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SACRIFICIO
LECI0N 01
Introducción:
Si usted no es quebrantado en su YO y no hay una entrega genuina, tratará de incursionar
en el mundo espiritual y por mucho que se esfuerce, no podrá fluir plenamente en el
espíritu, no ver el éxito anhelado.
La única manera en que usted pueda fluir en la plenitud del espíritu, es decir, que brote la
vida de Dios que está dentro de usted; es que su alma sea quebrada; y esto ocurre, solo a
través del Quebrantamiento. Pero ¿Dónde se quiebra el alma viciada? Cuando es
sembrada.
No hay gloria sin muerte. El único camino perfecto para experimentar la gloria eterna de
Dios es aceptar el morir para vivir.
Al ser sembrados en la tierra Dios romperá la cáscara del alma con todos sus ideales y
costumbres que apresan la vida victoriosa en el espíritu que está dentro suyo. En su
espíritu esta todo lo perfecto y necesario que usted necesita para fructificar.
Es imperioso morir para que salga el perfume y llene su casa, su ciudad y su nación. Si
usted no muere, no podrá ejercer ningún cargo con frutos en la obra de Dios, porque
lamentablemente todo lo hará mal.
El ser humano que ha determinado servirle a Dios necesita ser quebrantado en la tierra.
Morir al YO es una irrevocable necesidad.
Hoy en día se necesita que fluya en el Espíritu con la visión. Es imprescindible que usted
entienda que el individualismo y el egocentrismo ya no tienen lugar en su vida ni en su
ministerio.
Nuestros pensamientos son enemigos del propósito de Dios. Lo que pensamos muchas
veces está lleno de egoísmo, incredulidad y maldad. Entienda lo que Dios dijo a través del
profeta Isaías: Mis caminos y mis pensamientos son más altos que los de ustedes; ¡más
altos que los cielos sobre la tierra! Isaías 55:9.
Jamás nadie será efectivo a menos que nazca al pensamiento de Dios. Renacer es
totalmente decisivo. Volver a nacer al pensamiento de Dios es clave para experimentar la
gracia divina que crece y se multiplica.
Por lo general nuestros pensamientos se alimentan de los sentidos y son manipulados por
la lógica y la razón. Hay una batalla continua para todos los seres humanos: “La guerra de
la razón contra la verdad”. Por lo general, lo que parece razonable, no siempre lo es.
Por ejemplo:
Lázaro razonablemente estaba podrido y no había oportunidad para él; pero la verdad es
que lázaro estaba dormido y era necesario despertarlo.
La gente de Dios nunca debe depender de la razón, porque en el evangelio del Reino de
Dios sobre la tierra solo se camina por fe y no por la razón.
Juan 11:39 Dijo Jesús: Quitad la piedra. Marta, la hermana del que había muerto, le dijo:
Señor, hiede ya, porque es de cuatro días.
Juan 11:40 Jesús le dijo: ¿No te he dicho que, si crees, verás la gloria de Dios?
Eva fue engañada por los sentidos de la lógica. Todo parecía bien, pero definitivamente la
ley de los sentidos no es lo que debe guiar sus pasos ni sus acciones, sino la ley de la
Bendita Palabra de Dios.
En una ocasión alguien le dijo a Jesús: … déjame ir a enterrar a mi padre. Lucas 9:59 y la
inmediata respuesta de Jesús fue muy drástica: deja que los muertos entierren a sus
propios muertos. Lucas 9:60. Realmente esto es muy profundo y sagrado.
Cuando usted comienza a vivir para el propósito de Dios, las ligaduras sentimentales de
amistades y familiares se quieren imponer ante el Propósito Divino. Entonces es en este
punto
donde usted necesita ofrendar toda ligadura sentimental sino quiere sufrir retraso en el plan
de Dios.
Tare fue con Abraham rumbo a Canaán y lo retrasó el tiempo del cumplimiento de la
promesa.
Lot estuvo con Abraham y lo único que hizo fue crear problemas.
No le conviene seguir controlado por el sentimentalismo familiar.
Si quiere cumplir con el propósito de Dios es necesario renunciar a todo
sentimentalismo.
El Señor le dijo a Abram: deja tu tierra, tus parientes y la casa de tu padre… Génesis 12:1.
Sus raíces, estaban contaminadas por el pecado y la maldad. Por esta causa Dios le dijo a
Abraham: Deja tu tierra, tus parientes y la casa de tu padre. Dios quería comenzar una
nueva generación con Abraham. Por lo tanto era absolutamente necesario que Abraham
cortara con sus raíces genéticas porque eran un peligro inminente para el éxito de la
Visión.
Si no somos nacidos en la nueva naturaleza; podríamos ser peligrosos instrumentos o
canales que en cualquier momento se manifieste el pecado y la maldad.
RENUNCIAS PERMANENTES
Por años se le ha dado mucha importancia a los pecados del cuerpo. Pero la rebeldía, el
orgullo, la soberbia y la altivez de espíritu son enemigos fuertes del propósito de Dios.
Nadie podrá ser efectivo en la obra de Dios con estos pecados, considerados con mayor
jerarquía. Declare ahora:
Hoy le ordeno a mi espíritu que camine en obediencia bajo la plena y perfecta voluntad de
Dios. En el Nombre de Jesús, renuncio a la Rebelión. En el nombre de Jesús renuncio al
Orgullo. Declaro que soy una persona enseñable. En el nombre de Jesús renuncio a la
Altivez de espíritu. Jamás me jactaré de los dones y talentos que el Eterno me dé. Viviré
todos los días para darle la gloria a Dios.
Existen espíritus asignados sobre sus apellidos y existen muchos pactos ancestrales. Estas
cosas por lo general no las pensamos, sin embargo, es necesario romper todo tipo de
operatividad maligna de nuestros antepasados. ¿Cómo se da cuenta usted que está siendo
atacado por una maldición ancestral que no ha sido quebrantada?
Cuando usted a pesar de su deseo de servir a Dios tiene áreas que le dominan y no ve la
prosperidad plenamente. Es necesario hacer la lista de las maldiciones ancestrales. Usted
sabe.
Todas estas son maldiciones que usted por el Poder de la bendita Palabra de Dios tiene
que renunciar.
Observe con cuidado cómo ha sido su vida hasta hoy. Luego determine sembrarse para el
propósito de Dios. La Palabra de Dios dice: Ciertamente les aseguro que, si el grano de
trigo no cae en tierra y muere, se queda solo. Pero si muere, produce mucho fruto. Juan
12:34.
CONCLUSION:
El pecado que está dentro de nosotros mismos es tropiezo para Dios. Cuando hay pecado
oculto entonces hay descuido, distracción, excusas permanentes y falta de respeto a Dios.
Todo tiene que ver con los elementos contrarios a la agenda de Dios. Si hay pecado oculto
de rebeldía, no podrá desarrollar su ministerio, es decir se quedará solo y sin frutos.
Al igual que la semilla que se siembra en la tierra su cáscara se pudre y pareciera una
pérdida; pero no lo es, así mismo en nuestras vidas cuando parece que todo está perdido;
es que nace la verdadera planta; la que llevara mucho fruto.