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Universidad Popular de la Chontalpa Investigación y Posgrado, volumen 5, número 18

Lateralidad en un grupo de niños con discapacidad intelectual

Raúl Ramírez Piña1

Universidad Popular de la Chontalpa

Resumen Abstract
La lateralidad es una característica del ser humano que Laterality is a human characteristic that corresponds to
corresponde a la estructura y a la función especializada del the structure and specialized function of the nervous sys-
sistema nervioso que determina el uso de alguna de las dos tem, that determines the use of one of the two parts of the
partes del cuerpo para las actividades de la vida diaria. Des- body for daily activities. After reviewing different defini-
pués de repasar diferentes definiciones, se considera nece- tions, it is necessary to clarify that being a left-handed or
sario aclarar que ser zurdo o diestro no es sinónimo de la- right-handed person is not synonymous of laterality. The
teralidad. El propósito del presente trabajo fue elaborar un purpose of this study was to develop a profile of laterality
perfil de lateralidad de niños con discapacidad intelectual of children with intellectual disabilities (ID) and compare it
(DI) y compararlo con el de un grupo de niños sin proble- with a group of children with no learning disabilities. Late-
mas de aprendizaje. Se establecieron los cocientes de latera- rality coeficients of the participants were tested through ac-
lidad de los participantes mediante una prueba objetiva en la tivities related to the hands, feet and eyes behaviors. The first
que se observaron sus conductas relacionadas con la izquier- group of participants consisted of 30 mentally disabled chil-
da y con la derecha de las manos, pies y ojos. En el grupo DI dren (DI), aged 6 to 15. The other group of participants con-
participaron 30 niños, entre los 6 y los 15 años de edad. El sisted of 36 fifth-graders from a regular school (GR), aged 11,
otro grupo fue de 36 niños de 5º grado de primaria regular with no learning disabilities. In the results for group DI, it
(GR), de 11 años de edad, sin dificultades de aprendizaje. En was found cross-dominant laterality (70%); and 30% of the
el grupo DI se encontró una lateralidad cruzada de 70%, y children were left-handed. In the GR group, homogeneous
un 30% de alumnos zurdos en la manualidad. En tanto, en laterality was observed (94.5%), and a small percentage of
el GR se descubrió una lateralidad homogénea (94.5%), y un left-handedness (5.5%). In conclusion, the ID group showed
porcentaje mínimo de zurdos en la manualidad (5.5%). En a significant correlation only between hands and feet, nei-
conclusión, en el grupo DI se dio una correlación significa- ther related to the eyes, implying a cross laterality. The se-
tiva únicamente entre manos y pies, ninguno de los dos re- cond group (GR) presents an homogeneous laterality, a sig-
lacionado con los ojos, lo que implica un cruzamiento de la nificant relationship between hands, feet and eyes.
lateralidad. En el grupo GR se encontró una lateralidad ho-
mogénea, es decir, una relación significativa entre manos,
pies y ojos.

Palabras clave: discapacidad intelectual, lateralidad, Keywords: intellectual disabilities , laterality , special
educación especial. education.

1
Es Psicologo por la Universidad Nacional Autónoma de México y M. en C. en XXXXXXXXXXX por XXXXXXXXXX. Se desempe-
ña como docente en el Departamento de Psicología de la Universidad Popular de la Chontalpa, H. Cárdenas, Tabasco, México. La co-
rrespondencia en relación con este artículo debe dirigirse a Raúl Ramírez Piña, Departamento de Psicología, Universidad Popular de la
Chontalpa, carretera Cárdenas-Huimanguillo Km 2, CP 86500, H. Cárdenas, Tabasco, México. Correo electrónico: ramirezpinaraul@
gmail.com

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Introducción y revisión de literatura uso preferido de la mano en una situación en la que so-
Paul Broca descubrió la especialización del cerebro e lamente se puede usar una de ellas, por ejemplo, cuando
introdujo este tema en la investigación neuropsicológi- un individuo escribe, se cepilla los dientes o lanza una
ca; por ejemplo, Springer y Deutsch (1991) consideran pelota, utiliza la mano más eficiente.
que se puede acreditar a Broca como el primero en in- Conde y Viciana (1997) definen la lateralidad como
vestigar la asimetría del cerebro humano respecto al el dominio funcional de un lado del cuerpo sobre el lado
habla y al uso de las manos. Geschwind (1986) sugiere contrario y se manifiesta en la preferencia de servirnos
que la especialización hemisférica es propia del cerebro selectivamente de un miembro determinado para reali-
humano y las capacidades lingüísticas residen en el lado zar actividades concretas. Por lo tanto, la lateralidad im-
izquierdo del cerebro, el cual controla los movimientos plica dos lados del cuerpo, con cuatro pares de índices
del lado derecho del cuerpo; mientras que en la corteza conductuales; los miembros superiores e inferiores co-
derecha se encuentran predisposiciones y aptitudes mu- rrespondientes a manos y pies y los dos pares de órga-
sicales, reconocimiento de patrones visuales complejos, nos sensoriales que son ojos y oídos.
así como el reconocimiento y expresión de la emoción y Annette (2008) propone un modelo genético para ex-
controla los movimientos de la parte izquierda del cuer- plicar el fenómeno de lateralidad denominado “The Ri-
po. Dentro del mismo tópico, Poper y Eccles (1980) de- gth Sift Theory”, sugiere que solamente existe una in-
nominan al hemisferio del lenguaje como el dominante fluencia específica sobre la asimetría cerebral, tal que
y al otro como el hemisferio menor. Un punto de coin- induce un típico patrón de especializaciones cerebrales
cidencia entre diversos autores (Bryden, 1982; Ges- y de manera incidental surge la probabilidad de la ma-
chwind, 1986; Popper y Eccles, 1980; Spreen, Risser y nualidad derecha. En su trabajo utiliza el ensartado de
Edgell, 1995), entre otros, es que la lateralidad tiene una pijas en un tablero (pegboard) para la medición de la la-
relación con la asimetría cerebral y la especialización de teralidad.
los hemisferios cerebrales. McManus, Shergill, y Bryden (1993) proponen una
La lateralidad es esencialmente bilateral. El ser hu- teoría genética en la que la preferencia se pueda utili-
mano utiliza ambos lados de su cuerpo, pero va a uti- zar como un índice para medir la lateralidad; mientras
lizar en mayor medida un lado que el otro. Jeannerod que el modelo de lateralidad manual de Annette propo-
(1988) señala que la línea media del cuerpo es un eje ne que son las habilidades de las manos izquierda y dere-
funcional que el sujeto percibe con su lado izquierdo y cha las que marcan los índices de lateralidad, y la prefe-
derecho, por tanto, la lateralidad ha de referirse a la lí- rencia es un fenómeno secundario. Existe una diferencia
nea imaginaria que divide al cuerpo humano y que le muy importante del modelo de McManus (1991), el cual
permite conocer su propio lado izquierdo y derecho. Ello propone que los individuos difieren principalmente en
también nos capacita para reconocer la lateralidad de la la preferencia manual y que las diferencias en la habili-
persona de enfrente. dad corresponden a un fenómeno secundario.
De Quirós y Schrager (1979) señalan que la laterali- Se ha discutido ampliamente el origen de la laterali-
dad tiene distintos niveles en el sistema nervioso cen- dad, si es genético o aprendido. La mayoría de los da-
tral, se produce de adentro hacia fuera, lo que indica la tos de las investigaciones apoyan el origen genético. Re-
prevalencia o dominancia de uno de los hemisferios ce- cientemente un grupo de investigadores, Francs, et. al.
rebrales, mientras que al recibir la influencia del medio (2007) descubrieron el gen LRRTM1, (leucine-rich, re-
se va a indicar la preferencia, que es la parte aprendida peat, transmembrane neuronal 1: leucina enriquecida
de la lateralidad. Se considera que esta distinción deli- que se repite una y otra vez en la transmembrana neu-
mita de manera clara la problemática de la lateralidad al ronal de las proteínas), el cual tiene que ver con las asi-
agregar el aspecto genético de la misma. metrías cerebrales y estas a su vez se relacionan con
Existe una tendencia conductual que define a las pre- procesos cognoscitivos, emocionales y conductuales; de
ferencias laterales de la manualidad humana como el ahí su importancia para el desarrollo del conocimiento

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humano. Esta investigación, que ha involucrado alrede- personas con discapacidad intelectual al ser compara-
dor de 40 científicos de 20 centros de investigación dis- das con personas sin discapacidad intelectual.
tintos en todo el mundo, ha revelado que el gen al que se Zuckrigl (1983) señala que en los adultos se hace evi-
ha llamado LRRTM1 es el primer gen descubierto que dente el uso de ambas piernas y ambas manos en forma
tiene efecto sobre la lateralidad. También hay eviden- armoniosa, pues se trata de un ambidextrismo de orden
cia que la asimetría del cerebro fue importante duran- superior, pues la maduración del cerebro ha concluido,
te la evolución humana, los cerebros de nuestros fami- lo cual no sucede con los niños hasta la edad de ocho
liares más cercanos, los monos, son más simétricos que años; cuanto menos marcado esté el predominio lateral,
los de los humanos y no muestran un fuerte predominio mayores serán los indicios de una inmadurez general.
del uso de una mano determinada. Este autor comenta que el diestrismo y la zurdería for-
Spreen y Strauss (1998) señalan que muchos investi- man parte del desarrollo de habilidades más complejas
gadores emplean a menudo la información de la latera- del hombre, el cual con la formación del lenguaje desa-
lidad manual de sus pacientes como signos relacionados rrolló el empleo de una sola mano, mientras que la sime-
con la representación del lenguaje o la localización de al- tría no diferenciada sigue permaneciendo hasta nues-
gún disturbio en los hemisferios cerebrales. tros días en todos los animales. En el ambidextrismo
Porac y Coren (1981) señalan que son más frecuen- primario y no ejercitado puede verse un signo de falta
tes las preferencias cruzadas (ojo izquierdo y mano de- de desarrollo. Muchas personas con discapacidad inte-
recha o pie derecho y oído izquierdo), en las muestras de lectual serían ambidextras primarias.
personas con sintomatología clínica, lo cual se ha com- Whittington y Richards (1987) encontraron que la
probado con reportes recientes de poblaciones con pro- mayoría de los niños establecen su preferencia manual
blemas neurológicos, de aprendizaje y de dislexia. En las entre los 7 y los 11 años, y que los ambidiestros cam-
investigaciones sobre la preferencia lateral de las per- bian hacia los 11 años. En este estudio se muestra un
sonas con discapacidad intelectual se menciona que los resultado en donde el 98.2% de los niños que son dies-
porcentajes son de aproximadamente un 20% de zurdos tros a los 7 años, continúan siéndolo hacia los 11 años,
entre tales personas, contra un 10% entre las personas es decir, existe una consistencia en su lateralidad. Los
sin discapacidad; observan que la zurdería se incremen- autores señalan que el contraste encontrado entre los
ta con el grado de discapacidad, por lo que en las perso- grupos estudiados hace viable el punto de vista de que
nas con una discapacidad intelectual severa y profunda existen muchos factores que tienen influencia en el de-
es mayor el porcentaje de zurdos. El grupo de discapaci- sarrollo de la lateralidad manual, y que al juntarse di-
dad intelectual mostró altas tasas de preferencias cru- chos factores, cerca de un 20% de los sujetos cambia su
zadas para cada par de índices cuando se les compara preferencia manual entre los 7 y los 11 años, lo cual su-
con el grupo de niños normales de la misma edad. giere que la lateralidad manual puede ser una variable de-
Silva y Satz (1979) indican una mayor incidencia de pendiente apropiada, sobre todo en estudios de tipo clíni-
zurdos en poblaciones clínicas que en la población ge- co. Sugieren que la etiología e incidencia de la zurdería
neral. En las personas con discapacidad intelectual se y otras desviaciones de la lateralidad (ojos, piernas y oí-
reporta entre un 17% y un 20% de zurdos, lo doble de dos) pueden ser importantes en el estudio de las dificul-
lo que se encuentra en la población normal, además, los tades de aprendizaje de los niños. Señalan también que
zurdos son más frecuentes entre las personas con dis- los niños con problemas de aprendizaje son frecuente-
capacidad intelectual severa y profunda y un poco me- mente reportados como zurdos. Hacen notar dos dife-
nos entre las moderadas y las leves. Estos autores estu- rentes clases de zurdos, los de tipo genético o natural y
diaron un grupo de 1,409 sujetos pertenecientes a una los de origen patológico. Esta sugerencia metodológica
población clínica, se registaron resultados del 17.8% de parece congruente con los datos aportados en las inves-
zurdos, lo cual nos indica, en forma consistente, el in- tigaciones sobre la lateralidad en personas con disca-
cremento de la zurdería y de lateralidad cruzada en las pacidad intelectual. Indican que el uso del concepto de

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lateralidad cruzada entre mano y ojo es común en la in- debido a una lesión cerebral; falso diestro es el diestro
vestigación de los problemas de aprendizaje, tales como contrariado debido a una lesión cerebral. La otra clasifi-
la dislexia. cación es de Huth: diestro neto unilateral es el individuo
Bilbao y Oña (2000) sostienen que la dominancia la- cuya mano izquierda es completamente torpe; diestro
teral es un producto del aprendizaje, indican que las predominante es el que usa hábilmente su mano dere-
conductas de elección lateral son entrenables, conside- cha y la izquierda le sirve de auxiliar eficaz; ambidextro
ran que la práctica proporcionada por el aprendizaje es es el que usa ambas manos en forma muy similar; zur-
un factor determinante para la construcción de la la- do predominante es el que usa hábilmente su mano iz-
teralidad, incluso dicha práctica es mejor predictor de quierda y se auxilia con la derecha en forma eficaz; zur-
la lateralización que el propio proceso de maduración do neto unilateral es el individuo cuya mano derecha es
y que cada conducta debe ser tratada de manera inde- completamente torpe.
pendiente y no pensar que está determinada genética- Pérez (1994) propone la siguiente clasificación de la
mente para todas las conductas humanas que exigen lateralidad:
la elección de una parte del cuerpo, derecho o izquier-
do, con preferencia sobre el otro. Se puede considerar D.H Diestro homogéneo
que este punto de vista no es sustentable en función de D.ND Diestro/No definido
las investigaciones genéticas y neuroconductuales an- Z.C Zurdo cruzado
tes citadas. ND.ND No definido/No definido
Zuckrigl (1983) ha encontrado que existen zurdos ip- ND.Z No definido/Zurdo
silaterales, donde el hemisferio dominante para el len- D.C Diestro cruzado
guaje y el control motor corresponden al lado izquierdo; Z.H Zurdo homogéneo
también es posible que haya diestros ipsilaterales, don- Z.ND Zurdo/No definido
de el control motor sea ejercido por el lado derecho y ND.D No definido/Diestro
sea asimismo el hemisferio derecho el que domina para
el área del lenguaje. Los individuos con discapacidad intelectual son sig-
Según Rosenbaum (1991) en los casos de ipsilatera- nificativamente diferentes de los grupos de su misma
lidad las personas colocan la mano en forma de gan- edad o nivel cognoscitivo (Porac y Coren, 1981). El gru-
cho para escribir, por lo cual la idea de un control motor po de discapacidad intelectual mostró un decremento en
contralateral como única opción respecto al lenguaje, ya la congruencia de su lateralidad derecha de manos, pies,
no es sostenible. Este autor opina que la evolución y de- ojos y oídos, mostrando más bien preferencias cruzadas.
finición adecuada de una lateralidad derecha o izquier- Los individuos que obtuvieron calificaciones derechas
da es una característica de un desarrollo superior. para un par de índices, mano y pie, fueron clasificados
Auzias (1990), quien basa su investigación en 20 como congruentes y los que preferían los lados opues-
ítems de lateralidad manual, encuentra que son diez los tos, fueron designados como cruzados respecto a su la-
estímulos que se pueden utilizar con mayor confiabili- teralidad.
dad gracias a su poder discriminativo. El propósito del presente trabajo es elaborar un per-
Peisekovicius (1993) cita clasificaciones de laterali- fil de lateralidad de niños con discapacidad intelectual y
dad mencionando dos que nos interesan para esta in- compararlo con el del grupo regular. Con esto se podrá
vestigación: Clasificación de Klingebiel, quien toma en responder a las preguntas: ¿cuál es la relación entre la
cuenta el aspecto fisiológico: verdadero diestro es aquel discapacidad intelectual, la lateralidad y la noción de Iz-
cuyas dominancias aparecen en la primera infancia y se quierda Derecha en los niños de 6 a 15 años? y a partir de
mantienen sin cambios; verdadero zurdo es el que em- una suposición de que los hemisferios se relacionan con
plea su mano izquierda debido a que presenta dominan- la lateralidad, ¿existirá una relación entre la discapaci-
cia cerebral derecha; falso zurdo es el zurdo contrariado dad intelectual y una lateralidad homogénea?

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Cuadro 1. Clasificación de lateralidad

Deciles Clasificación Descripción

90 a 100 Diestro muy fuerte Muy lateralizado hacia la derecha

80 a 89 Diestro fuerte Bien lateralizado hacia la derecha

50 a 79 Diestro Término medio

20 a 49 Diestro débil Falto de definición de lateralidad

0 a 19 Lateralidad indiferenciada derecha Aún no se desarrolla una lateralidad

0 a -19 Lateralidad indiferenciada zurda Aún no se desarrolla una lateralidad

-20 a -49 Zurdo débil Falto de definición de lateralidad

-50 a -79 Zurdo Término medio, buena definición

-80 a -89 Zurdo fuerte Bien lateralizado hacia la izquierda

-90 a -100 Zurdo muy fuerte Muy lateralizado hacia la izquierda

Nota. Se propone esta clasificación de la lateralidad para los niños con DI tomando en cuenta los aspec-
tos de un desarrollo más lento en esta área, así como otras clasificaciones. Esta clasificación podrá refi-
narse de acuerdo con los datos que se obtengan.

A partir de algunas pruebas que ya han sido utiliza- se crea una escala que nos indicará la mayor o menor
das por diversos autores, Zazzo et al. (1971), Porac y Co- lateralización del sujeto. Este procedimiento se reduce
ren (1981), Zuckrigl (1983), De Ajuriaguerra y Marcelle a la fórmula (D – I)/N, donde D = número de respues-
(1982), Auzias (1990) y Peisekovicius (1993), se diseñó tas con el lado derecho, I= número de respuestas con
una prueba para evaluar la lateralidad de manos, pies y el lado izquierdo y N= al total de ítems de la prueba. El
ojos. Luego de analizar los diferentes ítemes, se empe- 0 se anula en la contabilidad pues +1-1=0 y además, se
zaron a probar algunos de ellos, para finalmente lograr incluye en N. Al multiplicar estos resultados por 100,
la integración de una prueba de lateralidad para los ni- se convierten en una escala porcentual de ±100. Esta
ños con DI. es una escala artificial que puede tener alguna rela-
Con base en la experiencia obtenida con las pruebas ción con el modelo propuesto por Annett (2008) en el
anteriores, se construyó una prueba rápida de laterali- que ubica las asimetrías del cerebro en una curva nor-
dad (PRL) para evaluar al grupo regular. mal.
Para determinar los cocientes de lateralidad se Corballis (1983) comenta que es posible computar las
tomó en cuenta un procedimiento que ha sido muy respuestas de los sujetos en un cociente de lateralidad
utilizado por diversos autores: McManus, Shergill y dentro de un rango de -100 para los zurdos extremos
Bryden, (1993); Hernández, (1994); Álvarez-Linera y pasando por el cero para el ambidextrismo, hasta un
cols. (2002). En dicho procedimiento se asigna +1 a +100 para el diestro extremo. Con base en las clasifica-
cada respuesta del lado derecho y –1 a cada respuesta ciones que plantean Peisecovicius (1993), Pérez (1994)
del lado izquierdo y 0 cuando no se muestra preferen- y Corballis (1983) se propuso la aplicación de una escala
cia; los datos obtenidos se sustituyen en la fórmula: del continuo de lateralidad que va de -100 a +100 con in-
D-I/100. Al realizar la suma de los puntajes obtenidos, tervalos de 10 (Cuadro 1).

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Método observaron sus conductas relacionadas con la izquier-


da y con la derecha de las manos, pies y ojos. Se trabajó
Participantes de manera individual con cada niño, instigándolos en la
Participaron en el estudio 30 niños con discapacidad mayoría de las respuestas; por ejemplo, cuando camina-
intelectual, inscritos en el Centro de Atención Múltiple ban por el arenero con los ojos vendados se les estimula-
N.o 3 de la Ciudad de H. Cárdenas, Tabasco, con un rango ba tomándolos de las manos y jalándolos con suavidad,
de edad entre 7 años con 4 meses y 15 años con 5 meses únicamente para darles seguridad.
(M=10.8 años). También participó un grupo de la Escue- En relación con la lateralidad manual se tomaron los
la Primaria Trinidad Fuentes Adriano, de la Ciudad de siguientes ítems: enroscar una tapa en una botella, en-
H. Cárdenas, Tabasco, conformado por 36 alumnos de 5° sartar cuentas en un hilo, cepillar uñas, rellenar círcu-
grado de primaria, cuyas edades fluctuaban alrededor los pequeños con un lápiz, usar un gotero, trazar una lí-
de los 11 años. nea por un laberinto, cepillar el cabello, sacar una canica
de un vaso usando una cuchara, sonar una campana, re-
Procedimiento cortar con tijeras una figura, aplaudir, cruzar dedos y
Para la aplicación de las pruebas de la lateralidad se brazos.
utilizó el siguiente material: cámara fotográfica, cronó- Para investigar el cociente de lateralidad de los pies
metro, cuestionarios de lateralidad con diversos mate- se seleccionaron diversos ítems, entre los que destaca-
riales de juguete: pelota de beisbol, martillo y clavos de ban: patear un balón, realizar un círculo con el pie, su-
madera, cepillo de uñas, de pelo y tijeras, dos envases bir a un banco, pararse en un pie haciendo equilibrio,
con roscas y un gotero, balón de futbol, portería peque- llevar con el pie el balón a la meta en donde se observa
ña, arenero de 1.20 X 4.0 metros, cámara fotográfica de el pie que se prefiere para controlar el balón, salto de al-
juguete, caleidoscopio, rifle, tarjeta con agujero en me- tura y longitud y caminar sobre la arena para observar
dio, figuras de laberintos, de payaso con puntos, de co- con cuál pie se da el paso más largo, mismo que sería el
nejo-pato, manoscopio (haploscopio). dominante.
Al grupo regular se le aplicó una prueba rápida de la- En el caso de la investigación sobre el cociente de la-
teralidad en la que se requirió de un cuestionario, tije- teralidad visual también se contó con ítems diversos,
ras, lápices, cuaderno, pelota, figura conejo-pato, tele- como señalar un objeto con el dedo índice, apuntar con
scopio y haploscopio, cuentas para ensartar con agujeta, un rifle, mirar lo que hay dentro de un caleidoscopio y lo
un frasco de entrada pequeña para colocar las bolitas, que hay dentro del manoscopio, mirar con un telescopio,
vaso, canica, cuchara, pelota, hojas blancas tamaño car- mirar a través de una cámara fotográfica, mirar la figu-
ta, lápices y protocolos de todas las pruebas: lateralidad, ra pato-conejo y observar a través del agujero de una
desarrollo motor, gestáltico visomotor, dibujo de la figu- tarjeta.
ra humana y la entrevista estructurada. De manera similar, se solicitaron los permisos a los
maestros de la escuela regular para realizar la evalua-
Evaluación de la lateralidad ción de la lateralidad del grupo de 5º grado de la pri-
Para el grupo de niños con discapacidad intelectual, maria, y se procedió a valorar a los niños en un salón
se procedió a solicitar a los padres de los niños su per- amplio y bien iluminado. Debido a la sencillez de las
miso para que participaran en la investigación y se les pruebas, se tomaron grupos pequeños de cuatro niños
aplicó una entrevista estructurada; además, se recaba- en algunos ítems, ellos los respondían al mismo tiem-
ron datos con los maestros de los niños, mismos que nos po; por ejemplo, aplaudir, dar media vuelta al escuchar
proporcionaron mayor información acerca de sus prefe- la orden. Lanzar y patear la pelota se hizo de mane-
rencias laterales, de su entorno social y educativo. ra individual, así como escuchar un sonido muy bajo,
Se establecieron los cocientes de lateralidad de los para lo cual debían acercar el oído a la fuente del so-
participantes mediante una prueba objetiva en la que se nido.

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Resultados quierdo. En esta variable sí se llega a los extremos, al


Los datos que se muestran a continuación están menos a un participante se le ubica en + 100, mientras
orientados a la elaboración del perfil de lateralidad de que a tres se les ubica en – 100.
los niños con discapacidad intelectual del CAM N.o 3 de Para valorar el aspecto de la lateralidad relaciona-
H. Cárdenas, Tabasco. Dicho perfil está integrado por los do con el cruzamiento de los tres índices; manos y pies
cocientes de lateralidad de manos, pies y ojos. Este tipo y ojos del grupo con DI, se muestra la Figura 1. (p. 23).
de perfil contribuye al conocimiento de los niños con DI Solo siete niños presentan una lateralidad congruente
y a partir de esta información se pueden generar pro- ya sea hacia la izquierda o hacia la derecha, sin embar-
gramas de apoyo psicopedagógico en las escuelas de go, la mayoría presenta una lateralidad cruzada o mixta,
educación especial. lo cual puede representar un impedimento para lograr
Al comparar los cocientes de lateralidad, de manos una buena coordinación visomotriz.
pies y ojos del grupo con DI, con los del grupo de niños Es posible que los controles motrices de estos parti-
de la primaria regular GR, se podrán notar las diferen- cipantes se encuentren ubicados en ambos hemisferios
cias tan grandes en cuanto a esta variable, sobre todo en cerebrales tanto para el manejo de la derecha como
el porcentaje de zurdos y lateralidad cruzada en el gru- para el manejo de la izquierda; parece que no se en-
po DI. Se observan grandes diferencias entre niños re- cuentran bien definidos los controles hemisféricos, lo
gulares y niños con DI en la característica de la latera- que provoca que no logren establecer una buena coor-
lidad. dinación y provoquen mayor lentitud en la realización
La intensidad de la lateralización de las manos se de tareas donde se requiera el uso de la motricidad
muestra en el cociente de lateralidad que va de -100 a fina o bien en los casos donde no se logra coordinar
+100 pasando por la categoría del ambidextrismo. Es los movimientos gruesos para realizar ejercicios rela-
evidente que en el caso de los niños con DI, no existe un cionados con algún deporte; por ejemplo, controlar un
solo caso que se encuentre al extremo de ± 100. balón de futbol con ambas piernas, pegarle a una pe-
La clasificación de la lateralidad manual va mostran- lota de beisbol con el bate o encestar un balón de bas-
do una distribución de esta variable en el grupo DI con quetbol.
claras tendencias hacia la zurdería; el 30% de zurdos y En total se muestran 23 participantes del grupo con
70% de diestros; estas cifras rebasan ampliamente las DI para la categoría de lateralidad cruzada, es decir, un
expectativas de los porcentajes que se maneja para la 76.66 % de esta muestra presenta este tipo de latera-
población general del 10% para zurdos y 90% para dies- lidad. Se considera este resultado como relevante para
tros. Mientras, en el cociente de lateralidad de las manos mostrar que en este grupo la mayoría de los niños pre-
del GR solo el 5.5% del grupo pertenece a la categoría senta una lateralidad mixta, lo cual pudiera ser una ca-
de zurdos, mientras que el 91.6% es diestro y el 2.7% de racterística de esta población.
ambidiestros. En este grupo se ubican seis participan- En la Figura 2 (p. 23) se muestra el resultado de la
tes en el extremo de + 100. Además, 15 participantes se lateralidad para los tres índices; manos, pies y ojos del
encuentran en el intervalo 50-79 que corresponde a una grupo de la primaria regular GR, ahí se notará la distri-
clasificación de diestro que pudiera ser uno de los pará- bución de los cruzamientos. En esta figura se observan
metros para este tipo de población. los resultados de los cocientes de lateralidad de manos,
En el cociente de lateralidad de los pies del grupo DI pies y ojos del grupo GR. Se nota un porcentaje pequeño
se observa el ambidextrismo, pues el 50% está a la iz- de lateralidad mixta y la mayoría presenta una laterali-
quierda y el otro 50% a la derecha, si bien se notan di- dad homogénea, donde el control motor se encuentra en
ferentes intensidades de lateralidad que se muestran en el hemisferio cerebral contrario y es por ello que estos
el cociente respectivo. Para los niños con DI, en esta va- niños no tienen muchas dificultades para realizar las ac-
riable se nota una distribución pareja desde -100 a +100 tividades deportivas que se les solicitan en las clases de
en la preferencia para el uso del pie derecho o del pie iz- educación física.

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manos pies ojos

100
90
80
70
60
50
40
Cociente de lateralidad

30
20
10
0
-10
-20
-30
-40
-50
-60
-70
-80
-90
-100
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30

Participantes
Figura 1. Cocientes de lateralidad de manos, pies y ojos del grupo de niños con discapacidad inte-
lectual. En la clasificación de los cocientes de lateralidad de manos, pies y ojos del grupo con DI, se
observan 23 niños con lateralidad cruzada y solo siete con lateralidad congruente.

MANOS GR PIES GR OJOS GR

100.00
90.00
80.00
70.00
60.00
Ccociente de lateralidad

50.00
40.00
30.00
20.00
10.00
0.00
-10.00
-20.00
-30.00
-40.00
-50.00
-60.00
-70.00
-80.00
-90.00
-100.00
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 1415 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 31 32 3334 35 36

Participantes
Figura 2. Cocientes de lateralidad de manos, pies y ojos del grupo regular. En la clasificación de los cocientes de
lateralidad de manos, pies y ojos del GR, se observan siete niños con lateralidad cruzada y 29 con lateralidad ho-
mogénea. Es decir, 19.4% de niños presenta una lateralidad cruzada, mientras que el 80.6% presenta una laterali-
dad homogénea.

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Al reunir los datos de ambos grupos, se encuentran En el caso del GR, los casos que se ubican en cero o al-
las diferencias que se exponen en el Cuadro 2 y que co- rededor corresponden a una tendencia al ambidextris-
rresponden al grupo de los niños de la primaria regular mo que es más desarrollado que la lateralidad indiferen-
(GR), y del grupo con DI; en dicha tabla se observan las ciada de los participantes del grupo DI.
diferencias que se presentan en sus ejecuciones. Esta escala tiene como propósito describir el grupo
En relación con el cociente de lateralidad para las ma- de Discapacidad Intelectual, ya que existen algunas di-
nos del GR, son 15 vs. 9 del grupo DI en la categoría de ferencias con el grupo de niños normales para hacer una
diestro. Para el cociente de lateralidad de los pies son clasificación única, pues en el caso de los niños con DI,
21 de diestro fuerte del GR contra 1 diestro fuerte del todos presentan daño cerebral.
DI y en la lateralidad de los ojos, son 12 para la catego- La diferencia en este caso se refiere a la descripción
ría de lateralidad ambidiestra del GR, versus 0 para el de la clasificación, pues las observaciones directas reali-
grupo DI. zadas durante la ejecución de las pruebas de lateralidad

Cuadr0 2. clasificación en la escala de lateralidad de ambos grupos

Manos Pies Ojos


Deciles Categoría
DI GR DI GR DI GR

90 a 100 Diestro muy fuerte 0 6 1 21 2 6

80 a 89 Diestro fuerte 1 2 2 1 1 0

50 a 79 Diestro 9 15 6 7 8 11

20 a 49 Diestro débil 9 8 5 1 3 4

1 a 19 Lateralidad indiferenciada 2 3 1 1 1 0
derecha

*0 Lateralidad ambidiestra 0 0 0 0 0 12

0 a -19 Lateralidad indiferenciada 0 1 2 0 0 0


zurda

-20 a -49 Zurdo débil 1 0 4 2 3 0

-50 a -79 Zurdo 7 1 6 2 6 2

-80 a -89 Zurdo fuerte 1 0 0 1 1 0

-90 a -00 Zurdo muy fuerte 0 0 3 0 5 1

Total 30 36 30 36 30 36

Nota. *Se agregó el cero a la clasificación debido a que en el grupo regular 12 participantes obtuvieron una calificación
de cero que los ubica exactamente a la mitad de la variable, ni a la derecha ni a la izquierda. Al comparar la lateralidad
de ambos grupos se nota con negritas el número de participantes de cada grupo para cada categoría.

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Cuadro 3. Estadísticas de los grupos regular y con discapacidad intelectual

Manos Pies Ojos Cociente total


Lateralidad
GR DI GR DI GR DI GR DI

Valid 36 30 36 30 36 30 36 30
N
Missing 0 6 0 6 0 6 0 6

Mean 54.1669 13.06133 65.5556 -.0500 31.2500 -3.7503 46.0764 3.0873

Std. Error
5.99013 10.458436 9.14126 11.50882 7.92919 12.96673 5.85783 8.10102
of Mean

Median 66.6700 32.35000 100.0000 .5550 25.0000 -3.7500 45.8300 8.3350

Mode 66.67 -76.470a 100.00 -100.00a .00 -100.00 41.67 -82.74a

Std.
35.94079 57.283211 54.84755 63.03642 47.57513 71.02171 35.14699 44.37113
Deviation

Variance 1291.740 3281.366 3008.254 3973.590 2263.393 5044.084 1235.311 1968.798

Range 166.67 170.580 200.00 200.00 200.00 200.00 191.67 167.49

Minimum -66.67 -88.230 -100.00 -100.00 -100.00 -100.00 -91.67 -82.74

Maximum 100.00 82.350 100.00 100.00 100.00 100.00 100.00 84.75

Percentiles 10 11.6690 -76.47000 -32.0000 -97.7770 -15.0000 -100.0000 12.2490 -54.2920

a. Multiple modes exist. The smallest value is shown


Nota. Con negritas se observa una desviación estándar muy grande para el grupo de los niños con DI en las cuatro mediciones de los
cocientes de la lateralidad, manos, pies, ojos y cociente total.

indican que los niños con DI que están en el rango de 80 el rango de lateralidad indiferenciada se nota un mayor
a 100 positivo o negativo, presentan una mínima capa- control de las ejecuciones con cualquiera de sus manos
cidad para usar la otra parte de su cuerpo como apoyo a o pies. La clasificación sería la misma, solamente cam-
la que está bien lateralizada. Por ejemplo, ejecutan bien biaría la descripción para los niños del grupo regular.
una tarea con una sola mano, mientras que la otra mano En el Cuadro 3 se muestran los resultados del análisis
no le ayuda mucho como apoyo. También se nota que en estadístico de los cocientes de lateralidad de ambos gru-
el rango de lateralidad indiferenciada hacia la izquierda pos. Los números negativos indican una clara tendencia
o hacia la derecha, los niños del grupo DI presentan una hacia el lado zurdo del cuerpo que es el que mayormen-
falta de desarrollo. te utilizan los participantes del grupo DI.
Los niños del grupo regular sí se ayudan con la mano Finalmente, para evaluar una posible correlación sig-
contraria a la que generalmente utilizan y, además, en nificativa entre los diferentes índices de lateralidad de

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los grupos, se realizó una prueba de correlación produc- Conclusiones


to momento de Pearson, cuyos resultados aparecen en La lateralidad se refiere a una variable continua que
el Cuadro 4. En el grupo regular se presenta la laterali- puede marcar muchos intervalos entre la izquierda y la
dad homogénea que es la esperada para este tipo de po- derecha. Representa una característica de las personas
blación, en contraste con la lateralidad mixta que se pre- y se manifiesta cuando se usa alguno de los miembros
senta en el grupo de niños con DI. superiores (manos) o inferiores (pies) y los órganos de
la visión y audición para ejecutar al-
guna actividad en la cual se requie-
Cuadro 4. Correlaciones de lateralidad del GR re el uso de únicamente uno de ellos
con cierto grado de habilidad, fuer-
za y rapidez, es necesario también
Lateralidad Manos Pies Ojos
suponer que estos movimientos tie-
Manos Pearson Correlation 1.000 .519** .395* nen una determinación neurológica.
Por ello, se reflexiona que el fenó-
Sig. (2-tailed) . .001 .017 meno de lateralidad es muy comple-
jo como para tomar una sola teoría
N 36 36 36 y no es necesario ser ecléctico, sino
Pies Pearson Correlation .519** 1.000 .413*
más bien integral y tratar este fenó-
meno como se ha venido haciendo
Sig. (2-tailed) .001 . .012
desde sus diferentes puntos de vis-
N 36 36 36 ta y buscar las relaciones:
Ojos Pearson Correlation .395* .413* 1.000 1) Se considera una caracterís-
tica de tipo neurológico reflejada
Sig. (2-tailed) .017 .012 . en las asimetrías del plano tempo-
ral, mismas que tienen estrecha re-
N 36 36 36 lación con la especialización de las
funciones de los hemisferios cere-
**Correlation is significant at the 0.01 level (2-tailed). brales;
*Correlation is significant at the 0.05 level (2-tailed). 2) Su origen es de tipo genético
Nota. La significancia en las correlaciones se presenta en manos, con pies y con ojos y ha evolucionado a través de miles
y pies con ojos, es decir, todas las combinaciones, manifestándose una lateralidad de años en el ser humano, y
homogénea en este grupo. 3) Tiene un componente conduc-
tual, el cual se corresponde con el
ambiente y el sustrato neurológico.
Las correlaciones del grupo con DI se observan en el A manera de síntesis, después de repasar diferentes
Cuadro 5 (p. 27). Es importante señalar que para el lo- definiciones de lateralidad, se considera necesario acla-
gro de la escritura se requiere una buena coordinación rar que zurdo y diestro no son sinónimos de lateralidad,
visomanual, que representa uno de los déficits de los ni- la lateralidad es más bien una característica del ser hu-
ños con DI. En conclusión, en el grupo GR se encuentra mano que corresponde a la estructura y a la función es-
una lateralidad homogénea, es decir, se relacionan signi- pecializada del sistema nervioso que va a determinar el
ficativamente manos, pies y ojos, mientras que en el gru- uso de alguna de las dos partes del cuerpo para las acti-
po DI únicamente existe una correlación significativa en- vidades de la vida diaria.
tre manos y pies, y ninguno de los dos se relaciona con En el contexto de esta definición, resulta pertinente
los ojos, lo que implica un cruzamiento de la lateralidad. señalar que las habilidades y las preferencias laterales

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Cuadro 5 Correlaciones de lateralidad con niños del grupo con DI

Lateralidad Manos Pies Ojos


Manos Pearson Correlation 1.000 .506** .073

Sig. (2-tailed) . .004 .701

N 30 30 30

Pies Pearson Correlation .506** 1.000 .131

Sig. (2-tailed) .004 . .491

N 30 30 30

Ojos Pearson Correlation .073 .131 1.000

Sig. (2-tailed) .701 .491 .

N 30 30 30

**Correlation is significant at the 0.01 level (2-tailed).


Nota. En este caso, existe una correlación significativa entre la mano y el pie. Sin em-
bargo en relación con los ojos, no se observa ninguna correlación, ya sea con manos o
con los pies, manifestándose una lateralidad cruzada en este grupo con DI.

están determinadas por el cerebro. Sin embargo, el ser encontrar una mayor incidencia de este tipo de proble-
humano, al vivir en sociedad, es influido por modelos mas al comparar esta probabilidad con la población ge-
sociales, acciones pedagógicas y de la vida diaria, que neral.
implican el uso de una parte del cuerpo para realizar Los resultados que se encontraron en este trabajo fue
ciertas tareas. El aprendizaje existe como un elemento de 30% de zurdos y 70% de sujetos con lateralidad cru-
importante en el desarrollo de algunas preferencias la- zada en el grupo con DI. De esta manera, la variable late-
terales y concurre también una influencia determinada ralidad resulta ser un factor relevante dentro de las ca-
neurológicamente que es la responsable de dichas pre- racterísticas de las personas que presentan DI.
ferencias. En tanto, en el GR se encuentra un 5.5% de niños zur-
Los resultados encontrados evidencian diversas ca- dos y 94.5% de niños que presentan lateralidad manual
racterísticas del perfil de lateralidad de los niños con diestra. En relación con la lateralidad mixta, en este
discapacidad intelectual que concuerda con las teorías grupo suman un 19.4 % mientras que el restante 80.6%
propuestas en los diferentes trabajos revisados, por presenta una lateralidad homogénea. Estos resultados
ejemplo, en relación con la lateralidad zurda y cruzada, señalan aproximaciones a la población general.
Silva y Satz, (1979); Whittington y Richards (1987); Zuc- Se puede asumir que la lateralidad cruzada que se
krigl (1983); Porac y Coren (1981) coinciden que en las menciona en diversas ocasiones en la literatura que-
poblaciones clínicas se incrementa la probabilidad de da verificada en este estudio, lo cual puede representar

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una de las características del grupo con discapacidad in- el ingreso al salón de clases, lo cual beneficiaría a toda la
telectual. población estudiantil. Es conveniente acompañar dicha
El número mayor de zurdos de esta muestra de niños rutina con música clásica del tipo barroco (por la vivaci-
con DI es también un dato relevante al compararlo con dad y el movimiento) o algunas marchas (por su ritmo).
la población general. En un segundo nivel de prevención, se recomienda
Con este tipo de perfil, estos niños tienen pocas espe- llevar a cabo un trabajo más especializado en torno a la
ranzas de lograr aprendizajes básicos del nivel de edu- lateralidad. Por ejemplo, en las primarias es muy impor-
cación primaria, como el cálculo y la lectoescritura. Sin tante que los niños desarrollen la habilidad para copiar
embargo, se debe insistir en que a pesar de estas limita- del pizarrón y de sus libros, y muchos niños que tienen
ciones en la definición de lateralidad, estos niños sí pue- problemas de lateralidad no logran la rapidez necesa-
den lograr aprendizajes como los que se requieren para ria y para ello se propone un programa que les permi-
conducirse en la vida diaria y que los orienten a la in- ta desarrollar esa habilidad mediante la estimulación
dependencia en sus actividades personales, como son el de la lateralidad. Se sugiere realizar un examen de la-
aseo diario, el uso de utensilios para la comida y bebi- teralidad manual para conocer las preferencias del niño
da, el conocimiento de señales para el reconocimiento y estimularlo, si así lo requiere, mediante la realización
de pasos peatonales, uso de sanitarios, el reconocimien- de diferentes actividades, por ejemplo, manipulación de
to de algunos anuncios que señalan dónde comprar ali- tornillos con tuercas, ensartado de pijas, picado de pa-
mentos o ropa, etcétera. La promoción de la adquisición pel, seguimiento de laberintos, lanzar y cachar una pe-
de este tipo de destrezas es congruente con una concep- lota, entre otras.
ción ambientalista de la lateralidad en la cual el aprendi- Se considera asimismo importante proponer las ade-
zaje es el factor principal para lograr una lateralización. cuaciones necesarias para incluir en el currículo escolar
Dentro de esta concepción se privilegian los programas un programa sistemático de estimulación motora que
de entrenamiento conductual basados en métodos del permita incrementar la habilidad motriz de los niños, la
condicionamiento operante, como señalan Bilbao y Oña definición más precisa de su lateralidad, y el desarro-
(2000). Es importante considerar la sugerencia princi- llo de su esquema corporal, lo cual puede contribuir a la
pal que hacen estos autores para este tipo de niños con recuperación de las funciones cerebrales asociadas con
DI en el sentido de la necesidad de que se entrene la la- estos aspectos de su desarrollo. Es necesario enfatizar
teralidad visomanual con diferentes estrategias y acti- que este programa no resultaría de difícil aplicación ya
vidades físicas. que se requiere únicamente de 15 minutos diarios en el
A partir de la información recabada en este traba- horario de la formación para el ingreso al salón de cla-
jo sobre el perfil de desarrollo de los niños con DI, se ses que se realiza en cada escuela con toda la población
pueden sugerir algunas recomendaciones para inter- estudiantil.
venir con esta población, como sería el establecimien- Resulta pertinente también detectar las preferencias
to de medidas preventivas. Una de ellas sería estructu- de lateralidad de manos, pies y ojos de los niños con DI
rar un programa de estimulación de la lateralidad para para realizar ejercicios específicos encaminados a con-
los niños de las primarias especiales y de las Unidades solidar su lateralidad, pues muchos de ellos presentan
de Apoyo a la Educación Regular, que inicialmente po- una lateralidad cruzada, o bien, requieren de un mejor
dría realizarse mediante la aplicación de un plan piloto desarrollo de este tipo de habilidad y preferencia.
en algunas escuelas y, posteriormente, de acuerdo con Algunas interrogantes que surgen en este trabajo a
los resultados, implementarlo a nivel nacional en las es- partir de los datos obtenidos y que podrían abordar-
cuelas en donde haya niños con necesidades educativas se en las líneas de investigación señaladas podrían ser:
especiales, desde los jardines de niños, hasta la prima- ¿cuál es el impacto que tiene la estimulación motora en
ria y secundaria. Este tipo de programa se puede reali- el desarrollo de una lateralidad “adecuada”? ¿Cuál es la
zar mediante una rutina a la hora de la formación para relación que existe entre estimulación motora y plasti-

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cidad cerebral? ¿La estimulación motora permite lograr DRA_esMX418MX418&q=Bilbao%2c+A.+y+O%c3%b1a%-


una lateralidad homogénea? ¿Existe relación entre de- 2c+A (2278290 Bilbao, A y Oña, A Lateralidad entrenable,
sarrollo de la lateralidad y la lectoescritura? ¿Qué rela- pdf – Adobe Reader)
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