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seguidores Bcrnard, Schuffenecker (18511934), Wacceau, Goya, Turncr, Daumier y otros. La compleja
Louis Anquetin (18611932), Jacob Mcycr de Haan asimilación por Ensorde esta tradición grafica princi
(18521895) y Paul Sérusicr (18651927). Aniqui palmente del norte de Europa y por lo general anti
lado también resultó el ideal de apoyo mutuo y desin clásica es evidente en el extraordinario y raro grabado
rcrés con Van Gogh en Arles. Tanto en Bretaña como titulado Istou, Po11ffi1111atw, CmroZÍ1' )' Tmmmouff,"
en los Mares del Sur, la reacción de Gauguin al dolor famosos médicos persm examinando los bacines del rey
y la alienación fue la creación de micos, ranro del tipo Dario tras la batalla de Arbela ( 1886). El rema de esca 321
moderno como del primitivo descritos más arriba; su obra, muy libremente basada en la vida del rey pc::rsa
simbolismo consistió precisamente en una dialéctica Darío ral como la cuenta Plutarco. satiriza por
de la evitación y la expresión seria de la contradicción supuesto las narraciones clásicas normalmente asigna
social. Muchos otros pintores simbolistas, como das a los emprendedores alumnos de la Academia,
Ensor, sencillamente se negaron en redondo a la pero su estilo revela un serio esfuerzo por entender y
modernidad y se consolaron con imaginaciones emplear las convenciones barrocas (especialmente de
fantásticas de un pasado ideal y un futuro utópico. Rcrnbrandt) del sombreado y el claroscuro.
Pero incluso en el plano de la forma, Ensor no
podía disimular sus tendencias iconoclasras. En sus
ENSOR Y EL POPULISMO aguafuertes, Rernbrandr concedía independencia
expresiva a todas las líneas de concomo y una claridad
James Ensor nació en 1860 en el punto de vera y un orden articulados a todas las secciones de
neo junco al mar de Osrende. en el noroeste de sombreado; Ensor, por el contrario, confunde delibe
Bélgica. y murió allí a la edad de ochenta y nueve radamente sombreado y líneas de concomo, con lo
años en 1949. Durante la mayor parce de su vida que doca a su composición de un peculiar carácter
permaneció aparrado de la cultura urbana y vanguar anárquico y cómico roralrnente coherente con su esca
dista y puso su carnavalesca imaginación al servicio tológico contenido. Esta mezcla de emulación y burla
de la emulación parcial de los artistas holandeses y de las tradiciones del Renacimiento y el Barroco
flamencos del pasado: Van Eyck, El Bosco, Brueghel. nórdico es evidente en la mayoría de las obras de
Rernbrandt y Rubcns. Lo mismo, pues, que sus Ensor en la década siguiente a su salida de la Acade
conremporáneos simbolistas en Francia, Suiza y mia, incluidas las Tribulaciones ele San Antonio ( 1887).
Noruega. Enser se auroimpuso el exilio de la rnoder Aquí el eremita de capucha roja Amonio es remado y
nización y la contemporaneidad. ,,¡Larga vida a la atormentado por mujeres y soldados, ranas y aero
pintura ingenua e ignoranre'», exclamó Ensor en nautas, ángeles y demonios. codo pintado con las
1900: «Larga vida a lo campesino en el arce ... El arre texturas y los macices de la sangre y los excrementos.
flamenco desde Brueghel, El Bosco, Rubens y A partir de 1881 y durante más de dos décadas.
Jordaens está muerto y bien muerto ... ¡Larga vida al Ensor presentó regularmente grabados, dibujos y
arte libre, libre, libre!» Si Ensor desdeñó la sofistica cuadros como éstos en las exposiciones organizadas en
ción y el scnrimienro artísticos modernos, no despre Bruselas por los grupos de vanguardia La Chrysalide,
ció menos el academicismo: «Todas las reglas», escri L'Essor, Les Vingt y La Libre Esrhériquc, así como. en
bió Ensor, «codos los cánones del arce vomitan algunas ocasiones, en instituciones más conservado
muerte como sus hermanos de bronce». ras, incluido el Salón de París en 1882. Evidente
Pese a coda su extragavancia y codo su vitriolo, mente, Ensor no se sentía cómodo con las esrricras
Ensor, sin embargo, comenzó su formación artística reglas de exposición en los diversos Salons des Beaux
de un modo bastante convencional con clases en Arrs, pero no le producía un entusiasmo mucho
Ostende y el enrolamienco en la Academia de Bellas mayor expona con las organizaciones de vanguardia.
Arces de Bruselas en 1877. Aunque más tarde renegó Un ejemplo típico de éstas lo constituye la hcrman
de la Academia como «ese csrablecimiento para los dad de Bruselas llamada Le Groupe des Vingr (Les
casi ciegos», permaneció allí casi eres años e incluso Vingr). Formada en 1883 por un numeroso grupo de
ganó un premio por sus dibujos de buscos clásicos. arriscas, escritores y críricos que incluían a Enser, el
Entre 1880 y 1885 prosiguió sus estudios por cuenca auroproclamado simbolista Fernand Khnopff (1858
propia, haciendo docenas de copias y representaciones 1921 ), el neoimpresionisca Théo van Ryssclbcrghe
328
(18621926) y los críticos y abogados Octave Maus y
Edmond Picard, Les Vingr era una sociedad de expo
siciones que. como su equivalente Les Indépendanrs
en Francia, rraraba de crear y exponer obras de arre
progresistas ajenas a las restricciones impuestas por los · . . ..
jurados de los Salones. Al principio, el grupo se adhi -:
rió a varias tendencias y orientaciones arrísricas v
·,¡ •.
proclamó su compromiso con la creación de obras de
arre a la vez explícitamente partidistas y desinteresa
~r~-·
darnenre puras. Con coherente ambigüedad, en 1884
declararon que su objetivo consistía en «el estudio r la
interpretación directa de la realidad contemporánea
por el arrisca. al cual se dejaba en completa libertad
para seguir los dictados de su temperamento )'
[progresar) en el dominio de la técnica». Aunque en
1886 la organización se dividió entre la facción de los
que propugaban un arre de orientación inequívoca
mente socialista (Picard) )' la de los que proponían
una elección sin erabas en materia de contenido canco
como de forma (el poera Georges Rodenbach y
Khnopff. entre otros), las siguientes exposiciones del
grupo estuvieron claramente dominadas por esca
.32 J. JAJv!ES E~SOR: /.<1011. f>tJt\,'f,111,uus. Cmcozie y Traus-
úlrirna parnasiana tendencia. mo,({f: f;1mosos n1étlicos pt1:cn~· examinando los bacines tÍfl
Inicialmente. Ensor compartió la dicotómica l'f)' D111·io tras la baralla di' /lrbeia. 1886. 27 . .3 x 17.8.
329
(1891). que recuerda El combate entre el Carnaval y la
Cuaresma de Brueghd (1559).
Sin embargo, si lo que Ensor trataba de hacer era
conciliar las tradiciones populares con el arte
moderno de la pintura de caballete. no puede decirse
que triunfara plenamente. Lo que más prominente
mente destaca de la entrada de Cristo y sus erras
obras maduras de los años 1880 y 1890 no es la
expresión de un todo cultural integrado, sino más
bien una reflexión melancólica sobre una cultura en
ruinas. Por más carnavalesca que sea la inspiración,
los cuadros de Ensor evocan un carácter neurasténico
y angustiado. De hecho, el propio Ensor parece haber
creído que su proyecto de sinrerización había fraca
sado. Condenando a los «especuladores mercuriales»
que estaban arruinando el Ostende tradicional con su
modernización, en sus escritos y en su arte Enser
pedía la recreación de la vida carnavalesca y las
unidades culturales que se supone inherentes a ella:
«Reestablezcamos nuestros puros y naturales carna
322. JAMES ENSOR: Vieja con máscaras, 1889. 54 x 47.
vales ... aquellos que incluían grandes escudos de
armas y prostitutas de labios rojos, plumas de aves
truz y zapatos de madera». En realidad, el Osrende
como el cuadro en su conjunto, están burdamente fin-de-siecle no podía estar más alejado del ideal de
pintados en disonantes tonos rojos, blancos. azules y Ensor de una comunidad belga unificada, «pura y
verdes. Aunque en todos los senridos se trata de un natural». Con sus 27.000 habitantes, Osrcndc era
cuadro de historia creado con un público comempo uno de los más concurridos lugares de baño en
ráneo en menre, La entrada de Cristo en Bruselas en Europa y durante el verano triplicaba su población.
1889 nunca se expuso en vida de Ensor, haciendo de Este Ostende modernizado y comercializado Ensor lo
la necesidad virtud, más tarde escribió que permane conocía demasiado bien; durante la primera mitad de
cía «inmaculado de exposición». su vida vivió en un aparcamenco cerca de la playa,
Con su rechazo del academicismo y del esteti encima de una pequeña rienda de curiosidades donde
cismo, en La entrada de Cristo en Bruselas en 1889 su abuela, su madre y su tía vendían recuerdos,
Ensor buscaba la legitimación artística mediante el incluidos conchas, erajes y máscaras, al tropel de
recurso a lo grotesco y lo fantástico, géneros enraiza turistas veraniegos.
dos en aquellos antiguos hábitos y tradiciones Como otros arriscas alienados de su tiempo
flamencos aun hoy llamados brueghelianos cuyos =Hodler, Munch y Redon, entre orros, Ensor asistió
rudimentos sobrevivían en las fiestas de Osrcndc a las al derrumbe de precisamente aquellos ideales román
que tan aficionado era Ensor. De hecho, el mismo ticos que más apreciaba. Estimaba la destreza manual
Ensor (a veces acompañado por su joven amigo de en una época de rápida industrialización, exaltó los
Bruselas Ernest Rousseau) frecuentaba los carnavales, lazos familiares y comunales en una sociedad cada vez
las mascaradas y los desfiles de Ostende (cada año en más csrrucrurada sobre los nexos económicos y soñó
Cuaresma, en junio y en agosto), y a parcir de media una sociedad pura y natural en una Bélgica cada vez
dos de los años 1880 los incluyó en su arte. Los dibu más estructurada, como el resto de Europa, sobre la
jos, grabados y cuadros de Ensor en esta época están moda y las mercancías. Menos admirables (pero
llenos de personajes y motivos que parecen basarse en compartidas por los artistas arriba mencionados)
fiestas contemporáneas y en representaciones bruc fueron las polémicas ancimodernas con que Enser
ghdianas de proverbios, los siete pecados capitales o trató el tema de la mujer, como en su chauvinista
el combate entre el Carnaval y la Cuaresma. como en observación sobre las prostitutas con los labios pinta
Esqueletos luchando por el cuerpo de un ahorcado dos de rojo y su Vieja con máscaras (1889), donde el 322
330
retrato de una amiga de la familia se ha convenido en manifestaciones populares que sólo la policía y la
pretexto para un garabateo infantil y una burla misó· declaración del estado de sirio consiguieron detener:
gina. Máscaras sin vida, pero de mirada impúdica· «Ahora es el momento de mojar nuestras plumas en
mente carnavalesca, rodean a la anciana; su rostro tinca roja», escribió Picard en una serie de artículos
pintado es también una máscara, sostiene el cuadro, publicados en L'Art Moderne el año 1886 sobre los
bajo la cual acecha la vaciedad de la muerte. libros de los anarquistas Perer Kroporkin y [ules
Dado d carácter general de sus resentimientos, no Vallé. En su opinión, la rarea que entonces competía
sorprende que Enser se sintiera sumamente inrere al arre y a la lirerarura consistía en ayudar «a la prepa·
sado por la política radical de su tiempo. La casa en ración o la facilitación del cumplimiento del destino
Bruselas de su amigo Rousseau. en la que él enrró por histórico». Ahora también los cismas políticos en el
primera vez en 1879, era un cenero de progresismo seno de la vanguardia belga, descritos más arriba,
político y culcural, frecuentado por el iconoclasta eran demasiado grandes para superarlos mediante
artista belga Félicicn Rops (18331898), el amor y imprecisos manifiestos estéticos o vagas declaraciones
crítico radical Eugene Demolder y el célebre geógrafo de intenciones comunes.
y anarquista francés Elisée Reclus. De hecho, Bruse El compromiso de Enser con el socialismo belga
las había sido un centro de la política radical durante durante la turbulenta década entre 1885 y 1895 se
algún tiempo, especialmente desde que en 1874 un refleja en su obra artística. Sus virriólicas sátiras del
joven grabador llamado Edouard Anséele había rey Leopoldo tales como Bélgicaen el siglo XIX ( 1889),
fundado una serie de cooperativas obreras llamadas su inclusión en La entrada de Cristo de pancartas en
ooobuit y poco después una maison du peuple. En las que se proclamaba «Vive La Sociale» y «Vive Ansé
representación de facciones socialdemócratas, ele et .J ésus» (más tarde borrada por el arrisca), así
marxistas y anarquistas del socialismo, en 1879 se como sus representaciones de huelguistas y víctimas
habían formado varios partidos progresistas que en de las huelgas como Los gendarmes ( 1892), revelan 323
1885 se unirían bajo el paraguas del Partido de los con bastante claridad sus gtnerales simpatías izquier
Trabajadores Belga. El año 1886 fue crucial para el distas. Pero la significación política precisa de escas
desarrollo del movimiento obrero en Bélgica, para la obras de arce sigue siendo difícil de establecer. Incluso
vanguardia artística y también para Ensor: una cele· La entrada de Cristo, pese a todas sus consignas,
bración anarquista del decimoquinto aniversario de puede interpretarse como una sátira y no como una
la Comuna de París y una coincidente huelga de celebración de la política socialista. En su libro sobre
mineros del carbón llevaron a una huelga general el este cuadro, Srephen C. McGough lo ha interpretado
25 de marzo, seguida por toda una serie de masivas muy convincentemente como un ataque a codas las
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331
~.·
,,fi1nfare)· doctrinaires», a rodas las doctrinas manipula Ensor puede detectarse un fanarismo paralelo. Su
doras y a codas las instituciones. ramo estatales como vocabulario de formas grotescas y caricaturescas. su
religiosas, que restringen la libertad individual. De humor y su escatología. su misoginia y su intransi
hecho. d desdén a menudo expresado por Enser gencia revelan a la vez un esfuerzo por unirse a las
hacia la sociedad burguesa y su simultaneo rechazo de clases populares de la Bélgica pasada y presente y un
cualquier compromiso de su propia libertad artística deseo volunrarisra de dar en solitario los golpes de
sugieren que simpatizaba con el socialismo, pero sólo piquera que derribarían los edificios gc:melos de la
con el socialismo de cipo anriaurorirario o anarquista. propiedad burguesa ~, el elitismo vanguardista,
El sorprendente caracrcrde su arre su i ndependen En el arce de Enser se encuentran, por ranro, el
cia, violencia y vulgaridad se aviene con la impetuo populismo y la megalomanía a parres iguales. En
sidad. la vehemencia, el anciinrelccrualismo v el 1931, el artista. de serenra años de edad, escribió: «No
machismo del anarquismo fin-cle-siecle. rengo mas hijos que la luz: la luz una e indivisible. la
A diferencia de los marxistas, que proponían que luz pan del pintor, la luz mie [miga} del pintor. reina
la coma de las instituciones del Estado por el prolcra de nuestros sentidos. luz, luz, iiluminanos! Anímanos,
riado industrial era una primera erapa necesaria para revélanos las nuevas sendas que debemos seguir hacia
la creación de una sociedad sin clases e igualitaria, los la alegría y la felicidad-. La rica imaginación de Ensor
anarquistas como Reclus soscenían que cualquier puede verse como la inversión de la locura de Cafiero;
revolución que permitiera el mantenimiento de: un quería absorber coda la luz, absorber y retransmitir a la
Estado (siquiera provisionalmente) era auroriraria y posteridad las lecciones de los maestros holandeses y
burguesa. Desdeñando las dices revolucionarias (pero flamencos y la cultura popular de la Baja Edad Media.
al mismo tiempo necesitando de ellas por el acento Sin embargo, debido a su casi mesiánico amor propio,
en el individualismo y el voluntarismo). los anarquis Ensor, corno él mismo admitía, no tenía casi progenie:
tas buscaron constantemente modos de atraer a las su arre, como la producción de muchos otros simbo
masas al proceso revolucionario. /\. cal fin, muchos listas, era un final, no un comienzo. Se basaba en el
creyeron que debían purgarse a sí mismos de la codi sueño malogrado y fantasmagórico de una nación
cia y la corrupción y unirse en cuerpo y alma al moderna vestida con el traje épico de una época prein
pueblo. El famoso caso del anarquista italiano Cario dusrrial. El arre de: Enser, por consiguiente, a nada se
Cafiero (18461892). enloquecido por la idea de que parece tanto corno a los huesos. conchas y fósiles
estaba gozando de mas sol de lo que en justicia le vendidos en la rienda de curiosidades de su madre, que
correspondía, es una forma extrema de esrc exagerado constituían su principal motivo: sus cuadros represen
hincapié en el populismo y la pureza. En el arce <le tan la disecación de la imaginación rornantica, la
332
reducción a mero hueso de las esperanzas, encarnadas
una vez por Delacroix e Ingres. Consrable. Turner y
Friedrich, en una sociedad orgánica en la que los artis
ras crearan arce can naturalmente como los árboles
producen fruros. A Ensor le preocupaba su propio
fracaso en el logro de tal trascendencia, y en el maca
324 bro aguati.1e1Te Mi retrato en 1960 ( 1888) representó
su impotencia, marginalidad y literal decadencia.
333
riva, Por su comen ido, su gran ramaño ~ su superficie y prolongado». En Pan (l 894) Harnsun escribió: «El
rugosa y llena de cicatrices, La niña enferma de Munch cielo estaba totalmente abierto y limpio. Miré aquel
denunciaba claramente una percibida enfermedad mar claro y parecía como si me estuviera enfrentando
social y cultural tanto como una epidemia de rurber a la más insondable profundidad del mundo, con mi
culosis. los críticos condenaron agriamente la obra corazón palpitando intensamente y sintiendo que allí
cuando se expuso por primera vez: Munch se retiró estaba mi hogar». En La voz, como en Celos (1890).
poco después a París a estudiar dibujo en la conserva Munch representó sus simulrdneos temor y anhelo de
<lora academia de Léon Bonnac y en 1891 volvió someterse a lo que veía como la tiranía mágica y
convenido en un simbolista convencido. femenina de unas fuerzas naturales superiores y
329 En La voz (1893), un cuadro incluido en un omniscientes. la historia se olvida y la sociedad
grupo <le seis llamado por el artista «El friso de la humana es imporcnrc ante la violenta embestida de la
vida», Munch representó a una joven de pie entre naturaleza, el destino y el eterno femenino.
árboles junto a la orilla del balneario de Asgárdsrrand, El pintor y arrisca gráfico francés Odilon Reden
Cornplctamcnrc vestida <le blanco, avanza el mentón (18401916) articuló <le modo similar el anrago
hacia delante y tiene las manos a la espalda: esrá can nismo fln-de-siecle entre la naturaleza y la sociedad.
rígida como los árboles y es ran fantasmal corno el rcrrarando a los humanos como objetos pasivos e
rayo del claro de luna a la derecha. Esca es la explica impotentes sobre los que actuaban inconrrolables
ción que Munch dio del significado <le los seis fuerzas naturales. En Ofolia mere las flores ( 1905). 31 Cí
cuadros: «El friso esrá concebido como una serie de Redon realizó una meditación sobre la irracional
cuadros decorativos c:1ue, puestos [untos. constitui Ofelia de Shakespeare. seducida por los encantos físi
rían una pintura de la vida. Todos están atravesados cos de la naturaleza. La singularidad de la imagen de
por la línea curva de la orilla y más alla por el mar. Reden puede juzgarse por comparación con la muy
mientras bajo los árboles la vida transcurre con coda reproducida y expuesta Ofolirz (185]) del prerrafaelira 330
su complejidad de penas y alegrías». Como su Millais, que Redon pudo haber visto en su visita a
cornparriora Hamsun, con quien ha sido a menudo Londres en 1895. A diferencia de Millais, Reden
comparado. Munc:h únicamente encontró un mundo optó por no representar coda la figura tendida de
<le sentirnienro v pntbos en la naturaleza. ,,¡Alguna vez Ofelia. sino solamente la cabeza ~· los hombros.
has paseado por la orilla y escuchado el rnar?». .. Nacida de la naturaleza ~' entregada a ella». como
preguntó Munch a un amigo hablando de Asgárds escribió Shakespearc. la Ofelia de Reden es apenas
crand: «¿Te has dado cuenta alguna vez de cómo la luz visible: la atención se centra principalmente en las
del atardecer se disuelve en la noche: No conozco nubes de abundantes flores que la rodean. D, hecho.
ningún lugar en la tierra con un crepúsculo can bello el artista no doca a la heroína de más personalidad
336
331. ODlLON REDON: Rogr:ry )J11gr:lim.ca. 1908. 92.7 x 3.
337
que a la flora que la rodea; como la fantasmal mujer
en La voz de Munch. se identifica con las fuerzas irra
cionales e irresistibles de la naturaleza. De modo
sernejance, en Rogery Angefica (ca. 1908), Redon creó 331
un campo de cono candente mediante una técnica
que él llamó «la exaltación mutua de los colores». La
deslumbrante luminosidad del agua y el cielo ultra
marinos la intensifican los complementarios naranja.
los adyacentes púrpura y azul grisáceo y la juiciosa
introducción de acentos v realces en blanco o en
negro. El resultado produce una sensación de
desorientación y fantasmagoría.
Realizados durante el crepúsculo de una carrera
marcada por el aislamiento y la incomprensión
pública. Ofe!ia entre lasflores y Rogt>r_y Angélica renun
cian a los antinaturales y agresivos clcmenros grorescos
encontrados en los primeros noirs (wnegros) de
Redon como el espeluznante dibujo al carboncillo El
ojo (1882) y la litografía La araña sonriente ( 1885). En 332
estas últimas obras en color, Reden. por el contrario,
se centró en una visión panteísta de las minucias del
332. ODILON REDON: L11 arnñn sonriente, 1885. mundo natural: «No puedo decir cuáles han sido mis
2(, X 21,S. fuentes». escribió en 1903, «me encanta la naturaleza
en codas sus formas; me encanta en la más pequeña
brizna de hierba, en la flor, el árbol, el terreno y las
333. MIKHA!l VRUBEL: P1111. 1899. 124 x 106.3.
rocas más humildes: rodas las cosas por su carácter
propio más que en conjunto». En 1904. Reden
334. ODILON REDON: Los cicloprs. 1905. 64. 1 x 50.S. instruyó al novelista André Gide: «Enciérrese en la
338
335. CLAUDE MONET: Ninfea.<.
190S. 89.2 x 92.7.
naturaleza», con lo que expresaba ese deseo de Reden Los ciclopes (1905), se inspiró en el relato de 334
«convertirse en una cosa», como escribe Lowenrhal: Anarok France Le Saint Satyre. Representa a un sátiro
«como el árbol o el arroyo, y encontrar mas placer en amable con pacas hendidas y flama de pan en la
esta rendición que en una desesperada lucha contra las mano que parece haber emergido de la cierra. La
fuerzas creadas por el hombre». luna creciente qut: surge del horizonte repite la forma
Una rendición paralela anee la naturaleza se repre· de los cuernos y los mechones del pelo y la barba de
senra en obras del sofisticado e idiosincrásico pintor la criatura: el frío color del agua en el plano medio y
ruso Mikhail Aleksandrovich Vrubel (18561910). a la izquierda St' refleja en los bonicos ojos azules de
Rechazando el populismo y el senrirncnralismo por Pan. Como los cíclopes en el cuadro de Reden, en el
los que se caracterizó el anterior grupo de los perrd de Vrubcl Pan es un producto autónomo de la naru
vizlmiki (los Ambulantes] que incluía a lvan 1'iko· raleza que pronto debe volver a su riachuelo nativo.
laievich Kramskoy (l 837 · 1887) y a su discípulo Ilya Mientras que para los arriscas románticos, como
Efirnovich Repin (18441930), Vrubel adoptó la Friedrich y Turner, la confrontación enrre el indivi
posrura del estera simbolista europeo. Poseído, como duo autónomo y la naturaleza significaba el ilimitado
él escribió. por una «manía» por la técnica, sus potencial de crecimiento humano o desarrollo social,
cuadros aparecen densamente envueltos por gruesos para Reden, Vrubel y otros pintores simbolistas de
planos empastados de color que anticipan las obras paisajes, la naturaleza es totalmente «otra», una enri
no objetivas de la primera vanguardia rusa del siglo dad independiente de la sociedad o la volición huma·
XX. De hecho, Vrubel mantenía contactos con nas, un espacio destinado al placer pasivo y privado.
muchos de los mismos artistas. músicos y autores que Un vitalismo similar se aprecia en los últimos cuadros
influyeron sobre la generación posterior. Leyó las de Moner, especialmente en las obras realizadas en
obras de Tolsroy y Nietzsche, diseñó decorados escé Giverny como Ninfeas (l 905), en las que el arrisca y 335
nicos para RimskyKorsakov y conoció los cuadros de el espectador se hallan inmersos en un fanrásrico
Bocklin, Degas, Monee, Moreau. Whisckr y muchos mundo de agua, color y luz. Los únicos cambios qut'
otros reproducidos en las páginas de la revista rusa ocurren en el jardín de Monee son estacionales, el
333 Mir isleussrun (El mundo del arre). El Pan de Vrubel resultado de fuerzas naturales. Una vez más, las
(1899), que ancicipa misteriosamente el cuadro de observaciones de Lowcnrhal son iluminadoras:
339
El calendario de la naturaleza sustituye al calendario de nos y la naturaleza en los paisajes simbolistas de Ferdi
la historia ... Quien siente y acepta estos parrones rítmi nand Hodlcr (18531918). De hecho, la duración de
cos como fundamcnralcs tiene pleno conocimiento la vida de Hodler coincidió con un período de moder
inrnediaramcnrc y sin esfuerzo racional. Al mismo nización o industrialización. por no decir de mercan
tiempo, la reproducción infinita de los fenómenos rilización, de Suiza de crucial importancia. Alumno
naturales, el orden cíclico de la naturaleza, en cuanto en 1867 de Ferdinand Sornmcr, un pi ncor de cuadros
opuesto al aparente desorden o azar de todos los hechos turísticos en la aldea de Thun, en el Oberland de
individuales e históricos. atestigua la impotencia de los Berna, Hodler asistió y participó en el fulgurante
humanos. Es el extremo opuesto de la confianza crecimiento de la industria turística suiza. Sin
humana en uno mismo ante la naturaleza. embargo, lo que distingue d arce paisajista maduro de
Hodler a partir de los años 1880 es la eliminación de
Tal concepción de la naturaleza en la obra de casi todas las huellas de lo turístico. La justificación
estos arriscas derivaba del deseo de evadirse de la retórica de esca supresión se encuentra en la recría
contradicción social, la historia y la contemporanei simbolista del «paralelismo» que sostenía Hodler.
dad, es decir, de evadirse de las desalentadoras fuerzas Tras alcanzar un éxito y una celebridad conside
de la «civilización universalizadora». El anragonismo rables en los años 1890 con la exposición en París de
entre naturaleza y sociedad aquí descrito se daba cuadros figurativos can inquietantes y oníricos como
concrcrarncnre en el momento de la historia en que La noche (l 891) y La elrgida (18931894), Hodler 336
la colonización de la naturaleza y la conversión de la dedicó cada vez más sus talentos a la pintura paisa
sociedad al mercantilismo habían llegado al punro de jista. En 1897 se ocupó de los preceptos esenciales de
hacer ideológicamente insostenible la concepción ese arre en una conferencia llamada «la misión del
dialéctica anterior. Ni una huella de lo moderno, lo arrisca», pronunciada en la Sociedad de Amigos de las
cotidiano o lo despreocupado podía permitirse que Bellas Arres de Friburgo, Su discurso repitió muchos
invadiera los paisajes pintados por temor a hacer de los dogmas simbolistas vigentes en aquel
añicos el sueño román rico de la plenitud y, por canco, momento, pero añadía uno nuevo:
a admitir la amenazante pesadilla de la alienación y la
impotencia. la oposición simbolista de naturaleza y El paralelismo, sea el principal rasgo del cuadro o se
sociedad en ninguna parte se revela más convincente emplee para introducir un demento <le variedad. siem
mente que en los paisajes de Hodler. pre produce un efecro de: unidad. Si voy a dar un paseo
la desaparición de un campesinado indepen por un bosque de abetos muy altos. puedo ver ante mí,
diente, la erosión de la autarquía cantonal, la pérdida a derecha e izquierda, las innumerables columnas
de una rica y vívida cultura «popular» y el concomi formadas por los troncos <le los árboles ... Destaquen
tante ascenso de la industria turística fueron los facto claramente esos rroncos de árboles sobre un fondo
res que llevaron a la segregación artística de los huma oscuro o proyecten sus siluetas sobre un cielo azul
340
337. FERDINAND HODLER: El Miiuch con nubes, 1911. 64.5 x 91.5.
marino, lo que principalmente produce esa impresión cuadros rurísricos de las primeras fases de su carrera.
de unidad es el paralelismo de los troncos. Aquí ha representado el macizo y la cumbre del
341
339. PAUL Gt\UGUIN: L,1 comida o Los p/,ír,1-
nos. 1891. 73 x 92.
segundo de los tres grandes picos del Oberland de Los úlrirnos paisajes paralelos de Hodler son visio
Berna. cerca de Grindclwald. La montaña aparece nes de un 111 u ndo congelado en el tiempo y el espa
como una pirámide de color azul merdlico con excre cio. Desocupados y oníricos. no se ajustan a ninguna
cencias de blanco pasroso: nubes serpenreanres que de las reglas convencionales de la pintura paisajista r·
recuerdan los espermarozoos que enmarcan la lito a diferencia de los cuadros de su estricto conrempora
338 grafía Madouua (1895J 897) de Munch corren en neo Van Gogh. carecen de una factura virruosisra v de
paralelo con la superficie del cuadro y los bordes contrastes cromáticos expresionistas, Sin embargo. Jo
rectangulares, q uc por contraste confieren a la roca más sorprendente de codo es que Hodlcr renuncia a la
una masa y una estabilidad aún mayores. integración de figuras o incluso edificios en sus paisa
jes, una pracrica esencial para Van Gogh en su repre
sentación de las uropías agrarias en Arles v Auvers.
Tampoco se parecen mucho los paisajes de Hodler a
los cuadros de Cézanne, cuyo 1\1011t Sainte-Vicroire
(19041906) parecería el mas análogo al Moucl: con
1111b,·s. En su arce ambos artistas perseguían la integri
dad y la estabilidad. pero mientras que el último
incluía en sus cuadros las inevitables elisiones o lagu
nas de visión. el primero exri rpaba codo lo que era
fragmentario. desaliñado o incontrolable: mientras
Cézanne capeaba el flujo temporal mediante enérgicas
pinceladas, la yuxtaposición de colores cálidos ~, fríos
y una multiplicidad de perfiles. las imágenes de
Hodlcr son en gran medida estáticas. a menudo cons
rruidas con matices adyacentes de una única ronali
dad y con figura~ o perfiles repetidos de acuerdo con
su teoría del paralelismo.
En "La misión del arrisca» Hodlcr declaró:
342
341. FERDINAND HODLER: El hnyedo. 1885. 101 x 131.
342. l'ERDINAl'10 HODLER: El lngo Gi11t'bm risto tlc.,tlcChtxhr,·s. 1904. 70.2 x !OS.