinamizando vuestra relación.
No esperes un cara a cara intimo o cómplice
'---~--•
con tu hijo. Las rutinas diarias, las actividades
No tienes autoridad.
!. ., ~ •
que haga con terceros (amigos, extraescolares,
Ninguna. ate.) ya son sulicientes v avudan a encontrar
No esperes que te obedezca por el hecho de ser el confort v la aceptación de la
su padre/madre. Apóyate ahora en el poco vinculo sola presencia del otro.
afectivo que aún os une y/o en las actividades del
día a día programadas.
Muchos progenitores explican que intentan hacer actividades con su
. hijo, reunirse con amigos conocidos, a ser posible con familias con niños
La autoridad es lo primero que queda destruido en la AP. Lo segun- con los que ya tenían o tienen relación su hijo. El día fluye, hay pocas
d? es el vínculo. Si os han asignado unas visitas, es posible que el pataletas, pero también hay una actitud de pereza cada vez que tienen
vínculo poco a poco se reconstruya, pero es probable que la autoridad que trasladarse a algún sitio. Sin embargo, una vez allí, el niño se distrae,
no llegues a recuperarla nunca, o bien a mínimos (y más aún si tu hijo incluso parece pasárselo realmente bien.
ya es mayor de edad). Aun así, apenas hablan entre ellos, no hay conversaciones importantes,
pocas preguntas, aún menos respuestas y no mucho más. Es norm~I _que
estos progenitores se pregunten si este tipo de visita val~ la pe~a, 51 tiene
sentido verse con su hijo en estas circunstancias, como s1 eso quitara valor
o sentido a la visita y de alguna manera la estuvieran dcsapr?vechan~o.
Yo siempre les respondo lo mismo: esa es la base para construir algo ~~-
· · · 1a visi
De no tener esta visita, sencillamente no existma • ita · Que. haya visita
es el requisito imprescindible para intentar restablecer el vinculo. pero
este no se recuperará de inmediato: la presencia en el con~cxto natural del
progenitor rechazado (es decir convivir con él) facilita sin ~~da las co~-
. ·
dtciones para establecer nuevos' puentes entre progem·tor e h110 ~ ' algo. mas
d1'ficil· de hacer si el hijo no está integrado en el amb'iente del progenitor:·
 ·-: . ,~
; . . ' ....
.,
( ) .. ~ ·10
En los primeros encuentros nunca pretendas
hablar del conflicto con tu hiio. No uses las En el primer reencuentro, diez minutos
primeras visitas para tener esta conversación de silencio. O una hora.
tan compleia v actúa como si nada hubiera pasado Evita recordarle que hace mucho
Y os acabarais de ver el día anterior. Esa aparente que no os veis, que le has echado de menos,
nonnalidad tuya facilitará que el niño que hay personas que preguntan por él ...
ba.ie la guardia v se relaJe. Olvida eso, no es el momento.

. P~r otro lado, no te acusará de que le haces preguntas incómodas le Aceptemos que somos como dos extraños obligados a relacionarse.
~:;nas o le regañas por su conducta en el pasado. No eches cue~tas Eso no le hará sentir incómodo, al contrario. Después del «hola. qué tal»
d Es l, aunque teng~ tentación de hacerlo, aunque estéis relajados los debes permitir el tiempo de silencio como muestra de clara ignorancia
os. pera, el coafticto se trata bastante más d 1
tros no se trata el d . ª e ante. En los reencuen-
pasa O, no sirven para eso C cé
hacia tu persona. A veces solo son diez minutos. A veces media hora.
relación de presente que ya es . d · on ntrate en la nueva Rara vez es una hora, porque el hijo que viene enojado por la visita no
, comp1eJa e por sí. tardará en recordarte las pocas ganas que tiene de estar contigo; el hijo
que no está enojado, solo contrariado porque no tiene ningún problema
con estar contigo, pero sabe que no es del agrado del otro progenitor.
necesitará intentar hacer vida «normal» contigo lo antes posible. con los
dedos cruzados para que no le hagas preguntas o comentarios incómodos.
: . ". y eso es justamente lo que debes hacer, no preguntarle. no echarle en cara
lo que explicó a tal o cual psicólogo, asistente social o magisrrado. 0 por
qué se ha negado a verte cada vez que intentabas llamarle por telefono 0
recogerte en la escuela.
El Primer paso, ineludible, cuando os reencontréis es dejar espacio p_ara
aceptar la presencia del otro. Sin reproches ni exigencias. Deja que Sim-
' ♦ •• ''
plemente «esté» contigo. Una visita así. te lo aseguro, es un gran paso.

36
 .
' -

12
Si bl blio alienado es menor de seis años, aceptará
blS consignas Y límites porque los necesita debido
• 1.
a su talla de autonomía para moverse .
aun así, recuerda que debes priorizar el vínculo
por encima de la autoridad.
. _,.

Eso no significa que te vuelvas permisivo. que le consultes todo a él

antes de decidir dónde vais o qué coméis, o le compres todos los capri-
Vigila tu eXPresi6n laclal, chos que pida. Pero debes evitar el «en esta casa se hacen las cosas así.
tu hilo estará muy pendiente de ella para Intentar si no te gusta, no te obligo a que vengas» que algunos progenitores. poco
acertadamente, usan para obligar al hijo a que se «acostumbre» a la vida
adivinar cuál es tu estado de ánimo. con ellos. «Soy tu padre/madre y me tienes que respetar» o «porque soy
En los Primeros encuentros, sonrisa cordial tu padre/madre y me tienes que hacer caso» son otras expresiones muy
usadas para recordar al hijo que debe reconocer la autoridad de ese pro-
como si aqui no hubiera pasado nada, genitor, no únicamente hacer caso «al otro». Dejar al hijo la decisión de
como si hubieras quedado con un amigo. reconocerle o no y sobre ello decidir si se queda en la casa o regresa a
la otra es otro error que cometen muchos padres/madres. «Si no estás a
gusto aquí, puedes volver con tu padre/madre», «aquí solo ven cuando
ti!. ~ :spech~ que pued~ estar preocupado, molesto o rencoroso, su ac-
e s ya defensiva aumentará, mostrando una conducta aún más
por
quieras estar de verdad conmigo; si no, no», «cuando vuelvas a ~er el
hijo que yo conocí, ya sabes dónde estoy», etc. Todas son expres!ones
::O:ia%~;~~:~~a:::cere~~a_daquesonriente
11
en ningún momento,
Y
muestre hijo.
<1W1 tu
desesperadas para hacer reaccionar al hijo que no obedece ~ n~ at~ende
durante la visita, pero en muchas ocasiones se convierten en mvitacion_es
que el hijo toma literalmente para marcharse precipitadamente de la visita
Y_~o volver a repetirla. Es por eso que no recomiendo tales propueSlas ª~
h~~ Y, ~n definitiva, lo que te prepongo es que ap~end~s ~ sobrcllev_~ un
visita dificil: con conocimiento sin coacciones m ult1matums al h•J~· La
., · · hay que preservarla a toda• costa, ya has visto que en un h"1J0 ª liena·
VISlta
do es muy d.ifícil. que se lleve a cabo con lo cual hay que aprovechar cada
· • f¡ rtalecer e1
~nuto que tengas con el hijo dando prioridad a mantener Y 0
, ... 1
•
llCUlo antes que a que reconozca tu autoridad.

38
 En el proceso de manipulación, lo primero que se _aniquila es la
auton'dad del progenitor rechazado. Una vez desposeído .. de ella. lo
siguiente que cae es el vinculo. Es lógico, porque ¿qmen va a qucre¡
a alguien que importa poco? . . .
Sin embargo, en el proceso de revmculac16n el orden e_s mv~rso: pri-
mero hay que crear vínculo o bien reforzar el poco que aun exista entre SI bl hlio alienado tiene entre siete v once años,
hijo y progenitor rechazado. Lo último que se recupe~ es la cual~dad
de autoridad, porque esta solo se confiere a aquel a quien uno quiere. es posible que acepte muy poco la autoridad,
Por tanto, prioriza un ambiente apacible y sin grandes discusiones en tan solo aquellas consignas relacionadas con
tu casa, evítalas a toda costa, aunque eso te lleve a ser más laxo en tus
normas de convivencia, aunque suponga no poder intervenir tanto en la actividades (extraescolares v actividades de ocio).
vida escalar o extraescolar de tu hijo (ya que es bastante probable que Es probable que no quiera seguir las consignas
el progenitor alienador, y por ende también el hijo, no te den margen de
participación).Aunque entiendo que eso merma tus derechos como pro-
relacionadas con la vida en casa (horario de
genitor, no te convierte en un padre/madre menos valioso. Es importan- duchas, cenas, uso del televisor v teléfono).
te que entiendas eso para que tu autoestima como progenitor y persona
no se vea perjudicada y te concentres ahora en lo que debes proteger a
Sé flexible pero no consultivo.
toda costa: el. vínculo, la relación afectuosa con tu hijo.
. '
Recuerda evitar grandes disputas.

. :, . ''. : ·. ' . ' . .' . ·. :_ .··.. ..

. · ,, - . No puedes preguntarle hasta qué hora quiere ver la tele. pero sí decir-
1 • •' le que le concedes media hora más de lo que en tu casa es habitual. Si
hay otros hermanos que sí siguen tus consignas y límites. más adelante
te explicaré cómo solventar esa diferencia de trato entre el hijo aliena-
.
... . -., ...-··
.
. '
>

. : :··:..
'·. ~- 1 • do y los otros hermanos/menores que no lo están. Pero. de entrada. es
evidente que habrá un tratamiento diverso para tus hijos en tu casa: la
. nonnativa homogénea para todos no te servirá.
•• 1 ('.
• .J 1 \ •••

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1 •••

SI tu hilo alienado es mayor de doce años,
es bastante probable que no acepte tu autoridad
en absoluto y esté contigo, bien para que
no denuncies al otro progenitor
(eso te lo deiará bien claro), bien por algún
Interés económico/material que tenga,
·o bien porque se ha enfadado con el progenHor
manipulador v de repente se acordó de
que tenía otro padre (y una casa y una
habitación donde donnlr). Aquí no te va
a servir mucho hacer de padre/madre.
Te servirá más hacer de amigo.
· . su htJo completamente.
J\•
. -
42
CAPITUtO J
-JµlMADAS Y WHATSAPPS -
----~l
15~'
~
TU registro comunicativo es clave en este momento
de tu «relación» con tu hijo. El que ahora debes
usar es el registro de amigo. No puedes hablarle
como padre. Utiliza el tono de un amigo-adulto:
suave, sin exigencias, amable valgo simpático.
No te salgas de este registro en ningún momento.
Olvida eso de que un padre no puede ser un amigo. En tu caso no se
cumple, porque ya no eres padre (perdiste la autoridad y a punto estás
de perder también el vínculo, si no lo has perdido ya). Tu única opción
es ser aquel «adulto-que-me-pone-las-cosas-fáciles-y-con-el-que-sé-
q~c-puedo-hablar-jugar-pedir-sin-que-me-ponga-contra-las-cuerdas».
S1 tu hlJO
.. te acepta eso, puedes estar satisfecho; ya tienes algo con lo
que poder ir construyendo más en el futuro. No te lamentes por ello. hay
~e~_que desgraciadamente no llegan a tener ni eso porque perdieron
:or tanto, el registro comunicativo que uses con tu hijo es clave para sal-
&randes obstáculos con los que te vas a encontrar de ahora en adelante.
eacn las
En . s·iguientes
· ·
páginas ·
tendrás algunos eJemplos · hablar y
de como
b1T a tu hijo.
:J •

...
..
No escribas a tu hllo alienado cada día
(en el caso de que no te haya bloqueado).
Te cogerá más manía; sin pretenderlo le obligas
a tue se haga más duro contigo v para defenderse
se burlará de tus mensajes o directamente
los Ignorará. Escríbele una o dos veces por semana
v cuando haya algún evento especial
(algún aniversario, el partido de fútbol
de su equipo o un examen Importante).
Menos es meJor que más.
. . . .
• • • ... • ! • •
17
En tus mensajes escritos, no le preguntes
nada. Ni siquiera cómo está o cómo le lue el
examen. Una pregunta exige una respuesta y ahí
comprometerás a tu hijo a respondene cuando 10
más seguro es que no quiera hacerlo, con lo cual,
emocionalmente, se endurecerá aún más. Envíale
solo recuerdos y tus mejores deseos de que las
cosas le hayan Ido bien. Breve, conciso, amable.
Que no le aprietes a manifestarse le avuda a leene
sin ponerse nervioso.
t
· Por ejemplo:
· <<Buenos días, espero que el examen te fuera genial. Cuídate. un beso.
· Papá/mamá».
«¡ Hola! i ¡Feliz cumpleaños! ! ¡ Ojalá tengas un día superespeci.al ! Te ~e-
seo lo mejor, pienso en ti con cariño. Pásalo bien, un beso. Papá/mama».
-·
, '
 Hazte a la idea de que no responderá
a bis mensaJes, aunque no le preguntes nada.
Pero te leerá, porque tus mensajes nunca le
l19\
, _

comprometen a una respuesta. Y construyes una
Imagen de ti de accesibilidad y «buena onda»
· tundamental si en el luturo os tenéis que ver,
porque relajará su actitud defensiva.
S6 simpático, pero no excesivamente emocional. Las emociones ex-
plicitas incomodan a cualquier persona que quiera mostrarse reservado
o distante, o sea que lo único que conseguirás con eso es incomodar a
tu hijo y comprometerle a una respuesta similar, que por supuesto no
dará. Evita recordarle continuamente lo mucho que le quieres y lo que
representa él/ella para ti, igualmente no uses excesivamente emoticonos
Si quieres Invitarle a una fiesta o comida
1 encuentro familiar, inlórmale de cuándo v dónde,
pero no le preguntes abiertamente si vendrá.
sencillamente le expresas tu deseo de que pueda
asistir. SI también va a asistir algún amigo
: o laminar con el que tuviera mucha relación,
,
,.·
le informas de que también estará allí.
~-. Despídete como de costumbre.
7

emocionales, por la misma razón. Ejemplo:

«¡Hola! Como cada año, tu abuela preparará la comida de Navidad en
Ejemplo: su casa. Si te animas a venir, solo tienes que decírmelo. Y si no te veo, te
. «Ho~ ~ce un día radiante y me he acordado de lo mucho que te gusta deseo una feliz Navidad. Un beso. Papá/mamá».
ir en bici po~ la rambla. Espero que lo continúes haciendo y disfrutando.
«¡Buenas! El sábado se casa tu prima, si te apetece ven, que promete
Un beso, cuídate mucho. Papá/mamá».
~una superfiesta. Si no quieres, ya te contaré cómo fue en otra ocasión.
Tu amabilidad e incondicionalidad le van a incomodar igualmente.
~e~o pueden ser el trampolín para oportunidades en el futuro O quizás date Y tbesos! Papá/mamá».
urucarnente para que construya un relato en el futuro lejano de· ·cómo
· creía
que era su padre/madre
. o · •
ha. qutzas para nada. Pero puestos a escribirle, si
es eso to que quieres cer (y qu .
fi. . e recomiendo que hagas) es mejor usar
1
ormu as que intenten sumar, y no restar aún más. ,

·f
'<
t
46
 . -
SI ,as a hacer un viaje Y quieres invitarle, o quiZás ,
tue un viaie que en tiempos mejores pensasteis
21
hacer ¡untos y ahora le quieres invitar, hazlo e , Et dia anterior ae~e v!aie ~o tienes ninguna noticia
intórmale de que está invitado. No esperes su de III hiiO (podraas 1mag1narte que su silencio
respuesta para comprar los billetes. Cómpralos 51gni1icaba un «no voy»). Escríbele, recuérdale
teniendo en cuenta que es bastante probable que qae mañana te vas de viaje Y que lamentas que no
uno de ellos lo pierdas. Te recomiendo que hagas
bí el viaJe, aunque sea sin tu hijo/a.
se hava animado a venir, que te acordarás de él
can cariño y que le traerás algún souvenir de alll.
Es un pacto de no agresión y a la vez una muestra de que la vida (la
Despídete como de costumbre.
tuya en todo caso) sigue con o sin él. Y que algunas cosas bonitas que
podria hacer co_ntigo se las perderá, pero que, aun así, ni se las vas a
Utiliza un tono afable, sé un amigo comprensivo, no un padre a quien le
echar e~ cara ru va a provocar que te enojes con él. No le coaccionas
no le exiges , soIo le invitas
· · y 1uego lamentas suavemente que se lo vaya' ban p~antado. Sé o~timista y dale esperanzas. Muéstrate como un amigo
a ~rder (no que no quiera acompañarte). que siempre está ~•spuesto. Recuerda que él hubiera querido venir. pero
El no te acompaña,, él se apunta. No sea caso que creaS que va por u.. su secuestro emocional no se lo permite; él es la auténtica victima, no tú.
Dal e esa «autonomía»
«voluntari para dect·dir su viél.Je.
• . Le dolerá tener que renunciar
· s b cóamente» . a él ' ya que w· no 1e coaccionas
. a lT. en nmgun
. • momento. Ejemplo:
0 re mo informar al 0tr0
nado a las com . . ·
progemtor, lo explico en el capitulo desti- · «Buenas. Mañana es el día que salgo para Ámsterdam, lamento de ve-
umcaciones con el alienador. :~ no te hayas apuntado. No te preocupes, seguro que habrá otras
-iones
• 1....._, · Te enviare
· , una toto
&-.
y te traeré algo de por allí. Cuídate mucho
· Ejemplos: 111
i vt30. Papá/mamá" ,
«[Buenos días! El próximo ·
capada de cuatro días M mayo tengo pensado ir a Londres, una es-
.
esa ciudad, Bueno ya· mee d'encantaría
. que te apuntaras, sé que te encanta
también a tu padreÍmadre ~~ yo saco tu billete por si acaso e informo
«Hola. Ya tengo los bille; eso, pa~á/mamá».
Espero que tu propuesta d . para Bilbao como hablamos el otro día.
Rec uerda que es el últimoe ir conmigo
d siga en pie,
. ya me lo confinnaras-. I •,
6
padre/madre para infonnarle ~ e de este mes, le envío un mensaje a tu .l
· esos, papá/mamá».

48
 CAPiTULO
-- 4-· ..._ -~· __ __ __ _ _ ausa. Pero debes mostrarte disponible a estar a1.:ugcr .
ier otra C . . . d . . •1 1 u
qU.. cuan do este lo pida despues e tanto tiempo. Iodn hi demás
S DE VIDA . . . .,.
. u1:,-
lúJO. 1 circunstancias que le motivan a un acercamiento. reac1.:iones
1

Ubnr as .d
e . dor etc.) vendrá espues.
. .
del ahena , . .
como pUedes observar, es el urnco caso en el que recomiendo
.
pre -
tar al hijo. Pero es una pre~unta que tampoco exige respocsra. a
gun
~~
plican lo que ha sucedido. a veces no. simplemente
.
insisten
.

22 . eden ir a tu casa. Pero al menos debes dejar claro tu preocupa-

en si pu
afinnativa inmediata.
1 . .

cióo hacia él, ya ~ue eso es o umco que pue e jusu car tu respuesta
TU hilo, después de mucho tiempo sin saber
de él: «Hola ¿puedo Ir a tu casa hoy?».
TU respuesta inmediata: «Si, claro.
¿Estás bien, te ha pasado algo?».
Este tipo de mensajes suelen venir de hijos adolescentes o mayores
de edad. Cuando un hijo que ha dicho por activa y por pasiva que no
quiere ver a su padre/madre escribe un mensaje así, por lo general se
debe a dos razones: la primera y la más habitual es que haya discutido
con el otro progenitor y se acuerda de que tiene otra casa a la que po-
der acudir. Si con anterioridad le has ido escribiendo de forma amable
. Y «casual», eso sin duda le habrá ayudado a recordar en un momento
de dificultad que tiene otro padre «disponible».
Otra posibilidad es que tenga intereses económicos materiales o
logísticos P.0~que ahora toca pagarse la carrera o un máster o porque
~ casa esta Justo al lado de su trabajo O de su nueva pareja (estos
CJemplos son absolutamente reales y observados en muchos casos).
Tu respuesta debe ser afinnativa desde el primer momento. Entien-
do que. en la mayoría de veces aparezca el miedo a las actuaciones
contrarias del otro progennor,
· e l alienadcr,
· · d
fre
en ntarse de nuevo a demandas o denuncias
y que asuste la idea e
• por mcumphm1en
• · · tos
tuyos (algo surrealista en tu situación, pero muy frecuente) o por cual-
. . .
d . . fi
_ .
p supuesto, si estás de viaje o no tienes previsto 1r a tu casa y
~~ un cambio de planes e~ dificil. puedes neg~rte, mostrando igual-
nte preocupación y ofreciéndole una alternativa. Generalmente las
:cmativas que no sean tú mismo ( ir a casa de un abuelo o de al-
gún otro familiar tuyo) no son aceptadas. Pero deberías proponérselo
igualmente, como muestra de tu preoc~pación y deseo de _ayudarle. Si
lo rechaza y no te da más señales de vida (no responde mas). no abras
onamacroinvestigación sobre lo que le ha podido pasar. Te recomien-
do que seas discreto y no le comentes al otro progen~tor .que vues:ro
hijo quería ir a tu casa, porque no sabes qué suelo est_as pisando ah, Y
si destapando la voluntad de tu hijo de ir a verte estas agravando _t?-
davía más la situación que esté viviendo, además de que tu discr~ci~n
puede ser entendida por tu hijo como una muestra de lealtad hacia el.
Como te indicaré más adelante informa al otro progenitor solo en el
' . .
caso de que tu hijo baya ido finalmente a tu casa Y este contigo .
Ejemplo t:
- ¿Puedo ir hoy a tu casa?
- Si, por supuesto. ¿Estás bien, te ha pasado algo?
- (No responde). .
- Estaré en casa a partir de las 18.00h, ven cuando quieras.
- Ok (o no responde).
s·i .,..IQlJnente no aparece, no le preguntes s1 viene o no viene ni a qué
i.n~1 ..... _ • • hora:
tés bien.
- Ya he vtsto
"-• · que finalmente no has veru'do, espero. que es.
- "uatquier cosa, sabes dónde estoy. Cuídate mucho. Papá/mama.

so
Ejemplo 2:
_ ¿Puedo ir hoy a tu casa? ?
- Sí, por supuesto. ¿Estás bien, te ha pasado at?o.
-Me he enfadado con mamá/papá o i:namá/papa me ha echado de casa.
_ Ok, tranquilo. Estaré en casa a partir de las 18 h, ven cuando quierds. .,
_ Ok (o no responde).

Ejemplo 3: · f
- ¿Puedo ir hoy a tu casa?
_ Estoy de viaje, ¡cuánto lo lamento! No llego basta el lunes ... ¿Estás
bien, te ha pasado algo? TU hilo se presenta en tu casa. Quizás te
- Me he enfadado con mamá/papá o mamá/papá me ha echado de casa
eXPIICó por mensaie los motivos o quizás no.
(o no responde).
- Si quieres puedes ir a casa de los abuelos/tíos, yo les aviso. Independientemente, muéstrate amable,
-(No responde).
~ Espero que estés bien. Como te decía, a partir del lunes ya estoy con una actitud relajada, como si os hubierais
en casa, ven cuando quieras. Cualquier cosa, sabes dónde estoy. Cuídate acabado de ver ayer. Haya pasado lo que
mucho.Papá/mamá. baya pasado entre vosotros en el pasado,
no es momento de tratarlo ahora.

Haz preguntas abiertas: «¿todo bien?», «¿te ha pasado algo?». Puede

que te conteste en el momento o quizás no.
. Si te explica que le ha pasado algo con el otro progenitor, sé cauto
Y no aproveches para cargar contra el otro. Respuestas como «ya irás
conociendo cómo es realmente tu madre/padre» no le ayudan en abso-
luto, Y no puedes utilizar el conflicto que ahora tiene tu hijo con el otro
progeni!or para hacer justicia (o venganza) de lo que te pasó a ti con
:uel. Unicamente escúchale, sin juzgar, sin valorar quién tien~ razón
ellos dos Y empaliza con él. «Lo lamento de veras» es la mejor res-
pueSla. «Ahora debes calmarte. Tómate tu tiempo Y avisa a tu madre/
Pidre de que estás aquí, porque estará preocupado/a».
rfaCom~ ves, debes transmitirle que contigo se puede relajar Y que debe-
decirle al otro progenitor dónde se encuentra, sobre todo si es menor,
:-:.•• el caso de hijos mayores de edad que viven con el otro padre
1
es recomendable proponérselo.

52
 .. .._, tiene sentido. Acompáñale y prl!l!untah: .
ue no te responda en el momento, dile que se tornA luJº· ,,0 . . ~ i..:1
1
rn« un am1l!u k
En el caso de q .
.ttempo que necesi·te, que no quieres ago
b' 1 . ·•!\; el
iar e, pero que debena in' .....m1nta a otro- Ayudalc a ,organizarse s1 es un a<lol1:,l'l!nti..:· ) pregunta~ le ..,1
tu
. . •or. J"""'.
:..tHte CO
n los deberes. Trata1 e como
¡ un mvitado no cornr
' un h qu ~nhr('
mar al otro progenitor de dónde está. S1 te dice que el otro ~a lo sabe. no P""- . nes plenos derechos ( a menos. no hoy por hov 1 ·
. . · le preguntes nada más al respecto. Es muy extrano que qu,· • d quebrene farruha . . (abuelos, tíos.
, etc.. l. que segurn serán.- conoc <l
insistas m . era So tu , . • . . . e ores d1:
darte información detallada sobre cómo ha sido la c~nversación que han iio esta contigo, no pretendas que os visuen a tu casa pa
·d ellos dos. Tampoco es estrictamente necesano para ti conocerta ~ tu h ~ s· . . , ra ,a 1 U·
teruo . dhh ed ... darle- No es el momento .. 1 tienes pareJ~ y no ~ive contigo. igualmente
ni saber qué opina el otro progen~tor ( e ec o,.~u . es 1magmáneloi. bería ir a tu .casa a . saludarle
Si es menor de edad, deberlas m~ormar también tú, al..margen de que 00 de d' . ya mismo. S1 tu pareja vive e on1 1go.
debe seguir tas mismas m icaciones que te estoy dando a 11. Igual sus
lo baga O no tu hijo, al otro progenitor de que vuestro hijo está contigo.
.. s, si viven con vosotros.
Pero no lo hagas de forma inmediata, dale un tiempo a tu hijo para que hi~oSobre los primeros contactos con l a "'rarrn·¡·1a extensa, dedico un capitulo
se aclare las ideas y tome la iniciativa de avisar al otro padre. Si lo hace 0
no, quizás no llegues a saberlo, porque es posible que tu hijo, aun estando más adelante a este tema. .. .
Si los motivos que llevan a tu hijo a ir a tu casa no tienen que ver con
en tu casa. te hable poco. Igualmente, deberías darle ese tiempo. Antes de
una disputa con el otro progenitor (aparentemente) sino que te explica que
que finalice el día, envía un mensaje breve informativo al otro progenitor.
empieza a trabajar cerca de tu casa o que ha quedado ese fin de semana y
«Para tu información, (nombre del hijo) está en mi casa. Ha venido esta
le va mejor estar en tu casa, deberias preguntarle si va a ser algo habitual
tarde a voluntad propia, no sé cuánto tiempo quiere quedarse. Por mí
y que, de ser así, no te importa siempre y cuando te avise con tiempo para
puede estar el tiempo que necesite. Ya le he dicho que te escriba. Escribe-
me si quieres infórmame o comentarme algo. Un saludo».
estar seguro de que estarás tú en casa esos días. No te precipites en darle
Si .existe un conflicto entre ellos no te recomiendo que intervengas in- las llaves de tu casa, puedes asustarle con ese gesto tan generoso (y algo
mediatamente, ya que sigues no teniendo autoridad ni para tu hijo ni, desesperado), porque de nuevo le comprometes a que sea superagradeci-
desde luego, para el otro progenitor, por lo que serás poco escuchado y es do contigo, cosa que no lo será (aunque le hayas acogido en tu casa). Si
mu~ probable que el conflicto acabe involucrándote a ti también. tu hijo te pide las llaves, le respondes que por quedarse unos días no las
. S1 el proge.~tor_alienador te pide que os reunáis o que hagas de mensa- necesita, pero que, si su estancia es habitual, es algo que podéis volver a
jero con el hijo (s1 este se niega a hablar con él), deberlas contestarle que hablar. Por lo general no suelen disgustarse con esta respuesta.
prefieres mantenerte al margen del conflicto entre ellos que deseas que Sobre temas colaterales como gastos de la casa compartidos (si se que-
se
de resuelva lo mejor . posibl .
1 e Y que ya anunas ' .. a que ponga
a vuestro hijo dara varios días y fuera mayor de edad), de nuevo no te precipites, no
ar su dore (casualidades de la vida, esta respuesta le resultará familiar al avances escenarios en los primeros días y, de nuevo, trátale como a un
l~a or de cuando éVella te lo decia a ti). invitado; recuerda que ahora es a lo que más se parece vuestra relación
S1 pasan. los días y tu h 1..J0 no se mueve de tu casa no te precipites (hace tiempo que aquel hijo que conociste quedó atrás).
Y organices una reunión b '
cambio de medidas. Debería tu ª ogado para hacer una demanda de
que en ocasiones t as .esperar a que pasen algunos meses por-
' , es os cambios r · . .
se a «pataletas» que h.. epentmos de vivienda suelen deber-
1
de días la situación e 1Jº coge con el otro progenitor y en cuestión
...
.r

vue 1ve a cambiar

Sea como fuere, te interesa a .
trarte como un ami provC(:bar esta ocasión de ayuda para mos-
1go cercano ·
sobre el pasado y cero re ' paciente Y que le hace pocas preguntas
Tu discreción y emppatíguntas sobre vuestro conflicto vivido.
a son claves
padre que ahora toma el co tr Pai:a tt.· No pretendas eJercer
· de
° I
n del colegio, hábitos, horarios y vida de

S4
 ()UOS prog
enitores tienen
.
algún patnrnonu, que t·, d l.:.1 mtcrc-, .
del h1 11
tilizarlo, bien para poder reclamarlo l'umi I hcrcn . . . '·
·ef'lpara U .. 1 d 1 .. , u,, 1.:11 ,u m11-
bl e,. el caso por ejemp o e as segundas rc.._,dl..'rtl'i·i 1_ 1 h
... ..nto. r;,., • !s. 1.11' ..thl..'na-
,,.....
do inayor de edad puede ., querer usar
. .esa , ". renda en ,u.., \t ...
, tauc1n1::, ¡,ar..i
.
. vitar en
alguna ocas1on
, a
.. sus . amigos O. en casos no tan trcc ,
rntnt-:~. para
~arse a vivir alh. El h•J? alienado d~ c1_1?na edad quiere ser trataJll pi ir
sus progenitores' en especial , . por el rechazado.
. como un mdi. 1 dun auto-.
ue piensa por s1 mismo y a quien ya no le puedes mandar F
TU hlJo allenado no le habla. Solo se comunica nomo q - . . • 'º·
a efectos práctic~s, imp1rea usar un re~1~tro co~uni~ativo adultu-aduho.
cólitlgo cuando le reclama algún pago que se es decir, como s1 dos personas adultas sm nmgun vinculo familiar ent re.
d. . ,
ellas hablaran entre sí. ~a c?n •~ton «vamos_a tratamos como dos adultos
sup.one debes abonar lú, o bien quiere pedine que ecuánimes» tiene s~ 1mphcac1~nes. pues libera a ambos individuo~ de
le pagues la matrícula de algún curso, o pane cualquier compromiso por en~1ma d.e sus adultas y maduras libertades
personales y~ por tanto, no_ están obligados a actuar de ninguna manera
del vehlculo que quiere comprarse. Si piensas ~ voluntanamente no quieran. .
en acceder a cambio de que habléis, se muestre ~ es algo importante que debes dejarle claro a tu hijo. No hace falta
decírselo explícitamente, pero ya que él te ha desposeído de toda autori-
más amable o de que venga a tu casa alguna vez, dad y respeto como padre, puedes tomar decisiones con la misma hbertad
ou.ies olvidarte. Solo págale lo que te pide si que tiene él. Claro que tu hijo no te reconoce más que como «pagador»
como padre sientes que debes hacerlo, porque te de tus obligaciones como padre. Pero si no eres muy radical en tus deci-
siones, o sea, si no le pagas siempre todo ni tampoco te megas siempre
ap~ezca hacerlo o porque estés orgulloso de los a pagarle o prestarle nada sino que oscilas según tu voluntad o disponi-
estudios de tu hiio y quieras realmente panicipar bilidad del momento, el hijo acaba entendiendo que habéis pasado a un
nivel de «te ofrezco según pueda en ese momento o quiera», tal como son
en ello. Pero a cambio de nada. Si consideras que los acuerdos verbales entre dos adultos. Es la fórmula relacional que él
no te toca hacerlo, no lo bagas. ¡t'Opuso y de repente es la fórmula relacional que ambos adoptáis. para
sorpresa de él. En mi experiencia profesional, suelen aceptarlo.

Como ~menté e? los primeros consejos que te di, bagas lo que hagas Por ejemplo:
no ªcertarás
d en aftoJar la programación mental de tu hij o Que seas mejor - Hola. La casa de la playa... , quiero ir con unos amigos dentro de
paga or no. hará que cam b.te 1a opinión
• . que tenga de ti únicamente
• que se dos findes.
acerque a ti cuando n • 1 ,
Conozc . ecesue a go, que puede ser muy de vez en cuando. :-- Cómo l~ lamento. No podrá ser, voy a estar yo/ la he ~lquilado/ van
o progenitores que . 1 11unos amigos. Quizás otro finde puedas. Un beso, mamá/papá.
a que tienen cierto no ~e~. en absoluto a sus hijos, pero gracias
porádico cuand ~er a~quisitívo, su hijo mantiene un contacto es-
es mayor de edad,o necesita dinero· La versr-6n del hijo, que en ocasio · nes
culpable por todo : ;::gas porque es tu obligación y porque te sie~les
rechazado «pagad has
que nos hecho». El motivo del proge01tor
hijo Y este le babi odn> es que, por lo menos, así sabe algo de la vida de su
a e vez en cuando.

S6
 Te cruzas por la calle con un Joven o adulto.
Este se para y te saluda.
Te llama .papá/mamá•. Te quedas helado,
no le habías reconocido.
Te pregunta algo tímido «¿qué tal?•.
Tú no sabes cómo reaccionar.
. Normal. Hace tanto que no sabes nada de él.
Respondes: crhola hijo/a, me aleara verte,
¿cómo estás?•. Recibes una llamada.
A partir de ahí, solo escucha. ~~\ Es el número de teléfono de tu hilo.
Lo sabes porque aún lo conservas,
uque quizás hace tiempo que te bloqueó.
O quizás no reconoces el número.
Atiendes la llamada v oves un «hola, soy yo».
Resaondes: •hola, qué sorpresa, ¿cómo estás?».
'jA A partir de ahí, solo escucha.

I:'-,

58

Recibes un correo electr6nico.
El nombre que aparece en el remitente hace
que 10 quieras abrir de inmediato. Es de tu hilo.
Te dice que está esperando un hilo, que en breve
será padre/madre y tú, abuelo/a.
Que sabe que hace mucho que no sabes de él.
Que se da cuenta de que lleva una carga del
pasado y no quiere traspasársela a su hijo.
Que si os podéis ver en algún sitio a tomar un calé.
· Di que sí sin preguntar más detalles.
A partir de ahí, solo escucha.
. «A partir de ahí, solo escucha». Lo que he redactado en los tres úl-
ttm ·
os consejos son casos reales y no poco frecuentes. He conocido
;uchos progenitores que, no habiendo sabido nada de su hijo en años,
e repeot~ aquel se pone en contacto con ellos. Ya es un joven adulto
Y en ocasiones ni recon . . muy sorpren-
.
dente, del todo inesperadaoce su aspecto. Es una situación
d d · d
tant0 ti. Y es e luego desconcertante. Despues e
empo, ¿vale la pena .
no Io dudes . y debo d l un reencuentro? M1 respuesta·. desde luego,
me hizo en ;1" ar e ~a oportunidad después de todo lo que
pasado
Sí porque ya no tra (desprecios, denuncias agresiones )? Sin duda
• ··•
~e estés delantes~e untah~~ a~uel hijo alienado; es bastante probable
IJO hberado. De ser así, representa el nuevo
60
ue siempre estuviste esperando. solo que año . _
·enzo q . . . ~ mas tarde
cOf11l t mbt'én debo decirte que la d~c,~1on \!~ tuva: nad: .. t d
ue a .. , · -. tenc c-
AuOQ . garte sea lo que sea lo elijas hacer: solo tú sabt:s lo h
bO aJUZ . . - qut' as
reC qué cond1c1oncs te encuentras actualmente
•vido y en .
VIs· decides escuch31: a ese Joven adulto y comprobar si sigue subyugado a
~enaoor O no, es importante que tengas un buen autocontrn¡ de ti mis-
sU apartes a un lado todo tu dolor-rencor-sed-de-Justic,a y apro\'c(hc!>
: momento, porque puede que no se presenten otras oponunidades.
En alienación parenta~ ~ menudo suele ~uceder lo que panicularmente
lle llamado «giro dramat1co». ~I pr~gemtor rechazado acaba compor-
tándoSC ante los ojos de su hijo alienado como el progenitor derno-
nizado y por ende deformado del real que el progenitor ahcnador ha
alimentado como imagen en la mente de su hijo. «Tu padre/madre es
mala persona, egoísta, no te ~u.ie~e, un mal~:atador. etc.» ( por poner
algunos ejemplos). Cuando el litigio por los hijos s~ alarga en el tiempo
y el progenitor rechazado no ve resultados ( o sea. sigue sm ver a sus hi-
jos), este se va encerrando en sí mismo, el sentimiento de impotencia se
convierte en hostilidad hacia el sistema judicial, magistrados, técnicos
y, por último, hacia su propio hijo.
Este punto es delicado. Es un proceso de burnout ( estar quemado) que
lleva a estos progenitores a victimizarse por encima del hijo. hacia el
cual empiezan a tener sentimientos ambivalentes de amor-odio. Ya no
ven al hijo como una víctima del alienador, sino como un acosador más
sumado al otro progenitor acosador, como un enemigo común. mien~s
que él/ella ha pasado a ser la única víctima en todo esto. Y este cambio
de perspectiva en la relación con su hijo en ocasiones empuja a proge-
nitores rechazados a ser ellos lo que rechacen al hijo: regañá~doles por
el rechazo al que se han visto sometidos, teniendo conversaciones (que
lt convierten en discusiones) intentado convencer a su hijo de ~ue le
llnmanipulado, y exigiendo un mínimo de empatia hacia lo que el/ella,
~ progenitor, está sufriendo a la espera de poder ver algo ?e culpa
en el hijo. Al final, los encuentros o contactos entre el hijo al~enad~ Y
r;"&CDitor rechazado pueden ser ciertamente desagradªbl es s1 este úl-
nrn.. ·
timo
.1..
ha 11egado al punto de quemarse y v1ct1m1zars
. . . e · El hij o' cansado
.
~ l0s re • h d nñrme la imagen
111a proc es y quejas del progenitor rechaza o, co
,.... ¡eh b'
11kt. ª tan creado en su mente acerca de aque1 : ere· rtamente ' es una
'""'lil l>Crso d gotado en su 1u-
na Y un egoísta. El progenitor rechaza 0, ª
 or su ansia de justicia, se demoniza a sí mism
cha y 11 evado P .•
. dra ítíco en la alieoacion parenta 1 .
º· E·ste es
el giro ma d .
No es algo que pase por defecto en to os 1os proge~1tores rcch
ecía, es algo que se observa con frecuencia. Sea con.~
pero, como d . · "º •uere
debe tenerse en cuenta st uno/a se encuentra• ante la. oportunidad de un,
1
reencuentro con su hijo después de un . .argo tiempo san verse. y v,..-:
.... 1 vo a
• . u· ten un buen autocontrol de t1 mismo, aparta a un lado lodo tu
mss r: .d h.. do.
lor-rencor-sed-de-justicia y no olvi es que tu IJO es una víctima como tú.
Ten un buen autocontrol de ti mismo/a, de tu reacción cmocionat.
1 No pretendas abrazarle ~ la primera de cambio o abrumarle con
palabras cariñosas (te quiero, te he echado de menos, etc.) comos·
se tratara del regreso del hijo pródigo. Esa respuesta emocional prov~
en el hijo un bloqueo, ya que no debes confundir el hecho de que esté
dispuesto a hablar contigo con que esté preparado para devolvene una
respuesta afectuosa por su parte. Dale espacio, no le aprietes buscando
desesperadamente una muestra de amor de él/ella. Sé amable. muéstrate
dispuesto/a, no tengas grandes expectativas más que tener un encuentro
cordial. Con eso será suficiente para empezar y permitirle un acerca.
miento como el que te está pidiendo.
2
Aparta a un lado todo tu dolor-rencor-sed-de-justicia. Soy conscien-
tede que has pasado por muchas situaciones sin sentido, «kafkia-
nas», abrumadoras e injustas. En la alienación parental todo parece
el mundo al revés: uno se ve privado de hijo y en seguida se arrojan
sospechas sobre éí/elía; si luchas «mucho» por tu hijo eres un acosador/a.
Y si no insistes es que no le quieres suficiente; «si tu hijo no quiere vene.
por aJgo será» es otra de las afirmaciones más escuchadas, pero quizás es
ver que no se ha propuesto ninguna medida de revinculación con el hijo_a
pesar de que se ha reconocido que este está manipulado lo que más ano.JI
ª la desesperación y al sentimiento perpetuo de injusticia. Es posible que
tengas ganas de poner las cartas sobre la mesa delante de tu hijo, preten·
der «abrirle los ojos» y que se dé cuenta de que ha sido manipulado Po'
part~ del P~~e~tor que más ha defendido. No hagas del encuentro eoo
:.h J un «Juicio final», el juicio definitivo que tanto estabas esperando·
10
ira este encuentro como lo que realmente es: un encuentro con la per·
sona que tanto ansiabas ver. Debes elegir: o sed de justicia o rcencuentrO-
No hay mezclas, m· lO mtentes,
· s1n iot
no suelen dar buenos resultados. Algunos
.. ue
padres/madres me argumentan que no es justo tampoco para el btJO q
. en una mentira . sobre dlo• que
..
le ha sucedido. que debe • . b
. l'C"na sa cr la
viva sabre el ahenador y e como le ha manipulado. [sto} de a1.:ucrdo
'~odo en su d~bido momento. Y ese mornerno no es antes de lJU~
~abJezca un vinculo de af~~to y confianza lo suficicntcmentl! fuerte
se para soportar tal revelac10~ y que _te dé un ápice de credibilidad. y
corno estarás de acuerdo conmigo. estas lejos de ese: punto. Guarda 1
a)lof3, b ., u
rencor y escuch~. Oescu re quien es esa persona que quiere hablane Y
qué es lo que quiere.
Tu hijo es una víctima como tú. Sí. ya sé que se volvió contra ti.
3 te acusó, te insultó, te provocó e_ incluso quizás te denunció en una
comisaría. Pero él no es el enemigo, aunque se compone como tal;
ha convertido en eso por inducción de un tercero que le ha manipulado.
~ es la auténtica víctima porque es un menor a quien han empujado a
despOjarse de algo de si mismo y que le pertenece: de un progenitor y de
todo el grupo familiar consiguiente (abuelos. tíos, primos. etc.). Es la víc-
tima porque le han obligado a obligarse a no sentir, a no ser feliz contigo,
a convencerse de que no te necesita ni a ti ni a nadie que tenga que ver
contigo. Es importante que recuerdes esto: no conviertas vuestra situa-
ción actual de no-contacto en una guerra «yo contra mi hijo», porque sin
darte cuenta cambiará tu actitud hacia él, solo pensarás en aleccionarle y
«abrirle los ojos», te molestarás en seguida con cada cosa que diga o haga
e incluso puedes llegar a cogerle manía. Ya no te reconocerás a ti mismo
como aquel padre/madre que amaba a su hijo y darte cuenta de eso le
hará daño. No dejes de verle como una víctima, no te vuelvas contra él Y
mantén un rol basado en una asertividad cordial y serena.
No es el momento de hablar de lo vuestro. No en este primer en-
cuentro. Bueno, ni en el segundo ni en el tercero; más adelante dedico
un capítulo a explicar cuándo y cómo debes abordar vuestro problema
relacional. Pero ahora no.
Es probable que tu hijo tema o dé por hecho que vas a tocar «vuestro
lana>> Y se va a quedar bastante sorprendido cuando vea que ºº. 1~ ha~es.
-r~, . . de acceso a ti no se lo esperaba Y eso le re¡ajara.
1"' facilidad · · Qui.zas p1en-
. ..
se que eres un ingenuo
. · una expltcac1on de1
o un bobo por no pedir• 1e nmg
!)asado, pero en todo caso usará tu aparente normalidad para no teme~ce~-
carse aún más. Tu silencio le da cierta ventaja, pero en realidad te!ª . ª ·
No Cero negoc1ac1ones,
. pongas ninguna condición para encontraros. 1 hi-
· «Primero discúlpate con tus ab uelos por lo que
. ercamb10s. . nespara
Cl8te Y luego hablamos». Deudas u ofensas pendientes solo sirve
 coaccionarle y que tu orgullo gane una batalla, pero seguirás f>erd . . en mi mano y dispongo de h, que m~ prdev, t1: avud· ..
..c,esta • cero contigo · y tamh.· 1 • • ar1:. ,, üu In
un hijo. Debes ver esta oportunidad como una posibilidad de corniendo «J
se(ésm .1~n te o Jire .. ·
en la que no hay que cumpl.ir runguna
. c1 ausu
• 1a. ienzo
. no 1 e puecles dar .lo que
esiÍ,
.
te pide. e~ 1mpllnantt: uue
,
h.: dej •
'" 1.:, e 1 aro que
S1
De las veces que he visto esta situación, en algunas ocasiones
1 es par acn·tud hacia el.. venganza o rencor que no 1~ uur , l.:·r·,is. ,t\'uuar
. _1
.
mueve ese acercamiento por parte del h..iJo es una necesidad
. de csclao que !tO
,;,,n que se
ncillamcntc. esta fuera de tu alcance hacerlo ahora· · ·
• • &-. • b . reeer
Jo que sucedió en su mrancra y aca ar con su ansiedad o sus bloq )•~ra 00 me v~ bien ayudarte. no dispongo de lo que me pidi:s Lo
emocionales (que bien seguro los tendrá). Esa búsqueda puede quUCosl to, ojalá pudiera a~u~ar. cs~e~o poder hacerki en otra oL·a-;ión».
haga de la mano de alguna pareja,. de algun . terapeuta o de la llegada dee a lalJlCO dultos debe existir asertividad sm perder la empatia . 11.,1) es un
Entre a 1~
hijo que le ha hecho replantearse muchas cosas de su pasado. un (al()>> aá"-- , es un «no» que agradece la confianza depositada ..."n 1·1 y
eresivo
En otras ocasiones tal acercamiento es como un caballo de Troya: con- seosible con ta necesidad del otro. aunque no le puedas ayudar.
tacta contigo porque quiere dinero o algún otro «favor». Si te echa algo en cara ~or no ~e~ ~yudarle. no respondas a su comen-
¿Cómo tener un encuentro en cualquiera de los dos casos? No te exce. tario porque de ahí saldrá una discusión del pasado y ya te he comcmado
das más de una hora y cuarto. Y no te preocupes si solo dura media hora 0 que el pasado no se toca. Le respondes: «lamento que te lo tomes así. como
cuarenta y cinco minutos. Lo que más importa es con qué sensación sal- redecía no puedo ayudarte ahora». y no salgas de este tipo de respuesta.
gáis ambos de ese encuentro. Te resumo los pasos clave y por ese orden: En el caso de que no quiera pedirte nada más que verte y charlar un
poco contigo, ten una conversación fácil. sin exigencias ni pedir ni dar
l. Escucha. detalles. Parece poco, pero ya le estás ofreciendo lo que quería con este
2'. Presente y futuro. encuentro: contactar contigo. Con esto, como si queréis hablar del tiem-
3. Admiraciones. po; resultaría igualmente útil.
4. Apoyos. Si llegados a este punto de la conversación, con independencia de que
5. Propuestas de contacto, intercambio de teléfonos. 1c baya pedido algo o no lo haya hecho. si ambos estáis cómodos o el
6.· Enviar recuerdos. encuentro no se ha visto interrumpido por la frustración de tu hijo al ver
7. La puerta abierta.
que no le dabas lo que te pedía, puedes sugerirle mantener el contacto
8. Breve despedida.
para saber cómo le van las cosas que te ha estado comentando; sugiérele
' intercambiar los teléfonos o los mails. Si hay otros hermanos con los que
T~ lo d~ía_al inicio: a partir de ahí, solo escucha. Lo que te quiera contar lampoco tienes contacto, puedes hacer una pregunta muy general: «Y_Ana.
recógelo sm Juzgar. No le bagas excesivas preguntas, no quieras ponerte al ¿e.gj bien?». Deja que responda lo quiera, que seguramente no sera con
día de l_o que ha sido su vida; debes partir del presente, de lo que hace ahora.
muchos detalles. No le hagas más preguntas y puedes enviar rec~erdos de
de sus mtereses de ahora y, en todo caso, de su futuro inmediato. De lo que esta manera: «dile que me alegra saber que está bien y que le envio besos».
oigas, exp~e admiración y reconócete sus logros y aspiraciones, felici-
No hagas ninguna petición de ver a los otros hermanos, debes concentrarte
~e por algo ~i hay ocasión. Si te pide algo (dinero, cobijo, etc.) sé sincero
en la motivación de tu hijo, no en tus propias motivaciones o de~eos.
pnmero_conttgo mismo/a. Si tu voluntad y/o sentimiento como progenitor Poru• ¡ timo,
· dile que puede volver a contactar contigo · cuando quiera como
te empuja~ querer ayudarle, adelante. Hazlo por darte el gusto como padre/ ..
bahecho ahora, sé dirigente en la despedida ya que puede ser que tu hijo no
madre O bien por amor desinteresado hacia tu hijo. Si lo haces para darle ....., · cerrar ese escenario ahora; hazlo tu. por e•¡ , mue·strate contento,
una prueba de que no eres tan mala persona como le habían dicho o para ,... como
PQo recuerda controlar tu respuesta emocional. Asegúrate de que guarda
que no te acuse de mal padre/madre, puede ser bastante frustrante para ti
ver que 00 hay una recompensa o reconocimiento inmediato y después
\11 b
. uen recuerdo de vuestro encuentro. Eso será as,• si· hª 51·d~ de conver- d U
li!ción &.• ·1 • •
bueti raen, sin muchas preguntas y sin sentirse presiona · d O o Juzga •
o. n
volver ~ sentir que han vuelto a abusar de ti como en el pasado. Es mejor
que actúes como un amigo se comportaría con otro amigo y le respondaS: ,, recuerdo aumenta las posibilidades de que el encuentro se repita. tas
' "8ffios · · 1 e te hace pregun
ª otro supuesto. Imagínate que es tu hijo e qu
 . que será funcional y de pnn c:1.:h11: prun ..
a ti sobre el pasado. «¿Por qué no pudimos quedamos en la casa?» «. ...,ranut.af · 1 t · y se iund h
¡;... -d d los dia ogan es . g o. uxcand, 1 un
u"· rrl.'p;ir:inJn la
111.1 .
"tu e · 'ru, l.'.\rJl.'h•-11 ·t
verdad que dejaste~ mamá/papá y te fuiste con otra ~ersona?>>. «i.~r (,es -mita abordar los temas sm impuls« idad 1. 1 1
los abuelos denunciaron a mamá/papá?», «¿por que no pagabas d qllé
,cu
que pei ... . ' • l \; "" l' J r1.·lln1:111n-
pO tía desde la ansiedad. Tu aparente no-n •.. d n
g10.· ?
», etc. O senci·11amente te dice que le gustaría que pudierais
· cole.
hablar Ja ernPª • 00 . • t:lt'::;i ad JI.' hablar
Y . mensaje silencioso de amor mcond1cional hacia .1 '
lo que pasó entre vosotros. de e9v1a u 0 e por L'nunn
lor del pasado y prepara un terreno no hostil desde d J b ·
Es muy tentador aprovechar esas preguntas para ajustar cuentas O d del dO • d . d on l.' a ordar
....,,e mas e1ica os.
cubrirle que . es. )oS teu...., . I .
. su padre/madre le ha estado manipulando. Pero te su · g1ero .1 te 1·osiste que s1, que o necesita.
•
y ese parece ser el p rmcrpa
• . 1 rno-
. calma, es importarte asegurarse de que esto no va a convertirse en S
.
ovo de vuestro encuentro. muestrate sereno en todo· mom en , 1 o, corno
juicio para ver quién tiene la razón y desperdiciar la oportunidad de un ,ien ya ha superado todo eso Y puede hablar desde la calma I u: .
reencuentro apacible y fácil (algo, repito, clave para que se vuelva ar u~ ,-
111 . d b ~ 4 zas
re resulte dific11 , pero e es poner empeno en que sea así O al menos lo
tir). Contéstale de la siguiente manera: epe
parezca). Está cl~o que eso va a ser lo que vais a tratar en los siguientes
«Yo no necesito hablar de todo eso, para mi quedó en el pasado. s·1
minutos. Cronometrate, no hace falta tratarlo todo en un primer encuen-
para ti es importante y lo necesitas, te ayudaré hasta donde pueda. Pe
tro, y cuando ya haya pasado una hora, si él quiere seguir hablando. ern-
no quiero pelearme ni discutir contigo. ¿Estás seguro de que quieres q:
p)áza]e para encontr~os en otro momento y seguir hablando. Dile que
hablemos de ello?».
todo eso es muy delicado Y que debe tomarlo con calma y reflexionar
Hay muchas cosas que le estás diciendo con esta respuesta. Por un lado
sobre ello, que le ayudarás si está en tus manos, pero poco a poco. Tu
que no has ido ahí con la intención de remover el pasado y pasar cuentas'
calma y seguridad le servirán de apoyo para no angustiarse por lo que
solo acudiste para verle. ·
Por otro lado, le estás sugiriendo que él haga lo mismo, que se centre no comprenda o por lo que se niegue a aceptar.
Si vuestro encuentro no se centra en querer hablar del pasado, sino
e~ ~a nuev~ relación _desde cero como los casi-desconocidos que sois.
S1 ,tú restas importancia a lo que sucedió entre vosotros como si fuera que habláis de temas diversos sobre su vida en el presente y es hacia el
al~o que hubieras ~onado, aumenta la probabilidad de que él haga lo final del encuentro que él sugiere que podríais hablar algo sobre «aque-
mismo r~pec~ a ti (otra cosa es que queden dudas pendientes respecto llo» o te hace alguna pregunta en concreto sobre vosotros, te sugiero
al pr~gemtor alienador, pero eso es cosa del hijo con aquel). que no reabras de nuevo vuestro encuentro cuando ya estaba conclu-
Dejas claro también que quieres ayudarle en su confusión. pero hasta yendo Y había sido agradable. Dale la respuesta que te he sugerido más
donde puedas Y quieras, ya que seguramente hay información que quieras arriba y emplázale a quedar otro día para veros y hablar de lo que nece-
~":5ervar solo para ti o que es dolorosa evocar y prefieres no hacerlo. Es site si realmente quiere hacerlo.
lícito que P~~g?-5 límites de lo que quieras compartir con tu hijo sobre En otro capítulo más adelante te explico cómo hablar del litigio judicial
todo aquel litigio. Sé práctico y sabio al elegir hasta dónde le explicas. Y de cómo aquello afectó a vuestra relación.
n~ca ~es l~s límites de la incomodidad. Deja claro que en absoluto
quieres discutir con él sobre ningún tema, vas a actuar como mero «in-
fo~or» sobre las dudas que él plantee, no buscas ni justicia ni com-
°
p:nsión empatía por parte de é_l. Es por ello que te recomiendo que le
P guntes si, viendo cuál es tu actitud respecto al conflicto entre vosotroS
~ ~~ pasado, está seguro de querer hablar de ello y meterse en temas que
e ien seguro no serán de su agrado.
E En ~bsoluto te estoy sugiriendo no hablar del tema o tratar de evitarlo.
s evidente que la comunicación, y más entre padres e hijos es abso-
1 utamente necesaria. Pero deben darse determinadas condici~nes para
 CAPÍTULO 5

_____Ll_~~;~-~-TA~ CO_NTIGO --
29 ~.
•vengo porque un juez me obliga Y porque si no,
denunciarás a mi padre/madre». Tu hiio alienado,
que va a tu casa cumpliendo la orden iudicial,
se siente obligado a estar contigo Y así te lo hará
Encuentras a tu hlio por la calle, por pura saber. Otrece el sacrificio de cumplir las visitas
casualidad. Él no te mira a los ojos v pasa para proteger al otro progenitor Y empezará, de
por tu lado sin saludarte apretando el paso. torma silenciosa pero palpable, su plan para
Salúdale sin pararte. Si lo haces, saldrá corriendo sabotear la convivencia contigo.
o le contestará cuatro Improperios.
SI, por el contrario, sale corriendo o cambia Eso es algo que te repetirá cada vez que vaya a tu casa. Será lo_ pri~ero
de acera para no cruzarse contigo, déiale ir. que diga cuando le recoias. No aceptara, nmgun · , sa ludo , no te mirara a la
No vavas corriendo detrás de él, eso agravará cara, caminará a tu lado distante y lo único que te d'ira· con ton o firme es
:J •
. el
. . que hace para proteger al otro progem·t or de la amenazaddel ..
sacnfic10 Juez
,
la situación v podría acusarte de que le . .
Y de ti. No respondas a ese comentano m mten es. . t J. ustificar ta ec1s1on
dre/
'udí · 1 · · • ¡ · 1 • · n de que eres su pa
acosas o intimidas. J cia m la importancia de cump 1r e regirne O
madre Y debe vivir también contigo, etc. Nada le va a hacer carn iar _
b. de
, . Y, en cambio, le endurecerá más. Es mejor
opinión · responder con un es
CU tO d
e « e acuerdo» o «vale» o «s1,. ya me 1O has dicho antes».
. d res-
Al gunos niños/jóvenes permanecen ca 11a d 05 despues e una pueden
pu . traargumentas,
. esta asi, otros en cambio, al ver que no con acaben con
intentar iniciar un juego de provocaciones verba~es quedad me qui-
una d'1 •. • lo· «s1 de ver .
. scus1on entre vosotros dos. Por eJemp · t ,·mporto m
s1eras
. no me obligarías a esto» ' o «ya veo 1 0 poco que e '
SI .
quiera sabes responder».
 ,-----~
A lo que debes permanecer callado o dar una escueta res
. puesta
« 1 amento. que sea tan duro para ti», y poco más · Será la pr 11nera d 1 1Pa
provocaciones que irá construyendo durante vuestra conv:l\·cnc1a
tos. Cuando vea que no puede derrotarte y que no te das lo
. '6 .
1
. e· as
Jun.
que quiere
j30i
., .... ,
o sea. una ertefu d iscusi no una renuncia por tu parte a qu e venga ·
. , .
tu casa. es posible que recurra a la ultima amenaza: quitarse 1 .d ª SI tu hiio, al llegar a tu casa,
es to u· ltiimo le de d'reare· un capítu
· 1 o más adelante. ª vi a · A
pasados unos minutos se comporta
con total normalidad, como si nunca
te hubiera rechazado, Y se muestra cordial
contigo y con quien viva contigo,
no le expreses tu sorpresa ni le pidas
eXPlicaciones de ese cambio; no sabrá
responderte. Deja que manifieste toda
. 1
su conducta espontánea contigo,
4 • ••
reflejo de que el vínculo está más intacto
de 10 que aparentaba estar y de que se siente libre
de expresarlo cuando está leios
1 '.

del progenitor alienador.

. ' ..
Muchos padres se sorprenden de la conducta poco hostil de sus hijos
~do «regresan» a casa, después de una lucha activa del hijo Y del
alienador para evitar que tal cosa sucediera. Y por tanto se preparan
para unas duras jornadas en casa con el hijo alienado, Y sin embargo
~es así. Al contrario, el hijo actúa con amabilidad y parece adaptarse
IUI pr~blemas a la convivencia en la casa después de tanto tiempo.
Haz tú 10 mismo, actúa como si no tuvierais un pasado de lucha por tu
•1 -
: Y de rechazo por el suyo. No hables con él de lo que pasó, aparca
C ema para bastante más adelante. . .
de ºmo_~a expliqué en la introducción, la conducta poco hostil es propia
1 os hiJo 1· · A , 0 sea • con .•un
esti) s ª tenados con un progenitor alienador tipo
de . ':".. a or asado en el ejercicro de la auton ad y la provocac1on
0 proar..m d b . . . 'd
sentimi entos de culpabilidad y miedo en el niño.

70
 Por tanto, no te sorprenda que tal convivencia pacífica pued
días contados. Tarde o temprano, el hijo debe mostrar al aliena~ tener los
de insatis_facción ~n la convivencia_ contigo, por lealtad a él. E% signo~
con menaras, explicando cosas que Jamás han sucedido contigo pezara
rá no dirigiéndote la palabra en tu casa o mostrándose, de repen; Y acaba.
más callado, con un móvil nuevo del que no se separa o, si yaej ~~c~o
usándolo mucho más y en todo momento.
0
nia,
Las primeras veces que recojas
a tu hiJo alienado después
de un tiempo sin verle,
., . . .. . apóyate en hacer actividades
y en la presencia de otras personas
aue sean conocidas para él.
'.

El cara-a-cara es dificilísimo. Habrá grandes lagunas de silencio que os

.... • acabarán agobiando y creará un ambiente cada vez más tenso entre voso-
tros. Si vas a recogerlo al colegio (ya te he prevenido de lo primero que te
va a decir), es mejor ir a una extraescolar o a visitar a unos amigos que ya
an conocidos suyos, evitando que se centren todas las conversaciones
en él. No es momento de preguntar ni aclarar temas, solo que esté allí,
haga deberes o juegue con otros niños que ya conozca.
•"'.. :\,' ',;"·• .... ;•.,
Si no hay otro remedio que ir a casa, igualmente allí te recomiendo que
recibas la visita de algún amigo ya conocido. Si es en compañía de otros
nloos también conocidos, mejor.
No es recomendable que el primer día tenga el comité de bienve-
1· •
nida de sus abuelos, tíos, etc. Eso es exactamente lo que tu hijo Y el
ali~nador esperan, con lo que debes entender que el niño estará e~ una
actttud expectante y a la defensiva por si aparecen. Es mejor dejarlo
Pira otro día (más adelante dedico un capítulo sobre los primeros con-
ta:os con familia extensa). . . .
1 no hay otra opción porque no tengas amigos o conocidos disponibles
0
certanos, no recomiendo que un abuelo te acompañe ~ la escuela ª
~er ª tu hijo. Por lo general esa situación suele ser monvo de fuertes
ltsislate_ncias en el hijo. Evident~mente debes valorar si en tu caso cabe
J>Os1birdad
i,.._ ••
1 de que sea al contrario y' que el abue1 o¡a eje
· rza un efecto
.
" 11qu1l11.ad . . . • Si fuera asi, es
11

.· .. llJU . or en tu hijo debido al vínculo que 1 es urna.

y 'tnP<>rtante que actúe tal y como te he recomendado que 10 hagas tú .
,.

72
 32
como si no hubiera existido ningún conflicto y se hubieran b
. . d d aca adO
ver ayer. También evitan o gran es muestras de afecto. sobre todo fi de
(abrazos, besos), porque suelen bloquear al hijo alienado aún .. 1s1cas
eon m. dependencia mas ·
. de que tu h..IJO se muestre distante y host
1
tiempo, o bien que se comporte con cercanía y amabilidad ( co~ t~do el
mentado que sucede en algunos casos), te recomiendo que no est? eco.
los primeros días en casa ni todo el tiempo en la casa. Ayudará a %s ~~los
SI 1u hlJO lleva teléfono móvil propio, muy
adaptarse mejor a su «convivencia forzada» contigo. 1 0
J a probablemente no se despega!á_ de él y con mucha
....
rrecuencia lo usará para e!cnb1r mensajes y para
..
hacer 1010s Y videos. Tu h110 se convenirá en un
J~' ·... ., . '.;.
peaueño espía ~n tu ca~a, algo que será muy difícil
t . ·,
que puedas evitar. No intentes coger el teléfono.
Tampoco le grabes a él mientras lo está usando
o te está grabando a ti. Déjale hacer•
.'

Puedes imaginarte con quién está conectado al aparato todo el tiempo.

1.
Esunjuego de provocación para crear un alboroto contigo que llevará a
una discusión y, en algunos casos, a una denuncia por maltrato, cuando
lo único que pretendías es ponerle un límite para que moderara el uso
del teléfono. Pero debes recordar siempre: no tienes autoridad, un límite
••• 1 . '. como ese está fuera de tus posibilidades.
. .
... Dale consignas claras, escuetas y sin exasperarte: «deberías dejar el
móvil porque ... ». Dile siempre un motivo, y que ese motivo sea por
algo que está a punto de empezar a suceder: la cena, bajar del coche si
' ...
habéis llegado a algún sitio, la película que vais a ver, etc. Si le insinúas
que debe dejar el móvil porque te incomoda o porque su continuo uso
es una falta de respeto, es bastante probable que lo haga más para rno-
l~~e Y crear escenarios de discusión.
dcj VJdentemente, aunque se lo hagas notar y le justifiques por qué deb7
no ar el móvil, no le vas a disuadir, continuará solo para demostrarte ~ue ~
le das órdenes. El tema de uso-abuso del móvil solo es reconduc1ble s1
se !rata dentro de una coordinación parental o una terapia · 51st · · ya que
· emica,
SClá un. t--- . profesional
.., cero, e1 técnico . . marcara• 1os límites
quien 1 y pautas
ªSCgu1r po . 1 1-. dor que como
•i • - : en r Parte de los progenitores ' en especial a a iena ' ..
•. J ••
lllUchcs otros aspectos, será clave para
' . d
el cambio e con ducta del h1JO-

74
 Si no estáis haciendo ningún trabajo con algún profi .
odrás . . . . . cs1ona) e
avanzab a no p por t1 mismo m1mmtzar los efectos del . ·. 0rno te
ca esperanza es que 1 a conductade tu hii~o se mmimice
.. sol mov1IT· u um.
a por ext 1 .
o sea, que en vista de que no genera en ti una gran molest' ~c1ón.
uso por falta de efectividad.
1
ª· decaiga su
En tu casa no te centres en tu hijo, no le dediques todo tu .
atención. Os agobiaréis ambos. Déjale hacer y tú haz lo mis~iernpo Y
SI tu hilo se encierra en el lavabo,
que, hagas lo que hagas, estará mal hecho. Si le hablas y te ?· Sabes no 1e grites que salga v mucho menos aporrees
por él, mal; si hablas poco y le dejas a su aire, también mal As¡'"teresas
mueho tu sentí'do comun · y, recuerda, da1 e un trato como si de· un que. usa la puerta. Avísale de que empieza alguna
.
se tratara, con 1a rrusma amabilidad
.
1 1 y flexi'b'ilidad.
. 1
Dirás que esonv1tado
~~
actividad (desayuno o cena, algo en la televisión)
0 aue es la hora de salir de casa o de ir al colegio.
«normal», pero es que, efectivamente, tu caso no es «normal».

Esta situación es muy habitual que se produzca. Sobre todo. s1 estás

siendo un padre poco exigente, flexible y paciente. Las conductas provo-
cadoras de tu hijo irán en aumento y se convertirán al final en un pulso
mano a mano contigo, a ver quién aguanta más.
Una mañana se «planta» y te dice que no va al colegio. O bien se en-
cierra porque sí en el lavabo y te das cuenta de que está tardando más de
lo habitual en salir. Le preguntas desde el otro lado de la puerta y no te
responde. Llamas a la puerta para saber si está bien. Puede no responder
al principio y más tarde te dice que le dejes, que no quiere salir.
Puede suceder la misma escena, pero en vez del lavabo, en su habi-
tación. Cierra la puerta con el pestillo y dice que no sale o te responde
con un «déjame en paz».
No golpees la puerta ni le grites, porque lo grabará ya que, seguramente,
se ha encerrado con el móvil. Si no quiere salir a cenar, empieza tú a ce~az: Y
le ~ormas, Cuando salga, y lo hará por aburrimiento y por ham?re· 51 aun
estás comiendo deja que se encuentre su plato sobre la mesa. Si sale_ muy
tarde Y has terminado y recogido la mesa, déjaselo en la nevera Y le infor-
~ de ello. No puedes prohibirle comer porque se le haya_ P~~do la ho;
Por el contrario si sale puntual del lavabo o de su habitacion para
tner, pero no quiere ' sentarse a la mesa y coge su plato para 11evars• elo
. a
su hab'ta
1
ci-6 n, no se lo impidas. Aunque haya otros hennanos. o niños.
que esté0 comiendo• correctamente en la mesa. E sas excepc1ones deberas
d d.
?errn'ti
1
r que existan (sobre la convivencia con otros hermanos· e reo
un ca 'tul , arte en exceso.
PI o más adelante) y ahora no debenan preocu~.
Concéntrat tre en
b'
e en todo momento en que el am ien e t fam1har no en
~ostilidades y deja que tu «in~itado» coma ese día donde quiera.
tira el plato al suelo o en algun mueble (con o sin comid.1 en S, le
ocasión han tirado comida «porque no estaba buena») no 1~ r.. alguna
. ..coJas
ese momento. Contesta con un escueto «de acuerdo. no comas . . en
• . s1 no t ■---
apetece o no te gusta» o «ve a la cocma y coge algo para comer . e
s1 qu1e
res». O sea, no te opones y le ofreces una alternativa ( que lo más s ·
. .. eguro
es que no acepte). Más tarde, cuando esa situación tan desagradable
termine, puedes recogerlo.
Si la situación es que está encerrado Y tienes que llevar a otros henn .
nos o niños al colegio, le informas de que vas al colegio y que regresas~
seguida; si no es un adolescente que pueda quedarse solo en casa por un •
rato sino que tu hijo es pequeño, deberás avisar a alguien que se quede en
casa o lleve los otros niños al colegio (por lo general suele ser otro padre/ TU hijo adolescente lleva «su vida»
madre conocido que vive por la zona o un vecino). Si llegan tarde al cole-
gio, no pierdas la calma, sobre todo, y avisa al colegio del retraso y de que pero conviviendo en tu casa.
es probable que tu hijo alienado no vaya hoy. No des más explicaciones,
para no generar una inquietud tan tempranamente; aún debe desarrollarse
Entra, sale. Va a casa del otro progenitor,
del todo la situación y muchas veces se resuelve al poco tiempo. el alienador, se queda unas horas allí
Tu hijo se cansará de esto que él mismo ha generado. Se aburre y si y vuelve a tu casa para cenar v dormir.
tú no haces algo como gritar o empezar a amenazarle con algo. acaba
sintiéndose ridículo, aparte de que se quedará sin ver a sus amigos del co- TU casa es como un hotel, tu hijo se aloja
. legio, esos con los que comparte lo mal que lo está pasando por tu culpa solo para comer, llevar a sus amigos v dormir.
Es evidente que quizás no puedes permitirte empezar a faltar al trabajo por
culpa de que tu hijo no quiere salir de casa. Pero no suelen ser situaciones
que se repitan con frecuencia, ya que resultan agotadoras también para el Esta es una situación muy común en hijos adolescentes alienados. Van
hijo, sobre todo si tú te mantienes firme en tu rol de «amigo comprensivo». a lo suyo. Por lo general suelen respetar las horas de comidas, a eso no
Solo en el caso extremo de que no haya querido ir al colegio. infonna a renuncian, pero hacen su vida entre las dos casas. o entre tu casa Y la ~a-
este de nuevo de que finalmente no irá, sin dar detalles para no traspasar lle. Es más común encontrar estas conductas en hijos de alienador de t_i_po
el conflicto al colegio; puedes decir sencillamente que hoy es un día com- 2(cxpliqué los estilos de alienación en la introducción). ya que son hijos
plicado y que esperas que al día siguiente sí pueda asistir. Segura~ente ~I poco acostumbrados a los límites y por lo tanto empoderados Y muy a~to--
tutor del colegio ya esté al corriente de que has retomado la conv1ve?cia n~lllOs, con lo que sienten que nadie les manda. m· siquiera
· · e1 progenitor
con tu hijo; si no lo está, deberías informarle en una reunión de tuton~- ahcoador (algo que este no tardará en descubrir). . d
Al final del día te recomiendo que envíes un mensaje al otro progenitor El efecto «casa-hoteb> lo viven muchos progemtores
· de h..IJOS aliena os
para informarle de que vuestro hijo no ha querido ir al colegio. Es muy re: de C<iad avanzada a veces incluso mayores de edad, que t'tenen las llaves. Y
comendable que lo hagas porque lo más seguro es que el al.ienad O rya este •• an:........._ '
,....~ por tu casa fuera de los días asignados por convem0 0
· sentencia
.
.informado por móvil. de esto por parte de vuestro h".IJO, y con la vers100 Yo. siempre
· • por desgracia
. . que será. escue· explico lo mismo: muchos progemtores . . . .
que este le haya dado. Es importante que tenga tu versión, . no tíen en ni. eso. Está claro que esta forma de conviv • encra ni s1qu1era
. ·•
60
ta, tranquilizadora y esperanzada (las tres cosas). Sobre la comunicact PUede d . . . d cualquier acc10n
con el progenitor alieoador dedico un capítulo específico más adelante. cdu . enommarse «convivencia» y que esta leJOS e . ha ense-
cativa por tu parte hacia tu hijo. No hay convivencia. No y
ñanza-aprendizaje. Solo hay estancia. ¿Qué sentido tiene': Puedo t
merar algunas razones: mantener el contacto para evitar que . nu.
11
cero, promover una relación amistosa y ausente de hostilidades ~.g~t ª
ahí para cuando realmente el hijo Jo necesite y reclame ayuda ( p estar 1
r,1w1rn1 o f!
sabrá que puede recurrir a ti, ya le has demostrado que estás dispoº~~~:
~·- BRONCAS EN CASA
para él «a pesar de todo»).
P~n no~as mínimas comunes a todos los que vivís en la casa: si qui1:rc
venir un día o fin de semana que no Je tocarla, debe llamar o avisar aru .
--:t~,_ AMENAZAS DE SUICIDIO -
no se puede subir con amigos, o sí, pero hasta ciertas horas de la noc~~.
(a tu criterio); no puede entrar alcohol; se recoge el salón cuando dejes ~
1
casa; si te preparas la comida, hay que dejar la cocina recogida y nadie
recogerá tu habitación. Son solo ejemplos básicos de convivencia. porque
hay sitio para todo el mundo en la casa si entre todos lo pennitimos. Tal
como haría si viviera en un piso de estudiantes, por ejemplo.
Si tu hijo es menor de edad y hay saltos frecuentes en el cumplimiento
del régimen de visitas (cambios de días, se alarga el fin de semana o apa-
rece en tu casa cuando en principio debería estar en la otra). debes enviar
35
un mensaje al otro progenitor informando de que vuestro hijo está en ru TU hilo, de vez en cuando y sin motivo aparente,
casa. En estos casos es necesario el asesoramiento de un coordinador pa-
rental para que ambas casas acuerden unos mínimos de qué hacer o cómo te echa en cara lo mal padre que has sido
proceder ante los «cambios imprevistos de casa» de vuestro hijo. Por lo ··•. y todas las malas acciones que has hecho
general, el progenitor alienador suele colaborar porque también anda per-
dido en los cambios «a capricho» de su hijo alienado. en el pasado contra él y contra el otro progenitor.
Lo hace de forma insistente v con una rabia
..... ··" .. palpable. No le rebatas nada, escúchale Y,
solo cuando haya terminado de explicarte todo eso,
le dices que lamentas que haya sufrido tanto
. y que deseas que todo eso quede atrás.

. . 1 . guro es que tu tranquila

.. .
No le vas a calmar así. Al contrano, 0 mas se t iente contra ti.
•
. .
"" ' l •
respuesta avive . mas . todavía
. 1a rab.1ª que en ese momen o s1funci·onar para
Pero créeme, nada de lo que le digas. momento va a
en ese_ . . . acerca de esos he-
.__ . . cambie su opiruon
.. ca11qu1hzarle y mucho menos para que te queda «aguantar
b . sob f Por tanto, soIo
e os que te explica a su manera re '· campal y no caer en sus
11
mecha», no convertir ese momento en una bata ª tan por qué sucede esto.
. ·.. '• J)?'Ovocaciones. Muchos padres y madres me pregun

80 81
 y

Justamente cuando parecía que estaban teniendo una mañana tra ..1,r0 te sientas mal. no has dcsaprovel·hado una oi. :·'1,.,1·1·,n nar: ...
· descaradamente crítico y n4111la·
de repente su h..tJo h ace un comentano , . a 11all 1 ar i..:11n
tu hijo y arreglar l~s cosas. Las ocas1nn1:~ «reales» nunca crnpil'lan de
cador sobre algo que sucedió (o él lo cree así) hace tiempo y lo ~r~v,}.. ....,!! ~onna, no provienen de una provocac1on o de un .. ,m .. nt· r d
. 1 unza al i,.,- 1• • . " 1 -. ,1 W estruc-
aire, generalmente sin venir a cuento. En algunos casos es premed¡¡. d tiVO gratuito. Las_ a~tenucas .convcrsac1oncs con intención «rcparadora..
(el hijo ya fue a la visita con ganas de plantar cara sobre algún te~ 0 tienen otras cond1c1onc_s. Mas adelante te daré pautas para lJUI.! las iden-
·
P~_ro en otras ocasiones ª l.
e 1 tema «senci·11 amente»_ aparece en la menk del tifiques si alguna vez tienes la suene. de tener alguna con tu lujo y para
h130 y este lo expresa en voz alta tal cual. Tanto s1 es premeditado como que sepas aprovecharl~. Por ahora. es importam- que sepas distinguir una
no 1o es, hay una intención latente de boiicotear ese encuentro generandos1 conversación con opciones de concordia de la que en absoluto lo es.
«ruido», cuando no una disputa, entre él y tú. También tiene un efecto de
minimizar la culpabilidad que el hijo pueda sentir de estar viviendo una
mañana tranquila contigo o de estar disfrutando de una actividad agrada.
ble contigo y con tu familia. Y eso es algo que no se permite a sí mismo
ya que en algún sitio, o a alguna persona, ha jurado que jamás volvería
a quererte (o no al menos como antes o no igual que al otro progenitor).
Recordarse a sí mismo en voz alta todo lo mala persona que eres Je
ayuda a no vincularse en exceso contigo y a ser fiel a su promesa interna 'i / .

de no quererte. Por tanto, es un recurso de uso y efecto para sí mismo; de

nada sirve que te involucres en tal comentario y menos que te molestes
por él. Es mejor mostrarse empático con su sufrimiento (que es real, pues
él lo vivió así o tiene esa memoria falsa insertada que le provoca una
emoción real) y desear «que todo pase».
· Soy consciente de que esta es una respuesta «para salir del paso» peli-
grosa, pues callando o no contraargumentando puede parecer que le estás
dando la razón. En alguna ocasión el hijo, ante tu desconcertante res-
puesta, suele decir «no sabes qué decir porque sabes que llevo la razón».
Parece una invitación a que te expliques y le «ayudes» a entender aquello .. (
'

que sucedió y que ahora te echa en cara, pero nada más lejos, lo único que
necesita en ese momento es reafirmar lo que cree saber y lo que siente.
Todo lo que digas, desde tus palabras hasta los gestos con tus manos Y tu
cara será usado como prueba de que él está en lo cierto y tú mientes. Esta
es una conversación trampa, no tienes otra escapatoria que hacer ver que
te rindes antes de empezar y lamentar en voz alta que tenga esos recuer-
dos y esos sentimientos. Y cuando insista en su provocación diciéndote
que no tienes suficientes argumentos para él y que de ahí tu silencio, le
respondes lo más tranquilamente que puedas en ese momento (aunque n~
por eso debes disimular tu tristeza) que le permites que piense eso de ti
porque lo único importante para ti es que estéis hoy juntos. No te salgas
de este argumento y repítelo las veces que sea necesario, basta que él se
canse, se dé por victorioso y termine con su insistencia.

83
82
 Tu hilo se niega a Ir a algún sitio contigo
argumentando que no quiere encontrarse con tu
pareja o con alguien de III familia (un abuelo, algún
lío o algún primo). Tranquilízale diciéndole que eso
TU hijo te dice claramente
no será así y que, de lo contrario, os iréis del lugar
que tú no le mandas,
porque no quieres que lo pase mal.
que viene a la visita contigo
porque un iuez le obliga y porque
, Los acercamientos con las personas de tu entorno deben ser muy pen-
sados y progresivos ya que, con mucha frecuencia, son usados por el hijo
si no lo hace, denunciarás a su padre/madre.
como excusa para evitar la visita contigo. Y la prioridad no es restablecer Le respondes sin acritud ni ironía:
la relación de tu hijo con tu entorno, por muy mal que este último lo haya •lo sé, sé que haces un gran esfuerzo».
pasado. La prioridad es restablecer el vínculo contigo en primera persona.
En otro capítulo más adelante te explico cómo deben darse los primeros No añadas nada más, deja que se
contactos con tu familia
sienta una víctima comprendida.

.' ,

84 85

Tu hiJo habla v se expresa igual
que el progenitor manipulador.
Usa sus mismas palabras v argumentos
cuando te echa en cara lo mal padre/madre
que eres v siempre repite que nadie
le ha dicho lo que tiene que decir,
que él piensa por si mismo.
Responde: •creo que te equivocas,
pero respeto tu opinión.
Solo espero que algún día llegues
a perdonarme v que ese día
no tarde en venir•.
86
Hay una bronca monumental en casa.
A tu hilo no le ha parecido bien recoger
la mesa, ordenar la habitación o alguna
cosa que le hayas pedido o dicho.
Se entada v empieza a gritarte muv cerca
de tu cara, temes que te vava a pegar,
.!. quizás te empuja v te provoca para que
tú también le empujes a él.
No lo hagas ni le grites. Al ver que no reaccionas,
tu hijo rompe algún objeto o golpea
un mueble hasta romperlo.
'f
•• i ,.
· Se encierra en su habitación
.. o bien dice que se larga de casa.
~- · · Tú se lo impides de primeras, pero él
:. se pone más violento.
•· · · Accedes, pero le dices que vaya
a casa del otro progenitor, que ahora 18 avisas.
>.
· ·· . • ·6n acaban llamando a la
Muchos progenitores que viven esta situact . la llaman.
li , . . 0 son los vecinos 1os que
po cía pidiendo ªY_Uda. tras veces Es me·or ue mantengas la
alertados por los nudos que salen de tu ~ d .anJo !e se encierre en
calma y resuelvas esta situación con tu biJo,. eJ E q este último caso,
sµ habitación o que se vaya de casa «a despeJars;>~ ~tar localizable al
dile que accedes a que salga un rato, pero que e
87
teléfono. Que puede volver a tu casa más tarde, que lo prefieres· · q
volver a casa del otro progenitor, penníteselo. • 51 U1ere par maltrato. Por eso es_t~n irnponame que sepas manejar estos delicados
Los hijos alienados mayores de 14 años suelen querer irse de casa a momentos de gran hostilidad.
que he conocido algún caso de niños más pequeños que. más que ·de~~; Jnfonna al otro progenitor no de todo lo que ha sucedido en la casa.
que se iban, se escapaban cuando su padre/madre estaba distraído En el sino de cómo se enc~entra a~ora vuestro hijo y muéstrate disponible para
caso de que en ese tenso momento te diga que se va, que no aguanta más resolver sus dudas s1 las tuviera. Por lo general el progenitor alienado no
estar contigo, intenta disuadirle, dile que se calme, que todos os vais a suele llamar y si lo ha~e es para apoyar la versión que le haya explicado
calmar, que se retire a su habitación si lo prefiere. vuestro hijo alienado sin aceptar lo que le expliques tú; aun así es necesa-
Si está muy agresivo e insiste en «largarse» de _ahi y te empuja para que rio que le escribas y te muestres accesible y tranquilo/a en todo momento.
Más adelante te explico cómo informar al otro progenitor.
te apartes, no le alces la voz y mucho menos le intentes agarrar para im-
pedírselo. Tampoco te pongas delante de la puerta haciendo barrera con
tu cuerpo o echando la llave en la cerradura, a no ser que veas a tu hijo
tan alterado que pueda hacerse daño si sale a la caJle (menos aún si tiene
moto y amenaza con cogerla). No saques tu móvil y grabes esta escena.
eso violentará más a tu hijo, que lo entenderá como una provocación y
en ese momento te convertirás en su enemigo potencial porque ¿por qué
razón grabas si no es para defenderte de él y acusarle ante alguien de su
mal comportamiento? Las probabilidades de que tu hijo vuelva a casa
más tarde u otro día disminuyen drásticamente. Si te han aconsejado que
grabes a tu hijo cuando está muy hostil (quizás por recomendación de
tu abogado o de algún perito), desde luego no lo hagas explícitamente
delante de él por los motivos que te he explicado.
De lo contrario, la discusión pasará a un grado superior, llegaréis a las
manos, habrá heridos y también denuncias. Y lo más importante, siempre
te arrepentirás de ese momento y no conseguirás lo que debes pretender,
que es que se quede en casa y se calme. La situación será totalmente irre-
versible. Es mejor, pues, que le propongas las condiciones de su salida,
dile que puede darse una vuelta para «despejarse», otro adulto de la casa
puede acompañarle, que le esperas de vuelta más tarde, que vaya a casa
de un amigo un rato y que si no quiere volver contigo, sino que se marcha
a la casa del otro progenitor, te lo haga saber.
Es muy probable que tu hijo se comunique con el otro progenitor Y le
explique lo sucedido «a su manera». A veces mienten para justificar su
desmesurada conducta, en algunos casos dicen que fue su padre/ma~e en
vez de ellos quien rompió los muebles para aumentar su victimizacion.
En otras ocasiones no es necesario que mientan porque cualquier cosa
que expliquen sirve para que el progenitor alienador ponga el grito en
el cielo y pase a recogerle. Es posible que, después de una escena com~
esta, tu hijo o el progenitor alienador interpongan una denuncia contra 11

88 89
 '4
El colegio de tu hiJo se pone en contacto contigo.
Te informa de que tu hiio le ha confesado a un
profesor que a veces tiene ganas de quitarse la
vida, sobre todo cuando piensa en ti o está contigo.
Solicitas una reunión con el tutor de clase de tu
hijo e intentas ponerte en contacto con el otro
progenitor para informarle de esto.
90
¡41·¡
·------ '
TU hijo amenaza con quitarse la vida
si se queda a dormir en tu casa. Está dispuesto a
verle durante el día, pero no a pernoctar contigo.
seauramente esto va se ha puesto en conocimiento
de la sede judicial. Estás dispuesto a renunciar
a las pernoctas si se inicia una terapia familiar
sistémica Y existe posibilidad de que se cumplan
. .
las pernoctas en periodo ,acacional.
.
Los niños severamente manipulados con frecuencia expresan ideacio-
nes sobre el suicidio de forma muy específica cuando se ven obligados a
acatar una sentencia o cambio de régimen convivencial que les aleja de la
relación afectiva con el progenitor manipulador'. De esta forma coaccio-
nan tanto al entorno familiar como al sanitario y jurídico para que modifi-
quen tal circunstancia y evitar así su incorporación a la vida familiar con
el progenitor hasta el momento rechazado. .
Por tanto, por lo general estas manifestaciones suelen producirse cuan-
do hay procedimientos judiciales todavía en curso o al poco de h~bcr
obtenido la sentencia. Este escenario es habitual en contexto d_e manipu-
lación desvinculadora, y suele aparecer cuando el progenitor altenador ve
finalmente comprometida su situación de poder. d 'ble
0 51
En tal contexto se da la existencia sobre estos menores . edun P. de
• .,
Smurome ., ...s retado en la in ucct6n
de Münchausen por poaeres: conc . d ntajoso
ideaciones de orden autolltico como respuesta reactiva ª1 uentra
,.,
,..omento procesal en que el progenitor. mam·pulador se encuen •
;-- . oe,,ción del SAP. Barcelooa: Planeta.
1 Fcmándtz C-abanilias, F. (comp)(2017). Abadde bl(en • abandono en /a infancia.
A. Martinez Roig, J. de Paul Ochotorena ( 1993 ): Maltra10 >
Barcelona: Martincz Roca.
91
 Esta situación en un menor debe ser considerada como de n
. . ~go¡
gral, no tan solo en ténrunos del daño ya producido, sino por el Ott:-
. l fu d" l l · que va
producir en e turo a me 10 Y argo Pazo, ya que tiene negativ , a
cuencias para su evoluct'ó n psrcoemociona
. . l. as t:on<""'"..
El suicidio es un hecho extraño durante la niñez y adol
. . es cene·1
temprana, pero se incrementa a medida que se cumplen añ ª
media de suicidios por cada 100.000 personas es de o 5 paraos. La
. ' ni~as
y de 0,9 para niños en el segmento de 5 a 14 años de edad. En t d
, cluida!ª posibili
l os paises, e1 numero
. de varones que se suici . 'd an es mucho mo os
0
que el de féminas6• ªY r
En cuanto al intento de suicidio propiamente dicho, si bien lo mt _
tan mas• 1 as ruñas
· que 1 os 01"ños, son estos I os que, una vez propuestoen
mismo, tienen el desgraciado éxito en lograrlo (9,4/100.000 en niño:-
2,7/100.000 en niñas)',
En España, según un estudio del Observatorio de Salud de la Infancia y
la Adolescencia (una iniciativa del hospital infantil de Sant Joan de Déu
Barcelona), los accidentes de tráfico son la principal causa de muerte e~
niños de 1 a 14 anos, luego enfermedades tumorales y otras patologías:
posteriormente el suicidio'. Los factores de riesgo más habituales de au-
tolisis en menores, por orden de frecuencia, suelen ser: depresión, b11fl-
, ying y consumo de sustancias (ya en adolescentes).
En cada caso de litigio interparental que se estudie debe siempre con-
siderarse (o sea, abrir la hipótesis además de otras que se fonnulcn) si
los desajustes emocionales experimentados por el menor pudieran ser
potencialmente consecuencia de un entorno desestabilizador inducido
por un progenitor manipulador como consecuencia del empeí'lo desvin-
culador parentofilial (algo que en algún momento habrá sido insinuado
o definido en los estudios periciales llevados a cabo, ya que este extre-
mo suele aparecer después de un largo proceso judicial). De ser así, de-
hemos considerar que el entorno mórbido es un factor desencadenante
de patologías mentales que pueden conducir al suicidio adolescente a
menos que se intervenga de forma radical.
6
Pclkonen M.• M~ M. (2003). Ch.ild and adolesccnt suicide: cpidcmiology, risk
;~ and approaches to prcvcntion. Paediatric Drugs, 5(4): pp. 243-65.
~il~llo_D., Mauri S., Mantcgazza C., Fabíano V., Mameli C., Zucconi GV. (20IS).
Suicide
. . in. pediatrics:
. · cp,·derruo · factors, warning signs and the ro 1 e of the
· 1ogy, nsk
~1atnc1an m detcc~íng them. Jra/ J Pediatr; Jul 7; 41 :49.
AA.VV. <2014>· Libro blanco de la psiquiatría del niño y del adolescente. Madnd·
Fundación Alicia KoplowilZ.
La lógica nos hace pensar en la ncct:sidad m,n.•nosa
··, et •. , . .
. fl • ,.,.~ - t uotar a 1 menor
deun entorno exento de con retos en vez <le intenu ar, una \ otra , o,;7 , -.11
. .
.. !"Peer de manera estéril, «convencer, 0 instar al p · . • '
pcuv . rogenuor manipula-
dor a que tenga la bondad de modificar sus actitudes.
En otras palabras. más que estar ~rcocupados por d efecto perJudic,al
que puede entrañar que el menor este con su progenuor recha· d
· · · · d r.
..
za o. annci-
pan do hipotet1cos riesgos e entermedades o desarre,,Jos ps 1 · ·
. . 'dad d . . . o - 1co og1cos in-
~ suicidio (que como he comentado a estas edades
es mímm~ ), conve~dna con~1derar que la mejor manera de evitarle más
daños y nesgas. psicoevolutivos a este menor es situarlo en un entorno
d .
saludable y a1ejar1 o e quienes pudieran tener la tentación de fomentar
hacer funcionales dichas ideas autoliticas con fines propios. y
1
También la literatura sobre el tema propone como alternativa que el
· meno~ ingrese en ~n _centro de protección/acogimiento de forma tempo-
ral9, s1 bien como ultimo recurso o de un modo excepcional y con voca-
ción de provisionalidad. Esta medida aporta de positivo el alejamiento
radical del menor del actual entorno perturbador patógeno. pero a costa
de un abrupto enrarecimiento de su ámbito vital, tanto en lo residencial
como en lo relacional. Y también quedan por definir cuestiones básicas
relativas al cómo reconducir las relaciones del menor con uno y otro pro-
genitor, ya que un entorno extraño complica todavía más la intervención
terapéutica efectiva, sobre todo el grupo familiar.
En cuanto a la posibilidad del cambio de custodia, a pesar de que se ha
debatido mucho sobre esta medida y la creación de programas de inter-
vención orientados a proteger la evolución psicológica y emocional del
menor a corto y largo plazo, y a nonnalizar sus relaciones familiares10,
debo decir que, basándome en la experiencia pericial, la probabilidad de
que ante una amenaza de suicidio de un menor se acceda al cambio de
custodia a favor del progenitor rechazado, de quien el menor amenaza
suicidarse, para alejarlo de la influencia nociva del progenitor manip~-
lador es realmente baja por no decir nula. Con lo cu~l no quedan mas
opciones que ser eminentemente prácticos en el abordaJe de estos casos.
• Aguilar Cuenca, J. M. (2004). SAP. Síndrome de Alienación Parental. Córdoba: Ed.
~~ . s•¿Y. nd JCD-/1 Springfield (1):
=met, W. (Ed.) (2010). Parental Alienat1on, D rrr •
Chnr!
ª _- . do •
w (?013) Pare11tal Ahenot,on an ro
. . es ~- Thomas Publisher; Boch-Galha~, · - . : r: A. l006). El Síndrome
rema/ Al1e11atio11 Syndrome/Disord,:r. Bcrhn: VWB , '.eJedo • (
dt'Alienación Parental. Unafonna de maltrato. Madrid: EOS.
93
 Si el colegio se pone en contacto contigo para infonnarte de lo que
1
hijo ha dicho seguramente a algún amigo o profesor cercano. solicita un~ Seguramente se ini_c,c un proccd1m11:nto judicial. 0 se amplie d que ya
reunión con su tutor y a ser posible conjuntamente con el otro progenitor esté en marc~a aportando u~a prueba mas sobre las <lifkultadc~ del n1110
Informa a este (o intenta hacerlo si no tienes acceso directo a éltella¡ d~ al estar contigo. ~s nece_~no preservar la conx ivcncia del hiJo conngo,
que quisieras hacer una tutoría conjunta para que ambos escuchéis lo que ya que com~ he 1~0 reptllcndo a lo largo de este libro. es fundaml!ntal
explican de vuestro hijo y podáis proponer recursos de ayuda para el niño. para el trabaJ~ revmculan~e entre vosotros. Cuando se recorta srgrufica.
Si llegas a conseguir esto, el pronóstico es realmente bueno. pero sin- uvarnente el tiempo convrvencía¡ en un caso de alienación parental. es
ceramente no es muy común que el alienador manipulador colabore en muy dificil que este se vaya ampliando. ya que en seguida el menor se
un trabajo conjunto para buscar soluciones, a no ser que provenga de adapta a ese recorte de tiempo como su nueva zona de confort de Jaque
una obligación impuesta judicialmente. Pero te recomiendo que proce- 00 quiere salir. Es cuando el caso se cronifica.
das así para mostrar en todo momento una actitud proactiva y sensible Desde luego, la ayuda clínica es necesaria. Posiblemente se solicite una
a lo que tu hijo expresa, en detrimento de la actitud rígida y unilateral pericial médica que_ determine la versatilidad de la ideación suicida del
que suelen mostrar los progenitores alienadores. niiio y por ende el nesgo real para su vida. En ocasiom.."S no se solicita y
Cuando hables con tu hijo sobre lo que te han informado que él ha se insta a las partes a que lleguen a un acuerdo en cuanto a las visitas del
dicho, no lo hagas desde la rabia, ni te pongas a la defensiva. Hazlo menor. En cualquiera de los casos, la experiencia ha probado que el inicio
de una terapia revinculante o terapia familiar sistémica es de gran ayuda
con interés de saber los motivos y conocer cómo se encuentra. Por lo
para proteger el vínculo y garantizar que renunciar a las pernoctas no per-
general, los argumentos de estos niños suelen ser poco precisos y muy
judicará a la consecución del resto de la visita, además de que posibilita
ambiguos: «no estoy a gusto en tu casa», «no me gusta», «estoy incó-
que las pernoctas vuelvan a instaurarse en un futuroª. medio plazo ..
modo», «prefiero dormir en la otra casa», «voy durante el día porque
Curiosamente, también se ha observado que estos niños que no quieren
me obliga el juez, pero a la noche no quiero».
pernoctar bajo amenaza de suicidio, se muestran i~tercsados en pasar las
Suele haber dos tipos de respuestas en los niños que amenazan con el
temporadas vacacionales con pernoctas, ya que ast no ~omprometen ~us
suicidio cuando el progenitor rechazado habla con ellos del tema. Algu-
salidas con los amigos o los viajes o actividades de su mterés que solían
nos apenas responden, minimizan lo que dijeron alegando que fue algo
hacer con el progenitor rechazado. . . .
puntual que dijeron en un momento de agobio, pero que nada más. Y no
Es por ello que te recomiendo que solo co~. garantías de que se irncre
se niegan a dormir aquel día con ese progenitor. Sin embargo, es cuando . una terapia familiar y se deje abierta la operen de pernoctar durante el
están conviviendo con el progenitor manipulador donde casualmente · • de renunciar a las pernoctas a día
periodo vacacional, valores la operen
vuelven a repetir la idea de quitarse la vida si vuelven con el otro pro-
de hoy si las amenazas de tu hijo persisten.
genitor. Diríamos, por así decirlo, que se trata de una idea intermitente
según donde el hijo se encuentre. Por otro lado, están los hijos que se
muestran asertivos en su amenaza de quitarse la vida, hablan de ello con
cualquiera que les pregunte y en especial con el progenitor rechazado,
a quien se lo repiten una y otra vez. ..
En ambos casos responde que harás lo posible para que vuestra relación
no termine (aunque él te diga que ese es su deseo) y que el tema de las
noches lo tratarás con el otro progenitor. Intentar llegar a un acuerdo con el
hijo solo le confiere más poder de manipularte a ti y al sistema judicial co~
cualquier petición que te haga, con lo que es mejor que te muestres sensi-
ble a lo que dice, escuchándolo empáticamente, pero desplazando los_p<r
sibles acuerdos o discusiones legales sobre el tema con el otro progemtor.

94 95
 CAPÍTULO 7
,.- ,,OMENTO DE- HABLAR.'
--líl 1'_~~ª'~~» ~ROBLEMA -
Tu hijo quiere que le resuelvas algunas dudas
sobre la separación de sus padres, de cómo fue
la cronología exactamente porque no lo recuerda
bien, v que le aclares con detalle algunos pasajes.
Le Pides que haga preguntas concretas,
no le expliques «la historia de la separación»
desde el principio. Cíñete a sus dudas,
contesta solo a lo que quieras, reserva la
Información que consideres muv personal tuya
Y no acuses al otro progenitor de manipulador.
Ya he comentado en capítulos anteriores que no cualquier momento en
que tu hijo menciona algo que según él hiciste en el pasado o te echa en
cara alguna injusticia a la que cree que estás sometiéndole a él y a su otro
progenitor, sirve como oportunidad para poder conversar con él sobre lo
que os ha sucedido o está sucediendo en la actualidad.
Un hijo alienado por lo general echa en cara cosas, hechos, actitudes de
las que te acusa y que justifican su distanciamiento. Pero no le interesa
profundizar en tales hechos, escuchar tu versión o reflexionar sobre las
96
conductas d~ ambos progenilore~. Su pensam1emo es rígido y sus ideas
absolutas, sm margen para relat1v1zar nada ni adoptar otros puntos de
vista. Por eso, las _c~nversac1?nes que de verdad tienen opcione, de ser
fructíferas y perrrunr ~na revmculación entre ambos suelen provenir de
contextos de acercamiento: o bien habéis empezado una terapia familiar
y el terapeuta ha c~e~do las co~dicioncs de escucha: 0 tu hijo hace un
tiempo que va conviviendo contigo cumpliendo el régimen convivencia!
sin problemas y un día te hace alguna pregunta de algo que sucedió du-
rante la separación o el litigio consecuente; o el hijo «aparece» y quiere
un encuentro contigo y hablar.
Ni desde el conflicto abierto ni tampoco desde una convivencia tensa
tendrás posibilidades reales de tener una conversación sincera con tu hijo y
hablar de su distanciamiento, acusaciones, verdades y mentiras. Si estás en
alguna de estas circunstancias, aunque creas que se ha abierto alguna opor-
tunidad de diálogo, es mejor que reserves el tiempo y energía para concen-
trarte en el día a día con él y dejes intentar explicar algo de lo vuestro para
otra ocasión más óptima donde tu hijo realmente esté más receptivo.
Cuando esta petición proviene de un contexto sereno, sin provocacio-
nes, ha llegado el momento de ser proactivo y aprovechar el momento.
Recuerda el mensaje inicial que te sugerí en un capítulo anterior:
«Yo no necesito hablar de todo eso, para mí quedó en el pasado. Si
para ti es importante y lo necesitas, te ayudaré hasta donde pu~da. Pero
no quiero pelearme ni discutir contigo. ¿Estás seguro de que quieres que
hablemos de ello?».
Si su respuesta es afirmativa, puedes proseguir así:
«Debes saber que hay cosas que son privadas entre tu madre/padre Y
yo y prefiero que continúen así; también hay cosas muy dolorosas que
prefiero no trasladarte y dejarlas atrás. Te responderé a lo que pueda Y 10
haré con sinceridad No quiero hablar mucho de tu madre/padre porque
de nuevo estarías en medio . de am bos Y eso ya s ucedió , y ya he visto las
consecuencias. No me defendere,. la m1onnac10~
• '"' · · te la doy porque
. me
. la
pides y para que tú reflexiones y saques tus propias conclus1o~es. Juzga-
me como quieras lo respetare., S1• esta conve rsación va a servir .para una
•
nueva disputa entonces yo no la quiero• tener. Prefiero t'que pienses 1o
que tú
que quieras de' mí antes que discutir
. • contigo O hacerte sen tr ma1 0
pienses que eso es lo que yo pretendo».
97
 •
Así asientas las condiciones psicológicas desde donde quieres ab
dar esta conversación. Si ves que en algún momento esta parect de;;:
nerar, vuelve a repetirle esto de nuevo; te dará un punto desde dond
partir siempre que creas que os vais a perder. Si esta conversación se
realiza en el marco de una terapia de familia, será el terapeuta el qu:
se encargue de garantizar que partís de estas condiciones.
Es probable que tu hijo no recuerde muchas cosas. Estas amnesias
emocionales son frecuentes en procesos de manipulación psicológi-
ca, ya que se borran memorias de afecto y con ellas muchos pasajes
vividos en familia. Por otro lado, la confusión emocional que vivió
tu hijo en el momento álgido del litigio judicial o de la manipulación
parental, le provoca también desorientación temporal y las fechas se
le aparecen confusas en su mente. No te extrañe que no recuerde si-
tuaciones que le menciones y que te pida que le ayudes a reconstruir
un orden cronológico de todo aquello.
No respondas a peticiones abiertas. Preguntas como «¿qué pasó?»
o «¿cuéntame cómo fue vuestra separación?» pueden hacer de esta
conversación algo muy complejo. Es mejor que le pidas que busque
qué es lo que en realidad le preocupa y que se tome su tiempo para
hacer preguntas más concretas. Ni se te ocurra hacer un relato de tu
separación o de cómo empezó su alienación al más puro estilo «érase
una vez». Muchas cosas que deseas que él sepa quizás se queden sin
la ocasión de ser comentadas. Debes ceñirte a lo que tu hijo necesita
saber, no a lo que tú necesitas explicarle para sentirte en paz.
Resérvate la información que sea muy personal o en todo caso no
des detalles. Puedes decírselo: «esto es muy personal, por mi parte
queda entre tu madre/padre y yo, no veo en qué te puede beneficiar
saberlo, te pido que respetes mi no responderte». Si te pregunta por
tu pareja actual, cómo y cuándo os conocisteis, cuándo lo supo el otro
progenitor, etc., responde con sinceridad, pero sin dar detalles, ya que
esta infonnación pertenece únicamente al ámbito de la pareja y cabe
la posibilidad de que tu hijo actúe de juzgador o sancionador.
«La conocí tal año, tu madre/padre lo supo en tal momento. Todo lo
demás está hablado o más bien discutido con tu madre/padre y no quiero
que eso nos ocurra a ti y a mí, no otra vez. Si crees que me porté mal con-
tigo, te pido disculpas, jamás fue mi intención hacerte daño. Solo puedo
decirte que tu madre/padre y yo no éramos felices juntos».
Ciertamente, te acabo de proponer que te disculpes. Eso no te con-
vierte en perdedor/a, al contrario. Aceptar la derrota es una propuesta
98
de 00.agr~sión y prepara el _terreno para d tú-ganas yo-gano, Díselo
con serenidad, acepta empanzar con su dolor por encuna de juxuficar-
te O defenderte.
"Creo que tu madre/padre sufrió y creo que 1ú sufriste con ella él».
Esto es lo máximo ~ue puedes acercarte a sugerir que fue manipula-
do por el otro progenitor. Por lo general. hacer una acusación directa
de algo tan grave como que uno fue manipulado por su madre/padre
solo genera más incredulidad y parece una excusa de quien no tiene
un argumento mejor.
Tu hijo: «Mamá/papá lo pasó muy mal».
Tú: «Y tú también, soy consciente de ello».
No añadas <<yo también lo pasé mal» o «¿cómo crees que estaba yo?».
No respondas a la defensiva, deja que en este momento él se sienta una
víctima comprendida y respetada por ti.
Muchos padres/madres me preguntan si su hijo sabrá alguna vez que fue
manipulado por el otro progenitor. Y yo les respondo con otra pregunta:
«¿saberlo es algo imprescindible para que vosotros dos os revinculéis?»,
¿Quién dice que para recobrar una relación con el hijo siempre hay que
desenmascarar al progenitor alienador? Podría ser al contrario, restablecer
una relación basada en la convivencia y/o en el diálogo empático y respe-
tuoso abre el camino a dcsdcmonizar al progenitor hasta ahora rechazado,
a tomar una actitud menos radical y más reflexiva para finalmente ver al
progenitor hasta ahora favorito con otra perspectiva Medítalo.
r.
••• 1
-·'' .
.....
. '.
,··
99
 sibilita adoptar otras pcrspect i, a, d, kn:nt1:,. 1 >c_ia ~IUl' ,l'a d quien
Y ~ncuentre y saque sus cnndu~iunl':-..
)~<¿Crees que podrás perdonarme: lo que creas que dcha, perdonar-
Ille?».
Esta pregunta es clave que se la formules. Cuando ~a nl1 puedas

le hablas, pero no acepta lo que le estás diciendo.
Te rebate, te dice que mientes, te dice que
luiste un egoísta que no pensaste en «ellos»
(él, sus hermanos y el otro progenitor).
No te defiendas, solo empaliza con su malestar
v responde que lamentas que haya sufrido tanto.
Debes tener todo el tiempo en cuenta una premisa: este encuentro no
es un juicio. Le explicas tu versión porque él ha querido conocerla, no .....
pretendes que la acepte, ni que te dé la absolución, ni que de repente . '
descubra que ha sido manipulado. Solo esperas que vea que no hay
verdades absolutas y que estás dispuesto a empezar de cero con él. No
te posiciones de víctima, porque la víctima principal es él. Atrévete a
hacer alguna autocrítica, atrévete a decirle que las cosas se deberían
haber llevado de otro modo para que él no sufriera tanto. Empatiza con
ex Plicarle más porque seria entrar en una discusión sobre quien tiene
razón, le pregunt~s por su per on. Da 1 e tiempo
d" · para que te responda.
Aún puedes añadir:
«Yo he perdonado cosas que me hicieron daño. No voy a explicarte
uáles. Lo he querido dejar atrás porque no se puede vivir con odio y
;orque te quiero. ¿Crees que tú puedes hacer lo rnismo?».
Ahí está tu posición de ganador. lnvítale a que él haga lo mismo y espe-
a ver lo que te responde. Si te dice que ahora no puede hacerlo. dile que
:eseas que en algún momento lo consiga para ~ue dc~e de sufrir. .
«¿Qué te lo impide? ¿Te preocupa que papá/mama no encuentre bien
que lo hagas?». , . . ..
Esta debe ser la pregunta final. La umca en_ la qu~ sugieres_ la posibi-
lidad de una dependencia entre él y el progenitor ahcnador. S1 responde
que no, solo añade «de acuerdo». Si no_ es claro en _su :espucsta o ~arece
que responde a otra cosa, no insistas m le hagas nmgun comentano. La
pregunta clave ya se la has lanzado.
«Me alegra que hayas dado este paso de hablar conmigo y de la manera
.,. . en que lo hemos hecho. Te admiro por tu valentía y deseo q~c, aunqul e:
t · a al menos para quitarte un as
te haya gustado oír algunas co~. e sirv , tado/a de que quedemos
y sentirte mejor contigo Y conmigo. Estaré encan
otro día para hablar de lo que qme~~>. Ha a ido como haya ido. Mues-
Así deberías cerrar esta_ conv~~:c;;·Trá!le como un adulto pensante
tra incondicionalidad Y dispombih ·
(aunque creas que aún no lo es).
•,

su posición: dile que entiendes que al final él se sintió obligado a elegir. .,-.,' .
Subráyale que esa decisión la sufristeis ambos: él porque se quedó sin .
i .
~~
padre/madre y tú porque te quedaste sin hijo. Que él pueda ver esto y
entender que los asuntos entre las personas no suelen ser blanco o negro
es, por ahora, lo máximo que le puedes pedir.
Y aunque te parezca poco no puedes decir mucho más. Como te dije
anteriormente, acusar directamente al otro progenitor de alienador puede
tener consecuencias contrarias a las que esperamos. Dejar espacio a la re-
latividad de las cosas siempre da ventaja, porque afloja posturas radicales ¡;,,
'.

100 101
 CAPITULO 8

_· - 'PRIMEROS CONTACTOS ~

-19-~-J~ PAREJ~
- - _Y -TU FAMILIA ~
1

1'5 -~
_, ... "" -- - -- .. _.._... - --- .

va---....... , --

El primer contacto visual de tu hilo

Ya conoces la negativa de tu hijo
a ver a tu pareja o a tus padres por más
buena relación que tuvieran en el pasado.
,·· No organices encuentros tamiliares
porque sentirá que le has preparado una en~errona
Y complicará la cosas para la siguiente visita
conli~o. Sé paciente Y Pide a tu lamilia que
tambien 10 sea. Dedica un tiempo a convivir
con él Y a hacer Planes y actividades
con otros amigos tuvos o lamillas de su escuela.
con tu pareja o un pariente tuvo debería ser casual.
Estáis en casa v alguien entra a recoger algo o
a hacer algo por la casa. Saluda a ambos y va a
hacer sus cosas, pero no se detiene a hablar con
vosotros. Ni tú ni tu hijo cambiáis o modificáis
lo que estabais haciendo. No le des ninguna
explicación a tu hiio, vive la situación con lolal
normalidad. Al cabo de un breve rato esta persona
se marcha de la casa despidiéndose en voz alta.
El hijo alienado y distante de una parte de la familia te~e que esta
pida explicaciones, le pregunte, le acuse o riña por algo. El está en
ferioridad de condiciones porque está en territorio «ajeno» y vosotros
sois mayoría. Efectivamente, lo vive como una cuestión de bando~.
Teme sentirse juzgado, teme no saber qué responder Y teme fingir
un reencuentro afectuoso con personas a las que quiso, cuando se ha
prometido a sf mismo (y al progenitor manipulador) que no volvería
a tratarlas. Comprobar que la presencia de tales pe~sona_s, no es
amenaza para él porque no le comprometen a una s1~ac1on embara-
zosa hará que relaje su actitud defensiva y hará posible que la
presencia fisica de aquellas sea más soportable.

102 103
 .· . 46
El contacto visual sin Interacción es el primer paso.
RepeUdamente v en diversas ocasiones.
1 segundo paso es la Inclusión de alguno de estos
parientes en alguna actividad donde baya otras
personas con las que va hayáis companido
El tercer paso viene después de haber
repetido varias veces el segundo.
TU pareja, o un pariente tuvo, se incorpora
a una iornada contigo y con tu hijo,
pero no pernocta con vosotros.
No hace taita que avises a tu hijo previamente
porque ya se ha acostumbrado a verla
en otras ocasiones. Tú v esta persona conversáis
_.•··.

sobre temas del dfa, él/ella ofrece un trato

planes con anterioridad. Se relacionan con todos, cordial a tu hilo sin forzarle a que interactúe
saludan animosamente a tu hlJo, no le preguntan , responde con normalidad las veces
: _ _ nada ni le Piden ninguna explicación; que aquel intervenga espontáneamente
~ ~· . como si acabaran de verse el día anterior. (algo que suele acabar sucediendo). .
No se sientan a tu lado, se mezclan SI en algún momento tu hijo se a~arla u os deJa
con otros Invitados. solos, actúa con normalidad V de1a que suceda.
..,., .
......
;: . . no ueden preguntarle a su nie-
t~ Algunos abuelos me preguntan SI d P_
1
visitarlos. Mi respuesta
. :i;:. to por qué dejó de hablar con ~llos Y e ~ ~ue el contacto visual y la
•, .!' . . .
. . . ·: ..... 1
{/ siempre es sí, pero ahora no. P~mer~,d tac:és conversaciones centra-
.
.. .
: .. ~ ... : .
... ·
'··
mera presencia flsica sean posibles, ~sp ;a que se hagan estables.
, d' 1 ar estos espacios Pª . d
~~ das en el día a 1a Y a arg . s la propia familia aban O·
~. • de las re 1 ac1one ,
-~-. Con el tiempo y 1 a mejora . mplejas con el niño y se centra
\ .- na la idea de iniciar conversaciones co
·_-t._ : en disfrutar de las pocas veces que le ven. ·

104 -·
1 .. ••..
·.

r :..1...... 1..

. l. · •
.. ..
. : ,.,.. ·•.
• .,, ' l ""••,•
SI nenes otros hlJos con el mismo progenitor de tu
hijo alienado, pero que no sienten rechazo hacia u
ni «copian» la conducta de su hermano alienado,
debes hacerte a la Idea de que llevarás dos
programas diferentes de convivencia: uno para el
hijo alienado , otro para aquellos que no lo están.
No podrán compartir toda la agenda convivenclal
comiuo, tampoco muchas normas de la casa ,,
. seguramente, tampoco alguna de las actividades
que quieras hacer en familia.
H~y quie~ podría llamarlo trato diferencial o favoritismo o sobrepro-
tección. O simplemente ceder ante la <<rebeldía» del hijo alienado. Pero
yo lo llamo adaptarse a las circunstancias de cada hijo. Si tuvieras un hijo
con alguna.patología ~bién adaptarías muchas de tus actitudes con él,
por no decir la logística y las excepciones que tú y la familia estaríais
106
. obligado~ a hacer para poder convivir con él dentro de lo que k perrmue-
ran sus circunstancias personales. Con un hrJo alienado. tamhi1:n.
Lo comenté en el segundo capítulo: casi no tienes autoridad con el y
apenas existe algo de vinculo. Este último debe ser tu prioridad Concén-
trate en conservar y aumentar el vínculo entre ambos, y no en hacer que
te obedezca a pies juntillas.
Esto, podrás imaginar. implica aplicar diferentes estilos de crianza. más
flexible en el caso de los hijos alienados. No se trata de que le dejes hacer
Jo que quiera y no le impongas unas normas de convivencia y un horario
como al resto de los menores que conviven contigo. sino de que no aprie-
tes en los límites el día en que el niño entre en negación y quiera desafiar-
te. Si ves que la situación es irreconducible, es mejor que flexibilices tu
postura antes de que se cree una disputa monumental.
Algunos progenitores me explican que acaban «pasando» de su hijo
alienado. Que lo tienen en casa pero que apenas interactúa con él, no le
prepara cenas ni le pregunta por la colada de la ropa, argumenta~do que
el niño no quiere cenar con él/ella ni le informa de lo que necesita. Por
tanto, este progenitor acaba por hacerle el vacío en ~a para evitar_cual-
quier altercado. La verdad es que no lo evita, más bien a~ c~n~o, se
forman disputas con más frecuencia a pesar de la extrema inhibición del
progenitor ya que el hijo percibe la indiferenci~ a la que aquel le somete,
y aún más en comparación con el trato que reciben sus hermanos, _con lo
cual la hostilidad aumenta y con ello la probabilidad de enfrentarme~t~s.
No confundas soltar y no imponer por la fuerza en un momento ~~te
con no ocuparte de tu hijo. Dejar que haga lo que qui:!'8 ~~ convertira en
l• · .
sinónimo de ignorarle y, por tanto, e1 ma ¡estarde tu hiio
~ ira en aumento.
 Habla con sus hennanos v con los otros niños que
convivan en la casa. lnlórmales de que habrá cosas
que no se llevarán de la misma manera con ellos
que con tu hijo alienado. Que no se comparen, no
50
son favoritismos. Son excepciones que harás con No desmontes una actividad o salida de fin de
el niño que tiene más dificultades. semana porque tu hijo alienado decide que
ya no aguanta más v quiere irse. Si hay otros
~ Organiza una pequeña reunión con ellos. Diles que confías en ellos. en adultos con vosotros deJa a los hermanos
su comprensión y en que entre todos haréis un buen equipo. Explícales
que muchas cosas que esperas de ellos no puedes esperarlas de tu hijo a su cargo v devuelve a tu hijo alienado a tu casa
alienado. No uses nunca las palabras «manipulado» o «alienado» con los o a casa del otro progenitor. Debes estar dispuesto
otros niños. Reñérete a él como un niño que tiene sus propios problemas
Y que no está pasando por un buen momento, lo que te obliga a darle algu-
a desdoblane e interrumpir, solo tú, aquella
nas veces, no siempre, un trato especial. Explícales que nada tiene que ver actividad para acompañar a tu hiJo alienado
coa querer más a unos que a otros, sino que te adaptas a las dificultades
de ~ uno. Si. ellos__pue~en dar más, les pedirás más para sacar lo mejor •'·.
y retomarla más tarde.
de s1 Dllsmo~; s1 tu hi~o alienado no puede hacerlo ahora, te ajustarás a sus
fuerzas ,ªº ~m aat~ intentar ayudarlo. Infórmales de que puede suceder · Si no os acompañan otros adultos, tendrás que interrumpir la actividad
que _a~gun día tenga1s que modificar los planes debido a que él no quiere
participar. pe tú· · para todos para acompañar al hijo alienado de regreso a casa. Por lo gene-
. , ro que intentarás buscar la mejor solución en ese momento. ral su voluntad de salir de la actividad familiar suele ser por querer regre-
Pídeles que no se comparen con él y que no se asusten cuando tenga
pataletas. SS: a casa del otro progenitor. Como te comenté al inicio de e~te capitulo,
no se trata de que cedas a cualquiera de sus demandas, ev1d~ntemente
y muy importante,ª sus hermanos diles.que no se sientan mal por no
acompañar a su hermano en d • • intentarás persuadirlo para que se calme y al menos acabe el d~a con ~o-
11 sus
e os, reconoce que no es fácil1 ecrsrones. Muéstrate empático/a con sotros o que pueda esperar a que todos regreséis a casa. Pero ~1 su_ ansie-
. mientras
progenitor . que el)ª ver que d su hermano
. regresa con el otro •
dad se incrementa y observas que esta' empezando a causar . inquietud o
.
convierte en malos hennan os seh que an contigo ' pero que eso no les preocupación a los demás que estáis allí reunidos, cspec1almente a sus
que entender tod0 I0 os o ermanos desleales. Diles que no hay añen valora poder acordar con
tú . que sucede con su hermano, que muchas veces ni hermanos u otros menores que os acomp ez ha as devuelto a tu hijo
mismo puedes entenderle, pero ue no . . él que le llevarás de vuelta a la otra casa. Una vb é' yd pasar el día si no
ser paciente y ayudarle. q por eso vas a dejar de intentar . . h cómo aca ar 1s e
ahenado, decide con sus e~a_n?s . ada con ellos debe continuar.
podéis regresar a la actividad inicial. La JOm
1,08
 Con hijos alienados mayores en ocasio~es se da el caso de que lo
que realmente quieren es salir ~on lo~ amigos aquella tard~. algo que
probablemente podrían hacer si e~~uv1e~n con otro progenitor en vez
de contigo. Por lo general, los h1JOS alienados muy empoderados y
por tanto con una actitud muy autoritaria y algo_soberb1a suelen gozar
de cierta libertad de movimientos cuando conviven con el progennor
alienador, que ha adoptado un estilo de crianza basado en «conmigo
te dejaré hacer lo que quieras ... si me eres leal».
Si sospechas que lo que pretende tu hijo es quedar con sus amigos y
de ahí su gran pataleta en querer regresar con el otro progenitor ( o qui-
zás te lo ha dicho abiertamente), y decides que lo mejor es que regrese,
déjale en casa de su madre/padre (de la que se~ramente ti_ene llaves)
y avisa a aquel progenitor. Más adelante te explico cómo mfonnar al
progenitor alienador de que vuestro hijo regresa a casa de él/ella.
Si este no se encuentra en su casa, probablemente dudes o no quie-
ras dejar solo a tu hijo menor; en tal caso no tienes otra opción que
llevarlo a tu casa y quedarte con él. Tus otros hijos continuarán con
su jornada con los otros adultos, pero tú, no. Si has regresado también
con ellos porque no tenían con quien quedarse, tendrás que hacer nue-
vos planes con ellos en casa o por el barrio.
Es muy importante tu actitud con tu hijo alienado durante el trayecto
de regreso a casa, por no decir que es lo más importante de todo lo
que te está sucediendo ese día, ya que determinará que el vínculo no
se resienta aún más y que tu hijo vuelva a cumplir la visita contigo,
aunque sea a desgana. Aprovecha el trayecto para hacer un resumen
de la convivencia juntos y recuérdale cuándo volveréis a encontraros.
«Bueno, espero que al menos te lo hayas pasado bien con nosotros en
algún momento. Me gustó que ayer [ o tal momentoJ hicieras tal cosa. Ya
he avisado a tu madre/padre de que te llevo a casa; yo luego regreso con
los demás [o si estáis todos juntos: nosotros luego iremos a tal sitio]».
De esta actitud debes partir. Si lo devuelves tú estás hecho/a una
furia condicion~ás su regreso. También es posible que no regrese,
aunque hayas sido amable con él. .. En ocasiones tu amabilidad le
complica mucho su objetivo de odiarte y puede preferir no exponerse
m~. Debo decirte que estos casos no son poco frecuentes. Te pregun-
taras entonc~s por la ventaja de ser flexible y amable con él en esos
mo~ent~~• si no es garantía de que a la siguiente visita regrese. La
explicacién es sencilla: que tenga en su recuerdo que eres un progeni-
tor accesible aun en los peores. momentos· ahre la,· p l 1,.,1h·1 i 1·d·aucs
.1 d t' un
regreso en un futuro. He podido comproharl'1 '
•·n mu l·h 1)<, ~'3',(l',.
' '-
Si esa noche le tocara pernoctar cuntnzn ~ . puedes
..u ..., pr oponer 1 t' rt:Cll•
gerle a tal hora o recordarle
. . que le esperas para la e t'na ..s 1 no t'S t: 1
caso~ cuando ?s despidáis recuérdale cuál es el próximo día que vol-
veréis a estar Juntos.
Como te habrás podido fijar. no le haces ninguna pregunta. Tus co-
mentarios son afi~acion_es o e~p~estoncs de deseos. No le preguntes
qué va a hacer o si vendrá el proximo día. lnfórrnale de que le estarás
esperando como dándolo por hecho.
«Esta noche te espero para cenar sobre las tales horas. Si no vas a
venir escríbeme y dime dónde estás para quedarme tranquilo/a».
«Nos vemos tal día. Cuídate, sabes dónde estoy si necesitas algo.
Que pases una buena semana».
Tu serenidad y tu disposición sirven para marcar un tono determi-
nado en la actitud colectiva de ambos. «Nos vemos tal día» es el re-
cordatorio de su deber de acudir a la visita y de tu voluntad de querer
volver a verlo. «Sabes dónde estoy si necesitas algo» no es una pro-
puesta a corto plazo, sino que marca una predisposición tuya a medio
·- y largo plazo, ya que muy raramente ahora te pida nada. «Que pases
1
1
una buena semana» cierra la visita contigo de forma no hostil. La con-
clusión de tu hijo es que, aunque no quiere ir a la visita, tampoco es
tan horrorosa la convivencia contigo y puede «soportarlo». Eso abre
las posibilidades de que se repita la visita. Que las visitas se repi~an Y
se hagan lo más estables posible es, como dije al inicio de este libro,
imprescindible para la reconstrucción de un vinculo.
...
·.•
 .. ·.

-ÉÍNFORMAR Al PROGENITOR ALIENADOR -

51
SI convives en pareJa y con los hlJos
de esta o bien has tenido hiJos con ella,
podéis dividiros en vuestro tiempo en lamilla.
Funcionar como un grupo unificado
-, ;- . -'- v compacto todo el tiempo es complejo lnfonna al otro progenitor de los cambios
con un hiJo alienado. Por otro lado, de planes en tu convivencia con tu hlJo alienado.
u pareJa puede querer preservar a sus hijos Es probable que tu hilo explique algo terrible qua
· · del mal comportamiento que tiene el tuvo, sucedió contigo que iustmca su negativa
. - ·., . es comprensible. Sed plásticos, a continuar con la visita. No se trata de que
te defiendas ante el otro progenitor, sino de
usad una planiflcación imaginativa,
pensad que hay tiempo para todos y que atender que le envíes un mensaje tranquilizador, vel~s
a la diversidad también es educar en familia. por la seguridad de tu hiio que acaba d~ sal1r
de tu casa V de que le muestres una ac1I1u~ de
··:• disponibilidad ante cualquier duda que tuviera.
. . a va a servir. Que el progenitor alíe-
Seguramente me dirás que de nad . y que no sabes si Ice tus
. ucría hace tiempo
nadar te bloqueo de 1 a mensaj d bes hacerlo igualmente, hay una
. porque nunca res ponde· Pero be
rnails e te interesa ser cxp 1-icanvo
· Y
.. . ,, ' . · de tu ca za, od
espada de Damocles encima breogas respuesta, ya que t a
. d t'
mostrar una acntu recep iv 'a aunque no o
 tu mensajería podrá ser usada como prueba en tu contra o a tu favor.
·i · «Hola, solo informarte de que [ nombre] está .
v. 1 h dº h . (\1nn11go. no te prco-
· cupes.
. 1a e
de H.: o que cuando esté más tranq 1
• u, ll• a intente hablar
No informes de todas las dificultades que tienes conviviendo con un
contigo. Salu os» .
. hijo alienado ... Solo de aquellas situaciones muy graves en las que
ha habido agresiones por su parte y/o salidas de casa. Recuerda que. .¡ -En el colegio te informan de que tu hijo ha comentado uc ha e .
· do en quitarse la vida. q P nsa-
aunque no se lo expliques al progenitor alienador, este lo sabrá por tu
hijo a los pocos minutos y probablemente incluso pase a recogerle por .f «Hola, me han llamado/cscrit_o del colegio. Me han explicado algo pre-
tu casa antes de preguntarte a ti por lo sucedido. •;, ocupante
• . [nombre] Y he pedido una. reunión con su tutorQ
de ·
. t11s1era que
De los escenarios posibles que hemos abordado a lo largo de este •.. fueramos Juntos para que nos lo expliquen y podamos decidir juntos qué
libro, te propongo la manera de informar sobre cada uno de ellos al podemos hacer. Me han dado fecha para tal día y hora. Saludos».
progenitor alienador.
-Disputas en casa, algunos objetos o muebles rotos, tu hijo se en-
\' .
,-r -

cierra en su habitación o se va de casa. ...,

'.4\' •••

·=."'".
«Hola, solo informarte de que [nombre] se ha enfadado conmigo y se
ha puesto muy nervioso. Ha roto algunas cosas, pero ahora parece calma-
do y está en su habitación. Si te lo explica y tienes alguna duda de lo su-
cedido, sin problema lo hablamos. Solo para que te quedes tranquilo/a».
«Hola, solo informarte de que [nombre] se ha enfadado conmigo y se
ha puesto muy nervioso. Ha roto algunas cosas y ha exigido salir de casa.
No se lo he impedido para evitar que se pusiera más agresivo. Le he dicho
que fuera a tu casa. Si no ha llegado avísame, que saldré a buscarle o pre-
guntaré a algún amigo. Cuando te lo explique, si tienes alguna duda de lo
sucedido, sin problema lo hablamos. Solo para que te quedes tranquilo/a».
-Tu hijo se ha encerrado en el lavabo, no quiere salir y seguramen-
te llegará tarde a clase o no irá.
«Hola, hoy [nombre] se ha encerrado en el lavabo y no quiere salir.
No ha pasado nada en concreto, sencillamente decidió encerrarse. Es-
peraré a que salga Y lo llevaré a clase, aunque sea tarde· ya he avisado
al colegio. Te informo solo para que te quedes tranquilo/a cualquier
duda me dices. Saludos». '
-:-Tu hijo no ha querido finalizar el día o la actividad familiar y
quiere regresar a casa o quedar con los amigos.
«Hola, so~o info~arte de que estoy devolviendo a [nombre] a tu
casa.
• No quiere
• terminar el d'1a con nosotros y se ha puesto muy ner-
vioso. Es posible que prefiera quedar con sus amigos. . S1. no estas
. en
casa me lo quedaré. yo en la mi'a h asta que pueda 1r . contigo.
. Cualquier .
duda que tengas, dímelo y lo hablamos»
h -Tu hijo d te llama para preguntarte st.' puede . 1r
. a tu casa porque se
a pe1ea o con el otro progenitor. ·
• ••. ti
 ~

La allenaclón parental
tiene muchas posibilidades de resolución

~ m
,--.J.~.I e::::,.~
si se dan tres requisitos imprescindibles:
una sentencia que te conceda visitas
con pernocta con tu hlio (desde el primer momento
ºioM~ (7 ,.-.. .-, .
o después de un régimen progresivo),
la convivencia con tu hilo (sea de la calidad
~ que sea) y una terapia de revinculación
~~ parentofilial que dé apoyo v estrategias

• • ,- -
., ' -- ...',
', _, ''1
o de cambio a todos los miembros del grupo familiar.
Estas tres bases son imprescindibles•
Mantente fuerte y sobre todo, mantén intacto
1
el amor hacia tu hijo, no dejes que
1\
. --- ,
,
'
su alienación lo marchite.

~
 OTROS TÍT UL OS
DEALMU ZARA

·---
MARÍA CALVO
,HIJOS
..,
PATER- SAP
NIDAD ---- --·--·
-- -
ROBADA. - 1 REPARAR u,
\ l.\c.l '1.0 ROTO
c.- 1\MY l'-
BAKER
--
'
,os& MA11UD. AGUU.U

Con mamá
y con papá
E.-. 6'-,v-""""'U'Dl"~L'.b-o
drla...-dla--

¡~, . '