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La Primera Comunión

Hablemos claro de la Primera Comunión

Si preguntáramos a cualquier niño/a de catequesis, qué es hacer la Primera Comunión,


más o menos todos tendrían claro que es "recibir a Jesús por primera vez", y que
no es el vestido, ni el banquete, ni la sesión fotográfica, ni los regalos, Pero a la hora de
la verdad suele ser otra cosa; bien porque los padres impongan o porque los niños
exijan, acabamos haciendo año tras año, lo mismo de lo mismo.

Es tanta la presión social, el acoso del comercio, la fuerza del "yo más y mejor", que
acabamos convirtiendo la celebración central del cristianismo, en una excusa para la
ostentación y la primera fiesta infantil del consumo. Justo lo contrario de lo que
los niños/as han estado tratando de asimilar durante los dos años de catequesis.

Siendo sinceros, hemos de reconocer que esta situación es un tanto incoherente, y no


porque los niños/as no vayan con toda su "buena fe" a vivir este encuentro con Jesús,
sino porque los adultos estamos convirtiendo esta profunda celebración cristiana para
los niños/as, en un simulacro de fiesta un tanto pintoresca, que poco tiene que ver con
la primera común-unión con Jesucristo.

Por este motivo, se han publicado las siguientes orientaciones, dirigidas especialmente
a los padres, dentro de una campaña de sensibilización con el lema:

En la Primera Comunión, Jesucristo es todo, ¿lo estaremos olvidando?".

Esperamos que la Comunión con Cristo quede para Cristo, y el resto se vaya quedando
como una bonita historia de un siglo que ya pasó.

Qué es hacer la Primera Comunión

1. Es la primera participación del niño/a en la Eucaristía - la celebración central


para la vida de los cristianos-, después de haber descubierto por la catequesis
cómo vivirla y el sentido de los signos y palabras que contiene.
2. Es entrar en comunión con Jesucristo para vivir su vida.

3. Incorpora la niño/a de manera plena en la comunidad cristiana.

4. Marca así el comienzo de una nueva relación con Jesucristo y la Iglesia, que ha
de crecer en su participación continua en la Eucaristía de cada domingo.

5. Los padres adquieren una nueva responsabilidad en la futura formación y


celebración de la fe de los hijos/as, para ser coherentes con lo que quisieron que
fueran desde el Bautismo: cristianos.

Lo que no debe ser la Primera Comunión

1. Una fiesta infantil a la que todos asistimos como espectadores, como una
especia de espectáculo religioso donde los niños actúan y "los mayores" sólo
miran.
2. Un compromiso social, algo que hay que hacer porque todos lo hacen, como una
puesta de largo de los niños en sociedad.
3. Un montaje de preparativos, regalos, banquetes, viajes..., de gran ostentación
consumista y competitividad social, que puede llegar a endeudar a la familia.

4. El final de la catequesis. (Algo así como abandonar el colegio después de la


primaria, pensando que el niño/a ya lo sabe todo).

¿NO ESTAREMOS EXAGERANDO?

 Con los vestidos...

La Iglesia no impone un traje especial para la Primera Comunión, pero tampoco ha de


imponerlo la moda o el comercio. A veces, con la mejor intención, se cometen grandes
disparates. Como regla general: habría que evitar los trajes "fantasía" (de novia, de
marinero o militar...) y tender a que la forma de vestir sea más natural y propia de un
niño de este siglo, sin más.

 Con los banquetes y regalos...

Siendo la Primera Comunión una celebración cristiana, estorba toda fiesta que no sea
vivida en un clima de sencillez, y todo tipo de regalos superfluos que nada tienen que
ver con lo que se está celebrando. Todo lo que se gasta en torno a la Primera
Comunión, ¿no es una provocación, disfrazada de sentimiento religioso, contra los
millones de pobres del mundo?

 Con los reportajes fotográficos y vídeos...

Si en la iglesia hay que crear un ambiente de recogimiento y participación serena,


logrando que nada distraiga la atención de los niños en su experiencia de fe, ¿no estaría
de más el revuelo de cámaras y reporteros espontáneos que constantemente distraen
su atención? Está bien tener una fotografía para el recuerdo, pero durante el transcurso
de la celebración no se puede permitir que alrededor de los niños haya nada ni nadie
que altere su concentración.
Tres reflexiones cristianas para la
primera comunión
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Escrito por Administrator   
martes, 21 de agosto de 2007
Para que la Primera Comunión sea encuentro verdadero con Jesús y comienzo
de una nueva etapa de crecimiento cristiano.
El Papa Benedicto XVI ha querido saludar especialmente a los niños de primera comunión en sus
palabras tras el rezo del Regina Coeli del domingo 14 de mayo. Le ha dicho: "A todos los niños que
en estas semanas se encuentran por primera vez con Jesús Eucaristía les dirijo un especial saludo,
deseando que se conviertan en sarmientos de la Vid y que crezcan como verdaderos discípulos
suyos".
         Mediante las tres siguientes reflexiones, ECCLESIA DIGITAL se suma a estas
palabras de Papa y felicita a los niños de primera comunión y a sus familias con la
esperanza de que tengan un verdadero encuentro con Jesús Eucaristía, que suponga el
comienzo de una nueva etapa de crecimiento en su vida cristiana. 
Decálogo de las familias para las primeras comuniones de sus hijos
         El pasado mes de octubre el Papa Benedicto XVI se reunía con cerca de cien mil
niños italianos que habían hecho la primera comunión, acompañados de sus padres y de
sus catequistas. El papa entabló un diálogo, una catequesis, con los niños. Uno de ellos le
preguntó a Benedicto XVI:
         -- "¿Qué recuerdos tienes del día de tu primera comunión?
         -- En el centro de mis recuerdos se halla este pensamiento: Jesús entraba en mi
corazón. Y, junto con Jesús, Dios mismo estaba conmigo. Y que era un don de amor que
valía mucho más que todo lo que se podía recibir en la vida. Comprendí que
comenzaba una nueva etapa en mi vida". 
         Mayo es tiempo de celebrar las primeras comuniones de los hijos, día inolvidable en
el que muchas veces nos sentimos desconcertados ante las exigencias sociales que poco a
poco han ido configurando esta fiesta tan especial para la familia cristiana. 
         Diez verbos -cuyas iniciales forman la palabra clave: Eucaristía- pueden ayudarnos
a vivir con sentido y profundidad este día tan esperado para nuestros hijos (Cfr. MJ
Decálogo, María Dolores López Guzmán, en "Misión Joven", 350, 2006) 
            ESPERAR: La primera comunión es comienzo, no es final... Ir más allá del
instante es fundamental. Comienza una nueva etapa en el proceso de iniciación cristiana
de vuestro hijo, que no se puede quedar ahí. La comunidad os necesita. 
            UNIR: Crear un ambiente de unión y no de división será el mejor de vivir lo que
es central en ese día: la común-unión. 
            CONVIVIR: Caer en la cuenta de que las celebraciones son momentos de
encuentro en la familia (padres e hijos, hermanos, abuelos, tíos, amigos...) y con las
familias de los compañeros de mis hijos. 
            ALEGRARSE: Para que la alegría no se esfume es imprescindible poner más los
ojos en Dios que en nuestros deseos, gustos, y, a veces, problemas y discrepancias. 
            RECORDAR: Preparar algún detalle personal que sea auténtico recordatorio del
encuentro que el niño ha tenido con Dios. Este encuentro es lo verdaderamente central. 
            INTENSIFICAR: Favorecer los momentos en los que compartir con el niño
confidencias, oraciones y conversaciones sobre la experiencia de Dios recibida. 
            SIMPLIFICAR: Convertirse en "contrapunto" de los mensajes que incitan al
consumo de inevitables y absurdos regalos. Hacer que el día sea "sencillamente distinto". 

            TRANSMITIR: Comunicar la propia fe es el mejor regalo. Es una buena ocasión


para mostrar que la experiencia de la comunión transforma cada día y es Jesús quien nos
da la luz que ilumina y orienta nuestra vida. 
            INTERIORIZAR: Detener la mirada en lo verdaderamente significativo. Hacer
balance del día con el niño o niña destacando lo más importante. 
            AGRADECER: Participar totalmente del Cuerpo y de la Sangre del Señor es
motivo más que suficiente para alabar y agradecer a Dios su invitación a formar parte de
El. Eucaristía significa "acción de gracias". 
         Nuestra felicitación más sincera a los niños y niñas que vais a hacer la primera
comunión, que vais a recibir a Jesús en la Eucaristía. Extended nuestro saludo a vuestras
familias. Igualmente, un agradecimiento a los esforzados catequistas que los habéis
acompañado en este proceso de iniciación a la vida cristiana. 
Delegación de Catequesis de la archidiócesis de Zaragoza
Publicado en "Iglesia en Aragón", 14 de mayo de 2006 
www.revistaecclesia.com/content/view/20/66/

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