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5.

Vocación

En esta etapa comenzamos a descubrir nuestros talentos y habilidades, aquí debemos


comenzar a clamar el auxilio de DIOS, para que sea ÉL quien dirija y guíe nuestra vida
mostrándonos el camino a seguir (médico, sacerdote, religiosa, policía, madre, padre)
permitiendo la moción del buen espíritu en nuestros proyectos, es necesario que nuestro
corazón lo anhele y lo necesite, la vocación es donde entregas tu vida entera, será lo que te
hace vibrar, por ello la importancia que sea siempre de la mano de DIOS. ​1 Corintios 1, 26-27
“Pues considerad, hermanos, vuestro llamamiento; no hubo muchos sabios conforme a la carne,
ni muchos poderosos, ni muchos nobles; sino que Dios ha escogido lo necio del mundo, para
confundir a los sabios; y Dios ha escogido lo débil del mundo, para avergonzar a lo que es
fuerte”.

Te has llegado a preguntar si deseas ser madre o padre? Si has hecho de tu vida y de tus años
momentos rescatables visionando un mañana?

Cuando nos decidimos por una carrera profesional, un oficio, o un trabajo, debemos tener en
cuenta la afinidad y el gusto por desempeñarnos en él, buscando la realización personal y la
plena satisfacción con lo que hacemos. No quiere decir esto que ya alcanzamos la felicidad,
sino que la vocación potencia el trabajo haciendo más liviana la carga y más suave el camino
para alcanzar las metas trazadas, y fortalecer la identidad.

También podemos hablar de la vocación al servicio de Jesucristo cuando recibimos el llamado


a ser sacerdote, religiosa o laico comprometido en la construcción de su reino. Sea cual fuere
nuestra vocación debemos consagrársela al Señor para que Él dirija y guíe nuestra vida
colocándola al servicio de los demás.

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