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Universidad Nacional de Piura

Curso: Realidad Nacional y Regional


Profesor: Nicolás Cueva Palacios
Facultad:_____________________________________________________
Estudiante:___________________________________________________

Control de lectura
Tema: La ciudadanía multicultural en el Perú
1. Lectura y subrayado de las ideas principales del artículo.
2. Mediante un mapa conceptual explica:

a. Las propuesta para construir la ciudadanía multicultural en


el Perú.
b. Los obstáculos que impiden la formación de la ciudadanía
multicultural.
La ciudadanía multicultural en el Perú
¿Es posible para el país una ciudadanía multicultural que reúna
en un propósito común toda la diversidad, como forjadora de
Nación? Para responder a ello ensayaremos algunas respuestas.

En primer lugar, por los estudios que se ha hecho al tema de


exclusión, racismo y discriminación en el Perú, existe
coordenadas comunes, como la herencia colonial, como el
resultado de una ciudadanía frágil y vulnerable, y como la
existencia vigorosa de racismo y desigualdades sociales
polarizadas, con brechas de marcadas de diferencias, que hacen
difícil hablar de aquello que Fernando Fuenzalida se preguntaba
¿Si es posible que seamos Nación?. En segundo lugar es cierto
que ya se puso en tapete la posibilidad de construir Nación a
partir del mestizaje, que conllevó a resultados no tan felices que
nos volvieron al punto de partida.

Nelson Manrique en el texto La Piel y la Pluma señalaba que: “La


ideología del mestizaje afirmaba que a medida que avanzara la
mezcla biológica y cultural se iría a una uniformización racial de
la sociedad peruana, eliminándose las causas del racismo. Tal
cosa no ha sucedido”, y por lo tanto subsiste la posibilidad de
que a través del mestizo se pudiera encontrar una salida menos
complicada a la construcción de Nación, como lo afirmaba Bonfil
Batalla. En tercer lugar, hay la necesidad de plantear soluciones a
la agudización del racismo, a la fragmentación social a partir de
formas de cohesión social que superen las brechas de nuestras
diferencias culturales.

Ante ello, se busca aprender de nuestros errores, tomar relativo


ejemplo de otras realidades, puesto que lo que apremia es
prestar atención a la ciudadanía en el Perú como un espacio que
está por hacerse, tendiente a una ciudadanía verdadera, cabal e
institucionalizada que aún no se ha dado en el país, donde el
poder de pueblo que es el verdadero poder originario, logre
afirmarse con todo lo que implica el ejercicio de sus derechos y
de sus libertades, y además de una realización cultural, que
implique posteriormente la dación de formas de
interculturalidad, el equilibrio simétrico entre culturas,
reconocimiento e inclusión en la vida social-cultural. Por ello es
que proponemos plantear una ciudadanía multicultural que en
tiempos de globalización y de unificación cultural se puede
pragmatizar. Para lo cual ensayaremos una aproximación al
problema y una solución, en base a tres enmarcaciones a la
propuesta:

1. La multiculturalidad como alternativa.- Es conocido en


nuestro país la existencia de múltiples culturas, que hacen que
nuestro país tenga dificultades de una sola articulación cultural
que nos dé carácter de Nación. Sin embargo, también debemos
tener en cuenta la influencia de culturas extranjeras que también
nos han influido y lo siguen haciendo permanentemente. La
cuestión es ¿Por qué desechar tal o cual tipo de cultura? Si es
que siendo personas que tendemos a la amplitud de
pensamiento y acción, deberíamos aceptar el significado y la
existencia de todas las culturas, como parte de nuestro espacio
de realización y desenvolvimiento, pero, sin dejar de ser
adscriptivos a una cultura de donde somos y pertenecemos en
términos de identidad. Por lo que por este lado, es aceptable el
término que acuñó José María Arguedas de que las personas
pueden vivir todas las patrias si no son embrutecidas por el
egoísmo.

2. La multiculturalidad como posibilidad- Vivir en


multiculturalidad es que un hecho contrastable, verificable y
predecible, en países como el Perú, la heterogeneidad es una
característica que debería marcar el quehacer cultural,
económico, social y cultural del país. De hecho ya existe
múltiples culturas tanto endógenas como exógenas, por lo que
en cierto modo somos influencia de dicha variedad, el problema
es que no somos conscientes en términos valorativos de la
existencia de dicha variedad y a nivel de nuestros
esquematismos de conciencia nos cerramos con la réplica de una
forma de etnocentrismo, creyendo que lo que es nuestro en
cultura es único e irremplazable e incompartible. Lo importante
es que elevemos nuestra conciencia ciudadana, inclusiva y
podamos apreciar las culturas en forma amplia y valorativa, por
lo que el trabajo es de carácter educativo, aspecto que debe ser
impostergable para forjar formas de construir el sentido
nacional, que nos motiva esta propuesta. El objetivo, además es
que esa multiculturalidad deba convertirse en interculturalidad
una vez que seamos conscientes del valor y la contribución de
cada cultura, en nuestro desarrollo y realización.

3. Forjamiento de ciudadanía.- Mediante la educación


igualmente es imperativo formar ciudadanos, a través del papel
que tenga que hacer el Estado en materia de educación, ya que
la ciudadanía se forja con la elevación del conocimiento, el
cultivo de valores y asumiendo una conciencia crítica y
participativa. Sin embargo ahora que se habla en el país de una
ciudadanía inconclusa, refiriéndonos a compatriotas que viven
excluídos del Estado, viven marginados secularmente,
efectivamente no sienten el compromiso de la cosa pública, de
participar y contribuir con el país. Para ello es necesario
implementar acciones positivas que en forma integral incluya
aspectos de consolidación de identidad, de conciencia cívica, y
de participación efectiva en los fines comunes que a través de
consensos y formas de legitimidad se pueda reestructurar la
dinámica de hacer política y perfilar la representatividad
tendiente a un Pacto Social propiamente dicho, que caracteriza a
países que han elaborado mejor su dinámica social y política. Por
lo que la idea es construir ciudadanía a partir de compromisos
culturales que se asuman, y reconocimientos valorativos que se
materialicen.
Para avanzar en el tema de impulsar ciudadanía multicultural, es
necesario indicar los obstáculos que actualmente se tiene, y que
constituyen en el caso peruano muros impenetrables que hacen
difícil, no quizás imposible el forjamiento de ciudadanía
multicultural:
A. El racismo como impedimento.- El racismo en el Perú como
lo señala Nelson Manrique es más emocional, que racional. Sus
raíces se remontan al fuerte influjo de la colonia, ya que es
conocido que es una herencia colonial que al decir de Alberto
Flores Galindo es disimulada, todos la niegan pero, sin embargo
es subterráneamente muy efectiva. Juan Carlos Callirgos en el
texto ¿ Qué es el racismo? Señala que: El racismo puede
tomar formas muy sutiles e indirectas: puede incluso proteger la
idea de que uno no tiene prejuicios y no discrimina.
Especialmente en sociedades en las cuales de alguna manera –
no necesariamente legal- se sanciona la discriminación, los
individuos racistas tratarán de negarse a sí mismos, los
sentimientos racistas y tratarán de cuidarse ante los demás, y
ante sí mismos, de no demostrarlo”. Recientemente a propósito
del libro de Jorge Bruce “ Nos habíamos choleado tanto” se
tiene una mirada desde el psicoanálisis para entender que estas
expresiones del “Choleo” contienen un cúmulo de
simbolizaciones, que traslucen frustraciones, resentimientos, y
que hace asimétrico la interacción humana en el Perú,
volviéndolo una relación psíquicamente infernal, nuestras
relaciones sociales cotidianas, sin embargo hay un caso particular
como es el “cholear afectivo”, cuando decimos “cholito”, “
zambito” no con la intención de exclusión, sino más bien de
inclusión, que es la antítesis del racismo clásico. La discusión que
actualmente continúa sobre el racismo es, si es una derivación
de la etnia o de una clase social, pero, que es indudable su
componente ideológico de dominación y exclusión, así como
permanece en el Perú, ¿Será posible que se pudiera superar el
racismo como fenómeno cultural, para hacer viable un sentido
de Nación? Más allá de una respuesta clara al respecto, lo que se
tiene es la desazón de que es un obstáculo para desarrollar en
sociedad y forjar una ciudadanía con rostro propio.
B. La ausencia de un Proyecto Nacional.- El escenario nacional
que desde el Estado tenemos en el Perú, es que vamos al garete,
es decir que siendo nuestra realidad diversa, multicultural, y
heterogénea, no existe un Proyecto Nacional que se haya
planteado desde abajo, desde el inicio de La República hasta
nuestros días, que directamente tenga que ver con construir una
Nación propiamente dicha, desde la diversidad, que se avance
éste propósito desde la sociedad heterogénea para que
tengamos perspectivas nuevas, metas claras que cumplir en
términos de inclusión, de integración, de Desarrollo Humano, y
de encontrar formas de cohesión y unificación nacional, evitando
que siga abriéndose brechas de desigualdad y de polarización.
Jorge Basadre nos advertía lo riesgoso y desventajoso para el
desarrollo del Perú, que era no tener una Proyecto Nacional,
cuya promesa de vida se encontraba transversalmente herida y
frustrada hasta en la idiosincrasia de los peruanos.
C. El espacio público como evasión.- Desde hace algunas
décadas la sociedad ha sido absorbida por tendencias más
egoístas o individualistas, y menos colectivistas, en términos de
práctica y de valoración, debido seguramente a la fuerte
influencia del neoliberalismo, del empuje de una economía que
se dinamizaba más en quienes dentro del capitalismo se
movilizan como peces en el agua, abriendo mercados en forma
independiente, y por tendencias privatistas donde el Estado y La
Sociedad Civil como institución ha estado ausente. Los asuntos
públicos o el interés común que es la razón de ser de toda
ciudadanía, ha interesado menos a las personas en términos de
su ser social, por lo que la ciudadanía no se ha dinamizado, no se
ha institucionalizado, haciendo que nuestra Sociedad Civil sea
endeble, vulnerable y poco afirmativa en términos de pueblo o
colectividad, por lo que se ha tratado de evadir más bien el
compromiso público, y elegir el espacio privado en nuestro rol de
personas, agregando a ello el problema de la fragmentación
social que hace más difícil el problema.
Por todo ello, se pretende, reflexionar en torno a lo que somos,
buscar en la complejidad una luz, que nos permita afirmar lo
peruano, el sentido de Nación, teniendo en cuenta que la
ciudadanía multicultural por otro lado tiene realidades mayores,
por ejemplo la ciudadanía europea, forjada en la idea de la
extraterritorialidad y la creación de un Estado Supranacional,
donde por lo menos en el papel, o en el plano formal- legal se
pretende respetar las identidades, pero, se flexibilizan los lazos
abiertos de forjar una identidad mayor que es la europea. Ello es
un ejemplo de multiculturalidad, que se dan en realidades
distintas, donde a diferencia del Perú, no existe tan adentrado el
racismo y la exclusión social, sin embargo indudablemente se
evidencia que tiende a la unificación y cohesión social que son
avances en sociedades divididas como la nuestra, y que enlazan
prácticas democráticas que al mismo tiempo como señalaba
Touraine implica el compartir valores, principios, derechos y
libertades, y que con una educación que priorice este aspecto de
construcción de una ciudadanía que escapando del canon
cultural, integre los confines y las marginaciones, se pueda
construir una ciudadanía intercultural, cohesionante, afirmativa,
y contributiva al desarrollo del país.
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• [1] Manrique Nelson. “La piel y la Pluma” Introducción a “Es
el racismo el que genera las razas” Pg.27 Revista Ideele n. 52
Lima. SUR. Junio de 1993.
• Callirgos Juan Carlos. ¿Qué es el racismo? De: El Racismo:
La cuestión del otro (y de uno) Pg. 144. DESCO. Lima. 1993.

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