Está en la página 1de 15

Carlos Martínez Sebastián y Pablo Núñez Yebra.

Grupo 5114 Técnicas Experimentales

VARIANZA DE LA INTENSIDAD DEL SONIDO EN


MATERIALES
1. Introducción
El objetivo de este experimento es determinar cómo afecta el paso por distintos materiales a la
intensidad del sonido. Para ello, tendremos en cuenta el comportamiento del sonido como una
onda capaz de atravesar ciertos materiales a costa de perder energía (bien sea reflejada o
atenuada, siendo absorbida por el material).

2. Instrumentación

La instrumentación utilizada ha sido:


● Osciloscopio.
● Micrófono.
● Altavoz.
● Tubo de resonancia.
● Generador de funciones.
● Varilla metálica.
● Calibre.
● Cable conector
● Materiales a estudiar:
- Poliestireno expandido (densidad 25 kg/m3).
- Espuma troquelada (densidad 30 kg/m3).
- Plastilina (densidad 1400 kg/m3).
- Espuma de polietileno (densidad 32 kg/m3).

3. Teoría
Una onda es una perturbación en una característica del espacio que implica un transporte de
energía sin transportar materia. Así, el clásico ejemplo de ondas, son las ondas sonoras,
descritas como ondas sinusoidales (en forma de seno o coseno). A continuación, pasaremos a
describir distintos parámetros característicos de las ondas para, seguidamente, poder comenzar
con el desarrollo teórico en el que se basa este experimento.
A=Amplitud o intensidad de onda.
φ =Desfase.
λ =Longitud de onda.
 Podemos considerar la figura superior como una función del tiempo, tal que:
𝑓(𝑡) = 𝐴𝑐𝑜𝑠(φ + ω𝑡)
(1)

Existen, según su comportamiento con el sonido, dos tipos de materiales: dispersores y no


dispersores. En el espectro audible, el aire es no dispersor (es decir, las partículas del medio se
mueven a una misma frecuencia de vibración).
Energía:

A nivel molecular, tenemos que las vibraciones de las partículas del medio de propagación
pueden estudiarse como movimiento armónico simple. En su punto máximo, la máxima energía
cinética corresponde al valor total de su energía. Así, aquí podríamos escribir que:

ECMax = 2π2f2Amax2m0 = Etotal (2)

Sin embargo, al propagarse la onda en un


medio, la fricción entre partículas provoca
una pérdida de energía y, por tanto, de
amplitud.

A través de distintas experiencias, se ha


observado que el decaimiento en un medio
se puede relacionar con el tiempo que la
onda está en el mismo de forma
exponencial. Sin embargo, es conocido
que la velocidad de propagación de una
onda en un medio material es constante. Por tanto, el paso de la onda sonora a algún medio
provoca el efecto de la figura superior, en la que se representa a la onda en función del tiempo.

Teniendo en cuenta que la relación de dispersión cuando la onda atraviesa un material en


función del tiempo, según lo dicho en la clase de teoría de mecánica y ondas I es:

A = A 0e-αt (3)

siendo α una constante. Si ahora consideramos que la velocidad de propagación de un mismo


𝑥
medio es constante, tenemos que: 𝑡 = 𝑣
, por tanto ahora vemos que:
𝑥 α𝑥
A = A 0e-α 𝑡 = A 0e-Cx, donde C = 𝑣
(4)

Esta es la conocida como Ley de Beer-Lambert.

Por tanto, se ve que en función de la distancia que la onda recorre por un medio se puede
encontrar una relación exponencial con una constante C que indique cómo se va a ver afectada
esa onda. Como se puede observar, este factor dependerá del material del que se trate (pues el
factor α es propio de cada material). Esta constante es denominada “coeficiente de atenuación”.

Al llegar una onda a una frontera material, se produce un efecto de reflexión y transmisión que
provoca la división de la onda incidente en dos resultantes. Tras atravesar dicho medio, la
relación entre la energía incidente inicial y la energía transmitida es:

Etotal = E reflejada + E transmitida + E atenuada (5)

Cabe destacar que, si la distancia viajada por la onda es lo suficientemente pequeña, la relación
puede aproximarse como:

Etotal=E reflejada+E transmitida (6)

Por tanto y dado que al menos en uno de los momentos se trata de medir el coeficiente de
atenuamiento propio del material C, existirá un valor límite por debajo del cual las medidas
tomadas no serán fiables a la hora de calcular la energía atenuada.

Sin embargo, puede expresarse la fórmula de un modo compacto como:

Etotal=E perdida+E transmitida (7)

A la hora de estudiar la pérdida de energía para estudiar las propiedades acústicas de un


material, cabe tener en cuenta la energía perdida (cuanto más cercano sea a 1, mejor aislante
será). La relación a usar será:
−𝐶𝑥
𝐸𝑝 𝐸𝑡 𝐴0𝑒
𝐸𝑖
=1− 𝐸𝑖
=1−( 𝐴0
)2 (8)

El porcentaje de pérdida de energía puede expresarse como:

𝐴𝑡 2
%𝑃𝐸 = (1 − 𝐴𝑖
) 100%
(9)

Finalmente, si representamos la amplitud de la onda transmitida frente a la incidente,


encontraremos una relación lineal para los mismos grosores de material. La pendiente de esta
recta no puede ser mayor a 1; sin embargo, cuanto más se acerque la pendiente a 1, mayor
conductividad acústica tendrá ese grosor de material, y cuanto más próxima sea a 0, mayor será
el aislamiento que produce.
4. Resultados experimentales
4.1. Pérdida de energía
Cogemos fragmentos de 4 cm de nuestros materiales que permitan apreciar de un modo notable
la pérdida de energía en cada caso, usando la ecuación 9:

4.1.1. Poliestireno expandido:

At/Ai = 0,18 ± 0,02

%𝑃𝐸 = (67±4)%

4.1.2. Espuma troquelada:

At/Ai = 0,091 ± 0,006

%𝑃𝐸 = (83±2)%

4.1.3. Plastilina:

At/Ai = 0

%𝑃𝐸 = 100 %
4.1.4. Espuma de polietileno:

At/Ai = 0,36 ± 0,03

%𝑃𝐸 = (41±4)%

4.2. Coeficiente de atenuación


Vamos a usar fragmentos de distintos grosores de poliestireno expandido, espuma troquelada y
plastilina para representar la relación del cociente de la amplitud transmitida y la amplitud
incidente con el grosor. La espuma de polietileno decidimos descartarla debido a irregularidades
al cortar fragmentos pequeños del material, por su gran porosidad. Usaremos esta relación para
hallar el coeficiente de atenuación, con la ecuación 4, mediante un ajuste exponencial de los
datos:

4.2.1. Poliestireno expandido

● 3 cm:

At/Ai = 0,21 ± 0,03

● 2 cm:

At/Ai = 0,42 ± 0,04


● 1 cm:

At/Ai = 0,94 ± 0,08

● Relación pendientes-grosor:
C = 0,4 ± 0,1

4.2.2. Espuma troquelada


● 3 cm:

At/Ai = 0,37 ± 0,05


● 2 cm:

At/Ai = 0,42 ± 0,06

● 1 cm:

At/Ai = 0,58 ± 0,07

● Relación pendientes-grosor:

C = 0,44 ± 0,06
4.2.3. Plastilina

● 3,5 cm:

At/Ai = 0,26 ± 0,03

● 1,9 cm:

At/Ai = 0,55 ± 0,07

● 1 cm:

At/Ai = 0,6 ± 0,2


● Relación

pendientes-grosor:

C = 0,45 ± 0,09

5. Conclusiones
En primer lugar, podemos decir con total seguridad que existe una pérdida clara de energía al
paso de la onda por un material distinto al aire. Comparando los distintos materiales usados, se
observa que, para un mismo grosor de 4cm en todos ellos, la energía perdida (bien sea por
reflexión o por atenuación) al atravesar un material en cada uno de ellos es distinta, siendo el
que más energía pierde la plastilina (100%), a continuación la espuma troquelada (83±2%),
poliestireno expandido (67±4%) y el que menos pierde la espuma de polietileno (41±4%). El
material de mayor densidad (la plastilina) es el que produce una mayor pérdida de energía
(total). En segundo lugar, la espuma troquelada, con una densidad de 30 kg/m3. La tercera que
más pierde es el poliestireno expandido, cuya densidad es de 25 kg/m3, y finalmente el material
que menos energía pierde es la espuma de epe que, sin embargo, es el segundo con mayor
densidad, aunque muy por debajo de la plastilina, con 32 kg/m3. Basándonos en los datos
medidos y expuestos con anterioridad, salta a la vista que de existir una relación entre la pérdida
de energía y la densidad de los materiales, esta es muy pequeña e influyen más otros factores
como, previsiblemente, la elasticidad y porosidad de los materiales. Por tanto, y al no observar
ninguna relación aparente entre energía disipada y densidad, se puede concluir que no existe
dicha relación.
En el segundo punto, en la representación de pendientes frente a grosores, hemos llegado a
varias conclusiones interesantes. Se observa una cierta relación exponencial en cada uno de los
casos, como se ve en la teoría, aunque algunos de los valores se desvían un poco. Hay que tener
en cuenta que los materiales eran recortados a mano y, por tanto, en algunos casos, se ha podido
producir un error debido a la imprecisión del trabajo mayor del que ha sido considerado y difícil
de estimar. Comparando los materiales entre sí, se puede observar una tendencia creciente de los
coeficientes en función de las densidades. Sin embargo, de forma sorprendente, vemos como los
valores para el poliestireno expandido (0,4 ± 0,1), para la espuma troquelada (0,44 ± 0,06) y
para la plastilina (0,45 ± 0,09) se aproximan mucho a pesar de tener densidades, en algunos
casos, muy distintas. Podemos asumir que, como se ha dicho también con la pérdida de energía,
intervienen otros factores, probablemente más determinantes que la densidad.
Para futuros proyectos, nos gustaría poder trabajar con más materiales y más grosores
conociendo de antemano otras características y propiedades además de la densidad, y así tener
factores para poder juzgar de forma más precisa las causas que intervienen en el coeficiente de
atenuación.

6. Bibliografía
● John R. Taylor “Classical mechanics”.
● N. Agila, M. Guerrero “Estudio de Pérdida de Energía de las Ondas Sonoras al
Atravesar Diferentes Materiales”, Revista Tecnológica ESPOL, Noviembre, 2009.

También podría gustarte