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Mora
¿De qué depende que nuestra planificación funcione? La respuesta más inmediata sería
que la clase funciona cuando todos los elementos de la programación son coherentes
entre sí; aptos para los contenidos, relevantes para el docente y significativos para el
grupo particular de alumnos.
El cómo de la enseñanza:
1. Las estrategias de enseñanza: son el conjunto de decisiones que toma el
docente para orientar la enseñanza con el fin de promover el aprendizaje
de los alumnos. Son orientaciones generales acerca de cómo enseñar un
contenido disciplinar considerando que queremos que nuestros alumnos
comprendan, porqué y para qué.
Alicia Camilloni (1998: 186) dice que se debe poner atención a los temas que integran
los programas y que serán tratados en clase y en los que pueden ser más convenientes a
ser trabajados por los alumnos.
Es necesario estructurar las experiencias de aprendizaje, ¿por qué? Porque de ese modo
se crean condiciones apropiadas para que se construya el aprendizaje significativo, es
decir conocimientos que puedan volver a aplicarse en diversas situaciones. Se establece
una interacción entre los conocimientos nuevos y los ya conocidos. Los alumnos deben
apropiarse de los conocimientos disciplinares y de las habilidades que aprenden con
ellos. Luego saber aplicarlos.
Los alumnos deben otorgarles sentido a las propuestas. Para ello es necesario compartir
cuales son las intenciones, propósitos y criterios sobre la actividad que se propone. Para
que los estudiantes se hagan responsables por el aprendizaje, se comprometan y logren
mayor autonomía, es necesario comprendan por qué y para qué del contenidos y evaluar
sus propios logros y dificultades para realizar las diferentes actividades. Las actividades
cobran sentido para los estudiantes en la medida en que son apoyados por el contexto
social, familiar e institucional, es decir, se debe considerar los valores y las
representaciones de una cultura en una situación determinada, interactuando e
intercambiando. Las actividades no siempre deben ser divertidas ni la planificación
partir de los intereses de los estudiantes. Ello constituye un mito. El interés aparece
ligado a la motivación y al entretenimiento por lo que es lógico que al momento de
diseñar las actividades se busque o pretenda suprimir el aburrimiento, apatía y falta de
disposición afectiva positiva para el aprendizaje. Entonces se propone algo más:
construir o generar intereses nuevos.
En cuanto a las rutinas, si bien son buenas, necesarias y educativas debido a su grado de
mecanización, también atentan contra la creatividad de los alumnos y docentes. Por ello
es necesario establecer el objetivo para el cual serán usadas. Si su objetivo es justamente
crear rutinas para establecer por ej. hábitos de trabajo o abordar algún tema
sistemáticamente, es correcto y beneficioso. Genera constancia, respeto, cumplimiento,
organización, etc. primero impuestas por el docente, luego adquiridas y creadas por los
estudiantes para sí mismos, que luego deberá determinar si funciona y deberá
cumplirlos.
3. Desafíos que presentan los alumnos hoy: Los docentes deben no pueden
desconocer las nuevas formas de leer e interpretar el mundo que tienen
las nuevas generaciones nacidos en la era de la tecnología, en una
sociedad de la información, las “mentes digitales”.
La escuela debe ayudar a optimizar el uso de los instrumentos y evitar las situaciones
que pueden ser perjudiciales.
Se deberá tener en cuenta sus estructuras cognitivas para que logren un aprendizaje
significativo, por medio de la asociación de conocimientos nuevos con los ya
establecidos y por medio de la actitud positiva del estudiante en estar dispuesto a
relacionar significativamente lo que aprende.
También es posible partir de lo que los estudiantes son capaces de imaginar. Se puede
crear recursos (organizadores avanzados – Ausubel y las imágenes mentales – Perkins)
usando metáforas, analogías, etc., que sirvan como base para la construcción de nuevos
conocimientos.
Las buenas prácticas de enseñanza son aquellas que tienen intensiones definidas y
explícitas, que promueve la interacción entre los alumnos y los docentes y entre los
propios alumnos, que transcurre en un espacio, tiempo y contexto determinado. Es la
que los docentes por medio de recursos o ideas nuevas o existentes encuentra sentido
para le que hacer, lo implementa y luego reflexiona sobre lo que ocurrió y puede volver
a implementar mejorando futuras acciones. En resumen: son aquellas que en su
dinámica de acción y reflexión, diseñan, implementan y evalúan estrategias de
tratamiento didáctico diverso de los contenidos que se han de enseñar.