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CAPÍTULO SEGUNDO.

-CARTUJOS

ARTÍCULO PRIMERO

SCALA DEI
CARTUJOS 197

añadiendo á ella muchas rentas y ensan-


chando los límites de las posesiones hasta
ESPUÉS de los términos del Priorato tal como conti-
la Orden nuó hasta los tiempos postreros (4); siendo
benita, notable que en esta Real carta se apellida
merece ya á la casa «monasterio Sanctae Ma-
por su an- ri ae Scale Dei de ordine Cartusiensi.»
tigüedad Su hijo, el Canqnistador, en 1218, tam-
el siguien- bién ratifica á favor del mismo monasterio
te lugar ia las donaciones y privilegios procedentes
Cartusia- del abuelo y del padre, acrecentándolas
n a , pues con la cesión del lugar llamado la More-
d a t a de ra (5).
1086. De Otros reyes, ya de Aragón, ya de toda
ella poseía Cataluña dos casas, por cierto España, complacieron su piedad con nue-
muy notables, la de Scala Dei y la de vas larguezas en favor de esta. Cartu-
Montalegre. La primera, de la cual trata ja: Don Martín personalmente la visitó
el presente artículo, fué fundada por muchas veces; y el gran Don Felipe II,
Alfonso el Casto, hijo de Ramón Beren- además de las mercedes dispensadas,
guer IV y de Petronila de Aragón. Ena- hospedóse en ella con toda su casa, asistió
morado aquel Rey de las virtudes que en el coro á tercia, Misa conventual, vís-
brillaban en el entonces novel, pero peras y á los maitines de Pascua de Re-
siempre austero y santo, instituto cartu- surrección de 1561, y comió con los mon-
siano, escribió al Padre Generalísimo, jes en el refectorio (6). El archivero de
Prior de la Gran Cartuja de Grenoble, esta casa guardaba numerosas Cartas
proponiéndole la fundación, para la cual Reales de todos los siglos desde la época
ahincadamente le pidió el envío de reli- del fundador hasta los tiempos moder-
giosos. El superior, á la sazón D. Basilio, nos (7), las cuales certificaban del cari-
muy notable en la Orden y uno de sus ñoso afecto que á ella profesaron nuestros
creadores, accedió á la petición, mandan- católicos monarcas, quienes, si por un
do siete monjes de insigne santidad á lado le concedían tierras y privilegios,
Barcelona, donde entonces, año de 1163, por otro le pedían oraciones y súplicas
se hallaba el Monarca (1). A seguida éste aceptables al Señor.
les cedió terreno en las vertientes del ya Y no sin fundamento; que la relevante
entonces apellidado Monsant, en la parte santidad de la Cartuja no podía dejar de
occidental de la provincia de Tarrago- ser parte, y poderosa, para lograr del
na (2), y además los capitales necesarios trono de Dios cuanto fuese conveniente,
para la edificación de un monasterio de ya que la penitencia y mortificación, tan-
doce celdas y de las dependencias ú ofici- to del cuerpo cuanto del espíritu, llegaron
nas necesarias; con lo que se levantó el allí á grado increíble, al par que la men-
primer cuerpo de edificio, dedicándose la te y la oración vocal del monje continua-
iglesia al misterio de la Asunción de la mente se elevaron como leve incienso
Virgen (3). D. Pedro II el Católico, en hasta los pies del Señor.
1203 ratificó la donación de su antecesor, El cartujo, bajo tosquísimos y burdos
sayal y camisa, ambos de lana blanca,
NOTA.—La inicial de este capitulo procede de un libro oculta siempre sobre su pecho y espalda,
•de coro del convento de Trinitarios calzados de Barcelona.
(1) D . José de Valles. Primer instituto de la Sagrada
Religión de la Cartnxa. Barcelona, 1792. Págs. 19 y 20. (-1) Villanueva. Obra citada. Tomo XX, págs. 157 y 263.
(2) D . Jaime Villanueva. Viaje literario á las iglesias (5) Villanueva. Obra citada. Tomo XX, pág. 264.
de España. Tomo XX, págs. 157 y 262. (6) D . José de Vallés. Obra citada, págs. 26, 27 y 28.
(3) D. José de Valles. Obra citada, pág. 20. (7) D . José de Vallés. Obra citada, págs. 26, 27 y 2H.
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á raíz de sus carnes, un ancho cilicio de efecto del nunca cambiar (5). Al ingrato
crines entretejidas y áspera cuerda, lla- sueño de tan fementido lecho y á rom-
mada lumbarium, ceñida al cuerpo, con- perlo a su mitad, nunca el hombre se
tinuos y punzantes aguijones del santo acostumbraba, según me lo aseguró quien
que los usa (1). De algunos oí contar, por nueve continuos años lo había prac-
por quien lo vio y tocó, que, ni aun por ticado (6). Como el cartujo dormía ves-
razón de las llagas que este tormento les tido, prescindía de sábanas y de todo
abriera, consintieron en despojarse de tocador que no fuera el agua para la
él (2). Al sayal de muy tosca lana blanca limpieza conveniente; lo que facilitaba
ciñe gruesa correa del mismo color, y la puntualidad en los actos del levan-
por encima de todo y formado de la tela tarse (7).
•de aquel, corre anchísimo escapulario, lla- El alimento del cartujo es siempre cua-
mado cogulla, muy parecido á la casulla dragesimal, ó de vigilia, tanto en el mo-
de pasadas edades, sólo que la parte de- nasterio cuanto fuera de él, así en salud
lantera y la trasera, en los profesos, van como en enfermedad, y hasta en el mismo
entre sj unidas á la altura de la rodilla trance de la muerte; y durante el advien-
por holgada franja, de nombre traba. to, cuaresma y ayunos de la Iglesia el
Defienden los pies, en casa, vastos zapa- cartujo aumenta la penitencia con la pri-
tos; fuera de ella, toscas alpargatas, su- vación de lacticinios (8): rígidas obser-
jetadas, no por una cinta, sino por un vancias que obligan al monje bajo seve-
cordel; al paso que la cabeza, afeitada rísimas penas, hasta de excomunión. En
por todos lados, conserva sólo un estre- todas las semanas, salvo el caso de dis-
chísimo cerquillo á su derredor (3). El pensa del superior, se observa un día de
lego se distingue del sacerdote en tres rigurosa abstinencia á pan y agua; y los
puntos, á saber: que afeita toda su ca- ayunos empiezan en la fiesta de la Santa
beza y conserva la barba, que la parte Cruz, 14 de septiembre, para no terminar
inferior de su escapulario termina por hasta Pascua de Resurrección, practicán-
línea arqueada y que no tiene traba (4). dose con tal rigor que en ellos no hay
El solo aspecto del cartujo edifica y vale desayuno, y la colación consiste enfrus-
por un sermón, como por mis propios tulum pañis ne potus noceat, esto es, en
ojos lo pude observar cuando en 1881 un pedazo de pan para que la bebida n o
acudí á cierta cartuja en busca de un re- dañe. Y nota bien que sin mentir podría-
nombrado monje de Scala Dei, del cual mos casi asegurar que el ayuno es conti-
tendré adelante harta ocasión de hablar. nuo todo el año, y a que la única diferen-
La cama, desprovista de todo colchón, cia entre las refacciones del día de ayuno
mejor que tal, era un estante de armario y las de los libres consiste en el aumento
empotrado en la pared, cubierto de paja de un par de huevos, ó cosa equivalente,
sujetada por un recio paño clavado por en la cena, teniendo prohibido el monje
todos lados en las tablas de él; paja y en todo día el desayuno y cualquier otro
paño que no experimentaba el menor alimento fuera de las refacciones ordi-
cambio desde el día de la entrada del narias.
monje hasta el de su muerte, como no De insoportables graduará cualquiera
fuera el de convertirse en piedra por tantas y tan grandes abstinencias hasta
aquí apuntadas, y, sin embargo, distan
mucho de ocupar el primer lugar entre
(1) Relación verbal que me hizo el cartujo D . Mariano
Miret, Pbro., en Gracia en 11 de febrero de 1881.
(2) Me lo dijo el cartujo D . Bruno Vila en Gracia á los (5) Me lo describieron asi los monjes Miret y Vila, y
18 de febrero de 1881. el empleado de Scala Dei D . Juan Pàmies.
(3) Todo el traje lo describió D . Mariano Miret, a r r i b a (6) Noticia del ya citado monje D. Mariano Miret.
citado. (7) Relación ya citada de D . Mariano Miret.
(4) Me lo explicó un dependiente de Montalegre. (8) Relación y a citada de D . Mariano Miret.
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las que santifican al cartujo, que siempre litúrgicas, incellare, y al monje incella-
los aguijones del espíritu causaron más tus, cual si la celda viniera á ser una
agudo tormento y pidieron más virtud como cualidad del cenobita (5). Y en esto
que los del cuerpo. E n la Cartuja se guar- dichos escritos guardan perfecta concor-
da perpetuo silencio. Toda afición parle- dancia con el fin de la Orden, el cual, se-
ra, toda expansión de entusiasmo, toda gún ellos mismos, propositum nostrum
manifestación de tristeza, toda curiosi- est vacare silentio et solitudini (6). Sólo
dad, aún legítima, toda abertura del dos ratos á la semana, en la tarde del
alma queda allí cohibida y cortada por la lunes y del jueves, el monje desataba su
ley del completo silencio. El monje recita lengua, saliendo á paseo en Comuni-
gran parte de su rezo, solo, en su celda, dad (7). En estos días tomaba cada uno su
ante un altar allí levantado, y come en báculo, y hecha de rodillas breve oración
reducido comedor de su celda, adonde ante la imagen de la portería, todos cru-
llegan los rústicos platos, no por mano zaban en dos grupos, el de los jóvenes
de servidores más ó menos expuestos á presidido por el Padre Maestro de novi-
charlar, sino por estrecha ventanilla tan cios, y el de los provectos bajo el Vica-
seca y callada como las paredes y tablas rio (8), el umbral para pasear por los
que la forman. Y si en los domingos y bosques ó campos vecinos, no sin sazonar
días llamados solemnes acude al común los jóvenes la conversación con un rato
refectorio, sazona la comida, guardando de lectura espiritual, que á la mitad del
silencio, con el canto severo, no lectura, paseo, y sentados todos á la redonda de
de un libro espiritual (1). Solázase regan- un lector, hacía éste en alta voz (9). Los
do solo y cuidando su jardincito, ó traba- ancianos, una vez salidos, se disgregaban
jando manualmente en el pequeño come- en grupos menores. Todos los domingos
dor de su habitación, trabajo que gene- la Comunidad se aduna en Capítulo de
ralmente consistía en tornear ó montar culpas, y en esta reunión, como en todas
rosarios (2). Pide por escrito, por medio las demás, el único idioma admitido es el
de tablillas que cuelga de la puerta de su latín. Allí, públicamente y de rodillas á
vivienda, cuanto de alimentos necesi- los pies del Superior, el monje se acusa y
ta (3). Si en un corredor ó pasillo topa con pide perdón de una de tres faltas, á saber:
otro monje ó por acaso con algún antiguo de haber roto el silencio, de haber llega-
amigo secular, de larga fecha no visto, do tarde A los maitines y de haber salido
no quebranta el silencio ni aun para el de la celda. Dicha su culpa, recibe peni-
saludo, el cual practica con una inclina- tencia y perdón (10). Nunca mujer alguna
ción de cabeza (4). Solo y vivo pasa los puso los pies más adentro de la portería,
años sepultado en su celda, ignorando adonde, si el viaje y la hora lo pedían, se
cuanto ocurre por defuera, y de todos le llevaba la comida, y ésta también cua-
ignorado. De tal modo, al destinar á una dragesimal, pues en las cartujas nadie
celda un determinado novicio, quedaba come carne (11). Nunca el monje entró en
éste unido y como cosido á ella, que los casas particulares ni aun para guarecer-
escritos de la Orden, p a r a expresar en se de imprevista lluvia ó tempestad, en
modo propio la idea, inventaron un ver- cuyo caso, con grande edificación de los
bo, llamando al acto, que p a r a mayor
solemnidad va revestido de ceremonias
(ó) Villanueva. Obra citada. Tomo XX, pág. B9t
(6) Relación y a citada de D. Mariano Mirct.
(7) Relaciones de D. Bruno Vila y de D . Buenaventura
(1) Relación y a citada de D. Mariano Miret. Morer, cartujos.
(2) Me lo dijo D. Felipe de Alemany, monje benito. (8) Relación y a citada de D . Mariano Miret.
Además yo mismo he visto los restos de los tornos en (9) Relaciones de los monjes D. Bruno Vila, cartujo,, y
las celdas. Otros testigos. D. Felipe Alemany, benito, que visitó la Cartuja..
(3) Relación de D. Felipe de Alemany. (10) Relación y a citada de D. Mariano Miret..
(4) Me lo dijo D . Juan Pàmies, empleado de Scala Dei. (11) Relación de D . Felipe de A l e m a n y .
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pueblos vecinos que me lo contaron, ó ¿Y cómo no, si realmente la oración


paciente sufría el chaparrón, ó se abriga- vocal y mental en la Cartuja deben, con
ba del sagrado techo de alguna iglesia ó justicia, calificarse de laus perennis? En
ermita, ó á lo más de una cueva ó pórtico cuya comprobación, y aun con peligro de
común. A este propósito, el hijo de uno aburrir á quien leyere, voy á relatar de-
de los procuradores de Montalegre me talladamente aquí las ocupaciones y ho-
contó, que cuando algún lego, por razón rario de aquellas casas. A las once y
de algún recado del Superior, iba á su minutos de la noche pasaba un lego poi-
casa, ni aun en este caso entraba, sino cada una de las celdas, y sin penetrar en
que llamaba á la puerta al procurador, ella, daba con una pequeña maza un gol-
y allí les comunicaba el recado, y luego pe en la puerta, al tiempo que por un
se marchaba (1). Hasta la predicación y agujero de angulosa dirección en la pa-
el confesonario tenía prohibidos el cartu- red, introducía, sin ver ni ser visto, luz
jo, destinándose sólo uno ó dos Padres en la celda. A esta señal, el monje con
para el último de estos ministerios (2). una palmada cercioraba al lego de haber
Este encellamiento del cartujo explica despertado (3). Allí mismo aquél reza-
la forma especial de sus monasterios, más ba maitines y laudes del Oficio de la
parecida á ordenado campamento de Virgen. Unos días antes y otros, á las
grandes tiendas, que á elevado edificio doce y media, la Comunidad entraba en
monacal; porque, ocupando cada uno su el coro, y al hacerlo, cada monje daba
casita de solos bajos, redúcese el monas- una campanada con la campana de la
terio, salva la iglesia y demás dependen- torre (4). Cantábanse entonces en verda-
cias comunes, á algunas hileras de peque- dero canto gregoriano y seguidos de los
ñas, y en forma y dimensiones iguales, laudes de difuntos, los maitines y laudes
viviendas alineadas alrededor de exten- del Oficio divino, el cual en la Cartuja se
sos claustros, cuyos corredores quedan extiende mucho más que el romano, has-
formados en sus lados exteriores por los ta el punto de tener los maitines muchos
frontis de estas mismas celdas ó casas, y días doce lecciones, alargándose este acto
en los interiores por las columnas y ar- unas veces hasta cerca de tres horas, y
cos, tras los cuales cae el patio ó jardín. otras dos. Todo el rezo del coro, exceptua-
En el centro de uno de estos claustros, do sólo el Oficio de difuntos, se cantaba, y
cuatro líneas de cipreses indican allí el con notas abundantes; nunca pasaba se-
cementerio, perpetuo despertador de la mitonado ó recitado (5). Vuelto á s u celda
idea de la muerte en mentes que, sujetas el monje, rezaba allí prima de la Virgen
por un lado á no interrumpido silencio, y y leía, sin celebrarla, la Misa de la Vir-
por otro sumidas en continuas lecturas y gen llamada Salve Sancta Parens, re-
meditaciones espirituales, no pueden me- cuerdo de antiguos tiempos en que el
nos que vivir como ángeles, es decir, cartujo celebraba r a r a s veces, y suplía
olvidadas de la tierra y sólo suspirando con la lectura la falta de la celebración.
por el cielo. Así por mí mismo lo vi com- Luego tendíase de nuevo en la dura cama,
probado al ojo cuando en 1881, visitando de la que otra vez le hacía levantar el
cierta cartuja española, noté que el an- primer toque de las seis menos cuarto,
ciano Padre que me acompañaba, catalán para, al segundo, que sonaba á las seis,
por más señas y de Scala Dei, dejaba rezar en la celda prima canónica, ó ma-
caer dos dulces y piadosas lágrimas cada yor, y tercia de la Virgen. A las seis y
vez que hablaba de su amado Dios.
(3) Relación de D. Mariano Miret, cartujo. Además yo
mismo vi estos agujeros.
(1) Relación del dicho hijo del procurador llamado don (4¡ Me lo han contado los pueblos vecinos á Montalegre.
Andrés Roca. que oían las campanadas.
(2) Relación del cartujo D . Mariano Miret. (5) Relación del cartujo D. Mariano Miret.
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media, rezado el Ángelus, acudían al también, al confesarse, penitente y confe-


Capitulólos confesores, y los monjes que sor permanecían arrodillados, aquél di-
deseaban confesarse lo practicaban, p a r a ferenciándose de éste sólo en llevar su
concurrir á las siete todos á la iglesia á la cabeza cubierta por el capuz (3). Muchas
Misa conventual. Finida ésta, todos simul- ceremonias en la Cartuja difieren de las
táneamente celebraban la baja, cada uno del clero secular: sólo un sacerdote cele-
en oratorio separado, con la circunstan- bra sin diácono ni subdiácono la Misa
cia de que el monje al revestirse los orna- conventual, asistido de un ministro ma-
mentos sagrados rezaba, alternando con yor, revestido de cogulla especial, llama-
el ministro, tercia mayor, y al despojarse da eclesiástica, y estola para el canto del
de ellos, sexta de la Virgen. De nueve á Evangelio (4). Guárdanse en todo el culto
diez, la hora entera se empleaba en me- pausa y solemnidad extraordinarias (5),
ditación, en la celda. A las diez, sexta regulándose la marcha del rezo por un
mayor y nona de la Virgen, seguidas de reloj de arena, colocado en el coro. Y
un cuarto de lectura espiritual y trabajo observábase tal uniformidad en los movi-
manual hasta las once, en que, dicha mientos del numeroso coro, que, á no
nona mayor, el monje se desayunaba y acompañarla la competente gravedad,
comía a la vez. Media hora después de las pareciera ejercicio militar, uniformidad
dos de la tarde recitábanse en la celda guardada no sólo en los actos del culto,
vísperas de la Virgen, y luego en el coro sino en todos los demás comunes. Así me
se cantaban las canónicas, ó mayores, con lo testificó quien por años vivió en Scala
los maitines de difuntos; después de lo que Dei (6).
quedaba un rato para recreo ó solaz en el Cada año el monasterio daba al monje
jardín. D e cinco á seis nueva oración un sayal, ó cota, y un par de zapatos
mental; luego dobles completas en la cel- nuevos, y no más; de modo que, de estro-
da, y después colación ó cena, gastando pearse, no quedaba más recurso que su-
el tiempo siguiente hasta las ocho en es- plir con remiendos la falta de otros (7).
tudio y examen de conciencia. Este hora- Respecto de las demás prendas, el día
rio, que se observaba en los días labora- de San Juan el cartujo indicaba por es-
bles, no ofrecía en los festivos más que crito las que exigían renovación, y en
dos variaciones, esto es, la de cantarse el de Todos los Santos dejaba las usadas
en el coro casi todos los oficios ó rezos y recibía las nuevas (8). Suplía á la toalla
en los otros recitados en la celda, y la de un paño de cocina, eran bastos y de color
preceder á la Misa mayor la celebración los platos, de palo los cubiertos, los vasos
de las bajas en lugar de seguirla como en y botellas de vidrio verde: todo pobre y
los primeros (1). miserable, y aún tenía que pedirse al Su-
En tantos y tan prolijos rezos, canóni- perior por caridad. Las cartas iban á éste,
co, de la Virgen y de difuntos, el cartujo, quien las abría y pasaba al monje, ó las
sea en l a silla del coro, sea en la que en retenía, según su parecer. La pobreza
la celda se levantaba fronteriza á su al- reinaba como señora absoluta entre los
tar, observaba mil rúbricas, como incli- monjes, quienes ni una estampita podían
naciones de cabeza, cruces, genuflexiones poseer, ni regalar una naranja, y llega-
y besos al suelo, y al llegar al altar antes ban á perder la memoria del valor de las
de la Misa, y antes de partir al acabarla, monedas en curso, incurriendo en exco-
se postraba, tendiéndose en el suelo en
expresión de profunda humildad (2). Así (3) Relación de D . Mariano Miret.
(4) Relación de D. Mariano Miret.
(5) Relación de D . Felipe de Alemany.
(1) Relación del cartujo de Scala DeiX).Buenaventura (6) Relación de D . Buenaventura Morer.
Morer. (7) Relación de D. Mariano Miret.
(2) L o de las postraciones lo oímos contar á nuestros (8) Relación de D. Juan Pàmies, empleado de Scala
abuelos y personas que lo vieron. Dei. Me la hizo en Borjas de Urgel á los X de julio de 1890.
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munión el que se atreviese á poseer un tos los que ha dado, que pudiera llenar
tanto fijo, por cierto de poca monta. Tam- muchas crónicas de sus vidas y mila-
bién imperaba allí la más completa igual- gros» (3). Por aquí se comprende el pro-
dad, desconociéndose por entero los nom- fundo respeto y devoción de nuestros
bres de nobles y plebeyos, de jóvenes y padres hacia las cartujas, respeto y devo-
viejos, de exentos y jubilados. Nadie ve- ción que furtivamente se clarea mil veces
nía dispensado de nada, ni aun el Supe- en la boca de los mismos perseguidores
rior, que en todo acto marchaba el pri- y enemigos.
mero, y aun cada año tenía obligación Quizá no falte fanático liberal que, lle-
de pedir misericordia al Padre General, vado por sistema á la impugnación de
esto es, de pedir su exoneración; lo que cuanto el Catolicismo creó, intente que-
en gran manera facilitaba á éste los nom- brantar nuestra afirmación, sacando á
bramientos (1). plaza las abundantes riquezas de las car-
Y lo que es más, tal tenor y método tujas catalanas, y recordando que la
de vida, salvas las ligeras faltas inhe- abundancia suele, según enseña la expe-
rentes á la flaqueza h u m a n a , siempre riencia, engendrar disipación. Mas á tan
allí perseveró, resistiendo al impondera- especioso recuerdo nosotros opondría-
ble poder de los tiempos, que como roe- mos una enseñanza cristiana, no de los
dora polilla, vivificada al calor de la tiempos que corremos, sino de los primi-
natural tendencia del corazón humano, tivos, del siglo ni, de Clemente Alejan-
desmocha y al fin barrena las institucio- drino, quien, proponiéndose la cuestión
nes más duras y severas. La Cartuja no sobre si el rico puede salvarse, decide ser
ha conocido reforma, pues con las reglas cierta la afirmativa, y hasta que las ri-
con que la montaron San Bruno y los quezas por su buen uso se convierten en
demás Padres generales, que en el siglo xi peldaños de la escalera celestial. Tales
le fueron dando el ser, con las mismas la las hicieron las cartujas, pues viviendo
halló por su dicha el nefasto 1835, y así el monje en extremada pobreza, no las
brilla hoy como estrella en el cielo de la empleó en su regalo, sino en el servicio
Iglesia católica. En Scala Dei, poco antes del Señor, sea en el esplendor del culto,
de la exclaustración, como, en momentos sea en el socorro del menesteroso.
de peligro, dos padres cruzasen contadas La cartuja de Scala Dei gozó grandes
palabras sobre los temores del día, tuvie- posesiones y rentas. Ocultábase en un
ron que sufrir severa reprensión del Su- seno del Montsant, inmenso y elevadí-
perior, dada en el Capítulo (2), prueba de simo monte, entonces poblado de bos-
observancia. Esta nos consta de boca de ques, y cuya extensión forma un cuadro
tres muy ancianos monjes que en la Car- de unos siete kilómetros de lado. Los
tuja han vivido muchos años, por el tes- frondosos bosques que rodeaban al mo-
timonio de íntimos servidores de estos nasterio eran de su propiedad, los cuales,
monasterios, por la voz y veneración por el lado inferior, se alargaban hasta
unánime de las tierras en que las cartujas media hora, ó sea hasta el Tancat, y esta-
estuvieron asentadas y por la admiración ban poblados de enormes árboles, entre
y elogios nada sospechosos de los indivi- los cuales descollaban elevadísimos pinos.
duos de otras órdenes. Por aquí se explica El pianito ó rellano, que de la Conrería
por qué el historiador de Scala Dei, el separa la entrada del monasterio forman-
canónigo D. José de Valles, llame «semi- do su antesala, ostentaba tales encinas,
nario de santos, que han sido tales y tan- que, para abrazar su tronco, exigieran
una cuerda de diez hombres. Así en el
cenobio, la imponente quietud propia de
(1) Relación del cartujo D. Mariano Miret.
(2) Relación de D. Buenaventura Morer, cartujo de
Scala Dei. (3) Obra citada, pág. 18.
CARTUJOS 203

las cartujas, venía arrullada sólo por el ru- tierra de 8 mojadas, de nombre Font
mor de la arboleda agitada del viento (1). Oriols (5).
Además en las faldas del mismo Mont- En Barcelona y calle de Raurich, tres
sant poseía el monasterio muchas viñas. casas, señaladas en 1821 con los números
Bajando de éste para el Priorato, y á 9 y 10 una, y 11 y 12 las restantes (6).
500 pasos de él, tenía la casa de procura- En Tarragona, cerca del palacio arzo-
ción, ó Conrería, á cuyo frente estaba el bispal, la casa-procura, dotada de huerto
padre Conrehuer ó Conrer, y albergaba y agua, y una segunda pequeña, frente de
artífices de toda clase, como agriculto- la Catedral (7).
res, mozos de muías, carpinteros, herre- Otra casa-procura en Reus, situada en
ros, sastres, albañiles, etc. el arrabal de San Pedro (8).
Vecina á la anterior heredad, el Tancat En Lérida una tercera casa de procu-
y a nombrado, preciosa casa de campo, ración, situada en la plaza, parroquia de
en la que, bajo el mando de un lego, ha- San Juan, señalada en 1821 con el nú-
bitaban de cincuenta á sesenta mozos de mero 77. Otra casa sita á espaldas de la
labranza. misma parroquia; y una tercera casa en
L a granja de San Blas, gran patrimo- la calle del Castillo, con ocho puertas, de
nio situado á pocos kilómetros agua abajo. las que cinco daban á la nombrada calle
Toda la gran comarca, antes poblada y tres á la travesía Sagarra (9).
de bosque, llamada del prior de Scala En el pueblo de Torreveces, de la pro-
Dei el Priorato, compuesta de los pue- vincia de Lérida, tenía el monasterio una
blos de Porrera, Poboleda, L a Morera, casa llamada Castell; un molino con su
Torroja, Gratallops y Vilella alta, estaba huerto; una pieza de tierra conocida por
bajo el dominio directo de la cartuja, que la Tortosa, de 7 jornales; una segunda
de ella cobraba como censo el diezmo de pieza, de nombre la Viña del monasterio,
los frutos. de 25 jornales; una tercera apellidada la
En el pueblo de Castelldasens, en Ur- Jota, de 8 jornales, y una cuarta llamada
gel, poseía una casa con tres ó cuatro- Boseres, de 3 jornales (10), y además el
cientas cuarteras de sembradura, que ve- diezmo (11).
nían á formar casi todo el terreno del En Tortosa poseía una casa en la calle
término (2). del Ángel (12).
En Viladecans, y comarca llamada En el término de Lérida tenía el térmi-
África, una casa de campo con g r a n no rural de Torrevivera con su casa para
corral y 25 mojadas de tierra, de ellas 14 los pastores y corrales (13).
cultivadas y las restantes incultas (3). En el término de Valls poseía una pieza
E n el llano de Barcelona, entre Sans y de tierra, parte de sembradura, parte de
las Corts, una gran casa llamada Torre
con huerta de regadío y un campo de 4 (5) Anuncio de la subasta por el Estado, inserto en el
Diario de Barcelona del jueves 24 de mayo de 1821.
mojadas y media (4). (6) Anuncio de la subasta por el Estado en el Diario de
E n el término de Port otra pieza de Barcelona del 23 de abril de 1821.—Suplemento d la Ga-
ceta de Madrid del 8 de abril de 1821, pág. 488.
(7) Anuncio de la subasta por el Estado en el Diario de
Barcelona del 23 de abril de 1821.
(1) Debo estas noticias del bosque á un aldeano anciano (8) Anuncio de la subasta por el Estado en el Diario de
de Poboleda que lo vio, y me lo contó acompañándome de Barcelona del 21 de febrero de 1821.
esta villa á la Cartuja el día 13 de junio de 1894. (9) Anuncio de la subasta inserto en la Gaceta del Go-
8) Relación de D. Juan Pàmies, dependiente del P a d r e bierno del 17 de marzo de 1821, pág. 358.
Procurador.—L'Excursionista. Vol. II, p á g . 551. (10) Anuncio de la subasta. Suplemento d la Gaceta de
(3) Anuncio de la subasta por el Estado, según se lee Madrid de 1.° de mayo de 1821, pág. 622.
en el Diario de Barcelona del viernes 15 de julio de 1821. (11) Relación de D. Juan Pàmies, y a citada.
E s c r i t u r a de reconocimiento por el Estado ante D. Manuel (12) Anuncio de la subasta inserto en la Gaceta del Go-
Clavillart, notario de Hacienda, de 16 de diciembre de 1845. bierno del 13 de marzo de 1821, pág. 337.
(4) Anuncio de la subasta por el Estado, según se lee (13) Anuncio de la subasta inserto en el Suplemento d
en el Diario de Barcelona del jueves 24 de m a y o de 1821. la Gaceta de Madrid del 25 de mayo de 1821, pág. 770.
204 CAPÍTULO SEGUNDO

riego, de 5 jornales y medio de cabida, lejos de ser exigente con sus colonos,
con su casa en ella (1). procuraba con caridad y trazas, propias
Tampoco le faltaba á tan rico cenobio de propietarios monacales y en ellos muy
su buena casa procura, ó de procuración, usadas, favorecerles en modo extraordi-
en Barcelona, hoy aun en pie, y poseída nario. Y cuenta que esto lo tengo nada
por la Real Academia de Medicina y Ci- menos que de boca de la hija del colono
rugía, situada en la calle de Baños Nue- de la granja de San Blas, al cual el P a d r e
vos, número 9 (2). Su piso principal con- conrehuer manifestaba, no sólo con pa-
serva intacto el hermoso oratorio con su labras, sino con su generoso proceder,
retablo barroco blanco y dorado, su Vir- cuanto deseaba verle rico (6).
gen de la Merced en el nicho mayor, sus La explicación de que tan no despre-
otras imágenes de santos cartujos, su ciable cantidad de entradas hallara hol-
cupulita con frescos, y sus demás ador- gado desaguadero, capaz de secar todo
nos y pinturas (3). remanente, hállase tanto en el crecido
Entre monjes, legos, artífices y depen- número de hombres que el monasterio y
dientes del monasterio, Conrería y Tan- sus dependencias albergaban, cuanto, y
cat, el pueblo de La Morera, en cuyo tér- principalmente, en las abundantísimas
mino radicaban estos edificios, albergaba limosnas, que á manos llenas repartía.
çn ellos unos doscientos cincuenta de sus El periódico fuertemente liberal El Va-
vecinos (4). En la Conrería vivía un Pa- por del miércoles 13 de mayo de 1835 (7),
dre que reunía los empleos de procurador en un comunicado escrito desde Falset, á
y de conrehuer ó cultivador. Por razón lo que se ve por persona muy enterada
de éste corría de su cargo la dirección de los asuntos de la cartuja, escribía que
de la labranza de las muchas tierras que sus limonas semanales y mensuales im-
el monasterio cultivaba por sí, ó sea sin portaban al año 2.360 duros y 36.500 pa-
intermedio de arrendatarios; y por el de nes, amén de otros donativos que allí
procurador administraba las demás ren- detalla. Concuerda este testimonio con
tas y gastos. Todos los años los dos pri- los de numerosísimos testigos que me
meros superiores de la cartuja bajaban á añadieron los siguientes datos.
la Conrería, donde durante tres días to- Los pueblos del Priorato formaban una
maban cuentas á dicho procurador y con- lista de sus pobres, en vista de la cual
rehuer; quien en momentos de expansión el monasterio, con las ropas usadas de
con su criado de confianza solía, poco sus monjes y con telas nuevas, fabri-
antes de la exclaustración, decirle que caba gran acopio de prendas de ves-
las entradas todos los años ascendían de tir, citando á los menesterosos para el
30.000 á 31.000 libras y á otro tanto las día de Todos los Santos en la Conrería.
salidas, ó sea de 16.000 á 16.500 duros (5). El servidor de confianza, arriba ya men-
Y reunía el monasterio esta para aquellos tado, y de cuya boca lo oí, bajaba á la
tiempos crecidísima renta, á pesar de puerta y repartía la ropa. Los sábados
que la mayor parte de sus tierras sólo acudía allá un comisionado de cada pue-
producían bosques, y á pesar de que, blo de la misma comarca Priorato, y en
una bestia de carga, que para esto él
(1) Anuncio de la subasta en el Suplemento á la Gaceta mismo se traía, llevábase las limosnas
de Madrid del 25 de mayo de 1821, pág. 770. para los pobres de su población. Con sólo
(2) Archivo municipal de Barcelona. Acuerdos de 1821,
sesión del 16 de abril. Acuerdos del año 1824, sesión del 16 la exhibición de un certificado de pobreza
de marzo. librado por el respectivo párroco, el mo-
(3) Yo mismo he visitado esta capilla ú oratorio, y des-
cribo lo que vi.
(4) Diccionario geográfico universal. Barcelona, 1832.
P a l a b r a «Morera». (6) Relación hecha en Barcelona á los 23 de enero de
(o) Relación de D. Juan Pàmies, ó sea del mismo depen- 1890, ratificada v a r i a s veces.
diente de confianza del P . Procurador. (7) Hállase este comunicado en la pág;. 3, columnas 2 y 3.
CARTUJOS 205

nasterio pagaba la lactancia de los hijos tierra agota en socorro de los necesitados
de cuantas mujeres no podían efectuarlo los fondos de las arcas del monasterio, y
por sí mismas (1). Permitíase á los pobres aun crea un fuerte censo para con su
recoger la leña caída del bosque; repar- capital continuar la limosna (5); y los de
tíase diariamente la sopa y el p a n ; no se otros. Cuenta también visiones celestiales
negaba la dote á ninguna joven pobre, y favores portentosos del Omnipotente,
fuese para el matrimonio, fuese para el tales como los recibidos por D. Juan
claustro; enviábanse abundantes donati- Bertrán, Fr. Guillermo Raimundo, don
vos á la Casa de Caridad de Barcelona; Luis Telm y sobre todo D. Juan Fort (6).
en una palabra, toda necesidad curable En unos monjes señala, extraordinarios
por dinero hallaba allí pronto remedio, talentos y escritos de gran utilidad á las
dejando satisfecho al pobre por medio ciencias teológicas, tal como en D. Juan
de la pobreza del monje. Por donde, y Valero (7); reconoce en otros, tal como
volviendo á 1o de antes, queda patente en los priores Maestro Randulfo (8) y el
que ni la abundancia de los bienes citado D. Juan Ros (9), relevantes favo-
terrenales pudo desmochar ni apocar res á la Iglesia y al Estado; y conmemora
la de los celestiales, ni corromper el otros muchos varones eximios, cuya re-
corazón de aquellos cenobitas, ya que seña por prolija repugnaría á la índole
supieron emplearlos en acrecentamiento y condición del presente escrito. Consi-
de la gloria de Dios (2). dero, no obstante, imposible tratar de
Tanta austeridad en la regla y tan Scala Dei y dejar de mentar siquiera en
extricta observancia de ella no podía dos palabras algunos de los muchos por-
menos de producir en los monjes opimos tentos de la santidad de D. Juan Fort.
frutos de virtudes excelentes y elevada Jovencito estudiante en la universidad
santidad, y en los extraños grande afecto de Lérida, vióse aquejado de tan grave
y devoción. Por esto el historiador de enfermedad, que los médicos le desahu-
la casa, y a citado, D. José de Valles, Ar- ciaron, fijando ya los días que á su ver
cediano canónigo de Tarragona, en su le quedaban de vida. Desengañado de la
historia del mismo cenobio, titulada: Pri- caduca presente, se enderezó con un com-
mer Instituto de la Sagrada Religión pañero á Scala Dei, y ambos pidieron el
de la Cartuja, dedica un extensísimo hábito; el cual, si fácilmente fué conce-
capítulo á los « Claros varones que flore- dido al último, fué, por la falta de salud,
cieron en santidad en la Real Casa de negado naturalmente al primero. Pero
Scala Dei del Orden de la Cartuja » (3); y por visión celestial avisado un monje,
en ella n a r r a la vida y hechos de hasta reunióse de nuevo el Capítulo y revocó
cincuenta y siete, reseñando muchos he- la anterior negativa. Incellado Fort, lle-
roicos actos de virtud. Recuerda allí el vó á grado heroico todas las virtudes,
de D. Miguel Sabater, quien da las brillando por su pureza angelical, su ca-
gracias á Dios y al Padre Prior porque, ridad insaciable, su mortificación com-
destinándole á la administración de sa- pleta, y su obediencia y observancia
cramentos á los apestados, podrá morir aledañas del absurdo; tales que, un día,
por la obediencia (4); el de D. Juan gozando de la presencia de la Virgen
Ros, que en época de gran miseria de la Santísima en su celda, abandonóla súbi-
tamente por cumplir con aquellas virtu-
(1) Relación y a citada de D. Juan Pàmies. des al oir el toque de la campana que le
(2) Relación del citado D. Juan Pàmies y de muchos
otros que atestiguan las abundantes limosnas.—L'Excur-
sionista, vol. II, pág. 551, escribe: •> Ademes cuidaban (los (5) P á g . 49.
monjes) de mantenir ais pobres dels pobles de son do- (6) Págs. 36,126 y 164.
mini.» (7) P á g . 81.
(3) Págs. 33 y siguientes. (8) P á g . 34.
(1) P á g . 41. (9) P á g . 46.
206 CAPÍTULO SEGUNDO

llamaba al coro (1). Desde entonces las Vencido de los ruegos y de la caridad
apariciones con que le regaló la Madre el santo varón, subiendo á la celda del
de Dios fueron continuas, y en muchos P. Prior á pedirle por el preso, pasando
tiempos diarias (2), consolándole unas por delante de un crucifijo, que está en
veces, otras acompañándole en el rezo, el pórtico de la iglesia, donde yo muchas
y otras conversando con él ha&ta conce- veces he dicho Misa, inclinándosele para
derle familiaridad (3). También le apare- hacerle profunda reverencia, oyó que le
ció, no pocas y le regaló el mismo Niño dijo dos veces: Fort, Fort, no me con-
Jesús, mereciendo el monje una vez te- tenta esta caridad; y el bendito Padre al
nerle en sus brazos (4). Los Santos le punto se volvió á su celda, dejando de
concedieron parecidos favores, especial- hacer la intercesión; porque si bien (al
mente los dos Juanes, Bautista y Evan- parecer) era obra de piedad, reconoció
gelista, y Santa María Magdalena, tipos no era de la voluntad de Dios» (7).
de la austeridad el primero, y los dos Murió D. Fort en 14 de mayo de 1464.
segundos del amor ardiente (5). En retor- «Siempre se queda (como es costumbre
no del que abrasaba el corazón de Fort, en la religión de la cartuja) toda una
el cielo le concedió obrar varios prodi- noche el cuerpo difunto en la iglesia; y
gios tanto en vida como después de inhu- dos monjes (uno á cada lado) le rezan el
mado, de modo que no sé resistir á la Salterio; ceremonia que observa la orden
tentación de n a r r a r aquí tres de ellos, desde su primera fundación. Estando,
valiéndome del mismo Valles, cuyas son pues, rezando los dos monjes, se levantó
las siguientes palabras: «Subiendo de la el difunto, y se sentó en el féretro. Los
Casa inferior á la Monjía hay una cruz monjes, temerosos, se iban á toda prisa.
de piedra, que siempre que pasaba por Él los llamó, y dijo: «No temáis: la volun-
delante de ella la hacía humillación pro- tad del Señor es que vayáis en mi nom-
funda el bendito F o r t : la cruz le retornó bre al P. Prior, y le digáis, que me mande
la reverencia, y aun hasta hoy se mani- enterrar en el sepulcro de mi maestro
fiesta este admirable prodigio, mirándose D. Beltrán.» Fueron los monjes á dar
la cruz inclinada. Están concedidas á ella cuenta al Prior: el cual oyó la petición
muchas indulgencias por los Prelados que con grande devoción y gusto, y la con-
han visitado aquel santuario, y más en cedió al punto, y la mandó ejecutar.
particular de los Ilustrísimos Arzobispos «No fué acaso este suceso, sino para
de Tarragona. Muchas veces la he ado- que se manifestase le gloria de Dios;
rado y procurado ganarlas» (6). pues habiendo veinticinco años que era
«Aunque este milagroso suceso que se muerto el maestro de D. Fort el Padre
sigue no se halla escrito, es muy público D. Beltrán, después de haber cabado por
y notorio no sólo en el convento, pero un rato, se halló el cuerpo tan entero
también en sus contornos; y por la tradi- como si en aquel instante acabaran de
ción, que ha quedado, es constante lo que darle sepultura. Tratando, pues, deponer
sucedió á un vasallo de Scala Dei, que el discípulo á la mano izquierda, el Cielo
estando preso por ciertas travesuras un lo impidió, y no lo permitió el Maestro,
cuñado suyo pidió con muchas veras al porque arrimándose á la izquierda, le dio
P . D . Fort intercediese con el Padre al discípulo la mano derecha; quedando
Prior para que le librase de la cárcel. los religiosos, que (como se acostumbra)
estaban todos presentes, admirados del
portento, y calificada la grandeza y san-
(1) D . José de Valles. Obra citada, pág. 135.
(2) D. José de Valles, págs. 148, 149,132, 153.
tidad de D. Fort.
(3) D. José de Valles, pág. 146.
(4) D . José de Valles, pág. 148.
(5) D . José de Valles, págs. 152 y 161.
(6; Obra citada, pág. 154. (7) Obra citada, págs. 137 y 158.
CARTUJOS 207

«Divulgóse su felicísimo tránsito, las del siglo xviii, monjes profesos, F r . Luis
cortesías del maestro al discípulo y los Pascual Gaudin y Fr. Joaquín Juncosa, y
milagros que había obrado Dios (vivien- al Infante, Patriarca de Jerusalén, Don
do) por su intercesión, y así le invocaban Juan de Aragón, hijo tercero del rey Don
todos en sus enfermedades y trabajos, y Jaime II, primero Arzobispo de Toledo,
frecuentaban el santuario de Scala Dei, después cartujo, y por fin Arzobispo de
y con particular devoción su sepultura, y Tarragona, cuyo cuerpo aún hoy des-
obraba nuestro Señor muchas y grandes cansa en holgado y primorosísimo sarcó-
maravillas á instancia de su siervo todos fago de alabastro en el presbiterio de la
los días» (1). El Sr. Valles, de quien, Catedral de su última silla (6).
según dije, tomo las anteriores noticias, De rico plantel de hombres notables é
las bebió del archivo del monasterio, y ilustres y de santos debe con razón gra-
en casi su totalidad de una relación es- duarse nuestra querida cartuja tarraco-
crita en razón de obediencia á su director nense, relegando al olvido á cierto excur-
por el mismo D. Fort. ¡Gloria á él y á sionista (7), quien acudió al Priorato para
su monasterio! Quien obró tantos prodi- llorar sobre las ruinas de las paredes del
gios dirija mi tosca pluma, y vuelva por cenobio, ó pintar en poesía callejera las
la honra de los monjes españoles y por bellezas del país, para luego asestar unas
las Órdenes monásticas, tan perseguidas injurias, si no calumnias, á la A-eneranda
como han sido y son, y tan calumniadas memoria de los que crearon la casa y
como continúan siendo. enaltecieron la comarca, y como ángeles
En 1493 profesó en Scala Dei D. Juan mecieron sobre ella sus espíritus para
de Prunera, después arzobispo de Arles, ampararla y protegerla. Almas, las de ta-
en Francia (2). Rigió como prior este mo- les amadores de Cataluña, que nunca se
nasterio el mortificado y santo D. Luis levantan de la baja faz del suelo, olvi-
Telm, fundador y prior de la cartuja de dando y aun apocando y despreciando
Scala Coeli, en Ebora de Portugal (3). las más elevadas y puras glorias de la
Tomó el hábito en nuestra cartuja tarra- querida tierra. Aquellas construcciones
conense, aunque por graves asuntos que artísticas, aquellas posesiones magnífi-
le llamaron no pudo después profesar, cas, aquellos sabios inmortales, aquellos
D . Alfonso de Madrigal, el fecundísimo y patricios beneméritos, aquellos cenobitas
sabio Tostado, más tarde obispo de Ávi- santos brotaron de los árboles de la Reli-
la (4). El novicio D. Andrés Capilla, ves- gión católica y de la constitución monás-
tido aquí el hábito, antes de profesar tica, como las flores y los frutos brotan
trocólo por la sotana de jesuíta, llegando de sus propios tallos. Glorias catalanas
á penitenciario del P a p a ; mas vuelto impías no han existido nunca, que nunca
después á Scala Dei, profesó, dando el infierno produjo destellos celestiales.
muestras de gran austeridad. Como prior Sin la existencia de. un bien ordenado
de esta casa asistió á las Cortes de Mon- archivo en Scala Dei, careciéramos de
zón de 1585, pasando en 1587 á ocupar la las noticias apuntadas y de otras muchas,
silla episcopal de Urgel, desde donde con- que de él tomaron los A A. Databa éste de
tinuó protegiendo largamente á su mo- época muy remota, y encerraba documen-
nasterio (5). Finalmente, y omitidos otros tos y códices de subido precio. Ocupaban
nombres preclaros que ilustraron esta en él el primer lugar las concesiones de
casa, citaré á los dos eminentes pintores
(6) D. José de Valles. Obra citada, págs. de 114 á 121 —
(1) Obra citada, págs. 161 y 162. Villanueva. Obra citada. Tomo XX, pág. 160.
(2; D. José de Valles. Obra citada, pág. 121. (7) Si al leer estas líneas el autor, se cree aludido y
(3) D. José de Valles. Obra citada, págs. 169 y 170. quiere contestar, le aconsejo que se tenga la boca; pues de
(1) Villanueva. Obra citada. Tomo XX. pág. 159. no, le probaré su ignorancia con citas que cuidadosamente
(5 D. José de Valles. Obra citada, págs. 72 y siguientes. guardo.
20S CAPÍTULO SEGUNDO

tierras otorgadas en 1163 á favor de los el Virtuoso, donde se enseña la práctica


primitivos monjes fundadores por el Rey de las principales virtudes, así teologa-
Alfonso, que los llamó, y las adiciones y les como morales. ítem: Vida de Santa
confirmaciones de Don Pedro, de 1203 y Tecla. Del limo. D. Andrés Capilla, Obis-
sus próximos sucesores (1). Abundaban po de Urgel, hijo de esta casa he visto los
allí las cartas reales procedentes desde Comentarios de Isaías, impresos en 1586
los siglos más remotos de la Cartuja has- por Humberto Gotard in Cartusia Scalae
ta los tiempos modernos, por las cuales Dei. Debió ser llamado el artista para
los Reyes le concedían gracias y privile- imprimir aquí el libro bajo la dirección
gios, ó se dirigían al monasterio por otros de su autor, porque hasta ahora no cons-
motivos (2). El último guardador de estos ta de otros libros que se imprimiesen
tesoros, el monje archivero D . Franch, aquí, si bien en la historia manuscrita del
gozoso solía mostrar á los visitantes una monasterio hay memoria de haber tenido
carta escrita á uno de los siete monjes en el siglo xv imprenta propia, la cual
fundadores por su familia de Francia, en dejó en él un ilustre Abad y protonotario
la segunda mitad del siglo xn (3). Los có- apostólico que pasó por aquí antes del
dices cuidadosamente escritos y primoro- año 1491. De esto no hallo más en las me-
samente policromados eran magníficos y morias del monasterio (6).
numerosos en este archivo, colocado en »Por último diré de un códice ms. fol.
pieza proporcionada y espaciosa (4), me- que se conserva en la botica de este mo-
reciendo entre los manuscritos especial nasterio. Intitúlase Líber agregatioHum
mención el «muy grande tomo de revela- Serapionis de virtute simplicium medi-
ciones, visitas, consuelos y favores que cinar um... L o q u e sé es que está tradu-
D. Fort tuvo del cielo,» escrito de su cido al latín: que trata de las virtudes
puño (5). Villanueva á principios del si- medicinales de las plantas, cuyos dibujos
glo xix visitó este archivo, y de algunos iluminados se insertan en el texto: que en
de sus tesoros escribe lo que sigue: «En la primera plana se halla pintado el autor
el archivo he visto y copiado algunos do- con este letrero: Johannes Serapion, Ara-
cumentos buenos p a r a la colección. Tales bicus; y en la colateral se ve una figura
son los que comprenden la historia del desnuda, que á mi parecer representa la
suprimido monasterio de Bonrepós, de naturaleza, de cuya cabeza sale un árbol
que hablé en la carta pasada. ítem una frondoso, y bajo de los pies se ven las
donación del Arzobispo D. Spárago en raices con figuras de hombres que espe-
premio de los servicios que hizo el Prior culan uno y otro: al pie se halla el núme-
de esta casa, Randulfo, predicando con ro 1066, lo cual acaso indicará el tiempo
sus monjes por toda esta diócesis contra en que vivió el autor. Lo estima como
los errores de los Albigenses, de que se alhaja muy r a r a el religioso boticario
habló en su lugar. También vi allí algu- fray Salvador Vilella, sujeto mu} r versa-
nas obras manuscritas inéditas y son el do en la botánica y farmacia, de cuyos
comentario é interpretación de los libros conocimientos sé que se han servido mu-
de S. Dionisio Areopagita, hecho por el chos botánicos célebres de la nación» (7).
P . D. Jerónimo Spert, y a conocido por el Hablando de Don Juan de Aragón, dice
tratado que publicó de oratione. Del el mismo autor: «Lega en un codicilo al
P . Juan Valero hay un tratado titulado mismo monasterio su Biblia glosada, que
fué de su tio San Luis, Obispo de Tolosa.
(1) Algunas las copia íntegras Villanueva en los apén- Son once volúmenes fol. vit. escritos de
dices del tomo XX.
(2) D. José de Valles. Obra citada, págs. 25, 26 y 28.
aquel tiempo, y están bien conservados
(3) Relación ya citada de D. Buenaventura Morer.
(4) Relación de D. Buenaventura Morer.
(5) Relación de D. Buenaventura Morer, y D . José' de (6) Villanueva. Obra citada. Tomo XX, págs. 157 y 153
Valles. Obra citada, pág. 152. (7) Obra citada, págs. 165 y 166.
CARTUJADESCALADE1

Arco àe entrada.

E «irada
aeuealudo.
CARTUJOS 209

en la celda prioral» (1). El donador de tan agreste monte un hondo valle, pintoresco
rico códice prohibió en modo muy termi- por demás, tapizado de bosques sin fin,
nante y en tiempo alguno la enajenación escogió la Cartuja y el Rey su fundador
de esta Biblia. Perdónele Dios, pues igno- para que allí, separados de los centros de
raba que debían venir aciagos días de movimento los monjes se entregasen á su
liberales y revolucionarios. Por suerte se instituto de silencio y meditación. Para
conserva este códice actualmente en la el mismo fin lo eligieron los muchos soli-
biblioteca del Seminario de Tarragona. tarios que aislados habitaban aquellas er-
Allí el aficionado á libros puede exami- mitas. A principios del decimonono siglo,
narlo y admirar la pulcritud de su escri- «un gran bosque de pinos robaba el
tura, la hermosura de sus viñetas é ini- monasterio á la vista del caminante has-
ciales, la viveza de los colores y dorados, ta medio tiro de fusil, quedando como
la paciencia y genio de su copista y el encajado entre montes altos pegados ¡í las
inmenso valor del todo. Algunas de las paredes del edificio » (4); para cuya cons-
iniciales de este mi pobre libro son co- trucción fué necesario desmontar y pro-
pias, aunque muertas, de aquellas vivas fundizar las vecinas vertientes más de lo
capitales. que quiso la naturaleza (5).
Tantas y tan notables bellezas de linaje Respecto á la magnitud y magnificen-
moral se albergaban en edificio también cia del edificio, escribe un excursionista
notable, escondido en sitio deleitoso y que en 1883 visitó sus despojos: «Las...
perfectamente propio para tal monaste- paredes que restan en pie y la extensión
rio. E n la cordillera que, corriendo pa- de las ruinas indican las grandes dimen-
ralela al mar desde el caudaloso Ebro siones que aquél tenía; y aun puede apre-
hasta el pobre Francolí, circuye como ciarse la riqueza de su construcción al
anfiteatro el Campo de Tarragona y le contemplar los mármoles de las puertas
separa de la Conca ó valle de Barbera, que hoy quedan aún intactas» (6). Ade-
de la tierra de Urgel y de la ribera de más de las grandes piezas comunes, tales
aquel río, un monte al Poniente se distin- como la iglesia, el refectorio, el Capítulo,
gue en modo especial por su elevación la hospedería y otras, el edificio constaba
superior á la de cuantos le rodean, por sus de tres claustros, cuya magnitud quedará
bosques, lozana vegetación y numerosas explicada con apuntar que el corredor
hierbas medicinales, y por sus muchas oriental de ellos que corría de N. á S., y
ermitas, á las que sin duda debe su nom- los unía á todos, medía unos 150 metros.
bre de Montsant. Sepáranlo de Tarrago- He aquí la disposición del inmenso edi-
na cuarenta kilómetros (2); y desde su ficio (7). Tiene forma rectangular prolon-
cima, á 1011 metros sobre el mar (3), se gada de Cierzo á Mediodía, no sin alguna
descubre todo el Priorato, las villas de irregularidad. Ocupa el centro el grupo
Falset, Ulldemolins y otras, la montaña de los edificios comunes, ó sea la iglesia,
de la Mola, de maciza mole, el mar hen- el sagrario, el claustrito gótico, refecto-
dido por el cabo de Salou, Tarragona rio, Capítulo y algún otro. Al lado sep-
con su cinto de vetusta piedra, Reus con tentrional de este grupo ábrese un gran-
su renombrada torre parroquial, la bri- dísimo claustro de gusto greco-romano
llante cinta de plata del Ebro, las llanu-
r a s de Urgel, Lérida con su antigua y
(4) Villanueva. Obra citada. Tomo XX, pág. 157.
eminente catedral, y en el fondo Norte la (5) Villanueva. Obra citada. Tomo XX, pág. 156.
nevada cordillera del Pirineo. De tan (6) Butlletí de la Associació d'excursions catalana.
Any XIII, 1890, pág. 56.
(7) Todas las medidas de este monasterio, con el croquis
(1) Obra citada. Tomo XX, pág. 161.—D. José de Valles. de €1, las debo á la bondad del Sr. D. Francisco Tarin,
Obra citada, pág. 118. quien las tomó en pasos y luego por el cálculo las redujo
(2) Mapa itinerario del distrito militar de Cataluña. á metros. H a r t o hizo con esto, que el tomarlas con la cinta
(3) L'Excursionista. Año XIII, pág. 314. y levantar el plano sería obra de romanos.
15
210 CAPITULO SEGUNDO

con pilares de sección cuadrada; y otro cúpula de cuarto de esfera, no desdice del
de igual gusto, aunque menores propor- carácter general, ni tampoco el único
ciones, en el meridional. Circuye casi en adorno del exterior del muro, consistente
su totalidad estas edificaciones y plazas en una cornisita apoyada en modillones,
una cadena de celdas, y tras ellas otra de ó mejor, cabos de viga (4). Mas respecto
sus jardincitos, cayendo al S. de lo edifi- de templo tan notable debo apuntar lo
cado una huerta cerrada (1). De los claus- que de los dos claustros mayores arriba
tros, el septentrional «hizo el Rey funda- escribo, esto es, que la piedad y capitales
dor el año de 1167, y tiene doce celdas, de edades posteriores transformaron la
que ciñen el cementerio, que es depósito primitiva obra. Llenáronla de adornos,
de tantos santos (2).» El arzobispo ya men- si en su ser exquisitos, impropios del ca-
tado, D. Juan, hijo de D. Jaime II, cons- rácter arquitectónico del edificio á que se
truyó el segundo, ó sea el meridional, de aplicaban. Hoy que el tiempo, la destruc-
otras tantas celdas, algo separado del tora mano del hombre y la intemperie,
primero, terminándose su fábrica en 1333. descarnando el templo, sacan á la vista
Entre ambos, y uniéndolos, en 1403 le- su esqueleto, vese el armazón románico
vantó el tercero el leridano Berenguer y los restos de las ricas exornaciones
Gallart (3). Los siglos que los construye- posteriores. Faltan parte de los arcos
ron debieron indudablemente de infor- transversales y medias pilastras, y apa-
marles de su distinto gusto arquitectó- recen extensos residuos de capas de yeso
nico ; empero, como el monasterio, á dife- sobre las cuales se ven fragmentos de una
rencia de otras casas religiosas, abundó ancha franja con larga inscripción de
en capitales que emplear para mejora- hermosos caracteres romanos. «La bóve-
miento del edificio, al efectuarse éstas, da de esta iglesia pintó Fr. Joaquín Jun-
que fueron importantes restauraciones en cosa. En el Diccionario de profesores de
siglos posteriores, ocultaron ellas bajo su Bellas Artes hallarás la noticia de este
sello propio el de los primitivos, excep- tan sabio como desgraciado artista» (5),
ción hecha del claustrito gótico que per- que fué profeso de la misma casa, y de
maneció intacto. Las celdas, que circuían cuyas obras «escribe Palomino que son
estos claustros, guardaban el plan de las superiores» (6). Estas pinturas de la bóve-
de todas las cartujas, es decir, cada una da, ó sea de «sobre la cornisa,» como es-
formaba una casita de solo piso bajo con cribe el citado diccionario de Cean Ber-
saloncito, adornado de altar y silla de múdez, llenaban treinta y seis cuadros (7).
coro á éste fronteriza, dormitorio con El coro, como diré muy luego, ocupaba
armario mejor que alcoba, pequeño come- toda la nave, y sobre sus sillas, ó sea de
dor, jardín y lavadero. la cornisa abajo, desaparecía el muro tras
de otras pinturas que representaban va-
El templo pertenece al orden románico
rios pasajes de la vida de Cristo, alterna-
y es de una nave formada de pulidos y
dos con otros de la historia del pueblo de
regulares sillares de piedra, cobijado por
Dios, obras todas del pincel del Dr. don
bóveda de cañón recto, apuntada y soste-
José Juncosa, sobrino del F r . Joaquín (8),
nida por arcos transversales de sección
mientras que sobre el coro de los legos
rectangular, cuyos cabos descansan so-
bre medias pilastras de igual sección,
adheridas á los muros. A uno y otro lado (4) Describo lo que yo mismo v i en mi dicha visita de
de él varias ventanas del mismo orden le 13 de junio de 1894.
proporcionaban luz. El ábside, bajo su (ó) Villanueva. Obra citada. Tomo XX, pág. 163.
(6) Diario de Barcelona del 13 de septiembre de 1891,
pág. 10700.
(1) Yo mismo examine estas ruinas en 13 de junio (7) D. Juan Agustín Cean Bermúdez. Diccionario his-
de 1894. tórico de los más ilustres profesores de las Bellas Artes
: (2) D. José de Valles. Obra citada, pág. 2o. en España. Madrid. 1800. Tomo II, pág. 354.
(3) D. José de Valles. Obra citada, pág". 21. (8) Cean Bermúdez. Obra citada. Tomo II, pág. 357.
1 Arco de entrada.-2. Fachada del ingreso.-3. Hospederia.-4. Oficinas.-5. Procura. -6. Vestíbulo. -7. Celda prloral. - 8 y 9. Capillas. -10. Templo -11. S « r ^
12 Reíectodo-13. Cocina.-14. daustrlto gotico.-15. Edificio» antiguos.-16. Celdas.-17. Claustro septentrional y cimenterio. -18. Jardines de las celdas.
19. Sacristía. —20. Claustro meridional.
212 CAPÍTULO SEGUNDO

en el lado derecho lucían también otras guer, monje de este mismo cenobio, sacó
pinturas debidas á Mosén Jaime Ponz (1). varias copias de lienzos de Vicencio Car-
E l pavimento era de jaspe ceniciento y ducho. «Las del tamaño de tres palmos
negro (2) y muchos mármoles adornaban cada una están colocadas en los respaldos
el presbiterio. La puerta principal, de de las sillas del coro de los monjes...: las
estilo griego, y por lo mismo con frontón del lado izquierdo representan pasajes de
triangular, estaba toda formada de ricos la vida de San Bruno; y las del derecho
mármoles negros (3). Una puerta lateral los martirios de varios religiosos en In-
del presbiterio franqueaba, mediante unas glaterra» (6). «Vi con gusto el Sagrario,
gradas, la entrada á una capilla, donde dice Villanueva, cuya portada ocupa el
se veneraba en un lienzo el crucifijo que centro del testero del presbiterio; es una
habló á D. Fort (4). pieza espaciosa y despejada, en medio de
Conviene aquí notar que las iglesias la cual se eleva el tabernáculo, que es
cartujanas distribuyen sus partes en mo- vistoso así por lo exquisito de sus már-
do muy distinto de las demás. Aislado en moles y jaspes, como por las buenas figu-
medio del presbiterio, se levanta el altar, ras que hay de relieve, y estatuas enteras,
único del templo, tras del cual altar una casi todas trabajadas por Isidro Espinal,
ancha puerta, velada por una cortina, que Catalán, y algunas por Frai Salvador
en las horas del rezo es descorrida, fran- Illa, converso de esta casa» (7). También
quea el paso á la capilla del Sacramento, trabajó en el adorno de este sagrario el
mejor sagrario. El cuerpo central de la notable escultor D. Lázaro Tramulles (8).
iglesia está ocupado por el coro, después «Del primero, continúa Villanueva, es la
y junto al cual, bajando para la puerta de Cena que está en el pedestal del taber-
los pies, sigue el de los legos; de suerte náculo. La arquitectura de todo este edifi-
que, abrazando ambos toda la iglesia, me- cio (del sagrario) es obra de otro reli-
jor que de tal debiera ésta graduarse de gioso de esta casa, llamado F r a i Félix
inmenso coro. El pueblo no tiene allí lu- Artigas: cosa de aquel tiempo, esto es del
g a r como no se coloque entre los legos. 1696, en que se concluyó. El cimborrio
Las capillas secundarias, donde simultá- pintó al fresco el otro Juncosa, clérigo.
neamente después de la Misa mayor cele- El todo es gracioso y apreciable, á pesar
bran todos los padres su rezada, forman de que no se hermanan todos los primores
sendos oratorios, separados de la iglesia del arte» (9). Este tabernáculo del sagra-
y distribuidos por distintos lados del mo- rio ó capilla del Santísimo, circular en su
nasterio. planta, brillaba por tal riqueza de orna-
mentación que, además de las imágenes
Volviendo ahora á nuestro Scala Dei,
de los patriarcas, profetas, apóstoles y
así habla de su templo un entendido visi-
santos, ostentaba la de ochocientos ánge-
tante: «La sillería del coro de los monjes
les, también en escultura de alabastro ó
es de robles Flandes, concluida en 1443
mármol (10). Mil personas me ponderaron
por el escultor maestro Halle, alemán,
con las palabras más expresivas la hermo-
por precio de ciento ochenta florines en
sura y riqueza de este sagrario, y yo mis-
dinero, sin contar la comida y otras asis-
mo, aun en estos tiempos (1894), cuando
tencias. La del coro de los legos es del
visité aquellas lamentabilísimas ruinas,
siglo xvi» (5). El P . D. Ramón Beren-
vi mármoles esculturados de colores de
(1) Cean Bermúdez. Obra citada. Tomo IV, pág. 112.
(2) Relación del dependiente D. J u a n Pàmies y a ci-
tada.— Memorias de la Associació catalanista. Tomo II, (6) Cean Bermúdez. Obra citada. Tomo I, pág. 129.
p á g . 320. (7) Obra citada. Tomo XX, p á g . 164.
{3> Yo mismo lo vi y note' en la visita de 1894. (8) Cean Bírmúdez. Obra citada. Tomo V, pág. 72.
(4> Relación ya citada del D. Juan Pàmies.— D. José (9) Villanueva. Obra citada. Tomo XX, págs. 163 y 164.
de Valles. Obra citada,.págs. 22 y 24. (10) Relación del monje D. Buenaventura Morer. Mil
(5) Villanueva. Obra citada. Tomo XX, pág. 163. I personas nos ponderaron la riqueza de este sagrario.
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ENTRADA DE LA CARTUJA DE «SCALA DEI». —1894


(Fotografia del autor).

RESTOS DEL PRIMER CLAUSTRO DE «SCALA DEI».—1894


(Fotografia de D. Juan Flaquer).
CARTUJOS 213

la parte baja del sagrario, y figuras de podían sostenerse en pie sin necesidad
mucha expresión en los residuos de los de apoyo (1), magnificencia de ornamen-
grandes frescos que cubrían los muros, tos muy natural en monasterio tan rico,
pechinas y cúpula de media esfera de poblado de monjes tan pobres.
esta pieza. La que en la cara opuesta al A los pies del coro de los monjes
presbiterio del templo tiene una grande y i abríanse dos puertas, una por lado. «La
rica puerta barroca de mármol negro que i de la mano derecha (ó sea de la parte de
da. al larguísimo corredor arriba menta- j la Epístola) da salida á un claustrico pe-
do, y sobre de ella un medallón con esta ¡ queño, muy hermoso» (2), de estilo gótico
r a r a leyenda: i florido, con cuatro arquitos por lado.

STATVE LEGE TVAM


IN M E D I O Q M E I . P S . 39.
El templo, en su interior, mide 30 me- Adornaban sus muros veinticuatro lien-
t r o s menos unos centímetros de longitud zos de nueve palmos cada uno, origina-
con la anchura proporcionada á ella. les del P. D. Ramón Berenguer (3), que
Recorriendo aun hoy las lastimosísimas reproducían escenas de la historia de la
ruinas de Scala Dei se aprecia la riqueza Orden y santos ermitaños. «Tiene este
y hermosura de aquella edificación. To- claustrito una fuente muy copiosa en me-
das sus puertas, inclusas las de las celdas, dio; en él está el Capítulo, algunas capi-
ostentan sus jambas y dintel de fina pie- llas y el refitorio. Llámase claustro Recor-
d r a labrada primorosamente, lo mismo dationis, porque cuando entierran algún
que el sinnúmero de arcos de paso de difunto, congregados en él los Padres,
una á otra pieza ó patio, no faltando allí hace el prelado una breve recordación de
paredes enteras de sillares de piedra. En la muerte. La puerta de la mano izquier-
fin, todo allí respira, como digo, riqueza, da (lado del Evangelio, ó N.) da entrada
buen gusto y severidad, hoy empero á una pieza muy larga, donde están algu-
amarguísima tristeza, tal que obliga al nas capillas» (4).
hombre bien nacido á huir de aquel El claustrito recordationis por su lado
lugar, á huir, sí, de la vista de aquel meridional lindaba y daba entrada al re-
manto real hecho jirones y pasto de fectorio, muy desahogada pieza de forma
lozanísima vegetación y reptiles; pero rectangular, con elevada bóveda de ca-
téngase la indignación, que más adelante ñón, adornada de lunetos con numerosas
quedará harto lugar para ella, y conti- y anchas ventanas. Ilustraban sus pare-
nuemos nuestra descripción. des dos grandes cuadros del muy reputa-
Las capillas ú oratorios, y sobre todo do pintor P. D. Luis Pascual Gaudin (5),
la iglesia principal, estaban provistos de que representaban el lavatorio de los pies
preciosísimos y abundantes vasos sagra-
dos y ornamentos, descollando entre los (1) Relación del monje D. Buenaventura Morer.
(2) D. José' de Valles. Obra citada, pág. 22.
primeros un cáliz, no dorado, que esto lo (3) D. Juan Cean Bermúdez. Obra citada. Tomo I, pá-
estaban todos, sino macizo de oro; y gina 129.
(4) D. José de Valles. Obra citada, pág. 22.
entre los segundos muchos tan cubiertos (5) D. Juan Cean Bermúdez, Obra citada. Tomo II,
de ricos bordados, también de oro, que pág. 180.
214 CAPÍTULO SEGUNDO

y la oración del huerto, y otros doce tam- Tanto al templo principal cuanto á
bién grandes, debidos al pincel de otro otras piezas de la casa ilustraban sepul-
P . D. Ramón Berenguer, que antes habían cros de beneméritos patricios, tales como-
decorado el templo (l). los de D. Guillermo de Sirca, g r a n capi-
En una de las dos sacristías lucían cua- tán de los catalanes en la expugnación
tro lienzos dé cinco palmos cada uno, con de las montañas de Prades (9), de Don
los cuatro evangelistas, y en la otra otros Pedro de Aragón, hijo de los Condes de
lienzos con los Apóstoles, ambas obras Prades, bisnieto de Jaime II y suegro 4 e
del P . D. Luis Pascual Gaudin (2), quien D. Martín (10), de D. Francisco de Còrdo-
pintó otros cuadros distribuidos por dis- va, D. Miguel de May, del Consejo de
tintos puntos del cenobio (3). S. M. (11), y otros.
F r . Joaquín Juncosa, ya nombrado, Cada Padre tenía su biblioteca en la
'(pintó en el aula capitular los cuadros propia celda, y en caso de insuficiencia
que representan los claros varones que de ésta acudía á la mucho mayor de la
ha habido en aquel monasterio, y el que celda prioral (12).
está sobre la puerta ocupando todo el tes- La Comunidad de Scala Dei, según un
tero con muchas figuras en una visión» (4). documento de 1718 que tengo á la vista,
El escultor D. Agustín Pujol labró «el se componía de 28 monjes de misa y 30
sepulcro de Cristo con los varones y Ma- legos (13). Opino que en los tiempos pos-
rías mayores que el tamaño del natural treros la Comunidad contaría, á poca di-
y un bajo relieve de San Bruno en el de- ferencia, con el mismo número de reli-
sierto en la sala capitular de los mon- giosos; y los de coro nunca pasarían de
jes» (5), figuras que sin duda formaban 30, ya que el edificio sólo tenía 30 celdas.
el retablo del altar. Del mismo célebre Del estado actual del monasterio, hon-
escultor era un crucifijo del Capítulo de damente apena el recuerdo. Según arriba
los legos (6). apunto, sus edificaciones sólo muestran
De D. Lázaro Tramulles eran «las es- ruinas y fragmentos. Compradores de
culturas de tres retablos que están en las bienes del cenobio han construido con los
capillas del claustro viejo» (7), de donde materiales de la Cartuja sus quintas. L a
y de las anteriores líneas deducirá fácil- habitación de los monjes la pueblan rep-
mente el menos listo que Scala Dei for- tiles y bichos, mientras una vegetación
maba un verdadero museo de escultura salvaje y lozanísima lo domina todo y
y principalmente de pintura. Hasta en la hasta impide el paso del atrevido que,
casa de Procuración de Barcelona veíase como el que escribe llorando estas líneas,
un buen lienzo, obra de Fr. Joaquín Jun- pretende abrirse paso por entre sus zar-
cosa, el que representaba á San Bruno zales. Los bienes han sido vendidos por
leyendo la regla á sus monjes (8). el Estado.

(1) D. Juan Cean Bermúdez. Obra citada. Tomo I, pá-


gina 129.
(2) D. J u a n Cean Bermúdez. Obra citada. Tomo II,
págs. 180 y 355.
(3) D. J u a n Cean Bermúdez. Obra citada. Tomo II,
pág. 178.
(4) D. J u a n Cean Bermúdez. Obra citada. Tomo II,
pág. 354.
(5) D. J u a n Cean Bermúdez. Obra citada. Tomo IV, (9) D. José de Valles. Obra citada, pág. 23.
pág. 135. (10) D. José de Valles. Obra citada, pág. 23.
(6) D. Juan Cean Bermúdez. Obra citada. Tomo I V , (11) D. José de Valles. Obra citada, pág. 24.
pág. 135. (12) Relación y a citada de D. Buenaventura Morer,
(7) D. Juan Cean Bermúdez. Obra citada. Tomo V, monje.
pág. 72. (13) Llibre molt apte peral gobern de la Cartuxa de
(8) D. J u a n Cean Bermúdez. Obra citada. Tomo II, Montalegre, pág. 77. De este libro hablaré largamente en
p á g . 356. 1 el articulo siguiente. E s manuscrito.
CARTUJOS 215

tan apartada soledad, trasladáronse al


ARTÍCULO SEGUNDO interior de Barcelona, al convento que
forma actualmente el ángulo N. de la
CARTUJA DE MONTALEGRE Casa Provincial de Caridad con su claus-
tro é iglesia, cuya titular, la Virgen
Todo curioso que ha recorrido la ori- de Montalegre, dio nombre á la calle
lla del mar en nuestra hermosísima costa de su frontis principal (3). El convento de
de Levante, conoce el promontorio de la montaña abandonado por las monjas
San Pol, que la vía férrea perforó, y cuyo quedó en propiedad de los canónigos re-
nombre, lo mismo que el de este pueblo, gulares de Santa Eulalia del Campo de
proviene de la románica y pequeña capi- esta ciudad, á los cuales en 1399, en
lla dedicada á San Pablo, que corona su vista de lo retirado del lugar, lo compra-
cúspide. El canónigo y sacristán mayor ron ciertos ermitaños, quienes en 1408 lo
de la Catedral de Gerona D. Guillermo vendieron al Hospital general de la Santa
de Mongrí, en 1265, y por el entonces re- Cruz, y éste en 16 de febrero de 1415 (4)
gular precio de tres sueldos barceloneses, á los dichos cartujos de San Jaime de
compró un monasterio de benitos situado Valparadís, los cuales se trasladaron á
en aquel monte, y poco después, en 1269, esta casa. Por razón de la estrechez del
siendo arzobispo de Tarragona, donólo á edificio, y sin posible ensanche por la del
los cartujos, quienes lo poblaron, habien- lugar, destináronlo á procuración ó con-
do enviado religiosos desde Scala Dei (l). rería, y en el próximo recodo de la cara
Esta fué la segunda casa que los edifi- meridional del monte edificaron en la pri-
cantes hijos de San Bruno tuvieron en mera mitad del siglo xv la magnífica
España. Por otro lado la noble Doña fábrica actual del monasterio (5). Por
Blanca de Centellas, viuda de D. Ramón bula de Benito XIII, de 1415, la cartuja de
de Calders, sin hijos, fundó en 1344, en San Pablo de Maresme, ó sea de San Pol,
su propio palacio-castillo, de junto los fué unida á la de Montalegre, unión que
muros de Tarrasa, otro monasterio de la quedó confirmada y ejecutada en 1433
misma Orden bajo el título de San Jaime por los comisionados de Eugenio IV (6).
de Valparadís (2). Las dos comunida- He aquí cómo las dos antiguas comuni-
des, la de San Pol y la de San Jaime, dades de San Pol y Valparadís vinieron
dejados sus primitivos asientos, vinieron á formar la de Montalegre y ocuparon
tiempo adelante á ocupar unidas el re- este solitario y al propio tiempo apacible
nombrado cenobio de Montalegre, enca- lugar, que no sin razón mereció el nom-
jado como un nido en un recodo de la bre de Montalegre. Desde el elevado
región más elevada de la cordillera que asiento de la Conrería alárganse hacia
de la costa separa el Vallés, en el térmi- el mar multitud de verdes sierras, que
no de Tiana. No fueron ellos los primeros humillando á cada paso su altura acaban
religiosos que para su retirada vida esco- por esconderse bajo las olas, cuya inmen-
gieron este lugar, pues siglos anteriores, sa extensión pasma al espectador. Por el
hacia principios del xm, congregáronse opuesto lado otras de menor humildad,
allí, en la cresta de dicha cordillera y lu- pobladas de bosques sin fin, corren con
gar que ocupa hoy la Conrería, algunas
damas deseosas de vida ascética, las que
(3) Villanueva. Viaje literario. Tomo XIX, págs. 8
vivieron bajo la regla de San Agustín. y 9.—Noticias que he adquirido en varios manuscritos de
Mas en 1362, considerados los azares de la Biblioteca provincial y en documentos del Seminario
Conciliar, pues este edificio, antes del actual destino, fué
hasta mitad del siglo x v m Seminario Conciliar.
(4) Archivo de la Corona de Aragón. Sala de Monaca-
(1) D . José de Valles. Primer instituto de la Sagrada les, número 4033. E s la escritura de venta.
Religión de la Cartuxa. Barcelona, 1792, págs. 179 y 180. (5) Valles. Obra citada, pág. 182.
(2) Sr. Valles. Obra citada, pág. 181. (6) Valles. Obra citada, págs. 184 y 185.
216 CAPÍTULO SEGUNDO

mil tortuosidades hasta el llano del Va- más estrecha. Los tres claustros, la mul-
llés, tras el cual aparecen los montes de titud de celdas que los rodean, el templo
San Lorenzo Savall, Montserrat y el ne- y algunas capillas proceden de la primi-
vado Pirineo más allá. tiva construcción, ó sea del siglo xv, y
Ameno y deleitable es el camino que por lo mismo, dicho queda con esto el
desde la costa sube al monasterio, co- estilo arquitectónico que muestran; al
rriendo primero por tortuoso torrente y paso que el refectorio, cocina y hospede-
luego por frondosos bosques, á cuya sali- ría fueron levantados en épocas poste-
da una capilla dedicada á San Bruno riores.
anunciaba la proximidad de una cartuja, El elevado y esbelto templo, de solo
hallándose luego á mitad de la última una nave, en su muy desproporcionada
cuesta otra consagrada á Santa Magda- longitud de 35'40 metros por'8'40 de an-
lena. Cuatro filas de altísimos cipreses chura, en su falta absoluta de capillas
adornaban el rellano ó paseo que prece- laterales, en su anchurosa puerta que en
día á la gran puerta de la monjía, rellano el fondo del ábside abre paso á la capilla
hoy poblado de cepas. Abríase aquélla al sagrario, en los fragmentos de pared que
pie de soberbia torre, terminada en cha- no lejos de los pies muestran la división
pitel, cuya extraordinaria elevación que- del coro de los padres de el de los legos, y
dará expresada con indicar que, á pesar finalmente, en su situación en el interior
de hallarse hundida entre montes, erguía- del cenobio, manifiestamente pregona
se hasta verse desde sus ventanas el pue- pertenecer á una comunidad cartujana.
blo de Tiana, situado tras de aquéllos. Formaban sus muros pulidos sillares, y
Cruzado el umbral y saludado el venera- también su bóveda. Ésta, en el cuerpo de
ble crucifijo que la torre guardaba en su la iglesia, ó sea en la nave, consta de
interior, hallábase el gran patio de la tres grandes compartimientos ojivales
hospedería, soberbio edificio éste que el con sus aristones cruzados en la clave
siglo xvni levantó en el lado occidental del centro, y en el presbiterio, de seis
de dicho patio. Nada en él respira lujo, bovedillas separadas por sendos aristones
pero sus desahogadísimas piezas, su gran- ó nervios, que venían á confluir en la co-
diosa escalera y demás, muestran riqueza rrespondiente clave (1). Un ventanal en
y sencillez. Un castaño adornaba el cen- la cara S. de cada compartimiento del
tro del patio. El visitante colocado en él cuerpo del templo, dos muy menores en
tenía al Oriente, ó sea á su derecha, el la N., y otro circular en la fachada, pro-
atrio de la monjía, á la izquierda la hos- porcionaban luz suficiente á la nave.
pedería y al frente las habitaciones de Adornaban la capilla sagrario, llamada
los legos y el corredor que conducía al el Sancta Sanctorum, ocho preciosos
templo. lienzos debidos al pincel de F r . Joaquín
Difícilmente puede darse disposición ó Juncosa, cartujo, como dije, de Scala
planta más hermosa y regular que la de Dei. Representaban asuntos de la Sagra-
este edificio de la Cartuja, cuyo muro da Escritura alusivos al Santísimo Sacra-
exterior describe un rectángulo extendi- mento, y medía cada uno siete palmos de
do de Occidente á Levante, y dividido en anchura y un tercio más de altura (2). «La
tres cuerpos. Forman el Occidental el
templo, refectorio, Capítulo, claustrito (1) E n mi primera visita á Montalegre, efectuada por
recordationis, enfermería, hospedería, los años de 1860, no comenzada aun la restauración del
su plaza y demás oficinas comunes; el templo, v i los sillares de los muros y las filas de las pie-
dras, raiz de los aristones, bien que éstos, destruidos por
del centro, un inmenso claustro cuadra- el fuego de 1835. habían perdido toda la p a r t e que b r o t a b a
do; y otro rectangular, el de Oriente, del nivel del muro.
(2) D. J u a n Agustín Cean Bermúdez. Diccionario his-
midiendo todo el edificio 202 metros de tórico de los más ilustres profesores de las Bellas Artes
longitud por 84 de latitud, en la parte en España... Madrid, 1800. Tomo II, pág. 356.
M O N T A L E G R E , MIRADO DESDE SU ORIENTE
(Fotografía de D. Juan Flaquer).

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CARTUJA DE MONTALEGRE MIRADA DEL LADO DE MEDIODÍA
218 CAPÍTULO SEGUNDO

bóveda de esta pieza (sagrario) también reclinatorio corrido y elevado respaldar


está pintada de su mano al fresco, en la con crestería, ó dosel. Vestido de blanco
que representó una gloria de ángeles» (1). el monje, y obligado á frecuentísimas
Él retablo del sagrario, que llegaba hasta inclinaciones, y aun postraciones, guar-
el techo, y cuya imagen principal era un daba en su reclinatorio una escupidera
Crucifijo, estaba formado de algunas co- con cal para evitar la suciedad. Desde el
lumnas y cornisas, todo dorado; indicio respaldar de la sillería hasta el arranque
seguro de gusto moderno, probablemente de las bóvedas, robaba la vista de todo
barroco. Su puerta estaba constantemente el muro una hilera de grandes lienzos al
cerrada por una cortina de damasco, des- óleo, que representaban con figuras de
corrida empero en las horas de coro. El tamaño natural la vida del Salvador,
altar propiamente tal del templo consis- desde su infancia hasta el fin; lienzos
tía en una magnífica a r a de mármol debidos, según allí se decía, al pincel de
blanco, aislada en el centro del presbite- un lego de la misma casa, y que no dudo
rio y sostenida por seis columnitas; sobre son los mencionados por Villanueva como
la que se veía sólo el Crucifijo litúrgico obra de Fr. Cayetano Tegel (4). En los
y las seis velas. Mas en el fondo del ábsi- espacios que mediaban entre el arranque
de y á él adherido en los lados y por de una bóveda y el de su hermana, ó sea
sobre de la gran puerta del sagrario, en los arcos formeros, otros grandes
levantábase hasta el techo muy rico reta- lienzos tapizaban el muro, debidos, sin
blo, de gran multitud de esculturas y todo duda, al mismo pincel (5). Partía límites
dorado; circunstancias que me detalló entre el coro de los padres y el de los
un antiguo dependiente del monasterio, legos una verja de madera, tras de la
y con las que vino á indicarme que á aquél que, y en ella apoyados, bien que en
le informaba el gusto barroco (2). Ocupa- posición inclinada ó achaflanada, había
ba su nicho principal la titular, ó sea la dos altares, uno en cada lado, dedicado
Virgen en el misterio de su Asunción, y el de la Epístola al Nacimiento de Nuestro
otras hornacinas distintos Santos (3). A Señor Jesucristo y el del Evangelio á la
uno y otro lado del presbiterio el retablo Adoración de los Reyes. Así los legos,
alargaba sus brazos mediante dos gran- desde sus propios asientos, podían asistir
des cuadros; y más allá dos buenas ala- al Santo Sacrificio, lo mismo que, mez-
cenas credensas guardaban los vasos clados con ellos, los seglares varones,
sagrados, vinajeras y demás utensilios pues las mujeres, hallándose la iglesia
del servicio del altar. Al presbiterio nin- en el interior del cenobio, no tenían ac-
guna barandilla lo separaba del cuerpo ceso hasta ella. Ocupaba la sacristía buen
de la iglesia, y no sin razón, hallándose espacio, en el costado septentrional del
ésta convertida en coro. presbiterio, y era grande y severa pieza
de planta rectangular, con elevada bóve-
El de los sacerdotes abarcaba dos ter-
da. L a prolija labor y malísimo gusto de
cios de aquélla y el de los legos el inferior
la puerta principal de este templo indican
restante. La sillería brillaba, como toda
que la construcción de ella se debió á las
la casa, por la severa y majestuosa sen-
últimas boqueadas del arte gótico.
cillez. Constituíanla en ambos coros sólo
una hilera de desahogadas é iguales si-
(4) Obra citada. Tomo XIX, pág. 6.
llas, sin esculturas, con ancho pasillo, (5) Todas estas noticias descriptivas las debo princi-
palmente al nombrado dependiente de la Cartuja D. J u a n
(1) D. J u a n Cean Bermúdez. Obra citada, lugar citado. Castellà, hombre, aunque septuagenario y sin instruc-
(2) D. J u a n Castellà en Tiana á los 6 de enero de 1896. ción, de mucho talento n a t u r a l y grandísima memoria.
Sus p a l a b r a s fueron éstas: "Aquest altar tenia gran ar- También, entre otros, me dio noticias descriptivas precio-
boladura de retaula, tot musicat de esculturas, y tot- sas el monje octogenario D. Mariano Miret. E n el asunto
daurat.* Castellà fué monacillo de este templo. de las hileras de lienzos a r r i b a dichos, Castellà dice que
(3) Me lo contó D. Jaime Cors, monje que fué de esta éste era las escenas de la vida de Jesucristo; Miret crec
casa. los Misterios del Rosario: allá se van.
CARTUJOS 219

P a r a que todos los religiosos pudiesen blo, cuyo nicho principal ocupaba la pre-
simultáneamente celebrar el santo sacri- ciosa imagen de San Bruno, que luego se
ficio, hallábanse desparramadas por la dirá. «Los cuadros más singulares son...
casa numerosas capillas, cuyos altares, y los que se han colocado en la capilla de
por regla general, eran muy ricos y en su San Bruno, pintados por Viladomat» (5),
totalidad estaban dorados (1). Al salir del los cuales representaban varias escenas
templo, y en su atrio cubierto, abríase en de la vida de este Santo fundador (6) y se
el muro septentrional la puerta de la muy contaban en número de ocho. «La esta-
espaciosa, dedicada á la Virgen del Ro- tua de dicho Santo es buena, obra de Da-
sario, bajo cuyo pavimento descansaban mián Campeny, pensionado en Roma por
en sus respectivas tumbas los bienhecho- el Consulado de Barcelona» (7).
res del cenobio. Su retablo, aunque ba- Cuantas personas me han hablado de
rroco, llamaba la atención por el buen Montalegre, me han encarecidamente
gusto que lo dibujó. En el ángulo oc- ponderado el valor artístico de esta ima-
cidental del atrio dicho hallábase la gen, á la que el anciano monje D. Jaime
reducida de la Purísima, cuajada de Cors calificaba de muy «edificativa.» De
adornos del peor gusto barroco; y en ella escribe el biógrafo de su autor:
la pared meridional había la puerta de «Aprovechándose los venerables monjes
la muy grande y adornadísima capi- de Montalegre de la próxima estancia (en
lla de San José. El estilo de esta pieza Mataró) del joven escultor (Campeny),
era el corintio, de buen gusto (2), y la encargáronle el modelo, y después la
imagen del santo Patriarca procedía del ejecución definitiva, de una estatua de
cincel del eminente Campeny (3). Esta San Bruno, que fué notabilísima obra de
capilla tenía tres altares. Junto al lado verdad y de belleza.—Gurri y Amadeu,
septentrional del templo mayor extendía- que habían anteriormente presentado sus
se un corredor con cuatro capillas llama- bocetos, vieron esta estatua, pensada en
das las capellas foscas, cuyas imágenes la tranquila soledad del claustro y reali-
titulares consistían en lienzos al óleo, zada en medio de las más caras ilusio-
uno de ellos dedicado al Apóstol de las nes, y convinieron francamente en la
gentes, representado en el acto de ser superioridad de una obra que colocaba á
derribado del caballo (4). En el pasillo gran altura el talento y la inspiración de
abovedado, que pone en comunicación el nuestro artista, y que desapareció más
claustro mayor con el de recordationis, tarde al ser destruida por las llamas aque-
contábanse tres, dedicada una á los Des- lla joya de la arquitectura catalana» (8).
posorios de la Virgen y otra á sus Dolores. Se cuenta de ella que al contemplarla un
E n este claustrito, en su lado occidental inteligente exclamó: «No habla porque se
y junto á la iglesia, la de San Pedro, y á lo prohibe su religión.» Campeny vivió
seguida de ella otra, así como en el lado en el primer cuarto de mi siglo xix.
oriental, adherida á la iglesia, la magní- Algunos de los preciosos lienzos que
fica del Capítulo con banco y respaldar poseía este monasterio procedían del emi-
corrido por todo su derredor y buen reta- nente pincel de Luis Pascual Gaudin,

(1) Me lo explicó D . Andrés Roca, hijo de un depen- (5) Villanueva. Obra citada. Tomo XIX, pág 5.
diente del monasterio, y muy conocedor de la casa. (6) Memoria descriptiva de la antigua Iglesia y Con-
(2) Debo estas noticias de las capillas á la relación y a vento de Santa Catalina de esta ciudad... leída por el
citada de D. Juan Castellà, y en gran parte á los restos socio D. Andrés Pi y Arimón en la sesión literaria del
que en ellas quedaban, cuando en mis numerosas visitas 15 de mar so de 1842. Inédita. P á g . 1.
á Montalegre las examiné. Castellà me acompañó en una (7) Villanueva. Obra citada. Tomo XIX, pág. 5.
de estas visitas, y me lo reseñó todo sobre el mismo lugar (8) Campeny. Su vida y sus obras. Estudio critico y
y terreno. biográfico leído en la sesión solemne celebrada por el
(3) Sé que en esta cartuja había un San José, obra de Excmo. Ayuntamiento de Barcelona el día 25 de se-
Campeny, supongo que era este de su capilla propia. tiembre de 1883... por Don Carlos Piroszini Martí, pá-
(4) Descripción ya citada de D. Juan Castellà. gina 20.
220 CAPÍTULO SEGUNDO

monje cartujo de Scala Dei (1); y yo mis- siglo xvn de un frontal del altar mayor
mo he admirado en casa de un aficionado formado con un estandarte regalado por
al arte, dos preciosísimas pinturas al el Papa Nicolás V (de 1447 á 1455) á fray
óleo, sobre cobre, de 34 centímetros por Juan de Nea, el monje constructor de este
27, que representan, una la Transverbe- edificio; el cual frontal, atendiendo al cui-
ración del corazón de Santa Teresa, y la dado de los monjes en la conservación de
otra la aparición del Niño Jesús á San An- las antigüedades, supongo llegaría á mi
tonio; las que brillan grandemente por la siglo. Una imagen de plata, de San Mi-
suavidad y profunda piedad que respiran guel, con el demonio bajo los pies, pro-
sus personajes. Indudablemente las pintó pia de este cenobio, pesaba, al decir de
el monje Juncosa, y después del gran personas graves, seis arrobas (4). Cuando
naufragio de 1835 fueron compradas en en 1822 el Estado arrebató para acuñar
una casa vecina al monasterio. ¡Cuántas moneda mucha plata de los templos, se
preciosidades artísticas encerraba Mont- apoderó de una cruz del mismo metal que
alegre, y cuánto sus riquezas fomentaron contenía un Lignitm Cructs, propiedad
las artes! Para terminar la reseña de las de Montalegre (5). En una viña, al pie de
capillas interiores, faltan mentar: 1.°, la la huerta, Ari en 1898 una hermosa y gran-
del Cristo en la cruz, situada en el último de losa sepulcral, de mármol de colores,
ángulo del monasterio, al fin del corre- la que sin duda procedía de Montalegre.
dor del claustro; 2.°, otra pública, con Ostenta una lujosa orla esculpida, un
puerta al exterior en la hospedería, y escudo heráldico, y la laude que en ma-
3.°, la muy hermosa de la celda prioral. yúsculas romanas dice pertenecer al ca-
Numerosas reliquias se veneraban en nónigo Raimundo Coll y á su madre.
estos lugares sagrados de la Cartuja, que Dejemos ya el templo y capillas, y sa-
antes estarían custodiadas en relicarios liendo de aquél por la puertecita lateral
de plata, pero últimamente colocadas por del lado de la Epístola, entremos en el
el monasterio en otros de madera p a r a claustrito recordationis. Reducido claus-
evitar profanaciones, hijas de la codicia tro, pero hermoso, igual en todo á los
del precioso metal. Debiendo, según se otros dos, menos en las muy mayores di-
ha dicho, todos los sacerdotes celebrar mensiones de éstos. Forma un cuadrado
simultáneamente, los ornamentos y vasos perfecto, de 17 y medio metros de lado
sagrados habían de abundar, y efectiva- total, ó sea incluidas las galerías, con
mente abundaban, teniendo servicio com- seis arquitos góticos por lado. Éstos se
pleto todas las capillas, además del no hallan agrupados cada tres bajo un arco
escaso de la sacristía mayor. Según indi- exterior, y separado un grupo de su ve-
cios fundados, los cálices llegaban al nú- cino por un contrafuerte, que apea ó apo-
mero de veintitrés ó veinticuatro, entre ya el mentado arco exterior. Por sobre
los cuales en los postreros tiempos bri- de estos arcos corre, como remate del
llaba uno por su gran tamaño, prolijo claustrito, que sólo tiene piso bajo, una
adorno y crecidísimo valor (2). El histo- barandilla de piedra calada en losanjes
riador de las cartujas catalanas, D. José ojivales, ó lobulados, y en los puntos co-
de Valles (3), hace mención á mitad del rrespondientes á los contrafuertes, pi-
náculos, también góticos, poco elevados.
Las columnas son cilindricas, de una pie-
(1) Diario de Barcelona del 13 de septiembre de 1891,
pág. 10699. D. Juan Cean Bermúdez.—Obra citada. Tomo za de mármol, muy delgadas, con hermo-
II, p á g . 179. sísimas base y capitel octogonales, apo-
(2) Debo todas estas noticias al monje D. Jaime Cors,
quien, con las de el a r r i b a citadas, me l a s dio, siendo y a
octogenario, en Riudoms á los 14 de junio de 1886. Del úl- (4) Me lo dijo el párroco de la vecina iglesia de Marto-
timo cáliz dicho tengo noticia además por quien, cuando la relias, en c a r t a de 19 de febrero de 1884.
quema, lo salvó. (5) Registrnm Comune. 1824, fol. 66. Archivo episcopal
(3) Obra citada, pág. 186. de Barcelona.
CARTUJA DE MONTALEGFE

E.cala de ^ ¡ ,
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CLAUSTRITO «RECORDATIONIS», D E MONT A L E G R E . — 1 8 9 4
(Fotografia del autor).
CARTUJOS 221

yando en éstos los sencillos arcos de gar excusado. Complétanla el jardinci-


piedra, apuntados. Ninguna escultura, ni to con un cobertizo á manera de pórti-
un animal ni hoja, adornan estos elemen- co, lavadero, fogón de la colada, y en
tos arquitectónicos. Brilla allí todo por algunas de Montalegre una miranda cu-
la gracia de las líneas y la sencillez. Produ- bierta, todo sencillo y blanqueado. «A
ce, sin embargo, magnífico efecto la com- primera vista parece ser mucha habita-
binación de la piedra usada en los ante- ción la de una celda para un solo monje,
pechos inferior y superior, en las columnas especialmente comparado con lo que son
y arcos, con el ladrillo empleado en los éstas en los conventos de otras reli-
muros, que se apoyan sobre éstos y en giones...; mas bien considerada la vida
los contrafuertes, bien que en el claustri- del cartujo, y dado el aislamiento en que
to su vista desapareció bajo una capa de se encierra, vemos plenamente justificada
cal, pero no en los otros claustros. Las la disposición referida
galerías de este claustrito «estaban llenas Por esto el monje cartujo, sin contradecir
de cuadros muy buenos, pintados por un sus hábitos de humildad y pobreza, sin
cartujo sobre asuntos de la Historia Sa- que estos hábitos dejen de percibirse en
grada» (1); y aún hoy (1898) en el án- cuanto le rodea, necesita de holgada ha-
gulo N. queda en el muro junto á la puerta bitación, por más que, dentro de ella, no
del Capítulo un fresco que representa á sólo renuncie á todo género de comodi-
San Bruno y sus fundaciones. En el ángu- dades, sino que hasta se complazca en
lo interior del ladoE., en el contrafuerte, macerar su cuerpo. Todo en la celda res-
vense los residuos de un bien trabajado pira la sencillez más extremada; los vanos
lavamanos con sus grifos, y en el centro son todos de reducidas dimensiones; no
del claustrito, á manera de pozo, el muy hay más líneas arquitectónicas que las
hermoso brocal de piedra, de sección oc- propias de la construcción la más modes-
togonal, de la boca de la cisterna, la que ta, á excepción de unos reducidos pilares
cae debajo de este claustro. Las bóvedas de planta octogonal y ladrillo moldeado,
de las galerías están divididas en compar- que constituyen los soportes de la peque-
timientos cuadrados, formadas por arista ña galería del huerto. El número de cel-
cruzada. Y el patio se halla pulcramente das es de treinta» (2), la del sacristán
embaldosado de piedra. contigua á la sacristía y en directa co-
Heme detenido en describir este claus- municación con ella.
tro porque, pintado él, quédanlo los dos De la grande extensión de las celdas
restantes, iguales en todos sus miembros, resulta el enorme número de arcos que
pero desiguales por la enorme extensión forman los dos claustros, el cual se eleva
de los dos últimos claustros, ya que el á la suma de 204.
central, que es cuadrado, mide 5370 me- A las galerías de los grandes claustros
tros de lado total, ó sea inclusas las gale- dan las puertas de las celdas, cada una
rías, y el postrero ú oriental 53'70 metros de las cuales puertas ostenta sobre su
por 46'50. dintel en un fresco la efigie, de medio
Cada celda, según dije en el artículo cuerpo, de un santo; y al pie del fresco
precedente, constituye una casa comple- un dístico latino, de notable mérito. He
ta, compuesta del saloncito con chime- aquí por vía de muestra la copia de unos
nea para templar el rigor del frío en pocos de ellos.
las meditaciones nocturnas, cuarto con
pequeña alcoba, angosto comedor y lu-
(2) Preciosa monografia, titulada: Cartuja de Monta-
(1) Relación de D . Andrés Roca, hijo, según dije, del legre. Memoria descriptiva por D. Modesto Fossas y Pi,
procurador de la cas.a, y muy conocedor de ella, fechada leida en la excursión hecha al monasterio por la asocia-
en 13 de noviembre de 1881. ción (de arquitectos) en 11 de mayo de 1884, pág. 28.
222 CAPÍTULO SEGUNDO

DÍSTICO D E SAN JUAN BAUTISTA do escalón, ó feixa, de Occidente, junto


al mentado paseo de los cipreses, tenía
« Vcnturum cecini, tinxi Christum aniñe, el criadero de las tortugas, con cuyo cal-
recessi do eran alimentados los monjes enfermos,
In silvas, odi 11 m dat mulicbre necem.·» que ni aun en el trance de la muerte el
cartujo prueba el de carne.
SAN" JAIME El aspecto de este monasterio, mirado
desde cualquiera de las próximas alturas
«Non nisi sub specie peregrini vivit in que le rodean, es por su grandiosidad el
orbe. de un pueblo; pero de un pueblo sin pisos
Qui patri am in coelo dnm modo vivit, altos, muy limpio, ordenadísimo y de si-
habet.» lencio sepulcral. Si luego bajando de los
cerros se cruza su umbral, entonces «la
SAN FRANCISCO D E ASÍS austeridad, el misticismo, el reposo, la
pequenez en medio de la grandiosidad,
«Non tantis impressa stylis sacra vul- se sienten, se tocan en este apacible lu-
nera carne gar, no menos que en las líneas todas que
Quantis fervent i stigmata corde gero.» á la vista tenemos. Esta soledad, pero
soledad no adusta, sino más bien embelle-
SANTA C A T A L I N A , MÁRTIR cida con toda la esplendidez de la natura-
leza; estas prolongadas, estrechas y uni-
«Ignis flagrans, cruces dirae, tormenta formes galerías; esta serie interminable
rotarum de ojivas, que afectando curvas poco
Dulcía sunt Christi dum sacer ririt acentuadas, reposan sobre estables co-
amor» (1). lumnas, de graciosos al par que severos
capiteles, exhaustos de toda ornamenta-
Al pie del edificio, en su lado del mar, ción y hojarasca que distraiga la mente;
extendíase el muy grande huerto, el que el sinnúmero de bóvedas, que al cruzar-
formando un como escalonado anfiteatro se dan lugar á incontables aristones...
llenaba la hondonada, regado por la abun- Todo absolutamente, todo convida al
dantísima agua de mina de los tres gran- recogimiento del alma, todo llama al
des algibes (2), uno de ellos adherido á la hombre á la meditación, para que reco-
muralla del cenobio (3). En su más eleva- nociendo su pequenez acá en la tierra y
alzando su espíritu á superiores regiones,
i'l Copió estos dísticos, y tradujo algunos, D. Ca} - etano
abra el corazón á la esperanza de su sal-
Soler, pbro., en un su libro titulado Badalona... Barce- vación eterna, acumulando méritos p a r a
lona. 1890. Pag. 100 y siguientes.
(2) Subasta del arriendo de este huerto por el Estado.
Diario de Barcelona del 25 de julio de 1838. tes y los estanques, con diez plumas de agua de pie, y las
(3) He aquí las mismas palabras textuales de la escri- minas ó manantiales de su pertenencia. E l recinto del
t u r a de venta otorgada por el Estado ante el notario don expresado edificio Monasterio ocupa por sí solo la exten-
Manuel Clavillart, en Barcelona á 20 de febrero de 1844. sión de unas siete mil ciento y cuarenta canas cuadradas
D . Francisco Espalter y Tolrá y D. Eusebio Coronas catalanas, y comprende dos patios... de construcción muy
compran al Estado el edificio de la cartuja de Montalegre, sófida y bella. Linda...» F u é tasada en 1.300,000 reales,
sito en despoblado en el término de Tiana, «el que se com- r e m a t a d a por 1.003,200 á favor de D . Juan Monbru, quien
pone del huerto cercado de paredes á él anexo, cuya en 20 de abril de 1843 pagó la primera mitad del precio con
cabida consiste en cuatro c u a r t e r a s de huerta de primera títulos de la Deuda sin interés (que á la sazón estaría al 8
calidad y tres de segunda; dos c u a r t e r a s de viña de se- por ciento, el capital), y quien cedió el remate á los a r r i b a
gunda calidad y de yermo, y á más la t i e r r a que media en indicados compradores. Estos debieron pagar la otra mi-
(ha de decir desde) la cerca del expresado huerto del lado tad del precio al Estado. E s de a d v e r t i r que en el pago los
de mediodía y el camino que va de Badalona á S. Fost, títulos se admitían y figuraban por todo su valor nominal;
conteniendo dos c u a r t e r a s de viña con algunos olivos de de consiguiente el comprador con 8 duros reales p a g a b a
3. a calidad; 8 cortanes de t i e r r a de sembradura de id. y 100 nominales. Y digo que estaría al 8 por ciento porque
seis cortanes de yermo, incluso también la calle ó caminal leo en las cotizaciones de aquel día que la Deuda del 5
que exteriormente circuye el predicho Monasterio y sus consolidada estaba á 19 ' / i }" la no consolidada á 8. Quizá,
adherentes, como son el receptáculo de las aguas pluvia- la sin interés estaba aún más baja.
CARTUJOS 223

alcanzarla de la misericordia divina.» Así manjar de vigilia,todo el año, pues la


lo sintió, apoyado en los solos elementos carne no entraba en la casa. Cada noche
arquitectónicos, el entendido y cristiano los monjes se levantaban é iban al coro,
arquitecto D. Modesto Fossas y Pi (1), á y todos sin excepción pasaban por los
cuyos datos debo yo añadir los del lugar mismos actos, en prueba de lo que todos
y de la comunidad. Porque, en efecto, es al entrar en el coro tenían que tirar de la
aquél apacible y quieto por demás. Por cuerda de la campana, y dar una campa-
tres de sus caras rodean en abrupta cues- da, y en efecto, por viejos y decrépitos
ta y dominan las bajas casas del cenobio que fuesen, la daban; y nosotros las po-
elevadas sierras, cubiertas en tiempo de díamos contar. Hasta las comidas estaban
los monjes de espeso matorral. Ningún marcadas por días, es decir, el manjar y
tráfago humano en aquel recodo de mon- su guiso, y cada año se seguía el mismo
taña se deja oir. Sólo el leve ruido de la orden (3). A veces, siendo yo todavía
caída de las hojas, ó el chillido del ave niño, mandábame el superior á alguna
agreste que volando pasó, interrumpe la celda, sea para llevar algún objeto, sea
profunda quietud. El completo silencio para allí practicar algún trabajo de mi
del cenobita, el cementerio colocado en oficio, y recuerdo que al enviarme me
un ángulo del claustro mayor, el lema del añadió alguna vez: diga á Don Fulano
reloj del muro del templo, visible desde (el monje que la habitaba) que le regale
todo el monasterio, que dice: «quizá sea fruta del jardín, que ya le doy permiso
esta tu última hora», las efigies de los (de modo que sin permiso no diera ni
santos en todas las puertas de las celdas, una fruta). Todos los años se limpiaban
sus ascéticas inscripciones y las conti- los tejados, y en la casa donde se estro-
nuas oraciones y meditación, completan peaba un ladrillo era inmediatamente
el cuadro de la atmósfera moral en que recompuesto. Reinaba allí un gran silen-
vive el cartujo, y del celestial espíritu cio, y todos dejaban las cosas en el mis-
que le debía animar. Si quien lee estas li- mo orden en que las hallaban. El coro
neas no fía en mis dichos, suba al monas- tenía una sola fila de sillas por lado, sen-
terio; todavía, por suerte, restaurado, está tándose el Prior en la última, ó sea la
en pie: pasee solo por aquellos claustros, más apartada del altar, y si llegaba tarde
y le aseguro que, si los vicios ó la incre- al coro un monje por haberse dormido ú
dulidad moderna no han ahogado en su otra causa, lo primero que hacía era
pecho todo sentimiento de piedad, sentirá arrodillarse á los pies del Prior y pedir
el severo y al par agradable olor de las venia» (4).
soledades de los primeros eremitas, la La mejor prueba del modo escrupuloso
dulzura del apartamiento del mundo, sen- como se guardaba en la Cartuja el voto
tirá la presencia de Dios (2). de pobreza, se halla en dos documentos
El orden más admirable reinaba en que hallé eri los manuscritos de la Biblio-
esta casa, según aseguran cuantos en teca provincial-universitaria de esta ciu-
ella intervinieron. Un viejo carpintero, dad. Son del mismo tenor, salvas ligerí-
de nombre Salvador, al cual casualmente simas diferencias. Uno original, firmado
oí en Tiana en 1881, me decía así: «Siendo por D. Juan Camarón, prior del año 1820,
yo joven, estuve muchos años de mozo en y otro copia suscrita por Dom. Iph. Pons ó
la Cartuja. Todo allí marchaba con gran
orden. Hasta á nosotros se nos daba (3) Este orden en los manjares estaba escrito en un
g r a n libro de la cocina. Me consta por persona que inter-
venía en la casa, además del dicho del carpintero.
(1) Obra citada, págs. 24 y 25. (4) Ignoro el apellido de este viejo carpintero. Me lo
(2) E l citado reloj del muro de la iglesia es reloj de sol. dijo en 25 de octubre de 1881, pasando él casualmente por
Tiene dos inscripciones; la una dice: Horologium factmn el jardín de lo> señores Marqueses de Monistrol ó de Sás-
ad elevationem Eqitinoctialis grití 48 y la o t r a Forte tago, en Tiana, mientras yo hablaba con el colono de los
ultima tibí. Atino 1586. Marqueses.
224 CAPÍTULO SEGUNDO

Poros, también prior. He aquí el texto monasterio, ni aun p a r a esto hablaba,


del postrero, por su mayor riqueza de sino que le llamaba la atención ó tosien-
detalles preferible al anterior: «J. M. J. do ó con otro ruido, y luego le echaba un
1.° A fí de evitar defectes y escrúpols puñado de almendras, ó de nueces, ó de
dono llicencia fins al día de N. P. S. naranjas, sin pronunciar palabra. Los re-
Bruno perqué los Monjos pugan donarse ligiosos, continuaba Castellà, no podían
los uns als altres qualsevol cosa que no salir ni al patio de la hospedería. Si en
sia dels mobles que trobaren en la celda. las dos únicas salidas á paseo semanales
»2.° Lo mateix podrán fer los conver- hallaban alguna mujer, bajaban la cabeza
sos entre sí. y ponían los ojos en la tierra; eran humil-
»3. ° Los Monjos podrán donar ais con- des, pobres de espíritu, justos, sufrían
versos, y los conversos als Monjos, cosas por la justicia, es decir, practicaban todas
de Jar di (frutas), de devoció (estampitas ó las bienaventuranzas» (2). Son palabras
rosarios), y de lo que treballan per en- de Castellà, hombre vivo y listo, que
treteniment junts ó separadament. habla con la sencillez del aldeano hon-
»4.° Als de la familia del Monastir y rado, y en ellas no añado ni quito tilde.
no altres, podrán donar aixis Monjos A pesar de que las exclaustraciones con-
com Conversos alguna cosa de devoció, tienen siempre gérmenes de relajación,
del Jardí, ó be de la fruita que es dona las de 1808 y 1820 no alteraron la buena
per postres, cosa de un plat poch mes ó observancia de la mayor parte de esta
menos, en lo cas quels fasían algun comunidad; y si después de la última ha-
servey. llóse cierta mella en la guarda del silen-
»5.° En cuant als Hostes si venen á la cio de unos pocos monjes, no se hizo
celda ab llicencia podrán donarlos cosas esperar el correctivo de la reprensión de
de devoció, del Jardí, ó del treball de los superiores (3).
mans, també juntas ó separadament. Al entrar al claustro por su puerta ma-
>;6.° Per pendrer deis que no son del yor, hallábase á la derecha, ó sea del
Hàbit y per tot lo demés que no va com- lado del sol, la celda prioral, á la que en
prés en lo sobredit tindrán que dema- segundo lugar seguía la del Padre maes-
narme llicencia, y en ma ausencia al tro de novicios, y en tercero la del Padre
P. Vicari. Vicario, y luego la del monje más antiguo;
»7.° Pero no vull en manera alguna y así continuaban según su gradual anti-
que ningu done menjar ó beurer dins de güedad, de arte que, dando la vuelta al
la celda. edificio, los jóvenes venían á quedar en
»8. ° Los joves nos comprenen en aquei- el lado N., ó de la sombra; y los novicios
xa llicencia, sino que deurán gobernarse en el oriental, sepultados entre el claus-
per lo que jols diga, ó be lo P. Mestre— tro y los edificios comunes; de donde los
Dom. Iph. Pons» (ó Poros) (1). años, por riguroso turno, los iban hacien-
El citado setentón Juan Castellà, que do correr hacia el mejor lugar (4). Todo,
vivió entre los monjes primero en el mo- repito, estaba ordenado y colocado en
nasterio, y después, por razón de ser sus justos grados. ,
monaguillo del Padre conrer, en la Con- Escudriñando los manuscritos de la
rería, me ponderó igualmente el admira- citada Biblioteca provincial universita-
ble orden y silencio, y me añadía: «Si un ria (5), vino á mis manos un legajito de
monje, llevado de buen corazón, quería
desde la miranda de su celda obsequiar á
(2) Me lo dijo el mentado D. J u a n Castellà, en Tiana, en
algún chico pobre de los contornos del 6 de enero de 1S96.
(3) Visita pasada al monasterio por los superiores de la
Orden en 1825.
(1) Biblioteca dicha. Sala de manuscritos. E l docu- (4) Relación de D. Juan Castellà.
mento procede del monasterio. (5) Sala de manuscritos. A r m a r i o II.
CARTUJOS 225

corto tamaño, cuyo título era: Ejercicios mantiene professos de Casa 26 monges, y
así nocturnos como diurnos en que se llegarían hasta 31, si los tiempos no fueren
ocupan los venerables monjes de Mon- tan malos, Religiosos legos 18 y llegarían
talegre. Formábanlo varios cuadernos, luego á 20. Criados un tiempo con otro
recogidos, cuidadosamente guardados y 50...» A continuación anota prolijamen-
ordenados por un monje durante todos te las propiedades y rentas, notas que
los tiempos de su vida. Unos contenían insertaré abajo en su lugar; y después de
las listas de los términos latinos buscados ellas, en las páginas 183 y siguientes, escri-
en el diccionario para la traducción al be las noticias y advertencias referentes á
español, otros las composiciones de tra- todos los cargos y oficios de la casa, tales
ducción inversa, otros referíanse á más como de enfermero y modo y práctica
altos estudios, otros á prácticas devotas del cuidado de los enfermos, cocinero,
y oraciones, y finalmente uno contenía portero, farmacéutico, encargados de la
y explicaba el horario del cartujo de hospedería, del refectorio, de la bode-
Montalegre según sus tiempos y festivi- ga, etc., etc. Explica los modos y adver-
dades. Todo, además, escrito con letra tencias tocantes á la corta de árboles del
tan preciosa, que por largo rato estuve bosque, á la roturación de éste (fer arti-
dudando y examinando si era obra de la gas), á aserrar madera, á hacer carbón
mano ó de la litografía. El dato, á la ver- y demás faenas agrícolas. Anota las pie-
dad, no abriga gran importancia, pero zas de estaño de la cocina, los toneles de
pequeñas expresiones indican á las veces la monjía y los de la Conrería, y el modo
todo un espíritu, y el presente exhibe el de cuidarlos y conservarlos. Da las con-
orden de el del cartujo, que allí se ve venientes advertencias para estipular los
como viviendo y palpitando. ¡Pobre frai- contratos. Explica el modo de recibir las
le ! ¿Cómo imaginara que sus cuadernitos, cuentas del Padre Procurador, y quiénes
devociones, jaculatorias y horario debían tienen que aprobarlas; y así mil otros
un día venir al público dominio de ami- actos siguiendo los tiempos un mes tras
gos y contrarios? otro, llegando á enumerar por sus días
Sí, todo en Montalegre respira orden. hasta las sopas, los principios y las bebi-
Pero vence por su elocuencia á los demás das que se sirven durante el año; y hasta
testimonios y documentos otro manus- la manera de guisarlos. En la página 235
crito anónimo y bilingüe de la misma se lee la lista de «Lo que acostumen te-
Biblioteca provincial universitaria que nir los Mongos en la Celda.
forma un volumen de 22 centímetros de »P.° En cada aposento una taula, y
longitud, y cuyo título es: Llibre molt cadira gran, y los que tenen lo corredo-
apte peral gobern de la Cartuxa de Mon- ret de la bassa (es el comedor, llamado
talegre, lo que conte está en lo índice como lo llama por tener en su extremo
que á est folio se segueix. — Escrit en la puerta del excusado) ben compost com
los as 1718 y 1719. Insertaré aquí un cu marina (como en los pueblos de ma-
brevísimo resumen de él, y aun en lo re- rina), tenen allí altra cadira gran y altra
ferente á la administración de los bienes taula aun sens lo menjador.
copiaré algunas páginas, de cuya lectura, »ms. (además) pera al hort tenen sa
en razón de las curiosidades que contie- caça de aram, un càvec gran, y un de
nen, el que leyere recibirá placer. En las chic, y una escombra dolenta pera es-
páginas 11 y siguientes explica el modo combrarlo, y un cabaç.
y rúbrica de la celebración del Capítulo y>ms. pera escombrar la celda altre es-
general en la Gran Cartuja. En la página combra, y una de patita (1) pera lo foch,
81 la historia de la fundación de esta casa les quals dona lo Pe Sacrista.
de Montalegre, y luego continúa: «Esta
Cartuja de Montealegre en el año 1718 (i; Aqui empieza la pág. 236.
226 CAPITULO SEGUNDO

»ms. per la taula, un ganivet, sale, atestigua muy categóricamente Villanue-


tres plats, dos escudellas, dos tassas, va (2) al darnos cuenta de un antiquísimo
dos empolles pera vi, un brocal ab capsa pergamino y de otros del siglo xin, que
pera veurer en glas, un cetrill pera oli, él mismo allí examinó; nos lo atestigua
y altre pera vinagre, una llumanera, y el curiosísimo libro, citado en el aparte
un gresol pera escalfar lo menjar, y anterior, pues al reseñar las propiedades
altre pera prendrer llum com ne done lo y rentas del monasterio apunta en cada
Pe Sacrista, fugue y esca, tinta y plo- una de ellas el cajón y legajo donde se
mes, y paper, un orinal de terra, una hallaba colocado el documento de su
empolleta pera tinta, al foch uns molls, prueba; pero sobre todo nos lo atestigua
una pala, y un casonet, y molts unes la existencia actual de gran parte de él
graellas, y altres ferro pera torrar pa. en la sala de Monacales, del Real de la
(¡Bravo ajuar!) Corona de Aragón. Por el examen de los
»ms. Roba de taula, tres estovalles, muchos miles de papeletas del índice del
tres tovallons, tres aixugamans, y una primero me certifiqué de que en él se ha-
cullera de fusta. llaban reunidos los de las tres cartujas,
>>ms. al Hit sa márfega, un flasado San Pol de Maresma, San Jaime de Val-
dos flasades, dos cuixins, quatre cuxi- paradís y Montalegre, y de la riqueza de
nerds y capa blanca si Un toca per torn tal acerbo de documentos. Muchísimos
de les que y ha. (Nunca tocaba el torno proceden de los siglos del x al xvi. Entre
de las sábanas.) los del x algunas compras de fincas lla-
»ms. Roba de vestir, dos cotes, tres maron mi atención por el exiguo precio.
gonells (túnicas), dos CuguUes grans Una pieza de tierra se compró en 991 por
(escapularios de gran tamaño), tres cili- 12 sueldos, 9 dineros, equivalentes á 1
cis, dos lumbar is, una corretja so, sinta, peseta, 60 céntimos; otra de regadío, por
tres parells de mitges quatre de peáis, 4 sueldos, iguales á 53 céntimos, y la ter-
dos camisoles, dos calses, tres barreti- cera, en 961, por 2 sueldos, ó sea 18 cén-
nes, dos cogulleras de dormir, dos mo- timos. Allí encontré la donación del cas-
cados blandís, o, de tabaco, y una, o, dos tillo de San Pol á la Cartuja, de 14 de
engulles medianes, pera anar per la cel- enero de 1269, por Guillermo de Montgrí
da, y dos parells de sabates, los frares y demás documentos de la fundación de
(los legos) tenen tres capirons, y tres la de San Pol. Allí muchísimas bulas pon-
parells de sabates, dos Cintes, y tots tificias referentes á las tres casas, de en-
(legos y sacerdotes) un parell de Espar- tre las cuales recuerdo una de Eugenio V,
deñas, y un basto pera anar á passetg, de 1401, otra de Benedicto XIII, de 1405,
y los frares no gastan cilici.» y una tercera de Nicolás V, de 1450, con-
¡Valiente guardarropa! Y lo resultara firmatoria del derecho de patronato que
mucho más si á su anterior reseña juntá- Montalegre gozaba sobre el curato de
ramos la noticia de la clase de paño que Tiana (3). Allí numerosos privilegios rea-
formaba sus prendas. El cilicio era de les, entre ellos el de Carlos IV, por el que
crines entretejidas, según dije en el ar- se concede al monasterio «la facultad de
tículo anterior, y caía sobre pecho y es- tener dos mozos con armas y el mismo
palda; las demás prendas de burdísima uniforme y atribuciones que los fusileros
lana y de extraordinario espesor, los de Valls» (mozos de la Escuadra) (4) p a r a
peáis, ó pahuchs, de bayeta igual, y los la guarda de sus haciendas. Allí docu-
zapatos de inmensa magnitud, tales que mentos históricos, tales como la «Rela-
mejor podrían graduarse de zuecos (1).
Que esta casa poseía aixhivo nos lo
ce Obra citada. Tomo XIX, págs. 6 y 7.
(3) Papeleta n.° 1029.
(i) Estas prendas, menos el cilicio, yo las vi. (4) Papeleta a." 30J2.
CARTUJOS 227

ción de varios hechos notables llevados á conocida, aunque algo más moderna.»
cabo desde la fundación de Montale- Efectivamente, la biblioteca ocupaba el
gre...» (1), los «Capítulos ó condiciones... espacioso salón de unos 10 metros de
para la incorporación de las casas de San largo de la celda prioral, y según testi-
Jaime de Valparadís y San Pablo de Mar monio de persona entendida, del Dr. Fà-
á Montalegre» (2). Allí miles y miles de bregas Caneny, vecino de Tiana, y des-
documentos referentes á las propiedades, pués bibliotecario de Seminario Conciliar,
tales como compras, arriendos, pleitos, era magnífica y constaría de 5.000 á 6.000
pregones, innumerables reconocimientos volúmenes (7). Un dato elocuente comple-
de dominio y otros, entre los cuales es tará esta noticia: un anciano, que inter-
notable el «Establecimiento hecho por el vino en el traslado á Barcelona de los
Intendente del Principado de Cataluña al restos de esta librería, escapados al nau-
monasterio de Montalegre de todas las fragio de 1835, asegura que colocados los
aguas que bajan por la montaña de dicho libros en seras llenaron diez y ocho ca-
monasterio y tierras de San Roma para rros, llevando cada uno de éstos de cinco
regar las tierras del manso llamado Ram á seis de aquellos bultos (8).
en Badalona, mediante la pensión anual La voz popular de su tierra atribuye á
de 10 sueldos, habiendo pagado de entra- Montalegre tan dilatadas propiedades que
da 15 libras* (3), el cual establecimiento las extiende desde el mar hasta mitad del
es de 4 de junio de 1784. Allí numerosísi- Vallés, que no había de desmentir al
mas informaciones de limpieza de sangre conocido refrán «de dinero y de bondad,
de los pretendientes al hábito. Allí las la mitad de la mitad». El muy curioso
cartas circulares de los Capítulos Gene- manuscrito, arriba nombrado, y las es-
rales de la Orden y demás documentos crituras, posteriores á la extinción del
emanados de tos superiores. Allí, en una monasterio, de venta de las propiedades
palabra, toda clase de documentos anti- por el Estado, arrojan sobre este punto
guos y modernos, y hasta el «Formulario luz meridiana hasta el último rincón.
de lo que debe hacer el archivero del mo- Largo es el texto del primero, pero por
nasterio de la Cartuja para el buen régi- lo sabroso no lo perdono al curioso lector.
men y gobierno del archivo» (4). Dice así:
Del lugar del monasterio donde se ha- Pág. 101. «Propietats que posoheix la
llaba colocado este tesoro histórico, sólo Cartuxa de Montcalegre en lo any 1718.
sabemos lo apuntado por el Sr. Fossas y y>Primo te y gosa en las térras del
Pi (5), esto es, que estaba contiguo á la Convent, y á ell contigües, y en la qua-
sacristía. dra de Moguda la Jurisdicció civil, y
De la biblioteca escribe el mentado Vi- criminal mero y mixtic imperi (Excep-
llanueva (6): «En la biblioteca común, que tuat en los casos de mort, mutilació y
está en la celda prioral según costumbre, exili perpetuo) y jurisdicció alt a, y baxa
hay una Biblia manuscrita del siglo xm —Consta (la cita del lugar del archivo)
en vitela en un tomito en S-° trabajada Moguda n. 51. Carta 1. y per dit efecte
con grande igualdad de pluma. Vi allí la anomena Bulle pera totes les Terres,
r a r a obra del Fortalicium fidei en dos Jutge, Procurador fiscal, notari, y nun-
ediciones, la una de Nuremberga por An- cio pera exercir la Justicia.
tonio Koberger en 1485, y la otra des-
(7) Me lo dijo en Barcelona, en noviembre de 1881 — E l
(1 Papeleta n.» 2902. Butlletí de la Associació d'excursions catalana. Any 3.
('-* Papeleta n.» 2096. Xúm. 21. pág. 156 dice que esta biblioteca era de -bastante
(3; Papeleta n.» 2851'. importancia.»
(4) Papeleta n.» 3.594. (8) Lo dijo á mi amigo el Rdo. D. Cayetano Soler, pbro.,
(5 Obra citada, pág. 30. quien en seguida me lo transmitió en carta de 18 de abril
(6 Obra citada. Tomo XIX. pág. 6. de 1886.
228 CAPÍTULO SEGUNDO

»2. ALOUS nes á las doce), lo cuiner, lo forner, lo


majoral, y lo Porter, eixos Relligiosos
»Segonameut te diferens alous Seño- son necesaris.
rías directes, áixi en la marina com en »Fou comprada la Conreria, y lloch
lo Valles, pla de Barcelona, y en dife- del monestir en lo any 1415. Per lo Pe
rens cases de Barcelona (1). D. Domingo Bonafe, Primer prior desta
casa per preu de 7000 sous ço es 350
»3. CONRERIA lliuras.
»vi de Tiana. N, 1. Carta 1.a»
»Item te la heretat de la Conreria que De las escrituras de venta otorgadas
consisteix ab lo Bosch, del qual uns por el Estado, resulta que el monasterio
anys ab altres sen trauran 600 lliuras poseía: 1.° Junto al edificio Conreria, y
de térras de pa no te sino lo mascorts en tierra de Tiana, un bosque, situado,
que se sembré lo un any la mitat, y lo según parece, á su lado NE., de 289 cuar-
altre la altra mitat, en lo cual si cidlía teras de extensión (4);
uns anys ab altres de Mestall 27 qas 2. a Un segundo bosque, sito en los
(cuarteras) de térras de pa no te altres la términos de Tiana y Martorellas, y á
Conreria Sinos que tregüe artigas al juzgar por el nombre de Brolla de la
bosch, lo qual se acostuma fer y es bo Pont de las Monjas, que lleva una de
de dos en dos vegades se talle lo bosch, sus partes, contiguo á la misma Conreria,
fer na artiga, per que aixi se neteja... (2) y á su lado NO., cuya extensión medía
uns anys ab altres de las artigas se 96 Va cuarteras (5);
cullira blat y mestall 30 qas (cuarteras) 3.° Un tercer bosque en el término de
ordi ó Sibada 20 qas y espelta 10 qas. Tiana, que por sus linderos parece estaba
»Se sol tenir lo menos á la majoralia situado en la cara meridional de la gran
12. moços dos tragines, un fadrí fuster, sierra del monasterio, así como el ante-
un cuiner al infern, un porcater, lo criat rior caería en la N., compuesto el pre-
del Pe. Conrer, lo que ayude al forn, lo sente de 70 y media mojadas. Por E. lin-
cuiner del purgatori (el infierno y el daba con el camino que va de Martorellas
purgatorio se ve eran dos cocinas), lo á Badalona, y por S. con tierras de don
farrer, y al temps de molta feyna un que Epifanio de Fortuny y otro señor (6).
porta lo dina als mossos, y aya de al cui-
ner del infern. Cavalcaduras son quatre
peral bast, y la del Pe Conrer los tragi- (4) Por ante D. Manuel Clavillart, notario de Hacienda,
D. Fernando Moragas y Ubach, D. Francisco Riera y
nes guañen mitja dobla, y lo criat del D. Pedro Salamó, en 4 de julio de 1844, compran al Estado
Conrer tambe, y est esparteñas. ocho piezas de tierra, sitas en el término de Tiana, proce-
dentes de Montalegre, *que componen una sola finca, cu-
yos nombres y cabidas son: Brolla den Mascorts, de
»Lo Pe Prior per quant lo majoral ha cabida 25 cuarteras: Brolla dels tres pins de 35 cuarteras:
Alsina de las Ave Marías, de 48 cuarteras: Turó del Reig,
de acistir á altres feines, nomena un de 25 cuarteras: Brolla Rasó, -de 17 cuarteras: Bosque
Relligiosper boscate (3), y est te cuidado Bnnich, de 52 cuarteras: Brolla Noeta (Naueta) y Bosque
del bosc, de cobrar los dines de la llena, de pinos, de 36 c u a r t e r a s : Brolla de la Nawgran, de 51
cuarteras. Lindan por junto... á Poniente, p a r t e con el
y te sos mosos pera tallarla. camino de San Fost, mediante la punta que hace la casa
»En la conraría acisteix lo Pe Conrer, Conreria...» total 289 c u a r t e r a s de bosque al Oriente,
según parece de la Conreria.
que ab los demés va d matines á tres (5) Escritura de compra al Estado por D. José Plan-
hores de la matinada (en la conreria, dolit, ante el notario de Hacienda, D. Manuel Clavillart,
pues en la monjía se rezaban los maiti- en 12 de febrero de 1844. El bosque comprado se compone
de cuatro piezas, sitos en los términos de Tiana y Marto-
rellas, llamadas Brolla de la font de las monjas, de 25
cuarteras: Brolli del Matadero, de 44: Brolla de Alsina,
(1) Empieza la pág. 102. de 14 l¡%, y Brolle del Pujol ó Creu de Cabanas, de 13.
(2) Empieza la pág. 103. (6) Venta por el Estado ante el notario Clavillart, en
(3) Empieza la pág. 106. Barcelona á 24 de diciembre de 1844.
CARTUJOS 229

4.° Una pieza de tierra en el mismo para vivienda principal. En la galería de


término de Tiana, de 69 cuarteras, colo- primer piso, en el lado opuesta á la puerta
cada entre la monjía ó monasterio y la mayor, levántase, como presidiendo el
Conrería y en sus contornos. Linda á edificio, la grande y hermosa capilla, la
E. parte con el camino de Tiana á la que mide 24 pasos por 10; es de estilo grie-
Conrería; á S., antes con la casa Monta- go, adornada de grandes cornisas con
legre y llano del ciprés mediante el ca- dentillones, apoyadas en antas con capite-
mino que de Martorellas conduce á Bada- les corintios que la dividen en cuatro com-
lona, y á N. parte con D. José Plandolit, partimientos. Asimismo la bóveda, forma-
que antes de la expulsión de los frailes y da por arista cruzada, queda dividida en
venta de sus bienes sería con tierras del otros tantos compartimientos por los ar-
monasterio y parte con la casa Con- cos transversales que arrancan de dichas
rería (1). antas (4). Tiene un solo altar, y en su nicho
5.° Las siete piezas de tierra siguien- se veneraba, según me dijo el antiguo mo-
tes: la llamada Ermot del Porxo, de 3 nacillo del P. Conrer, la Santa Virgen;
cuarteras de extensión; el bosque de nom- bien que un anciano sacerdote de Barcelo-
bre Pins alts, de 8; el apellidado Brolla na (5), que niño había visitado esta capi-
den Torras, de 5; la viña llamada del Ja- lla, aseguraba una y dos veces que en
rré, de 5; la pieza conocida por Hort de este altar recibía culto la preciosísima
las monjas, de 5; un yermo de 3 cuarta- imagen de San Bruno que hoy ocupa un
nes, y el otro yermo de 35 cuarteras. To- altar en la parroquia de San Jaime de
das estas piezas, exceptuada la postrera, esta ciudad, y fué trabajada por Amadeu
estaban juntas y aglebadas, y algunas precisamente, según parece, cuando Cam-
eran de regadío. Estaban situadas en el peny trabajó la del Capítulo de la monjía,
término de Tiana, junto á la Conrería, conforme arriba dije. Los ancianos de
mediando, empero, el camino que de Tia- Tiana, al hablar de esta capilla, nunca
na conduce al Vallés (2). dejan de mentar el vibrante sonido de su
6.° El edificio llamado Conrería, el muy buena campana, llamada allí la ma-
cual continúa por suerte hoy en pie, y llarenga, que contaba más de 600 años,
así todo curioso puede contemplar su datando del tiempo de las monjas (6). En
hermosísima posición en la cresta de la resumen, pues, la heredad Conrería cons-
cordillera, su inmensa área de unos 62.000 taba de un grandioso y hermoso edificio
palmos cuadrados (3), su sólida construc- y dilatados bosques ya reseñados arriba,
ción y su desahogado espíritu, sencillez y principalmente de matorral {brolla 6
belleza. Consta de dos pisos altos, y gira bosch de tall), cuya extensión, al decir de
alrededor de un gran claustro rectangu- un habitante del vecino Masram, se alar-
lar de 47 pasos por 33, de pilares de sección gaba á una hora, y cuyo producto ascen-
cuadrada y arcos de medio punto, de la- día, según me dijo un cartujo, á cinco ó
drillo, en número de ocho en los lados ma- seis mil libras catalanas cada vez que se
yores y cinco en los menores. Muchos cortaba (7). Como el bosque no se corta-
conventos estarían orgullosos de tan espa- ba con frecuencia, sus arbustos llegaban
cioso edificio, no para dependencia, sino á considerable altura, y así el país ofre-
cía grande y deliciosa frondosidad y abun-
dancia de aguas.
(1) Venta por D. Florencio Iñigo, expatriado á favor
de D . José Plandolit y Ribas, de la heredad llamada Viña
gran y Bróllela. Escritura ante Clavillart de 6 de sep-
tiembre de 1848. (4) Explico lo que yo vi en 23 de enero de 1896.
(2) E s c r i t u r a de venta por el Estado, ante Clavillart, (5) E l Rdo. D . Francisco Brugal, beneficiado de San
de 9 de diciembre de 1845. Jaime.
(3) L a misma escritura de 9 de diciembre de 1845, pues (6) Varios ancianos me lo dijeron, especialmente don
la venta comprendió las piezas de t i e r r a en el aparte J u a n Castellà.
anterior reseñadas y este edificio. (7) D. Jaime Cors, en Riudoms, á 14 de junio de 1886.
230 CAPÍTULO SEGUNDO

En las escrituras de ventas de bienes millor es que ni age dos que la governen,
de este monasterio por el Estado, leo la te dos mules peral Tregi.
de un bosque con casa que ignoro si per- •»Se compra lo mas ram any 1467 per
tenecía á la heredad Conrería, bien que 85 lliures sous y totes les térras aixi
me induce á la afirmativa la circunstan- continues com separades que olim eran
cia de hallarse en el término de Martore- del mas Cànoves ahont estava Situat lo
llas. Su nombre era Bosque den Moreu, mas ram per preu de 95 lliures sous.
y su cabida de 27 cuarteras (1). Por razón Badalona no 1. Carta 1 et 2.A, item im-
de la duda no lo escribí entre tierras de porta lo que se gasta per soldadas de
dicha heredad. mosos ferlos lo gasto, y adops de cups,
7.° Volvamos al manuscrito. y fer lo vi & 900 lliures sous altres pe-
ses de terra per preu de 1086 lliures
«4 MASRAM ®
sous 6 si an aiustat al mas ram.
y>Los Relligiosos deuhen venir las vi-
»Item te (la Cartuja) altra heretat no- gilias de festa á matines, y fins desprès
menada lo Mas Ram cituada en la Para de vespras no sen deuen bayxar, segons
de Badelona, la qnal tambe se porta lo advertencia de visita (4) de 1716, Per la
mateix Convent. Cocisteix lo mes en té- Experiencia enseña, que es precis que-
rras de viñas, que si culliran en tot vi dar alli un de nit sens falta, y que lo
200 cargas. dia de festa desprès de capítol seui tor-
» En olives que ab los del convent culli- ne á baixar, ó, lo mes liare, desprès de
ra 18 cargas de oli. la misa Conventual, pera venderlo vi.
»De terres de pa poques, y est anys si » Se acostuma cada any fer una forna-
ha cullt't—28 qs (cuarteras) de Blat. ordi da de obra cuita en lo masram.» Aun
y civada alguns anys se ni cull —10 qs hoy existen hornos de ladrillos en las cer-
6 cor. canías del Mas Ram, cuya arcilla se ve
» Garrofas uns anys ab altres—100 qs aprovechaba el monasterio. Hallábase si-
(quintales). tuado este manso en el término de Bada-
» Granatcha en lo present any lona, sobre la misma riera de Montale-
gre, obra de unos dos kilómetros agua
Vi blanch (sic) abajo del cenobio en posición agradable
Vi sutil » y al abrigo de los vientos helados del N.,
Vi Bo » por cuya razón desempeñaba los oficios
de casa de convalescència de los monjes.
» Te son ort de aont trau ortalissa Per- En la venta que se hizo del Mas Ram en
als mosos y aun ne te de sobrada, pcrals 1898 se pagaron por él 20.000 duros.
del monestir ne dona En la curiosa lectura del manuscrito
llegums se ni culi 6 qs que voy copiando el imparcial verá cla-
Amellas 6 qs (3) ramente el origen de los bienes monaca-
les y la burda calumnia de los que lo
ha de menester al cullir olives y cauar colocan eií espirituales rapacidades y
viñas 12 Mosos, pero un temps ab altre abusos de credulidad. Y sigue el ma-
cumputat 10 mosos, un tragine, vn Qui- nuscrito.
ne, un ort ola, y part de temps un por cate
Suman tots 14. Te un Relligios, y lo 8.° «5 MOGUDA <5)

altern te altre. Propietat, que es la


(1) E s c r i t u r a de venta ante el notario de Hacienda, quadra de Moguda, qui Conte la Casa
D . Manuel Clavillar!, en Barcelona á los 28 de noviembre
de 1843.
(2) P á g . 107. \4} Empieza la pág. 109.
(3) Empieza la pág. 108. (5) P á g . 111.
CARTUJOS 231

Gran y Chica, que antes davan cada una sous Vi de Moguda n. 36. Cartas 1. 6 y
á son Masover, y ara se las porta tot un ¿?.a ítem any 1534. lo mas dit Soler Si-
Masover á parts y done de parts del for- tuat en Sta Perpetua, per preu de 176
ment de quatre una, y ve á donar oblo lliures sous Vida Moguda n. 37. Car-
delme y primicia del forment de 23, ta 2 *
vuit, 3 per lo delma, y primicia, y Sinc y>Item any 1641 lo mas Colomer situat
per las parts. en Sta Perpetua per preu de 1200 lliures
» Del mestall, ordifavas y demés grans sous. Vi de Moguda n. 44. Carta 1. ítem
grosers de 23, set, ço es quatre per las any 1645. Lo mas Guitart situat en Stn
parís, y aixi es de sinc una, y tres per Perpetua per preu de 300 lliures sous.
lo delma y primicia, y dic primicia, que Vi de Moguda n. 45. Carta 1 ítem any
nosaltres la cobram del masover, per 1681. y 1687. lo Camp den Bruguera
pagar ab dines al Señor Rector 45 lliu- per preu de 695 lliures sous.»
res 10 sous per dita primicia. De esta relación de tantas compras de
»Se ha cullit en las casas de Moguda mansos en el mismo lugar de Moguda,
en lo any 1718 dedúcese fácilmente cuan extensa y rica
debía de resultar la reunión de todos ellos,
Forment . 154 qs (cuarteras) 9 cors conocida con el único nombre de Here-
Mestall. . 54 qs 8 cors dad de Moguda 6 Cuadra de Moguda.
s
Ordi. . . . 8 q 5 cors Mas no interrumpamos en su narración
Civada . . 6 qs 2 cors al curioso manuscrito; dejémosle concluir
Espelta. . 11 q s
6 cors sus datos sobre esta finca, y luego otros
Favas. . . . 10 qs 10 cors documentos nos testificarán con pública
s
Favons . 1 q 2 cors fe toda su importancia. «No obstant que
Pèsols . . q* 4 cors Moguda la tenim dada d parts nos reser-
Ciurons. . lq* 4 cors vam y portam lo Clos que si cullira de
Piño . . . 64 qs 8 cors blat est any.
Canem . .
Seyxa 46 qs (cuarteras) 6 cors
»Any 1434. Se compra lo Castell de la De Pisana . . 41 qs 6 cors
Casa de Moguda, las decimas de S"> Per- De Ordi . . . . 17 qs
petua de Moguda, y de Martorellas la De favas, mongetas uns anys ab al-
Jurisdicció civil y criminal de las 4 Pa- tres 15 qs
rroquias &. Per Preu de 4675 lliures
sous. Vide Moguda, n. 1. Carta. 1. »Nos deturam tambe los Pins, se enten
»Item se compra any 1445. lojus luen- pera vendrer la fusta, los Albes y demes
di, et recuperandi lo mer, y mixto (l) arbres.
Imperi Jurisdicció alta y baixa de las 4 » Tambe la major part de viña que si
Parroquias. ítem los 3ersos que lo Rey ha cullit.
se havia reservat en la donado de dita » Tambe, y tenim un pou de glas gran
Jurisdicció civil, y criminal feta á favor que est any sena tret, que era pie avent-
de Montealegre per preu de 24000 sous ¡o comensat de traurer á 10 de juny y
ço es 1200 lliures sous. Privil. reals, averio acabat de traurer el tans dejuriol,
no 1. Carta 1, y esta compra en Moguda 1233. Cargas. 1. pa. Constant les Car-
n. 2 Carta 1.a- ítem compraren any 1541 gas del Juny 9 sous la Carga, y les de
lo mas dit Ruguel, situat en S'a Perpe- Juriol á 10 sous. Sen ha tret. 559 lliu-
tua de Moguda per preu de 130 lliures res sous Sense deu Carragas que sen
trague per nosaltres, y quatre sen da de
limosna ais Ps Capuchins de Barcelona.
1 Empieza l a pág. 113. Les 1015 Cargas á 9 sous valen 456
232 CAPÍTULO SEGUNDO

lliures sous. Les 204 Cargas, y un pa á aproximadamente. Linda...»(2). Sumemos


reho de 10 sous carga. 102 lliures 5 sous la extensión de los tres lotes: Tierras de
regadío, 335 cuarteras. De secano, 176. De
559 lliures sous berneda y bosque, 374. De yermo, 144.
Total 1029 cuarteras. Uno de los bosques
»Est any se fa lo altre pou petit.» de Montalegre, situado en el llano del Va-
llés, ostentaba tal espesura de arboleda
Sigue la explicación del número y em- que mereció el nombre de Pineda fosca.
pleo de los mozos de Beguda, y dice: «y Como lo atravesaba la carretera de Bar-
ha un moli que al Estiu no sol tenir celona á Granollers, adquirió triste cele-
aygua, y mentras dit (1) moli mol, se fa bridad por los robos y asesinatos que
la farina per casa alli, per fer se millor presenció. Opino que formaba parte de
que no en altres molins, y per lo que mol la vecina heredad Moguda, constando ser
lo moliner per los altres dantloy á mit- muy dilatada su extensión, pues el Estado
Ses> y fenos á nosaltres la farina de en 1835, al vender su leña, la dividió en
franc seu trau. siete lotes (3). Un comunicado del perió-
Hasta aquí el manuscrito en lo tocante dico El Vapor, de 22 de agosto de 1835,
á la Moguda; l a s escrituras de venta de estima en 20.000 duros el valor de los ár-
esta heredad, otorgadas por el Estado en boles de Moguda.
1844, exhiben datos más precisos de su Hable nuevamente el manuscrito.
extensión. Por escritura fecha en Barce- 9.° «Moli fariner de S. Andreu de
lona á los 30 de abril, D. Pedro Gil y don Palomar ab unas pessas de terra á ell
Pablo Torrents y Miralda, del comercio, adjuntas» (4). En 1820 las muelas de este
de esta ciudad, compraron «la primera molino eran cinco y las tierras de él su-
suerte de las tres en que fué dividida la maban 3 mojadas y una cuarta (5). En
heredad llamada Cuadra Moguda, sita en 1718 producía 800 libras.
Síl Perpetua, que fué de pertenencia del 10.° «Moli de Llobarons» (6). El mo-
suprimido monasterio de Montalegre. nasterio lo arrienda por 45 libras anuales,
Contiene 116 cuarteras de tierras rega- de pensión, además de 200 de entrada.
dío, 9 cuarteras de secano, 35 cuarteras 11.° «Delme de S'a Perpetua» (7), es
de yermo y 230 de verneda.» Y por escri- decir, de las propiedades de otros dueños.
tura, fecha en la misma ciudad y día, don «Lo delma de Sta Perpetua, se enten
José Safont compró «la segunda y terce- de la Parroquia, que lo terme conté Ca-
r a suertes de las tres en que fué dividida banes, S' Fost, y Marturelles, y aixi
la heredad llamada Cuadra Moguda sita sent un terma, son quatre parròquies,
en S a Perpetua, que fué de pertenencias 1
S" Perpetua del pla y las altres se diuen
del suprimido monasterio de Montalegre,
compuestas á saber: la Segunda de una
casa grande, rural, con graneros, bode- (2) Ambas escrituras se hallan en los protocolos del
notario de Hacienda D. Manuel Clavillart en las fechas
ga, cubiertos para ganados, pajar, barrio, dichas. La primera suerte ó lote se vendió por el precio
capilla; y además de 118 cuarteras de tie- de 2.805,500 reales, pagaderos, si el comprador quería, con
títulos abonados en el pago por su valor nominal. L a se-
r r a de regadío, 77 de secano, 26 de bos- gunda por el precio de 3.010,000 reales, y la tercera por el
que y 42 de yermo. Que linda... La Tercera de 3.071,000 reales, pagaderos del mismo modo. E n dichas
de un molino harinero con sus acceso- escrituras consta pagado el primer plazo, ó sea la quinta
parte de los respectivos precios, y con títulos del 4 y del 5
rios; 101 cuarteras de tierra de regadío, 90 de distintas rentas del Estado.
cuarteras de secano, 68 cuarteras de bos- (3) Anuncio de la subasta inserto en el Diario de Bar-
que y 67 cuarteras de yermo equivalente celona del 24 de septiembre de 1835.
(4) P á g . 155.
junto á la suma de 326 cuarteras de tierra (5) Gaceta de Madrid del 2 de abril de 1820, pág. 452.
E s el anuncio de la subasta por el Estado.
(6) P á g . 157.
(1) Empieza la pág. 116. (7) P á g . 117.
CARTUJOS 233

de la munt aña, y solia aver un Jurat del amo del camp lo pot delmar ell mateix y
pla, y altre de la muntaña, Batlle ne aportarsen lo que es seu, deixan en lo
poden tenir, perqué es pactat, quant se Camp la part que toque al Convent, o,
torna la Jurisdicció, tenia lo monestir arrendador per lo delme (¡qué tiranía!)
al Rey. » Y de la mateixa manera han (3) de
»En Sía Perpetua paguen lo delme pagar delme de tots los llegums com son
desta manera que de vint y tres garbes faves, pèsols, ciurons, guixes, morens,
de tots los grans que cullen ne paguen llubins, llenties y altres grans que de
duas al Pe Prior y Convent de montg * o, vint y tres ne pren dues lo Convent, o, lo
á son arrendador y de las restants vint arrendador per lo delme.
y una ne donen una al Rector per la pri- »De les pinyes y nous paguen lo delme
micia, y ne restan (1) vint franques per de la matexa manera de vint y tres.
el amo de que es la milita de esta mane- » Tambe se rep delme de les olives con-
ra pagan lo forment, segol, ordi, mes- forme se rep lo delme de les demés coses.
tall, espelta, mil, faves, y veses, y qual- »Lo delme del vi se rep de la mateixa
sevol altre gra ques cul le en dita Parra. manera
»Lo modo ó manera del delmar, es que »Lo delme del cànem y lli lo paguen
desprès de aver Segat ó Cullit los grans axi matex.
de qualsevol altre manera ans de traurer » Cullita del anv 1718.
del Camp va lo pagès, o, altre per ell á
moguda y diu al Religiós qui esta en Forment . 99 qs (cuarteras) cor3
ella, o, al arrendador si tindran arrendat Mestall . . 90 Ç* 6 cors
que vage á delmar tal, Camp, o, tais Ordi. . . . 7 q* 6 cors
s
Camps, y desprès de ser avisat dit reli- Civada . 8 q 2 cors
giós, o, arrendador dins de tres di as se Espelta. . 26 q* 4 cors
te de anar y delmar los Camps que li Favas. . 7 qs 1 cors
s
auran dit anas á delmar, y en lo delmar Favons . . 8 q 3 cors
guarde aquest orde que tómense per lo Garrofins
cap que va y va Comptant (2) de una en Piño . . qs 8 cors 1 pi
una y après de averne comptades deu Cànem .
pren la onzena que segueix bona, 6,
mala que sie (no creo pecar de juicio te- (4) « Concordia y Pactes entre lo Con-
merario pensando que la oncena siempre vent y lo Señor Rector per una part, y
sería la peor, pero sí peca de tal quien los parroquians y Casatinens per part
moteja á los frailes de codiciosos y tira- altre de la Parroquia de &a Perpetua
nos) j» la aseñala ab algun ram vert, y de Moguda aserca del delma del Carna-
torne altre vegada á comptar una, dues latje, la qual concordia firma lo Con-
&, y esta segona vegada ne compte onse, vent al primer de Juliol de 1650 y lacte
y pren la docena per ell de la manera M° Pere Pau Vives notari de Bar"a.
que esta dit, de manera que de las onse 1 Pt que cada casa aje de pagar un
primeras y de les dotse derreres que son pollastre cascun any en lo mes de Agost.
vint y tres, ne pren dues lo delme y ne 2. ítem que cada casa que tindrà cria
restan vint per lo pages, y vna per al deporsells aje de pagar sols hu cascun
Rector com esta dit. any y que tinga 3 mesos, o fase una, ó,
» Y si dins de tres dias desprès que moltes crias, y que en lo temps del del-
seran avisats dit religiós, ó. arrenda- mar lo pages en primer lloch ne trie hu
tari no ban á delmar, en tal cas lo matex a son beneplasit, y desprès lo religiós,

(11 Empieza la pág. 118. (3) Empieza la pág. 120.


(2) Empieza la p á g . 119. (4) Empieza la pág. 122.
234 CAPÍTULO SEGUNDO

o lo Sr Rector, ó, (1) arrendador en se- Pasa el manuscrito á otro renglón de


gon lloch ne prengué sempre hun mascle entradas.
ason gust...
3. ítem que si tindrà bestiar de llana, 12.° « D E L M E DE MARTORELLES W
ço es, ovelles, aje de pagar cada casa que
tindrà cria un anyell per S' Joan de Juny »En la parroquia de Martorelles es lo
ab esta forma que lo pages en primer Convent decimador universal per teniry
lloch trie un anyell del remat, y desprès dos tersens lo monestir y hu lo Rector.
lo religiós, o, Sr Rector, o, arrendador
en segon lloch pendra un añell mascle a (5) Hassi culliren lo any 1718
sa libra voluntat.
4. ítem que si en alguna casa y aura Blat 19 qs (cuarteras)
remat de ovelles y de cabres ajen de pe- Mestall. . . . 32 qs 6 cors
gar per lo delme un anyell y un cabrit,
y si per cassols tingesen cabres ajen de Ara se está pladejant sobre las viñas.
pagar un cabrit tant solament ab la for-
ma dita en lo numero 3. 13.° » D E L M E D E SANT FOST DE
5- ítem que cada casa que tindrà (2) C A M P C E X T E L L E S <6>
bestias de llana pague un vello ço es,
tota la despulla de una ovella, o de un »En esta parroquia se delma lo gra,
multó. vi, y carnalatje y tot lo demes de la pro-
6. ítem que si fan format jes aje de pia forma y manera que en la parr" de
pagar un format je de delme cada casa. Martorelles.
7. ítem que per cada vadell, caball, » Est any de 1718 si ha cullit
o, matxo naxera paguen una polla, y si
es vadella eugua, o, mula un pollastre. Blat 5 qs 10 cor*
8. ítem que los parroquians ajen de Mestall 18 qs 6 cors
pagar conforme se acostumave tot lo que Ordi y cibada . . . . 1 qs »
y aura de enderrarit fins lo día de nadal
del present any de 1650. 14.° » D E L M E D E S. C I P R I A D E
9. ítem que lo delme de Carnalatje CABANYES W
sobremensionat se aje de pagar integro
lo un any al Sr Rector y los dos següents En 1718
al monestir de Montealegre. Comensant Blat 11 qs 8 cors
en lo present any de 1650 ha de pagar al Mestall 25 qs 11 cors
Señor Rector, y los anys 1651 y 1652 (3)
al monestir y ab esta forma se pagará
15.° »MITG TERSO DE GRANOLLES ®
perpètuament.
10. ítem se obligan les parts, ço es En 1718 se colectó
lo monestir de Montealegre, y lo Señor
Rector, y la universitat de Sla Perpetua Forment. ' 23 qs 7 cors
de Moguda, y qualsevol perticular della, Blat gros 4 qs
o, casa tinent a pagar 500 lliures sous Mestall 20 qs 6 cors
sempre y quant no vullen star, ni obser- Favas y favons . . . 6 qs 5 cors
var los pactes sobremensionats serca del De vi 3 cargas y mitja.
Carnalatje.»
(4) Empieza la pág. 126.
(5) Empieza la pág. 130.
(1) Empieza la p á g . 123. (6) Empieza la pág. 131.
(2) Empieza la pág. 124. (7) Empieza la pág. 132.
(3) Empieza la pág. 125. (8) Empieza la pág. 135.
CARTUJOS 235

Any 1660 fou comprat lo terço de Gra- 21.° Sigue la relación de los censos y
nolles per preu de 3640 lliures sous. Vi- censales que percibe el monasterio, divi-
de Valies, n. 14. Carta 1. 19 (1). didos los primeros en dos clases, esto es,
de los que se cobran en especie y de los
16.° »DELME DE S. ESTEVE DE PARETS 8> que en dinero. Los censos en especie pro-
ducen 68 cuarteras de distintos cereales.
En 1718 produjo Los censos en dinero y los censales los
Blat forment . . ' . . 58 qas divide en cobrables y no cobrables, y des-
Mestall 51 qas 2 cors pués de haberlos apuntado por menor, es-
Ordi, civada, Espelta . 20 qas 5 cors cribe: «ab que ab censáis, y censos cob.ra
Favas,favons y garro- dors te la Casa de renda 3254 lliures 12
fins . . . . . . . 10 qs 8 cors sous 9 Va» (8), iguales á 1737 duros 4'60
pesetas.
17.° »DELME DE S. CIPRIA DE TIANA <3) Sigue el resumen del producto de las
cosechas dedos años que medían de 1703
E n 1718 produjo (4) á 1718, el que resulta ser del modo si-
Blat bo 32 q* 6 cors guiente (9):
Mestall 38 qa 6 cors
Ordi, civada, espelta 3q> cors <* Blat 576 qs 8 cors
Mestall 330 qs 5 cors
»En lo any 1441, y 1442 se compra los Sivada 65 qs
delmes deia parroquia de Tiana que po- Ordi 16 qs 6 cors
seían Jofre de Senmanat, y Constansia Espelta 39 qs 6 cors
sa muller & c. per preu de 20500 sous. Faves 36 qs 1 cors Vj
ço es 1025 lliures sous. Tiana. n. 3. et Fesolets 12 qs 1 cors
s
4. carta 14. Mili 3 q 2 cor*
»Lo any (sic) se compra les dos parts Nous 21 qs 4 cors
del terço de Tiana als aniversaris co- Ciurons 5 qs 4 cors
muns de la Catradal de Bar"a per lo qual Garrofins . . . . 2 qs 7 cors
seis fa les 85 lliures sous de cens. Guixas qs 5 cors
Ametllas . . . . 4 qs 2 cors %
18.° »DELME DE CABRERA <B Piño 74 qs
Garrofes . . . . 24 quintas
El monasterio lo arrienda, y asi en 1718 Canem 3 quintas
produce <s.50 dobles». Porcells 7 porcells l / 2
Cabrits . . . . . / cabrit l¡.¿
19.° »DELME Ó TERÇO DE ST. CELONI (6> Añells . . , . . mitganell.
En 1718 produce unas 200 libras. »Pollastres, y Pollas per lo delme (10),
fogatgc, y Cavallatge no se es tingut
20.° »DELME Ó TERÇ DE S. PERE cuidado de asentaro lo que se ha de es-
DE BERTI P5 menar. Vi de tot genero, 630 cargas. 1
En 1718 produce con censos unas 7:) bárralo.
a
Oli de la mont any a, 17 Cargas
libras. 1q .
»Se arrepleguen altres menudencias
(1) Empieza la pág. 136. de llegums, y altres coses que no sen fa
(2) Empieza la pág. 137. estat,per no ser cada any.»
(3) Empieza la pág. 140.
(4) Empieza la pág. 145.
(5) Empieza la pág 146. (8) Empiezan las págs. 159 á 161.
(6) Empieza la pág. 130. (9) Empieza la pág. 163.
(7) Empieza la pág. 151. (10) Empieza la pág. 164.
236 CAPÍTULO SEGUNDO

Anota luego «los mals que tots anys te merca, y le venda de unas 100 Cabeças, si
MoHtealegre» que son obligaciones de se lleva por si la granja de moguda, abran
pago de censos y otras pensiones, los que de tener unos 6 pares de bueyes, y dos pa-
suben á 733 libras, 1 sueldo, 11 dineros res de Vacas por hazer Crias, ganado de
(391 duros, 4'17 pesetas), más 177 misas Serda solo p a r a Casa, asseyte aun no
de la Virgen y alguna otra friolera (1). coge para Casa, unos años Con otros,
Apunta después los anuales «Gastos de Zévada y otros granos para la comida de
Casa y démes Gargesde Móntalegre» (2), las Cavalcaduras lo deve mercar todo en
cuyo pormenor no copiaré; pero de entre que gaste Cade año mas de cien doblo-
ellos citaré los siguientes: 5000 docenas nes, trigo (6) lo regular coge para Casa
de huevos, trigo bueno p a r a los religio- aunque algunos años ha ávido de mar-
sos y huéspedes 400 cuarteras, «mestall» car, y mucho, los legumbres los mas ha
para los criados y pobres 500 cuarteras, de mercar, y las nuesses, vino de sobra,
bacalao bueno 14 quintales, bacalao infe- y esto es lo que mas le sustenta de lo que
rior 20, arroz 40 quintales, cera 600 cirios venda otro nervio de que se sustenta es
de tres onzas, y de otras formas 440 de la venda de la Leña del bosque y de los
libras; y así van siguiendo hasta los Pinos, y alamos de moguda, de Renda de
renglones más insignificantes. Todo este sensales tendra unas 3500 libras sueldos
gasto suma al aflo 5338 libras, 2 sueldos catalanes (1866 duros 3 pesetas), censos
(2846 duros 4'93 pesetas). pocos, lo que unos años con otros, de
Viene luego otro renglón de gasto, lla- censales, censos, molino de S 1 Andrés
mado «Provisions per lo Pe Procura- que arrenda, y otros dos que tiene el uno
dor» (3), en el cual, entre otras cosas, se de llobarons que ha assensado, y el otro
lee: « Vestuari.—Lo any se dona vestua- de moguda que tiene á partes y algunos
ri per 43 Religiosos 27 monjos y 18 terçones que arrienda, y de lo que venda
frares y hermanos, y se dona lo vistuari de vino, bosque Pinos, y alamos, viene á
de tres á tres anys, los dos anys de n ser unas nueve mil libras Catalanas
mitg se dona la túnica. Se han menester (4800 duros). Gastara cassi lo mesmo, y
per las cotas 112 canes de paño... En dit lo mas que puede en tiempo bueno ade-
any per los cordellat de las Cogullas ca- lantar cada año son quinientas libras ó
pitons... calses, tnitjes y peáis se ha de mil sueldos» (de 266 duros á 533).
menester 226 canas.» Termina con el Y basta de manuscrito, que harto me
total de este renglón diciendo: «Gasta ab entretuve en él. Además de los bienes
tot lo P. Procurador 2897 lliures lo enumerados el monasterio poseía:
sou 5 » (4). Lo que unido á la anterior 22.° y 23.° Una casa en Granollers (7),
partida de gasto suma 8235 libras, 12 otra en San Feliu de Codinas (8).
sueldos 5, equh-alente á 4392 duros, 6 24.° La heredad de nombre Baliarda,
reales. de 29 cuarteras, sita en Gallifa (9), una
Aquí viene como en su lugar el resu- casa bodega en Cabrera (10).
men general de entradas y gastos que el 25.° Y la hermosa casa-procura de
manuscrito escribe en sus principios, y Barcelona, hoy aún existente. Tiene el
dice así (5): El monasterio tiene «Muías número 7 en la calle de Copons, y un ni-
para las Cargas y labrança 8, y p a r a la cho esculturado para una imagen en la
Sella un macho, sólo tiene unas 12 yeguas
y un gorano, ganado de lana cada año (6) Empieza la pág. 183.
(7) E s c r i t u r a de v e n t a por el Estado, en 1842.
(8) E s c r i t u r a de venta por el Estado, de 17 de julio de
(1) Empiezan las págs. 168 á 171. 1845, ante el citado notario Clavillart.
(2) Empiezan las págs. 172 á 178. (9) E s c r i t u r a de venta por el Estado, ante el notario
(3) Empiezan las págs. 180 á 183. Clavillart de 17 de julio de 1845.
(4) Empiezan las págs. 180 á 183. (10) E s c r i t u r a de venta ante Clavillart. de 9 de diciem-
(5) Empieza la pág. 82. bre de 1845.
CARTUJOS 237

fachada. L a ocupa actualmente una es- cioso manuscrito, es decir, gastábalas en


cuela municipal. sostener su Comunidad, sus numerosos
Antes de despedirnos de las posesiones dependientes, y en abundantes limosnas,
de Montalegre, no puedo prescindir de que la Cartuja de Montalegre no debía
recordar el sentir de un anciano de Mon- obrar en modo distinto de su hermana la
eada, cultivador que fué de tierras de este de Scala Dei. Aquí como allí cuenta todo
monasterio, quien se deshacía en elogios el país, y pondera, las dichas limosnas, y
del modo bondadoso y caritativo que en alcancé ancianos pobres que en sus mo-
los tratos usaban los monjes con sus cedades acudieron á recibirlas. En la
colonos y parceros, distintos á buen segu- Conrería, cada día se daba á todo pobre
ro de los después empleados por severos que se presentaba una libra de pan, sin
procuradores del dueño secular. Y si de distinción de pobres amigos ó contrarios,
tal modo se portaba el monasterio con de individuos de una misma familia ó de
sus deudores, mucho mejor obraría, y varias, de vecinos del pueblo ó extraños,
obraba, con sus dependientes ó mozos, sin averiguación alguna. De la Conrería
de manera que cuantos lo eran ó lo fue- bajaba la multitud, que constaba de cen-
ron profesábanle acendrado cariño. Yo tenares de personas, á la monjía, situán-
mismo, al oir al viejo Juan Castellà, ya dose en el llano ó paseo de los cipreses.
varias veces arriba citado, que fué pri- Allí un lego instruido le repartía primero
mero monacillo en la monjía y después la limosna moral, enseñando la doctrina
en la Conrería, vi brotar de sus palabras cristiana, y después la material, de una
el más sincero entusiasmo por la casa. abundante y sabrosa sopa de manjar cua-
Encorvado y a por los años y apoyado en dragesimal (2). Pasando cierto día un
un palo, pobre, que gana el pan del día grupo de mujeres por cerca de la Conre-
tirando de la red, en la playa, trabajo en ría, una de las cuales me lo contó, envia-
la tierra llamado tirar l'art; pero de ta- ron allá una á pedir limosna. El lego
lento natural despejado, de memoria pri- le preguntó que cuántas iban, y como la
vilegiadísima, de honradez acrisolada, enviada contestara que algunas, recibió
simpático entre sus harapos, reanimába- sin más inquisición unas seis libras de
se al relatar la vida y menores lances de «un pan muy bueno», son sus palabras (3).
la cartuja, recorría con sus vivas pintu- Si la familia del indigente que pedía se
r a s todas sus piezas, dependencias y componía de varios individuos, la por-
rincones, repetía todos los nombres y ción de pan se multiplicaba por el núme-
circunstancias de personas y hechos, ro de ellos. En la gran nevada de 1829
apuntaba con seguridad sus fechas, y á efectuóse esto en modo extraordinario,
todo daba vida y calor con el que arde bastando que una sola de las personas de
por el cenobio en su rústico, pero hermo- la casa subiese por la limosna para reci-
so pecho. En su misma honradez, sesuda birla para todos (4). Las viudas y enfer-
conversación y corteses modales, vi la mos merecían atención especial. El mo-
fiel huella de la educación cristiana de nasterio tenía farmacia, que ocupaba la
los cenobitas. (1) Y este entusiasmo no pieza del lado septentrional del atrio de
sólo lo hallé en él, sino en el añoso car- la monjía (5), y proporcionaba gratis las
pintero, también en su lugar citado, y en
otros varios. (2) Me lo dijeron mil testigos, y especialmente Teresa
Duran, que había ido á aprovechar esta limosna.
El empleo que el monasterio daba á sus (3) María C de F . de Badalona. Me lo dijo en Badalona
crecidas rentas, nos lo explicó el minu- á 3 de enero de 1889.
(4) Me lo dijo D. Jacinto Burdoy, muy conocedor de
Tiana
(1) Al corregir las pruebas de este capítulo, debo aña- (5) Un plano de Montalegre, que probablemente es del
dir que Castellà h a sido recogido en estos últimos tiempos siglo x v m , pone la farmacia en la plaza de la hospedería,
por los nuevos cartujos que á principios del siglo presente ó sea de entrada, en un edificio sobre la puerta de la
repueblan á Montalegre. huerta, hoy derribado.
23S CAPÍTULO SEGUNDO

medicinas á los pobres (1). A sus tiempos También el cenobio reunía á sus mona-
;
repartía trajes completos á los hombres cilios y otros chicos y les enseñaba en
necesitados hasta que descubrió que és- ! escuela gratuita, vistiendo además y cal-
tos vendían la dádiva (2). A un vecino de zando á los alumnos pobres (6).
Tiana, de nombre Isidro, le daba cuanto Sin duda que disfrutaba del patronato
pedía para que asistiera cuidadosamente ; sobre la parroquia de Tiana, ya que nom-
á su madre paralítica (3). Toda necesidad braba su párroco 17). Ayudaba el mo-
allí era atendida: la de salario de amas ! nasterio á éste, según dijimos, con la
de leche, manutención de estudiantes po- i enseñanza del catecismo á los pobres, y
bres, monjas necesitadas, hospitales, apu- ' aunque por regla general el cartujo no
ros secretos, etc. (4). Un albañil de Tiana i confesaba, sin embargo este cenobio te-
tenía diez hijos: apenas salidos de la lac- ' nía para oir en confesión á los hombres
tancia, encargábase de su manutención la i un monje deputado.
Cartuja hasta que llegaban á edad del En 1835 la comunidad de Montalegre se
trabajo, en cuyo tiempo el mismo monas- componía de 24 monjes de coro y 12 le-
terio les procuraba amo, y continuaba gos (8). Después del nefando incendio de
protegiéndolos. El agradecido padre con- 1835. el Estado vendió á particulares los
taba este caso llorando en Tiana á la edificios de la Cartuja y sus tierras. Por
persona de cuya boca lo tengo (5). En fin, los años de 1867 ó 1868 la Orden compró
y acabemos con las limosnas, los mismos , á éstos la monjía ó monasterio y su adjun-
enemigos del monasterio, que harto so- ! ta huerta del S. por muchos miles de du-
bran en el indicado y liberal pueblo, para ros. La revolución de 1868 impidió la
apocar el valor de estas dádivas, dicen repoblación del cenobio. Mas hace poco,
que lo que hacía el monasterio era «man- al cruzar del siglo xix al xx, los cartujos
tener gandules», con lo que vienen á con- i franceses, arrojados de su tierra, han res-
fesarlas. ¡ tablecido la Comunidad, restaurando an-
tes el edificio, restauración ya comenzada
(1) E l mismo Sr. Burdoy, y muchos otros. en 1868. Poseen también la Conrería.
(2) D. a Teresa Duran y otros. ¡Loado sea Dios por todo!
(3) El citado Sr. Burdoy me lo dijo
. (4) Me lo dijo, entre otros muchos, D. Jaime Corts,
monje del mismo monasterio. (6) D. Andrés Roca y otros.
(5) D . a María Campins. Me lo dijo en Barcelona, á los (7) Relación del monje D. Mariano Miret.
18 de Enero de 1888. (8) Relación de D. Mariano Miret, citada.

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