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UNTREF- Maestría en Estudios Literarios Latinoamericanos – Movimiento de las ficciones 2022

– Profesor: Max Gurián - Estudiante: Geist, Javier

Apuntes sobre “El árbol de Saussure” de Héctor Libertella:

- En una primer lectura encontramos un libro compuesto de citas y comentarios. Ambos


procedimientos transtextuales (en términos de Genette). Gran parte de las citas son
apócrifas o remiten a enunciados ficcionales. En este punto podría trazarse una línea al
concepto de ficción que trabaja Saer y en la idea de Ficción Crítica propuesta por
Nicolás Rosa.

- El epígrafe del inicio es apócrifo (de hecho, el mismo autor en una entrevista dice que
se inspiró en un jugador de fútbol para el nombre del referente), pero parece tener la
función de instituir una línea de lectura de la obra, en forma de pregunta, es decir:
¿Cómo asumir las cosas -(la literatura, por ejemplo)- en un mundo que tiende a la
desaparición del signo?” Recuerda en cierta forma a la perspectiva de Marshal Berman
sobre la posmodernidad en “Todo lo sólido se desvanece en el aire”. Pensando en una
era global de desintegración de las instituciones y construcciones teóricas de la
modernidad, y en una Latinoamérica que tiende violentamente al neoliberalismo,
sistema económico que desintegra toda institución en pos de un demiurgo invisible
con el nombre de “mercado”. Una época de desintegración de la literatura, pero no en
términos acabados, sino como un proceso que inicia y que no tiene un final en el
horizonte visible. Lo que lleva a pensar también en las líneas de trabajo de la primera
clase: la crítica y la teoría literarias trabajando con los restos de los restos. Quizás,
torciendo un poco el concepto de Libertella, pueda pensarse a la literatura como un
fantasma, que no es mas que un espectro, lo que queda de lo que alguna vez ha sido.

- La sombra teórica de Saussure se aprecia en todo el libro, desde el título hasta en la


trama, casi escaza que lo compone: una serie de personas observando un árbol desde
un bar, un pescador que tiende sus redes en un océano inmenso, y no mucho más en
esa utopía distópica. El oxímoron creo que contribuye mejor a definirla que quedarse
solo con alguna de las dos ideas.

- El árbol como representación clásica del signo saussureano, pero también como
soporte de la literatura, pues de ahí vienen las hojas de los libros, que a su vez pueden
contener el universo de la obra,

- La idea de “aldea global” como ejemplo y profecía de un mundo globalizado y


posmoderno en el que los rasgos de la personalidad se diluyen hacia una hegemonía
con cada vez menos rasgos. La continua difuminación del signo.

- Se detecta cierta influencia de Pierce también, ya que se incluye al interpretante en


esa cadena de signos. No está claro del todo en lugar de qué está el árbol en la plaza,
quizás porque el signo se está desintegrando mientras leemos la novela.

- También son claras las referencias al psicoanálisis, sobre todo al lacaniano, al tratar al
sujeto como objeto y reflexionar sobre él, y sobre la idea de del yo. Pero por un claro
desconocimiento del tema en profundidad obvio estas acotaciones.

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