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QUE ES
La vacunación es una forma sencilla, inocua y eficaz de protegernos contra enfermedades dañinas antes
de entrar en contacto con ellas. Las vacunas activan las defensas naturales del organismo para que
aprendan a resistir a infecciones específicas, y fortalecen el sistema inmunitario.
Tras vacunarnos, nuestro sistema inmunitario produce anticuerpos, como ocurre cuando nos exponemos
a una enfermedad, con la diferencia de que las vacunas contienen solamente microbios (como virus o
bacterias) muertos o debilitados y no causan enfermedades ni complicaciones.
La mayoría de las vacunas se inyectan, pero otras se ingieren (vía oral) o se nebulizan en la nariz.
COMO ACTUAN
Las vacunas ponen en marcha las defensas naturales del organismo y, de ese modo, reducen el riesgo de
contraer enfermedades. Actúan desencadenando una respuesta de nuestro sistema inmunitario, que:
reconoce al microbio invasor (por ejemplo, un virus o una bacteria); genera anticuerpos, que son
proteínas que nuestro sistema inmunitario produce naturalmente para luchar contra las enfermedades;
recuerda la enfermedad y el modo de combatirla. Si, en el futuro, nos vemos expuestos al microbio
contra el que protege la vacuna, nuestro sistema inmunitario podrá destruirlo rápidamente antes de que
empecemos a sentirnos mal.
En definitiva, las vacunas son una forma ingeniosa e inocua de inducir una respuesta inmunitaria sin
causar enfermedades.
Nuestro sistema inmunitario está diseñado para recordar. Tras la administración de una o más dosis de
una vacuna contra una enfermedad concreta, quedamos protegidos contra ella, normalmente durante
años, décadas o incluso para toda la vida. Por eso las vacunas son tan eficaces: en vez de tratar una
enfermedad cuando esta aparece, evitan que nos enfermemos.
Las vacunas nos protegen durante toda la vida y en diferentes edades, desde el nacimiento hasta la edad
infantil, durante la adolescencia y la edad adulta. La mayoría de los países proporcionan cartillas de
vacunación, tanto a los niños como a los adultos, en las que se consignan las vacunas que han recibido y
las nuevas vacunas o las dosis de refuerzo que se les deben administrar más adelante. Todos debemos
asegurarnos de estar al día con la vacunación.
Si ha omitido alguna de las vacunas recomendadas para usted o su hijo, hable con su profesional de la
salud para ponerse al día.
POR QUE VACUNARME
Aunque algunas enfermedades son actualmente poco frecuentes, los patógenos que las causan
continúan circulando en todo el mundo o en partes de él. Hoy en día, las enfermedades infecciosas
atraviesan fronteras con facilidad e infectan a las personas que no están protegidas.
Las dos principales razones para vacunarse son protegernos a nosotros mismos y proteger a las personas
que nos rodean. Puesto que no se puede vacunar a todas las personas —por ejemplo, no es
recomendable para los recién nacidos, las personas gravemente enfermas y las que pueden presentar
determinadas alergias—, al protegernos nosotros evitamos contagiarles enfermedades que se pueden
prevenir mediante vacunación.
• el cáncer cervicouterino
• el cólera
• la difteria
• la encefalitis japonesa
• la fiebre amarilla
• la fiebre tifoidea
• la hepatitis B
• la gripe
• la meningitis
• la neumonía
• las paperas
• la poliomielitis
• la rabia
• la rubéola
• el sarampión
• el tétanos
• la tosferina
• la varicela
Es posible que, en su país, no necesite todas estas vacunas. Algunas solo es necesario administrarlas en
situaciones específicas: antes de viajar a determinados lugares, en las zonas de riesgo o cuando una
persona corre un riesgo elevado de infectarse por motivos laborales. Los profesionales sanitarios le
informarán de las vacunas que necesitan usted y su familia.
Prácticamente todo el mundo se puede vacunar. Sin embargo, la vacunación está desaconsejada o debe
postergarse en situaciones específicas o cuando se presentan determinadas enfermedades orgánicas:
• alergias graves o potencialmente mortales a componentes de las vacunas (cabe señalar que estas
alergias son muy raras);
• una enfermedad grave el día de la vacunación. Con todo, los niños que presentan una enfermedad
grave el día de la vacunación deben ser vacunados en cuanto se encuentren bien. Las enfermedades de
intensidad moderada y la fiebre baja no contraindican la vacunación.
Aun así, estos factores suelen variar en función de la vacuna. Si no está seguro de que usted o su niño
pueden recibir una determinada vacuna, pregúntelo a los profesionales sanitarios. Ellos le ayudarán a
decidir con conocimiento de causa acerca de su vacunación o de la de su hijo.
CLASIFICACION
Bacterianas
La inmunidad provocada por estas vacunas es de larga duración y muy intensa, parecida a la debida a la
enfermedad natural.
Con las vacunas vivas atenuadas suele ser suficiente una dosis salvo que se administre por vía oral (VOP).
Estas vacunas se administran por inoculación, por vía respiratoria y digestiva.
Se obtienen inactivando los microorganismos por medios físicos, químicos, o genéticos. Pueden ser de
tres tipos:
Todos los componentes de las vacunas son importantes para garantizar su inocuidad y su eficacia. Estos
son algunos de ellos:
• El antígeno: es una forma muerta o debilitada de un patógeno (por ejemplo, un virus o una bacteria)
que prepara a nuestro organismo para reconocer y combatir una determinada enfermedad en el futuro.
• Adyuvantes: ayudan a incrementar la respuesta inmunitaria y, así, facilitan la acción de las vacunas.
Algunos de los componentes que figuran en la etiqueta de las vacunas nos son desconocidos, pero
muchos de ellos están presentes de forma natural en nuestro organismo, en nuestro entorno y en los
alimentos que ingerimos. Para garantizar su inocuidad, se hace un examen y un seguimiento integral de
todas las vacunas y de sus ingredientes por separado.
¿SON SEGURAS LAS VACUNAS?
La vacunación es inocua y, aunque pueda producir efectos secundarios, como dolor en el brazo o fiebre
baja, suelen ser muy leves y temporales. Si bien no puede descartarse que ocasionen efectos
secundarios graves, estos son sumamente raros.
Todas las vacunas autorizadas son sometidas a pruebas rigurosas a lo largo de las distintas fases de los
ensayos clínicos, y siguen siendo evaluadas con regularidad tras su comercialización. Además, los
científicos hacen un seguimiento constante de la información procedente de diversas fuentes en busca
de indicios de que causen efectos adversos.
Es mucho más probable padecer lesiones graves por una enfermedad prevenible mediante vacunación
que por una vacuna. Por ejemplo, el tétanos puede ocasionar dolores muy intensos, espasmos
musculares (por ejemplo, de músculos que se utilizan para masticar) y coágulos sanguíneos, mientras
que sarampión puede inflamar el encéfalo (encefalitis) y causar ceguera. Muchas enfermedades
prevenibles mediante vacunación nos pueden matar. Los beneficios de la vacunación superan con creces
los riesgos a los que exponen, y sin vacunas habría muchos más casos de enfermedades y de
defunciones.
Como todos los medicamentos, las vacunas pueden causar efectos secundarios leves —por ejemplo,
fiebre baja, dolor o enrojecimiento en el lugar de inyección—, que desaparecen espontáneamente a los
pocos días.
Raramente producen efectos secundarios más graves o duraderos: la probabilidad de sufrir una reacción
grave a una vacuna es de uno entre un millón.
Las vacunas se someten a una vigilancia continua para garantizar su inocuidad y detectar posibles efectos
adversos, que son infrecuentes.
Se ha demostrado científicamente que administrar varias vacunas al mismo tiempo no causa efectos
negativos. Los niños están expuestos cada día a cientos de sustancias que desencadenan respuestas
inmunitarias. Al ingerir un alimento, introduce nuevos gérmenes en su organismo, y su nariz y su boca
albergan muchas bacterias.
Cuando se administra a un niño una vacuna múltiple (por ejemplo, contra la difteria, la tosferina y el
tétanos) se reduce el número de inyecciones y se le causa menos malestar. Además, se garantiza que
recibe las vacunas que necesita en el momento adecuado para no exponerlo al riesgo de contraer
enfermedades potencialmente mortales.
Prácticamente todos los casos de cáncer de cuello uterino comienzan con una infección por PVH de
transmisión sexual. Si se administra antes de la exposición al virus, la vacuna ofrece la mejor protección
contra esta enfermedad. Después de la vacunación, estudios realizados en Australia, Bélgica, Alemania,
Nueva Zelanda, Suecia, el Reino Unido y los Estados Unidos de América han demostrado reducciones de
hasta un 90% en las infecciones por VPH en adolescentes y mujeres jóvenes. Se ha demostrado que la
vacuna contra el VPH es segura y eficaz. La OMS recomienda que todas las niñas de 9 a 14 años reciban 2
dosis de la vacuna, junto con la detección del cáncer de cuello uterino más adelante en la vida.
ESQUEMA DE VACUNACION
El esquema de vacunación en Colombia está dirigido a todos los niños y niñas menores de cinco (5) años.
- A continuación se describe la información general de cada una de las vacunas que se contemplan
dentro del esquema.
· BGC Antituberculosa
· Antirotavirus
· Antipolio
· Neumococo
· Triple viral
· Fiebre Amarilla
· Antihepatitis B
· Influenza
BCG (Antituberculosa)
Pertenece al grupo de las vacunas vivas, derivada de una cepa de Mycobacterium bovis, la cual fue
atenuada por Calmette y Guérin en el Instituto Pasteur en Lille, Francia; siendo aplicada por primera vez
en humanos en 1921.
Hay varias vacunas disponibles actualmente, todas ellas derivadas de la cepa original; las cuales tienen
características diferentes en cuanto a crecimiento en cultivo y capacidad para generar respuesta ante la
tuberculina.
Estas diferencias pueden deberse a cambios genéticos resultantes en el tiempo y a las diferentes técnicas
de producción. Se presenta en forma liofilizada(Es un prcoeso de secado donde el solvente, es congelado
y posteriormente eliminado por sublimacion en un entorno vacio. Una vez reconstituida deberá ser
aplicada dentro de las primeras 6 – 8 horas.
La aplicación de la BCG produce además generalmente la aparición de una cicatriz permanente en el sitio
de la aplicación.
Indicaciones
Dada la incidencia de la enfermedad en nuestro país, se indica la aplicación de la vacuna de forma ideal
al momento del nacimiento (en dosis única) ó a cualquier edad, sin necesidad de aplicar prueba de
tuberculina previa.
P.A.I
· Vacunar con Triple Viral al 100% de los niños de un año y aplicar un refuerzo al
· Vacunar con Toxoide Tetánico - Diftérico al 100% de las mujeres en edad fértil
residentes en áreas de riesgo para Tétaños Neonatal y al 100% de las gestantes del país.
nacional
VPH
El virus del papiloma humano (VPH) es una familia de virus que, transmitidos a través del contacto
sexual, pueden causar enfermedad anogenital y orofaríngea en hombres y mujeres. La persistencia de la
infección viral con genotipos de VPH de alto riesgo se considera “causa necesaria” para la aparición de
cáncer de cuello uterino. Los genotipos de VPH de alto riesgo 16 y 18 causan, aproximadamente, el 70%
de todos los cánceres de cuello uterino alrededor del mundo, los tipos 31, 33, 45, 52 y 58 causan un 20%
adicional de cánceres.
La identificación del VPH como agente causal de cáncer de cuello uterino permitió el desarrollo de la
vacuna para proteger contra la adquisición de la infección por VPH y el desarrollo de la enfermedad
posterior asociada a su exposición. Actualmente están disponibles tres tipos de vacunas profilácticas(es
decir que previenen la infección) : la vacuna bivalente (Cervarix®) desarrollada para atacar a los tipos
VPH 16 y 18; la vacuna tetravalente (Gardasil®) desarrollada para atacar a los tipos VPH 6, 11, 16 y 18. Y
la vacuna nonavalente (Gardasil 9®), desarrollada para atacar los mismos tipos de VPH que la vacuna
tetravalente (6, 11, 16 y 18), así como los tipos 31, 33, 45, 52 y 58. Las tres vacunas tienen como blanco
principal los tipos de VPH 16 y 18 responsables de la mayoría de los cánceres de cuello uterino. La
vacuna nonavalente aporta protección contra los canceres causados por los tipos de VPH 31, 33, 45, 52 y
58. De forma adicional, la vacuna tetravalente y la vacuna nonavalente protegen contra las verrugas
anogenitales causadas por los virus VPH 6 y11, estas son lesiones no cancerosas pero difíciles de tratar.
En Colombia, el cáncer de cuello uterino continúa siendo un problema importante de salud pública y
para el periodo 2007- 2013 se registró una tasa de incidencia de cáncer de cuello uterino de 19,6 por
100.000 mujeres al año, la tasa de mortalidad fue 8,2 constituyendo la segunda causa de muerte por
cáncer en nuestro país: 1,862 muerte al año. El riesgo de morir por este tipo de cáncer es muy alto en las
regiones periféricas de paíscomo en los departamentos de Arauca, Meta y Caquetá; en Casanare, Cesar,
Córdoba, Putumayo y Magdalena, las tasas de mortalidad han mostrado un leve ascenso en las últimas
décadas. En otras palabras esta patología afecta a las mujeres en condiciones con bajo índice de
desarrollo humano, en donde la vacuna tendría un gran impacto a pesar de las condiciones sociales.
En Colombia, en agosto del año 2012, se implementó el esquema de vacunación contra el VPH,
respaldado por la Presidencia de la República y el Ministerio de Salud y Protección Social, en el marco de
la campaña “Que vivan las mujeres, que viva la vida”. Esta campaña contó con el respaldo del Instituto
Nacional de Cancerología, el Instituto Nacional de Salud, la Sociedad Colombiana de Pediatría, la
Federación Colombiana de Perinatología y la Sociedad Colombiana de Obstetricia y Ginecología. Con el
respaldo del Comité Nacional de Prácticas de Inmunización (CNPI) la vacuna tetravalente fue incluida en
el Plan Ampliado de Inmunizaciones (PAI) del país.
En una primera fase se definió que la población receptora de la vacuna fueran niñas de cuarto grado de
educación básica primaria, de instituciones educativas públicas y privadas, y que tuvieran nueve años de
edad.
La vacuna contra el VPH es efectiva para prevenir la enfermedad cervical incluidos la neoplasia
intraepitelial cervical y el adenocarcinoma in situ.
Estos hallazgos han sido probados mediante ensayos aleatorizados de vacunas bivalentes, tetravalentes,
y nonavalentes y han sido respaldados por datos de población de regiones en las hay disminución de la
incidencia de enfermedad cervical tras la vacunación.
Además, se ha demostrado que las vacunas tetravalentes y nonavalentes, contra el VPH, reducen la
incidencia de neoplasias intraepiteliales, vaginales y vulvares (VAIN y VIN1-3). La eficacia de la vacuna es
mayor en aquellos que no tienen una infección previa por VPH.
Las controversias que se han dado en Colombia alrededor de la eficacia y de la seguridad en Colombia
están relacionadas con el método de aproximación al problema.
No resulta procedente atribuir riesgos a la vacuna a través de estudios o análisis mediante los cuales no
es posible demostrar que los eventos adversos presentados con posterioridad a la aplicación de la
vacuna son atribuibles de manera unicausal.
La vía a utilizar viene determinada por la inmunogenicidad y la reactogenicidad de cada vacuna. Así, por
ejemplo, la administración de una vacuna inactivada que contiene un adyuvante tiene que ser por vía
intramuscular, ya que si se administra por vía subcutánea o intradérmica puede causar irritación local,
inflamación, endurecimiento y formación de granulomas.
Sitio de Aplicación: Es el lugar anatómico seleccionado para la aplicación de la vacuna, de manera que la
posibilidad de daño tisular; vascular o neural sea mínima.
- Los sitios preferidos para inyección intramuscular en los niños, son la cara anterolateral del muslo hasta
los tres años y la masa muscular del deltoides en mayores de 3 años.
- Se utilizará el cuadrante superoexterno de los glúteos, en parte mas alta y externa sólo para
inyecciones de elevado volumen o cuando se necesite administrar múltiples dosis, por ejemplo
inyecciones de Ig.
https://www.minsalud.gov.co/sites/rid/Lists/BibliotecaDigital/RIDE/VS/PP/1PAI.pdf