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La historia de las ideas que naven como una suerte de aleació n entre la historia de

la filosofía y la historia de las culturas o las civilizaciones.

Arthur O Lovejoy funda en la década del 20 la escuela de History o f Ideas en


Hopkins; y basó la necesidad de una tarea específica, ya que se desprendía de la
naturaleza de las ideas:

La primera de ellas: las ideas migran entre territorios, en el tiempo, y entre


disciplinas.
La segunda, las ideas forman parte del estudio de la historia, ya que las
realizaciones histó ricas no son independientes de las ideas que portaban sus
agentes, incluso cuando éstos no fueran má s que racionalizaciones de procesos
subjetivos o determinaciones objetivas. Las ideas, má s alla de que se diriman en
otros á mbitos, proceden del impuslo de racionalizació n que pueden interactuar
con nuestros subjetividades y las determinaciones objetivas. En Lovejoy, la
premisa bá sica es una confianza en las las ideas tienen una suerte de presió n,
obstinació n y efectividad para torcer taryectorias determinadas, que puede ser
desmentida (Namier)

Desde la perspectiva de la Historia Social, la historia de las ideas es una sociología


de los intelectuales (y por lo tanto de clase). La historia social le opuso métodos
cuantitativos, resultando en una sociología del consumo masivo.

Lovejoy

La gran cadena del ser (1936): contra la especializació n por á reas. [filosofía,
historiografía, literatura]; y contra la idea de convrtirse

Las ideas generales (como lo propiamente humano) como influencia de sus


comportamientos, instituciones, modos de expresió n y perfiles emotivos, sus
logros materiales, cuyoa interacció n corresponde a distintos á mbitos disciplinares
o á reas. El proceso histó rico es un continuo

“Afinidades cuasi ló gicas ni inmediatamente obvias entre ideas”

Influencia y el problema de la jerarquía

Los pensamientos, vigentes entre los hombres sobre cuestiones de interés


humano,que tuvieron los hombres, determinar có mo surgieron, se combinaron,
interactuaron p contrarrestaron entre sí y có mo se relacionaron de diversas
maneras con la imaginació n, las emociones y la conducta de quienes los
abrigaron…

Las condiciones ambientales factores del proceso histó rico

Una investigació n debidamente analítica y crítica de la naturaleza, la génesis, el


desarrollo, la difusió n, la interacció n y las ideas que las generaciones de hombres
han atesorado, por las que disputaron y que aparentemente los movieron
Historia intelectual empieza por el precepto délfico (conocerse a sí mismo)

II

La historia literaria: la acumulació n de informació n colateral a los textos, a las


fuentes del goce estético. Los que leemos en la poesía no es una biografía sino una
personalidad, un cará cter, una sensibilidad; cuya estela por lo tanto, contra el
esteticismo extrema, forma parte de la experiencia estética. El lector ante la
impacto de una lectura, se pregunta sobre la procedencia, su origen, su
elaboració n, el impulso externo que le da origen [el incremento del volumen
imaginativo], es decir sobre su dimensió n dramá tica [Bloom].

El lugar de la literatura como dimensió n formativa de los comportamientos como


una pieza central en el humanismo. La historia de la literatura en su relació n con
otras fases de la historia del pensamiento, la imaginació n y la evaluació n humanos.

Literatura; tres usos (placer, profundizació n de la vida interior; como crítica de la


vida; como documento del hombre, de lo que ha hecho con las ideas, y lo que las
ideas han hecho con él).

III

Tensiones entre factores inmanentes, racionalizables- –de las ideas- y factores


externos –subjetivos (irracionales) y objetivos (no racionales)-

Un proceso por el cual un sujeto –individuo, generació n- sostiene una idea, que
nacida como creeencias atraviesa un proceso de racionalizació n, que si bien puede
apenas ser un justificativo del deseo, inclinació n o creencia individual, también
puede contravenir es locus original.

La historia de las ideas no tiene factores de determinació n vinculado a la ló gica; los


comportamientos, opiniones y del movimiento histó rico del pensamiento parecen
estar confirguradas a partir de la “terra incó gnita” de lo irracional o de las
determinaciones objetivas –de clase, de etnia-[la revolució n intelectual del siglo XX
es la cartografía de ese territorio, aunque tiene sus antecedentes en el siglo XVII;
entre uno y otro encontramos la hegemonía del individuo como forma concreta
del sujeto trascendental del liberalismo].

Regimen de historicidad: La secuencialidad: Dialéctica inmanente: el progreso de


ideas como camino a la solució n progreso vs. oscilació n entre extremos, como
recurrencias: la ló gica de las disputas.

La idea tienen una potencia propia, y cierta obstinació n, porque tienden afinidades
electivas y ejercen presiones específicas para abrirse lugar en la mente de los
hombres, que entran en relació n con el trá fico e interacció n social y material de
ellos mismos.
JGA Pocock: La historia de las ideas transformada en la historia del habla o historia
del discurso (1991)

La historia de los conceptos

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