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NOMBRE FECHA
Objetivos priorizados
OA03: Analizar las narraciones leídas para enriquecer su comprensión, considerando, cuando sea pertinente: -- El o los conflictos de la historia. –
Los personajes, su evolución en el relato y su relación con otros personajes. – La relación de un fragmento de la obra con el total.
Realiza el siguiente crucigrama aplicando todos tus conocimientos sobre el género narrativo.
1.- El lugar concreto, geográfico o local, donde ocurre la historia.
2.- El relato comienza en el momento del inicio cronológico de la historia.
3.- Es la condición social en que se desenvuelve la acción tomando en cuenta el nivel cultural, económico, religioso y
clase social a que pertenecen los personajes de la narración.
4.- Ser ficticio creado por el autor para relatar hechos en una narración.
5.- El relato comienza en un momento ya avanzado de la historia. Desde ahí el narrador avanza o retrocede en la
narración.
6.- Es el marco abstracto que se genera a medida que avanza el relato a través de los personajes y sus acciones.
7.- El relato comienza por el final de la historia y desde ese momento hay una mirada retrospectiva que retoma la
situación con la que comienza el relato.
8.- Es el creador de la obra.
9.- Son quienes realizan las acciones en una obra.
10.- Es el punto cúspide de la novela u obra, es la parte final, en la cual todo se resuelve y queda en sana paz. Aquí se
suele dar el clímax.
A M BIENTEFISICO
2) CONTESTA A LAS SIGUIENTES PREGUNTAS ENCERRANDO EN UN CÍRCULO LA ALTERNATIVA
CORRECTA.
1) Los cuentos, las novelas, las leyendas y las fábulas son obras que podemos clasificar
dentro del género:
a) Lírico
b) Narrativo
c) Expositivo
d) literario
e) dramático
2) El ente encargado de contar la historia en los textos narrativos recibe el nombre de:
a) Narrador
b) Autor
c) Hablante lírico
d) Cuenta cuentos
e) Dramaturgo
Comprensión lectora
Lee los siguientes textos y luego responde marcando la alternativa correcta:
Sobre el paraíso
Dios se vio obligado a disponer que periódicamente los santos y los bienaventurados
abandonen por una temporada el Paraíso, pues de lo contrario no sabían (u olvidaban)
que vivían en el Paraíso, empezaban a imaginar otro Paraíso por su cuenta, se volvían
melancólicos o coléricos y terminaban por creerse los condenados del infierno.
“En los bancos y en las casas de comercio de este mundo a nadie le importa un pito que
alguien entre con un repollo bajo el brazo, o con un tucán, o soltando de la boca como un
piolincito las canciones que me enseñó mi madre, o llevando de la mano un chimpancé con
tricota a rayas. Pero apenas una persona entra con una bicicleta se produce un revuelo
excesivo, y el vehículo es expulsado con violencia a la calle mientras su propietario recibe
admoniciones vehementes de los empleados de la casa. Para una bicicleta, ente dócil y de
conducta modesta, constituye una humillación y una befa la presencia de carteles que la
detienen altaneros delante de las bellas puertas de cristales de la ciudad. Se sabe que las
bicicletas han tratado por todos los medios de remediar su triste condición social. Pero en
absolutamente todos los países de la tierra está prohibido entrar con bicicletas. Algunos
agregan: "y perros", lo cual duplica en las bicicletas y enlos canes su complejo de
inferioridad. Un gato, una liebre, una tortuga, pueden en principio entrar en Bungue &
Born o en los estudios de los abogados de calle San Martín sin ocasionar más que sorpresa,
gran encanto entre telefonistas ansiosas, o a lo sumo una orden al portero para que arroje
a los susodichos animales a la calle. Esto último puede suceder, pero no es humillante,
primero porque sólo constituye una probabilidad entre muchas, y luego porque nace como
efecto de una causa y no de una fría maquinación preestablecida…”
Reinaba en tiempos remotos, en el reino de Cornualles, el rey Marco. Así habló este
rey a su gente: “En un principio, los irlandeses nos exigieron trescientas libras de cobre. Luego
fueron trescientas libras de plata. Y más tarde, trescientas libras de oro. ¡Ahora nos exigen
que les entreguemos a las trescientas muchachas más bellas de nuestro reino de Cornualles! ¡Y
esto, nuestro pueblo no lo puede tolerar! –¡Estamos contigo, rey Marco! – exclamaron todas
las madres de Cornualle, presas de emoción y tristeza. –Cogeremos las armas, si es preciso, y
apagaremos la avaricia de los irlandeses. –Sólo de una forma podemos afrontar el peligro –
gritó el rey Marco -: venciendo al gigante de Irlanda, el más feroz de los irlandeses.
El joven Tristán, que a pesar de su juventud era el jefe de los caballeros de su tío, el rey
Marco, pensó que sólo él podía vencer al gigante de Irlanda. Y se ofreció al desafío. Al rey
Marco se le llenaron de lágrimas los ojos y pidió a su sobrino que se alejara de aquella muerte
segura. Pero Tristán no se frenó ante las palabras de su tío, pues sólo pensaba en las
trescientas muchachas de Cornualles y en sus madres heridas por el dolor. La barca del
solitario caballero se hizo a la mar, y, a lo lejos, las gentes de Cornualles podían vislumbrar la
silueta de la barca del gigante de Irlanda.