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ETAPA …………………………………………………….

Durante todo el embarazo el feto ha ido madurando para poder afrontar con éxito la
vida fuera del útero materno. El nacimiento es todo un reto para el recién nacido y el
primer contacto con el mundo exterior.

Aspecto general y piel:


Su cuerpo es tibio y la piel está cubierta de una sustancia grasa y blanquecina que se
llama vérnix caseosa (es producida por la piel del feto en la última etapa del
embarazo y sirve para protegerla). Presentan, también, una fina capa de vello en
brazos, piernas y espalda llamado lanugo. Tanto la vérnix caseosa como el lanugo
irán desapareciendo con el tiempo.
Es importante mantener bien abrigado al recién nacido y mantener un contacto piel
con piel con la madre (es la mejor fuente de calor  para el bebé); como son tan
frágiles todavía no saben regular la
temperatura y pueden enfriarse muy rápido.
La piel, que también se está adaptando a un
entorno diferente que el útero materno, suele
descamarse durante los primeros días, en
forma de pequeñas láminas. En la cara
pueden aparecer unos puntitos blanquecinos
que se llaman millos que desaparecerán al
cabo de unos días.

Cabeza:
Es proporcionalmente más grande que el resto del cuerpo, se pueden tocar unas zonas
más blanditas que se llaman fontanelas. Esto es así porque el cráneo no se ha cerrado
completamente. Todo vuelve a la normalidad en unos días. El cabello es fino y
suave y cae progresivamente durante las primeras semanas de vida.
Los ojos tienen un aspecto azulado, aunque el color definitivo no lo podremos saber
hasta los 6-12 meses. La mayoría de recién nacidos no conjugan la mirada, con los
días madura la visión y la mirada ya es normal.

Extremidades:
Suelen estar flexionadas, está como acurrucado (en posición fetal) durante las
primeras semanas de vida. Las uñas son finas y muy frágiles.

Tórax y abdomen:
En la barriga el cordón umbilical  está sujeto con una
pinza de plástico. Cuando caiga, en una o dos
semanas, dejará una cicatriz que es el ombligo.

Respiración y pulso:
Respiran muy deprisa y de manera irregular. Hacen unas
40 respiraciones al minuto. El corazón también va muy
deprisa, entre 80 a 180 latidos por minuto (en función si
está dormido o despierto).

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