HUMANIDADES III SEDE IBAGUE- ESPINAL 2022 IMPACTO DE LA RELIGION EN LAS GUERRAS AZTECAS
Desde la antigüedad, la guerra ha sido un principal impulsor en la expansión de la sociedad
para adquirir recursos, territorios, o expandir un fenómeno ideológico. A lo largo de la historia, existieron personas quienes han usado ideologías creadas por ellos para insertar en los individuos la creencia de uno o más Dioses, basados en fenómenos machistas por su rechazo a la imagen de una mujer como su Dios singular, recurriendo a la creencia de una figura masculina y autoritaria, manipulando e impartiendo miedo entre la sociedad, al exigir obediencia incondicional, para aquellos que se negaban o no cumplían con sus órdenes, recibían diferentes tipos de castigos, que en muchos casos les costaba su vida, entonces surge la pregunta de, ¿Sería el mundo más pacífico si no existiera la religión?. Por una parte, en América Latina, históricamente siempre ha existido un conflicto en el campo religioso, entre ideologías opuestas a las ideologías impuestas por la iglesia cristiana. Desde épocas muy tempranas, la guerra y la religión no se pueden separar, desde un análisis histórico y sociológico que cruza creencias, valores y prácticas. Una de las guerras que más curiosidad me ha causado por conocer su historia, es la Guerra Florida del Imperio Azteca, que llego a convertirse en una potencia ideológica de toda Mesoamérica hasta que tuvo su fin con la llegada de la conquista de los españoles. Una sociedad azteca del México prehispánico, que usaba el sacrificio humano como “ofrenda” y parte de su cultura, basada en dioses que les daban respuestas a preguntas del universo que ellos no tenían respuesta, además del ofrecimiento de estos sacrificios como “agradecimiento” a una situación inexplicable como lo serían las sequias de esa época. Con relación, a lo anterior, me preguntaba si moralmente no era preferible que ¿se utilizaran sacrificios animales en lugar de sacrificio humano?, las pruebas arqueológicas e históricas y análisis de Hassig, Ross, “El sacrificio y las guerras floridas”, Arqueología Mexicana “el dios Huitzilopochtli necesitaba ser alimentado todos los días para poder seguir iluminando al pueblo por el escogido. El único alimento que se podía ofrendar a este dios era la sangre humana”. (Pág. 46-51). Este comportamiento de los sacrificios humanos en Mesoamérica influyó en los orígenes de la guerra florida, un conflicto como muchos que solo tiene como objetivos la expansión política, económica, social y militar, del imperio azteca, y el objetivo más cruel en la historia, de obtener prisioneros para el sacrificio ritual. Pero ¿cuál era el trasfondo social de los sacrificios humanos?, Según investigaciones realizadas por historiadores y arqueólogos, los españoles al descubrir estos rituales en el momento de la conquista en territorio mexicano, consideraron que eran actos de sectas satánicas en el territorio por su influencia cristiana, pero después de muchos años se considera que tenían una razón muy clara y oscura, que era la de ejercer el control sobre ciudadanos de bajo rango dentro de su estructura social, lo que permitió a los líderes, mantener y promover una jerarquía social que luego siguió siendo heredada, proclamando su propia divinidad. Desde la época primitiva se han instaurado miles de Dioses con diferentes características y atributos, que se moldearon para responder a situaciones naturales y sobrenaturales, que sufría el entorno del ser humano. En algunas comunidades y culturas la religión se convirtió en la búsqueda de un Dios que proteja o quite el sufrimiento por el que pasa el hombre y la humanidad. La religión ha sido y sigue siendo parte significativa para la humanidad para muchas personas, pero en lo personal, pienso que está mal esta afirmación, el confrontamiento que existió y que sigue existiendo actualmente con la ciencia porque se oponen a la ideología que los rodea, niegan rotundamente que el ser humano haya sido producto de la evolución de Darwin, como consecuencia persiguieron hasta encarcelar y asesinar a brillantes científicos, asesores y expertos, que pudieron haber contribuido a la explicación o cura a miles de enfermedades de esa época, salvando sus vidas, basado en algo real como lo eran sus investigaciones, y no en mitos de una figura religiosa creada por la comunidad de algo irreal, dejándolos morir para la búsqueda de respuestas ante el suceso de la muerte. La religión nunca ha sido el problema, está bien convivir en un mundo religioso lleno de valores espirituales, sociales, familiares y personales, el dilema es que algunos individuos extremistas usen el nombre de un Dios y la religión como excusas para librar guerras que solo sembraron muerte y la destrucción del hombre por sus creencias religiosas que terminaron en situaciones violentas en las que la vida de algunos hombres era la ofrenda hecha a los principales dioses, y como dice Grayling “la religión no es la teología, es la práctica y la concepción de las personas corrientes. Y a la mayoría de ellas la creencia en algo sobrenatural y las supersticiones se las inculcaron en la infancia, cuando aún no podían formarse un juicio del valor de lo que vendían como una concepción del mundo. Lo que atacan los críticos es precisamente la falsedad de tal concepción y sus consecuencias en un mundo de sufrimiento” (Grayling, 2011, p. 17). En conclusión, podremos decir que la respuesta a nuestra pregunta de ¿Sería el mundo más pacífico si no existiera la religión?, la respuesta es no, porque el problema real es el hombre no la religión, esta variedad de ideologías como lo es la religión monotéica del islamismo, donde el hombre cree en un solo Dios creador de todo, y sus creencias que se sustentan en el Antiguo Testamento, no perjudican a la sociedad, pero algunos de sus seguidores crean vertientes radicales y fundamentalistas, que la convirtieron en una de las religiones más controversiales y peligrosas del mundo, por la cantidad de sucesos y casos, en los que sus fanáticos, usan el nombre de su Dios Alá, para cometer actos de terror y miedo, con el objetivo de imponer políticas teocráticas, justificando abusos y crímenes, situación similar en algunos aspectos si la comparamos con el imperio azteca, lo que nos quiere decir, aunque pasen cientos años el ser humano busca siempre un interés individual manipulando comportamientos y prácticas de personas que aún no encuentran un sentido de la vida, para crear y asociar estar personas, en un sistema cultural de creencias . REFERENCIAS
Hassig, Ross, (2003). El sacrificio y las guerras floridas, Arqueología Mexicana.
Bueno I. (2007). La guerra en el imperio azteca: Expansión, ideología y arte, Mirada de la Historia. Krickeberg W. (1994). Mitos y leyendas de los aztecas, incas, mayas y muiscas, Fondo de Cultura Económica. Rincón Rueda, Alberto Isaac (2018). La religión y la formación de la civilidad. Sophia: colección de Filosofía de la Educación. Cortázar, J. (1956). La noche boca arriba. Ciudad Seva. https://ciudadseva.com/texto/la-noche-boca-arriba/