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El Lenguaje del Universo

Publicado el 12/08/2019 by Monsalud Luque

El Lenguaje del Universo

 Hace mucho tiempo que se comenzó a hablar de la ley de la


atracción. Se decía, y se dice, que si le pides al Universo cualquier cosa
que necesites, este te lo enviará.  

El Universo se convierte así en un gran bazar donde puedes conseguir


cualquier cosa con sólo pedirla. 

¿Eso es así de fácil? Pues no y Sí….

No es tan fácil, porque si lo fuera, todas las personas obtendríamos todo


aquello que pedimos.

Y sí es fácil, muy fácil, si hablas el Lenguaje del Universo y eres capaz de


comunicarte con él en su mismo idioma. 

Hace años, cuando comencé a estudiar temas energéticos, no tenía ni


idea de cómo pedir, ni cómo conectarme con la abundancia del
Universo. Durante años pedí desde la carencia, desde el deseo, hasta
que fui aprendiendo, a nivel usuario, el lenguaje del Universo.

Yo no pido, siento. Siento que lo tengo todo, que a mi vida llegará


aquello que yo proyecte y atraeré lo que tengo dentro de mi. 
Antes de decir que el Universo es abundante, que hay suficiente para ti y
para todas las personas, que el Universo es matemático, hablar de la ley
de la atracción, etc. etc. etc.

Deberían enseñarnos a hablar y a entender el Idioma del Universo. 

De la misma manera que si quieres comunicarte con un alemán tienes


que aprender alemán, y si quieres hablar con un ingles tienes que
aprender ingles, si quieres hablar y comunicarte con el Universo tienes
que aprender el idioma que habla y entiende el Universo. 

¿Qué idioma habla el Universo? 

El Universo es neutral, por lo tanto, su idioma es la neutralidad. 

Hay varias cosas importantes a tener en cuenta a la hora de pedir al


Universo. 

Se resume en tres triadas.

Te voy a hablar de las tres triadas para tener una buena comunicación con
el Universo.

Cuando quieras pedir algo al Universo tienes que tener en cuenta estas
tres triadas. 

Si eres capaz de entender y aplicar las tres triadas, vas a poder


comunicarte con el universo y transmitirle tus peticiones,  en la forma y
manera, que él las entienda.

Primera Triada: Presente, primera persona, positivo.

Segunda Triada: Convencimiento, intensidad, perseverancia.

Tercera Triada: Neutralidad, armonía con el universo, entrega con


desapego. 

Si falta algún ingrediente de estas tres triadas, el mensaje que envías no


se entenderá, por lo tanto, no se concederá.
En la primera triada tienes que tener en cuenta que tienes que pedir en
presente: ahora, en este momento.

Tienes que pedir en primera persona: pedir para ti.

Pedir en positivo si quieres que lo que te llegue sea positivo.

La segunda triada: Tienes que tener convencimiento de lo que quieres,


sin dudas, ni vacilaciones. 

Tienes que poner intensidad en la petición para que el universo entienda


que lo tienes claro.

Perseverancia en la petición pero sin agobios, ni dudas si no llega en el


tiempo que tu propones.

La tercera triada: Neutralidad con el convencimiento que te llegará lo


mejor para ti en cada momento.

Armonía con el Universo siendo consciente de que, sólo desde la


armonía, el Universo resonará contigo.

La Entrega con desapego es la única manera de dejar trabajar al


Universo para preparar tu pedido sin presiones ni condicionamientos.

Aunque hablamos de lenguaje, de idioma, no hacen falta palabras para


hacer llegar tu petición. Es más una cuestión de mente y de emoción,
que de palabras. 

También hay que tener cuidado con la mente porque esta hace juicios y
puede ver peligro donde no lo hay. Es una cuestión de supervivencia
porque con el juicio se diferencia lo que es peligroso de lo que no lo es. 

Nuestra mente trabaja con símbolos y emociones. La mente recuerda


aquellas cosas que nos emocionaron y se interesa por lo que nos
emociona en este momento. 
Cuando se hace un pedido, teniendo en cuanta las tres triada, hay que
hacerlo con claridad. Pongo ejemplos: pido una casa más grande, un
coche más lujoso, un mejor trabajo, pido un millón de euros… hay una
especie de ritual en el que te visualizas en esa casa, ese coche, ese trabajo,
con ese dinero… sintiendo que ya es tuyo y puedes decir esto: Lo entrego
al Universo “siempre que sea lo mejor para mi, para todos los
implicados y en armonía con el universo, gracias”

Esto tienes que hacerlo con consciencia, confianza total, renuncia,


desapego, no cambiar de opinión, y entrega total para descargar el
sentimiento de necesidad.

Una vez haces tu pedido te relajas y te dedicas a tu quehacer diario sin


dudar de que eso que has pedido se te va a conceder.

No siempre lo que pides se te concede. A veces lo que te llega no es


exactamente lo que has pedido. 

Esto es, bien porque no tuviste claridad en hacer el pedido, o bien porque
lo que pediste no es lo que tu necesitas o recibirlo dañaría a alguien o
algo. 

Si no te aclaras en lo que necesitas, o entras en crisis después de un


pedido, no pasa nada, toma consciencia en qué punto estás, acepta tu
estado y sigue visualizando de forma creativa tu pedido.

Pedir al universo es como estar en un restaurante y haces un pedido a


cocina. Tienes que tener confianza y paciencia en que tu pedido le llegará
al cocinero y este lo hará exactamente como lo has pedido. 

Tus dudas, tu desconfianza, pedir desde la necesidad, desde la carencia,


desde el interés…confundirá al cocinero y lo que recibes puede que no se
parezca a lo que en principio pediste. 

Ten claridad en lo que pides, sin mareos y con desapego.

Si sientes que lo necesitas, no lo vas a conseguir. Si deseas es carencia.


Como he dicho antes, el lenguaje del Universo es neutral, y sólo desde
la neutralidad, podrás comunicarte con él. No le puedes engañar porque
son tus emociones las vías de comunicación. 

Así que prepárate bien antes de hacer un pedido. 

No puedes pedir desde la carencia: “No tengo esto, dámelo”. Es al


contrario: “Siento que ya tengo esto, que me lo merezco, que hay para mi
y para todas las demás personas, me relajo y confío”

No me canso de decir que el Universo tiene resonancia y que hace de


espejo con lo que recibe a través de nuestras emociones. 

Si recibe el mensaje “necesito una casa más grande” te va a dar motivos


para tener más necesitad y menos casa. 

Si le llega el pedido “necesito un millón de euros” puedes confiar que lo


que te llegará será más necesidad y menos dinero. 

Por ejemplo: “mañana salgo a buscar trabajo”. ¿qué mensaje recibe el


Universo? ¡Tu necesidad de buscar trabajo! 

Sería mejor decir: “Mañana salgo a encontrar trabajo” o “mañana voy a


encontrar trabajo”

Las palabras que empleas tienen una vibración, una energía que es
captada por el Universo, en su lenguaje neutral, y te va a dar más de lo
mismo que estás pidiendo, sobre todo, sintiendo.

Lanza tu pedido desde la abundancia, desde sentirte una parte de un


todo abundante, y confía que una parte de esa abundancia, te pertenece.
Cuando hablo de abundancia no me refiero sólo al dinero, me refiero a
todo tipo de abundancia que puedes recibir del Universo, de los demás,
de ti, de la vida. 

Si estás en Armonía y no te has creado expectativas, todo lo que te llegue


estará bien, sea lo que sea que recibas. 
Aprende el lenguaje del Universo,  comprende cómo tienes que hacer
tu “pedido”, entregas al Universo tu petición y desapégate del
resultado. Confía que hay una sabiduría superior que maneja lo
hilos, y envía a cada persona, aquello que necesita para su aprendizaje, su
experiencia y su evolución. 

++++
Ley del reflejo para descifrar las señales
del universo

Karla Salazar
 Gran Hermandad Blanca
 Sabiduria y Conocimiento

El reflejo ley espiritual del universo

Según la ley del reflejo:El mundo y las personas son el espejo de nuestras creencias
conscientes y subconscientes.

La ley del reflejo nos sirve para tomar consciencia de cómo estamos
vibrando, qué aspectos de nuestra vida podemos mejorar o potenciar. Nos
sirve para descifrar los mensajes de nuestra alma o las señales del universo.

Las leyes universales funcionan en todas las áreas de la vida seamos


conscientes o no de ellas. Lo maravilloso de conocerlas es que podemos
usarlas a nuestro favor para tener una vida más plena.

En lo personal creo que es una guía para el desarrollo del ser.

Ley del reflejo y  Señales del Universo


A veces no nos escuchamos y por eso nuestra alma, el universo o nuestro
cuerpo nos grita a través de las situaciones externas que vivimos para que
prestemos atención a lo que nos pasa por dentro.  Ya debes haber
escuchado sobre el diccionario de biodescodificación que está disponible en
la web, el cual nos muestra el origen emocional de las enfermedades. Y si lo
analizas todo tiene que ver con hacerse las preguntas acerca de para que
sirve ese órgano o parte del cuerpo, cual es su función.

De la misma manera ocurre en tu hogar o en tu carro, incluso con tu


teléfono celular cuando se daña… pregúntate para que funciona, que es lo
que te impide hacer y descubre en que áreas de tu vida   puedas usar esas
mismas palabras .

Por ejemplo: Tuve una época en que mi teléfono siempre estaba descargado,
con poca batería.  Y al mismo tiempo pase por un sitio en donde había una
tv encendida y decían las noticias apagón, falta de energía en no se donde.   
Y en ese momento capte el mensaje, yo estaba agotada… estaba trabajando
sin descanso. Necesitaba recuperar mi energía cargarme las baterías. Estaba
descuidando mi cuerpo y no estaba atendiendo mi propio cansancio.

Ley del reflejo y  Señales del Universo Animales, Números.


A veces el universo nos habla, mostrándonos en un periodo corto de tiempo 
un animal en tres oportunidades. Al  verlos debería llamar especialmente tu
atención, puede ser que lo encuentres en persona, luego en la t.v.  o el
peluche de un niño. Te sugiero que busques el significado como animal de
poder en internet.

Y seguro te sorpenderas de lo atinado del mensaje en relación a lo que estas


viviendo.
Lo mismo ocurre con los números a veces  se repite un número o varios
números combinados. Escuchas que alguien lo dice, lo ves escrito en alguna
parte  incluso en la fecha o la hora. Puedes averiguar que significan leyendo
este articulo: combinaciones de numeros que aprecen frecuentemente.

Somos espejos de los demás. Lo que ves en los demás existe


en ti:
Es mucho más popular y más claro ver esta ley en nuestras relaciones. Y si
aún no lo sabías pues te cuento que:

Todo lo que amas en los demás es un reflejo de las cualidades que posees
que consideras positivas. Y todo lo que para nada soportas en los demás son
aquellas cosas que rechazas en ti.

Hay un ejercicio muy simpático que consiste en trazar una linea en un papel
para dividirla en dos columnas. Y escribir de un lado lo que me molesta de
mi y en el otro lado lo que me molesta de la persona con la que tengo más
conflictos. Al final comparas ambas listas y deberías notar que son muy
parecidas.

Puede que estés pensando ¡Imposible!  yo no soy como Fulanito… Él es 


desordenado y yo soy muy ordenado. Pero tal vez es que tu desorden lo
tienes en la mente o en las cuentas… Pregúntate en que área de tu vida vida
estas siendo así.

A veces la pregunta es ¿con quién soy así? ¿a quién le hago eso que me
molesta de esta persona? ¿me lo hago a mi?

Cómo sanar memorias dolorosas usando la ley del reflejo


Cuando son situaciones de consciencia colectiva a veces cuesta un poco más
de trabajo asumir o encontrar esas coincidencias.  Hasta que analizamos la
manera en que nos expresamos a cerca de las situaciones.

Cuando veo inseguridad en el mundo es porque yo soy una persona


insegura.
Si veo violencia es porque dentro de mi hay pensamientos violentos (aunque
sea de manera inconsciente).

¿Para que me sirve saber esto?

En mi caso es útil porque soy terapeuta, manejo herramientas que me


permiten acceder al subconsciente y cambiar esas memorias.

No obstante, te puedo recomendar una herramienta muy popular  el Ho


´oponopono que permite borrar memorias dolorosas sin necesidad de saber
de donde vienen, desde cuando las tienes. Simplemente reconoces que hay
algo en ti  que esta atrayendo esa situación, para reflejarte algo que
necesitas sanar. Y por medio de la repetición de unas frases das el permiso y
manifiestas tu intención de que eso sea transmutado.

Puedes investigar frases gatillo ho´oponopono en internet. Las más


conocidas son lo siento, por favor perdoname, te amo y gracias. En eso
consiste la técnica decir esas palabras una y otra vez  con la intensión de
limpiar esas memorias.  Puedes repetirlas todas o una sola.

Si tienes paz en tu mente verás un mundo pacífico

A veces crees que tienes muchos problemas, pero sabes que todos son el
mismo cuando aprendes a leer las señales…
Los sonidos del universo
Estrellas percusionistas, supernovas gritonas, agujeros negros entonando un si bemol... Hoy
los astrofísicos también afinan el oído para escrutar el fragor -y las melodías- del espacio
exterior.

Miguel Ángel Sabadell / Laura Marcos


20/10/2020
15 minutos de lectura
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"En el espacio nadie puede oír tus gritos". Con este inquietante eslogan se publicitó el
clásico del cine de ciencia ficción Alien. Sus creadores dieron en el clavo: el sonido
necesita de un medio material para propagarse, y en el vacío espacial no hay nada a lo que
pueda agarrarse. Por este motivo, casi todas las películas del género –excepto 2001: una
Odisea del espacio– cometen el error de obsequiarnos con explosiones y potentes rugidos
de los motores de hiperpropulsión. Sin embargo, el silencio no reina en todo el universo.
La sonda Huygens, que se lanzó el 14 de enero de 2005 hacia la superficie de Titán –el
satélite de Saturno–, llevaba un par de diminutos micrófonos. Debido a que tiene una
atmósfera densa, continentes y un mar de metano, Titán es un lugar bastante ruidoso. Los
micrófonos de la sonda grabaron el ruido del viento a lo largo de las dos horas y media que
duró el descenso. A pesar de la fortísima deceleración a la que se vio sometida -15 veces la
de la gravedad terrestre-, la Huygens sobrevivió al impacto con el suelo y transmitió datos e
imágenes de la superficie durante más de una hora. Así, pudo verse un paisaje anaranjado
sembrado de rocas, posiblemente hechas de agua sólida y, cubriéndolo todo, una neblina de
etano o metano. El micrófono tenía que registrar el sonido de un trueno alienígena. No
hubo suerte.

Esta no es la primera vez que enviamos un micrófono a otro planeta. En 1999,


la NASA quiso hacer realidad el que sería el último sueño del astrofísico y divulgador Carl
Sagan, que no era otro que grabar los sonidos de la superficie marciana. Para ello,
instalaron un micrófono en la Mars Polar Lander, pero diez minutos antes del amartizaje se
perdió el contacto con la sonda. A pesar de ello, la NASA no ha tirado la toalla y espera
grabar en las futuras misiones que tiene programadas al planeta rojo el ulular del viento o
los silbidos ametralladores de sus tormentas de arena. Obviamente, nadie pensó en dotar de
micrófonos a la misión Apolo 11, salvo los necesarios para que Neil Armstrong pudiera
pronunciar su famosa frase tras pisar el firme lunar. No hay que olvidar que nuestro satélite
carece de atmósfera.
Venus, un buen candidato sonoro
Venus es otro cantar, pues su denso envoltorio atmosférico lo convierte en un buen
candidato sonoro, pero ninguna sonda ha introducido un micrófono en ese infierno, donde
la temperatura es tan alta que funde el plomo. Los rusos afirman que en la década de 1980
llevaron uno que registró descargas eléctricas, pero nunca mostraron las grabaciones.
Metidos a productores musicales, los astrofísicos no lo tienen complicado, ya que todos los
planetas –y muchas lunas– del sistema solar cuentan con envoltura gaseosa, aunque la de
Mercurio es muy débil. Pero un mismo ruido se oiría de forma distinta en función del sitio
donde estuviéramos. La velocidad del sonido es diferente en cada planeta, y depende tanto
de la composición de la atmósfera como de su temperatura. En la Tierra, el sonido se
propaga a 340 metros por segundo en condiciones normales. Esto quiere decir que si un
rayo golpea el suelo a 10 kilómetros de nosotros, lo escuchamos 29 segundos después. En
la superficie marciana tardaríamos 44 segundos en oírlo, pues allí el sonido se propaga un
30% más despacio. En Venus, cuya atmósfera es mucho más densa, escucharíamos el
trueno 24 segundos después de ver el rayo. Y para rapidez, la de Júpiter y Saturno, donde
llegaría a nuestras orejas en sólo 12 y 13 segundos, respectivamente.

Susurros en Marte
Si quisiéramos hablar en Marte –siempre y cuando pudiésemos respirar su letal atmósfera
de dióxido de carbono–, lo tendríamos bastante complicado. Aun el grito más potente
quedaría reducido a un leve susurro debido a su baja densidad atmosférica. De hecho,
nuestra voz sonaría como si sufriéramos laringitis. Eso sí, los sonidos no nos parecerían tan
diferentes como en la Tierra, y podríamos reconocer un gran número de ellos. La situación
en Venus sería totalmente distinta. Con una presión atmosférica 90 veces superior a la
terrestre -similar a la que encontramos a un kilómetro por debajo de la superficie del mar-
el casi imperceptible murmullo de una biblioteca se convertiría en el ruido de fondo de una
oficina. La próxima vez que encienda su equipo estéreo, muerda la mesa donde esté
apoyado. Si se tapa los oídos, escuchará la música a través de los huesos. Algo parecido es
lo que Nicholas C. Makris, profesor de ingeniería oceánica del MIT, ha propuesto para
estudiar la superficie de Europa -una luna de Júpiter- que posiblemente tiene entre 10 y 100
kilómetros de hielo y bajo la cual se extiende un inmenso mar de agua salada. Su idea es
una variante de las técnicas acústicas que se emplean para estudiar el hielo que cubre parte
del océano Ártico. El método consiste en introducir micrófonos sensibles a las vibraciones
debidas a los esfuerzos, compresiones y fracturas del hielo, que en teoría producirían un
ruido de frecuencias entre 0,1 y 100 Hz.

Radio Cosmos FM
 

Titán 

Debido a que la sonda Huygens estaba diseñada para estar sobre la superficie de Titán dos
horas y media, todas las transmisiones de datos debían hacerse en tiempo real. Y esto era un
problema para la transmisión de los sonidos puros. La anchura de banda utilizada fue de
480 bits por segundo, mientras que la utilizada por nosotros para descargar archivos de
internet es más de 260 veces mayor. Así que el micrófono convirtió los sonidos en
sonogramas, diagramas donde se representa el tiempo frente a la potencia y la frecuencia de
las señales. Después se convierten en sonidos que podemos escuchar aquí.

El sistema solar 

La nave Cassini, al acercarse a Júpiter, ha detectado ondas en el tenue gas de partículas


cargadas que llena el sistema solar. Estas ondas son de baja radiofrecuencia y se han
convertido en ondas sonoras para poder escucharlas.

Júpiter 

La magnetosfera del gigante gaseoso produce ondas radio que son capturadas por la sonda
espacial Juno. Convenientemente tratadas, podemos escuchar cómo suena la música de
este planeta.

Marte   

El módulo de aterrizaje InSight de la NASA, que explora el subsuelo de Marte, va


equipado con un ‘oído’ muy especial. El sismómetro, llamado Experimento Sísmico para
Estructura Interior (SEIS), puede captar vibraciones tan sutiles como la brisa.

Los científicos quieren estudiar cómo las ondas sísmicas de los terremotos se mueven por el
interior del planeta, revelando la estructura interna profunda de Marte.

Sol 

Para escuchar el continuo bullir de la superficie del Sol y sus oscilaciones, basta con
entrar aquí.

Púlsares 

Imaginen una estrella de cuatro veces la masa de nuestro Sol pero toda ella apelotonada en
el interior de una esfera de sólo tres kilómetros de diámetro. ¿Lo tienen? Ahora pónganla a
rotar sobre sí misma de forma que en un segundo gire mil veces. La luz de una estrella en
condiciones tan extraordinarias como esta no sale de su superficie en todas direcciones,
como sucede con el Sol o con una bombilla, sino en dos direcciones privilegiadas,
coincidentes con los polos magnéticos de la estrella. Lo que tenemos es una especie faro
galáctico en el rango de las ondas de radio. Al observarlo veremos una estrella que se
enciende y se apaga unas quinientas veces por segundo. De ahí que se las conozca con el
nombre de pulsar, del inglés estrella pulsante. En esta dirección podremos escuchar cómo
sonarían los púlsares más brillantes el cielo.

Algo parecido sucede en la Tierra. Tras analizar 10 años de datos sísmicos, el grupo de
investigación liderado por Kiwamu Nishida, un geofísico de la Universidad de Tokio, ha
encontrado unas vibraciones inaudibles que recorren la baja atmósfera y provocan
unas débiles ondas sísmicas dentro de la Tierra "que la hacen cantar como un
canario", según Nishida. Si pudiéramos escucharlo, este murmullo acallaría el ruido de
cien talk-shows televisivos. ¿Pero de dónde vienen esas ondas? No se sabe con seguridad.
Quizá tengan su origen en variaciones de la presión atmosférica.

El Universo es un inmenso órgano


Tras siglos de descubrimientos, los científicos le han dado la razón a Platón, al menos en
parte. El filósofo griego afirmaba que los planetas se movían sobre unas esferas que emitían
una música continua. Ahora los cosmólogos han llegado a la conclusión de que el universo
es como un inmenso órgano. Aparentemente, las galaxias se distribuyen como la materia de
una esponja, dejando inmensos vacíos entre unas y otras. En 2002 el astrofísico Jaan
Einasto, del Observatorio Tartu en Toravere (Estonia), descubrió que galaxias y vacíos se
repiten cada 390 millones de años-luz y dan lugar a una estructura celular. Fue un hallazgo
impactante. ¿Por qué existe ese orden? Una posible interpretación es que "el universo
primitivo estaba lleno de ondas sonoras que comprimían y rarificaban la materia y la luz del
mismo modo que sucede con el aire dentro de una flauta o una trompeta", según explica el
cosmólogo italiano Paolo de Bernardis. Si esta suposición es cierta, significa que los
microscópicos murmullos generados cuando el universo tenía 300.000 años de edad
hicieron que la materia se condensara y diera lugar a las semillas a partir de las cuales,
muchos millones de años después, se formarían las galaxias.

Si comparamos el universo con un tubo de órgano, podemos decir que las estrellas se
parecen a campanas. Por su superficie viajan ondas sonoras con las que los astrónomos
intuyen lo que sucede en su interior. Esta peculiar rama de la astrofísica moderna se conoce
con el nombre de astrosismología. La primera estrella donde se descubrieron estas débiles
oscilaciones fue nuestro Sol. En la década de 1960 los telescopios solares revelaron que su
superficie está recorrida por ondas acústicas parecidas a las de los terremotos, y estas
vibraciones están relacionadas con las reacciones superenergéticas que tienen lugar en el
interior de la estrella. La energía producida en el horno nuclear del Sol se transmite a la
superficie por convección, el mismo mecanismo que hace que el agua comience a bullir
cuando se hierve en un puchero: la materia caliente sube mientras que la fría baja. En
el Sol las burbujas de gas ascienden a la superficie a una velocidad cercana a la del sonido.
Por desgracia, no somos capaces de oír su borboteo porque no se propaga por el espacio. Y
aunque estas ondas se transmitieran, no podríamos escuchar nada, pues su frecuencia se
encuentra por debajo del umbral del oído humano. Lo que los científicos hacen es analizar
cómo vibra esta campana cósmica, que proporciona una valiosa información sobre las
condiciones físicas del corazón solar.
El Sol no es el único astro cantarín; en el resto de las estrellas también se genera el mismo
tipo de oscilaciones. El problema es que son muy débiles y resulta difícil detectarlas. Fue
en 2001, gracias a los astrónomos suizos François Bouchy y Fabien Carrier, del
Observatorio de Ginebra (Suiza), cuando se observó por primera vez el tañer de otra
estrella. Fue Alfa Centauri A, a sólo 4 años-luz de nosotros y visible a simple vista desde el
hemisferio Sur. Sus medidas han demostrado que esta estrella, muy parecida a la nuestra,
pulsa con un ciclo de 7 minutos. El paso del tiempo no sólo lo marca nuestro reloj.

Descubrimientos como estos han propiciado un curioso hermanamiento entre astrofísicos y


músicos. ¿Por qué no convertir estos sonidos en melodías? Ese es el empeño de los
integrantes del Stellar Music Project o del propio Brian May, fundador del grupo Queen,
que abandonó su doctorado en astrofísica hace 35 años para liderar la mítica formación de
rock.

Por si fuera poco, incluso la muerte de una estrella tiene su propia marcha fúnebre. En
2006, un grupo de investigación formado por astrofísicos del Observatorio Steward de la
Universidad de Arizona, la Universidad Hebrea y el Instituto Max Planck de Potsdam
(Alemania), descubrió que el sonido es el motor de las explosiones de supernova. Gracias a
sus reacciones nucleares internas, en una estrella de este tipo se generan elementos
químicos: oxígeno, nitrógeno, carbono, hierro... El final de su vida se acerca cuando en su
interior se forma el hierro, ya que en las reacciones de fusión nuclear con átomos de este
metal no se libera energía, sino que se consume. En esta situación, sin nada que soporte su
propio peso, la estrella se desploma y se convierte en una supernova. La explosión es
impresionante. Durante un par de segundos, este cuerpo celeste brilla tanto como mil
millones de estrellas.

Pues bien, el equipo de astrofísicos ha desarrollado un modelo de ordenador que simula los
últimos segundos de la vida de las supernovas, desde el colapso del núcleo hasta la
explosión. Y han descubierto que el sonido rige su último estertor. Los cálculos indican que
las estrellas moribundas pulsan a frecuencias sonoras audibles durante una fracción de
segundo antes de reventar. "El núcleo más interno empieza a vibrar vigorosamente y, tras
700 milisegundos, la oscilación se hace tan intensa que empieza a generar ondas sonoras de
frecuencias entre 200 y 400 Hz, situadas en una octava media de la escala. Estas ondas
refuerzan la onda de choque creada por el colapso de la estrella, que acaba por explotar",
explica uno de los investigadores, Adam Burrows.

Definitivamente, aunque en el espacio no se puedan escuchar nuestros gritos, el sonido


gobierna muchos de los procesos más increíbles del universo.

El Sol no es el único astro cantarín; en el resto de las estrellas también se genera el mismo
tipo de oscilaciones. El problema es que son muy débiles y resulta difícil detectarlas. Fue
en 2001, gracias a los astrónomos suizos François Bouchy y Fabien Carrier, del
Observatorio de Ginebra (Suiza), cuando se observó por primera vez el tañer de otra
estrella. Fue Alfa Centauri A, a sólo 4 años-luz de nosotros y visible a simple vista desde el
hemisferio Sur. Sus medidas han demostrado que esta estrella, muy parecida a la nuestra,
pulsa con un ciclo de 7 minutos. El paso del tiempo no solo lo marca nuestro reloj.
Descubrimientos como estos han propiciado un curioso hermanamiento entre astrofísicos y
músicos. ¿Por qué no convertir estos sonidos en melodías? Ese es el empeño de los
integrantes del Stellar Music Project o del propio Brian May, fundador del grupo  Queen,
que abandonó su doctorado en astrofísica hace 35 años para liderar la mítica formación de
rock.

Por si fuera poco, incluso la muerte de una estrella tiene su propia marcha fúnebre. En
2006, un grupo de investigación formado por astrofísicos del Observatorio Steward de la
Universidad de Arizona, la Universidad Hebrea y el Instituto Max Planck de Potsdam
(Alemania), descubrió que el sonido es el motor de las explosiones de supernova. Gracias a
sus reacciones nucleares internas, en una estrella de este tipo se generan elementos
químicos: oxígeno, nitrógeno, carbono, hierro... El final de su vida se acerca cuando en su
interior se forma el hierro, ya que en las reacciones de fusión nuclear con átomos de este
metal no se libera energía, sino que se consume. En esta situación, sin nada que soporte su
propio peso, la estrella se desploma y se convierte en una supernova. La explosión es
impresionante. Durante un par de segundos, este cuerpo celeste brilla tanto como mil
millones de estrellas.

Pues bien, el equipo de astrofísicos ha desarrollado un modelo de ordenador que simula los
últimos segundos de la vida de las supernovas, desde el colapso del núcleo hasta la
explosión. Y han descubierto que el sonido rige su último estertor. Los cálculos indican que
las estrellas moribundas pulsan a frecuencias sonoras audibles durante una fracción de
segundo antes de reventar. "El núcleo más interno empieza a vibrar vigorosamente y, tras
700 milisegundos, la oscilación se hace tan intensa que empieza a generar ondas sonoras de
frecuencias entre 200 y 400 Hz, situadas en una octava media de la escala. Estas ondas
refuerzan la onda de choque creada por el colapso de la estrella, que acaba por explotar",
explica uno de los investigadores, Adam Burrows.

Definitivamente, aunque en el espacio no se puedan escuchar nuestros gritos, el sonido


gobierna muchos de los procesos más increíbles del universo.

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