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El surgimiento del nazismo alemán

Para comprender el régimen político nazi que se impuso en Alemania durante doce años
(1933-1945) es necesario remontarse a la situación de este país al finalizar la Primera
Guerra Mundial. Alemania no sólo había perdido la guerra sino que además tenía que ceder
a las duras exigencias del Tratado de Versalles que dispusieron los vencedores. Alemania
había quedado endeudada por generaciones y humillada por las potencias vencedoras
(Francia, Inglaterra y Estados Unidos) perdiendo territorios, población y capacidad
productiva.

En las elecciones parlamentarias de 1932, el Partido Nazi obtuvo un impactante triunfo. El


presidente Hindenburg nombró entonces a Hitler como nuevo Canciller del Parlamento en
enero de 1933. Los nazis, sin embargo, todavía no tenían asegurada la mayoría en el
Parlamento. En este contexto, incendiaron el edificio del Reichtag (el Parlamento), pero
atribuyeron el hecho a los comunistas. Se lanzó un decreto que suspendía algunas libertades
civiles y se detuvo a dirigentes y activistas del Partido Comunista. Poco después, los nazis
consiguieron el 44% de los votos en las elecciones nacionales, con lo cual obtuvieron la
mayoría parlamentaria. A continuación, el Reichstag aprobó la Ley de Autorización, que
concedía a Hitler poderes para gobernar por decreto durante cuatro años. Comenzó así la
dictadura nazi.

En poco tiempo, Hitler declaró ilegal el Partido Comunista y luego el Partido Socialista. En
julio de 1933, el Partido Nacionalsocialista se convirtió en el único partido legal, mientras
que varios opositores fueron detenidos y algunos, asesinados. En la “Noche de los
Cuchillos Largos” (30 de junio de 1934), una escuadra de elite de la sigla SS (“escuadrones
de defensa”) asesinó a varios miembros y jefes de las SA que eventualmente podrían
disputarle el liderazgo a Hitler. En agosto de 1934, murió el presidente Hinderung, y Adolf
Hitler acumuló los cargos de presidente y canciller. Todo el personal del gobierno y de las
Fuerzas Armadas tuvo que jurar públicamente lealtad a Hitler. Nacía así el Tercer Reich
(“Tercer imperio” alemán).

Se proclamó entonces la unidad del partido y el Estado, y pronto casi todos los organismos
de la sociedad, excepto la Iglesia cristina y el Ejército fueron “nazificados”.
En su condición de “comunidad de pueblo”, el Tercer Reich pretendía ser una sociedad sin
clases e integrada y, al mismo tiempo, un orden militante dotado de una rígida estructura de
mandos.

La propaganda

Los movimientos fascistas de Italia y Alemania son fenómenos esencialmente modernos.


Tanto sus ideas como métodos no encontraban antecedentes en las instituciones
tradicionales. La creación de una sociedad nueva, fundada en valores inéditos, requirió
entonces de diversos mecanismos para formar la conciencia de los “hombres nuevos”.

En consecuencia, se crearon nuevos símbolos, nuevos rituales, nuevas festividades, nuevos


mitos, que debían ser enseñados y asimilados. Con ellos se apelaba a las emociones
irracionales para así crear la sensación de formar parte de una comunidad de fieles
totalmente integrada. Además, se busco de ese modo exaltar en nuevo culto al “conductor”.

Para llevar a cabo esa tarea, en ambos países se crearon instituciones específicas destinadas
a controlar la cultura, los medios de comunicación y la instrucción popular: por un lado, el
Ministerio de Cultura y Propaganda y el Instituto Nacional de Cultura Fascista en Italia y,
por el otro, el Ministerio de Instrucción Popular y Propaganda en Alemania.

Entre los nuevos valores que se buscó exaltar, estaba el de la Juventud y, por lo tanto,
ambos movimientos y regímenes se dirigieron hacia los jóvenes con particular ahínco.
Tanto el Partido Fascista como el Partido Nacionalsocialista tomaron el control de los
consejos educativos y de las escuelas y, a través de la producción de nuevos textos
escolares y enciclopedias, inculcaron sus correspondientes visiones del mundo y la
sociedad en las nuevas generaciones. Pero ese esfuerzo por adoctrinar a los más jóvenes no
se limitó al ámbito tradicional de la escuela. En este sentido, las agrupaciones juveniles
constituyeron otro espacio fundamental para llevar a cabo dicha tarea.
Mecanismos utilizados para consolidar su hegemonía.

 La “SS” (“escuadrones de defensa”): llevaron a cabo una política de persecución y


exterminio político y racial contra comunistas, marxistas y otros opositores
políticos, judíos, gitanos y homosexuales.
 GESTAPO (“policía secreta del Estado”): se dedicaba a combatir cualquier
actividad considerada peligrosa para el Estado sin tener que dar cuenta de sus actos
ante los tribunales de justicia.
 Genocidio nazi: El Holocausto(matanza total), también denominado Shoá
(catástrofe o devastación), constituyó el exterminio del pueblo judío con el fin de
dejar a Alemania “limpia” y proteger la sangre y el honor alemanes. Se adoptó la
matanza masiva industrial en cámaras de gas. Las víctimas eran trasladadas de los
guetos1 a los campos de concentración: Auschwitz, Chelmno, Sobibor, Belsec,
Treblinka. Llegaban en trenes hasta la puerta del campo, eran rapados y conducidos
directamente a las cámaras de gas, camufladas como duchas, con el pretexto de ser
desinfectados

En estas condiciones, se produjeron movimientos de resistencia judía para evitar las


deportaciones a los campos en la que los últimos combatientes judíos lograron escapar con
la resistencia comunista polaca, para incorporarse al Ejército soviético.

La derrota alemana y la disolución del Tercer Reich, ante la ofensiva de los ejércitos
aliados, permitió conocer los datos sobre el exterminio y en noviembre de 1945, un
Tribunal Militar Internacional, juzgó a los criminales de guerra nazis por los cargos de
crímenes contra la humanidad.

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Actividades:
1- ¿Cuál era la situación de Alemania luego de la Primera Guerra Mundial?
2- ¿Qué diferencias y similitudes podes encontrar con el régimen fascista italiano de
Mussolinni en cuanto al ascenso al poder?
3- ¿Qué elementos utilizaron ambos regímenes para crear la nueva sociedad que se
proponían?

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