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PRINCIPIO DE LA CONSERVACIÓN DE CANTIDAD DE MOVIMIENTO LINEAL Y ANGULAR

https://

sites.google.com/site/inescedenofisica/principio-de-la-conservacin-de-la-cantidad-de-movimiento-
angular
http://teleformacion.edu.aytolacoruna.es/FISICA/document/teoria/A_Franco/solido/m_angular/
momento.htm
PRINCIPIOS DE CONSERVACIÓN: IMPULSO Y CANTIDAD DE MOVIMIENTO LINEAL

Al producto de la masa de un cuerpo por su velocidad se lo denomina cantidad de


movimiento lineal y se lo designa con la letra p.

La cantidad de movimiento lineal es una magnitud vectorial y tiene la misma


dirección y sentido de la velocidad.

Se denomina impulso de una fuerza al producto de la fuerza F que actúa sobre un


cuerpo y el intervalo de tiempo Δt durante el cual actúa. También es una cantidad
vectorial y se lo designa con la letra I.

En general se define de la siguiente manera:

El área encerrada por la curva representa el impulso.

Si la fuerza es constante en módulo, dirección y sentido.

 
En un sistema (conjunto de partículas), la cantidad de movimiento lineal del mismo
será la suma vectorial de la cantidad de movimiento de cada una de ellas.

Si la fuerza externa resultante que actúa sobre un sistema es nula, la cantidad de


movimiento lineal total del sistema se conserva.

Por ejemplo:

Estando en la máxima altura en reposo una pelota solo posee energía potencial gravitatoria. Su energía cinética es igual a 0 J.

Una vez que comienza a rodar su velocidad aumenta por lo que su energía cinética aumenta pero, pierde altura por lo que
su  energía potencial gravitatoria disminuye. 

Finalmente al llegar a la base de la pendiente su velocidad es máxima por lo que su energía cinética es máxima pero, se encuentra
a una altura  igual a 0 m por lo que su energía potencial gravitatoria es igual a 0 J.

FIGURA 3-4  La energía potencial gravitatoria que posee la pelota, debido a la altura a la que se encuentra, empieza a transformarse
en energía cinética al comenzar a moverse la pelota. 

LA LEY DE LA CONSERVACIÓN DE LA MASA


La combustión,  uno de los grandes problemas de la química del siglo XVIII, despertó el
interés de Lavoisier porque éste trabajaba en un ensayo sobre la mejora de las técnicas del
alumbrado público de París. Comprobó que al calentar metales como el estaño y el plomo
en recipientes cerrados con una cantidad limitada de aire, estos se recubrían con una capa
de calcinado hasta un momento determinado en que ésta no avanzaba más. Si se pesaba
el conjunto (metal, calcinado, aire, etc.) después del calentamiento, el resultado era igual al
peso antes de comenzar el proceso. Si el metal había ganado peso al calcinarse, era
evidente que algo del recipiente debía haber perdido la misma cantidad de masa. Ese algo
era el aire. Por tanto, Lavoisier demostró que la calcinación de un metal no era el resultado
de la pérdida del misterioso flogisto, sino la ganancia de algo muy material: una parte de
aire.

La experiencia anterior y otras más realizadas por Lavoisier pusieron de manifiesto que si


tenemos en cuenta todas las sustancias que forman parte en una reacción química y todos
los productos formados, nunca varía la masa. Esta es la ley de la conservación de la masa,
que podemos enunciarla, pues, de la siguiente manera:
 

"En toda reacción química la masa se conserva, esto es, la masa total de los reactivos
es igual a la masa total de los productos"

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