UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO

FACULTAD DE ESTUDIOS SUPERIORES ARAGÓN

ENSAYO

ESTATUS SOCIAL ENTRE MEXICO Y CENTROAMERICA

ROCHA CARACHURE BRANDON ANTHONY

NÚMERO DE CUENTA: 422164926
GRUPO: 9102
LICENCIATURA EN DERECHO
MAESTRA: CLAUDIA AGUILAR SILVA

CIUDAD DE MEXICO 12/05/2022

 ESTATUS SOCIAL EN MEXICO Y CENTROAMERICA

“Queremos ser la voz de los que no tienen voz para gritar contra tanto
atropello contra los derechos humanos. Que se haga justicia, que no se
queden tantos crímenes manchando a la patria, al ejército. Que se
reconozca quiénes son los criminales y que se dé justa indemnización a las
familias que quedan desamparadas.” (Romero, O. 1977).

Monseñor Oscar Arnulfo Romero, arzobispo de la Catedral Metropolitana de San

Salvador es de los principales defensores de los derechos humanos de los
ciudadanos centroamericanos, en la década de los setenta cuando la dictadura
militar a la que fue sometida el pueblo Salvadoreño se encontraba en su máxima
expresión de poder; este líder religioso realizo trabajo eclesiástico con el fin de
liberar a un pueblo oprimido y sumido en la pobreza de la desigualdad y la
represión; con él los Salvadoreños imaginaron la justicia, la igualdad social y la
democracia.

En su libro historia mínima de Centroamérica, Rodolfo Pastor refiere que desde la

época colonial surgen los males que han aquejado históricamente a los pueblos
centroamericanos. La disputa constante entre el gigante del Norte (Estados
Unidos de América) y algunos países europeos por el dominio de las cinco
naciones centrales no permitió la consolidación de la unión centroamericana;
modelos económicos con sus respectivas épocas de auge y de crisis han incluso
convertido en rivales a dichos pueblos. El factor común, el sistema político, ese
que ha sometido a los pueblos del centro y que los ha colocado del lado de la
pobreza, la explotación, la crisis educativa y el hambre, dejando grabada en la
memoria de sus habitantes muerte, dolor y la mentalidad austera de poder tener
una vida mejor.

En cambio, nuestro México como dice la canción “No canta mal las rancheras”, es
una nación manchada de sangre y conflictos bélicos de importante relevancia
histórica; sin embargo, con más equilibrio y oportunidades que los pueblos
centroamericanos. Ser vecino del gigante del Norte y formar parte de
Norteamérica representa ventajas en comparación con el centro de nuestro
Continente.

El estatus social es conceptualizado como el lugar que el individuo ocupa en una

sociedad, es un concepto que implica niveles jerárquicos. Simple pero muy
complejo, pues estatus social lleva de la mano elementos económicos,
indudablemente el nivel adquisitivo, nivel instruccional, características de vivienda,
identidad familiar, valores morales, pertenencia étnica e incluso un tinte de
creencias religiosas; que sitúan en la mente de los otros algo llamado valor, es
decir, vales más o vales menos en el aparato social.

Sin duda el estatus social es identificable en todos los grupos sociales, nuestra
nación y otros países no se libran de ello. Se dice que la mayoría de los
mexicanos somos clasemedieros y somos ese enorme bloque que sostiene la
economía del país, pero no nos confundamos, como es lógico la clase social es un
concepto relacionado con un factor económico y por el contrario el estatus social
esta relacionado con características intangibles y perceptuales de la identidad
individual y familiar del individuo.

De esta forma expresaremos que sí, si hay una diferencia entre el estatus social
que poseemos los mexicanos y aquel que poseen los centroamericanos. Y que
dicha diferencia se arraiga a un tema perceptual, pues tradicionalmente los
pueblos centroamericanos son vistos como poblaciones marginadas, pobres,
sometidas, con accesos limitados a educación y estructuras morales; todos y cada
una de estos variables determinantes en la concepción de estatus social.

Al hablar de un tema de percepción colectiva, no implica que en la totalidad así

sea; sin embargo, esta concepción es aplicable a la generalidad y añadida a las
diferencias geográficas, económicas, culturales y sociales que caracterizan a
nuestro país norteamericano versus las naciones Centroamericanas.
Más bien, hablaremos de lo preponderante: el factor nacionalidad hace que sea
más probable que gran parte de los ciudadanos mexicanos sean percibidos en
estatus sociales más prestigiosos en comparación con los ciudadanos
centroamericanos; esto sin negar la existencia de diversos estatus en ambas
regiones de América.

Conforme a esta conceptualización y a los indicadores sociales actuales de las

naciones mexicanas y centroamericanas, podemos identificar algunas semejanzas
y diferencias entre lo expresado anteriormente.

México, Guatemala, Honduras y El Salvador tienen niveles de pobreza por más

del 40% de su población, entre ellos la pobreza extrema. Según la UNESCO en el
2016, la tasa promedio de alfabetización ronda el 94%, sin embargo, países de
América Central como El Salvador y Honduras se encuentran por debajo de la
media. Y así podríamos continuar dando datos estadísticos de factores
determinantes en las condiciones de vida de los habitantes de estas naciones.

No nos iremos sin dejar atrás un importante tema, mucho se ha hablado sobre el
enorme problema de inseguridad que padecen algunos países, América Latina es
primigenia en este conflicto, pues cuenta con tasas de criminalidad más altas
comparadas a nivel mundial, homicidios, corrupción política, inestabilidad
económica y recientemente se suman a la lista los feminicidios. Esta problemática
es bien sabido se acentúo desde aproximadamente 2009 en América Central por
la existencia de bandas criminales que colapsaron el sistema de seguridad de
dichas naciones, que han generado un problema migratorio importante para los
países de Centroamérica y que con esto han contribuido a esparcir el problema de
la inseguridad desde Centroamérica hasta México, convirtiendo este factor en un
enemigo común para estos países.

Es concluyente que tanto México como los países de Centroamérica tienen varios
puntos de encuentro y grandes retos por enfrentar; los líderes de estas naciones y
sus ciudadanos deberíamos de comenzar a vernos a un lado del otro para juntos
impulsar el desarrollo de nuestras naciones y así permitir una mejor calidad de
vida de sus habitantes. De forma inherente esforzándonos por hacernos
acreedores a mejores estatus sociales independientemente de la nacionalidad que
nos pertenece.

REFERENCIAS BIBLIOFRÁFICAS

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03482014000100010