PRESUPUESTO EN LA SUCESION POR CAUSA DE MUERTE

Karem Nickol Hernandez Roncancio

Sucesiones
Para iniciar es importante resaltar los temas que se abordonarán. Sucesiones,
los tipos de estas, las situaciones en las que proceden, y claro, el valor
monetario que tienen; pues realmente es lo que importa, no habría procesos de
sucesión sin un fin lucrativo por el cual trabajar.
Principalmente, una sucesión es el proceso en el que se transmiten los bienes
derechos, y cargas de una persona fallecida, esto se conoce gracias al artículo
2324 de la constitución política colombiana.
Ahora bien, existen dos tipos de sucesiones, sucesión intestamentaria y
sucesión testamentaria. La primera es la regulada por la ley. Es decir, la
persona fallece y no deja un testamento por el cual se pueda proceder. En este
caso, la ley toma posesión de los bienes heredables para repartirlos de forma
equitativa a las personas que corresponda según el grado de consanguinidad,
sin importar si eso haya sido o no la decisión del difunto.
Para este proceso se debe acudir con un notario, si los posibles herederos son
mayores de edad y todos están de acuerdo, el proceso se vuelve relativamente
sencillo, pues el notario se encargará de repartir los bienes en la medida en
que corresponda. Por otro lado, si los posibles herederos no logran llegar a un
acuerdo deberán llevar el caso ante un juez familiar quien será el encargado de
destinar el curso de los bienes que se disputan.
De esta forma, en el caso en el que se presente dicha disputa ante un juez, se
procede un juicio sucesoral. Que consta básicamente de cuatro etapas, la
primera, denuncia de la sucesión intestamentaria declaratoria de herederos y
nombramiento de albacea, segunda, inventarios y avalúos de la sucesión,
tercera, administración de los bienes de la sucesión, y cuarta, proyecto de
participación y adjudicación de la sucesión. Es importante mencionar que la
herencia debe tener un destinatario.
El proceso de repartición de bienes se hace de acuerdo al grado de
consanguinidad que se tenga con la persona fallecida. Es decir, a mayor grado
de consanguinidad, mayor es la posibilidad de recibir herencia.
Y, el segundo tipo de sucesión, es la sucesión testamentaria, esta en
comparación a la otra se procede a partir de un testamento. Es decir, la
persona difunta antes de morir, claro, deja el destinatario de sus bienes, puede
ser una o muchas personas, una asociación, fundación, etc. Lo ideal es cumplir
la ultima voluntad de la persona. En esta, no influye el grado de
consanguinidad ya que puede heredar cualquier persona si así el que dispuso
la herencia lo deseó.
Así las cosas, existe el presupuesto de la sucesión a causa de muerte, en el
caso de las sucesiones por mutuo acuerdo de los herederos, se hace mediante
una escritura pública, se le da a cada heredero o al heredero un documento que
conste que esta obteniendo una fortuna, y se genera un paz y salvo. Es decir, la
herencia que debía ser repartida se hizo conforme el difundo lo deseaba, o
como la ley lo decía en caso de ser un proceso intestamentario.
A partir de esto, podemos ejemplificar de la siguiente forma. Hay una familia
de cuatro integrantes, el padre que tiene una fortuna de $10.000.000 millones
de pesos colombianos fallece, del patrimonio del esposo le corresponden
$5.000.000 millones de pesos a la esposa, y los restantes $5.000.000 millones
de pesos que quedan serían $2.500.000 mil para cada hijo, Ahora bien, si no
hubiese bienes sociales, porque no hay conyugue, es decir, que no hay una
unión marital de hecho, se repartirían 5.000.000 millones de pesos para cada
hijo.
En el segundo orden hereditario que se presenta es cuando el causante no deja
herederos, en este caso, heredan los ascendientes de grado más próximo, y el
cónyuge o el compañero permanente con quien el dueño de la herencia
conformó una unión marital de hecho, de igual o diferente sexo, la herencia se
divide por cabezas. El cónyuge o el compañero permanente reciben herencia.
Entonces, si en el mismo caso no le sobreviven al dueño de la herencia
descendientes, sino ambos padres y cónyuge en unión marital de hecho o
compañero permanente con sociedad patrimonial que se disuelve con la
muerte del otro, primero se debe dividir para deducir los gananciales. Es decir,
$5.000.000 millones de pesos para el cónyuge o compañero permanente y los
otros $5.000.000 millones de pesos conforman la herencia que se dividiría
entre tres, esto es, $1.666.666 pesos para cada uno de los padres, el cónyuge o
el compañero permanente, según sea el caso.
Para la unión marital de hecho, no significa que necesariamente se presente la
sociedad patrimonial, esta se presume y se declara cuando han transcurrido
mínimo, dos años de convivencia de los compañeros con singularidad y
permanencia, siempre y cuando no haya impedimento para contraer
matrimonio y si lo hay que la sociedad conyugal se haya disuelto con un año
de antelación.
El tercer orden hereditario se presenta, si hay espacio de los dos órdenes
anteriores, esto es, si al causante no le sobreviven ni descendientes ni
ascendientes, son llamados a heredar el cónyuge o el compañero permanente
de igual o de distinto sexo, y los hermanos. A falta de hermano, la herencia se
divide la mitad para el cónyuge o compañero permanente y la otra mitad para
los hermanos. Los hermanos carnales. Los sobrinos, en el caso de faltar los
hermanos reciben la cuota de su padre o madre, por derecho de representación.
En el cuarto orden hereditario heredan los sobrinos, la herencia se reparte
entre todos por cabezas. Para poder pasar del tercero al cuarto orden
hereditario, se requiere el espacio del tercero que se presenta cuando no
existen los herederos. Por ejemplo, fallece el causante y sólo deja cinco
sobrinos cada uno recibe $1.000.000 millón de pesos.
Y para el quinto orden hereditario es el I. C. B. F se necesita que haya espacio
de los órdenes hereditarios anteriores.
De eta forma se entienden las sucesiones, los tipos de estas, las situaciones en
la que aplica y el porcentaje legal que adquieren las personas. Es un proceso
natural, legal y sobre todo justo, pues se hereda por relación de
consanguinidad, y en caso de haber un testamento se cumple al pie de la letra
los deseos del poseedor de la fortuna.