La guerra ruso-ucraniana es un conflicto bélico entre la Federación de
Rusia y Ucrania, que se encuentra actualmente en curso y que se acrecentó tras el tenso período de la crisis ruso-ucraniana de 2021- 2022, conflicto que el 24 de febrero de 2022 finalmente desembocó en la invasión rusa de Ucrania, si bien esta confrontación se ha desarrollado desde 2014 y ha tenido varias etapas entre las que se destacan la adhesión de Crimea a Rusia y la guerra del Dombás que comenzó ese mismo año y aún sigue en progreso. En la mañana del 24 de febrero de 2022, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, ordenó a sus tropas bombardear e invadir Ucrania, país vecino. Es la primera gran agresión de este tipo en Europa desde el desenlace de la Segunda Guerra Mundial en 1945 y el fin de la dictadura de los nazis en Alemania. En la Edad Media había existido un primer estado ucraniano, la Rus de Kiev, que también se considera el inicio de Rusia. Cuando, en el siglo XVIII, Rusia se convirtió en un imperio, casi toda Ucrania quedó en sus manos. La cultura y el idioma ucraniano fueron menospreciados y perseguidos durante muchos años. A la lengua ucraniana se la consideraba mero dialecto de la rusa, la cultura propia se veía como campesina, pobre, poco sofisticada. Las élites culturales ucranianas lucharon por una autonomía en el imperio y, cuando este se hundió tras la revolución, intentaron crear un Estado independiente. La reconquista del país por los bolcheviques tuvo primero una cara amable: se permitió el florecimiento de la cultura y la lengua. Pero luego la política se hizo muy restrictiva. Las políticas de los bolcheviques llevaron al país a una gran hambruna, llamada Holodomor, en la que murieron millones de ucranianos. Durante la Segunda Guerra Mundial, los nazis invadieron la URSS y provocaron una enorme destrucción en Ucrania, asesinando a millones de personas, incluyendo a casi toda la población judía. Ucrania fue uno de los escenarios del Holocausto. Una parte de los ucranianos colaboró con los nazis para lograr su independencia, cometiendo muchos crímenes. Otra parte luchó contra los invasores nazis y consiguió expulsarlos del país, junto con el ejército de la URSS.
Con el tiempo, Ucrania dentro de la URSS se recuperó y llegó a ser
uno de los territorios más importantes de la Unión. Tenía una gran industria y era considerada como el granero del país: producía una gran cantidad de trigo y pan. Cuando en 1991, tras muchas tensiones, la URSS se disolvió, los países que la componían se hicieron independientes. Ucrania también votó, en un referéndum masivo, a favor de su consolidación como Estado propio.
¿Por qué Vladimir Putin no ha aceptado el camino de independencia y
soberanía de Ucrania? Para muchos rusos, Ucrania sigue siendo un territorio muy ligado a ellos, algo que también piensan muchos ucranianos. Pero los rusos también consideran a Ucrania un “hermano menor”. No aceptan que los ucranianos puedan dirigir sus propios destinos y decidir lo que quieren. Vladimir Putin y parte de los políticos rusos están acostumbrados a la idea de ser un imperio. Para ellos, representa una humillación que Ucrania siga su propio camino en la política internacional. Razones geopolíticas detrás del conflicto: La invasión de Rusia tiene un trasfondo geopolítico de larga data, que tiene que ver con la negativa rusa a aceptar el acercamiento de la OTAN y la Unión Europea a la ex república soviética, Expertos coinciden en señalar que el control sobre ucrania es vital para la seguridad de Rusia. El objetivo estratégico de Rusia es neutralizar la soberanía de Ucrania. Rusia considera esencial para su seguridad nacional que Ucrania no forme parte de la OTAN ni de la Unión Europea Problemas Económicos: La coyuntura actual hace difícil pensar, como Cándido, que nos encontramos en el mejor de los mundos. En el contexto global, la guerra Rusia-Ucrania es un hecho que ya tiene efectos negativos en la economía global. Lo anterior a pesar de que dicho conflicto no ha desembocado en el peor de sus escenarios: una tercera guerra mundial. Como es bien sabido, la economía rusa es una de las grandes productoras de petróleo y gas. Por lo anterior, la guerra afecta de manera negativa la producción de petróleo y gas generando presiones al alza en los precios de estas materias primas. Por su parte, Ucrania es una gran exportadora de productos agrícolas como el maíz y el trigo, así como de fertilizantes como la urea. Todo lo anterior da combustible a la inflación la cual, a nivel global, se parece cada vez más al escenario de los setenta. Al ser el petróleo un insumo esencial en la producción actual un alza en su precio afecta negativamente el crecimiento potencial que pueden tener las economías importadoras del combustible. La combinación de estancamiento e inflación alta es un escenario cada vez más probable. Colombia claramente se verá afectada de manera negativa por esta guerra, los efectos se harán notorios en la inflación. Es difícil imaginar que la de alimentos baje de 15% en lo que lleva del año. La importancia de las importaciones de urea en Colombia es alta y ello incidirá en todos los precios agrícolas. Con esto en mente, resulta muy difícil imaginar una inflación total inferior a 7% al finalizar 2022.
Para hacernos una idea, si la inflación mensual se estabiliza en 0,29%
(su promedio de 2018-2019, periodo de inflación estable) de marzo a diciembre de 2022, la inflación anual de 2022 sería de 6,45%. En enero y febrero la inflación mensual fue de 1,67% y 1,63%, respectivamente. En marzo y abril, se deberían sentir los efectos completos del incremento en los precios de la urea, maíz y trigo y la inflación mensual debería ser por lo menos igual la vista en los dos primeros meses del año.
Por esto mismo, es altamente probable que las expectativas de
inflación se desanclen y sea necesario que el Banco de la República actúe subiendo las tasas de política monetaria de manera más acelerada y más alta a lo previsto hace unas semanas. En una entrevista reciente Leonardo Villar mencionaba a la necesidad de tener tasas de interés reales positivas a final de año. Así con el escenario actual las tasas de interés de política monetaria a final de este año deberían ser superiores a 7%. Aunque puede ser un choque negativo para el crecimiento, es necesario para controlar la inflación, que puede tener un efecto lesivo, especialmente en los más pobres. También es importante recordar que la confianza en el emisor depende en que este cumpla con su mandato constitucional de preservar el poder adquisitivo de la moneda colombiana.
Ahora bien, no todo es negativo y hay ciertos elementos que
benefician al país. Desde el estallido de la guerra (22 de febrero) la moneda colombiana se ha revaluado cerca de 150 pesos, a pesar de que la incertidumbre electoral es cada vez más relevante. Lo anterior tiene varias explicaciones. Por un lado, el precio del petróleo se ha incrementado más de 30% en el último mes, lo que podría generar presiones a la baja en la tasa de cambio. Adicional a esto, se puede ver en Latinoamérica una especie de refugio en estos momentos. Se trata de economías que están tratando de subir sus tasas de interés de la manera más rápida posible y que no tienen una conexión directa con el conflicto ruso-ucraniano como si lo tienen Europa y Estados Unidos. Lo anterior hace que las economías latinoamericanas puedan ofrecer una mayor rentabilidad a los inversionistas en comparación con otras regiones del mundo en donde o las tasas de interés están muy bajas o el riesgo es muy alto. Como se puede ver, a pesar de que la coyuntura es negativa, la región y Colombia tienen ciertos elementos que mitigan los efectos negativos de esta guerra.
Un aspecto adicional detrás de la revaluación de la moneda
colombiana es la percepción del riesgo fiscal. El alto crecimiento en 2021 llevó a una reducción importante en la deuda del gobierno sobre el PIB, así como el déficit fiscal. Lo anterior unido con los altos precios del petróleo podría dar mayores ingresos fiscales y podrían contribuir a cerrar el déficit fiscal, con la condición de que esos recursos no se traduzcan en un mayor gasto por el subsidio a los precios internos de la gasolina y del Acpm. Algo similar ocurre en la cuenta corriente, en donde los altos precios del petróleo contribuirían a un incremento en el valor de las exportaciones petroleras que podría ayudar a cerrar el déficit en cuenta corriente. Ahora bien, las exportaciones no tradicionales podrían ser menos atractivas en el mercado externo ante una moneda revaluada.
Así, la coyuntura actual es compleja. Por un lado, nos llevará a niveles
de inflación muy altos que obligaran al banco central a bajar la velocidad de recuperación de la economía. Por otro lado, y dentro lo positivo, se podrían mejorar los indicadores fiscales y de cuenta corriente, los cuales son de los grandes retos de la economía colombiana. Sin embargo, es importante recordar que esta situación excepcional en los precios del petróleo no debe ser excusa para olvidar temas pendientes en la estructura tributaria del país, así como la diversificación de la canasta exportadora.
En américa latina los exportadores de banana en Ecuador, los
productores de carne en Colombia y los importadores de fertilizantes en Brasil enfrentan un problema similar, la invasión de Rusia en Ucrania ha puesto en riesgo sus negocios. Aunque el volumen de negocios de Rusia con América Latina es bajo en comparación con otras regiones del mundo, hay ciertos sectores productivos que se están viendo afectados por la guerra. Moscú y Kiev compraban casi la cuarta parte de las bananas que exporta Ecuador, pero con la devaluación de la moneda rusa y el descalabro económico, temen que su negocio enfrente duras consecuencias. Brasil importa cada vez más fertilizantes para sembrar soya y otros productos agrícolas. Como sus dos grandes proveedores son Rusia y China, si se quedan solo con uno, tendrán muchas dificultades para conseguir el producto en otros mercados. ¿Qué le vende Rusia a América Latina? La mayor parte de las exportaciones rusas a América Latina llegan a Brasil y México, las dos mayores economías de la región. El año pasado los principales productos que Rusia le vendió a América Latina fueron fertilizantes, acero, petróleo refinado y las vacunas Sputnik, según el OEC. El acero ruso es el segundo producto ruso que más importa América Latina, después de los fertilizantes. La delantera la llevan, de lejos, los fertilizantes, un sector que concentra el 40% de los envíos rusos a la región. El acero ocupa el segundo lugar entre los productos rusos más exportados a Latinoamérica y es México el país que más lo compra. Sin embargo, a diferencia de lo que ocurre con Brasil, México importa el producto desde distintos mercados y el acero ruso ocupa solo una parte del total de sus importaciones. En ese sentido, México está menos expuesto a los golpes económicos de la crisis. ¿Qué le vende Latinoamérica a Rusia? Los productos más exportados a Rusia desde la región son frutas, verduras, carnes y pescado. Los productos más exportados a Rusia desde la región son frutas, verduras, carnes y pescado. Entre los países con mayores nexos comerciales, Brasil les envía soya, carne, tabaco y café; México exporta autos, computadoras, cerveza y tequila, mientras que Ecuador le vende bananas, flores y camarón. El impacto económico indirecto "El impacto de la guerra no es directo, está más relacionado con los efectos de esta crisis en la economía global", señala Daniel Kerner, director para América Latina de Eurasia Group, una consultora de análisis político y económico. Con la guerra, los precios de las materias primas se han disparado, especialmente el petróleo, los productos agrícolas y los metales. A primera vista eso beneficia a países petroleros como Brasil, Colombia y Ecuador, y a países exportadores de granos como Brasil y Argentina. El aumento de la inflación es uno de los mayores efectos indirectos de la guerra en América Latina. "Si uno mira la historia económica, en general, cuando los precios de los commodities son altos a Latinoamérica le va bien", dice Kerner en diálogo con BBC Mundo. De hecho, suele generar un gran alivio fiscal. El problema es que esta vez la suba de precios viene acompañada de inflación y de bajo crecimiento económico, y por lo tanto, el escenario es diferente, explica el experto.
En conclusión, Esta guerra se ha convertido en un problema no solo
entre Rusa y Ucrania si no también afecta a otros países que tienen relaciones políticas con ellos; Tambien recordemos que Rusia es un país geográficamente desprotegido, al menos en lo que respecta a si territorio europeo
Rusia se beneficia de evidentes potencialidades, pero arrastra también
taras no menos relevantes. Recordemos, sin ir más lejos, que, al menos en lo que respecta a su territorio europeo, es un país geográficamente desprotegido. Es urgente que nos deshagamos de varios mitos que rodean a la figura del presidente ruso, Vladímir Putin. Pese a la apariencia de firmeza, de fortaleza y de eficacia que lo acompaña, lo más probable es que los historiadores no sean muy generosos a la hora de evaluar su gestión. Pero creo yo que Putin ha hecho un gran trabajo protegiendo a su país obvio debe haber algunas razones económicas por las que también quiere a Ucrania.