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A mil patas de la luna.

Un sábado por la tarde Ana estaba sola en el departamento


esperando a que llegara su abuela para comer juntas.
Mientras esperaba en la sala escucho un ruido extraño como
si algo se hubiera caído, temerosa fue a asomarse a su cuarto
y vio una silueta parecida a la de un perro, pero tenía algo
extraño. Se acercó y lo que vio fue sorprendente, vio que
aquella silueta si era la de un perro, pero no era un perro
común, ¡era un perro robot!, al principio se asustó, pero luego
pensó lo genial que sería tener de mascota un perro robot y lo
sensacional que sería contarles a sus amigos de la escuela
regresando de las vacaciones de verano que ahora tenía un
perro robot de mascota.
De repente se empezó a mover y el robot miro a Ana, la saludo
y le dijo que se llamaba Marvic, Ana también se presentó y le
pregunto que qué hacía aquí, Marvic le contó que había salido
a explorar el cielo pero que una de sus patas empezó a fallar,
tal vez se había dañado por el cambio de clima.

Ana escondió a Marvic en su closet y le pidió que se quedara


quieta y en silencio porque pronto llegaría su abuela a darle de
comer y que si la descubría podrían correr peligro, Marvic
acepto quedarse ahí un rato y le dijo que no se preocupara.

Sonó el timbre y Ana fue a abrirle a su abuelita Luz, la saludo


y empezaron a preparar la comida. Mientras comían, Ana
pensaba en qué es lo que podría comer Marvic, ella pensaba
y pensaba; su abuela la miraba con curiosidad ya que era muy
raro que Ana estuviera tan callada y procedió a preguntarle que
qué era lo que le pasaba, que por qué estaba tan callada. Ana
reacciono y se acomodó bien en la silla y le dijo que no le
sucedía nada que era solo que extrañaba a su mamá y que ya
quería que volviera del trabajo.
Terminaron de comer y se fue su abuela, Ana volvió al cuarto
corriendo y abrió el closet, ahí seguía Marvic.
Marvic le dijo que sentía incomodidad en la pata y que si la
podía ayudar, en eso a Ana se le ocurrió una idea. Ana le llamo
a su amigo Andy para que la ayudara.
-Andy es mi amigo y es muy inteligente, siempre le encuentra
solución a todo y saca buenas notas en clase. Dijo Ana.
-Genial, seguro que él nos podrá ayudar y así pronto me podré
ir a casa. Dijo Marvic.
- ¿Cómo de que irte a casa?
- Sí, yo vivo en la Luna, allá tengo a mi familia y seguro han de
estar preocupados por mí.
Ana se puso triste porque no quería que Marvic se fuera, pero
lo tenía que aceptar, ella tenía que volver con su familia, ella
tenía que ayudarla a regresar a casa a como diera lugar.
En eso sonó el timbre y Ana fue a abrirle a su amigo. Le platico
con calma todo lo que había pasado. Al principio Andy no lo
creía y pensaba que todo era broma, pero en eso sale Marvic
del cuarto y se acerca a la sala con ellos. Andy se quedó
sorprendido un buen rato. No lo podía creer, como era posible
una perrita robot.
Empezaron a revisarle la patita a Marvic y vieron el problema.
- Le falta aceite a tu patita. Dijo Andy.
- Con razón no la puedo mover, por favor ayúdenme a
solucionarlo.
- Tranquila Marvic te ayudaremos y podrás irte pronto a casa.
Dijo Ana mientras buscaba el aceite aflojatodo del patio de
servicio.

Le echaron aceite a la patita dañada de Marvic y quedo como


nueva. Marvic les agradeció a los dos por su gran ayuda y que
algún día se los compensaría. Andy se despidió y prometió no
contar esto a nadie, quedaría como un secreto entre los tres.

Pasaron la tarde jugando y divirtiéndose, no se percataron del


ruido que hacían jugando con la pelota y a perseguirse. Llego
la noche y llego la mamá de Ana, rápido se escondió Marvic en
el closet y Ana fue a saludar a su mamá.
- ¿Hija invitaste a alguien al departamento?
- No mamá, ¿por?
- Los vecinos me dijeron que se escuchaba mucho ruido de
nuestro departamento como si alguien estuviera jugando a la
pelota y estuvieran corriendo de un lado a otro, ¿segura que
no trajiste a nadie?
- Si mamá segura; bueno… solo traje un rato a Andy para que
me ayudara con una tarea.
- Pero ¿cuál tarea si estas de vacaciones? Me estas mintiendo
Ana. Dijo enojada.
La mamá de Ana comenzó a revisar todo el departamento, se
metió al cuarto de Ana para revisarlo, busco atrás de la puerta,
debajo de la cama y en el baño, pero no había nada, solo le
faltaba revisar el closet y justo antes de abrir la puerta sonó el
timbre.
- Iré a ver quién es, seguro es la pizza que había pedido para
cenar, ahora vuelvo.
- Si mamá aquí te espero.
En cuanto su mamá salió del cuarto Ana con las manos
sudadas por lo nerviosa que estaba abrió el closet y le dijo a
Marvic que todo estaba bien que no se preocupara.
La mamá de Ana la llamo para que se fuera a cenar, por fortuna
se le había olvidado revisar el closet, cenaron y Ana le dio un
beso de buenas noches a su mamá y se fue a su cuarto.
Saco a Marvic del closet, se acostaron en la cama y platicaron
un rato, platicaban sobre como era vivir en la Luna y sus
ventajas y desventajas, Marvic menciono que le encantaría
vivir en el planeta Tierra pero que no podía porque no
sobreviviría ya que en la Luna tiene todo para subsistir siendo
una perrita robot.
- Te voy a extrañar cuando te vayas.
- Yo también te extrañare, cuando llegue a mi casa les contare
a todos de ti y que me ayudaste. Veré la manera para volver a
venir y visitarte.
- Si por favor, tienes que venir a visitarme, ya se tengo una
idea.
- ¿Cuál?
- He visto en películas que hacen naves espaciales o más bien
cohetes en donde se puede viajar al espacio, podrías decirle a
tu familia que hagan una y así puedan venir a visitar el planeta
Tierra.
- Es una gran idea, claro que les diré. Bueno ya hay que
dormirnos para descansar bien para mañana. Buenas noches.
- Si si si, buenas noches Marvic.

A la mañana siguiente ambas se despertaron, Ana desayuno y


reviso de nuevo la patita de Marvic para que todo estuviera en
orden y no le pasara un accidente de camino regreso a casa.

- Llego el momento de irme Ana. Muchas gracias por todo,


espero volver a verte.
- No tienes porqué agradecerme, tú hiciste mi verano más
interesante, me hiciste compañía y jugaste conmigo. Solo no
vuelvas a venir tú sola y sin equipo especial porque ya vez que
te puede pasar algo.
- No te preocupes volveré cuando tenga el equipo correcto para
venir a la Tierra. Hasta luego Ana.
- Adiós Marvic.

Marvic se fue y Ana veía desde la ventana como se iba


alejando poco a poco hasta el punto de desaparecer en el cielo.

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