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UNIVERSIDAD DISTRITAL FRANCISCO JOSÉ DE CALDAS

FACULTAD DE CIENCIAS Y EDUCACIÓN


LICENCIATURA EN CIENCIAS SOCIALES
PROBLEMAS DE LA EDUCACIÓN COLOMBIANA Y POLÍTICAS
EDUCATIVAS
DIEGO HERNÁN ARIAS GOMEZ
RESEÑA: Escobar, A. (1996). La invención del Tercer Mundo. Construcción y
Reconstrucción del desarrollo. Bogotá: Norma. (Capítulo 2. La problematización de la
pobreza).

Por: Edwin Alberto Vergara Molina


La pobreza para dominar

La memoria de los pobres está menos alimentada que la de los ricos, tiene
menos puntos de referencia en el espacio, puesto que rara vez dejan el
lugar donde viven, y también menos puntos de referencia en el tiempo de
una vida uniforme y gris. Tienen, claro está, la memoria del corazón, que
es la más segura, dicen, pero el corazón se gasta con la pena y el trabajo,
olvida más rápido bajo el peso de la fatiga. El tiempo perdido sólo lo
recuperan los ricos. Para los pobres, el tiempo sólo marca los vagos
rastros del camino de la muerte.

-Albert Camus

Arturo Escobar plantea que el discurso sobre el desarrollo surgió luego del descubrimiento
y problematización de la pobreza a partir de la finalización de la Segunda Guerra Mundial.
Es importante señalar que dicho discurso planteó una clasificación geopolítica en tres
niveles (Primer Mundo, Segundo Mundo y Tercer Mundo), jerarquizando la sociedad
mundial y produciendo mitos de odio en contra de la diversidad y la pluralidad.

El desarrollo se convirtió, según Escobar, en un sentimiento mesiánico y casi religioso que


permitiría la salvación del Tercer Mundo (el cual estaba conformado arbitrariamente por
países pobres no desarrollados, es decir, principalmente países de Asia, África y América
Latina), no obstante, solo era una excusa que contenía, y contiene, intenciones implícitas de
control sobre países y recursos. No en vano, el usar la pobreza sirvió para la creación de
instituciones que decidían, y deciden, qué hacer con las sociedades pertenecientes a los
países “subdesarrollados”, generando relaciones de poder y control en relación con los
países “desarrollados” y las élites del Tercer Mundo.

Lo anterior encuentra justificación debido a que el Tercer Mundo, luego de la Segunda


Guerra Mundial, adquiere mucha relevancia debido a su riqueza en términos de recursos,
ubicación y fuerza de trabajo, por tal razón, se comprende que el objetivo del desarrollo,
más allá de impactar positivamente en los países “subdesarrollados”, era el de conocer,
conquistar, controlar y explotar para llevar a cabo avances tecnológicos y científicos (pues
la fe en la ciencia y la tecnología era bastante fuerte), con fines bélicos, económicos y
geopolíticos, sin embargo, ¿la ciencia y la tecnología son neutras?

El discurso sobre el desarrollo se instauró y fue aceptado en todo el mundo, pero para ello
creó “anormalidades”, es decir, personas distintas que necesitaban ser salvadas y
reformadas (al decir propio del cristianismo durante las épocas de invasión colonial), tales
como malnutridas, iletradas, subdesarrolladas, ignorantes, etc., lo cual encuentra relación
con los postulados de Adela Cortina (2017), quien es precursora del término aporofobia
(fobia que existe en contra de la pobreza) y quien habla sobre la tendencia que tiene la
humanidad de sentirse bien con lo que es familiar o similar, produciendo discriminación y
exclusión de la diferencia. De igual manera, se encuentra relación cuando ella menciona
que las personas buscan siempre la reciprocidad, es decir, siempre dan para recibir, por tal
razón, les molestan las personas que no pueden dar a cambio algo interesante.

Finalmente, resulta importante señalar que, durante el proceso de problematización de la


pobreza, el desarrollo fue entendido como un proceso de transición, es decir, se pensaba
que todos los países “desarrollados” fueron en algún momento países en vía de desarrollo,
por lo cual, cualquier país “subdesarrollado” podría obtener el tan anhelado desarrollo con
una buena inversión capital y tomando buenas decisiones, algo que en la actualidad es
totalmente erróneo, pues es evidente que para que existan países ricos y supuestamente
“desarrollados” deben existir países explotados y pobres. De hecho, es bien sabido que el
desarrollo de los países ricos es consecuencia de la pobreza y la explotación de los países
del Tercer Mundo.

Siguiendo la anterior, ¿es la pobreza es una verdadera preocupación mundial o solo una
excusa para manejar el orden mundial a partir de la idea utópica del desarrollo?
Referencias bibliográficas

 Camus, A. (1994). El primer Hombre.


 Cortina, A. (2017). Aporofobia, el rechazo al pobre: un desafío para la democracia.
Barcelona: Paidós.
 Escobar, A. (1996). La invención del Tercer Mundo. Construcción y
Reconstrucción del desarrollo. Bogotá: Norma.

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