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En el campo de las artes, y se podría decir que incluso más en las artes plásticas, la

divulgación es algo muy importante. En Colombia, así como en muchos países, ir a museos y
galerías no es una actividad cotidiana de los habitantes. Mientras que la música y el cine, que se
consideran también medios de entretenimiento, forman una parte más habitual en la vida de la
población general. La literatura también es un medio artístico que se incluye más frecuentemente
en la cotidianidad, y que tiene una divulgación más grande. Estas son artes de reproducción
masiva, que la gente puede consumir en sus dispositivos o tener en sus manos. Pero las artes
visuales, y especialmente las plásticas, generalmente son únicas, claro que depende de la obra,
pero tradicionalmente existe una obra que se expone en un lugar y para apreciarla se debe ir al
lugar para verla en su forma original. Entonces, gracias a este factor y a que no se considera un
medio de entretenimiento, su divulgación es esencial para dar a conocer el movimiento del
campo de las artes plásticas.

Una manera de hacer esto son las revistas y publicaciones sobre artes. Un ejemplo
temprano de esto en Colombia fue la revista Prisma, de la que habla Nicolás Gómez Echeverri en
su artículo “Acierto y Frustración: El Programa Educativo de la Revista Prisma”. Esta revista
estuvo activa en 1957, e incluía textos de crítica e investigación de las artes, con fines educativos
y de divulgación. Marta Traba, su creadora, concibió esta iniciativa como un proyecto formativo
para futuros críticos de arte. Pero además querñia educar a un público más amplio sobre el
campo de las artes. Además, no hablaba sólo sobre el arte del primer mundo y las temáticas en
las que se enfocaban muchas publicaciones similares, sino que incluía textors sobre arte
precolombino, latinoamericano, oriental, y más. Traba pretendía formar tanto escritores críticos
como un público informado sobre un amplio contenido dentro de este campo. Sin embargo,
debido a que no se pudo mantener económicamente, Prisma se acabó menos de un año después
de su creación. Fue un proyecto muy prometedor e interesante que permitió la divulgación
artistas, sobretodo nacionales, y le dio una plataforma a jovenes pensadores dentro del arte para
que publicaran sus investigaciones y críticas, La revista se difundía bastante en universidades, lo
cual le daba un acceso fácil a los jóvenes. Esta iniciativa pudo, auque fuera en un plazo muy
corto, abrir un poco los ojos del público hacia el arte que se estaba haciendo en su momento y en
su país.
Publicaciones como esta son muy importantes para que las artes cobren relevancia. Ahora
se puede ver en librerías, como Matorral y Garabato, libros y revistas sobre temas desde la teoría
a la crítica, la historia, compilaciones, e información sobre las artes. Se pueden encontrar libros
que recogen las obras de u artista, libros teóricos y técnicos acerca de distintos medios,
publicaciones y folletos sobre obras o eventos del momento, y mucho más. Esto ayuda mucho a
la difusión del arte visual, ya que la población suele entrar más a librerías que a museos, y
además presenta estas publicaciones a una audiencia generalmente interesada y curiosa. La
revista Prisma es como el antecedente de muchas otras que han seguido sus pasos y han logrado
avanzar en la divulgación y estudio del arte, que permiten que crezca este campo en el país.

¿Cómo se podrían divulgar obras y artistas nacionales de forma masiva, de modo que se
incentive al público general a ir a museos o galerías para verlos?

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