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NEUMANN BUSINESS SCHOOL

ESCUELA DE POSTGRADO
MAESTRÍA EN
ADMINISTRACIÓN DE NEGOCIOS

 
POLÍTICAS MONETARÍAS
Colombia - Chile
 
 
AUTORES:

Mario Arrieta Montenegro

Eddie Asto Castro

Laura Laqui Castro

Diego Liendo Álvarez


María Daniela Rivas Ramos

DOCENTE RESPONSABLE:
JORGE LOYOLA HURTADO

TACNA – PERÚ
2017
 

1. Características de las Políticas Monetarias.


Política Monetaria en Chile

El Banco Central de Chile conduce su política monetaria sobre la base de un esquema de


metas de inflación y de flotación cambiaria. Este incorpora el compromiso explícito de la autoridad
monetaria de utilizar los instrumentos que la ley le otorga y alcanzar la meta de que la inflación
anual del IPC se ubique la mayor parte del tiempo en torno a 3% anual, con un rango de tolerancia
de más/menos un punto porcentual. Por lo tanto, la meta de inflación corresponde a la
operacionalización del objetivo de estabilidad de precios.

Entre 1991 y 1999, el Banco Central de Chile aplicó parcialmente el esquema de metas de
inflación. Durante ese período, la política monetaria no se supeditó a las necesidades de
financiamiento fiscal ni de rescate financiero del sector privado. Sin embargo, la ausencia de otras
anclas nominales estuvo ausente, debido a que coexistieron dos anclas nominales para la política
monetaria: una banda cambiaria, con un piso y un techo para la evolución del tipo de cambio, y las
metas de inflación. A diferencia de la práctica actual, los anuncios de meta de inflación anual
(diciembre-diciembre) realizados en septiembre del año anterior, constituían un cambio de hecho en
el valor de la meta de inflación. Al fijar el fin del año como plazo fijo, el horizonte de política
promedio era menor a un año. Además, en esta transición, el régimen monetario careció de algunos
de los aspectos institucionales y de conducción técnica de la política monetaria característicos de un
esquema de metas de inflación. Desde 1999, con la adopción de un régimen de flotación cambiaria
y el perfeccionamiento gradual del marco institucional, se completó el marco de política monetaria
basado en metas de inflación.

Los parámetros que definen el régimen monetario basado en metas de inflación que se
aplica en Chile son los siguientes:

1. El índice de precios para el cual se define la meta: la meta de inflación se define para la
variación anual en 12 meses del Índice de Precios al Consumidor (IPC), elaborado por
el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) a partir de la evolución mensual de los
precios de una canasta promedio de consumo de bienes y servicios
2. El valor escogido para el centro del rango meta: Ello significa que la política monetaria
se orienta a que la economía chilena tenga una variación promedio y una variación
esperada del IPC cercana a 3% anual. El Banco Central de Chile eligió este valor
cuantitativo porque una tasa de inflación superior difícilmente sería considerada como
reflejo de estabilidad de precios y acercaría el país a un nivel inflacionario que podría
dañar el crecimiento económico y el bienestar de la población.
3. La amplitud del rango meta: con la amplitud del rango meta (fijada en más/menos un
punto porcentual), el Banco Central de Chile comunica tres aspectos al público:
a. El Banco tolera desviaciones transitorias de la inflación respecto de 3%.
b. El nivel de variabilidad normal que cabe esperar de la inflación a lo largo del
ciclo económico.
c. La simetría de la amplitud del rango revela que el Banco Central de Chile tiene
una preocupación similar por las desviaciones de la meta en ambas direcciones.
4. El horizonte de política: El propósito práctico u objetivo operacional de la política
monetaria es que la inflación proyectada se ubique en 3% anual en un horizonte de
política en torno a dos años. El horizonte de política constituye el período máximo en el
cual el Banco Central de Chile habitualmente intenta que la inflación retorne a 3%.

El Banco Central de Chile orienta su política presente a un objetivo de inflación futura. En


primer lugar, porque los cambios en su política monetaria provocan efectos en el nivel de actividad
y los precios, pero con rezagos. La evidencia empírica señala que son necesarios de dos a cinco
trimestres para que en Chile la respuesta a un cambio en la política monetaria logre su efecto más
intenso sobre la demanda y la producción, y de cuatro a ocho trimestres para que este cambio tenga
su efecto más intenso sobre la tasa de inflación. En segundo término, por las desventajas de
imprimir una mayor volatilidad a las tasas de interés, actividad, empleo y otras variables, que se
produciría en caso de tener un horizonte más corto. Por último, porque existen movimientos
pasajeros en algunos precios del IPC que no deberían ser objeto de neutralización por parte de la
política monetaria.

En el marco de metas de inflación, el principal instrumento de la política monetaria es la


tasa de interés y no el dinero per se, lo que no invalida la relación existente entre dinero y precios.
En promedio, los precios aumentan de acuerdo a la meta y serán las expectativas sobre la evolución
de las tasas de interés que los agentes deduzcan de los actos y palabras del Banco Central de Chile
las que determinen la inflación.

Dada la multiplicidad de fenómenos que inciden en la inflación, para que la conducción de


la política monetaria sea eficiente, se debe estudiar la magnitud y plazos con que estos fenómenos
operan. Esto requiere de una permanente evaluación de la potencia con que la política monetaria
afecta la economía, eventualmente distinguiendo cada uno de estos mecanismos de transmisión.
La política monetaria incide en la inflación en Chile a través de cinco ingredientes
principales: su influencia en los precios de activos financieros; en el impacto de estos precios en las
decisiones de gasto, producción y ocupación en la economía; su incidencia en la determinación de
costos y márgenes; en la formación de expectativas de inflación futura, y en cómo estos factores
afectan finalmente sobre la evolución de los precios.

En un entorno de integración financiera con los mercados internacionales, el tipo de cambio


debería responder a las diferencias entre las tasas de interés en pesos y otras monedas, así como a
modificaciones en las variables fundamentales que determinan el tipo de cambio real en el largo
plazo. Según este concepto de arbitraje, las expectativas de apreciación o depreciación cambiaria
deben compensar estas diferencias de tasas de interés. Los movimientos del tipo de cambio también
inciden en la macroeconomía a través de efectos ingreso y riqueza en los balances de distintos
agentes económicos.

Las expectativas de inflación inciden de manera directa en la formulación de salarios y en la


fijación de precios, los cuales a su vez determinan la evolución futura de la inflación. Ajustes
importantes en la tasa de política monetaria o movimientos en el nivel de tipo de cambio provocado
por esta, pueden modificar las expectativas que poseen los agentes respecto de la evolución futura
de los precios.

Las decisiones de gasto, producción y empleo de los agentes económicos, que influyen
sobre los márgenes de las firmas y los costos laborales, se modifican junto con las condiciones
financieras en la economía. Sin embargo, este fenómeno no ocurre de modo instantáneo, porque
muchas decisiones de gasto implican costos de ajuste. Por lo tanto, la transmisión de la política
monetaria ocurre con rezagos, que en el caso de Chile se estiman entre dos a cinco trimestres sobre
la demanda y la producción, y cuatro a ocho trimestres sobre la inflación.

Política Monetaria en Colombia

La política monetaria en Colombia se rige por un esquema de Inflación Objetivo, cuyo


propósito es mantener una tasa de inflación baja y estable, y alcanzar un crecimiento del producto
acorde con la capacidad potencial de la economía. Esto significa que los objetivos de la política
monetaria combinan la meta de estabilidad de precios con el máximo crecimiento sostenible del
producto y del empleo. En tanto las metas de inflación sean creíbles, estos objetivos son
compatibles. De esta forma, la política monetaria cumple con el mandato de la Constitución y
contribuye a mejorar el bienestar de la población.
La Junta Directiva del Banco de la República (JDBR) determina la política monetaria con el
objetivo de mantener la tasa de inflación alrededor de su meta de largo plazo de 3% (con un margen
admisible de desviación de +/- 1%). Esta meta se plantea sobre la inflación de precios al
consumidor, que se mide estadísticamente como la variación anual del índice de precios al
consumidor (IPC). 
Las decisiones de política monetaria se toman con base en el análisis del estado actual y de
las perspectivas de la economía, y de acuerdo con  la evaluación del pronóstico de inflación frente a
las metas. Si como resultado de esta evaluación se concluye que existen riesgos de que la inflación
se desvíe de la meta en el horizonte de tiempo en el cual opera esta política, y que dicha desviación
no se debe a choques transitorios, la autoridad monetaria procederá a modificar la postura de
política, ajustando su principal instrumento que es la tasa de interés de intervención en el mercado
monetario (tasas de interés de las operaciones de liquidez de corto plazo del Banco de la
República).
De esta manera la política monetaria contribuye a asegurar la estabilidad de precios y a
mantener un  crecimiento económico alto y sostenido que genere empleo y mejore el nivel de vida
de la población. Si la economía excede un ritmo de crecimiento sostenible, podrán aparecer excesos
de gasto que comprometan la estabilidad de precios o desemboquen en fragilidad financiera, la cual,
a la postre, puede terminar en caídas fuertes en la producción y el empleo. 

2. Problemas Macroeconómicos

El crecimiento en términos porcentuales (respecto al PBI) ha sido favorable para los dos
países en los últimos 10 años, sin embargo el de Colombia fue más pronunciado (3.08%) respecto a
Chile (0.86%) debido al alza de precio del petróleo a pesar de las restricciones fiscales para apoyar
los programas sociales y los proyectos de infraestructura, a partir del 2014 estos precios
internacionales han venido cayendo lo que ha producido un aumento en la inflación debido al
aumento del tipo de cambio y que afectó a su vez las importaciones.

En el ámbito Chileno los sectores mineria e industrial exportaron menos, por lo que se
debería impulsar con mayor fuerza la inversión por parte del Gobierno para sopesar la inversión
privada.
3. Riesgos potenciales hacia adelante.

Riesgos en Chile

Las elecciones presidenciales de noviembre y la incertidumbre sobre la evolución de la


economía china se ciernen sobre el desempeño del PIB de Chile para este año, que tendrá un alza
modesta, solo ayudado por el precio del cobre.

Respecto a la actividad económica, se plantea que se mantiene la visión de un crecimiento


débil, contexto en el cual la confianza continúa cerca de mínimos históricos además del deterioro en
el mercado laboral. Ahora bien, en materia de política monetaria, la institución plantea que la
decisión del Banco Central de remover el sesgo contractivo en la política monetaria es coherente
con los últimos desarrollos externos e internos.

Las estimaciones de crecimiento se ajustan al alza para el 2018, debido a las políticas de
apoyo a la exportación y la productividad, que llevarían a un crecimiento de las exportaciones y
mejoras en las condiciones de financiación.

Riesgos en Colombia

El ritmo de progresión de la economía colombiana, que se vio afectada por el bajón de los
precios de las materias primas en 2016 y quedó en el 2 %, va a acelerarse este año, con un 2,2 %, y
sobre todo el próximo, con un 3 %, según la OCDE. La evolución prevista del sector exterior ilustra
cómo Colombia va a superar, según la OCDE, el bache que atravesó por el hundimiento de las
materias primas y del barril de petróleo en particular.

Por otra parte, el FMI señaló que muchas economías de la región se han visto sometidas a
presiones por fuertes caídas del comercio internacional por una débil demanda y, en el caso del país,
la caída de precios del petróleo. No obstante, el ajuste externo colombiano fue menos severo con
respecto a países como Ecuador y Bolivia, amortiguado por la flexibilidad de la tasa de cambio. Se
espera que esa depreciación del peso estimule las exportaciones, especialmente las de bienes no
minero-energéticos
En este momento, la economía se encuentra en una transición hacia una tercera fase, en la
que el costo del ajuste será de gran importancia para quienes tendrán que pagar más impuestos y,
por lo tanto, su impacto se extenderá a más sectores y agentes en la economía. El país requiere un
ajuste en materia tributaria, que se deriva de la reducción de la renta petrolera del Gobierno
Nacional que ascendería a cerca de $20 billones, entre los años 2013 y 2016. La economía
colombiana enfrenta otro problema, que puede ser aún más importante que la creciente devaluación
e inflación: su abultado déficit en cuenta corriente. La trayectoria que ha venido mostrando y que se
espera tenga este déficit es indeseable por el costo futuro que representa en términos de una mayor
deuda y por la vulnerabilidad que supone ante fluctuaciones de los flujos de capital en un entorno
internacional complicado. Aquí, es importante entender que un déficit en cuenta corriente significa,
ni más ni menos, un exceso de gasto sobre el ingreso. Reducir dicho exceso implica, en el corto
plazo, la reducción del gasto. Una analogía tomada de la economía doméstica que ayuda a entender
este proceso es la siguiente: si un hogar aumentó su consumo a consecuencia de un aumento en sus
ingresos y luego ese ingreso retorna a su nivel original en una forma que se percibe como
permanente, la respuesta más sensata es reducir el gasto

4. Opinión de cuál de los países evaluados ha funcionado mejor la Política


Monetaria.

La tasa de interés de intervención del Banco Central es el instrumento operativo de política


monetaria, la actividad económica disminuye ante un aumento inesperado en la tasa de interés de
política monetaria de los bancos centrales. Sin embargo, la magnitud del impacto no es igual en
todos los países, ni tampoco el momento del tiempo en que el impacto acumulado alcanza su punto
máximo. La mayor respuesta de la producción ante un choque positivo de política monetaria se
presenta en Chile la respuesta máxima acumulada es del 1,2%, mientras que en Colombia alcanza
un máximo del 0,6%, respectivamente. También se encontraron diferencias importantes en el
momento del tiempo en el que se alcanza esta máxima respuesta, ya que mientras en Chile es 12
meses después de registrados los choques, en Colombia se obtiene casi 2 anos ˜ y medio después.

El canal de tasa de interés muestra ser el más relevante en Chile y Colombia, observándose
un claro funcionamiento de la primera fase del canal, es decir, la incidencia de la tasa de interés de
política monetaria sobre la tasa de interés de los préstamos de los bancos comerciales.

En cuanto al canal de tasa de cambio, este muestra ser importante en Chile y menos
importante en Colombia. El canal de hoja de balance no tiene mayores efectos en Chile y Colombia.
Para el canal de préstamos bancarios, se encontró que en Chile y Colombia tiene un ligero efecto,
especialmente 2 anos ˜ después de registrados los choques. Además de las fricciones financieras,
otro factor que podría estar relacionado con los resultados obtenidos para este canal es otra medida
del grado de desarrollo de los mercados financieros como es la fuente de fondeo de los bancos.

En conclusión tanto Colombia y Chile tienen la misma meta de política monetaria, pero el
control y la capacidad de respuesta por como aplican la política monetaria coloca a chile por encima
de Colombia, posicionándola como una economía más estable con los cambios que pueda sufrir por
las decisiones de su política monetaria.

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