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Boga mar adentro

Lucas 5: 4

Cuando terminó de hablar, dijo a Simón: Boga mar adentro, y echad vuestras redes para pescar

INTRODUCCION
Vivimos en un mundo muy ocupado por las luchas, tribulaciones, desencuentros,
desánimos y por el otro lado nos perdemos el gozo de disfrutar a plenitud el regalo
de Dios. La vida.

El Camino a Cristo en su primer capitulo dice: La Naturaleza y la revelación a una


dan testimonio del amor
de Dios. Nuestro Padre Celestial es la fuente de vida, sabiduría
y gozo. Mirad las maravillas y bellezas de la naturaleza. Pensad
en su prodigiosa adaptación a las necesidades y a la felicidad, no
solamente del hombre, sino de todos los seres vivientes. El sol y la
lluvia que alegran y refrescan la tierra; los montes, los mares y los
valles, todos nos hablan del amor del Creador. Dios es el que suple
las necesidades diarias de todas sus criaturas.

Lo importante aquí es ¿Hacia donde quieres mirar? ¿Cuál es tu actitud frente a la


vida? ¿Cómo enfrentas los desafíos en tu vida cotidiana?

DESARROLLO
En el pasaje en que reflexionaremos hoy es como un lugar en donde coinciden dos
corrientes de pensamiento, dos experiencias con enfoques completamente distintos.
El escenario es mas o menos el siguiente: El sol se va levantando despacio sobre las
montañas que rodean el mar de Galilea. El aire es fresco y puro. Algunas nubes
todavía están pintadas con los colores rojizos que pronostican un día caluroso.
El barco se va acercando lentamente a la orilla. Los pescadores levantan
gradualmente los remos, como si cada uno pesara cien kilos.

Tan pronto desembarcan se les acercan algunos probables compradores y otros


curiosos de esos que abundan por todas partes, y les preguntan:
-¿Que tal estuvo la pesca?
-
Mala, responde uno de ellos haciendo un gesto con la cara mostrando su
descontento.
-Y ¿sacaron algo?, pregunta otro.
-Nada -contesta Pedro.
Los indiscretos no se quieren dar por vencidos e insisten:
-Pero ¿no sacaron ni siquiera esos chiquitos que casi no sirven para nada?
-Ya les dije que no sacamos nada y nada significa nada! -Refunfuña Pedro.

Con cara de pocos amigos Pedro y sus compañeros empiezan a limpiar sus redes
que se han ensuciado con algas, cangrejos y otros restos inservibles que ha dejado la
resaca. Simón dice:
-¡Yo no se por que me dedique a la pesca! El otro con cara de no dormir le
responde:
-Yo tampoco, ¡y que vamos a hacer!

Dejemos ahora a los pescadores y vallamos a otro lado del lago de Genesaret o
también conocido como el mar de Galilea.

Al amanecer nos encontramos allí con el originador de este evento, el personaje


principal de esta historia, el personaje principal de nuestras vidas, el que tiene el
poder de hacer milagros, de curar enfermos, echar fuera demonios incluso de
resucitar a los muertos.
Y como contexto les diré que se trata del inicio del ministerio de Jesús, ha pasado
ya por la prueba de las tentaciones en el desierto, esta por comenzar con la
selección de sus discípulos, ha comenzado ya con su misión, sanando toda clase de
enfermos, echando fuera demonios y esta recorriendo Galilea predicando el
evangelio.

El evangelio de Mateo en el capitulo 4 dice: 23 Y recorrió Jesús toda Galilea, enseñando en
las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda
dolencia en el pueblo. 24 Y se difundió su fama por toda Siria; y le trajeron todos los que tenían
dolencias, los afligidos por diversas enfermedades y tormentos, los endemoniados, lunáticos y
paralíticos; y los sanó. 25 Y le siguió mucha gente de Galilea, de Decápolis, de Jerusalén, de Judea y del
otro lado del Jordán.

El DTG en su capitulo 25 comienza diciendo: Amanecía sobre el mar de Galilea.


Jesús volvía de pasar una hora tranquila a orillas del agua.
De paso, el acostumbraba levantarse muy de mañana todos los días para ir a un
lugar aparte y encontrarse con su Padre, la fuente de su poder para cumplir con la
tarea que se había echado a cuestas…
Había esperado hallarse, durante unos cortos momentos de la madrugada, aliviado
de la multitud que le seguía día tras día.

Pero pronto la gente empezó a reunirse alrededor de el. La muchedumbre aumento


rápidamente, hasta apremiarle de todas partes.

Mientras tanto, los discípulos habían vuelto a tierra. A fin de escapar a la


presión de la multitud, Jesús entro en el barco de Pedro y le pidió a este que se
apartase un poquito de la orilla. Desde allí, Jesús podía ser visto y oído mejor por
todos, y desde el barco enseño a la muchedumbre reunida en la ribera.

El pulpito era muy inusual pero adecuado. La voz potente y clara del Redentor se
escuchaba con el trasfondo del ruido agradable y apaciguador que hacen las olas
cuando llegan a la orilla de la playa.

Parece que Jesús ya termino su discurso a las multitudes y entonces Pedro y sus
amigos quedan pasmados cuando escuchan la sugerencia del Maestro: “Boga mar
adentro y echad vuestras redes para pescar”.

Ellos están a un nivel que el agua les llega a las rodillas. Pedro responde: “Maestro
toda la noche hemos estado trabajando y nada hemos pescado”. Hace una larga
pausa y haciendo un gesto con sus manos como diciendo: ¿Qué puedo hacer?
Observa el rostro bondadoso de Jesús y agrega “mas en tu palabra echare la red”

Mientras van remando mar adentro, seguramente un mundo de interrogantes hay en


su cabeza, poco a poco van dejando atrás la orilla y ya casi no se alcanza a ver a la
gente que estaba allí escuchando a Jesús. Por fin llegan a cierto punto. Las olas
golpean la barca suavemente. Hay un poco de viento. El pescador mira al
Maestro buscando su aprobación. El Señor le hace una señal afirmativa y ellos
empiezan a tirar las redes.

Después de un rato comienzan a tirar de las redes y es entonces cuando se dan


cuenta de lo que significa obedecer al Señor a pesar de sus propios cálculos.

Cuando empiezan a tirar se dan cuenta que no es nada fácil. Apenas pueden hacerlo.
Uno de los pescadores le dice a Pedro:
-¡Esto esta tan pesado que parece que pescamos al pez que se trago a Jonás!
-¡Cuidado! -grita el otro- la red no aguanta, se va a romper.
Cientos de peces grandes han quedado atrapados en la red.
Los ojos de Pedro y los pescadores parece que se sale de sus orbitas.
“Y habiéndolo hecho encerraron gran cantidad de peces y su red se rompía”

“Los ojos de todos esperan en ti,


Y tú les das su comida a su tiempo.
Abres tu mano,
Y colmas de bendición a todo ser viviente.
Justo es Jehová en todos sus caminos,
y misericordioso en todas sus obras.
Cercano esta Jehová a todos los que le invocan,
a todos los que le invocan de veras” Salmo 145:15-18

Dios tenia un propósito al permitir el fracaso en la pesca de Pedro y sus


compañeros.
Lo que ellos ignoran es que en su plan maravilloso, El ha hecho lo que hace el
joyero cuando quiere mostrar una perla o un diamante. Para que resalte lo pone
sobre un fondo de terciopelo negro.
Cuando el Señor obra así en nuestras vidas y solo vemos el fondo oscuro, nos
desanimamos.
En la vida espiritual del creyente todo comienza con un poco de separación. Pedro
estando con sus amigos lavando las redes, a la solicitud del Mesías lo deja todo para
complacerle. Aun cuando a el le parece que este nuevo intento no tendrá éxito
debido a que la pesca no se hace a plena luz del día, sino por la noche.

Cuando a ti te parezca que siguiendo tus propias formas de hacer las cosas, pero no
logras tener éxito; es el momento de escuchar y obedecer para que Dios haga
maravillas y te muestre como en sus manos esta resolver tus problemas cuando
aceptas que no es como tu quieres o como a ti te parece que se deben hacer las
cosas.

Dios te mostrara que vale la pena confiar y obedecer sin cuestionar.

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