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2. Instrumentación
3. Teoría
Una onda es una perturbación en una característica del espacio que implica un transporte de
energía sin transportar materia. Así, el clásico ejemplo de ondas, son las ondas sonoras,
descritas como ondas sinusoidales (en forma de seno o coseno). A continuación, pasaremos a
describir distintos parámetros característicos de las ondas para, seguidamente, poder comenzar
con el desarrollo teórico en el que se basa este experimento.
A=Amplitud o intensidad de onda.
φ =Desfase.
λ =Longitud de onda.
Podemos considerar la figura superior como una función del tiempo, tal que:
𝑓(𝑡) = 𝐴𝑐𝑜𝑠(φ + ω𝑡)
(1)
A nivel molecular, tenemos que las vibraciones de las partículas del medio de propagación
pueden estudiarse como movimiento armónico simple. En su punto máximo, la máxima energía
cinética corresponde al valor total de su energía. Así, aquí podríamos escribir que:
A = A 0e-αt (3)
Por tanto, se ve que en función de la distancia que la onda recorre por un medio se puede
encontrar una relación exponencial con una constante C que indique cómo se va a ver afectada
esa onda. Como se puede observar, este factor dependerá del material del que se trate (pues el
factor α es propio de cada material). Esta constante es denominada “coeficiente de atenuación”.
Al llegar una onda a una frontera material, se produce un efecto de reflexión y transmisión que
provoca la división de la onda incidente en dos resultantes. Tras atravesar dicho medio, la
relación entre la energía incidente inicial y la energía transmitida es:
Cabe destacar que, si la distancia viajada por la onda es lo suficientemente pequeña, la relación
puede aproximarse como:
Por tanto y dado que al menos en uno de los momentos se trata de medir el coeficiente de
atenuamiento propio del material C, existirá un valor límite por debajo del cual las medidas
tomadas no serán fiables a la hora de calcular la energía atenuada.
𝐴𝑡 2
%𝑃𝐸 = (1 − 𝐴𝑖
) 100%
(9)
%𝑃𝐸 = (67±4)%
%𝑃𝐸 = (83±2)%
4.1.3. Plastilina:
At/Ai = 0
%𝑃𝐸 = 100 %
4.1.4. Espuma de polietileno:
%𝑃𝐸 = (41±4)%
● 3 cm:
● 2 cm:
● Relación pendientes-grosor:
C = 0,4 ± 0,1
● 1 cm:
● Relación pendientes-grosor:
C = 0,44 ± 0,06
4.2.3. Plastilina
● 3,5 cm:
● 1,9 cm:
● 1 cm:
pendientes-grosor:
C = 0,45 ± 0,09
5. Conclusiones
En primer lugar, podemos decir con total seguridad que existe una pérdida clara de energía al
paso de la onda por un material distinto al aire. Comparando los distintos materiales usados, se
observa que, para un mismo grosor de 4cm en todos ellos, la energía perdida (bien sea por
reflexión o por atenuación) al atravesar un material en cada uno de ellos es distinta, siendo el
que más energía pierde la plastilina (100%), a continuación la espuma troquelada (83±2%),
poliestireno expandido (67±4%) y el que menos pierde la espuma de polietileno (41±4%). El
material de mayor densidad (la plastilina) es el que produce una mayor pérdida de energía
(total). En segundo lugar, la espuma troquelada, con una densidad de 30 kg/m3. La tercera que
más pierde es el poliestireno expandido, cuya densidad es de 25 kg/m3, y finalmente el material
que menos energía pierde es la espuma de epe que, sin embargo, es el segundo con mayor
densidad, aunque muy por debajo de la plastilina, con 32 kg/m3. Basándonos en los datos
medidos y expuestos con anterioridad, salta a la vista que de existir una relación entre la pérdida
de energía y la densidad de los materiales, esta es muy pequeña e influyen más otros factores
como, previsiblemente, la elasticidad y porosidad de los materiales. Por tanto, y al no observar
ninguna relación aparente entre energía disipada y densidad, se puede concluir que no existe
dicha relación.
En el segundo punto, en la representación de pendientes frente a grosores, hemos llegado a
varias conclusiones interesantes. Se observa una cierta relación exponencial en cada uno de los
casos, como se ve en la teoría, aunque algunos de los valores se desvían un poco. Hay que tener
en cuenta que los materiales eran recortados a mano y, por tanto, en algunos casos, se ha podido
producir un error debido a la imprecisión del trabajo mayor del que ha sido considerado y difícil
de estimar. Comparando los materiales entre sí, se puede observar una tendencia creciente de los
coeficientes en función de las densidades. Sin embargo, de forma sorprendente, vemos como los
valores para el poliestireno expandido (0,4 ± 0,1), para la espuma troquelada (0,44 ± 0,06) y
para la plastilina (0,45 ± 0,09) se aproximan mucho a pesar de tener densidades, en algunos
casos, muy distintas. Podemos asumir que, como se ha dicho también con la pérdida de energía,
intervienen otros factores, probablemente más determinantes que la densidad.
Para futuros proyectos, nos gustaría poder trabajar con más materiales y más grosores
conociendo de antemano otras características y propiedades además de la densidad, y así tener
factores para poder juzgar de forma más precisa las causas que intervienen en el coeficiente de
atenuación.
6. Bibliografía
● John R. Taylor “Classical mechanics”.
● N. Agila, M. Guerrero “Estudio de Pérdida de Energía de las Ondas Sonoras al
Atravesar Diferentes Materiales”, Revista Tecnológica ESPOL, Noviembre, 2009.