IR
LEJANDRO REINOSO™
Un recuerdo-huella
El nifio llega a casa después de la escuela gritando a todos y a nadi
hambre!, ;tengo hambre! El abuelo materno, sentado en su sillén,
Jo mira fijamente a los ojos y le dice con un tono muy serio: Tit no sabes
(gué es el hambre, El nifio qued6 con el cuerpo petrificado y con un efecto de
‘vergiienza de su propia voz. El nifio silencioso mira al abuelo desde lejos.
Sj, en verdad yo no sabia qué era el hambre. El significante toca el cuerpo
¥ysu consistencia con un efecto de pérdida y de pesadez. El objeto voz que-
dé marcado y silenciado. Una suerte de |Quédate callado!, reducido a los
pensamientos. Fin de la despreocupacién. Por lo tanto, habia que pensar
antes de hablar, mirar bien lo que pasa y elegir las palabras. No se puede
Primer testimonio. Presentado en las “I Ensefianzas del pase de la Escuela una en
la NEL”. Interlocueién de Angelina Harari y Anna Aromi. Bogoté, abril 6 de 2019.
* Psicoanalista en Santiago de Chile, Chile. Miembro de la Nueva Escuela Laca-
‘Riana (NEL), dela Scuola Lacaniana di Psicoanalisi (SLP) y de la Asociacién Mundial
Psicoanalisis (AMP), Analista de la Escuela (AE 2018-2021) de la Escuela Una.Drewes
El primer andlists
“hile, un primer andlis'
En Chile, un Pp :
, torno a la eleccion de una mujer. Una contin;
en to
| enamoramiento de una mujer mayor,
trimonio anterior y el efecto de division quesey co
snalisis se constataron las coordenadas edipicas en
su articulacién con la novela familiar.
En la novela, la madre se habia enamorado del padi
hor que ella y que estaba ubicado en las antipodas de su
clo, En efecto, mi padre encarnaba la simpatia, el goce |
presente y de las mujeres, la ausencia, la falta de pre
Mi abuelo, por su parte, encarnaba la seriedad, la perm
| cuidado y la responsabilidad.
En el anilisis ubiqué algunos puntos de mi posicién
familiar, Cercano a mi abuelo, escuchaba atentamente las
que él tenia con sus amigos inmigrantes en ese extrano dial e
el italiano, cuando fbamos a cazar y pescar, Estaba atento,
esencialmente escuchando. No me atrevia a preguntarle
aunque sabia que su madre lo habia empujado a irse de la
periodo de Mussolini, 7
un rasgo: el
i Identificado con el significante “serio” me separaba tam
chos de familia acerca de lo poco serio de mi padre. Una
epee tacitumo y un cierto aburrimiento. El oma
ys ed ie Pacis ¥ eso yo lo rechazaba. El era una fdas deli
a ‘urante mi infancia, i :
padre’ no etd al altura” y, ademés, “os fare, Oeoe
yno sabia como tratarlas. El deseo se diri
) ligado al padre,
En ese andlisis qued6 delineado que la eleccién de esta mujer con un
hijo incluia las ambivalencias y la repeticién de la relacién con la madre y
hermano a cargo, donde el dilema era permanecer 0 retroceder de algu
do. Develandose ese embrollo, la eleccién fue clara y decidida. Con
, mujer se podian articular el deseo y las palabras de amor. Con ello
evino la decision del matrimonio y, sucesivamente, tener un hijo.
La pregunta por el deseo del Otro orientada hacia los origenes, en el
sentido freudiano, y que ademas incluia la migracién del abuelo, llevé a
la decision de cruzar el océano para habitar la otra lengua y también para
vivirla traumaticamente a nivel de lalangue en el analisis.
ellas
giriaa mujeres mayores; un
La formalizacién del sintoma y la construccién del fantasma
El segundo y definitivo andlisis, que duré en total casi 18 afios, retomé
el mismo punto de encrucijada sintomatica con el partenaire. Aun sabien-
do del amor, insistia la pregunta por lo definitivo del ser; ges 0 no es?,
cestar 0 no?, ¢de qué modo? Habia un cierto no entrar o retroceder ante
el partenaire. El deseo se articulaba al defecto del otro con un saldo de
insatisfaccion,
No obstante, en ese momento habja una contingencia sintomatica con-
vergente: una dificultad en la escritura de una tesis doctoral que versaba
sobre el tiempo. La queja era debido a una escritura tosea e ineémoda que
no fluia pues era demasiado pensada y arrastraba a la procrastinacién. La
tesis era un ladrillo serio, y tenia la fantasia permanente de escapar de la
impotencia.
La eleccién transferencial tuvo entre sus coordenadas la seriedad del
trabajo del analista, su condicién de ex sacerdote y la otra lengua. Por eso
mismo, el andlisis transcurrié en italiano. El suefio de entrada en andlisis
Mostraria la rivalidad con el ex marido de mi esposa, al que ubicaba en la
Serie del padre caido. En el suefio, el otro tomaba la palabra y yo estaba en
ilencio mirandolo. Ante esto el analista, indicando el divan, diria simple-
mente y en modo enigmatico: jBien!, la maquina estd en movimiento.
El fantasma comenz6 su construccién en el andlisis en torno al cuidado
escucha a los otros, como, por ejemplo, acompafiar tempranamente alra. No toque nada, habia dicho,
cion al ideal que me DE
peor, También en mi relacién
profesores, escuchando sus pr
saber, diria el analista apunta:
del saber y de la escucha. Efecto
cEn qué lugar me ponia y trata
concluir la secundaria ya era un
desear por via de la escucha, y_
huella del objeto recubierta con
Entramado en estos afanes surgi
y escuchar a otros, Luego, estudiar
cucha era, por otra parte, un modo de no!
el miedo. yy) ‘
En anilisis fue recordado
tre los 5 y 7 afios, periodo de la
Partida de mi padre. Era un miedo. joctu
fantasma. Era una fantasma que provenia d
que venia a asustarme a la habitaciénALHIANDRO RIOR « out
del pensamiento se anudaba a
aban al otro con el semblante
bjeto mirada, por su parte,
hula yal silencio, tos cua
eee caceee Amar dando voz
4 ott goce parcial: mi
mirada, por su parte } mirar de
portaba también tn soporte de satisfaccién, Amiel
demanda de amor y la exige sek palace
ncia por parte del otro de
ntasma desfallecia y aparecia la angustia, 1
trabajo analitico, acongojado por las temiéticas mortificantes,
» a menudo con una sontisa del analista que me inquietaba,
sentido. ¢Pero de qué sonrie?, me decia intemamente. No
» habia nada para la risa. Tr
igo un suefio extrano: “Estaba en
ante chino, saboreaba un arroz que estaba muy sabroso y lo co:
nucho gusto. Era un arroz a la cantonesa (Il riso alla cantonese)". Bl
ntes de que concluyese el relato del suefio, recorta el equivoco I!
tonese, la risa a la Lacan. En ese momento exploto de Ia risa,
rta que envuelve todo el cuerpo; el analista también reia. Pero
esto? zy qué tiene que ver esta risa a la Lacan? Ningiin sentido.
poetica de la interpretacién que tocé las tripas. Algo nuevo que
ya tener un efecto de ligereza y soltura en el cuerpo. Eso habilité
una puerta inédita a lo cémico que disolveria parte de la vivencia
1 existencia.
stante esta mayor soltura y liviandad corporal, en la escritura de
ce se inflamaba. Una lectura que he hecho aprés coup como una
on del analista, incidiria en la escritura. El analista estaba inves-
sobre Dante. Al final de una sesién me dice que esta buscando una
\ borromea en las Visiones de Santa Hildegarda von Bingen y me
ta si la puedo localizar, Digo que si inmediatamente. Efecto de an-
acesivo, {por qué le dije que si, si estoy tratando de terminar la te-
aber dicho jno puedo! Fui a buscar la referencia en una edicion
tigua en latin y trabajé con ayuda del diccionario, Nadie me dijo que la
ra en latin. Fui otra vez a la otra lengua, buceando en ella, en un mar
Ao entender. Trabajé incansablemente en este todo-por-el-otro, mientras
critura de tesis dormia. Finalmente encuentro la cita precisa yla nn
regalito al analista. Este la recibe como si nada y Beer casi
inguin interés sobre su escritorio dice: Bien, gracias... gentoncespew
Efecto de perdid
critura S€ ee a is
ie concluir, en 12 es :
de con jas encontraron un lugar en el tejido, n
separada no sin la ayuda lectora de mi muj
al poco tiempo,
relacion con Ja escritura.
Camino hacia el final
al final estuvo marcado por
.ces incluso insoportable.
aqué vengo a decir? Vagaba dando vueltas
Mientras las cosas de la vida procedian con los vat
y analiticos, el encuentro con la nada emergia
breve suefio, el analista me presentaba una hoja
nada. Ver-nada interpreté el analista. El reco
este objeto abrié el atravesamiento en
situar las claves de Ja gramatica del fantasm
al otro en silencio y miro. Esta extraccién del obje
El periodo previo
tido generalizado, a ve’
Pasaje del analizante al analista, el objeto voz e
en una secuencia de suefios.
Sueno: Entonces, ¢ i6 te
Elona dEs una profesion? Decia una
agi ul i en francés métier go se dice métiere
‘ al analista, agrego: jj i et
eo saat , agrego: jpara mi es une meétierel! |
. Llamémoslo lapsus, Después él se da vu
fe Pareles sin darme una nueva sesién. Al rato:
Brera, por otra sesion; después y de pie dec
» iestuvo de verdad bien-; iC r
Sion en femenino, ohana
Yuelvo al dia si ant
4 al dia siguiente, ny i
Rei Nuevamente sin cita
“Ste tramo. Una voz: ¢Qué h ;
e ze italiano)! respondo, o am MEE
le -