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INSTITUCIÓN EDUCATIVA N° 89002 “GLORIOSA 329“

CELBRACION DE LA PALABRA

Queridos hermanos hoy con gran alegría damos la bienvenida a nuestra institución educativa al santo patrono
de Chimbote, san pedrito, cuya fiesta ha sido declarada patrimonio cultural por ser una manifestación de culto
religioso que unidos en la fe han hecho de esta festividad la expresión más emblemática de Chimbote. Nos
ponemos en presencia del Señor, En el nombre del padre del hijo y del espíritu santo…

+ Lectura del santo evangelio según san Lucas 5,1-11

Cierto día la gente se agolpaba a su alrededor para escuchar la palabra de Dios, y él estaba de pie a la orilla
del lago de Genesaret.  En eso vio dos barcas amarradas al borde del lago; los pescadores habían bajado y
lavaban las redes.  Subió a una de las barcas, que era la de Simón, y le pidió que se alejara un poco de la
orilla; luego se sentó y empezó a enseñar a la multitud desde la barca. Cuando terminó de hablar, dijo a
Simón: «Lleva la barca mar adentro y echen las redes para pescar.»  Simón respondió: «Maestro, por más
que lo hicimos durante toda la noche, no pescamos nada; pero, si tú lo dices, echaré las redes.»  Así lo
hicieron, y pescaron tal cantidad de peces, que las redes casi se rom-pían.  Entonces hicieron señas a sus
asociados que estaban en la otra barca para que vinieran a ayudarles. Vinieron y llenaron tanto las dos
barcas, que por poco se hundían. Al ver esto, Simón Pedro se arrodilló ante Jesús, diciendo: «Señor, apártate
de mí, que soy un hombre pecador. Pues tanto él como sus ayudantes se habían quedado sin palabras por la
pesca que acababan de hacer. Lo mismo les pasaba a Santiago y a Juan, hijos de Zebedeo, compañeros de
Simón. Jesús dijo a Simón: «No temas; en adelante serás pescador de hombres.  En seguida llevaron sus
barcas a tierra, lo dejaron todo y siguieron a Jesús. Palabra del Señor

REFLEXION:
La lectura de hoy, nos recuerda que «rememos mar adentro y echemos las redes para pescar» y, aunque las
redes salgan vacías, no nos desanimemos sino que lo intentemos una y otra vez. Pero para echar las redes
tenemos que tener dos actitudes fundamentales: fe y constancia. ¿Difícil? Sí, pero no imposible. Debemos
aprender a nadar a contracorriente y no desanimarnos porque nuestra pesca es la pesca de hermanos para el
Reino de Dios y no todas las personas están dispuesta a escuchar y, menos, a seguirle. Dios nos hace libres,
inteligentes, iguales; pone a nuestro alcance todo lo necesario para enfrentarnos a los problemas y nos da el
don de la palabra para atraer a nuestros hermanos al camino de la fe. En definitiva, a ser mejores personas y
a trabajar por un mundo más justo y equitativo para todos. El buen seguidor de Jesús no debe esperar un
milagro sino que en su día a día debe tener esperanza, fe, constancia y hacer suya esta frase esencial:
«Rendirme, lo siento eso no va conmigo» porque sé que Dios me acompaña y su Espíritu me alienta

PETICIONES

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