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Ambientes fluviales
Las corrientes son el agente dominante de la alteración del paisaje, erosionando más tierra
y transportando y depositando más sedimentos que cualquier otro proceso. Además de los
depósitos fluviales, se depositan grandes cantidades de sedimentos cuando las crecidas periódicas
inundan valles amplios y llanos, denominados llanura de inundación. Donde emergen corrientes
rápidas de área montañosa hacia una superficie más llana, se forma una acumulación
sedimentaria en forma de cono inconfundible conocida como abanico aluvial.
Ambientes aluviales
Zona de cabecera, cerca del ápice, donde predominan depósitos desorganizados llamados
debris blow, con conglomerados y clastos de tamaños variables transportados
masivamente.
Zona de cuerpo, donde el agua circula sin cauce fijo y en la que se presentan unos
depósitos llamados mantos de arroyada o sheet-flow, donde alternan conglomerados con
areniscas.
Zona de pie del abanico, zonas distales que pueden interdigitarse con otros ambientes
sedimentarios, que puede ser caracterizada a la alternancia de areniscas con
estratificación cruzada. A estos depósitos de sedimentos más finos se le conocen como
depósitos de piedemonte.
Ambientes lacustres
Un lago es una masa de agua, más o menos permanente, situado en el interior de los
continentes, cuya profundidad puede variar desde unos pocos metros hasta centenares de
metros. Se trata de cuencas sedimentarias cerradas y de poca energía.
Los lagos se pueden encontrar en muchas regiones, por lo que el clima es importante para
su formación.
Lagos salados, originados en regiones áridas. En los lagos salinos endorreicos, por
evaporación, se deposita gran cantidad de sales.
En muchos lagos se producen depósitos carbonatados. Los seres fotosintéticos hacen que
disminuya la concentración de CO2 y provoca la precipitación del carbonato cálcico.
Se pueden originar lagos en dolinas u otras depresiones kársticas, donde también se
produce el depósito de carbonatos.
En otros, llegan materiales detríticos que se depositan, los más gruesos, en las orillas y los
más ligeros, en zonas centrales. El material fino del fondo puede contener materia
orgánica y, por la ausencia de oxígeno en las zonas profundas, puede llegar a
transformarse en depósitos orgánicos de carbón o petróleo.
También puede haber lagos en el interior de cráteres volcánicos o en zonas de rift
continental.
Las facies más características de los lagos son las varvas. Se trata de un depósito formado por
láminas alternantes:
Ambiente glaciar
Un glaciar es una gruesa masa de hielo que se produce por acumulación, compactación y
recristalización de la nieve, que se transforma en hielo, y muestra evidencias de flujo en el pasado
o en la actualidad.
El movimiento del hielo erosiona el valle por el avanza, modelando el terreno. El hielo
desplaza las rocas que va encontrando y rompe las que quedan debajo. Las rocas que son
transportadas dentro del hielo rozan y pulen las rocas del lecho sobre el que se desplaza el hielo,
además de producir estrías sobre las rocas que permiten conocer la dirección del desplazamiento
del hielo.
Las formas de sedimentación producidas por el viento pueden ser pequeñas, como los
ripples, o grandes, como las dunas. Según el sentido del viento, se forman distintos tipos de dunas:
Dunas transversales. Son las dunas más conocidas, perpendiculares a la dirección del
viento. Se forman cuando el viento es completamente unidireccional.
Barjanes. Estas dunas tienen forma de media luna, en las que la los granos de arena suben
por la pendiente suave y descienden por la parte abrupta.
Dunas longitudinales. Producidas por vientos bidireccionales.
Dunas inversas. Producidas por vientos de sentidos opuestos.
Dunas en estrella. Su base estrellada y tienen forma de colina. Generadas por vientos
multidireccionales.
En las zonas costeras, las dunas son más pequeñas, y suelen tener algo de vegetación.