Factores reductores de la fertilidad en felinos domésticos

machos y hembras
Mejía M. Nikté C., Guzmán L. María F. Rojas C. Alan R.
Universidad Autónoma Metropolitana Unidad Xochimilco

Resumen

En los últimos años, el crecimiento poblacional, así como el auge de la tenencia de

gatos domésticos como mascotas, ha fomentado la investigación sobre los factores
que afectan a su fertilidad. Las fallas reproductivas y causas de infertilidad en gatos
domésticos tanto machos como hembras, son a menudo complejas y
multifactoriales, y comprometen la capacidad para concebir y producir
descendencia. Las etiologías son numerosas e incluyen desde alteraciones
cromosomales y congénitas, alteraciones endocrinas, un deficiente estado
nutricional, factores etológicos, estrés, desarrollo del tracto reproductor anormal, así
como patologías infecciosas y no infecciosas. Sin embargo, al tratarse de procesos
fisiológicos altamente dependientes de múltiples factores, se elevan enormemente
el número de posibles causas por las cuales es posible observar una disminución
de la fertilidad, no limitándose solo a las mencionadas en este estudio.

Palabras clave: gatos, fertilidad, infertilidad, reproducción, domésticos

Abstract

In recent years, population growth, as well as the rise in the ownership of domestic
cats as pets, has encouraged research on the factors that affect their fertility.
Reproductive failure and causes of infertility in both male and female domestic cats
are often complex and multifactorial and compromise the ability to conceive and
produce offspring. The etiologies are numerous and include chromosomal and
congenital alterations, endocrine alterations, poor nutritional status, ethological
factors, stress, abnormal development of the reproductive tract, as well as infectious
and non-infectious pathologies. Nevertheless, as these are physiological processes
that are highly dependent on multiple factors, the number of possible causes for
which it is possible to observe a decrease in fertility increases enormously, not being
limited only to those mentioned in this study.

Keywords: cats, fertility, infertility, reproduction, domestic

1. Introducción descendencia viable ya sea por parte

La infertilidad se define como la del macho o por parte de la hembra.
incapacidad para concebir y producir En México, de acuerdo con el INEGI

11
(2021), el 69.8% de los hogares
cuenta con algún tipo de mascota. En
total se tiene un acumulado de 80
millones de mascotas: 43.8 millones
de ellas son caninos, 16.2 millones
felinos y 20 millones una variedad
miscelánea de otras mascotas
pequeñas. Lo anterior convierte al
gato en una de las mascotas más
comunes en nuestro país. Aunque en
las sociedades modernas, la
sobrepoblación de gatos es una gran
preocupación, y puede parecer ilógico
ampliar la investigación sobre
problemas de fertilidad, esta resulta
ser importante para criadores de gatos
de razas puras y tiendas de mascotas,
ya que causa pérdidas económicas y
genéticas (Verstegen, 2008). Es por
ello que comprender los diversos
factores que contribuyen a la
reducción de la fertilidad es importante
conforme aumenta la tendencia de la
cría de gatos para su uso como
mascotas domésticas. Así el objetivo
de este proyecto es la recopilación
bibliográfica de las causas o factores
más comunes que contribuyen a la
reducción de la fertilidad en felinos
domésticos.
2. Calidad del eyaculado
Los gatos machos a diferencia de los
animales de producción se
seleccionan para la reproducción
principalmente en función de su
apariencia y comportamiento, no de
sus rasgos reproductivos. Por esta
razón la determinación de la calidad
espermática es fundamental para la
selección de potenciales
reproductores. Los factores que
pueden afectar la calidad espermática
y por tanto su producción, morfología
y cantidad incluyen al estrés, la
genética y los relacionados con la
termorregulación del testículo, como la
humedad, fiebre, inflamación local,
obesidad; e incluso, los baños muy
calientes (Marti, 2011). Existen
estudios que describen la calidad del
semen y las características de los
espermatozoides en gatos, donde se
describen tres principales alteraciones
que repercuten directamente sobre la
calidad del eyaculado en gatos
domésticos y por lo tanto en la
fertilidad; oligospermia,
teratozoospermia y azoospermia
(Prochowska, 2015). La oligospermia
se define como un bajo número de
espermatozoides en el eyaculado
(Lopate, 2012). Cuando un macho
presenta oligospermia, según
Fontbonne (2011), se puede
sospechar de: error de manejo del
semen, inmadurez sexual, dolor
durante la eyaculación o patologías
prostáticas y da como resultado una
reducción de la probabilidad de
fecundación debido a las bajas
concentraciones de espermatozoides
en el eyaculado. En cuanto a la
teratozoospermia, este es un
fenómeno común en los felinos, tanto
gatos salvajes como domésticos, y se
considera que los individuos son
teratozoospérmicos cuando >60% de
las células son anormales
(Pukazhenthi et al., 2006). El umbral
para la teratozoospermia en gatos se
ha establecido en menos del 40 % de
los espermatozoides normales
(Howard, 2008). Las causas y los
mecanismos involucrados son poco
conocidos y pueden ser causados por
12
modificaciones en la membrana
durante la maduración del epidídimo;
también se asocia a un defecto en el
cromosoma y el núcleo del
espermatozoide. Por lo cual éstos no
podrán cumplir con su función
espermática y no serán capaces de
penetrar la capa interna de la zona
pelúcida del ovocito en la hembra, lo
que resulta en infertilidad. Prochowska
mostró en su estudio que los
espermatozoides teratozoospermicos
poseían peores parámetros de
motilidad, la cual es una capacidad
para capacitar y sufrir la reacción
acrosomal.
Finalmente, la azoospermia se define
como la eyaculación de líquido
seminal que no contiene
espermatozoides. Las posibles
causas de esta anomalía reproductiva
incluyen: eyaculación retrógrada,
bloqueo o anomalías del conducto
deferente (azoospermia obstructiva) o
falla del método de recolección al
momento de la colecta espermática.
También es posible observar
azoospermia verdadera en casos de
anomalías cromosómicas o hipoplasia
y degeneración testicular (Cerilli,
2010). Johnston y Oison (1996),
mencionan que la azoospermia puede
observarse, por ejemplo, en casos de
anomalías cromosómicas o hipoplasia
o degeneración testicular. Es
importante considerar que la
presentación de una o más de estas
alteraciones de la calidad del
eyaculado, comprometerá el proceso
de capacitación espermática y
fecundación del ovocito en la hembra
y por tanto, el potencial reproductivo
de ambos sexos se verá
considerablemente disminuido.
3. Trastornos de apareamiento y
ovulación
3.1 Número de montas y día
de la monta en relación al estro
La gata es una especie donde la
ovulación es inducida por lo cual ovula
después del coito (K. Johnson 2022).
En situaciones normales del ciclo
estral de la gata la ovulación ocurre
dentro de las 36 horas posteriores al
apareamiento, siempre que estén
presentes los folículos preovulatorios
(K. Johnson 2022).
Hay ocasiones en las que la gata no
ovula a pesar del apareamiento y es
bien sabido que la ovulación depende
en gran medida del número de
apareamientos en un corto período de
tiempo (England G., 2010). Wildt y
colaboradores en 1980 demostraron
en un estudio que sólo 1/12 gatas
ovuló después de un solo
apareamiento en el día 1 del estro,
mientras que 4/12 ovularon después
de un solo apareamiento en el día 4
del estro. Por el contrario, cuando se
permitieron apareamientos múltiples
(tres) en un solo día, 10/12 gatas
ovularon en los días 1 a 3 del período
de celo. Así mismo, Jhonson (2022)
recomienda que se necesitan cuatro o
más apareamientos con intervalos de
tiempo relativamente cortos entre
montas para proporcionar suficiente
estimulación y liberación de la
hormona luteinizante (LH) para que
ocurra la ovulación. El pico de LH
ocurre muy poco después del
apareamiento, alcanza su punto
13
máximo a las 2 horas y permanece
elevado hasta aproximadamente de 8
a 12 horas.
3.2. Ovulación espontánea
Por otra parte, se pueden presentar
ovulaciones en ausencia de coito, es
decir, ovulaciones espontáneas. Los
factores que estimulan tales
ovulaciones siguen siendo en gran
parte desconocidos. En un estudio de
Binder C. y colaboradores en 2019
demostraron que la ovulación
espontánea (ovulación sin itus) puede
conducir a la infertilidad felina debido
al cambio morfológico e histológico de
los ovarios con presencia de cuerpos
lúteos (CL) a lo que aumenta las
concentraciones de progesterona (P.
21 +/- 1 ng ml). Por otra parte, K.
Johnson (2022) comenta que la
incidencia de la ovulación espontánea
puede ocurrir en aproximadamente en
un tercio de las gatas y esta incidencia
aumenta a medida que el peso
corporal es mayor. Aunque los
factores que afectan este problema
son claramente desconocidos, el autor
Gudermuth D. (1997) lo ve más
comúnmente en gatas alojadas dentro
de criaderos que viven en grupos de
hembras, en donde el nivel de
ovulaciones espontáneas puede llegar
al 39-87% y que puede ser más
frecuente en gatas con un peso
corporal mayor.
4. Estrés
Los factores hormonales juegan un
papel esencial en la concepción y el
mantenimiento de la gestación. En el
caso de las hembras, hay dos agentes
principales que interfieren el potencial
reproductivo: andrógenos
suprarrenales y cortisol. La vía por la
que comúnmente se piensa que el
estrés impacta en la función
reproductiva, es a través de la
activación del eje HHA. Una vez que
se percibe un factor estresante, la
corteza cerebral estimula las neuronas
al núcleo paraventricular del
hipotálamo para liberar la hormona
liberadora de corticotropina (CRH).
Esta CRH estimula la hipófisis que, a
su vez, libera adrenocorticotropina
(ACTH) y vasopresina. Esta última
participa principalmente en la
respuesta de lucha o huida, mientras
que la ACTH estimula la corteza
suprarrenal para que libere
glucocorticoides. Los glucocorticoides
y andrógenos suprarrenales regulan el
eje HHA a través de un ciclo de
retroalimentación negativa. En última
instancia, estas hormonas, además de
interactuar con el sistema
inmunológico, tienen la capacidad de
inducir la movilización de las reservas
energéticas almacenadas en el
organismo en sus diferentes formas
mediante procesos catabólicos,
contribuyendo a la presentación de un
estado de balance energético negativo
y una reducción en la condición
corporal del individuo, causando a su
vez, la disminución de las
concentraciones de leptina en sangre,
lo cual repercute directamente sobre
la estimulación en la secreción de
kisspeptina en el hipotálamo, lo que
finalmente conduce a la inhibición o
reducción de la secreción pulsátil de
GnRH y por tanto, comprometiendo la
síntesis y secreción de
14
gonadotropinas y esteroides sexuales,
alterando en su totalidad la función
reproductiva (Stalder, 2018; Zankert,
2019).
La mayoría de los factores que causan
un estado de estrés crónico,
incluyendo patologías infecciosas y no
infecciosas, malnutrición, estresores
ambientales, sociales o biológicos,
inhiben la pulsatilidad tónica de la
secreción de LH como resultado de la
inhibición del generador de pulsos de
GnRH o por cambios en la sensibilidad
de las células gonadotropas a la
estimulación por la GnRH. Las
alteraciones frecuentemente
observadas son la prolongación de la
fase folicular, una fase lútea
inadecuada, picos preovulatorios de
LH prematuros y disminución de la
fertilidad (Walters, 2018; Simitsidellis,
2018). Sin embargo, la función
gonadal podría verse afectada
también de forma directa a nivel del
ovario, tanto en la esteroidogénesis
como en la ovogénesis. El ovario es
susceptible a la acción directa de los
glucocorticoides; su acción está
mediada por la presencia de
receptores para glucocorticoides en
las células ováricas. Hay dos
isoenzimas que regulan la acción
fisiológica de los glucocorticoides en el
ovario catalizando la interconversión
del cortisol/corticosterona a sus
respectivos metabolitos inertes
(cortisona/11- dehidrocorticosterona).
La isozima 11b- HSD1 actúa
predominantemente como una
reductasa para incrementar la
concentración local del cortisol,
mientras que la 11b-HSD 2 actúa
exclusivamente como una
deshidrogenasa con elevada afinidad
inactivando el cortisol (Ferin, 2006).
En machos, el estrés da lugar a un
aumento de los niveles del cortisol,
que a su vez origina una disminución
de los niveles de GnRH y, por tanto,
de LH y testosterona. La testosterona
es el principal andrógeno en los
testículos que regula la
espermatogénesis y actúa como un
factor paracrino que se difunde en los
túbulos seminíferos, por lo que su
disminución compromete en gran
medida la espermatogénesis y genera
otros problemas reproductivos como
la disminución de la libido producto de
la reducción en los niveles de
testosterona (Ferin, 2006). McCoy &
Ditchkoff (2012) menciona que, en
ratas, los glucocorticoides disminuyen
directamente el contenido de
receptores testiculares a LH y reducen
la producción de testosterona,
además su acción negativa sobre la
esteroidogénesis testicular incluye la
reducción del número de células de
Leydig al promover la apoptosis.
Niveles crónicamente altos de
andrógenos suprarrenales, pueden
disminuir la fertilidad al afectar el
funcionamiento testicular, ovárico y
uterino, interfiriendo con la duración
de la fase lútea, el momento de la
ovulación y la espermatogénesis,
pudiendo también conducir a
hipogonadismo debido a atrofia tisular
(Palomba, 2018).
5. Inexperiencia
La inexperiencia es una de las
problemáticas que pueden reducir las
15
posibilidades de una gestación
exitosa. Una hembra agresiva o
anormalmente estresada puede no
aceptar al macho durante el
apareamiento, pues algunos criadores
informan que las hembras en estro
pueden llegar a posicionarse de cubito
ventral o “boca arriba” para evitar ser
penetrada por el macho aún en
hembras con estros confirmados, sin
embargo, esto tiene para ser más
estudiado. Los machos deben ser
física, social y sexualmente maduros.
Idealmente, un macho joven e
inexperto debe emparejarse con una
hembra tranquila, madura y ovuladoras
experimentada, pues de lo contrario,
el apareamiento puede no ocurrir
incluso cuando macho y hembra se
encuentran en la misma habitación.
Esta falta de apareamiento puede
ocurrir cuando ambos son demasiado
inmaduros o inexpertos, o en casos
donde los machos presentan una
libido baja y, por ende, baja capacidad
de detectar estros en las hembras
(Malandain, 2011).
6. Patologías uterinas
6.1. Complejo de hiperplasia
endometrial quística (HEQ) /
Piómetra.
El complejo Hiperplasia Endometrial
Quística (HEQ) - Piómetra
corresponde clínicamente a la
condición patológica más importante
del útero en perras y gatas lo que las
lleva a un estado de infertilidad (Kida
et Al., 2006).
La distribución de edad de
presentación en la piometra felina es
similar a la encontrada para la
piometra en la perra, con rangos entre
1 y 20 años, y un promedio de 7 años
(Silva R., Loaiza A., 2007).
En un estudio del autor Hedlund en
1999 menciona que la piometra se
presenta en gatas entre 1-4 semanas
después de la monta no fértil o luego
de inyecciones abortivas o de
administración de estrógenos y
progestinas exógenas, aunque este
último es el más común.
Gilbert y colaboradores en 2000
comentan que la presentación de
piometra es más baja en gatas que en
las perras, esto posiblemente debido
al hecho de que las gatas son
inducidas y las
concentraciones de progesterona en
plasma altas y prolongadas, solo
ocurren después de la ovulación.
La progesterona secretada por el
cuerpo lúteo bajo condiciones
normales estimula el crecimiento y la
actividad secretora de las glándulas
endometriales, lo cual puede
incrementar el desarrollo de HEQ. No
se sabe porque algunos animales
presentan respuesta patológica a la
progesterona y otros no (Nelson &
Couto, 2020). Una respuesta
exagerada a progesterona induce a
que el tejido glandular uterino se
vuelva quístico, edematoso y
engrosado lo que origina acumulación
de líquido en las glándulas
endometriales y en el lumen uterino
(HEQ); el drenaje está impedido por la
inhibición progestacional de la
contractilidad miometrial; producto de
lo cual se origina una mucometra o
hidrometra, dependiendo de la
viscosidad del fluido uterino. Estas
secreciones proveen un excelente
16
microambiente para el desarrollo
bacteriano, y una concentración de
bacterias en el útero se le considera
piometra.
7. Enfermedades infecciosas
Existen Fallas reproductivas como el
aborto, muerte fetal y mortalidad
neonatal comunes en la preñez de las
gatas, y los agentes infecciosos
juegan un papel muy importante en la
determinación de los resultados,
Vanessa Pristo (2018) y panleucopenia felina, cuya infección
colaboradores mencionan que existe
poca informacion sobre infertilidad y
pérdida de la gestaión en gatas, pero
se sabe que los virus son una causa
importante para estas fallas
reproductivas. Estas fallas se pueden
transmitir a través de la placenta,
afectando directamente a los
embriones y fetos, o debilitando
gravemente a las hembras preñadas
(Decaro, Carmichael y Buonavoglia,
2012). Algunos miembros del género
Protoparvovirus, son patógenos
importantes en gatos y perros
domésticos, particularmente en
animales jóvenes (Cotmore et al.,
2013). Entre los agentes virales felinos
más comúnmente reportados se
encuentran el virus de la leucemia
felina; donde cuatro de sus subtipos
pueden causar aborto, infertilidad o
reabsorción fetal y las gatas no suelen
presentar síntomas previos a aborto.
Aunque parece que la pérdida del
embarazo se debe a infección fetal,
también se ha sugerido que el virus
interrumpe el endometrio en los sitios
de unión a la placenta en fases más
avanzadas de la gestación y
reduciendo las posibilidades de
implantación en fases más tempranas
(Verstegen, 2008). El virus de la
inmunodeficiencia felina se transmite
por medio del útero lo cual provoca
muerte fetal o desarrollo fetal
detenido, pero hay situaciones en las
que nacen gatos viables, pero
infectados con el virus (Weaver et al.,
2005). El alfaherpesvirus felino 1,
según estudios de Johnston, Kustritz y
Olson (2001), causa aborto y muerte
fetal intrauterina y el virus de la
puede resultar en infertilidad debido a
la muerte embrionaria temprana o
abortos, en cuyo caso, es común la
presencia de fetos momificados o
macerados. El virus de la
panleucopenia felina se ha
demostrado que causa infección en el
útero, lo cual ocasiona daños
importantes al tejido endometrial, lo
que dificulta la implantación
embrionaria pruduciendo la
consecuente pérdida del embrión
durante la fase embrionaria temprana,
y lo que, a su vez, resulta en un aborto
o reabsorción fetal e hipoplasia
cerebelosa y ataxia en gatitos
neonatos cuando la infección ocurre
más adelante en la gestación
(Verstegen, 2008).
9. Nutrición
El estado nutricional es uno de los
factores más importantes a considerar
al momento de evaluar el potencial
reproductivo de un individuo, por lo
que nutrientes esenciales como
proteínas, vitaminas, minerales y el
aporte de ácidos grasos
poliinsaturados (PUFA) deben ser
17
correcta y cuidadosamente
formulados y proporcionados en la
dieta de los gatos (Howard, 2008).
Los felinos se consideran especies
carnívoras estrictas, por lo que su
requerimiento proteico es mayor que
el de la mayoría de las especies de
mamíferos estudiadas (Koerich,
2012). En general, las proteínas de
origen animal contienen un perfil más
equilibrado de aminoácidos y mejor
digestibilidad que las proteínas
vegetales. Dos aminoácidos poseen
una relevancia especial para los gatos
son la arginina y taurina, destacando
esta última por su importancia sobre la
función reproductiva de las hembras,
no siendo así en los machos. En gatas
domésticas, la deficiencia de taurina
es severa, pues compromete el
rendimiento reproductivo, incluido un
aumento en la tasa de la reabsorción
fetal, aborto y mortinatalidad. Los
gatitos nacidos vivos muestran
numerosos trastornos neurológicos,
anormalidades o deformaciones, bajo
peso al nacer y pobre tasa de
supervivencia postnatal causada por
una lactancia materna inadecuada
(Che, 2021).
En cuanto a las vitaminas con una alta
relevancia sobre la función
reproductiva, destaca la vitamina A.
Las deficiencias de vitamina A ven sus
efectos más pronunciados sobre las
hembras felinas, provocando
aspectos como la pérdida de la
gestación durante la etapa de
desarrollo fetal y un pequeño tamaño
de la camada (Davies, 2019). Aunque
los datos comparativos faltan para los
felinos machos, las vitaminas A y E
tienen un efecto pronunciado sobre la
espermatogénesis en otros mamíferos
(Howard, 2008). Lo cual, concuerda
por lo descrito por Koerich (2012) que
reporta que una deficiencia de 2
meses de vitamina A fue suficiente
para provocar cambios endocrinos y
completa azoospermia en ratas, a la
vez que la deficiencia de vitamina E
conduce a una disfunción del
epidídimo. La deficiencia de vitamina
E también ha sido descrita en
verracos, en los cuales se han
reportado fallas en el desarrollo
espermatogénico, causando
espermatogénesis incompleta.
Estudios realizados en Estados
Unidos y Sudeste de Asia (Da Paz,
2006) apoyan aún más la importancia
de la nutrición en reproducción,
específicamente en lo que respecta a
los rasgos seminales masculinos
asociados a la deficiencia de
minerales como el calcio. Esta
deficiencia en machos está asociada a
una alta incidencia de oligospermia o
azoospermia. Curiosamente, al
realizar determinaciones de calcio
sérico, es un hallazgo común
encontrar valores dentro de los rangos
de referencia, esto debido al
enmascaramiento de esta deficiencia
por a la reabsorción del mineral óseo,
compensando de esta los niveles de
calcio séricos, pero a su vez,
disminuyendo la densidad ósea y, en
última instancia, induciendo una
enfermedad ósea metabólica (Davies,
2019).
18
10. Problemas cromosómicos o
genéticos
Los problemas cromosómicos o
genéticos como potenciales causas de
infertilidad en gatos son relativamente
frecuentes, aunque no se conoce la
incidencia exacta. En el gato
doméstico, la alteración genética
causante de problemas reproductivos
más común es la asociada a los
fenotipos de color de pelaje inusuales,
pues estas pueden resultar de varios
fenómenos ocasionados por. fórmulas
cromosómicas anormales, como una
monosomía 37X0, trisomías (39 XXY,
39XXX, 39XYY) y sus variantes como
quimerismo o mosaicismo (Szczerbal,
2018). Esto puede conducir a un
anestro primario o a la infertilidad en
hembras que parecieran tener un ciclo
estral normal, o al aborto de fetos con
un cariotipo anormal. En los gatos
machos, el color del pelaje combina
pelos rojos y no rojos es la forma más
obvia de identificar estas alteraciones;
es por ello que el abordaje
reproductivo debe ser más minucioso
en machos de carey, que a menudo
sufren del síndrome de Klinefelter (39
XXY), que, y tiene consecuencias
como infertilidad, menor tamaño
corporal, fuerte olor de la orina, menor
volumen testicular en comparación
con machos sanos, azoospermia y
criptorquidia (Pedersen et al., 2014).
Sin embargo, Bugno y colaboradores
(2020) describieron un caso donde
demostró que la aparición de capa de
pelo de carey puede ser engañosa y
no está siempre condicionada al
subdesarrollo del sistema
reproductivo, pues sus estudios
clínicos no mostraron anomalías en el
fenotipo genital en el macho estudiado
y la anatomía testicular fue normal con
espermatogénesis activa, no
mermando así su potencial
reproductivo.
11. Anomalías congénitas del
aparato reproductor de la hembra y
el macho
Las anomalías congénitas están
descritas de una manera vaga y son
poco comunes. Anomalías como la
agenesia de un cuerno, pueden ser
encontradas por casualidad y pueden
presentar dificultades para los
veterinarios durante el proceso de
ovariohisterectomía o no pudiendo ser
identificadas hasta la realización de
una revisión clínica completa del tracto
reproductivo; es por ello, que la
ecografía puede ser una herramienta
útil para diagnóstico de anormalidades
uterinas en hembras infértiles (Little,
2012). Si bien no se conoce la
prevalencia exacta, en hembras, estas
anomalías se asocian
consistentemente con dificultad para
la implantación embrionaria lo que se
traduce en infertilidad, pérdida de la
gestación en el primer y segundo
tercio, además de otras
complicaciones incluyendo partos
prematuros y mayores tasas de partos
distócicos (Turocy, 2018).
11.1. Agenesia de cuerno uterino
La agenesia o aplasia del cuerno
uterino, a menudo llamado útero
unicornis, es una anormalidad rara
que consiste en la ausencia o
desarrollo incompleto de los
conductos paramesonéfricos que
19
originan los cuernos uterinos. Un
cuerno uterino puede perderse o
reducirse a un remanente similar a un
hilo, y el riñón ipsilateral a menudo
está ausente, sin embargo, ambos
ovarios suelen estar presentes.
Cuando un cuerno uterino y un ovario
normales están presentes, la gata
puede tener ciclos estrales normales y
quedar gestante. Sin embargo, la
aplasia segmentaria puede causar
fallas en la concepción o infertilidad
asociada con la acumulación de
líquido en la luz uterina, dependiendo
de la ubicación de la oclusión del
lumen (Chang, 2008). Esta anomalía
ocurre durante la etapa de desarrollo
fetal (Paepe, 2010).
11.2. Útero didelfo
Consiste en la presencia de un doble
cuerno uterino unido al cérvix, que
converge con la vagina, pudiendo o no
formar dos fosas vaginales (Crusco,
2016). Pese a ser de las anomalías
uterinas menos comunes en gatos,
esta se ha asociado a tasas de aborto
espontáneo del 32% y tasas de parto
prematuro del 28%. La pérdida del
embarazo puede estar relacionada
con la disfunción uterina
distensión, debilidad cervical,
aumento de la inflamación o reducción
de la sensibilidad a las hormonas
esteroides (Devi, 2016).
11.3. Criptorquidismo
Los testículos normalmente
descienden al escroto al nacer o poco
tiempo después. Estos pueden
moverse libremente hacia arriba y
hacia abajo en el canal inguinal antes
de la pubertad, sin embargo, la
criptorquidia es la falla de uno o
ambos testículos para descender al
escroto y permanecer allí hasta los 7 u
8 meses de edad. Es incierto si la
criptorquidia está relacionada con
otros defectos congénitos en gatos. La
prevalencia de la criptorquidia en
gatos se ha informado cómo 1.3-3.8%,
que por lo general es inferior a la
prevalencia en perros (Little, 2011). La
mayoría de las criptorquidias son
unilaterales (78 a 90 %), con los lados
izquierdo y derechos igualmente
afectados. En las criptorquidias
bilaterales, es probable que los
testículos hayan sido retenidos
abdominalmente. En los testículos
retenidos abdominalmente, al ser
examinados histológicamente, a
menudo no se encuentran
espermatozoides. La temperatura más
alta dentro del cuerpo suprime el
desarrollo de esperma. Sin embargo,
los gatos con testículos retenidos
ubicados fuera del abdomen pueden
ser fértiles. Estos testículos producen
testosterona, así que los gatos
afectados poseen el típico fenotipo
masculino (piel gruesa en
cuello/hombros, rostro ancho) y
comportamientos (libido, agresividad,
marcaje de orina, etc.) (Birchard,
2008).
12. Conclusiones
Existen gran variedad de factores que
disminuyen la fertilidad en los gatos
domésticos, tanto en machos como en
hembras. Sin embargo, los más
comunes y documentados debido a su
incidencia e impacto sobre la función
reproductiva son: el estrés, el mal
estado nutricional y patologías
110
ocasionadas por agentes infecciosos.
No obstante, al tratarse de procesos
fisiológicos tan dependientes de
múltiples factores, se eleva
enormemente el número de posibles
causas por las cuales podamos
observar una disminución de la
fertilidad en potenciales
reproductores, no limitándose solo a
las mencionadas en este estudio.
Pese a que existen estudios
publicados sobre las diversas causas
de infertilidad en gatos domésticos,
muchas de ellas no se encuentran tan
específicamente documentadas, por
lo que, como médicos veterinarios
zootecnistas, ampliar la investigación
sobre esta problemática es necesaria
para poder comprender mejor estos
factores, y de esta forma poder
identificar, disminuir y actuar en
consecuencia para resolver estas
problemáticas.

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